Ud3 Fundamentos Cientificos Prof Psicologia
Ud3 Fundamentos Cientificos Prof Psicologia
Ud3 Fundamentos Cientificos Prof Psicologia
3.2.1. Principios Éticos de los Psicólogos y Código de Conducta: principios generales ........ 11
Resumen ...................................................................................................................... 28
2
UD 3. Ética y deontología en el ejercicio profesional de la
psicología general sanitaria
Toda sociedad está inmersa en reglas morales que rigen la adecuación o no de sus actuaciones.
La moral es el compendio de principios, valores y criterios que van a guiar la conducta de una
persona y que la hacen actuar de manera socialmente correcta ante una determinada situación.
Asimismo, la ética deriva del razonamiento crítico y reflexivo de esas reglas morales y guía al
individuo para designar su propio sistema de valores.
Ejemplo:
1. Eres testigo del robo de un banco. Sin embargo, también has visto cómo el ladrón
entrega todo el dinero a un centro de protección de menores para ayudar en la
reforma y sustento de este. En esta situación hay dos opciones: puedes denunciar el
robo y decir dónde está el dinero, pero, si lo haces, sabes que este será devuelto al
banco y no servirá para el cuidado de los niños. Por otro lado, podrías no denunciar,
pero entonces serías cómplice de un delito y el ladrón quedaría impune.
2. Es el año 1856 y has llegado a un pueblo de China. Al entrar en su plaza, van a
ejecutar a cuatro hombres, los cuales son inocentes del delito del que se les acusa.
Al verte, asombrados, dicen que, para celebrar tu visita, van a liberar a tres de ellos,
pero solo si eres tú el que matas al cuarto. Si no aceptas la oferta, matarán a los
cuatro, pero, si lo haces, tú tendrás que matar a uno.
Tu elección estará marcada por las normas morales y éticas que rijan tu comportamiento.
Seguramente, habrá discrepancias si lo comentas con amigos, familiares, etc. Aunque todos
estamos guiados por una moral general, cada uno presenta sus diferencias a la hora de
interpretar una situación, de ver qué actuación sería o no la correcta.
Del mismo modo que cada sociedad está dirigida por su moral y ética, la mayoría de las
profesiones se rigen por códigos éticos y deontológicos de obligado cumplimiento por los
profesionales que están en ejercicio activo. Estos definen, a nivel global y consensuado, cuál es
la actuación profesional adecuada en cada caso para evitar «juicios de valor» diferentes según el
profesional que esté inmerso en ellos o según quién los interprete (como sucede en los ejemplos
anteriormente expuestos).
Todas estas cuestiones vamos a tratarlas en esta unidad. Si bien en la Unidad didáctica 1
abordamos la legislación que marca la legalidad de la actuación profesional, es decir, hablamos
de la responsabilidad legal, en la presente unidad nos adentraremos en los detalles ético-morales
de esta, analizando los principios bioéticos y psicoéticos de la profesión, así como las diferentes
normativas deontológicas que la rigen, profundizando en la responsabilidad ética.
4
3.1. Bioética y psicoética
A lo largo de la historia se han ido modificando las reglas morales que han guiado a la sociedad,
lo que ha dado lugar al surgimiento de la bioética. En primer lugar, la investigación en salud ha
evolucionado, produciéndose un gran auge de la experimentación animal y humana. Sin embargo,
a veces, estos estudios han rozado la fina línea que diferencia lo apropiado de lo inapropiado y,
en ocasiones, hasta inaceptable; todo ello tanto a nivel de uso de los seres vivos como de los
recursos naturales, aunque fuera con la intención de curar o mejorar la calidad de vida de las
personas.
A su vez, también se ha producido un cambio legal. A este nivel, el consultante ha pasado de ser
un mero espectador de las decisiones que otros (médicos, enfermeras, psicólogos, etc.) tomaban
sobre su salud a emanciparse y tener la autonomía para ser él quien decide sobre la misma,
teniendo que dar su consentimiento informado para todos los procesos (tal como se vio en la
Unidad didáctica 1).
Viaja
En base a ello, se reflexionó, tanto a nivel científico como aplicado, sobre cuáles eran las
actuaciones profesionalmente éticas. Así, surgió la bioética como disciplina para el análisis y
defensa del comportamiento correcto en relación con la «manipulación» de la vida (Pérez, 2010).
A partir del surgimiento de esta es cuando también emerge el «principialismo secular», el
cual basa los principios éticos desde una perspectiva no religiosa, sino de toma de decisiones y
actuaciones morales tanto por parte del profesional sanitario como por parte de la persona que
presenta un problema de salud (Ocampo, 2013).
