tema 1 y 2 civil

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TEMA 1: SUCESIONES

1. La sucesión mortis causa

Cuando una persona fallece, se convierte en el "causante" o "finado", lo que da inicio


a su sucesión. También se utiliza la expresión "de cujus" para referirse a quien genera
dicha sucesión. Si el fallecido dejó testamento, se le llama "testador". Los sucesores
del causante son los "causahabientes", quienes heredan su patrimonio, incluyendo
bienes, derechos y deudas. Estos pueden ser herederos o legatarios. La diferencia
radica en que el heredero sucede a título universal, mientras que el legatario solo
adquiere lo específicamente legado. La comunidad hereditaria termina con la
partición, cuando los bienes se adjudican a los sucesores.

Existen dos soluciones jurídicas frente al fallecimiento.

1. Según el Código Civil español, los herederos se subrogan en la posición del


causante, adquiriendo sus derechos, bienes y obligaciones, respondiendo por las
deudas del causante, incluso con su propio patrimonio presente y futuro.
2. En cambio, en los sistemas anglosajones, la gestión se enfoca en la
liquidación del patrimonio. Se nombra un ejecutor que paga a los acreedores y
entrega el remanente a los sucesores, limitando la responsabilidad de los
herederos.

La herencia se transmite de forma global cuando se trata de sucesión a título


universal. Según el Real Decreto-Ley 5/2023, todo el patrimonio del causante se
transfiere en bloque, sin necesidad de gestionar individualmente cada bien, lo que
facilita la transmisión, no es necesario repetir procedimientos tras la muerte de una
persona

2. Derecho de sucesiones

El derecho sucesorio es una rama del derecho civil privado que regula el destino de los
derechos, bienes y deudas de una persona después de su fallecimiento, incluyendo
tanto el activo como el pasivo. Aunque su principal objetivo es la transmisión
patrimonial mortis causa, el fallecimiento también puede dar lugar a otros derechos,
como la pensión de viudedad, que corresponde al cónyuge sobreviviente y no forma
parte del derecho sucesorio. Asimismo, el seguro de vida genera una indemnización
que se entrega al beneficiario designado, quien puede ser heredero o no.

En el derecho de familia, el artículo 85 establece que el matrimonio se disuelve por


muerte o declaración fallecimiento y divorcio. Al disolverse el matrimonio, se debe
liquidar el régimen económico matrimonial. Si es de separación de bienes, los
herederos no enfrentan mayores problemas, pero si es de gananciales, se debe liquidar
la sociedad de gananciales, pagar a los acreedores, los reintegros y dividir el
remanente por mitad entre los cónyuges.

En derecho procesal, cuando una persona fallece durante un proceso judicial, se


inicia un procedimiento especial para gestionar sus bienes. Si existe testamento, se
puede exigir su exhibición para conocer las instrucciones del difunto. Además, si los
herederos no se ponen de acuerdo sobre cómo repartir los bienes, se nombra a un
partidor, encargado de distribuirlos de manera justa según la ley o el testamento.
En derecho tributario, los herederos deben pagar el impuesto de sucesiones dentro
de los 6 meses posteriores al fallecimiento. Si hay bienes urbanos, se debe pagar la
plusvalía municipal. También deben abonar el IRPF del fallecido, que se paga al año
siguiente. Si el causante tiene derecho a devolución de impuestos, los herederos
pueden reclamarla, pero si supera los 2000€, se debe presentar un inventario. La
devolución forma parte del activo de la herencia y, si no se consideró al liquidar el
impuesto de sucesiones, se debe presentar una autoliquidación complementaria.

Finalmente, los excesos de adjudicación ocurren cuando un heredero recibe más de


lo que le corresponde, en el proceso de partición de la herencia, un heredero recibe
más bienes o una mayor parte de los bienes de lo que le corresponde según su cuota
hereditaria.

3. Fundamento de la sucesión

La Constitución Española, en su artículo 33, garantiza la función social de la


propiedad, lo que implica que el derecho de sucesión no puede ser suprimido por el
legislador ordinario. Sin embargo, la función social de la herencia no es inmutable, ya
que debe considerar tanto el interés individual del causante como el interés familiar y
social.

En cuanto a la discapacidad, las normas del Código Civil han sido adaptadas para
responder a las necesidades de los herederos con discapacidad. El impuesto de
sucesiones, aunque mal visto por algunos, también forma parte de la función social. Es
un impuesto progresivo, lo que significa que cuanto mayor es el patrimonio, mayor es
la carga.

Se liquida siempre (siempre debe calcularse tras el fallecimiento), aunque no siempre


se paga (exenciones y reducciones en el impuesto), y no genera otro pago en el IRPF.
Este impuesto se paga una sola vez al momento del fallecimiento. Además, el
impuesto de sucesiones no depende de la vecindad civil, sino de la residencia del
causante en los cinco años previos a su muerte. Así, aunque el causante tenga
vecindad civil en Navarra, si ha residido más de 5 años en Valladolid, será la hacienda
de Valladolid la encargada de cobrar el impuesto.

 La vecindad civil es un hecho del estado civil de una persona y se inscribe en el


Registro Civil.

