TAREA ACADEMICA 2 SEMANA 16
TAREA ACADEMICA 2 SEMANA 16
TAREA ACADEMICA 2 SEMANA 16
Semana 16
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
TEMA:
Reformas constitucionales y los fines del Estado
CURSO:
Derecho Constitucional
SECCION:
15362
DOCENTE:
Dra. Francesca Paulette Delgado Giraldo
ALUMNO:
Carrasco Ramírez, Alexander Leonardo
PERÚ- 2024
0
INTRODUCCIÓN
1
procesos de reforma y las tensiones entre los niveles de gobierno han generado
preocupación sobre su impacto real en la vida de los ciudadanos.
Uno de los temas más discutidos en este contexto es si las reformas recientes han
logrado contribuir de manera efectiva al bienestar general y al respeto de la dignidad
humana, tal como lo estipula la Constitución. Este análisis es crucial, ya que los
cambios en la Carta Magna no solo afectan las normas legales, sino también la
confianza de los ciudadanos en el sistema democrático y en la capacidad del Estado para
actuar en beneficio del interés colectivo. En este sentido, surgen preguntas
fundamentales: ¿han servido estas reformas para promover una sociedad más inclusiva,
equitativa y respetuosa de los derechos humanos? ¿O, por el contrario, han
profundizado las divisiones sociales y políticas, debilitando la estabilidad jurídica y la
cohesión social?
2
OPINION
Desde mi perspectiva, las reformas constitucionales recientes en el Perú han tenido un
impacto negativo en el cumplimiento del fin supremo del Estado: la defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad. Aunque reconozco que algunas de estas
reformas han intentado responder a problemas urgentes, como la corrupción o las
deficiencias en el sistema judicial y electoral, siento que muchas de ellas han carecido
de una visión integral y, sobre todo, de un enfoque que priorice a las personas como el
centro de las políticas públicas.
Lo que más me preocupa es que estos cambios parecen haber sido implementados de
manera improvisada y con poca sostenibilidad. En lugar de abordar las raíces de los
problemas, a menudo se presentan como soluciones rápidas o medidas populistas
diseñadas para satisfacer demandas inmediatas. Esto no solo compromete la eficacia de
las reformas, sino que también genera un clima de desconfianza hacia las instituciones
del Estado.
Por ejemplo, las reformas al sistema judicial, aunque necesarias, han dado la impresión
de estar más orientadas a resolver disputas políticas que a fortalecer verdaderamente el
acceso a la justicia. Me resulta frustrante ver cómo, en lugar de construir un sistema
judicial sólido e independiente, se priorizan cambios superficiales que no atacan la
corrupción estructural ni garantizan una justicia igualitaria para todos. Esto genera una
sensación de desamparo en la ciudadanía, especialmente entre las personas más
vulnerables, quienes son las que más necesitan de un sistema judicial confiable.
En cuanto a las reformas electorales, creo que han sido percibidas como intentos de las
fuerzas políticas para ajustar las reglas del juego a su conveniencia. Esto me parece
especialmente grave, porque el sistema electoral debería ser un pilar de nuestra
democracia, una herramienta que asegure la representación equitativa de la sociedad.
Sin embargo, en lugar de promover elecciones más justas y transparentes, estos cambios
han aumentado la polarización y la desconfianza en el proceso electoral.
Otro punto que considero clave es la falta de diálogo inclusivo en el proceso de reforma.
Me parece incomprensible que, siendo un país tan diverso como el Perú, las decisiones
sobre cambios constitucionales no incluyan de manera efectiva a todos los sectores de la
3
sociedad. Las comunidades indígenas, las organizaciones de base y la sociedad civil en
general deberían tener un papel central en estos procesos, pero siento que su voz ha sido
ignorada en muchos casos. Esto no solo debilita el sentido de comunidad, sino que
también es una falta de respeto hacia la dignidad de las personas, al excluirlas de
decisiones que impactan directamente en sus vidas.
