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I.

HECHOS

Con fecha 30 de diciembre de 2024, la H. Senadora de la República, señora Isabel


Allende Bussi, copropietaria del inmueble ubicado en calle Guarda Vieja N° 392,
Providencia, Región Metropolitana, celebró un contrato de compraventa, debidamente
representada mediante escritura pública, ante la titular de la 50° Notaría Pública de
Santiago doña Claudia Gómez Lucares, con el repertorio 95.512-2024.

En dicho contrato la H. Senadora se obligó a transferir el dominio de su cuota de


propiedad sobre el inmueble ya individualizado al Fisco de Chile tal como se detallará en
las cláusulas que transcribimos a continuación (los destacados son nuestros):

“PRIMERO. Carmen Paz Allende Bussi, María Isabel Allende Bussi, Maya
Alejandra Fernández Allende y Alejandro Salvador Fernández Allende, son
dueños de derechos respecto de un inmueble ubicado en calle Guardia Vieja
número trecientos noventa y dos antes calle Costa (según certificado de
Informaciones Previas número mil trecientos veintiséis de trece de junio de
dos mil veinticuatro, de la Dirección de Obras de Providencia), comuna de
Providencia, provincia de Santiago, Región Metropolitana; inscrito a nombre
de los vendedores individualizados previamente a fojas cuatro mil setecientos
noventa y seis número cinco mil seiscientos catorce del Registro de Propiedad
del año mil novecientos setenta y siete; inscripción a fojas treinta y cuatro mil
setecientos setenta y cinco número treinta y dos mil seiscientos once del
Registro de Propiedad de mil novecientos ochenta y siete; inscripción fojas
cuarenta y ocho mil quinientos nueve número treinta mil quinientos noventa y
cinco del Registro de Propiedad de mil novecientos ochenta y nueve;
inscripción de fojas sesenta mil ciento sesetnta y tres, número sesenta y un mil
setecientos cincuenta y seis del Registro de Propiedad de mil novecientos
ochenta y ocho; e inscripción de fojas sesenta mil ciento sesenta y cuatro,
número sesenta y un mil setecientos cincuenta y siete del Registro de
Propiedad de mil novecientos noventa y ocho, todas del Conservador de
Bienes Raíces de Santiago.

2
SEGUNDO. Por Decreto número treinta y ocho de veinticinco de noviembre
de dos mil veinticuatro, del Ministerio de Bienes Nacionales, se autorizó la
adquisición para el FISCO DE CHILE, del inmueble individualizado en la
cláusula precedente, del cual toma razón con alcances la Contraloría General
de la Republica con fecha veinte de diciembre de dos mil veinticuatro. Este
acto administrativo fue notificado a los vendedores de forma personal a
través de su apersonamiento en las oficinas del Ministerio de Bienes
Nacionales ubicado en Avenida Libertador General Bernardo O’Higgins
número setecientos veinte conforme al artículo cuarenta y seis de la ley
diecinueve mil ochocientos ochenta, lo cual consta en el oficio Ordinario
número tres mil cuatrocientos cuarenta y tres de veinticuatro de diciembre de
dos mil veinticuatro, el que fue recibido conforme por Felipe Vio Lyon el
veintiséis de diciembre de dos mil veinticuatro” (destacado es nuestro).

TERCERO. Por el presente instrumento, y de conformidad con lo dispuesto en


el Decreto número treinta y ocho de veinticinco de noviembre de dos mil
veinticuatro, del Ministerio de Bienes Nacionales, don Felipe Vio Lyon en
representación de Carmen Paz Allende Bussi, María Isabel Allende Bussi,
Maya Alejandra Fernández Allende y Alejandro Salvador Fernández Allende,
venden, ceden y transfieren en venta directa al FISCO DE CHILE-
MINISTERIO DE BIENES NACIONALES, debidamente representada por
doña CAROL CLELIA CASTRO HERNANDEZ, en su calidad de Secretaria
Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la Región Metropolitana de
Santiago, quien compra, acepta y adquiere para FISCO DE CHILE-
MINISTERIO DE BIENES NACIONALES, el inmueble individualizado en la
cláusula primera de esta escritura” (destacado es nuestro).

CUARTO El precio de venta del inmueble es la cantidad de VEINTICUATRO


MIL DOSCIENTAS NOVENTA Y UNO COMA SETENTA Y DOS UNIDADES
DE FOMENTO, equivalentes al valor vigente que tenga la Unidad de
Fomento al momento de la suscripción de la escritura pública de
compraventa, una vez que ésta haya sido firmada.