4. Sistemas sucesorios en el ordenamiento español

El sistema de sucesión en España no ha logrado una unificación del derecho civil, ya


que algunas comunidades autónomas tienen competencia para legislar sobre su propio
derecho civil. Estas comunidades, como Galicia, País Vasco, Navarra, Aragón,
Cataluña y Baleares, cuentan con un derecho civil propio, lo que implica que,
dependiendo de la vecindad civil del causante los herederos y la libertad para
testar pueden verse influenciados. Así, las reglas sobre quién puede heredar y cómo
se distribuyen los bienes varían según la vecindad civil del difunto.

En cuanto a la ley aplicable a la sucesión mortis causa, esta depende de


la nacionalidad y la vecindad civil del causante. Para los españoles, es la vecindad
civil la que determina las leyes que rigen su sucesión. Si el causante tiene vecindad
civil común, se aplica el Código Civil común.
En el caso de los extranjeros, según el artículo 9.8 del Código Civil, las sucesiones se
rigen por la ley nacional del causante en el momento de su fallecimiento,
independientemente de la naturaleza de los bienes o el país en el que se encuentren.
Sin embargo, desde el 17 de agosto de 2015, se aplica un reglamento
europeo (reglamento de 14 de julio de 2011) que cambia este enfoque: ahora se tiene
en cuenta la residencia habitual del causante. Si no hay testamento, se aplica la ley
de residencia habitual.

Por ejemplo, si un británico residente en España no hace testamento, se aplicará


la ley española. Sin embargo, si este británico reside en Pamplona, la ley aplicable
será la navarra por su residencia en esa comunidad autónoma. Esto genera un
posible conflicto de leyes, y la solución será aplicar la legislación correspondiente al
lugar de residencia habitual del causante.

LECCIÓN 2: FASES DEL FENÓMENO SUCESORIO.

1. Apertura de la sucesión. Se produce con el fallecimiento de la persona. La


apertura significa que todas las relaciones jurídicas transmisibles del causante
pasan a convertirse en herencia hasta que pasen a un sucesor (heredero,
legatario). Los derechos inherentes a la persona no transmisibles (derecho al
honor, dignididad), se extinguen con el fallecimiento, aunque hay acciones
personales que son transmisibles a los herederos (filiación). La herencia
comprende todos los bienes, derechos y obligaciones que no se extingan por su
muerte (art. 659 CC).

 La muerte de la persona. La inscripción de la defunción, obligatoria y


regulado en el art. 62 LRC, acredita la muerte, indicando fecha, hora y lugar,
hace fe. El encargado expide la licencia para el entierro o la incineración, que
debe ser autorizada por el órgano judicial. Si hay sospechas de muerte violenta,
se deben iniciar diligencias judiciales. La fecha y hora exactas de la defunción
son cruciales para iniciar el proceso sucesorio (la orden en que se realicen los
trámites sucesorios depende de la fecha y hora exacta de la defunción). La
inscripción se realiza mediante una declaración documentada, acompañada
de un certificado médico, o, en su defecto, un dictamen del facultativo.
 La declaración de fallecimiento. Produce la apertura de la sucesión. Debe
expresar la fecha, aunque es la firmeza de la declaración de fallecimiento la que
produce la apertura de la sucesión. En caso de duda, los herederos no pueden
disponer a título gratuito de los bienes de la herencia hasta 5 años después de la
declaración de fallecimiento. Es obligación de los sucesores formar
notarialmente inventario de los bienes muebles y descripción de los inmuebles
(por si reaparece el declarado fallecido).
 Incertidumbre sobre el momento exacto del fallecimiento de 2 personas
llamadas a sucederse: la presunción de conmoriencia del art. 33 CC. La
presunción de conmoriencia (art. 33 CC) se aplica cuando no se sabe quién ha
muerto primero entre dos personas llamadas a sucederse, por ejemplo, si han
muerto en un mismo suceso o en circunstancias que dificultan saber el orden de
los fallecimientos. En este caso, se presume que ambas personas han muerto
al mismo tiempo, lo que impide que una herede de la otra. Si alguien quiere
probar que una de ellas murió antes, debe demostrarlo.
El plazo para pedir la declaración de fallecimiento comienza el 1 de enero siguiente
al último día en que se tuvo noticia de la persona desaparecida o desde que ocurrió la
desaparición. Según el derecho internacional privado, si las personas que han fallecido
se rigen por leyes sucesorias distintas, y no se puede saber el orden de sus muertes,
ninguna podrá heredar de la otra.

 Certificado de defunción y del Registro General de Actos de Última


Voluntad.

Cuando fallece una persona, el primer trámite que se debe realizar es la solicitud del
certificado de defunción al RC (presencial, correo o telemática). Este certificado
incluye información clave, como la identidad del fallecido, la causa de la muerte y la
fecha de defunción, que marca la apertura de la sucesión. También es importante pedir
el certificado de actos de última voluntad, que informa si el fallecido dejó
testamento y, en caso afirmativo, dónde se encuentra.

