2. Mesopotamia y Egipto

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UNIDAD 2

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES


1. LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES
1.1. Las primeras civilizaciones
Las primeras civilizaciones se desarrollaron a partir del IV milenio a. C.
en Mesopotamia, Egipto, India y China, junto a grandes ríos. Es por eso que
reciben el nombre de civilizaciones fluviales.

El control de los ríos Tigris y Éufrates en Mesopotamia y el Nilo en Egipto


permitió aumentar la superficie de tierra cultivable. El incremento de la
producción agrícola estimuló el crecimiento de la población y el comercio y la
aparición de las primeras ciudades.

En Egipto, el Nilo tenía una gran crecida anual que inundaba la tierra de
sus orillas. Al retirarse las aguas, las riberas del río quedaban cubiertas de limos
muy fértiles, donde se sembraban los cultivos.

En Mesopotamia, el agua necesaria para el riego de los campos se distribuía


por medio de canales. Los más grandes salían directamente de los ríos y se
dividían formando una extensa red. El sistema también disponía de cisternas
para almacenar agua y esclusas para regular el caudal.
1.2. El surgimiento de la escritura
En las ciudades mesopotámicas primero, hacia el 3500 a. C., y
posteriormente en Egipto hacia el 3150 a.C., se inició la práctica de la escritura.

Cuando las ciudades crecieron fue necesario registrar gran cantidad de


información. Por ello, los primeros escritos fueron anotaciones sobre agricultura,
propiedad de la tierra, comercio y recaudación de impuestos. Posteriormente se
redactaron órdenes y leyes y más tarde textos religiosos y literarios.

- Escritura cuneiforme

La escritura cuneiforme se desarrolló en


Mesopotamia. Consistía en diferentes signos
que tenían un significado y además con el valor
fonético de una sílaba. Se realizaba haciendo
incisiones con un punzón sobre una tablilla de
arcilla húmeda que luego se dejaba secar.

- Escritura jeroglífica

La escritura jeroglífica se creó en Egipto.


Los diferentes signos representaban sonidos,
palabras e ideas. Se utilizaba para textos
oficiales y religiosos y se esculpía sobre piedra o
pintaba en las paredes. Posteriormente, cuando
se empezó a usar el papiro o la tela los
jeroglíficos se simplificaron, creándose dos tipos
más de escritura, la hierática y la demótica.

2. MESOPOTAMIA
Hacia el IV milenio a. C. surgió en Mesopotamia la primera civilización
cuya historia conocemos gracias a la escritura. Su territorio se extendía entre los
ríos Tigris y Éufrates, en el Próximo Oriente.

Mesopotamia se dividía en dos regiones: Asiria, al norte, habitada por los


asirios y Babilonia, al sur, habitada por los sumerios y acadios.
2.1. Las etapas de la historia de Mesopotamia
La historia de la civilización mesopotámica estuvo protagonizada por
varios pueblos que se alternaron en el poder:

• Periodo sumerio: los sumerios construyeron las primeras ciudades-


estado, que eran independientes entre sí, como Uruk, Ur y Lagash.
Algunas de ellas se expandieron y dominaron a otras.
• Imperio acadio: hacia el año 2300 a. C., los acadios, al mando del rey
Sargón, invadieron las ciudades-estado sumerias y formaron el Imperio
acadio.
• Imperio babilónico: Hacia el 1800 a. C., la hegemonía pasó a la ciudad de
Babilonia, gobernada por el rey Hammurabi, que fundó el Imperio
babilónico y promulgó uno de los primeros códigos legales de la historia
(código de Hammurabi)
• Imperio asirio: los asirios conquistaron toda Mesopotamia y extendieron
su imperio hasta el mar Mediterráneo. Destacan las conquistas del rey
Asurnasirpal II y su capital era Nínive.
• Imperio neobabilónico: en el siglo VII a. C. se impusieron los caldeos. El
rey más destacado fue Nabucodonosor II. Después, los persas invadieron
Asiria y Caldea.
2.2. La vida en Mesopotamia
- La sociedad

Un grupo reducido de la
sociedad poseía todos los derechos
y la mayoría de las riquezas:

• El rey era también el sumo


sacerdote y residía en el
palacio.
• La aristocracia estaba formada por la familia real y la nobleza. Poseía
extensas tierras y ocupaba los cargos más importantes.
• Los sacerdotes vivían en los templos y se encargaban de los ritos
religiosos. Los templos contaban con tierras y talleres artesanales.
• Los escribas eran funcionarios que sabían leer, escribir y contar.
Controlaban la calidad de los productos y registraban los impuestos.