5
En base a ello, los padres decidieron no permitir la operación. Los administradores del
hospital y los pediatras no estuvieron de acuerdo e inmediatamente convocaron una reunión
de emergencia con un juez, John Baker. Owens, el obstetra, testificó en esta audiencia y
repitió la información que les facilitó a los padres: «Incluso si la cirugía fuese exitosa, la
posibilidad de una calidad de vida medianamente adecuada es inexistente debido al severo
e irreversible retardo mental del niño».
El padre de Baby Doe, quien era profesor de una escuela pública y ocasionalmente trabajó
de cerca con niños con síndrome de Down, también testificó; él estaba de acuerdo con Owens
y sentía que aquellos niños nunca lograban «una calidad de vida meramente aceptable».
Baker, el juez, determinó que los padres tenían el derecho de tomar la decisión con respecto
a tratar o no tratar al niño. El abogado del distrito intervino y apeló tal decisión a la Corte
del condado y, tras perder esta apelación, apeló a la Corte Suprema de Indiana. Ambas
apelaciones fallaron y cada una de ellas otorgó la jurisdicción a los padres. Sin embargo, el
abogado, incesante, apeló a la Corte Suprema federal de los Estados Unidos para una
intervención de emergencia, pero Baby Doe murió a los 6 días de edad, antes de llegar el
caso a Washington D. C.
6
Principio de beneficencia
Principio de no maleficencia
Este obliga al profesional a no hacer daño o causar sufrimiento al usuario nunca, evitando todo
riesgo que pudiera correr este en el curso del tratamiento. Este principio está relacionado con
la negligencia profesional, es decir, la acción involuntaria por la cual se causa un perjuicio a
la persona atendida.
Principio de autonomía
Marca el derecho a la autodeterminación del usuario, siendo libre de tomar las decisiones que
atañen a su vida, incluso teniendo la oportunidad de equivocarse. Así pues, el profesional
deberá respetar sus valores y opciones personales. De este principio parte el consentimiento
informado, dándole a la persona la potestad de aceptar o rechazar el tratamiento y de escoger
entre varios posibles que puedan ayudarlo.
Principio de justicia
7
Ejemplo:
1. El usuario acude a consulta por un motivo diferente del que el terapeuta detecta, que
es la dificultad principal a tratar para mejorar su problema y calidad de vida. ¿Cómo
actuaríamos en este caso?
2. Queremos proponer al usuario la realización de exposición a los estímulos asociados
con una experiencia traumática, sin embargo, sabemos que este va a «sufrir» con
ello. ¿Estaríamos incumpliendo el principio de no maleficencia? ¿Podemos realizar esa
intervención?
3. Nos han propuesto realizar un programa de prevención secundaria para eliminar
hábitos no saludables en población de riesgo de padecer una enfermedad coronaria.
Sin embargo, nos han contado que los usuarios presentan poca conciencia de que las
conductas que están llevando a cabo son negativas para ellos y que estos están
conformes con su estilo de vida. ¿Podemos llevar a cabo esta intervención?
4. Una terapeuta le explica a su usuario, el cual expone como motivo principal de
consulta que necesita ayuda, dado que ha sido condenado por malos tratos a su
pareja, que por motivos personales no puede atenderle. El usuario no toma bien esta
decisión, refiriendo que no le quiere atender por ser un maltratador. ¿Está vulnerando
el principio de justicia discriminando a esta persona?
Cada uno de los cuatro principios expuestos anteriormente no actúa por sí mismo, sino influido
por los demás. Como dilemas bioéticos, tenemos que reflexionar acerca de estos, tomando la
decisión más razonada y argumentada en base a todos ellos. Así, en el primer caso expuesto en
el ejemplo, según el principio de autonomía, tendría derecho a elegir su intervención y
tratamiento, pero, según el de beneficencia, el profesional debe velar por el bien del usuario y
hacer que este consiga el mayor beneficio. Poniendo en juego ambos, lo ideal sería comentar con
la persona nuestras conclusiones, dándole información veraz y entendible, pero sin intentar
manipularla o convencerla de que nuestra opción es la correcta. Debemos, tras darle todos los
datos, aceptar su decisión.
8
En el segundo caso expuesto, aunque el principio de no maleficencia establezca que no debemos
hacer sufrir o dañar al paciente, aunque sea de manera no intencional, el principio de beneficencia
establece que debemos procurarle un servicio adecuado con la mejor terapéutica posible. Así
pues, debemos explicarle al usuario tanto los pros como los contras de la intervención, detallando
que la exposición es necesaria para la resolución del problema. En último término, será él mismo,
por el principio de autonomía, quien elegirá si la realiza o no.
