Desarrollo de habilidades blandas para la vida

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Desarrollo de habilidades blandas para la vida, una propuesta para la acción

En nuestra cotidianidad y el proceso de nuestra historia de vida, las personas vamos desarrollando
habilidades por decirlo de algún modo “técnicas”, o “practicas”, aprendemos un oficio, una
profesión, nos volvemos “expertos” en algo que nos servirá de sustento para nuestro diario vivir, o
tomaremos un rol que nos defina en la sociedad. Algunos, aprenderán a comerciar, otros a construir,
otros desarrollaran sus habilidades artísticas para el deleite de los demás e incluso algunos
aprenderán practicas rechazadas socialmente para poder subsistir y así podemos nombrar un sin
número de oficios o profesiones en los que los seres humanos nos podemos desempeñar. Todos,
por diferente o difícil que sea la situación particular de cada uno tendremos algún oficio o profesión
que nos da conocimientos específicos por medio del estudio, la práctica y la experiencia, y a estas
habilidades “técnicas” las conocemos como habilidades duras. Sin embargo, el éxito de nuestro
desempeño en nuestros oficios no solo es inherente a la cantidad de formación o aprendizaje,
incluso esta cantidad de conocimiento o experticia en algo, muchas veces no son suficientes para
lograr desarrollar nuestro máximo potencial, no solo como profesionales si no en nuestro ser
personal. Como seres humanos estamos llamados a ser integrales, es decir a desarrollarnos en
diferentes planos de nuestra realidad más allá del trabajo o profesión. Estamos llamados a la
realización familiar, social, espiritual e incluso individual. Y es en ese desarrollo integral, donde se
resalta la importancia trabajar otro tipo de herramientas necesarias para la vida, que nos ayudaran
en el relacionamiento con los demás y la comprensión de nosotros mismos: las habilidades blandas.
Las habilidades blandas nos permitirán, por ejemplo; ponernos en el lugar de las otras personas y
así definir, desde nuestros comportamientos, pensamientos y actitudes, acciones que generen un
impacto positivo en los otros. Las habilidades blandas nos ayudan a relacionarnos mejor con nuestro
entorno, a gestionar mejor recursos inmateriales como el tiempo, a adaptarnos mejor a los cambios,
a redireccionar nuestras emociones para que estás jueguen a nuestro favor en situaciones difíciles
y afrontar de mejor manera los retos que se nos presentan en el día a día.

La sociedad actual en general, demanda una muy alta necesidad de trabajar estas habilidades, que
no solo apuntan al mejoramiento de la salud mental, si no también tienen un impacto en la salud
física e incluso la felicidad de las personas, por eso es tan importante que instituciones que son
formadoras de personas y que a su vez, para el cumplimiento de su propósito se componen de un
recurso humano importante que trabaja como soporte para lograr el mismo fin, sean promotoras
de generar conciencia y brindar herramientas que permitan favorecer su desarrollo. En el caso
específico de la Universidad Nacional de Colombia, al ser un referente frente a las demás
instituciones de educación en el país, tiene una responsabilidad subyacente no solo con la
educación de sus estudiantes si no con la formación para toda su planta de personal. Por esta razón,
se propone continuar con el trabajo de desarrollo de habilidades para la vida en las áreas
administrativas, por medio de espacios que fomenten el aprendizaje experiencial a través de
espacios o talleres que tengan un propósito educativo y de sensibilización.

¿Cómo lo hacemos?

1. A través del juego: El juego es una de las formas más primitivas del aprendizaje, nos permite
imaginar, representar otras realidades, resolver problemas, trabajar en equipo, desarrollar
una sana competencia y estimula nuestros centros cerebrales del placer. Es tan importante
para nuestro desarrollo evolutivo, que prácticamente lo traemos incorporado en nuestras
conductas básicas y lo vemos claramente en los niños, pero al transcurrir hacia la vida
adulta, es muy común que se le preste menos importancia y sea dejado de lado. Sin
embargo sigue siendo una herramienta poderosa, independiente de si somos adultos o
niños, y en la experiencia práctica se puede evidenciar que los adultos en su mayoría,
disfrutan tanto o más de los juegos que los niños.
2. La retroalimentación y socialización: Es importante no solo llevar actividades para “distraer”
a las personas un rato o sacarlos de la rutina, si no que cada juego o actividad debe diseñarse
con unos objetivos específicos que finalmente le permitan a los funcionarios reflexionar
acerca de cómo fortalecer las estas habilidades para sí mismos y esto a su vez puede generar
un efecto positivo en el relacionamiento de los equipos de trabajo mejorando el clima
laboral.
3. Actividades prácticas: Se pueden diseñar otro tipo de actividades con un enfoque por
ejemplo artístico, o de simulación de resolución de problemas donde puedan trabajar
diferentes materiales con las manos y por medio de estas actividades extraer enseñanzas
que apliquen al entorno particular de cada uno de los participantes.
4. Espacios de escucha: cada espacio debe estar pensado en propiciar la participación activa
de los funcionarios, de modo que puedan expresarse y así mismo se genere un desarrollo
de conocimiento colectivo, escuchar las vivencias de otras personas en muchas ocasiones
puede traer enseñanzas para la vida propia y fomenta la empatía entre las personas.
También es importante promover los espacios de escucha individual de personas que al ser
sensibilizadas sientan la necesidad de tener un espacio de conversación personal.

Finalmente, para que la metodología propuesta anteriormente tenga un mejor impacto es


importante tener en cuenta, las siguientes consideraciones:

- Se realicen oportuna y permanentemente las actividades de divulgación de las actividades,


tanto a jefes como a sus equipos de trabajo para predisponer una mayor participación de
los funcionarios dentro de los espacios de actividad.
- Contar con cronogramas claros, fechas, horas establecidas, duración de las actividades y
cumplir con dichas “reglas de juego” es vital para el buen reconocimiento del programa
dentro de las áreas.
- Procurar en la medida de lo posible, contar con espacios diferentes a las oficinas de trabajo
para lograr el efecto de desconexión durante las actividades.
- Determinar un número adecuado de talleres diarios a desarrollar por cada facilitador a
modo de evitar una sobrecarga en los profesionales que los dirigen.

A modo de conclusión, cabe resaltar que; el fortalecimiento de las habilidades blandas es necesario
en todos los escenarios de nuestra vida, trabajarlos dentro del lugar de trabajo puede traer
beneficios no solo a las personas como individuos, si no a la empresa en el alcance de sus objetivos.
El juego, como herramienta de aprendizaje en población adulta es una herramienta eficaz para el
fortalecimiento de estas habilidades y llevarlo al escenario del trabajo de los funcionarios aporta
además al mejoramiento en las relaciones entre los equipos y el mejoramiento del clima laboral.

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