El resto de las personas podían ser libres o esclavas. La mayoría trabajaba


para el palacio real o para los templos.

• Los campesinos labraban las tierras, que pertenecían al rey o a los


templos. A cambio, entregaban una parte de la cosecha.
• Los artesanos trabajaban en talleres, donde elaboraban tejidos, perfumes,
objetos de madera o de orfebrería...
• Los mercaderes comerciaban en los puertos fluviales con plata, cobre,
estaño, lapislázuli, madera...

Las mujeres estaban sometidas a la autoridad de un varón y su misión era


tener descendencia. Podían trabajar con el permiso de su padre o de su esposo y,
si lo hacían, cobraban la mitad del salario de un hombre.

- Las creencias

La población era politeísta, es decir, tenían


muchos dioses, como Anu (dios del cielo), Ishtar
(diosa de la guerra y el amor) y Enlil (dios del
viento), entre otros. Las divinidades, aunque eran
inmortales, se representaban como personas. Se
manifestaban a través de los fenómenos de la
naturaleza, los sueños o la adivinación.

Cada ciudad-Estado tenía una divinidad


protectora. Los templos eran su morada y el lugar
donde se organizaban las ceremonias en su honor.
2.3. El arte mesopotámico
- Arquitectura

El ladrillo era el principal elemento de construcción ante la falta de piedras.


La cerámica vidriada o azulejo se usaba como elemento decorativo para recubrir
los muros de ladrillo.

Para cubrir el espacio


comprendido entre dos muros o
columnas se creó el arco y la
bóveda, la gran aportación de la
arquitectura mesopotámica.

El principal edificio
religioso era el zigurat. Eran una
superposición de diferentes
terrazas de ladrillo y tenían
forma de pirámide escalonada.
En la terraza más elevada se
encontraba el santuario principal.

- Escultura

Los relieves eran comunes en edificios civiles. Solían representar a reyes y


funcionarios. Las estelas eran relieves conmemorativos realizados en piedra. Las
esculturas eran modelos estáticos, inexpresivos, en posición frontal y solían
representar a los reyes.

3. EGIPTO
El territorio egipcio se
encuentra en el curso bajo del
río Nilo. Este atraviesa
Egipto de sur a norte
formando una estrecha franja
de vida en medio de un
desierto. El pueblo egipcio
llamaba al terreno fértil
bañado por el Nilo tierras
negras, mientras que el
desierto se conocía como
tierras rojas.
3.1. Las etapas de la historia de Egipto
El antiguo Egipto se dividía en dos regiones: Bajo Egipto en la zona del
delta y Alto Egipto en el sur. Según la leyenda, hacia el año 3000 a. C. el rey
Narmer unificó ambos territorios y se convirtió en el primer faraón de Egipto.

La historia de Egipto atravesó varias etapas:

• Imperio Antiguo (3000 a. C. – 2000 a. C.): se establecen las bases del Estado
y la sociedad egipcias. El faraón, considerado un dios, controlaba el poder
político y religioso. Destacaron Keops, Kefrén y Micerinos, constructores
de las pirámides de Guiza.
• Imperio Medio (2000 a. C. – 1600 a. C.): tras una crisis política y social se
inaugura esta etapa en la que hubo una gran expansión territorial,
llegando las fronteras a Nubia en el sur, Libia al oeste y Siria al este. Este
periodo termina con una invasión extranjera.
• Imperio Nuevo (1600 a. C. – 1100 a. C.): se expulsó a los invasores y
empezó la etapa de mayor esplendor de Egipto, con grandes faraones
como Hatshepsut, Akenatón, Tutankamón y Ramsés II. Se termina la
conquista de Libia y Siria.
• Baja época o periodo tardío (1100 a.C. – 30 a. C.): en este último periodo
Egipto sufrió la ocupación de diversas potencias extranjeras, como los
asirios, los persas y los griegos de Alejandro Magno. La última faraona,
Cleopatra, fue derrotada por el emperador romano Octavio Augusto y
Egipto se convirtió en una provincia romana.

3.2. El gobierno de Egipto


- El poder absoluto del faraón

El antiguo Egipto estaba


gobernado por el faraón, que
ejercía todos los poderes. Dictaba
las leyes, gobernaba el país, poseía
gran parte de las tierras, controlaba
el comercio y era el jefe supremo
del ejército.

