Felices Por Ahora

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Felices Por Ahora

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Rating: Explicit
Archive Warning: Creator Chose Not To Use Archive Warnings
Category: F/F
Fandoms: 陈情令 | The Untamed (TV), 魔道祖师 - 墨香铜臭 | Módào Zǔshī -
Mòxiāng TóngxiùTóngxiù
Relationship: Lán Zhàn | Lán Wàngjī / Wèi Yīng | Wèi Wúxiàn
Characters: Lan Zhan | Lan Wangji, Wei Ying | Wei Wuxian, Lan Yuan | Lan Sizhui,
Ouyang Zizhen, Personajes femeninos originales
Additional Tags: AU moderna, Sin magia, f/f wangxian, Sólo había una cama, pero no es
ahí donde reside la tensión, autor romance au, TDAH Wei Ying, servicio
superior Lan Zhan, dos desastres gay, Suspirando, Tizón, comedia,
Angustia menor, grandes travesuras, ups ¿su reserva de hotel fue una
estafa?, Es una pena, Supongo que es mejor que compartamos, No hay
otras opciones, anhelo caliente, masturbación furtiva, Traducción
Language: Español
Stats: Published: 2021-10-30 Words: 84,397 Chapters: 6/6
Felices Por Ahora
by evirtual3, ScarlettStorm

Summary

Wei Ying abandona su equipaje para investigar la condición del dormitorio, ya se le ocurren
cien razones para no incomodar a Lan Zhan robándole la mitad de su puta cama, y entonces
la ve mejor.
Es enorme. Wei Ying había visto antes una cama king, y esta es más grande que aquella. ¿Es
una California King? ¿Así es como se llaman esas enormes camas de orgía? Hay espacios de
estacionamiento más pequeños que esta cama. Wei Ying ya vivió en apartamentos más
pequeños que esta cama.
"Sabes", dice Wei Ying pensativo, "voy a ser sincera contigo. Iba a ofrecerme para dormir en
el sofá, o robar algunas almohadas y mantas y dormir en la bañera, pero entonces vi esta
monstruosidad. Lan Zhan, mira esta maldita cama".
Lan Zhan apoya las manos en el separador de la habitación con un rostro suavemente
divertido. "Estoy mirando".
"Podríamos atender a todo un rebaño de ovejas en esta cama", dice Wei Ying, atraída por el
tema. "Podríamos cruzar el Océano Pacífico y sortear cualquier tormenta en esta cama.
Mierda, Lan Zhan, podría montar toda una producción de teatro comunitario de Chicago en
esta cama".
O: solo había una cama, pero esa parte está bien, en realidad.
**Traducción autorizada por: ScarlettStorm**

A translation of Happy for Now by ScarlettStorm


Chapter 1

"Lo siento, pero no veo ninguna reserva con ese nombre".

Wei Ying comienza a entrar un poco en pánico, pero lo apacigua en la boca del estómago y se
dedica a sonreír. "¿Puede revisar como Ying Wei?" Pregunta, con su mejor voz de servicio al
cliente. "A veces los formularios online se confunden con eso".

La mujer que está detrás del mostrador teclea y examina el monitor, frunciendo el ceño. "Lo
siento", dice de nuevo, "eso tampoco es válido. ¿Seguro que era en esta sucursal del hotel?"

"Así es", confirma Wei Ying, con el sudor nervioso punzando en la parte baja de la espalda y
entre las tetas, los dos peores lugares en los que es posible tener los sudores nerviosos y, por
lo tanto, donde siempre los tiene. "Estoy aquí para la conferencia". Y si no hay una
habitación disponible para ella, esto va a ser un evento asombrosamente horrible de cinco
noches que ya iba a ser agotador.

"Hm", dice la mujer, haciendo clic en algunas cosas más. "¿Tienes la tarjeta con la que hiciste
la reserva?"

Wei Ying se la da, queriendo mantener la calma. Esto no es un desastre todavía, ¿verdad?
Solo hay un error en el sistema o algo así. Encontrarán su habitación y la registrarán, e irá a
dejar sus maletas, pasará quince minutos estirando los peores nudos en su espalda del viaje, y
averiguará cómo llegar a una tienda de comestibles. Esto está bien. Está bien.

"Tampoco encuentro nada aquí con esta tarjeta", dice la mujer que está detrás del mostrador -
Tiffany, según su placa-, frunciendo el ceño con seriedad. Parece casi tan preocupada como
Wei Ying, lo cual es a la vez preocupante y gratificante.

"Tengo el mail de confirmación", ofrece Wei Ying, y le tiende su teléfono. Tiffany lo cambia
por la tarjeta de crédito de Wei Ying, y la forma en que su cara cambia no es precisamente
prometedora.

"Oh", dice Tiffany, después de un momento, y un poco más de golpes en el teclado. "Hm. Ya
veo". Mira a Wei Ying, y cualquier esperanza a la que se aferraba Wei Ying se desvanece ante
la cara de disculpa que pone. "Me temo", dice, con una voz demasiado suave que no presagia
nada bueno acerca de la proximidad de Wei Ying a una cama en un futuro próximo, "parece
que tu reserva no se hizo a través de un sitio web legítimo".

Wei Ying se toma un momento para procesar eso a través del grito ansioso en su cabeza. "Así
que me estafaron", dice, presionando sus manos contra el mostrador, tratando de mantenerse
tan firme como el frío granito. "Eso es lo que estás diciendo".

"Deberías poder reclamar los cobros a la compañía de tu tarjeta de crédito", dice Tiffany,
dejando suavemente el teléfono de Wei Ying donde podrá alcanzarlo en cuanto consiga
mover su mano, que en estos momentos está intentando unirse al mostrador a nivel molecular
mediante la presión, como una roca metamórfica. "Puedo imprimir algunos informes para
ayudar con eso".

