T2.2 Manuel_Requejo
T2.2 Manuel_Requejo
T2.2 Manuel_Requejo
Nombre de la Materia: Gestión Escolar Nombre del Profesor: Dr. Renzo Eduardo Herrera
Mendoza
Actividad/Tarea: 2.2 Entre Bastidores, el lado oculto de la organización escolar
La educación es una obra: la obra de un hombre al servicio de otro hombre capaz de ser
transformado, imperfecto, y deseoso de convertirse en un hombre perfecto - tanto, por lo
menos, que es capaz de llegar a serlo. La educación es, en efecto, el resultado de una
colaboración entre un ser humano más perfecto con un ser humano menos perfecto.
La complejidad de una alianza así aparece de inmediato, y su gran variedad es evidente.
Esta colaboración, para ser una verdadera educación, reclama que el desarrollo, la
transformación del ser humano menos perfecto, vaya en el sentido de un
perfeccionamiento, haciéndolo más perfectamente humano. Si dicha cooperación conduce a
aquellos que son educados a un estado menos perfecto, menos perfectamente humano, no
hay educación, sino perversión del más pequeño; y la perversión es la misma destrucción
de la educación. La educación verdadera, adquiriendo la profundidad más profunda en el
corazón y la inteligencia de un individuo, es excelente, entre las obras humanas, una de las
más grandes y más significativas; su perversión es la más terrible.
Al abordar la ética y la moral en la educación, nos enfrentamos a una amplia gama de
situaciones que son dolorosas de abordar, muchas de las ocasiones confundimos estos
términos, pero debo señalar primeramente una descripción que en lo personal me ha sido de
gran ayuda reconocer que en la ética habla de mí, y en la moral se habla de lo colectivo.
En el tema de la ética hay que redescubrir una ética que, al tiempo que respeta el peso del
condicionamiento del hombre, no niega su dignidad ni olvida las aspiraciones más
profundas y espirituales que lleva dentro y que son las únicas que pueden darle la capacidad
de descubrir aquello para lo cual está hecho, el sentido profundo de su vida humana, esta es
una de las tareas primordiales que en la educación deberíamos ir buscando.
La formación de un carácter específico en los estudiantes, puede ser, de otra manera,
influyendo en la moral, y a través de la costumbre, una nueva forma de actuar de los
estudiantes, específicamente en una colaboración con las familias, ya que formamos parte
de un contexto y cultura. Es importante destacar que la educación es también una
formación para la vida, no solamente la ejecución de programas, modelos y métodos.
Mi centro de trabajo, la manera en la que se busca incidir en los jóvenes, se busca no un
modelo tradicional, sino basado en algo vivido en la experiencia, es aquí donde comienza el
juego de la perversidad, al ser una institución pensada primeramente en una opción de
segunda oportunidad, o también para aquellos jóvenes que no tienen cabida en un sistema
normal, muchas de las ocasiones por parte de la autoridad se cae en la réplica de la
exclusión de manera inversa, son excluidos los alumnos que en un sistema normal
sobresalen y entonces son limitados.
He aquí una perversidad, no contra lo que ocurre habitualmente, sino contra los que no eran
excluidos. En mi centro de trabajo, muchas veces se pone en juego la formalidad, la forma
de evaluar a los alumnos. Pero, ¿cuál es la forma en que deberíamos medir el conocimiento
de un alumno?, ¿directamente con un examen? Sin embargo, el examen es capaz de
explicar nuestros conocimientos o tenemos otras formas de obtener resultados. Es cierto
que mediante una evaluación se pueden clasificar a los estudiantes en los que se encuentran
bien y en los que se encuentran mal.
Hay un miedo muy grande al poder en muchos sentidos, en toda organización, muchas de
las ocasiones, tememos al superior, porque es el jefe, que va a pensar, y nos limitamos a
hacer lo que nos corresponde, pero otras de las ocasiones es a la inversa, el superior tiene
miedo de sus subordinados, a que tengan mejores capacidades, que lo puedan suplir y
comienzan a opacar sus capacidades, es una relación muy mala que no permite el verdadero
crecimiento, pues si todos cooperan en la educación se verán mejores resultados.
Al leer el texto pensamos en todas las injusticias que enfrentamos como sociedad, en toda
la perversidad de las cosas que hacemos, que decimos, pero también como ya lo mencione,
podemos hacerlo a la inversa, una de las ventajas que tenemos como organización es que la
organización todo nos provee desde lo más mínimo, como puede ser un lápiz hasta todo el
material didáctico que lleguemos a necesitar, pero una de las cosas a las que me voy
enfrentando que es un duro golpe de realidad, es que las personas entre más les das menos
saben valorar, no son atentos, y mucho menos llegan a ser agradecidos, ante lo que están
recibiendo.
Debemos de buscar un punto medio en este ejercicio de la educación, recordemos que las
virtudes éticas son el fruto de la educación que debiera darse en la familia y que la
comunidad política, en este caso nosotros como educadores, deberíamos prolongar y
perfeccionar. La repetición de actos voluntarios buenos, que forma parte de la
autoeducación, engendra en nosotros lo que llamamos las virtudes; estas son cualidades
interiores que aumentan nuestra capacidad de obrar bien, voluntariamente, en conformidad
con el fin amado. Las virtudes son el fruto de reiterados actos buenos.
Hasta este punto, vuelvo a confirmar lo que decía acerca de la moral y la ética, nos hace
falta en nuestra educación un curso de filosofía para entender de mejor manera lo que la
moral y la ética pueden aportarnos, ir más halla de la ley, las normas, ir a algo más humano
como pensar en el otro, o como mis acciones repercuten no solo en mí, sino en mi entorno.
Debemos ser agentes de cambio, de ir haciendo una sociedad más justa, pero sobre todo
formando personas, no ciudadanos, personas que sean conscientes de su dignidad humana,
es lo que nos ayudara a construir una mejor sociedad, buscando el justo medio en las cosas
que hagamos. Hablar de perversidad es fuerte, es importante que seamos conscientes de
todos los actos que cometemos en este sentido, pero es más importante realizar acciones
que cambien esta visión.