Además, era considerado un dios e intercedía entre las personas y las


divinidades para mantener la armonía, la prosperidad y la justicia. Para ello,
construía inmensos templos y encargaba esculturas y pinturas para honrar a los
dioses y diosas. La población egipcia pensaba también que tenía poderes
mágicos, como provocar la crecida del Nilo.
El faraón vivía en grandes palacios, rodeado de riquezas y con numerosos
sirvientes, esclavos y personas de la corte.

Cuando un faraón moría le sucedía, habitualmente, uno de sus hijos. Así se


sucedieron treinta y una dinastías. En general, las mujeres, salvo excepciones en
las que gobernaron con plenos poderes, no ejercieron como faraón. No obstante,
algunas reinas participaron de forma activa y destacada en la política, como es el
caso de Ahhotep o Nefertari.

- La administración del imperio

El faraón contaba con la ayuda de varios grupos de funcionarios para


administrar un imperio tan grande como el egipcio.

• Los nobles gobernaban las provincias de Egipto. En ellas recaudaban los


impuestos y se ocupaban de que se cumplieran las órdenes del faraón.
Eran miembros de la familia del faraón y de otras que formaban parte de
su corte. Poseían extensas tierras y numerosas riquezas.
• Los sacerdotes interpretaban la voluntad de las divinidades, dirigían los
ritos religiosos y administraban los templos. Algunas mujeres intervenían
en el culto de divinidades femeninas como Hathor. Miles de personas
trabajaban para los templos o les entregaban parte de sus cosechas y
ganados.
• Los escribas redactaban los documentos oficiales y controlaban los
impuestos y las mercancías que entraban y salían de los almacenes de
palacio. Gozaban de gran prestigio social, pues solo ellos, los sacerdotes y
algunos nobles sabían leer y escribir.
• El ejército protegía las fronteras de Egipto. A cambio, los soldados
recibían un salario, tierras, oro y esclavos.

3.3. El pueblo egipcio y sus formas


de vida
- Los campesinos

La mayor parte de la sociedad egipcia


se dedicaba a cultivar las tierras del faraón,
los nobles y los templos. Se quedaban con
parte de la cosecha, pero pagaban
impuestos y apenas podían sobrevivir.
Vivían en pequeñas casas de adobe, en
aldeas cercanas al río Nilo. Cultivaban lino,
trigo, cebada, frutas y hortalizas. También
criaban ganado (vacas, asnos, ocas...).
Durante la crecida del Nilo, mientras los terrenos permanecían inundados,
el faraón reclutaba al campesinado para participar en la construcción de las
pirámides, los templos, los palacios...

- Los artesanos y los comerciantes

Las personas que se dedicaban a la artesanía y al comercio vivían en las


ciudades. Los artesanos elaboraban cerámica, papiro, vidrio, tejidos de lino,
objetos de metal...

Los comerciantes compraban madera, perfumes, incienso o metales que


traían de tierras lejanas y vendían en Egipto. Viajaban en barcos o en caravanas.
No utilizaban moneda, sino que practicaban el trueque. Las personas adineradas
disponían de sirvientes, que recibían un salario modesto a cambio de su trabajo.

- Los esclavos

Los prisioneros de guerra solían convertirse en esclavos. Trabajaban en el


servicio doméstico, en las obras públicas, en las minas de oro y cobre... La
mayoría de los esclavos pertenecían al faraón, aunque no fueron muy numerosos.

- Las mujeres

Las egipcias disfrutaban de algunos derechos que no tenían otras mujeres


del mundo antiguo. Por ejemplo, podían poseer, heredar y administrar
propiedades, comprar y vender bienes, emprender acciones legales, elegir
esposo, conservar sus bienes en caso de divorcio...

Su tarea principal era cuidar de la casa y la familia, pero muchas realizaban


también otros trabajos: elaborar tejidos, cultivar la tierra, ejercer de comadronas
y nodrizas... Hubo algunas mujeres que gobernaron Egipto, como la reina
Hatshepsut. Otras fueron sacerdotisas, principalmente de divinidades
femeninas.
3.3. La religión egipcia
- Los dioses

La sociedad egipcia era politeísta, esto es, adoraba a multitud de dioses que
habitaban en un mundo distinto al humano, pero que podían actuar sobre este a
través de sus poderes y la magia. El dios principal era el Sol, llamado Ra, Amón
o Atón. Otras deidades importantes eran, por ejemplo, Osiris, dios de los
muertos y del más allá; Isis, diosa protectora de las mujeres y la infancia; y Horus,
dios del cielo.