En relación con el tercer caso, según el principio de autonomía, el usuario debe ser libre para
decidir acerca de su salud y su vida. Sin embargo, según el de beneficencia, sería nuestro deber
procurar hacerle ver lo negativo de su conducta. Así pues, debemos informar a los usuarios de
los objetivos del programa, junto con lo perjudicial de su conducta y su libertad de no acudir al
programa. Una vez más, respetaremos el principio de autonomía, decidiendo ellos si acuden al
programa o no.
Por último, en el cuarto caso, si bien podríamos no respetar el principio de justicia, ya que no se
le está proveyendo al usuario atención, según el principio de beneficencia y no maleficencia, el
profesional no debe atender al usuario si cree que no le dará la atención más correcta por algún
motivo justificado, es decir, esta decisión deberá estar basada en una causa lícita, significativa y
sustancial. Sin embargo, la terapeuta deberá derivar a la persona a otro profesional que sí pueda
atenderle adecuadamente.
En este sentido, existen comités éticos que velan por el cumplimiento de las doctrinas bioéticas
y psicoéticas. En la práctica clínica, existen dentro de los hospitales los comités de Ética para la
Asistencia Sanitaria o, dentro de los colegios de psicólogos, existen comisiones para ello. En
relación con la investigación, también existen los comités éticos-científicos, encargados de velar
por este cumplimiento. Para ello, cada proyecto de investigación debe ser aprobado por el comité
del centro de investigación donde este vaya a llevarse a cabo, por ejemplo, una universidad, un
hospital, etc.
9
3.2. Deontología en el ejercicio profesional del psicólogo general
sanitario
Como hemos venido detallando, el psicólogo general sanitario (PGS) está inmerso en tres niveles
de compromiso diferentes: las leyes nacionales y estatales (comentadas en la Unidad didáctica
1), las normas bioéticas y psicoéticas (expuestas previamente) y, por último, su práctica es
regulada por las consideraciones deontológicas, las cuales marcan los valores y conductas propias
de la profesión.
El código deontológico es el que recoge estas reglas de actuación profesional, siendo estas más
detalladas y precisas que los principios bioéticos (aunque están fundamentadas por ellos y la
legislación vigente en materia de salud). Así, este código se ocupa de los deberes del psicólogo,
adoptando su punto de vista particular.
Dentro de las normas deontológicas, habría tres códigos que considerar, con diferentes niveles
de alcance. A nivel mundial se encuentran los Principios Éticos de los Psicólogos y Código
de Conducta de la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association
[APA], 2017), a nivel europeo está el Metacódigo de la Federación Europea de Asociaciones
de Psicólogos (Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos [EFPA], 2005) y a nivel
español, el Código Deontológico del Psicólogo (Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos [COP], 2015). Vamos a ver cada uno de ellos, ya que todos nos afectan, pero
profundizaremos en el español, puesto que es el que tenemos que extrapolar al 100 % en el día
a día de nuestra práctica profesional.
10
Figura 2. Principales códigos éticos en el ámbito de la psicología.
El Código de la Asociación América de Psicología (APA, 2017) adopta los principios bioéticos como
eje de su fundamentación. Este tiene como objetivo dotar al psicólogo de normas para su
actuación profesional, así como proteger a las personas con las que este trabaja. Como principios
generales, es decir, ideales que no se establecen como normas (por lo que no son de obligado
cumplimiento ni pueden ser sancionados), pero que dictan la moral de la actuación, se establecen:
PRINCIPIO GENERAL
11
La actuación del psicólogo debe estar basada en la «exactitud,
honestidad y veracidad», evitando el engaño, fraude, robo,
promesas imprudentes o asumir compromisos que no se puedan
C. Integridad
cumplir. Solo en ocasiones éticamente defendibles y por el bien del
usuario, se podrá utilizar el engaño, siempre valorando las
consecuencias que pudiera tener este.
E. Respeto por los Se deben respetar las diferencias individuales (por ejemplo, raza,
derechos y la dignidad religión, orientación sexual, etc.), así como la privacidad,
de las personas confidencialidad y autodeterminación de toda persona.
Viaja
Se pueden consultar al completo los Principios Éticos de los Psicólogos y Código de Conducta
(APA, 2017).
Competencia
El psicólogo debe esforzarse por tener una formación actualizada. Así, debe tener la
capacitación necesaria para realizar cada actuación profesional que ejecute o, en caso negativo,
derivar a la persona a otro profesional. Esto es solo rebatible cuando:
a. no existe capacitación para una determinada atención: el psicólogo podría actuar sin
esta, siempre que asegure no dañar al paciente;
b. es una situación de emergencia y es el único recurso para que la persona no quede sin
atención.
12
Del mismo modo, no iniciará una intervención si sus problemas personales pudieran influir en
ella.