El certificado de actos de última voluntad no puede solicitarse hasta 15 días después


del fallecimiento. Dependiendo de si se tiene certificado digital, el trámite puede
demorar entre 5 y 10 días. Si el fallecido no dejó testamento, se procede con acta
notarial de herederos ab intestato.

Además, los herederos pueden solicitar información sobre seguros de vida del
fallecido, no forman parte de la herencia, pero pueden tener implicaciones fiscales,
tributan en el impuesto de sucesiones. Los principales problemas prácticos incluyen
demoras en la obtención de documentos y en la respuesta de las notarías, lo que
puede afectar los plazos para la declaración del impuesto de sucesiones.

 Liquidación del Impuesto de Sucesiones y del sobre el incremento de


valor de los terrenos de naturaleza urbana

El impuesto de sucesiones es un tributo directo gestionado por las Comunidades


Autónomas, que grava la adquisición de bienes o derechos por herencia. Los herederos
son los responsables de pagar este impuesto. El plazo para liquidarlo es de 6 meses
desde el fallecimiento del causante, aunque se puede solicitar una prórroga por 6
meses adicionales. Si no se paga dentro de este plazo, se imponen recargos y multas.

La aceptación de la herencia suele ser expresa, aunque puede ser tácita en ciertos
casos. Sin embargo, la liquidación del impuesto de sucesiones no se considera una
aceptación tácita, pagar el impuesto no equivale a aceptar legalmente la herencia. En
general, el plazo para liquidar este impuesto comienza con la apertura de la sucesión,
aunque en algunos casos relacionados con la filiación, ha habido debate sobre si debe
iniciarse con el proceso judicial.

El impuesto se gestiona a nivel autonómico, y cada Comunidad tiene sus propias


normativas y bonificaciones. Los parientes se dividen en grupos para determinar las
bonificaciones: Grupo 1 (ascendientes y cónyuge), Grupo 2 (descendientes), Grupo 3
(colaterales) y Grupo 4 (otros parientes lejanos). Los grupos 1 y 2 suelen recibir
mayores bonificaciones.

Este impuesto no depende de la vecindad civil del causante, sino del lugar de
residencia del fallecido durante los últimos 5 años. Las parejas de hecho registradas y
con más de 2 años de convivencia se incluyen en el grupo 2.
Los bienes inmuebles deben registrarse a nombre del heredero que los adjudique, y
el registrador solicitará la liquidación del impuesto antes de cualquier transacción. Los
seguros de vida o indemnizaciones también tributan como parte del impuesto de
sucesiones, y se liquidan separadamente. Si se repudia la herencia, pero se reclama el
seguro, solo se liquidará el impuesto sobre el seguro, aplicando las bonificaciones
correspondientes.

Plusvalía Municipal o Impuesto sobre el Incremento de Valor de Terrenos de


Naturaleza Urbana

El impuesto de plusvalía municipal es un tributo gestionado por los ayuntamientos


que grava el incremento de valor de los bienes de naturaleza urbana desde que se
reciben hasta que se transmiten, no se aplica a fincas rústicas. En el caso de
fallecimiento de una persona, sus herederos adquieren los bienes urbanos por
transmisión mortis causa. Muchos ayuntamientos permiten hacer la autoliquidación del
impuesto en línea, donde se deben incluir documentos como el certificado de
defunción, el de última voluntad y el testamento. El principal reto es valorar el bien, y
el valor catastral del inmueble es el mínimo que debe indicarse. Si no hay sistema en
línea, el proceso se hace directamente en el ayuntamiento, aunque también puede ser
electrónico.

El impuesto se debe pagar desde la fecha de fallecimiento, que es cuando comienza la


sucesión. El plazo para pagar el impuesto es de 6 meses, prorrogables por otros 6 si se
solicita antes de que pase el primer plazo. Es recomendable revisar las normas de cada
municipio. El certificado de defunción es importante porque muestra la fecha y hora
exactas de la muerte.

2. VOCACIÓN HEREDITARIA

El concepto de "vocación hereditaria" se refiere al llamamiento de los posibles


sucesores mortis causa, dependiendo del parentesco con el causante, no garantiza que
todos los llamados se conviertan en herederos. Por ejemplo, si hay un hijo y un
hermano, el hermano heredará solo si todos los demás herederos repudian la herencia.

La vocación hereditaria se transmite según lo que disponga el testamento. Si un


heredero decide aceptar la herencia, la vocación hereditaria de los demás llamados
desaparece. Además, la vocación puede beneficiar a un "nasciturus" (hijo no nacido)
bajo determinadas condiciones. En caso de que no haya parientes, el testamento
puede establecer una fundación como heredera, aunque la vocación hereditaria no se
materializa hasta que la fundación esté formalmente constituida como entidad legal.

3. DELACIÓN DE LA HERENCIA.

El ius delationis es el derecho efectivo y actual de aceptar o repudiar la herencia,


supone un ofrecimiento concreto. Se distingue de la vocación porque la vocación existe
en el momento de apertura de la sucesión, mientras que la delación se inicia cuando
nace efectivamente la posibilidad de aceptar y termina con la aceptación. La vocación
es genérica y se refiere a todos los posibles llamados, mientras que la delación es un
ofrecimiento concreto.