QUINTA. La parte compradora paga el precio de venta en este acto al contado


a la parte vendedora, quien declara recibir a su entera satisfacción, y en
consecuencia declara íntegramente pagado el precio de la compraventa.-

3
SEXTA. El comprador, otorgará carta de instrucciones de pago al Notario
autorizante de la escritura publica, a fin de que entregue el documento de
pago del precio a la parte vendedora, o a quien la represente legalmente, bajo
la condición de haberse inscrito efectivamente el dominio del inmueble a
nombre del Fisco Ministerio de Bienes Nacionales, libre de todo gravamen,
hipotecas, litigio o prohibición, y declaración de bien familiar, lo que se
acreditará mediante el certificado de dominio vigente y certificado de
hipotecas, gravámenes y prohibiciones, y declaración de bien familiar, del
Conservador de Bienes Raíces competente.

SEPTIMA. La entrega material del bien objeto de este contrato de


compraventa, se hará una vez que se encuentre inscrito en los Registros
respectivos del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, a nombre de la
parte compradora.

OCTAVA. El inmueble sobre el cual los vendedores son dueños se vende como
especie o cuerpo cierto, en el estado en que se encuentra y que es de
conocimiento de la parte compradora, con todos sus derechos, usos,
costumbres y servidumbres, activas o pasivas, libre de hipotecas, gravámenes,
prohibiciones, interdicciones y litigios, respondiendo la parte vendedora del
saneamiento de la evicción y vicios redhibitorios de conformidad a la Ley-

NOVENA. Declara el vendedor encontrarse al día en el pago de los impuestos


fiscales y en los derechos municipales en relación con el inmueble objeto de
la venta, como también en el pago de todas las cuentas por servicios y
consumos domiciliarios y cualquier otro, sin que exista deuda pendiente por
ningún concepto en relación al inmueble que se transfiere. En el evento que
quedare o apareciere alguna deuda pendiente originada con anterioridad a
este contrato, será asumida por la vendedora con los intereses y reajustes
correspondientes.

DECIMA. Se deja expresa constancia que la presente escritura pública se


suscribe por las partes dentro del plazo de treinta días hábiles, contados desde
la fecha de la notificación administrativa del Decreto Exento número treinta
y ocho de fecha veinticinco de noviembre de dos mil veinticuatro, efectuada

4
de forma personal a través del apersonamiento de la parte vendedora en las
oficinas del Ministerio de Bienes Nacionales, lo cual consta en el oficio
Ordinario número tres mil cuatrocientos cuarenta y tres de veinticuatro de
diciembre de dos mil veinticuatro, el que fue recibido conforme por Felipe
Vio Lyon el veintiséis de diciembre de dos mil veinticuatro, entendiéndose
notificado el mencionado acto administrativo desde ese momento, conforme
al artículo cuarenta y seis de la ley diecinueve mil ochocientos ochenta.

DECIMO PRIMERO. Suscrito el contrato de compraventa, éste deberá ser


aprobado mediante el Acto administrativo correspondiente. Se deja
constancia que la inscripción en Conservador de Bienes Raíces competente de
la presente escritura de compraventa, queda sujeta a la condición de que el
acto aprobatorio del presente contrato, se encuentre totalmente tramitado.
Una vez que se encuentre totalmente tramitado el acto administrativo que
apruebe el presente contrato de compraventa, el Fisco de Chile-Ministerio de
Bienes Nacionales a través de la Secretaria Regional Ministerial de Bienes
Nacionales de la Región Metropolitana de Santiago, deberá inscribir el
inmueble a su nombre en el Conservador de Bienes Raíces competente, dentro
del plazo de treinta días hábiles siguiente a la notificación del acto
administrativo aprobatorio del contrato de compraventa. Esta notificación la
cual se entenderán practicada desde el tercer día hábil siguiente a su
recepción en la Oficina de Correos correspondiente. La inscripción del
dominio del inmueble a favor del Fisco de Chile- Ministerio de Bienes
Nacionales, deberá acreditarse mediante el certificado de dominio vigente
otorgado por el Conservador de Bienes Raíces, libre de todo gravamen,
prohibición, embargo, litigio y declaración de Bien Familiar.

DECIMO SEGUNDO. Todos los gastos de escritura, derechos notariales,


inscripciones, subinscripciones, anotaciones marginales u otros que se
soliciten a favor del Fisco de Chile, se efectuaran de conformidad a lo que
dispone el artículo cuarto del Decreto Ley número novecientos treinta y nueve
del año mil novecientos setenta y siete.

DECIMO TERCERO. Por este acto las partes facultan a la Secretaria


Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la Región Metropolitana, para
realizar los actos y/o suscribir, cualquier escritura de aclaración,

5
modificación, rectificación y/o complementación del presente contrato, en
caso de ser necesario para su correcta inscripción en el Conservador de
Bienes Raíces correspondiente, siempre y cuando estas no impliquen
modificar términos de la esencia o naturaleza del contrato. Asimismo, se
faculta a la Secretaria Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la Región
Metropolitana de Santiago, para que adopte todos los resguardos necesarios
tendientes a perfeccionar el pago de la venta del inmueble que se adquiere,
específicamente al otorgamiento de las instrucciones notariales que disponga
la entrega de los documentos de pago a la parte vendedora o quien la
represente, bajo la condición de haberse inscrito el dominio del inmueble a
nombre del Fisco, acreditado mediante los certificados que se hace referencia
la cláusula quinta del presente contrato.