Además, veo con preocupación que muchas de estas reformas no están diseñadas para
ser sostenibles a largo plazo. Cambios implementados sin una planificación adecuada o
sin considerar su impacto futuro terminan siendo parches que no resuelven los
problemas de fondo. Por ejemplo, una reforma que busca mejorar la transparencia en la
gestión pública pero que no va acompañada de herramientas claras para su
implementación es, en mi opinión, un esfuerzo desperdiciado.
En lo personal, considero que estas fallas han generado una sensación de agotamiento y
frustración en la sociedad. ¿Cómo confiar en las instituciones cuando parece que las
decisiones no están orientadas al bien común, sino a intereses políticos? Este desencanto
no solo afecta nuestra relación con el Estado, sino también nuestra cohesión como
sociedad.
ARGUMENTOS
Las reformas constitucionales en el Perú han sido objeto de intensos debates, y desde mi
perspectiva, las implementadas en los últimos años han tenido efectos negativos en el
cumplimiento del fin supremo del Estado, que es la defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad. A continuación, expongo en detalle los argumentos que
sustentan esta opinión, incorporando datos, análisis de expertos y ejemplos recientes.
4
El politólogo Carlos Meléndez ha señalado que la falta de consulta y consenso en
reformas como esta reduce la confianza ciudadana en el sistema político y limita la
capacidad del pueblo para influir en las decisiones estatales.
Este tipo de medidas perpetúan un modelo político que excluye a las voces más
vulnerables, contrario al principio de dignidad humana.
Este patrón se repite en la adquisición de fertilizantes por parte de Agro rural, donde la
falta de especificaciones claras y denuncias de corrupción afectaron la respuesta a la
crisis alimentaria.
Estas acciones no solo generan inestabilidad política, sino que también debilitan la
legitimidad de las instituciones encargadas de garantizar derechos fundamentales, como
el acceso a una justicia imparcial.
5
El impacto en la percepción ciudadana es alarmante: según una encuesta del Instituto de
Estudios Peruanos (IEP), un 72% de los peruanos considera que el sistema judicial es
corrupto, mientras que un 65% desconfía del Congreso como órgano legislador.
Esto evidencia un enfoque cortoplacista que privilegia los anuncios mediáticos sobre
soluciones estructurales. Como resultado, las reformas terminan siendo ineficaces y
aumentan la frustración ciudadana al no generar resultados tangibles.
La politóloga Magdangélica Terry afirma que este tipo de exclusión profundiza las
brechas sociales y refuerza la percepción de que las instituciones trabajan para intereses
ajenos a los del pueblo
6
CONCLUSION
Las reformas constitucionales recientes en el Perú evidencian un complejo panorama
donde los principios fundamentales del Estado, como la defensa de la persona humana y
el respeto de su dignidad, parecen haber quedado relegados frente a intereses políticos y
acciones improvisadas. La magnitud de los desafíos que enfrenta el país, desde la
corrupción hasta la desconfianza institucional, resalta la urgente necesidad de repensar
cómo se diseñan y ejecutan estas transformaciones.
El análisis presentado muestra que las reformas han adolecido de un enfoque integral y
sostenible. Aunque algunas han sido motivadas por demandas sociales legítimas, como
la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la justicia, su implementación ha
sido insuficiente. Por ejemplo, los altos niveles de corrupción reportados por la
Contraloría General de la República, que representan pérdidas económicas anuales de
más de 22 mil millones de soles, revelan que las medidas adoptadas no han logrado un
impacto estructural. Esta ineficacia no solo afecta la prestación de servicios básicos,
como la educación y la justicia, sino que también perpetúa un ciclo de exclusión y
desigualdad.
Otro aspecto crucial es la exclusión de las voces ciudadanas en los procesos de reforma.
En un país multicultural como el Perú, la falta de consulta a comunidades indígenas,
organizaciones civiles y otros sectores representativos no solo margina a los más
vulnerables, sino que también contradice el principio constitucional de dignidad. Según
expertos como Magdangélica Terry, esta exclusión profundiza las brechas sociales y
7
perpetúa la percepción de que el Estado opera al margen de las necesidades reales de su
población.
BIBLIOGRAFIA
8
ENLACE YOUTUBE
https://youtu.be/iuoTdjgIrug