Para tener "ius delationis", hay que ver si hay testamento o no. Si lo hay, hay que ver
lo que dice, y si no lo hay, se hace una delación de herederos ab intestato. Cuando hay
varios herederos, no es necesario que acepten o repudien de forma conjunta. En caso
de repudio, la sucesión puede abrirse ab intestato y será otro pariente quien herede,
como un hermano. Esto se puede prever en el testamento mediante una figura llamada
"sustitución vulgar".

4. ADQUISICION DE LA HERENCIA

Cuando alguien acepta una herencia, se convierte en heredero, asumiendo tanto los
activos como los pasivos. Esto significa que el heredero se convierte en deudor de las
deudas del causante. Si acepto una herencia de un padre que tiene activos de 100 pero
deudas de 80, responderé por las deudas. Si acepto una herencia con activos de 100 y
deudas de 1000, tendré que pagar esas 1000.

Existen dos formas de aceptación:

 Aceptación pura y simple: El heredero responde ilimitadamente de las deudas


del causante.
 Aceptación a beneficio de inventario: El heredero solo responde por las
deudas hasta el valor de los bienes que recibe. Si tiene una deuda de 1000 pero
patrimonio de 100, solo responderá hasta 100, sin comprometer su patrimonio
personal. En la práctica, casi todos aceptan de forma pura y simple, ya que la
opción a beneficio de inventario puede ser un proceso complicado.

En caso de que no haya parientes herederos, el heredero necesario será el Estado o la


comunidad autónoma, y en este caso, el estado no necesita aceptar a beneficio, por lo
que nunca se ve afectado por las deudas.

En caso de aceptación, uno adquiere la herencia con dos posibilidades:

- Si es heredero único, no hay problema.


- Si son varios herederos, se crea una comunidad hereditaria. No es necesario que
todos acepten de la misma manera; algunos pueden hacerlo de forma pura y
simple y otros a beneficio de inventario.

 Existen dos sistemas de adquisición:

1. El sistema de derecho anglosajón o automático: El heredero adquiere


directamente los bienes en el momento de la apertura de la sucesión.
2. El sistema del Código Civil: El heredero debe aceptar o repudiar, y mientras
no acepte, no adquiere los bienes.

En el sistema de adquisición automático no hay problemas, pero en el Código Civil, a


veces no se realiza ninguna acción por parte de los herederos, lo que puede hacer que
la herencia quede "dormida", sin personalización jurídica, aunque procesalmente se
puede intervenir.

Con el sistema de adquisición, aunque haya pasado mucho tiempo desde la apertura
de la sucesión, la aceptación tiene efecto retroactivo. Es decir, si acepto la herencia 3
años después, la acepto retroactivamente desde la apertura de la sucesión. Lo mismo
ocurre con el repudio, que se retro actúa al momento del fallecimiento del causante

 Herencia Yacente: Una herencia se considera "yacente" cuando no hay nadie


que la acepte. Por ejemplo, si un testamento deja la herencia a favor de Pedro y
Juan, pero ninguno de ellos hace nada, la herencia permanece "dormida". No
tiene personalidad jurídica, pero aun así hay alguien que debe pagar los
impuestos correspondientes, entre otros.

1. El llamado quiere usar el beneficio de inventario.


2. El heredero es instituido bajo condición suspensiva.
3. Llamado a la herencia un nasciturus.
4. Intervención judicial de la herencia, no hay constancia de testamento ni de
parientes llamados a suceder abintestato.
5. Se solicita concurso de herencia.

Situación de la herencia yacente según el Código Civil: El Código Civil establece


que, en caso de que la herencia esté yacente, quien gestione la herencia será quien
administre los bienes hasta que alguien la acepte. Por ejemplo, si alguien solicita el
beneficio de inventario para ver si acepta o repudia la herencia y, al tramitarlo, se
encuentra que las deudas son de 8.000 euros y los activos solo suman 100, entonces
se opta por repudiar la herencia. El que solicita el beneficio de inventario gestionará la
herencia yacente y, en ciertos casos, se someterá a una condición suspensiva (es decir,
no se sabe si realmente será heredero o no).

Intervención judicial en la herencia yacente: En algunos casos, cuando no hay


heredero, el poder judicial toma decisiones para garantizar que nadie entre en la casa
del fallecido o gestione los bienes sin autorización. También se pueden dar situaciones
como la quiebra de un acreedor, lo que genera la necesidad de una intervención
judicial en la herencia.

Problemas legales con la herencia yacente: En casos de falta de regulación legal,


surgen problemas, como la constitución de una fundación en el testamento o el hecho
de que el heredero no ejerza su derecho a aceptar o repudiar la herencia (el "ius
delationis").

Prescripción adquisitiva: El artículo 1934 del Código Civil establece que los plazos
de prescripción siguen su curso después de la muerte del causante. Por ejemplo, si el
causante tenía una deuda de 200.000 euros y el plazo de prescripción es de 5 años, el
acreedor podrá alegar la prescripción extintiva si transcurren 4 meses más después del
fallecimiento. Si la persona que gestiona la herencia yacente no solicita la interrupción
de la prescripción, el derecho puede extinguirse.