Relaciones humanas
Privacidad y confidencialidad
Nota
Se podrá revelar información previo consentimiento del usuario, aportando solo la información
relativa al objetivo de la comunicación y, sin consentimiento, solo en los casos que indica la ley
o ante las siguientes situaciones:
Se debe evitar dar información falsa en relación con la capacidad, currículum, servicios, etc. En
publicidad, comentarios públicos o en prensa, anuncios de cursos, talleres, etc., se debe
describir detalladamente la información relacionada con ello, estar basada en sus capacidades
profesionales y ser una actuación ética.
13
Registros y honorarios
Es necesario que el psicólogo y el usuario acuerden los honorarios y forma de pago lo antes
posible, prestando atención a que el profesional no tergiverse la retribución y esta se ajuste a
derecho. Si el usuario no paga, se le debe informar antes de limitarle los servicios o tomar
medidas para que lo haga.
Educación y capacitación
Se deben tomar las medidas oportunas para asegurar la calidad de la formación y la precisión
de la información trasmitida. Los docentes no deben realizar terapia o mantener vínculos
sexuales con los estudiantes.
Investigación y publicación
Evaluación
Nota
Las intervenciones se deben basar en técnicas adecuadas para sustentarlas; si, por alguna
cuestión externa, esto no se produce, se deberá informar sobre ello. Siempre se pedirá el
consentimiento informado para la evaluación, a excepción de que:
Así, los instrumentos de evaluación deben ser fiables, actualizados y válidos para el usuario
que los cumplimente. Para interpretar los test, se deben tener en cuenta tanto las puntuaciones
en estos como las características y situación personal del usuario, explicando a este los
resultados.
14
Terapia
Antes del inicio de la terapia se debe obtener el consentimiento del paciente, informándolo de
todo el proceso (honorarios, procedimiento, riesgos, etc.). Del mismo modo, ante terapias de
pareja o de grupo, deben determinarse, al inicio, los roles, límite de confidencialidad, etc. Del
mismo modo, el psicólogo deberá discutir y considerar cuidadosamente si intervenir con un
usuario que está siguiendo otra terapia, con el fin de no poner en riesgo a este. La finalización
de la terapia se realizará cuando el usuario ya no necesite de ella, no esté consiguiendo
beneficios, le esté produciendo un daño o el terapeuta esté en riesgo.
El psicólogo no podrá tener intimidad sexual con usuarios, parientes o personas muy
significativas para estos ni podrá concluir la intervención con antelación a su finalización para
poder hacerlo; solo podrá hacerlo tras dos años de la finalización de la intervención, en
circunstancias excepcionales y demostrando que no ha habido explotación. Del mismo modo,
no podrá intervenir con personas con quienes haya tenido previamente intimidad sexual.
Ejemplo:
¿Recuerdas los casos expuestos al inicio de la unidad? ¿Cómo se resolverían en base a estas
normas?
«Un terapeuta se plantea la necesidad de derivar a un usuario que, tras dos meses de
tratamiento, no ha mejorado su problema. ¿Esto es éticamente correcto? ¿Quién nos dice lo
que es o no adecuado? ¿Qué consecuencias tendría la derivación o no?».
La terapia puede finalizar cuando se observe que no se están obteniendo beneficios con ella.
Sin embargo, para asegurar la atención de la persona, la debemos derivar a un profesional
que consideremos que puede intervenir de manera eficaz en la situación.
«Ana es terapeuta en un centro psicológico. Hace seis meses que finalizó la intervención con
Mario. Desde hace un par de meses se lo ha encontrado varias veces en algunos lugares,
como centros comerciales, el gimnasio, etc., ya que este se ha mudado a vivir a su barrio.
Ana se plantea: si una pesona ha sido tu usuario, ¿es éticamente correcto iniciar una relación
sentimental con él/ella después de haber finalizado el tratamiento?».
No es éticamente correcto iniciar una relación, de cualquier índole que no sea profesional,
con un usuario. Solo bajo excepciones y demostrando que el psicólogo no ha utilizado la
información recogida o su influencia sobre el usuario, podrá darse esta si han pasado dos
años tras la finalización del tratamiento.
15
3.2.2. Metacódigo de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos
El Metacódigo Europeo (EFPA, 2005) está organizado en tres partes: «Preámbulo», «Principios
éticos» y «Contenidos de los códigos de las asociaciones miembro». En el primero de estos
apartados, el «Preámbulo», se remarca que los psicólogos fundamentarán sus intervenciones
en «un cuerpo de conocimiento válido y fiable basado en la investigación» (2005, p. 1). Al igual
que el código de la APA (2017), este establece como principios éticos el respeto a los derechos y
dignidad de las personas, la competencia profesional, la responsabilidad de cara al usuario, la
comunidad y la sociedad, y la promoción de la integridad.