DECIMO CUARTO. Se faculta al portador de copia autorizada de esta


escritura pública de compraventa, para requerir del Conservador de Bienes
Raíces competente las anotaciones, inscripciones y subinscripciones que
procedan.

DECIMO QUINTO. Para todos los efectos legales, las partes fijan su
domicilio en la comuna y ciudad de Santiago, sometiéndose a la competencia
de sus Tribunales de Justicia.

DECIMO SEXTO. La Secretaria Regional Ministerial de Bienes Nacionales


de la Región Metropolitana, una vez inscrito el dominio a nombre del Fisco
de Chile, deberá dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo treinta y tres
del Decreto Ley número mil novecientos treinta y nueve del año mil
novecientos setenta y siete, vale decir, intervendrán en la entrega y recepción
material del inmueble que en virtud del presente instrumento se incorpore al
Patrimonio del Estado, procediendo a registrarlo en el Catastro de Inmuebles
Fiscales.

DECIMO SEPTIMO. El gasto que demande la presente adquisición, se


imputara al subtítulo veintinueve punto cero dos punto cero cero dos,
“Edificaciones de Inversión” de los recursos asignados para Presupuesto del
Sector Público vigente para el año dos mil veinticuatro del Ministerio de
Bienes Nacionales.

6
DECIMO OCTAVA. La parte compradora queda sometida a las normas
legales y reglamentarias vigentes sobre Urbanismo y Construcción, respecto
del inmueble que adquiere.-”.

Una copia autorizada del instrumento público que contiene estas cláusulas se
acompañará debidamente en un otrosí.

De lo transcrito se desprenden inequívocamente los siguientes hechos:

1. Que la H. Senadora Allende Bussi es dueña de una parte del inmueble ubicado en
calle Guarda Vieja N° 392, Providencia, Región Metropolitana, según consta en la
inscripción a fojas treinta y cuatro mil setecientos setenta y cinco número treinta y dos
mil seiscientos once del Registro de Propiedad de mil novecientos ochenta y siete del
Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

2. Que la H. Senadora Allende Bussi, debidamente representada, mediante contrato de


compraventa se obligó a transferir el dominio de su parte del inmueble ubicado en
calle Guarda Vieja N° 392, Providencia, Región Metropolitana al Fisco de Chile.

3. Que por su parte el Fisco de Chile pagó el precio de compraventa con instrucciones
notariales de ser entregado una vez verificada la transferencia de dominio ya
singularizado

4. Que, por tanto, la H. Senadora Allende Bussi celebró un contrato de


compraventa con el Fisco de Chile obligándose a transferir su parte del inmueble
ubicado en calle Guardia Vieja N° 392, Providencia, Región Metropolitana, el día
30 de diciembre de 2024, y el Fisco de Chile pagó el precio de la compraventa el que
dejó bajo instrucción notariales.

II. DERECHO

1. Causales de cesación en el cargo de diputado o senador

7
El profesor y ex Ministro de esta Magistratura, Gonzalo García Pino, en su obra (en
coautoría) Diccionario Constitucional Chileno señala, citando la jurisprudencia de V.E.,
que las causales de cesación del cargo de parlamentario se inscriben dentro de las
inhabilidades parlamentarias: “Conforme a la jurisprudencia del TC, las prohibiciones
parlamentarias son “limitaciones de derecho público que afectan la elección de diputados
y senadores y el ejercicio de los cargos parlamentarios, cuyas infracciones aparejan
sanciones como la nulidad de la elección, la cesación en el cargo de congresal y la nulidad
del nombramiento, según los casos” (STC R. 190-94, c. 10°).”1.

2. Causal de cesación en el cargo del parlamentario por contratar con el Estado

La prohibición de los parlamentarios de contratar con el Estado se introduce en


nuestro orden constitucional mediante una reforma de julio de 1892, inicialmente, como
inhabilidad para ser elegido Diputado o Senador, en los artículos 21 y 26 de la
Constitución de 1833.

Posteriormente, durante la discusión en el seno de la Comisión redactora de la


Constitución de 1925, se enfatizó que esta prohibición obedecía a razones de "moralidad
y conveniencia públicas" y, además de mantenerla, se extendió su alcance
estableciéndola como inhabilidad para ser elegido y como causal de cesación en el cargo
de parlamentario. En ese orden de ideas, es importante hacer notar que el interés del
constituyente fue garantizar que quienes ejercen funciones públicas actúen conforme a
estándares éticos, evitando que intereses particulares interfieran con el interés general y
el bien común. En este sentido, no es una norma que se proponga, primariamente,
proteger el patrimonio fiscal o evitar perjuicios al Fisco en las contrataciones con
personas relacionadas, sino evitar cualquier apariencia de trato preferente, cualquier
tráfico de influencias y, sobre todo, cualquier beneficio privado –con o sin perjuicio
fiscal– para funcionarios con tan alto grado de influjo público en razón de sus altos
cargos.