"Genial", dice Wei Ying, obligándose a guardar su teléfono. Respira profundamente, exhala y
se concentra de nuevo. Okey. Su reserva era falsa, y perdió cuatrocientos dólares, pero
debería ser capaz de recuperarlos, y podrá encargarse de eso más tarde. "Como ya dije",
empieza Wei Ying, volviendo a poner esa sonrisa de servicio al cliente, "estoy aquí por la
conferencia. Sé que me avisaron con poca antelación, pero dadas las circunstancias, ¿hay
alguna forma de conseguir una habitación a precio de convención?" Claro, la tarifa de la
convención sigue siendo cara (de ahí la frenética búsqueda de Wei Ying en múltiples sitios
web de reservas de terceros), pero puede permitírselo, probablemente, suponiendo que pueda
recuperar su dinero de la web de la estafa y obtenga sus comidas principalmente del bar de
aperitivos de cortesía en los eventos nocturnos más grandes. Puede hacer que esto funcione.
Solo necesita una cama.

Más tecleos y más expresiones de disculpa. "Lo siento, el bloque de conferencias está
agotado", dice Tiffany, y antes de que Wei Ying pueda preguntar añade: "Y parece que las
habitaciones que no son de la conferencia también están reservadas. Lo único que nos queda
son las suites del ático".

Wei Ying resiste el impulso de apoyar la frente en el mostrador, pero apenas. "¿Cuánto
cuestan?"

Tiffany se lo dice, y esta vez Wei Ying sí se inclina para poner su frente en el mostrador. No.
Ni hablar. Ni hablar. "¿Hay otras opciones?" Le pregunta a la piedra fría. "¿Tienes una lista
de espera?" Las tienen para los vuelos de avión, ¿no?

"No la tenemos", dice Tiffany, menos apenada y más preocupada. Es justo. Wei Ying está
empezando a hacer una escena, con la caída sobre el mostrador. No quiere montar una escena
-no servirá de nada y solo dificultará el trabajo de Tiffany-, así que respira hondo, sin
conseguir calmarse, y se endereza.

"Okey", dice Wei Ying, consciente de que su sonrisa se está perdiendo y sin poder arreglarla.
"¿Cuáles son mis opciones?"

Tiffany respira profundamente, su rostro se queda cortésmente en blanco, y Wei Ying se


prepara para escuchar las malas noticias a las que una cara así precede inevitablemente
cuando-

"¿Wei Ying?"

La voz es profunda, resonante y visceralmente familiar. Wei Ying se vuelve hacia ella como
si estuviera bajo un hechizo y ¡sí!

"¡Lan Zhan!" La sonrisa de Wei Ying pasa inmediatamente de falsa a genuina, olvidando la
crisis actual. "¡Ey! ¡Tenía la esperanza de que nos encontráramos!"
En realidad, estaba casi garantizado que se iban a encontrar. El Gremio de Novelistas
Románticos es una organización lo suficientemente grande como para que quienes no son
autores de novelas románticas les resulte sorprendente la cantidad de asistentes, pero la
conferencia es lo suficientemente pequeña como para que las posibilidades de que dos de sus
miembros se encuentren sean prácticamente del cien por ciento. Hay que reconocer que Wei
Ying esperaba ver a Lan Zhan en mejores circunstancias que esta - como por ejemplo,
luciendo el mono de terciopelo rojo elástico que había guardado en su maleta para el
banquete y/o para la fiesta del baile. Volver a ver a Lan Zhan en persona por primera vez en
años mientras sigue vistiendo sudaderas de viaje, oliendo a avión y tratando de evitar ser una
indigente funcional durante cinco noches no es lo ideal. Así va la vida de Wei Ying, por
desgracia.

"Wei Ying", dice Lan Zhan, acercando su conjunto de equipaje blanco perla a juego, con una
chaqueta de punto azul hielo sobre un brazo, su vestido gris sin mangas dejando sus
tonificados bíceps al aire y a la (respetuosa) mirada de Wei Ying. Se había afeitado el pelo a
un lado, se da cuenta Wei Ying con una horrible sacudida gay. El resto de su larga melena
está trenzada sobre el hombro, colgando a la altura de los pezones (¡no es que Wei Ying esté
pensando en sus pezones!), pero el otro lado de la cabeza está afeitado hasta la piel y, para
añadir un toque sexy a su atractivo, aparentemente se hizo un segundo piercing en el lóbulo y
un piercing en el cartílago, aros de plata con piedras azules brillan con la luz. Tiene un
aspecto muy queer, y Wei Ying quiere tener un momento para asimilarlo. "Me alegro de
verte", dice Lan Zhan, esbozando una de esas pequeñas sonrisas patentadas que transforman
toda su cara y siempre hacen que Wei Ying se sienta como si le hubieran golpeado la cabeza
con un bate de béisbol. No hay tiempo de procesar, entonces. Genial, genial, genial, genial.

"Yo también me alegro", dice Wei Ying, un poco aturdida. Tiffany se aclara la garganta
cortésmente, rompiendo el hechizo, y la realidad de la situación vuelve a impactar en Wei
Ying como si quienquiera que estuviera blandiendo el bate de béisbol metafórico hubiera
vuelto para dar otro golpe. "Dame un segundo", le dice Wei Ying a Lan Zhan, que asiente con
su característica paciencia infinita y se vuelve hacia el mostrador. "Dime las malas noticias".

"Hay habitación en la otra sucursal", dice Tiffany, "e incluso puedo conseguirla por la tarifa
de la convención. Está a unos quince minutos en coche".

Ésta es, en cierto modo, una buena noticia. Sería una gran noticia para una Wei Ying que
pudiera pagar un coche de alquiler o varios viajes compartidos además de pagar más por su
habitación de hotel de lo que había presupuestado. Sin embargo, esa hipotética Wei Ying
probablemente no habría sido estafada por una web de reservas poco fiable. La única Wei
Ying que hay aquí es la que va a tener que caminar si se aloja fuera de las instalaciones, y un
viaje de quince minutos significa al menos media hora a pie, si no más. "¿Hay algo más
cerca?" Pregunta, peligrosamente cerca de llorar.