Viaja
En relación con los contenidos, estos se dividen en cuatro puntos o principios básicos, de los
cuales pasamos a describir los aspectos fundamentales:
Se establece que el psicólogo deberá respetar las diferencias individuales (en competencia,
cultura, roles, etc.), fomentando la autonomía del usuario; deberá indagar en la información
del usuario sin sobrepasar el propósito profesional y manejar la información de forma
confidencial, y, en caso de tener que revelar alguna información, solo proporcionará la relevante
para el objetivo en cuestión.
Competencia
16
Responsabilidad
Se debe asumir una responsabilidad general por las acciones realizadas y las consecuencias de
estas (no solo propias, sino también de las personas que estén bajo nuestra supervisión). Se
debe desarrollar una actividad científica y profesional de «alto nivel» y tener una continuidad
en la atención a los usuarios.
Integridad
Se debe ser preciso al comunicar e informar sobre sí mismo (formación, experiencia, etc.), así
como en el manejo de la información sobre el usuario (hipótesis, conclusiones en informes,
etc.). Del mismo modo, no se debe aprovechar la relación profesional con el usuario para
obtener favores, etc.
El Código Deontológico del Psicólogo (COP, 2015) está conformado por 61 artículos repartidos en
nueve títulos. El psicólogo debe ser conocedor de todos y cada uno de los artículos, dado que son
de obligado complimiento. Estos se estructuran en los siguientes títulos:
• Título preliminar
• Título I. Principios generales
• Título II. De la competencia profesional y de la relación con otros profesionales
• Título III. De la intervención
• Título IV. De la investigación y docencia
• Título V. De la obtención y uso de la información
• Título VI. De la publicidad
• Título VII. De los honorarios y remuneración
• Título VIII. Garantías procesales
Viaja
17
A modo de resumen, se enumeran a continuación algunas nociones básicas establecidas en dicho
código:
Principios generales
Los principios generales, alineados con los principios éticos señalados en apartados
anteriores, se recogen en los arts. 5.º a 15.º. En ellos se exponen los objetivos del ejercicio de
la psicología (bienestar, salud, calidad de vida, etc.) (art. 5.º); la colaboración interdisciplinar
en la atención al usuario y el respeto de los derechos de este; la prudencia en el uso de
instrumentos y técnicas de intervención fundamentadas objetiva y científicamente
(art. 6.º); el deber de informar de violaciones de los derechos humanos, malos tratos,
situaciones inhumanas o degradantes (art. 8.º), y el respeto a cualquier criterio moral y
religioso (art. 9.º), así como la no discriminación por razón de edad, raza, sexo, ideología,
clase social, etc. (art. 10.º). Asimismo, en los informes escritos, el psicólogo debe ser «cauto,
prudente y crítico», de modo que no emplee etiquetas devaluadoras y discriminatorias
(p. ej.: normal/anormal, adaptado/inadaptado, inteligente/deficiente…) (art. 12.º). Finalmente,
también se hace alusión en este título a la denuncia del intrusismo (art. 14.º).
Los arts. 16.º a 23.º recogen aspectos relacionados con la competencia profesional, como la
especialización y la formación continua (art. 17.º), la no utilización de medios o
procedimientos que no estén lo suficientemente contrastados sin informar a los clientes de
ello (art. 18º) o el no ejercicio de prácticas o procedimientos «ajenos al fundamento científico
de la psicología» (art. 21.º). Igualmente, se abordan cuestiones relativas a la relación con
otros profesionales, abogando por un respeto recíproco entre profesiones (art. 23.º), sin
desacreditar a otros compañeros de profesión, independientemente de la escuela o tipo de
intervención que empleen, siempre que cuenten con credibilidad científica y profesional (art.
22.º).
Intervención
18
Obtención y uso de la información
Nota
Igualmente, se contempla en este título el derecho del usuario a ser informado del contenido
de un informe psicológico en aquellas situaciones en las que la evaluación o la intervención
haya sido solicitada por otra persona (jueces, profesores, padres, etc.) (art. 42.º). En general,
cualquier informe psicológico deberá ser claro, preciso, riguroso y comprensible para el
destinatario, exponiendo las limitaciones, el grado de certidumbre de los contenidos, si es de
carácter temporal o actual, las técnicas que se han empleado para su elaboración y los datos
del profesional que lo emite (art. 48.º).
Honorarios y remuneración
En cuanto a los honorarios, se establece que estos deberán informarse al usuario antes de
realizar su servicio profesional (art. 55.º).