1
García Pino, Gonzalo. Diccionario Constitucional Chileno. Ediciones Tribunal Constitucional, año 2014. p. 550.

8
Esta idea se ve reflejada, por último, en la discusión que se generó en la Comisión
de Estudios para la Nueva Constitución, en la que esta norma pasó a ser el artículo 57 de
la Constitución de 1980 (hoy artículo 60). Al respecto, el constitucionalista Alejandro
Silva Bascuñán señaló que la disposición tiene como objetivo evitar que los diputados y
senadores obtengan beneficios económicos especiales derivados de su cargo. Señala,
apoyado en la opinión del comisionado Carmona, que la inhabilidad se aplica únicamente
a contratos que otorgan un “beneficio pecuniario especial, propio del contrato”, y no a
aquellos en los que el parlamentario actúa bajo condiciones generales. En ese sentido,
excluye los contratos de adhesión, de empresas que prestan servicios de utilidad pública;
del mismo modo, señala las concesiones administrativas y permisos y autorizaciones
unilaterales del Estado:

“En la historia fidedigna del establecimiento de esta parte del art. 57 de la


actual Carta, tiene importancia la opinión que dio en la Comisión Ortúzar
Juan de Dios Carmona acerca del sentido y alcance de esta causal,
interpretación acogida por la unanimidad de los comisionados e incorporada
al ya citado informe de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado de
julio de 1990 (véase Nº 122 de este tomo):

"A su juicio, ese precepto debería decir básicamente que cesará en el cargo
de parlamentario el que contrate o caucione contrato con el Estado, siempre
que ese contrato le signifique un beneficio pecuniario especial, propio del
contrato, que no sea producto de una situación a la que esté sometida la
generalidad de los habitantes del país".

"Anota que esa es la idea fundamental y que otra forma de expresarlo sería
desarrollar la idea de establecer una serie de excepciones: 1) el que efectúe
contrato con una empresa del Estado que otorgue servicio de utilidad pública,
no estará sujeto a la inhabilidad; 2) el que suscriba uno de los contratos
llamados de adhesión con una empresa del Estado, o con el Estado, no estará
sujeto a la inhabilidad; 3) el que haga uso de un derecho o facultad concedida
a la generalidad de los habitantes por una empresa del Estado, no estará
sujeto a la inhabilidad; 4) el que suscriba un contrato con una empresa del
Estado que monopoliza una actividad a través de todo el país no estará sujeto
a la inhabilidad; 5) el que realice un contrato especial, ya sea de carácter
individual o como gerente, administrador o director de una sociedad o
empresa, que signifique concurrir a una propuesta con el Estado para

9
proporcionarle, por ejemplo, una obra o un suministro, o para sacar un
provecho pecuniario particular, propio de ese contrato, estará sujeto a la
inhabilidad" (sesión 371, pág. 2583).

Concordando con la opinión del señor Carmona, creemos que debe tratarse
de un verdadero contrato, cuyas cláusulas hayan podido ser determinadas y
discutidas libremente, de manera que no correspondería calificar de tal las
estipulaciones de negocios jurídicos que se denominan contratos de adhesión,
los cuales se imponen, verbigracia, para reglar un servicio que preste el
mismo Estado a quien quiera pedírselo o lo necesite, proporcionado por
medio de alguna de las instituciones que lo integran, por ejemplo, en la
realización de un transporte o flete en que se aprovecha la actividad de una
empresa marítima, ferroviaria o aérea del sector público.”2

El actual artículo 60 de la Constitución Política de la República en su inciso segundo


mantiene la causal, tal como dijimos, con una redacción similar a la de la Constitución
de 1925.

Dispone dicho artículo en sus incisos segundo, tercero y sexto lo siguiente:

“Cesará en el cargo el diputado o senador que durante su ejercicio celebrare


o caucionare contratos con el Estado, o el que actuare como procurador o
agente en gestiones particulares de carácter administrativo, en la provisión
de empleos públicos, consejerías, funciones o comisiones de similar
naturaleza. En la misma sanción incurrirá el que acepte ser director de banco
o de alguna sociedad anónima, o ejercer cargos de similar importancia en
estas actividades.

La inhabilidad a que se refiere el inciso anterior tendrá lugar sea que el


diputado o senador actúe por sí o por interpósita persona, natural o jurídica,
o por medio de una sociedad de personas de la que forme parte. (…)

Quien perdiere el cargo de diputado o senador por cualquiera de las causales


señaladas precedentemente no podrá optar a ninguna función o empleo

2
Silva Bascuñán, Alejandro. Tratado de Derecho Constitucional, Tomo VI. p. 164.

10
público, sea o no de elección popular, por el término de dos años, salvo los
casos del inciso séptimo del número 15º del artículo 19, en los cuales se
aplicarán las sanciones allí contempladas” (el destacado es nuestro).