"Puedo llamar a algunos de los hoteles cercanos", dice Tiffany, haciendo una mueca de
disculpa, "pero me temo que hay varias conferencias este fin de semana, por lo que es posible
que no puedas encontrar una tarifa mejor".

Wei Ying se cubre la cara con las manos y respira profundamente, tranquilizándose, algo que
está haciendo mucho hoy. "Okey", dice, frotándose los ojos y dedicándole a Tiffany otra
brillante y falsa sonrisa. "¿Podemos empezar con el que esté más cerca?"

"¿Hay algún problema?" Pregunta Lan Zhan, acercando su equipaje. Suena muy sincera y
preocupada, de la misma manera que solía preguntar si Wei Ying había comido antes de sus
talleres de escritura creativa y luego le entregaba un plátano cuando la respuesta de Wei Ying
era inevitablemente: "No".

"No es nada", dice Wei Ying, agitando una mano. "Por lo visto me estafaron y mi reserva no
era válida y ahora el lugar está lleno, pero lo estamos resolviendo". Esta vez no hay plátano,
piensa con nostalgia.

"¿No tienes habitación?" Lan Zhan pregunta, un pequeño surco aparece entre sus cejas. Wei
Ying se encoge de hombros y el surco se hace más profundo. "Puedes quedarte conmigo",
dice Lan Zhan, con decisión, y luego, a Tiffany, "Ella puede quedarse conmigo".

"¡Lan Zhan!" Wei Ying protesta, mientras Tiffany acepta cortésmente la tarjeta de acceso de
Lan Zhan y toca su computadora. Tú… ¡está bien! ¡Íbamos a encontrar algo!"

"Ya no tienes que hacerlo", dice Lan Zhan.

"Pero-" Wei Ying no tiene otro argumento, no realmente. Es que- es Lan Zhan. Sí, es una de
las mejores amigas a distancia de Wei Ying y la única persona de sus cursos de escritura
creativa de la universidad con la que sigue en contacto, pero también es una persona callada,
organizada e introvertida, y Wei Ying no es ninguna de esas cosas.

"Gracias", dice Lan Zhan a Tiffany, aceptando otra tarjeta llave. Se vuelve hacia Wei Ying,
examina su rostro y, sea cual sea la expresión que observa, hace que sus hombros se encojan
ligeramente. "¿Te incomodaría?" Pregunta, un poco indecisa. "¿Compartir conmigo?"

"No", dice Wei Ying, "pero no quiero incomodarte. Sé que las conferencias son mucho para ti
incluso sin una compañera de habitación".

Lan Zhan vuelve a cuadrar los hombros y le dedica a Wei Ying otra pequeña y devastadora
sonrisa. "No me harás sentir incómoda", dice, y parece decir la verdad, aunque Wei Ying no
ve cómo. "Me gustaría pasar tiempo contigo, Wei Ying", continúa Lan Zhan, demasiado
sincera. "Esto lo hará más fácil".

"Okey", chilla Wei Ying, sonrojándose furiosamente. Hay algo en la forma en que Lan Zhan
le presta toda su atención, que se retuerce en las entrañas de Wei Ying y la vuelve tonta y aún
menos concentrada de lo normal, lo cual ya es mucho decir. "¿Si estás segura?"

"Estoy segura". Lan Zhan le tiende una tarjeta-llave, todo su ser irradia bienvenida.

"Okey", dice Wei Ying, de nuevo, aceptando la tarjeta-llave, porque aparentemente Lan
Zhan puede, de hecho, hacer que aparezca un plátano incluso cuando no hay un plátano
literal. "De acuerdo, sí. Gracias, Lan Zhan".
"No hay problema", dice Lan Zhan, recogiendo su equipaje rodante. Wei Ying se apresura a
seguirla, sujetando su maleta de cuadros rojos que compró rebajada, mucho más maltratada.

"Gracias por tu ayuda", le dice a Tiffany mientras Lan Zhan la guía hacia los ascensores. "¡Te
lo agradezco!"

"Buena suerte con tu tarjeta de crédito", dice Tiffany con un gesto de la mano. "¡Si tienes
algún problema házmelo saber!"

"¡Lo haré!" Wei Ying saluda efusivamente con la mano, se da la vuelta justo a tiempo para
evitar chocar con un carro de equipaje y se apresura a alcanzar a Lan Zhan. Fiel a su estilo,
Lan Zhan está esperando tranquilamente en la puerta del ascensor, con el botón ya encendido
y su equipaje perfectamente recogido a su lado. Es muy firme y sólida, como una roca en un
río, dejando que el mundo fluya a su alrededor sin que lo toque. También era así en la
universidad, pero ahora está asentada. La Lan Zhan que Wei Ying conoció en la universidad
se mantenía al margen de los demás porque no estaba segura de cómo interactuar con ellos.
Esta Lan Zhan no tiene esa energía nerviosa. Se conoce a sí misma. Wei Ying se pregunta si
llegará a conectar con esta nueva Lan Zhan de la misma manera que lo hacía con la anterior,
y luego aleja ese pensamiento deliberadamente.

"Muchas gracias", dice, mientras entran en el ascensor con otros probables asistentes a la
conferencia y una mujer que acompaña a un niño pequeño que claramente acaba de regresar
de la piscina del hotel. "Habría pensado en algo, pero hubiera implicado mucho más dinero y
mucho más recorrido del que había planeado; realmente me salvaste el-" Wei Ying mira al
niño de la piscina y tira de la rueda de su lengua en otra dirección "-el bote".

"Me alegro de haber podido", dice Lan Zhan, acercándose un poco más para que la mujer y el
niño mojado y vestido con la toalla puedan salir. Todavía huele al perfume de sándalo y
jazmín que le gustaba en la universidad, algo que Wei Ying no puede desconocer, y esta va a
ser una larga conferencia. Al parecer, cinco años viviendo al otro lado del país no han sido
suficientes para apagar las llamas del enorme crush de Wei Ying, que, a decir verdad,
probablemente podría haber predicho, teniendo en cuenta que envía mensajes de texto a Lan
Zhan todos los días y espera con ansia sus concisas e hilarantes respuestas. Bueno, está bien.
Habitación de hotel compartida. Aquí van.

