Comunicaciones visuales
Comunicaciones visuales
Comunicaciones visuales
Introducción
1- El Contexto:
Esta contextualización la podemos dar, mejor aún, a través de una imagen; las
imágenes, son mensajes visuales inmediatos y con mayor impacto que el texto,
así que cuando podamos eliminar texto y reemplazarlo por imágenes, será mejor.
Por otro lado, además del contexto temático, también debemos pensar en el
contexto institucional… ¿En qué cátedra estoy? ¿En qué carrera y en qué
Facultad?, o estoy en un curso virtual? Tengamos en cuenta que el formato de
presentación se puede utilizar como apoyo a la oralidad del docente en una clase
tradicional, pero también se utiliza mucho como recurso narrativo, colgado en
Internet, o enviado por mail, etc. En esos casos, el usuario puede decidir mirar la
presentación a las 3 de la mañana, desde su casa, y en este sentido, ese
escenario se encuentra muy alejado del entorno institucional, por lo que es
importante darle un marco institucional a nuestra presentación.
2- Tipografías y legibilidad
Los programas nos ofrecen una gama amplia de tipografías, el error común es
tentarse con esta oferta y utilizar 5 tipografías diferentes. Entonces nuestra
presentación se verá como un carnaval tipográfico caótico y sin sentido.
Entendamos que la tipografía también genera significado desde su forma y
estética: hay tipografías que se perciben como formales, o informales, divertidas o
delicadas, elegantes, imponentes, rústicas, infantiles, técnológicas, artísticas,
etc… Analicemos las opciones y hagamos una buena elección en función de
nuestra intención comunicacional.
3- Jerarquías
Las jerarquías nos ayudan a fijar focos de atención y el orden de lectura. Podemos
dar jerarquía con el tamaño del texto o de la imagen, con el color (mantener
siempre un criterio), con la tipografía (por ej. siempre ponemos la información
más relevante con tal fuente) o con la ubicación en el espacio (por ej. esto se
debe leer primero así que lo ubico arriba y más grande que el resto, esto otro, se
debe ver segundo así que lo ubico debajo, en el mismo color pero más chico; y
todo lo que sigue son ejemplos de lo dicho anteriormente, así que les pongo un
color más claro y cuerpo de fuente más chico aún y los ubico abajo de todo. Es un
análisis bastante obvio, sin embargo, si lo hacemos a conciencia, evitamos malos
entendidos en la decodificación de nuestra presentación).
Es sabido que una imagen es más efectiva a la hora de comunicar, que el mismo
contenido, pero escrito en forma de frase. Y también que comunica mucho más en
un tiempo de decodificación mucho más corto. Asimismo, apela a las emociones
con mucha más facilidad. No hay discusión sobre todo eso. Entonces, como ya lo
mencionamos más arriba, siempre que tengamos la posibilidad de “decir” a
través de una imagen, aprovechémosla.
5- El guión
Cada presentación debe interpretarse como una narración cerrada, que empieza y
que termina. Si termina de forma muy abrupta o abierta y no hay señales que
indiquen ese final, la idea no se cierra.
Para evitar estas situaciones, es útil armar de antemano un pequeño guión que
estructure la información que vamos a mostrar. Lo óptimo es definir lo que
queremos decir y distribuir esa información en aproximadamente 10 diapositivas...
sino, como suele pasar, empezamos directamente armando en Power Point, sin
planeamiento previo, y cuando vamos por la diapositiva 10 aun no llegamos ni a la
mitad del desarrollo del tema y el resultado es…la típica presentación eterna.
Por último, no debemos olvidar pensar para el final, una conclusión o un cierre
evidente; puede ser un breve texto o una breve frase de despedida, o créditos, o
una reflexión, que efectivamente de la idea de final. Seamos conscientes de que
no hay nada más desconcertante que un final abrupto que deje al destinatario con
la duda de si la presentación realmente terminó o si falta una parte que se perdió
en el camino.