19
Tras haber visto todos los aspectos éticos relacionados con la actividad profesional, es
conveniente señalar que, ante un caso, pueden entrar en conflicto distintas normas éticas o
artículos del Código Deontológico. En este sentido, como se indica en el artículo 61.º del Código
Deontológico: «cuando un psicólogo se vea en el conflicto de normas adversas, incompatibles, ya
legales, ya de este Código Deontológico, que entran en colisión para un caso concreto, resolverá
en conciencia, informando a las distintas partes interesadas y a la Comisión Deontológica
Colegial» (COP, 2015, p. 13).
Una vez abordadas las cuestiones éticas y deontológicas de la psicología, este apartado se centra
en una de las salidas profesionales más habituales en esta rama de la psicología: la actividad por
cuenta propia. Así pues, resulta conveniente conocer, de forma general, los requisitos y pasos
necesarios para establecer una consulta psicológica.
En este apartado se abordarán de forma genérica algunas preguntas orientativas que pueden
hacerse para generar un plan de negocio (sin tratar de ser un listado exhaustivo), para, a
continuación, abordar los trámites administrativos y legales que permiten ejercer por cuenta
propia, es decir, como autónomo.
Plan de negocio
20
• Qué te diferenciará del resto de profesionales.
• Qué honorarios (o tarifas) vas a marcar según el tipo de servicio. A la hora de establecer
cada tarifa, es aconsejable tener en cuenta el entorno en el que se ubica el centro o en el
que ofreces tus servicios, el nivel económico de la población objetivo, los gastos
mensuales, el tipo de servicio ofrecido, etc.
• Cuál es el presupuesto inicial (quizá de ello dependa el tipo de formato que empleamos
en nuestra consulta, del centro que escojamos, si se invertirá en marketing, etc.).
Internos Externos
Debilidades Amenazas
Negativos
- Falta de experiencia.
Fortalezas Oportunidades
- Formación especializada en - Alta demanda de atención
Positivos
21
Del mismo modo, deberíamos plantearnos qué tipo de recursos serían necesarios para
desarrollar nuestros servicios y con qué gastos contaríamos. Por ejemplo, podemos ser un único
psicólogo o trabajar con un equipo de psicólogos, o en un centro multidisciplinar, etc. (recursos
humanos), y requerir de material de oficina, ordenadores, herramientas de evaluación, manuales,
mobiliario, etc. (recursos materiales). Además, habría que considerar el coste del alquiler y/o los
gastos mensuales (luz, agua, Internet…). Igualmente, en caso de llevar a cabo una reforma del
local en el que se llevará a cabo la actividad profesional, se deberá considerar el coste de esta.
Tras exponer algunas cuestiones a tener en cuenta antes de la creación de una empresa, en este
apartado se exponen los requisitos que se deben cumplir para poner en marcha la idea planteada
previamente.
A continuación, se expone de forma general esta información, si bien conviene recordar que los
trámites pueden variar en función de la comunidad autónoma donde se establezca la
actividad profesional. Por tanto, es recomendable informarse en el colegio profesional que
corresponda según la ubicación del centro sanitario, para poder cumplir con las obligaciones
legales y administrativas.
En primer lugar, para ejercer como PGS por cuenta propia en España es obligatorio tener el título
oficial de licenciatura o grado en Psicología, así como el título del Máster en Psicología
General Sanitaria (MPGS), el título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica (PEPC) o la
habilitación para el ejercicio sanitario (obtenida antes de 2014) (Colegio Oficial de Psicología de
Castilla y León, s. f.).
Nota
Una vez se esté en posesión de dichos títulos, los trámites son los siguientes:
Nota
22
Seguro de responsabilidad civil profesional
Este seguro es obligatorio para los profesionales sanitarios, ya que cubrirá cualquier
indemnización derivada de un posible daño. Habitualmente, este seguro se contrata en el
colegio de psicólogos, aunque puede hacerse con otras aseguradoras si se estima conveniente.
Si bien dependerá de dónde llevemos a cabo nuestra actividad (en un centro nuevo, en uno
que ya cuente con número de registro sanitario, en una policlínica, en un espacio de coworking,
en nuestro domicilio, etc.), en general, será necesario tramitar dos registros para la apertura
del centro (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, 2022):
Asimismo, los trámites podrán variar en función de si se trata de una persona física o jurídica.
Cumplir con la protección de datos personales es una obligación. Como vimos en la Unidad
didáctica 1, debemos asegurar el cumplimiento de lo indicado en la Ley Orgánica 3/2018, de 5
de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPD)
(2018).
En este punto puede ser de interés consultar la página web de la Agencia Española de Protección
de Datos o consultar con un profesional que nos asesore para cumplir con todas las obligaciones
legales.
23
Alta en la Seguridad Social: Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)
Como cualquier profesional que ejerce una actividad por cuenta propia, se debe tramitar el alta
en la Seguridad Social como autónomo, siendo recomendable consultar las bonificaciones o
ayudas vigentes (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, 2022).