"¿Cuánto tiempo te vas a quedar?" pregunta Wei Ying, cuando salen y se toman un momento
para orientarse. "Supongo que debería haber preguntado antes de aceptar quedarme contigo,
¡pero quién mendiga no puede elegir! Mi vuelo sale el lunes".

"El mío también", dice Lan Zhan. "Por aquí".

Wei Ying prácticamente se hunde de alivio mientras la sigue por el pasillo. "Oh, wow, genial.
Fantástico. Literalmente, cualquier noche que no tenga que reservar en el último minuto son
noches que apreciaré, pero esto es perfecto."

"Mn", dice Lan Zhan, deteniéndose frente a una puerta que se parece a todas las demás y
sacando su tarjeta llave. "El resultado es bueno". Vacila, mirando entre Wei Ying y la puerta
un par de veces, y escanea la tarjeta. "Acabo de darme cuenta", dice, abriendo la puerta, "de
que la habitación que pedí no es la ideal".
"Estoy segura de que va a ser genial, Lan Zhan", dice Wei Ying, metiendo su maleta en el
interior. Es una habitación de hotel, sin duda, y huele a limpio, y es técnicamente una mini-
suite, con un tabique de media altura que separa una zona de estar con un sofá, una mesa de
café y una mesa de comedor para dos personas, del área de dormir.

Que tiene una cama. Singular.

Okey.

"No me importa compartir", dice Lan Zhan, detrás del hombro de Wei Ying. Wei Ying
abandona su equipaje para investigar la condición del dormitorio, ya se le ocurren cien
razones para no incomodar a Lan Zhan robándole la mitad de su puta cama, y entonces la ve
mejor.

Es enorme. Wei Ying había visto antes una cama king, y esta es más grande que aquella. ¿Es
una California King? ¿Así es como se llaman esas enormes camas de orgía? Hay espacios de
estacionamiento más pequeños que esta cama. Wei Ying ya vivió en apartamentos más
pequeños que esta cama.

"Sabes", dice Wei Ying pensativa, "voy a ser sincera contigo. Iba a ofrecerme dormir en el
sofá, o robar algunas almohadas y mantas y dormir en la bañera, pero entonces vi esta
monstruosidad. Lan Zhan, mira esta maldita cama".

Lan Zhan apoya las manos en el separador de la habitación con un rostro suavemente
divertido. "Estoy mirando".

Podríamos cuidar de un rebaño de ovejas en esta cama", dice Wei Ying, atraída por el tema.
"Podríamos cruzar el Océano Pacífico y sortear cualquier tormenta en esta cama. Mierda, Lan
Zhan, podría montar toda una producción de teatro comunitario de Chicago en esta cama".

"Wei Ying tiene mucho talento", dice Lan Zhan. "Sería off-Broadway como mínimo".

"Agradezco tu fe en mí", dice Wei Ying, caminando hacia el lado más cercano a la ventana y
quitándose los zapatos. Se tumba en la cama y gira para mirar a Lan Zhan, que sigue en la
sala de estar y le dirige esa mirada divertida. "Ven aquí, quiero hacer un experimento". Lan
Zhan levanta una ceja y Wei Ying palmea el lado abierto de la cama y le pone la consabida
cara de emoji suplicante. "Sé que la ropa del exterior en la cama es asquerosa, pero sígueme
la corriente".

Lan Zhan se quita sus elegantes botas de cuero blanco y se acuesta, con las manos apoyadas
en el pecho y la cabeza inclinada hacia Wei Ying. Wei Ying abre los brazos, de forma
demostrativa, y al cabo de un momento Lan Zhan entiende y abre los brazos a su lado.
Ninguna de las dos es bajita -Lan Zhan es el tipo de mujer alta que hace que los hombres
inseguros de 1,70 m odien su vida, y Wei Ying es solo unos centímetros más baja-, pero
incluso ocupando deliberadamente todo el espacio posible sus dedos apenas se rozan.

"Estamos prácticamente en diferentes zonas horarias, Lan Zhan", dice Wei Ying, lanzando su
voz como si estuviera gritando desde muy lejos. "¿Sabrás siquiera que estoy aquí?"
"Lo haré", dice Lan Zhan, "por eso te pedí que te quedaras". Sus ojos son cálidos y directos,
su boca todavía se curva en esa suave sonrisa. Wei Ying olvida que las palabras existen y
cómo podría juntarlas en una oración, lo cual -dado que es una autora profesional- es mucho
decir. Mientras todavía está agitada mentalmente, Lan Zhan se para suavemente y cruza hacia
su equipaje abandonado, los amplios músculos de su espalda son visibles a través de su
vestido de una forma que hace que a Wei Ying se seque la boca. "Pensaba deshacer la maleta
y después ir al supermercado. ¿Te parece bien?"

"Por supuesto que sí", dice Wei Ying, haciendo que su boca vuelva a funcionar mientras se
levanta de la cama. "Mi plan incluía un descanso de quince minutos para estirar, también,
pero por lo demás suena perfecto".

"Podemos incorporar el tiempo de estiramiento", dice Lan Zhan magnánimamente, abriendo


el armario. "Mi proceso de desempaque es... elaborado".

"¿Tú? ¿Tienes un método particular para desempacar?" Wei Ying frunce el ceño de forma
teatral, arrastrando su maleta hacia la especie de consola con cajones que también contiene un
mini refrigerador y un microondas. "Me parece falso. No sé si creerlo".

Lan Zhan sacude la cabeza y cuelga un vestido azul con movimientos despreocupados. Wei
Ying había planeado vivir directamente de su maleta, pero si Lan Zhan está deshaciendo las
maletas se siente obligada a fingir que no es un duende asqueroso. Fingir no es lo mismo que
ser, así que abre su equipaje de mano y el cajón de abajo, con la intención de volcar el
contenido de la maleta dentro sin organización, y se congela, porque se había olvidado de su
bolsa de sexo.