Capacidad procesal en la herencia yacente: Desde un punto de vista procesal, la


Ley de Enjuiciamiento Civil reconoce que una herencia yacente puede ser parte en un
proceso judicial, ya que los bienes no tienen dueño hasta que se acepte o repudie la
herencia. Las personas que administren la herencia yacente pueden comparecer en
juicio y pueden demandar o ser demandadas.

Gestión de la herencia yacente: La gestión de la herencia yacente debe ser clara y


correcta. A veces, el administrador judicial de la herencia debe ser nombrado en el
juzgado o, si no se nombra un administrador judicial, los interesados en la herencia
pueden gestionar la herencia. Sin embargo, con los cambios recientes, ahora se admite
que no es necesario nombrar a un defensor judicial, y en caso de un llamamiento
genérico, quien se persone puede realizar la gestión.

Impuestos de la herencia yacente: En cuanto a los impuestos, como el Impuesto de


Sucesiones, la ley debe garantizar que se pague el impuesto correspondiente a la
herencia yacente. Si hay alguna deuda tributaria, el administrador de la herencia
deberá encargarse de gestionarla, y si no se llega a la aceptación de la herencia, el
importe podrá reclamarse a los herederos que correspondan. Lo mismo ocurre con la
declaración de la renta del fallecido, que debe ser realizada por alguien.

El Estado como heredero necesario: El Estado, aunque se considere heredero


necesario en ausencia de parientes, no responde por las deudas del causante más allá
de lo que haya recibido de la herencia. Una vez agotados los bienes, el Estado no tiene
la obligación de pagar más. Además, no tiene que abonar ningún impuesto en relación
con la herencia, ya que no se considera que pague como un heredero común

5. LAS FIGURAS DEL HEREDERO Y LEGATARIO

El Código Civil distingue dos figuras dentro de los causantes: el heredero es quien
hereda a título universal, mientras que el legatario es un mero adquirente de bienes
específicos. El heredero tiene una vocación universal sobre todos los bienes de la
herencia y es considerado frente a otros. La diferencia principal es que el legatario solo
aparece en el testamento; en las sucesiones intestadas no hay legatarios, solo
herederos.

 Heredero: Sucesor a Título Universal

El heredero hereda de manera global, tanto los activos como los pasivos de la herencia,
y puede ser designado como único heredero o recibir una parte de la herencia (por
ejemplo, un 50% para uno y un 40% para otro). En cualquier caso, el heredero tiene
vocación expansiva, lo que significa que si aparecen bienes de los cuales el testador no
dispuso, los herederos los adquirirán en proporción a lo que les corresponde en la
herencia.

Además, el heredero es un continuador de la personalidad del causante, lo que implica


que asume todas las relaciones pendientes del causante. En cuanto a la Ley Orgánica
de Derecho de Rectificación, puede ser ejercida por los herederos o su representante si
el causante ya ha fallecido. En casos específicos, como los derechos morales sobre la
propiedad intelectual, el testador puede designar a una persona para mantener la
integridad de su obra. Si no se designa a nadie, serán los herederos quienes asuman
ese derecho.

 Protección del Honor, Intimidad e Imagen

La Ley Orgánica de Protección al Honor, Intimidad y Propia Imagen establece que, en


caso de intromisión ilegítima en la persona fallecida, como la publicación de fotos
comprometedoras, los cónyuges, descendientes, ascendientes o hermanos que vivían
con el causante tienen legitimación para iniciar la acción. También se contempla la
posibilidad de que la intromisión ocurra mientras la persona aún vive, pero fallezca
antes de iniciar la acción, en cuyo caso las personas mencionadas podrán continuar
con la acción. Si la intromisión ocurre después de la muerte, la indemnización
corresponderá al cónyuge y a los parientes indicados.

 Responsabilidad por las Deudas del Causante

Cuando un heredero acepta la herencia, asume tanto los activos como las deudas del
causante. Según el artículo 1998 del Código Civil, la herencia puede ser aceptada pura
y simplemente o con beneficio de inventario. Si se acepta pura y simplemente, el
heredero responde de manera ilimitada, es decir, con todos sus bienes presentes y
futuros. Si la aceptación es con beneficio de inventario, el heredero solo responde
hasta el valor de los bienes heredados. Es posible que entre los herederos unos
acepten con beneficio de inventario y otros sin él.

 Partición de la Herencia

La partición de la herencia se realiza adjudicando lotes de bienes a cada heredero.


Después de la partición, la responsabilidad de los herederos es solidaria: el acreedor
puede dirigirse a cualquiera de los herederos para cobrar la deuda. Si un heredero
paga más de lo que le corresponde, puede reclamar a los otros herederos a través de
una acción de regreso. El problema de la comunidad hereditaria puede durar años
hasta llegar a la partición final.

 Legado como Sucesor a Título Particular

El legatario es solo un adquirente de bienes específicos, no tiene vocación expansiva.


El legado es una especie de donación que se hace en el testamento y no da derechos
sobre todo el patrimonio, como en el caso de los herederos. El legatario no responde de
las deudas de la herencia y no tiene facultades de administración sobre el patrimonio
heredado.

6. ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN DE LOS BIENES POR LOS HEREDEROS

El sistema del Código Civil establece que, una vez que el heredero acepta la herencia,
la posesión de los bienes hereditarios se entiende transmitida al heredero sin
interrupción, desde el momento de la muerte del causante. Si un heredero repudia la
herencia, se considera que no ha poseído los bienes. La aceptación de la herencia tiene
efectos retroactivos, lo que significa que el heredero adquiere los bienes desde la
apertura de la sucesión. En el caso de un legado, el legatario adquiere la propiedad de
los bienes legados desde el momento de la muerte del causante, pero no la posesión,
que sigue estando en manos del heredero.

Posesión Civil de los Bienes Heredados

El heredero tiene la posesión civil de los bienes heredados, lo que le permite reclamar
la posesión de los bienes sin tener un título de propiedad formal. Si el causante tenía
una posesión viciosa (por ejemplo, ocupaba bienes sin derecho), el heredero no está
afectado por los vicios de la posesión del causante, a menos que haya tenido
conocimiento de ellos.

Legatario y Adquisición de la Propiedad

El legatario adquiere la propiedad de los bienes legados, pero no la posesión, que


corresponde al heredero. El legatario puede pedir la entrega de los bienes al heredero
o al albacea si este tiene la autoridad para entregarlos. Sin embargo, el legatario no
puede tomar posesión por su propia cuenta, salvo en situaciones excepcionales, como
cuando el testador autoriza expresamente al legatario para ocupar los bienes legados.

TEMA 3: TIPOS DE SUCESIONES Y CONTENIDO DE LA HERENCIA

1. Sucesión voluntaria
La sucesión se defiere por la voluntad manifestada en testamento, o por disposición de
la ley. El testamento es el ‘acto por el cual una persona dispone para después de su
muerte de todos sus bienes o parte de ellos’. Entonces la sucesión puede ser:

 Voluntaria o testamentaria: contenido patrimonial: El testamento permite


a la persona disponer de sus bienes tras su muerte, y puede incluir disposiciones
patrimoniales (típicas) y no patrimoniales (atípicas), como nombrar un tutor o
decidir sobre funerales. Los herederos son siempre universales, y la herencia
suele dividirse en partes iguales, aunque no siempre.

 Legítima o legal (ab intestato): La sucesión legal, o intestada, ocurre cuando


no hay testamento o cuando el testamento es parcial o revocado. En este caso,
la ley establece el orden de los herederos, que se determinan principalmente por
parentesco: primero descendientes, luego ascendientes, cónyuge y colaterales
hasta el cuarto grado.

2. Sucesión legal (intestada)

Una persona puede ser heredero tanto por testamento (sucesión testada) como por ley
(sucesión intestada). Esto significa que, si en el testamento no se menciona algo, esa
parte de los bienes se considerará que se heredan por sucesión intestada, es decir, por
lo que la ley dispone. En este caso, el heredero tiene una "doble delación", siendo
heredero tanto por testamento como por la ley. Un ejemplo de esto sería si un testador
deja a sus hijos un 50% de la herencia y no especifica nada sobre el otro 50%, este
50% restante se consideraría que se hereda por sucesión intestada, y los hijos
heredarían de ambas maneras.

- Se defiere por ley ante la ausencia total o parcial de un testamento o cuando es


ineficaz.
- Características:

1. Supletoria. Si no hay testamento, es intestada.


2. Se sucede por ley.
3. El criterio de sucesión es el parentesco con el causante. Para reclamar
una herencia intestada, se requiere un acta notarial de notoriedad, es
necesario un acto formal con las debidas garantías, dando lugar a la
declaración de herederos abintestato (ante notario).
4. El llamamiento siempre es a título universal. Los llamados a la sucesión
intestada suceden a título de herederos. No hay legatarios (aparecen en
testamento).

3. Compatibilidad entre sucesión testada e intestada

El artículo 658 del Código Civil permite la coexistencia de las sucesiones testada e
intestada, ya que el testador puede no disponer de todo su patrimonio o que el
testamento sea parcialmente ineficaz. En consecuencia, una persona puede ser
llamada a la herencia por ambas vías, aplicándose regímenes jurídicos distintos a cada
tipo de delación.

El artículo 990 establece que la aceptación o repudiación de la herencia debe ser total
si hay una única delación. Si un heredero es llamado por testamento y por ley, y
repudia la herencia testada, también se entiende repudiada la intestada, salvo que
exista "doble delación" (llamamientos independientes), en cuyo caso puede optar por
aceptar una y rechazar la otra. El artículo 1009 refuerza esta idea para evitar que se
eluda la voluntad del testador. Por ejemplo, si un hijo único repudia la herencia testada
debido a cargas impuestas en el testamento, también se considera repudiada la
intestada.

No obstante, si un heredero desconoce un llamamiento testamentario, puede repudiar


la intestada y posteriormente aceptar la testada. En cambio, si conoce ambos
llamamientos, puede optar por aceptar o repudiar cada parte independientemente,
siempre que exista doble delación.