3. La adquisición de bienes por parte del Estado se sujeta, en cuanto a su


perfeccionamiento, al Derecho Civil

Queremos detenernos en un asunto, que es la regulación que tiene el Estado de Chile


para adquirir bienes, la que está contenida en el Decreto Ley N° 1939 que establece las
Normas sobre Adquisición, administración y disposición de Bienes del Estado.

Para el caso en cuestión –contrato de compraventa con el Fisco de Chile– el Decreto


Ley ya referido tiene un Título II sobre Adquisición de Bienes por el Estado, en que el
Párrafo I regula las Compras y las permutas: no hay en dicha normativa ningún artículo
que disponga que el contrato no queda perfecto por el cumplimiento de los requisitos que
exige el derecho común, es decir, el Derecho Civil. Así dispone, en lo pertinente, el
referido Decreto Ley:

“TITULO II

Adquisición de Bienes por el Estado

Artículo 26.- La adquisición del dominio de bienes por el Estado se


someterá a las normas del derecho común, a las especiales de este título
y a las demás que contemplen normas especiales.

(…)

Párrafo I

De las compras y permutas

Artículo 29.- Sin perjuicio de las excepciones legales, la compra de


bienes raíces que efectúe el Fisco se realizará a través del Ministerio,

11
previo estudio de los títulos de dominio del inmueble y del cumplimiento
de los requisitos que se señalan en los artículos siguientes.

Las instituciones interesadas en la adquisición de un inmueble


acompañarán a su solicitud un preinforme acerca de los títulos de
dominio de la propiedad y un proyecto de la escritura pública que
corresponda. Sin perjuicio de lo anterior, adjuntará los documentos y
certificados que comprueben la idoneidad de los respectivos títulos a fin
de que el Ministerio se pronuncie, en definitiva.

Artículo 30.- El Servicio interesado en la compra de un bien raíz, deberá


ser autorizado previamente por el Ministerio del cual depende, y el gasto
que se origine se imputará al ítem respectivo del Presupuesto del
Servicio correspondiente.

Artículo 31.- Tratándose de compras a plazo, no podrá pactarse una


reajustabilidad que exceda a la variación que experimente el Índice de
Precios al Consumidor desde la fecha del respectivo contrato hasta la
del pago, sin perjuicio de los intereses que se acuerden.

Artículo 32.- La escritura de compra será redactada por la Dirección y


suscrita, en representación del Fisco, por el funcionario que señale el
decreto respectivo.

Artículo 33.- La Dirección, en representación del Fisco, intervendrá en


la recepción material del inmueble que en virtud de las disposiciones de
este Párrafo se incorpore al Patrimonio del Estado. Procederá a
registrarlo en el Catastro y confeccionará el informe del caso para su
destinación.

Artículo 34.- El Presidente de la República, a través del Ministerio


podrá, en casos calificados y cumpliéndose las exigencias del artículo 30
de este decreto ley, permutar un bien raíz fiscal por un inmueble de otro
dueño.

12
Artículo 35.- Tanto la permuta como la compraventa se regirán, en todo
lo no previsto en las disposiciones anteriores, por las normas
contenidas en el Código Civil” (Los énfasis son nuestros)

Conforme a lo anterior, se ha sostenido que “la adquisición, administración y


disposición de los bienes fiscales es regulada tanto por normas de derecho privado como
de derecho público”3. Sin embargo, literatura especializada en el régimen de bienes
fiscales sostiene que “la venta de un inmueble fiscal, por más que deba someterse a
requisitos del régimen público, tales como el mecanismo de contratación vía licitación,
termina de todos modos, concretada en una compraventa que debe sujetarse a las reglas
del Código Civil”4 (el destacado es nuestro).

Por ello, en relación al artículo 26 del Decreto Ley N° 1.939, agrega el mismo autor
que “el cuerpo legal general de regulación en el ámbito de los bienes fiscales (D.L. N°
1.939) hace aplicable normativamente el Código Civil”5. Resulta claro, por tanto, que
existe “un sometimiento a las normas del derecho común sobre las operaciones jurídicas
que digan relación con la adquisición del dominio de bienes por el Estado (…). En
consecuencia, si la Administración, en general, quisiera vender, ceder derechos,
arrendar, dar en comodato, etc., debe sujetarse con el mismo rigor tanto a las normas
administrativas como a las del derecho civil”6 (el destacado es nuestro).

4. Sentido y alcance de “celebrare o caucionare contratos con el Estado”. El


Derecho de los contratos

Del tenor de las normas que hemos transcrito supra, resulta evidente que la
celebración del contrato de compraventa con el Fisco de Chile del inmueble del que la
H. Senadora Allende Bussi es copropietaria, constituye la causal de cesación en el cargo
dispuesta en el artículo 60 inciso segundo de la Constitución Política de la República.