En este apartado también sería recomendable consultar con una asesoría o gestoría
especializada.
Viaja
Profundiza en los trámites para el inicio de actividad por cuenta propia en este documento
elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), en
colaboración con el Consejo General de la Psicología en 2022.
24
Nota
Es importante destacar que, aunque la terapia se desarrolle online, deben cumplirse los
trámites legales para el ejercicio de la actividad sanitaria que indique cada comunidad
autónoma.
Estas intervenciones que hacen uso de las TIC para el tratamiento psicológico presentan múltiples
denominaciones como e-terapia, terapia online, telepsicología, etc. La Asociación Americana
de Psicología (APA, 2013) ha definido las intervenciones telepsicológicas como «la provisión
de servicios psicológicos mediante tecnologías que permiten la comunicación no presencial, entre
las que se incluyen el teléfono, e-mail, texto, videoconferencia, aplicaciones móviles y programas
estructurados en una web» (p. 792).
Ventajas Inconvenientes
Fácil acceso e inicio de una terapia Existencia de ciertos riesgos clínicos dentro
psicológica para aquellas personas que tengan de esta intervención que son más difíciles de
dificultad para desplazarse a un lugar concreto. manejar (por ejemplo, la intervención en
crisis).
Menor coste, ya que se tiene que invertir No se puede atender a todas las personas
menos tiempo y dinero (no hay que por igual, ya que hay colectivos, que no
desplazarse, etc.). poseen la tecnología apropiada, que no pueden
utilizar este servicio.
25
Adaptación de los horarios y continuación de Existencia aún de un vacío respecto a
la intervención (por ejemplo, en personas que regulación legal y deontológica específica para
viajan mucho o por cambio de residencia). esta práctica.
Es importante remarcar en este punto que, debido a que este ámbito es joven e incipiente, aún
está en pleno desarrollo, por lo que no existe aún evidencia empírica suficiente para legitimar la
utilidad clínica de estas intervenciones. Por ejemplo, hay estudios que indican que se puede
construir una buena alianza terapéutica a través de la terapia online (Knaevelsrud y Maekcker,
2007), pero otros apuntan a que esta es compleja en este formato (González-Peña et al., 2017).
Se ha encontrado apoyo empírico para el uso de este tipo de abordaje en problemas como
ansiedad (Peñate y Fumero, 2016), depresión (Cuijpers et al., 2017), insomnio (Buysse, 2013),
sobrepeso/obesidad (Sepah et al., 2015) o trastorno obsesivo compulsivo (Gemar-Fernández y
Romero López Alberca, 2021). Sin embargo, los resultados dependen del tipo de población
estudiada, la edad de los usuarios, el tipo y gravedad del problema, etc.
Viaja
26
• Hay que realizar una evaluación y seguimiento del impacto que tiene la atención
online en el usuario y en la propia intervención. En caso de que haya aspectos negativos,
habrá que pasar a modalidad presencial o derivar a otro profesional si esto no puede
realizarse.
• Hay que constatar la identidad del usuario para asegurarnos de quién es y que
nuestros contactos son con él (por ejemplo, es él o ella el que lee nuestros correos, etc.).
• Hay que asegurar el cumplimiento de los principios de protección de datos y
derechos de las personas, más fácilmente vulnerables en modalidad online por parte de
terceros. Para ello, es conveniente acordar con el usuario un espacio donde debe tener
lugar la sesión, apartado de otras personas. Por parte del terapeuta, se debe cumplir
también con ello, además de asegurarse de no mezclar sus cuentas o perfiles personales
con los profesionales.
• Hay que conocer la legislación y códigos éticos y deontológicos que rigen la
prestación de servicios psicológicos en el país en el que se encuentre el usuario que se
está atendiendo, ya que la práctica profesional está ligada a ellos (no al país de origen del
terapeuta).
• Hay que adaptar el modo de evaluación, las herramientas y las técnicas
psicológicas a esta modalidad, llevando a cabo los ajustes necesarios sin perder el
objetivo y los fundamentos de estas.
• Hay que trabajar con plataformas online que cumplan los requisitos legales y de
protección de datos, ya que todos los recursos de Internet no están preparados para
acoger este tipo de servicios, por ejemplo, para las sesiones a través de videollamada.
• Ideación suicida.
• Agresores sexuales.
• Relaciones violentas o violencia de género.
• Ideación homicida o amenaza de dañar a otras personas.
• Trastornos graves de la conducta alimentaria.
• Abuso de sustancias.
• Trastornos graves y/o que impliquen una pérdida del juicio de realidad.
