Ensayo Estado de Bienestar Keynesiano y Neoliberalismo
Ensayo Estado de Bienestar Keynesiano y Neoliberalismo
Ensayo Estado de Bienestar Keynesiano y Neoliberalismo
Ensayo
Presentado Por:
Jesus Alberto Serrano Correa
Docente:
Diferencias
Las divergencias entre el estado del bienestar keynesiano y el neoliberalismo
muestran dos visiones contrapuestas sobre el rol que debe asumir el Estado y el
mercado en el ámbito económico. El paradigma del estado bienestar da mucho
protagonismo a la intervención estatal para hacer realidad derechos básicos, para
disminuir desigualdades y para establecer una red de protección social del que puedan
beneficiarse los ciudadanos. Este paradigma está anclado en la concepción de que el
Estado ha de ser irremediablemente un elemento que remedia las faltas del mercado y
sus efectos perniciosos (el desempleo o la pobreza extrema como tópicos). En este
paradigma, las políticas de redistribución de la riqueza, la intervención regulatoria y los
servicios públicos universales (educación, salud y demás) son considerados
equipamientos centrales. En el marco del neoliberalismo, la libertad económica se
entiende como la causa determinante para el desarrollo económico, al mismo tiempo se
tiene por bueno regular económica y normativamente en contra del control y en pro de
la privatización de los servicios, como reacción a un Estado con competencias sociales
limitadas. Este paradigma entiende que el mercado es el mejor regulador de la
economía, y la competencia y las iniciativas privadas logran incrementar la eficiencia y
el crecimiento. Pero es aquí donde se deja de lado la problemática social como la
desigualdad o la precariedad laboral, las cuales se argumentan como consecuencias
inevitables del progreso económico. Así, se contraponen las prioridades: el bienestar
social (la igualdad) versus el crecimiento económico sin reglamentos.
Postura Personal
A partir de mis propias valoraciones, parece ser que la forma del estado del
bienestar keynesiano vista como modelo de naturaleza más humana y más justo para
tratar de afrontar las desigualdades estructurales del capitalismo, a partir de la idea de
que los mercados no garantizan, por sí mismos, la distribución de los recursos y que no
se ocupan, en absoluto, ni del desempleo ni de la pobreza. De esta manera, en la
misma línea, el estado del bienestar parte de la intervención estatal desde la
redistribución de recursos y de unos servicios públicos universales, para garantizar
unos derechos básicos, como son la educación, la salud o la seguridad social, con tal
de intentar llegar a una sociedad más justa y más cohesiva. Aunque haya quien haya
puesto el acento en entenderlo como el mecanismo de preservación del capitalismo,
los logros que se han alcanzado en materia de justicia social o de desarrollo humano
son tan evidentes como innegables. A pesar de ello, el neoliberalismo ha puesto como
elementos principales la libertad económica, con el argumento de que la competencia y
la desregulación son los elementos que permiten crecer. Pero esto ha conseguido
también unos elevados índices de desigualdad, precarización de la clase trabajadora y
exclusión social y ha puesto en crisis el propio neoliberalismo a largo plazo. La crisis
financiera de 2008 dio cuenta de los límites del neoliberalismo y la necesidad de que la
intervención estatal sea eficaz.
Conclusiones
La figura del modelo del estado del bienestar keynesiano y la del neoliberalismo,
en cambio, consisten en manifestaciones de concepciones de la economía, y del
posible papel del Estado en la economía en la sociedad, absolutamente opuestas. El
primero surgió a partir de la contradicción de las limitaciones del mercado, que debe
satisfacer el bienestar social con la intervención a partir de políticas redistributivas, la
regulación del mercado y la provisión de bienes públicos de primer orden (sanidad,
educación, seguridad social, etc. ), ubicando en el centro de sus propios
planteamientos las preocupaciones, la equidad y la cohesión social, y obteniendo como
conclusión que el rol activo del Estado es el único modelo que puede garantizar por un
lado la igualdad de las oportunidades, y por el otro la estabilidad de las economías
cuando caen en crisis los ciclos. El segundo, el neoliberalismo, parte del crecimiento
del hecho de que este es la consecuencia de la desregulación o de la libertad
económica, convirtiendo así al Estado en casi un sujeto simbólico e impulsando a la
privatización de los servicios públicos invocando la idea de que el mercado deviene el
regulador perfecto. Si bien cierto es que ha habido alguna mejora en la economía de
algunos contextos, sus críticas son comunes al hecho de que genera desigualdad y
precariedad de la fuerza de trabajo y una deslegitimación de los derechos sociales.
Fuentes Bibliográficas
Moreno Galindo, A. D. (2024). Estado de bienestar keynesiano, ¿Sosteniendo al
capitalismo salvaje?
Anderson, P. (2024). Historia y lecciones del neoliberalismo. Universidad de California,
Los Ángeles.