Conforme el Derecho Público Chileno, la causal que hemos invocado debe ser
interpretada de manera estricta, es decir, no cabe hacer interpretaciones que la hagan más
extensiva de lo que el propio constituyente consideró. Pero ello tampoco es excusa para
3 Carrasco Astudillo, Gonzalo. Adquisición, Administración y Venta de Bienes Fiscales, Ed. Rubicón, p. 11.
4 Carrasco Astudillo, Gonzalo. Adquisición, Administración y Venta de Bienes Fiscales, Ed. Rubicón, p.
5 Carrasco Astudillo, Gonzalo. Adquisición, Administración y Venta de Bienes Fiscales, Ed. Rubicón, p.12
6 Carrasco Astudillo, Gonzalo. , Ed. Rubicón, p.12

13
interpretarla de manera torcida, cambiando completamente el sentido de la Constitución,
restringiéndola tanto más que la hicieran prácticamente inaplicable en cualquier caso
futuro en el cual se descubriera la infracción después de cometida jurídicamente, aunque
a tiempo de impedir sus efectos últimos. Por tanto, la H. Senadora Allende Bussi debe
cesar en el cargo de manera inmediata y sin ninguna dilación ni otra consideración que
la aplicación del artículo 60 de la Ley Fundamental, que dispone textualmente que el
senador que contrate con el Estado debe cesar en el cargo.

Por otro lado, “cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal,
a pretexto de consultar su espíritu” (artículo 19 del Código Civil), y así, al utilizar el
artículo 60 inciso segundo de nuestra norma Fundamental el término “contrato” no está
hablando de otra cosa que de “contrato”, es decir, del “acto por el cual una parte se obliga
para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa” (artículo 1438 Código Civil).

En ese sentido, no podemos dejar de recordar dos normas fundamentales de


interpretación de la ley dispuestas en nuestro Código Civil, los artículos 20 y 21:

“Art. 20. Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural


y obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero cuando
el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias,
se les dará en éstas su significado legal.

Art. 21. Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en


el sentido que les den los que profesan la misma ciencia o arte; a
menos que aparezca claramente que se han tomado en sentido
diverso.”.

En la especie la H. Senadora Allende Bussi ha celebrado un contrato de


compraventa de bien raíz –solemne (1443 Código Civil, y 1801 inciso segundo)– con el
Fisco de Chile, el Estado de Chile, y las cláusulas del contrato mostradas en los hechos
son elocuentes en este sentido. El contrato se ha perfeccionado, ha generado las
obligaciones para las partes, lo cual es el efecto propio de todo contrato, y en este caso
de la compraventa según el artículo 1801 del Código Civil:

“Art. 1801. La venta se reputa perfecta desde que las partes han convenido en la
cosa y en el precio; salvas las excepciones siguientes.

14
La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una sucesión
hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado
escritura pública” (el destacado es nuestro).

Sostener que el contrato no está perfecto porque aún está pendiente una aprobación
del contrato por parte de la Administración del Estado es desconocer los principios
básicos del Derecho: el contrato solemne es perfecto como contrato civil y la aprobación
por parte de la Administración es una condición suspensiva del nacimiento y de la
exigibilidad de dos obligaciones del mismo. En efecto, según el contrato mismo, suscrito
por ambas partes, en su numeral UNDÉCIMO, la completa tramitación del acto
administrativo que apruebe posteriormente el contrato (ya “suscrito el contrato”, “el
presente contrato de compraventa”) es una condición suspensiva SOLAMENTE de la
obligación y exigibilidad del deber del Ministerio de inscribir la escritura en el
Conservador, con lo cual ya se transfiere el dominio. A su vez, según el numeral
DECIMOTERCERO, la inscripción del dominio –que es en el derecho chileno la
transferencia del dominio, posterior a la celebración del contrato por escritura pública–
es condición suspensiva del deber del Ministerio de dar las instrucciones para que sean
entregados los instrumentos de pago ya consignados. Solamente así se entiende que la
parte vendedora haya dado por recibido el pago y declarara íntegramente pagado el precio
de la compraventa (cláusula QUINTA). Por consiguiente, las tres cláusulas asumen que
el contrato se ha perfeccionado, pero que la existencia, la exigibilidad y el cumplimiento
de dos obligaciones derivadas (esto es, de dos efectos de un contrato ya existente) quedan
suspendidos, bajo las referidas condiciones suspensivas.

A mayor abundamiento, la sola lectura de los numerales del contrato citado, en


particular y muy claramente los ya mencionados numerales DÉCIMO PRIMERO y
DÉCIMO TERCERO, precisamente al prever el decreto aprobatorio y la inscripción
posterior del dominio como condicions suspensivas de dos efectos del contrato, se
expresan asumiento que el contrato se ha perfeccionado, por lo que solamente falta que
se cumplan dichas condiciones. En el derecho común, una cosa es el contrato y otra,
conectada pero distinta, son sus efectos, es decir, los derechos y las obligaciones
derivados. Sin esta elemental distinción, no podrían perfeccionarse totalmente los actos
y contratos que contuvieran condiciones suspensivas.