Bolsa de sexo es un nombre poco apropiado -Wei Ying no está buscando acostarse con nadie
en la conferencia, pero llamarla "bolsa de masturbación" suena mal, así que es una bolsa de
sexo. Contiene un consolador, dos vibradores, un frasco de lubricante de viaje y un arnés para
los muslos que planeaba envolver en una almohada para aliviar el estrés en solitario después
de un largo día de talleres y paneles. Ese plan se evapora en el aire, la cara de Wei Ying se
calienta ante la sola idea de pedir tanta privacidad en una habitación compartida. No hay
manera de que Lan Zhan sepa que llegó a esta conferencia dispuesta a follar. Gracias a dios,
la bolsa en la que guardó todo es discreta, aunque el contorno del consolador sigue siendo
(como era de esperar) inconfundiblemente fálico.

"¿Wei Ying?" Lan Zhan pregunta, desde mucho más cerca que el armario. Wei Ying arroja la
bolsa de sexo en el cajón y luego tira los pantalones encima presa del pánico.

"¿Sí?", dice ella, con una voz casi normal. Lo superó.

"¿Tienes algo que necesitas colgar?"


Wei Ying le entrega el mono de terciopelo rojo y un vestido negro de punto, con el corazón
palpitando en sus oídos. En cuanto Lan Zhan se aleja con seguridad, Wei Ying mete el resto
de la ropa en el cajón, asegurándose de que la bolsa de sexo quede lo más enterrada posible.
El hecho de que haya metido en la maleta tres veces más ropa interior de la que podría usar
en el transcurso de la conferencia ayuda definitivamente en esta tarea. Quince pares de ropa
interior es el número correcto de pares que hay que empacar para cinco noches, ¿verdad?

"Ey, Lan Zhan?" pregunta distraídamente Wei Ying mientras deja sus zapatos de vestir en el
armario, con el neceser sujeto bajo el brazo. "¿Cuánta ropa interior sueles llevar cuando
viajas?"

Lan Zhan, que había sustituido a Wei Ying en los cajones, se queda tan quieta que Wei Ying
se pregunta si el mundo dejó de funcionar por un momento. "¿Estás realizando una encuesta
demográfica?", pregunta, con voz uniforme.

Wei Ying replica su pregunta y se pone más roja, escondiendo la cara en su neceser. "Dios
mío, lo siento, me levanté como a las cuatro de la mañana para tomar mi vuelo, y ahora no
tengo ningún puto filtro. No, solo estaba -Jiang Cheng me acusa de empacar ropa interior
como si planeara orinarme en los pantalones dos veces al día y estoy tratando de averiguar si
soy un caso atípico".

Lan Zhan mete en el cajón una bolsa de ropa con cremallera cuidadosamente empaquetada,
sin mirar a Wei Ying. "'Orinarse en los pantalones'", cita desapasionadamente.

"Son sus palabras", dice Wei Ying desde el baño. "¡Oh, este lugar tiene una bañera muy
bonita y agradable!" Pone su bolsa de aseo en la esquina de la encimera, donde no estorba, y
empieza a oler la loción de cortesía. ¿Lavanda? Podría ser peor. "No digo que tenga razón, y
desde luego no pienso orinarme en los pantalones, pero empaqué quince pares, así que quizás
tenga un poco de razón". La suerte de Wei Ying es lo suficientemente terrible como para que
haya aprendido a priorizar de forma extraña cuando hace la maleta - hubo una vez que se
quedó varada en el aeropuerto de Chicago O'Hare durante una semana porque todos los
aviones a los que intentó subir tenían problemas mecánicos, y aunque había sido un infierno
en la tierra, habría sido aún peor si no hubiera llevado suficiente ropa interior para todo un
equipo de béisbol y sus sustitutos.

"Ya veo", dice Lan Zhan, que probablemente no tuvo un vuelo con retraso en toda su vida ni
tuvo que considerar el trueque de un par de calzones limpios por una hora ininterrumpida en
la toma de corriente para cargar su teléfono. Wei Ying da un respingo. Dios, es un desastre.
¿Intentaba no pensar en su bolsa de sexo y en Lan Zhan en la misma vecindad, así que
preguntó por la ropa interior en su lugar? Gran trabajo de mierda, Wei Ying, un trabajo de
primera.

"Lo siento", dice, reapareciendo de nuevo en la sala de estar, "era una pregunta rara, no tienes
que-"

"Siete", dice Lan Zhan, interrumpiendo la incoherente disculpa de Wei Ying.

"¿Eeeeh?" El cerebro de Wei Ying está nublado por el viaje y el alivio de tener un lugar
donde quedarse y la vergüenza de hacer preguntas que no debería haber hecho, así que no
puede, por su vida, entender lo que Lan Zhan quiere decir.

"Empaqué siete pares de ropa interior", dice Lan Zhan, cerrando el cajón en el que
posiblemente haya desempacado sus siete pares de ropa interior. "Me parece prudente llevar
repuestos, aunque quizás no a tu nivel".

"Oh, muy poca gente está a mi nivel, Lan Zhan", dice Wei Ying con despreocupación, en
lugar de preguntar si puede ver los siete pares de ropa interior de Lan Zhan, por la ciencia o
algo así. "Estoy en una galaxia completamente diferente".

"Una verdadera estrella", dice Lan Zhan en tono de broma. Wei Ying resopla mientras aparta
la mesa del café y tiene que tomarse un segundo para asegurarse de que no se le cae en el pie.
La alfombra del hotel está... bien. Se estiró en superficies peores que ésta. Wei Ying desearía
tener espacio en su equipaje de mano para meter una esterilla de yoga, pero no. Se retuerce y
su columna vertebral cruje como si alguien hubiera sacudido una maraca. Lan Zhan levanta la
vista, sorprendida, posiblemente tratando de localizar a la percusionista sigilosa.