Cada divinidad tenía unos rasgos físicos propios, generalmente mezcla de


personas y animales. Así, Ra tenía cuerpo humano y cabeza de halcón, sobre la
que portaba el disco solar.

El faraón era la única persona que podía actuar como intermediario entre
las personas y los dioses. Como no podía estar presente a la vez en todos los
templos, delegaba el culto en los sacerdotes.

Los templos egipcios eran considerados la casa de los dioses. Se construían


con piedra porque era un material duradero, y la mayoría tenían unas
dimensiones colosales.

Se accedía al templo a través de una avenida flanqueada por esfinges que


llegaba hasta una puerta monumental. Al traspasarla, se sucedían varias
estancias. Al santuario, donde se guardaba la estatua de la divinidad, solo podían
entrar el faraón y los sacerdotes más importantes. Allí se realizaban las ofrendas.

- La vida después de la muerte

La población egipcia creía en la existencia de una vida después de la muerte


y en la necesidad de conservar los cuerpos para poder disfrutar de esta segunda
vida. Por ello, practicaban la momificación, un método para evitar que los
cadáveres se descompusieran y que estaba solo al alcance de los grupos
privilegiados.
Los embalsamadores se encargaban de la momificación. Extraían del
cuerpo los órganos internos excepto el corazón y algunos de ellos se colocaban
en unas vasijas llamadas vasos canopos. Después, dejaban secar el cuerpo en
natrón durante setenta días. Posteriormente, el cuerpo se lavaba, se rellenaba con
serrín y se envolvía con vendas, colocando amuletos para proteger a la persona.
Finalmente, se depositaba el cuerpo en un sarcófago y se colocaba en la tumba
rodeado de un rico ajuar funerario.

Además de la momificación para conservar el cuerpo, el alma del muerto


(Ka) tenía que superar el juicio de Osiris. Para tener éxito en este juicio, se
colocaba en la tumba del difunto un ejemplar del Libro de los Muertos, que
contenía una serie de reglas de cómo comportarse en ese juicio.

- Las tumbas

En el Antiguo Egipto hubo tres tipos de


tumbas:

• Las mastabas tenían forma de prisma, con


las paredes inclinadas. En ellas se
enterraba a los altos funcionarios.
Constaban de una sala de ofrendas, una
cámara con la estatua del difunto y un
pozo que llevaba a una cámara subterránea
donde se depositaba el sarcófago.
• Las pirámides tenían forma
piramidal. Eran las tumbas
de los faraones del Imperio
Antiguo. En el interior había
una cámara funeraria a la que
se accedía a través de pozos y
pasadizos. Su construcción,
que se prolongaba durante
décadas, exigía una perfecta
planificación y abundante
mano de obra. Destacan las
pirámides de Guiza.
• Los hipogeos eran tumbas subterráneas excavadas en la roca. Su exterior
quedaba disimulado para evitar los saqueos. Contaban con varias cámaras
y pasillos cubiertos con pinturas. Destacan los hipogeos del Valle de los
Reyes y el Valle de las Reinas.

3.4. El arte egipcio


- La escultura

Muchas esculturas se realizaban con piedra, para que fuesen eternas, como
las almas. Estaban pensadas para ser vistas de frente, eran rígidas e idealizadas
ya veces tenían dimensiones colosales. Había también pequeñas estatuillas que
mostraban escenas cotidianas. Estas formaban parte del ajuar de la persona
difunta y su función era servirle en la otra vida.
Las paredes de las tumbas y los templos se cubrían con relieves que
mostraban escenas cotidianas, ceremonias religiosas, batallas... Muchos de ellos
se pintaban de vivos colores.

- La pintura

Se conservan numerosas pinturas que cubrían las paredes de las tumbas y


los templos. Los artistas dibujaban cada parte del cuerpo en su forma más
reconocible, es decir, las piernas y los pies de perfil, el torso de frente, el rostro
de perfil y el ojo de frente. Utilizaban colores vivos y, al igual que en la escultura,
las figuras resultan hieráticas y sin movimiento.

En las escenas no hay profundidad y los personajes siguen el principio


jerárquico, es decir, los más importantes son de mayor tamaño y se sitúan
delante del resto.

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