Resulta, en este sentido, a todas luces evidente que el contrato de compraventa


celebrado entre la H. senadora Allende Bussi y el Fisco de Chile cumple con todos

15
los requisitos esenciales de la compraventa: cosa, precio y consentimiento, además
de la solemnidad de la escritura pública exigida para la compraventa de un
inmueble. Todavía más: el otorgamiento de la escritura pública ya citada, que es la
solemnidad requerida por el Derecho Civil en estos casos, es además la prueba de
que el contrato se ha perfeccionado y de que ha sido suscrito por las partes.

Finalmente, en relación con esta tesis elemental de que el contrato está ya


“celebrado” y plenamente perfeccionado entre las partes, cabe observar algo que será
objeto de desarrollo en fases posteriores del proceso ante V.S. Excma.: que la propuesta
del Ejecutivo, recientemente conocida, de “celebrar” una “convención” de resciliación
entre las partes, para dejar sin efecto el contrato de compraventa en discusión…
¡presupone que ese contrato ya ha sido celebrado y debe dejarse sin efecto! El Ejecutivo,
entonces, confirma lo que en esta presentación hemos sostenido.
Por otra parte, si la H. Senadora Allende Bussi concurre a la celebración de esta
nueva convención (o contrato), incurrirá duplicativamente en la causal de cesación en el
cargo. En efecto, como hemos sostenido supra, la finalidad esencial de la causal no es
evitar un perjuicio al Fisco –perjuicio que no se ha estudiado de momento–, sino impedir
que el Estado otorgue una ventaja indebida a un diputado o senador. En este caso, el
Ejecutivo intentaría proporcionar a la H. Senadora la ventaja de, supuestamente, “anular”
el acto ya cometido, que causa su cese en el cargo. Paradójicamente, solo conseguiría que
volviera a cometerlo.

5. Irrelevancia del perjuico fiscal derivado del acto de “celebrar o caucionar


contratos con el Estado”

Descartamos, por otra parte, como se ha dicho supra, cualquier interpretación que
sostenga que la norma constitucional exija como causal de cesación la existencia de un
perjuicio patrimonial contra el Estado, o que el parlamentario que haya contratado con
el Estado se haya enriquecido con el contrato. Si la norma del artículo 60 habla de
contrato es que el constituyente consideró que ya la mera existencia de declaración de
voluntad bastaba para que procediera la sanción de cesación en el cargo. Desde luego, el
ánimo de enriquecerse a costa del Estado tampoco está como requisito de cesación en el
cargo del parlamentario. En efecto, una cosa es la finalidad de la norma: evitar ventajas
indebidas, así como el abuso del cargo público en beneficio de intereses privados, como
puede verse también en las otras hipótesis previstas en el mismo artículo. Otra cosa,
distinta y distinguible, es el acto que se sanciona como medio para esa finalidad. Es

16
evidente que el ordenamiento jurídico, en este caso como en muchos otros –baste pensar
en el derecho penal o en determinadas exigencias jurídicas cuya omisión acarrea la
nulidad de los actos–, no espera a que se concrete el resultado indeseable para sancionar
el acto que habitualmente lo produce. Así no se espera a que la conducción ilegal de
vehículos produzca accidentes para castigarla, ni a que el incumplimiento de obligaciones
laborales o medioambientales resulte en el daño a un trabajador o a la ecología para
aplicar las sanciones respectivas.
Análogamente, aplicar las causales de cesación en un cargo público solamente
después de una averiguación sobre el daño efectivamente causado las transformaría
radicalmente y, además, en muchos casos las dejaría sin efecto alguno.
Por tanto, las referencias a si hay o no perjuicio fiscal constituyen especulaciones
que no vienen al caso; nada tuvieron que ver en la redacción de la norma aplicable, ni
constituyen algo que debería probarse por esta parte. La norma es clara: prohíbe la
existencia de contratos de Senadores y Diputados con el Estado de Chile, cosa que –
insistimos– se verifica en la especie, donde la H. Senadora Allende Bussi vende, cede y
transfiere un inmueble de su propiedad al Fisco de Chile con el respectivo contrato de
compraventa.

La norma es tan inequívoca en este sentido, que el inciso tercero del artículo 60 de
la Carta Magna prevé los contratos celebrados mediante representación o incluso con la
sola participación en una sociedad de personas:

“La inhabilidad a que se refiere el inciso anterior tendrá lugar sea que el
diputado o senador actúe por sí o por interpósita persona, natural o jurídica, o
por medio de una sociedad de personas de la que forme parte”.

Por lo demás, si esta norma no existiera, igual el derecho común –el Código Civil–
dispone sustancialmente lo mismo:

“Art. 1448. Lo que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada
por ella o por la ley para representarla, produce respecto del representado
iguales efectos que si hubiese contratado él mismo”.