27
Resumen
Como la mayoría de las profesiones y, especialmente, las sanitarias, la psicología se rige por unos
valores morales, unos fundamentos bioéticos o psicoéticos y un código deontológico, el cual
regula el ejercicio de la profesión marcando las acciones éticamente correctas o incorrectas.
En relación con los principios bioéticos y psicoéticos aplicados a las personas atendidas, podemos
destacar los siguientes:
Existen comités éticos, tanto clínicos como de investigación, responsables de velar por el
cumplimiento de estos principios y actuar de consultores en caso de duda sobre alguna actuación
específica, mediadores en casos de conflicto o sancionadores si se llega a llevar a cabo alguna
acción en contra de ellos.
Dentro de la deontología profesional, la psicología está regulada por tres códigos principalmente:
• Principios Éticos de los Psicólogos y Código de Conducta (APA, 2017), los cuales, basados
en los principios bioéticos, marcan la actuación profesional a nivel internacional. Además,
establecen normas de comportamiento para la resolución de cuestiones éticas, la
competencia profesional, las relaciones humanas, la privacidad y confidencialidad, la
publicidad, el registro de la información, los honorarios, la capacitación profesional, la
investigación, la evaluación y la terapia.
• Metacódigo de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA, 2005), por el
cual se regula, a nivel europeo, la profesión. Este se fundamenta en cuatro puntos
fundamentales, como son el respeto a los derechos y la dignidad de las personas, la
competencia, la responsabilidad profesional y la integridad.
• Código Deontológico del Psicólogo, publicado por el Consejo General de Psicólogos de
España (COP, 2015). Está compuesto por diferentes artículos divididos en: competencia
profesional y relación con otros profesionales, intervención, investigación y docencia,
obtención y uso de la información, publicidad, honorarios y remuneración y garantías
procesales.
Todo ello es de obligado cumplimiento, por lo que es necesario su estudio, comprensión, manejo
y aplicación, tanto en intervención presencial como online.
28
Mapa de contenidos
29
Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Colegio Oficial de Psicólogos (2015). Código Deontológico del Psicólogo. Colegio Oficial de
Psicólogos. http://www.cop.es/pdf/CodigoDeontologicodelPsicologo-vigente.pdf
Pérez, M. (2010). Bioética, fundamentos, metodología. Revista Médica Clínica Las Condes,
21(1), 130-134. https://doi.org/10.1016/S0716-8640(10)70515-0
Bibliografía complementaria
Buysse, D. J. (2013). Insomnia. JAMA: Journal of the American Medical Association, 309(7),
706-716. https://doi.org/10.1001/jama.2013.193
Colegio Oficial de Psicología Castilla y León (s. f.). Consulta Privada de Psicología Sanitaria.
https://www.copcyl.es/consulta-privada-de-psicologia-sanitaria/
Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos de Investigación Biomédica y del
Comportamiento (1979). El Informe Belmont. Principios Éticos y Guías para la Protección de los
Sujetos Humanos de Investigación. U. S. Department of Health and Human Services.
https://www.hhs.gov/ohrp/regulations-and-policy/belmont-report/index.html
30
Cuijpers, P., Kleiboer, A., Karyotaki, E. y Riper, H. (2017). Internet and mobile interventions
for depression: Opportunities and challenges. Depression and Anxiety, 34(7), 596-602.
https://doi.org/10.1002/da.22641
Freeman, D., Bradley, J., Antley, A., Bourke, E., DeWeever, N., Evans, N. y Clark, D. M. (2016).
Virtual reality in the treatment of persecutory delusions: Randomised controlled experimental
study testing how to reduce delusional conviction. British Journal of Psychiatry, 209(01), 62–
67. https://doi.org/10.1192/bjp.bp.115.176438
González-Peña, P., Torres, R., Barrio, V. D. y Olmedo, M. (2017). Uso de las nuevas tecnologías
por parte de los psicólogos españoles y sus necesidades. Clínica y Salud, 28(2), 81-91.
https://doi.org/10.1016/j.clysa.2017.01.001
Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre
autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Boletín Oficial del Estado, 23
de octubre de 2003, núm. 254. https://www.boe.es/eli/es/rd/2003/10/10/1277/con
Speth, C. (2016). El análisis DAFO: los secretos para fortalecer su negocio. Economía y
empresa. 50Minutos.es.
31
Otros recursos
Fresco, J. (12 de junio de 2018). 10 pasos fundamentales para abrir una consulta de psicología.
Psiky. Psiky https://www.psiky.es/emprendimiento-psicologos/abrir-consulta-psicologia/
Fresco, J. (2018). Guía. Requisitos imprescindibles para montar una consulta de psicología en
España. Psiky. https://www.psiky.es/requisitos-consulta/
32