RED VELVET
RED VELVET
RED VELVET
https://youtu.be/XVboaykF0WM?si=WRAYUfFUtwfs9Waw
ELABORACIÓN:
Para hacer el bizcocho empezamos añadiendo el limón a la leche para hacer una
buttermilk casera. La dejamos reposar durante 10 minutos mientras seguimos con la receta.
En un bol, batimos los dos huevos un par de minutos hasta que espumen un poquito. Una
vez listos, añadimos el azúcar mientras seguimos batiendo. En un minuto tendremos el
azúcar integrado y la mezcla de un color más clarito. Añadimos el aceite de oliva. Para
darle sabor voy a utilizar extracto de vainilla. Con dos cucharaditas tenemos suficiente
para darle un toque avainillado a todo el bizcocho. Batimos un poquito más para repartir el
sabor por toda la masa.
Es el turno de los ingredientes secos. Como siempre, utilizamos un colador para tamizar
la harina y el cacao. Voy a utilizar un cacao en polvo puro 100%. Es importante utilizar
cacao de buena calidad, ya que sólo vamos a añadirle 2 cucharadas. Si le añadimos más
cacao, la mezcla se teñirá demasiado de marrón y no podremos conseguir ese color rojo
intenso tan característico de la tarta Red Velvet. Tamizamos los dos ingredientes a la vez.
Una vez tamizado, mezclamos todo con la batidora a velocidad mínima. No debemos
batirlo demasiado tiempo. Sólo lo justo hasta que tengamos una masa homogénea.
A estas alturas ya tendremos lista la buttermilk. Lo podemos comprobar al ver que se han
formado unos grumitos en la leche. Añadimos la buttermilk a la mezcla mientras batimos a
velocidad bajita. La buttermilk nos ayudará a que el bizcocho nos quede aún más jugoso.
Recordad que no es bueno batir en exceso la mezcla cuando ya hemos agregado la
harina. Cuando la tengamos mezclada dejamos de batir.
En esta tarta utilizaremos bicarbonato de sodio. En lugar de añadirlo directamente a la
masa, lo mezclamos con el vinagre blanco para activar el bicarbonato. Así que disolvemos
el bicarbonato rápidamente, lo vertemos en seguida sobre la masa y lo repartimos bien
por toda la mezcla.
Para darle color, utilizaré el colorante en pasta Red Extra de Sugarflair para conseguir
un rojo intenso. Si utilizáis colorantes líquidos debéis añadir más cantidad para colorear
vuestra masa. Pero aun así, no quedará con ese color rojo aterciopelado tan bonito que
se obtiene con el colorante en pasta.
Una vez tenemos la masa lista, la ponemos en una jarra para repartirla más
cómodamente en los moldes. Voy a utilizar tres moldes de 15 centímetros de diámetro.
Son desmontables, así que una vez tengamos los bizcochos horneados, los podremos
desmoldar fácilmente. Para que la masa no se pegue al molde, utilizo spray
antiadherente.
Repartimos la masa por igual en los tres moldes y los llevamos al horno precalentado a
165ºC. Unos 30 minutos. Sin aire. Es importante saber que las masas que llevan
bicarbonato, no deben reposar ya que con el transcurso del tiempo el bicarbonato pierde
propiedades. Lo ideal es tener el horno caliente para poner los bizcochos lo antes posible.
Recién salidos del horno los dejamos reposar en una rejilla durante 10 minutos. Ya veréis
que se desmoldan sólo con ponerlos boca abajo. Antes de dejarlos enfriar, rebanamos la
parte superior con una lira o cuchillo. Y ahora sí, dejamos los bizcochos en una rejilla
hasta que enfríen por completo.