"Solo soy yo", dice Wei Ying, girando hacia el otro lado con otra ronda de crujidos, un
puñado de ramitas secas partidas por la mitad. "Ignóralo, es normal".

Lan Zhan emite un sonido que podría ser de desestimación y podría ser de preocupación,
pero sigue desempacando mientras Wei Ying intenta que su cuerpo vuelva a ser un cuerpo y
no un conglomerado dispar de partes de carne rígida. Mañana, cuando se haya asentado y
haya dormido más de seis horas, sacará su pelota de goma y se dedicará a trabajar la espalda
y las caderas, pero ahora se trata de pasar el resto del día.

Unos diez agónicos minutos después, Wei Ying se levanta del suelo y encuentra la habitación
del hotel transformada. Lan Zhan, mientras Wei Ying maldecía sus propios ligamentos, había
convertido el anodino espacio en algo realmente... ¿hogareño? Hay algunas láminas de arte
en las paredes sujetas con cinta adhesiva, un paño de flores azules en la mesita del comedor y
-Wei Ying se toma un segundo para asegurarse de que sus ojos funcionan- una pequeña
cocina de verdad instalada en la consola/vestidor/armario frigorífico. Esa es la única manera
en que Wei Ying puede describirlo.

"¿En serio viniste a este hotel con una sartén eléctrica y una olla arrocera en el equipaje?"
Pregunta, mientras Lan Zhan pega algunos de esos ganchos de pared adhesivos en el lateral
de la consola y cuelga de ellos un pequeño juego de utensilios y un paño de cocina.

"También traje un hervidor eléctrico", dice Lan Zhan, como si fuera algo normal. Wei Ying
investiga la diminuta cocina más de cerca y sí, es un hervidor eléctrico. También hay un
juego de especias bien organizado en pequeños frascos de viaje, un cuchillo de cocinero de
15 centímetros en una funda protectora y una tabla de cortar de tamaño de viaje, todo
dispuesto sobre un par de manteles individuales antideslizantes.

"Ey, Lan Zhan", pregunta Wei Ying, apoyándose en la parte de la consola que no está
preparada para hacer pequeñas comidas, "lo digo de la manera más amable: ¿Qué
demonios?"
"¿Estás preparada para ir al supermercado?" pregunta Lan Zhan en lugar de responder, y Wei
Ying, de hecho, sabe captar una indirecta, así que busca sus zapatillas y su bolso.

Están en el coche de alquiler de Lan Zhan y a unas pocas manzanas de distancia cuando Lan
Zhan dice: "En mi primera gira de libros comí mucho del servicio de habitaciones". Esta no-
secuencia tiene el sabor de una explicación sin ser todavía una explicación real, así que Wei
Ying tararea un ruido afirmativo para mostrar que está escuchando. "Aprendí, en ese tiempo,
que hay pocas cosas que me desagrade más que pagar de más por una comida mediocre".
Hace un giro, manejando el coche con el tipo de confianza fluida que Wei Ying escribe a
veces en sus protagonistas, y añade: "También aprendí que muchos menús del servicio de
habitaciones americano asumen que si no comes carne, debes querer cenar una ensalada
verde floja, o debes ser capaz de digerir fácilmente cantidades masivas de queso."

Wei Ying tuvo la suerte de tener el gen de la lactosa, pero hace una mueca de dolor de todos
modos. "Justo lo que quieres cuando estás de gira, también. Siento que los mil PSI de pedos
de queso deben añadirse a la experiencia de hablar en público".

"No era lo ideal", dice Lan Zhan, lo que para ella es prácticamente una queja. "Ahora tengo
estrategias que hacen que las giras sean más agradables. Cocinar para mí es una de ellas".

"Eso es muy inteligente, jiejie", dice Wei Ying, legítimamente impresionada. "Si por algún
puto milagro hago una gira de libros, me robaré totalmente esa idea". No es que Wei
Ying alguna vez va a hacer una gira de libros - No es que Wei Ying vaya a hacer nunca una
gira de libros - ella no es como Lan Zhan, que tiene un editor real y un presupuesto de
promoción para sus romances históricos, meticulosamente investigados y principalmente
F/F. No, Wei Ying tiene una línea de novelas románticas queer y xianxia autopublicadas bajo
el seudónimo de Wei Wuxian, y luego una segunda línea medio secreta de novelas porno
basura bajo el seudónimo de Mo Xuanyu para llegar a ese lucrativo mercado de "furtivas
pajas culpables". Nadie va a ponerla al mismo nivel que el seudónimo Lan Wangji, que tiene
portadas de libros ilustradas por un profesional. Wei Ying diseña sus propias portadas de
libros con una copia pirata de Photoshop y un paquete de créditos de un sitio web de fotos de
archivo que compró en una ocasión. "Me alegré de que esta conferencia fuera en un hotel que
tiene microondas en la habitación y te presentas preparado para hacer una comida de cinco
platos".

Lan Zhan entorna los ojos pensativamente mientras esperan a hacer el giro a la izquierda para
entrar en el estacionamiento del supermercado. "Normalmente me detengo en tres platos,
pero con algo más de planificación podría hacer cinco".

"¡Lan Zhan!" Wei Ying le da una palmada en el brazo, consiguiendo un puñado de todo ese
bíceps tonificado, y trata de ignorar cómo le produce un cosquilleo en los dedos. "¡Eso no fue
una indirecta! No necesitas cocinar para mí".