Por otro lado, de nada vale alegar la buena fe o no –o, en otras palabras, el
desconocimiento de la prohibición y sanción que dispone nuestra Carta Fundamental en
sus artículo 60 inciso segundo e inciso sexto–, pues nadie puede alegar ignorancia de la

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ley, después de que ésta haya entrado en vigencia (artículo 8 de nuestro Código Civil).
Mucho menos puede refugiarse en dicha ignorancia un senador o diputado de la República.

6. Legitimación activa para requerir al Honorable Tribunal Constitucional que


haga efectiva la cesación del cargo del parlamentario que se trate

El artículo 93 numeral 14 de nuestra Carta Magna dispone que es atribución de esta


Magistratura pronunciarse sobre la cesación en el cargo de diputado o senador:

“Artículo 93.- Son atribuciones del Tribunal Constitucional:

14º.- Pronunciarse sobre las inhabilidades, incompatibilidades y causales


de cesación en el cargo de los parlamentarios”.

En el mismo artículo se señala que esta atribución se ejercerá a requerimiento del


Presidente de la República o de, al menos, diez parlamentarios:

“En el caso del número 14º, el Tribunal sólo podrá conocer de la materia
a requerimiento del Presidente de la República o de no menos de diez
parlamentarios en ejercicio”.

POR TANTO, y de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 60, incisos segundo
y tercero; 93, inciso primero, número 14°; 93 inciso decimoctavo de la Constitución
Política de la República; artículos 110 y 111 de la Ley Orgánica Constitucional del
Tribunal Constitucional, N°17.997, y demás pertinentes,

A V.S. EXCMA. SOLICITAMOS que declare la cesación en el cargo de


senadora de la República de la H. Senadora María Isabel Allende Bussi, en atención
a haber incurrido en la causal establecida en el artículo 60 inciso segundo de la
Constitución Política de la República.

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PRIMER OTROSÍ: Rogamos a S.S. Excma., tenga por acompañado certificado del
Secretario General de la Cámara de Diputados, de fecha 8 de enero de 2025, por el cual
acredita nuestra identidad, calidad de Diputados de la República.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma., tener por acompañados los siguientes
documentos:

1. Copia autorizada de la Escritura Pública de fecha 30 de diciembre de 2024 de


Compraventa de Carmen Paz Allende Bussi, Maria Isabel Allende Bussi, Maya Alejandra
Fernández Allende y Alejandro Salvador Fernández Allende A FISCO DE CHILE
otorgada ante la titular de la 50° Notaría Pública de Santiago doña Claudia Gómez Lucares,
con el repertorio 95.512-2024.

2. Copia simple del Decreto Supremo N° 38 del Ministerio de Bienes Nacionales de


fecha 25 de noviembre de 2024 que autoriza la compraventa singularizada en el número 1
de este otrosí.

3. Copia simple del mandato especial otorgado con fecha 02 de septiembre de 2024 por
la H. Senadora Isabel Allende Bussi en la Notaría de Santiago de María Soledad Lascar
Merino, contenido en el Repertorio N° 40723-2024.

TERCER OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma. tener presente que esta parte recurrirá a
todos los medios de prueba que franquea la ley a fin de acreditar los hechos que sustentan
este requerimiento, de conformidad con lo que ordena el artículo 119 N° 5 de la Ley
Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional, tales como testimonial, oficios,
pericias, etc.

CUARTO OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma., tenga a bien disponer de alegatos sobre
el fondo del presente requerimiento, conforme al artículo 43 de la Ley Orgánica
Constitucional N°17.997, del Tribunal Constitucional.

QUINTO OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma., tenga a bien disponer de alegatos sobre
admisibilidad del requerimiento, solo en caso de que sea necesario, conforme al artículo
74 de la Ley Orgánica Constitucional N°17.997, del Tribunal Constitucional.

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SEXTO OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma., tener presente que, por este acto, venimos
en designar como Diputado representante de los requirentes, en virtud del artículo 61 de
la Ley Orgánica Constitucional N°17.997, del Tribunal Constitucional, al H. Diputado
Luis Fernando Sánchez Ossa, para todos los efectos de tramitación conforme lo dispone
la norma citada.

SEPTIMO OTROSÍ: Solicitamos a S.S. Excma., tener presente que, por este acto,
venimos en otorgar patrocinio y poder, a los abogados habilitados para el ejercicio de la
profesión, Sres. Emiliano García Bobadilla, cédula nacional de identidad N° 17.379.609-
9, José Gabriel Domínguez Valdés, cédula nacional de identidad N° 17.408.591-9 e
Ignacio Eduardo Rodríguez Navarro, cédula nacional de identidad N° 18.459.469-2,
todos domiciliados para los efectos de este requerimiento en Presidente Errázuriz #4305,
comuna de Las Condes, y que se sirva notificar las resoluciones que se dicten en este
requerimiento a los correos electrónicos emilianogarciab@gmail.com,
gabriel@dominguezcia.cl e ierodriguez@uc.cl, quienes firman en señal de aceptación.

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