IMPRESION
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PRINCIPIOS ECOSISTEMICOS
Principio 1: La elección de los objetivos de la gestión de los recursos debe
quedar en manos de la sociedad. Los procesos de conservación son
fenómenos sociales, por lo tanto, no hay que perder de vista que es la sociedad la
que protege o destruye los recursos naturales y esta “sociedad” en particular se
refiere a aquellas personas que están ligadas en forma permanente a estos
recursos. Por lo tanto, son ellas quienes deben darle un sentido a esa acción de
conservación en el marco de su desarrollo individual y colectivo. El papel de los
técnicos es revelar las consecuencias positivas o negativas de las decisiones,
para que las acciones sean lo más asertivas posible.
Principio 2: La gestión de los recursos debe basarse en el conocimiento
científico y en el monitoreo continuo de los ecosistemas. La toma de
decisiones sobre la gestión de los recursos debe estar respaldada por evidencia
científica sólida y actualizada. Esto implica realizar investigaciones y monitoreo
constantes para comprender mejor los procesos ecológicos y sus interacciones,
así como para evaluar el impacto de las actividades humanas en los ecosistemas.
Principio 3: Los administradores de los ecosistemas deben tener en cuenta
los efectos de sus actividades en los ecosistemas adyacentes y en otros
ecosistemas. Algunas de las intervenciones en los ecosistemas tienen efectos
impredecibles o desconocidos en otros ecosistemas, por ello se debe hacer un
análisis profundo de estas implicaciones. Esto significa la creación de alianzas que
permitan una gestión coordinada de los ecosistemas, superando barreras entre
instituciones, entre gobiernos u organizaciones y entre culturas. Los ecosistemas
no comprenden las barreras sociales, por lo tanto, su gestión no debe estar
limitada por ellas.
FLUJO DE ENERGÍA
En un enfoque ecosistémico, el flujo de energía implica la transferencia y transformación
de energía dentro de un ecosistema, siguiendo un camino unidireccional a través de los
diferentes niveles tróficos. Este flujo de energía es esencial para la actividad y la
biodiversidad del ecosistema, y cualquier alteración puede tener consecuencias
significativas en su estructura y función.
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FLUJO DE MATERIA
En un enfoque ecosistémico, el flujo de materia implica el movimiento de elementos
químicos y compuestos dentro del ecosistema a través de procesos como la fotosíntesis,
la respiración, la descomposición y otros ciclos biogeoquímicos. La regulación del flujo de
materia es crucial para mantener la estabilidad del ecosistema, y cualquier alteración
puede afectar significativamente la biodiversidad y el funcionamiento de este.
Zonificación
Instrumento técnico de planeación que puede ser utilizado en las anp´s, que
permiten ordenar su territorio en función del grado de conservación,
representatividad de sus ecosistemas, la vocación natural del terreno,
Zonificación por uso y actividad: Este enfoque implica dividir el área protegida
en zonas según las actividades humanas permitidas y los niveles de protección
requeridos. Por ejemplo, se pueden designar zonas de uso restringido para la
conservación estricta, zonas de uso sostenible para actividades como el
ecoturismo o la recolección sostenible de recursos, y zonas de amortiguamiento
para mitigar los impactos de actividades humanas en las áreas más sensibles.
El inventario: Es obtener una comprensión detallada y completa de los recursos
naturales y la biodiversidad presentes en el ecosistema en cuestión. Esto
proporciona una base de datos fundamental para la toma de decisiones
informadas en la planificación y gestión ambiental, así como también para la
conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.
Hábitats y tipos de cobertura del suelo: Identificación y mapeo de los diferentes
tipos de hábitats naturales presentes en el área, como bosques, humedales,
praderas, manglares, entre otros.
Especies de flora y fauna: Registro de las especies de plantas, animales y
microorganismos presentes en el ecosistema, incluyendo información sobre su
distribución, abundancia, diversidad y estado de conservación.
Recursos hídricos: Evaluación de la calidad y cantidad de agua superficial y
subterránea, así como también la identificación de cuerpos de agua, fuentes de
agua potable y zonas de recarga de acuíferos.
Recursos geológicos y suelos: Descripción de la geología, geomorfología y
características del suelo presentes en el área, así como también la identificación
de recursos minerales, suelos fértiles y sitios de importancia geológica
Infraestructura y usos del suelo: Registro de la infraestructura existente, como
carreteras, edificaciones y áreas urbanizadas, así como también el mapeo de
actividades humanas y usos del suelo, como la agricultura, la ganadería y la
extracción de recursos naturales.