"Tal vez no", Lan Zhan concuerda. "Pero me gustan los desafíos". Estaciona el coche,
consiguiendo que quede perfectamente espaciado entre las líneas blancas en su primer
intento, y se desabrocha el cinturón de seguridad. Wei Ying, que aún intenta averiguar si ella
es el desafío, y si es así, cómo, se apresura a seguirla.
Lan Zhan compra como una mujer con una misión, con la cesta en el brazo y un brillo
acerado en los ojos. Wei Ying, cuya cesta contiene café instantáneo, media docena de
plátanos, cinco manzanas, los fideos de taza más picantes disponibles y dos cajas de barritas
sustitutivas de comidas, la observa con admiración. Lan Zhan coge una cabeza de ajo. Coge
chalotas. Examina las mezclas de verduras previamente cortadas en la sección de ensaladas y
elige las dos que parecen más atractivas. Cuando salen de la tienda, ya hay una docena de
huevos y un bloque de tofu marinado con salsa de soja precocida en su cesta, junto con la
bolsa de arroz más pequeña que había en la tienda y un par de pequeñas botellas de salsas.
Está claro que vino a ganar.

"¿Cuántos huevos comes al día, Lan Zhan? le pregunta Wei Ying, pasando por la caja
registradora su botín, bastante más escaso. "¿Ahora bebes batidos de huevos crudos? ¿Así es
como estás tan musculosa?"

"No bebo batidos de huevos crudos", responde Lan Zhan, inexpresiva, mientras carga su
compra en la bolsa de papel como si fuera una jugadora profesional de Tetris.

"Supongo que no trajiste una batidora pequeña", reflexiona Wei Ying, "así que sería bastante
difícil hacer batidos. Sin embargo, eres inteligente, así que apuesto a que podrías encontrar
una manera".

"Aprecio tu fe en mí", dice Lan Zhan con ironía. La comisura de su boca se levanta, y
mierda, esto es mucho mejor que los textos diarios y estar al otro lado del país. Había leído
los libros terminados de Lan Zhan, había trabajado con ella en sus tramas y le habían gustado
todas y cada una de sus publicaciones en las redes sociales, meticulosamente planificadas, en
los años transcurridos desde la universidad, pero ¿tener a Lan Zhan aquí, en el mismo
espacio? ¿En carne y hueso? Nada podía compararse. Cargan la comida y se suben al mismo
coche, y es difícil no mirar a Lan Zhan durante todo el trayecto de vuelta al hotel. Wei Ying
solo va a tener cinco noches como esta antes de que ambos vuelvan a tomar vuelos por
separado, y quiere agarrar todo lo que pueda con las manos apretadas.

"¡Srta. Wei!" llama Tiffany, mientras Wei Ying y Lan Zhan cruzan el vestíbulo con aire
acondicionado y bastante menos concurrido, con bolsas de papel en la mano. Wei Ying entra
en pánico por un momento al pensar que la van a detener por comer ramen en lugar del
servicio de habitaciones, pero se recuerda a sí misma que el hotel tiene microondas y
frigoríficos en las habitaciones, lo que favorece sus aventuras con el ramen, y se dirige al
mostrador. "Me alegro de haberte encontrado antes de salir del turno", dice Tiffany, en un
volumen normal. "Tuve que pedir permiso, pero toma". Desliza una tarjeta por la mesa, con
algo escrito a mano y una firma visible en la cartulina. "Cincuenta dólares de crédito en el
hotel, para usar en cualquiera de nuestras opciones de comida, incluyendo el servicio de
habitaciones, como disculpa por las molestias".

"Oh, maldición", dice Wei Ying, levantando el cupón, con la voz ronca. "Muchas gracias. No
tenías que hacerlo, no es como si fuera tu culpa".
"Tampoco fue tuya", dice Tiffany. "Recuerda, si tienes algún problema para que la compañía
de tu tarjeta de crédito anule los cobros, vuelve a verme mañana".

"Gracias", dice Wei Ying de nuevo, con fervor. "Eres literalmente la mejor". Prácticamente
salta de nuevo hacia la paciente, fiable y firme Lan Zhan y agita la tarjeta delante de su nariz.
"Avísame si decides que quieres comer cantidades masivas de queso del servicio de
habitaciones". Wei Ying guarda la tarjeta en el bolsillo como si fuera una tarjeta de crédito de
alto límite y le da a Lan Zhan una pistola de un dedo y medio (sigue sosteniendo la bolsa de
la compra). "Ahora no soy solo una vividora, soy una vividora con un enganche para la
merienda".

"No eres una vividora", dice Lan Zhan, dirigiéndose hacia el restaurante del hotel, donde Wei
Ying se ve impedida de responder inmediatamente cuando Lan Zhan le pide a la camarera
vajilla y utensilios.

"Soy una especie de vividora", insiste Wei Ying, cuando la camarera va a buscar los platos y
tenedores y lo que sea. "Soy una adorable niña de la calle. Un gatito abandonado que tú
rescataste".

"Eso te convierte en un miembro de la familia, no en una vividora", dice Lan Zhan con el tipo
de lógica obstinada con la que Wei Ying la vio una vez destrozar a Kyle Blanco en su taller
de escritura creativa cuando se negó inicialmente a admitir que su personaje principal era una
autoinserción apenas velada, después de meses de burlarse de todas las protagonistas
femeninas como una Mary Sue.

"Esa no es la cuestión, jiejie", se queja Wei Ying, extendiendo automáticamente la mano para
quitarle la bolsa de la compra a Lan Zhan para que pueda tener las dos manos libres para
recibir la vajilla de la camarera. "¡La cuestión es que ahora tengo más que ofrecerte esta
semana que mi chispeante personalidad! Además de la calidez y el resplandor natural de mi
presencia, ahora traigo-", hace una pausa para hacer algunos cálculos mentales sobre los
precios generales de los restaurantes, y luego añade otro veinte por ciento de inflación por la
exageración del servicio de habitaciones "-probablemente cinco postres entregados
directamente en tu puerta."

"¿Cinco?" Lan Zhan pulsa el botón del ascensor con el codo. Lo hace parecer
asquerosamente elegante, cómo se atreve.

"Más o menos uno", responde Wei Ying, metiendo la pierna en la puerta del ascensor para
asegurarse de que Lan Zhan pueda meter los platos sin problemas. "Todavía no miré el menú,
pero estoy totalmente preparada para reír y luego llorar por una porción de quince dólares de
tarta de queso previamente congelada".