Este sistema equilibra el respeto a la voluntad del testador con la posibilidad de que el
heredero ejerza su libertad dentro de las limitaciones legales.

4. Límites a la libertad de testar

Los límites a la libertad de testar se relacionan con la sucesión forzosa, que no


constituye un tipo independiente de sucesión, sino una modalidad que restringe la
disposición libre del testador.

El Código Civil parte del principio de libertad de testar, pero establece restricciones en
presencia de herederos forzosos. Según el artículo 763, si el testador no tiene
herederos forzosos, puede disponer libremente de todo su patrimonio. Sin embargo, si
los tiene, debe respetar las normas de la legítima, reguladas en la sección V del Código
Civil.

El artículo 815 permite cumplir con la legítima a través de distintos títulos (herencia,
legado o donación). Los legitimarios pueden ser herederos testamentarios, legatarios o
herederos abintestato. No obstante, un legitimario solo estará obligado al pago de
deudas si es instituido heredero, ya sea por testamento o por sucesión intestada.

5. Contenido de la herencia

La herencia es el objeto de la sucesión mortis causa, e incluye todo el conjunto de


relaciones jurídicas en las que el heredero sustituye al causante, apareciendo un nuevo
titular: todas las relaciones jurídicas del causante pasan al heredero.

 Composición de la herencia: bienes y derechos excluidos de la sucesión.

Las relaciones jurídicas del causante no se extinguen con su muerte, sino que se
transfieren al heredero, quien asume su posición jurídica. Esta transmisión se realiza en
bloque, no de forma individual.

Según el artículo 659 del Código Civil, la herencia comprende todos los bienes,
derechos y obligaciones del causante que no se extingan con su fallecimiento. Solo los
bienes y derechos transmisibles forman parte de la herencia, mientras que aquellos
que se extinguen con la muerte quedan excluidos. El "caudal relicto" se refiere al
patrimonio que el causante deja al momento de su fallecimiento.

Algunas relaciones jurídicas se extinguen con la muerte debido a su naturaleza


personalísima o a su duración limitada:

1. Derechos personalísimos e intransmisibles:


- Deber de alimentos: Se extingue con la muerte del alimentante o del
alimentista.
- Derechos de uso y habitación: También son intransmisibles.

2. Relaciones basadas en la confianza:

- Por ejemplo, el contrato de mandato, cuyo fundamento es la confianza


personal, se extingue con la muerte del mandante o mandatario.

3. Derechos con duración limitada:

- Renta vitalicia: Se perciben rentas mientras el titular vive; al fallecer,


cesan los pagos.
- Contrato de alimentos: Al igual que la renta vitalicia, finaliza con la muerte
del beneficiario o del obligado.

Algunos derechos vinculados a la muerte del causante operan fuera de las normas
generales de sucesión. Por ejemplo, en arrendamientos urbanos (art. 16 LAU), el
contrato puede transmitirse al cónyuge o pareja de hecho que conviviera con el
arrendatario al menos dos años antes de su fallecimiento (o sin este plazo si hay hijos
comunes), a los descendientes, ascendientes, hermanos o parientes colaterales con
discapacidad del 65%, siempre que hubieran convivido los dos años previos. Si hay
varias personas en esta situación, se prioriza según proximidad de parentesco,
discapacidad, cargas familiares o edad.

 En arrendamientos rústicos, se da preferencia a profesionales de la agricultura.


En sucesión intestada, se prioriza a jóvenes agricultores, eligiendo al más
antiguo si hay varios.
 Concesiones administrativas, como los estancos, pueden transmitirse mortis
causa con autorización previa, incluso a menores, pero solo por el tiempo
restante de la concesión. Los derechos de la PAC también requieren notificación
a la Administración.
 Algunos bienes o derechos tienen un régimen especial. Los planes de pensiones
no forman parte de la herencia ni tributan por sucesiones, pero sí en el IRPF
como rendimiento del trabajo. Los seguros de vida tributan en el impuesto de
sucesiones, aunque no se integran en la herencia por su naturaleza contractual.
Según el artículo 1321 CC, la ropa, mobiliario y ajuar doméstico se adjudican al
cónyuge sobreviviente sin computarse en la herencia.

Estas normas específicas prevalecen sobre las generales.

 Transmisión del pasivo:

Las deudas del causante que no se extinguen con su muerte forman parte del pasivo
de la herencia, incluidas las indemnizaciones derivadas de su responsabilidad civil,
tanto contractual como extracontractual (por ejemplo, daños causados en un
accidente).

Sin embargo, la responsabilidad penal no se transmite mortis causa, por lo que las
penas y multas no se heredan. Lo mismo ocurre con las sanciones
administrativas aplicadas a personas físicas y las sanciones tributarias, que
tampoco se trasladan a los herederos.
 Derechos nacidos, no ejercitados o en trámite de ser ejercitados por el
causante:

Los derechos nacidos, pero no ejercitados o en trámite por el causante forman parte de
la herencia, incluida la indemnización por daños regulada por la Ley 35/2015.

Si la cuantía de la indemnización se fijó antes del fallecimiento, pasa a los herederos


como parte de la herencia. Sin embargo, si el fallecimiento ocurre antes de
determinarse, el importe debe ser acordado entre las partes o decidido por un juez. Las
reformas legales recientes diferencian entre lesiones temporales, secuelas y gastos:

 Lesiones temporales (art. 44): Los herederos tienen derecho a la


indemnización correspondiente al tiempo transcurrido entre el accidente y la
estabilización de las lesiones o el fallecimiento, siendo esta íntegra.
 Secuelas (art. 45): Los herederos también pueden reclamar indemnización por
secuelas, aunque su valoración puede ajustarse en función de la duración del
perjuicio.
 Gastos: Los gastos asumidos por los herederos en relación con el siniestro son
igualmente indemnizables.

 La liquidación previa del régimen económico matrimonial.

La disolución del matrimonio por fallecimiento (art. 85 CC) obliga a liquidar el régimen
económico matrimonial, que afecta directamente la composición de la herencia según
el régimen aplicable:

 Gananciales: Se distinguen los bienes del cónyuge sobreviviente de los que


integran la herencia. La mitad del patrimonio ganancial corresponde al cónyuge
sobreviviente y la otra a los herederos. Cada cónyuge puede disponer por
testamento de su mitad (art. 1379 CC), y el artículo 1380 regula cómo se
ejecutan legados específicos sobre bienes gananciales.
 Separación de bienes: No hay reparto, ya que cada cónyuge conserva su
patrimonio individual.
 Comunidad ordinaria: La determinación del patrimonio hereditario no plantea
mayores complicaciones.

En el régimen de participación, aunque funciona como separación de bienes durante el


matrimonio, al fallecer uno de los cónyuges se calculan las ganancias obtenidas por
cada uno (arts. 1411, 1417 y 1427 CC).

 Si el cónyuge sobreviviente tuvo menor ganancia, tiene derecho a un crédito de


participación frente a los herederos, que se incluye en el pasivo de la herencia.
 Si el fallecido tuvo menor ganancia, los herederos pueden exigir la diferencia al
cónyuge sobreviviente.

En el caso de gananciales, todos los bienes adquiridos durante el matrimonio se


presumen gananciales, salvo prueba en contrario. La liquidación implica atribuir una
mitad al cónyuge sobreviviente y otra a los herederos, descontando previamente los
créditos generados por gastos familiares asumidos por uno de los cónyuges. Cualquier
remanente se divide por mitades. Este proceso asegura que los bienes se distribuyan
de acuerdo con el régimen económico y las disposiciones legales, respetando los
derechos de los herederos y del cónyuge sobreviviente.
 Problemas del patrimonio digital y transmisión mortis causa.

Este tema suele estar regulado en las condiciones generales de cada red social, que
rara vez se leen. La cuestión es si los contenidos digitales forman parte del objeto de la
sucesión mortis causa. Un caso emblemático ocurrió en Alemania, relacionado con
Facebook. La fallecida tenía 15 años y circunstancias de muerte inusuales, lo que llevó
a sus padres a solicitar el cierre de su cuenta y acceso a su contenido.

 Primera instancia: Falló a favor de los padres, considerando que el contenido


digital formaba parte de la herencia y que Facebook debía facilitarles el acceso.
 Segunda instancia: Dio la razón a Facebook, argumentando que el contenido
estaba protegido por el secreto de las comunicaciones y que no estaban
obligados a entregar las claves.
 Tribunal Supremo alemán: Revirtió la decisión y respaldó la primera instancia,
declarando que el acceso era una cuestión hereditaria, aunque reconoció la
validez de las cláusulas de Facebook.

En España, la Ley Orgánica 3/2018 regula el acceso a contenidos digitales, legitimando


a determinados familiares para solicitarlos tras el fallecimiento, aunque no aclara si
estos forman parte de la herencia.

6. Proceso civil y sucesión mortis causa.

Cuando una persona fallece durante un litigio o antes de interponer una demanda, se
aplican dos escenarios distintos. Si la persona fallece antes de iniciar el proceso, el
artículo 32 del Código Civil establece que la personalidad jurídica se extingue con la
muerte, lo que impide que se pueda demandar a alguien que ya ha muerto. En este
caso, el procedimiento se termina y se debe plantear uno nuevo. Si el fallecido es el
demandado, el acreedor debe dirigir la demanda a los herederos. Si es el acreedor el
que fallece, la demanda debe ser interpuesta contra sus herederos.

Por otro lado, si la persona fallece después de haber iniciado el procedimiento, el


artículo 16 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) establece que se produce una
"sucesión procesal", lo que permite que los herederos ocupen la posición del fallecido
en el juicio. En este caso, se da lugar a una subrogación, y el proceso continúa con los
herederos del demandante o demandado, según corresponda.

En materia de ejecución, si se obtiene una sentencia condenatoria, los bienes de los


herederos del deudor pueden ser embargados. En ciertos procedimientos
administrativos, como en el caso de un reconocimiento de discapacidad, si la persona
fallece antes de que se determine el programa individual de atención, los herederos
pueden seguir adelante con el proceso para que se fije el programa y se determinen los
derechos correspondientes, incluso tras el fallecimiento.

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