"Mn." Lan Zhan ladea la cabeza de la forma en que Wei Ying reconoce que significa que está
haciendo referencias cruzadas mentalmente. "La tarta de queso previamente congelada suele
costar doce dólares como máximo".

"¿Y como mínimo?" Wei Ying marca el número de su piso y luego cambia la mano que
sostiene la bolsa de la compra. La de Lan Zhan es mucho más pesada que la suya, aunque no
se queja.
"Ocho", dice Lan Zhan.

Wei Ying tararea pensativa. "¿Quieres apostar sobre a qué precio tienen la tarta de queso en
este lugar? Tienen agua helada de cortesía en una de esas jarras elegantes con pico en el
vestíbulo, así que creo que doce".

"El agua helada de cortesía solo tiene limones", dice Lan Zhan, sujetando la puerta del
ascensor con el pie esta vez para que Wei Ying pueda salir. "Si hubiera fresas sería una tarta
de queso de doce dólares. Ocho dólares".

"¿Hay hoteles que ponen fresas en el agua gratis?" Wei Ying sacó torpemente su tarjeta de
acceso del bolsillo, con las bolsas de comida en la otra mano, y ellas entraron en la
habitación. "¿De verdad? Eso suena muy elegante".

“El diagrama de Venn entre los ‘hoteles que ponen fresas en el agua gratis’ y los ‘hoteles que
cobran diez dólares por noche en concepto de wifi’ es un círculo", dice Lan Zhan con la voz
más sufrida que Wei Ying haya escuchado de ella desde aquella vez que Brian, el chico de la
facultad, trató de obtener la opinión del grupo sobre su "thriller de empuje psicosexual" de
doscientas mil palabras, también conocido como "El Banco Personal de Azotes de Brian en
Forma de Palabra".

"Ahora me interesa mucho menos el agua de fresa gratis", anuncia Wei Ying, dejando la
compra. Pone toda su bolsa contra el lateral de la pequeña cocina media center, porque puede
que no esté viviendo de su maleta, pero definitivamente está viviendo de esta bolsa de la
compra. "No entiendo como los hoteles caros se salen con la suya con esa mierda. El Motel 6
me da una habitación limpia, con ducha, frigorífico, microondas, wifi y desayuno gratis por
sesenta dólares, Lan Zhan. ¡Ponte a su nivel, Hilton!"

"Deberías escribir una carta con palabras contundentes", dice Lan Zhan, acomodando la
vajilla y la cubertería de su brazo junto a su pequeña cocina. "Quizás una petición".

"No me tientes", refunfuña Wei Ying, quitándose las zapatillas y cayendo de panza en la
cama. "Lo haré. ¿Qué es otro proyecto en curso para una autora con TDAH? Me sorprende
que no esté escribiendo una carta con palabras contundentes ahora mismo". Pensar en hoteles
caros le hace pensar en el dinero, lo que le hace pensar en intentar conseguir ofertas de
hoteles caros, lo que le recuerda que está en la habitación de hotel de Lan Zhan -en la cama
de Lan Zhan- porque no tenía habitación, porque la estafaron buscando una de las
mencionadas ofertas, y gime contra la almohada. Lan Zhan hace un ruido inquisitivo y Wei
Ying gira la cabeza hacia un lado para no hablar directamente sobre el algodón de alto nivel.
"Tengo que llamar a la compañía de mi tarjeta de crédito", dice, lanzando un suspiro. "Reza
por mí".

"Sigues en mis pensamientos". Lan Zhan se pone en cuclillas junto al mini-frigorífico y


revuelve en su bolsa de la compra. "¿Comerás después de esto?"

"Voy a comer ramen", dice Wei Ying, evitando la pregunta mientras saca su teléfono y su
cartera. "Que Dios me acompañe".
El proceso dura treinta insoportables minutos, cinco de los cuales pasan en una cadena
telefónica y quince en espera. El único consuelo de Wei Ying es ver cómo Lan Zhan guarda
la comida con precisión quirúrgica. ¿Midió el interior del refrigerador antes de salir? Se
pregunta por encima de la música metálica en su oído. Wei Ying no la vio hacerlo, pero el
frigorífico está tan perfectamente organizado que parece un anuncio de mini-frigoríficos. Está
claro que Lan Zhan sabe lo que hace. Cuando Wei Ying consigue hablar con una persona de
verdad, Lan Zhan está cocinando algo en la sartén eléctrica que huele a ajo y salsa de soja.
Wei Ying normalmente viaja solo con el equipaje de mano y la bolsa del portátil, porque es
más barato, pero ahora está pensando seriamente en el estilo de vida de las cocinas pequeñas.
Valdría la pena cocinar su propia comida, ¿verdad?

"Muchas gracias", le dice al hombre (cree que se llamaba Carlos) de la línea de atención al
cliente, que le confirma que los cobros fueron cancelados. "Fuiste de gran ayuda. No, eso era
todo por hoy. ¡Okey!" Terminada la llamada, Wei Ying pulsa los botones de la encuesta para
dar a Carlos una calificación de diez sobre diez y deja caer su teléfono sobre el pecho.

"Oficialmente, ya no tengo que pagar cuatrocientos dólares", le dice al techo. "Woo." Levanta
un puño y lo deja caer sobre la cama.

"Bien", dice Lan Zhan. "Ven a comer".

"¿Me preparaste el ramen, Lan Zhan?" pregunta Wei Ying con desconfianza, levantándose de
la cama y acercándose a la mesa en calcetines. "No tenías que hacerlo".

"Estuviste ocupada", dice Lan Zhan, mirando su propio plato, que contiene un salteado de
tofu y verduras sobre una porción de arroz que definitivamente cocinó en esa diminuta olla
arrocera, porque Lan Zhan es una superdotada en esto y en todas las cosas. "No fue ningún
problema".

"Claro", dice Wei Ying, a punto de hacer un chiste sobre que ella siempre es un problema, y
entonces se sienta frente a la mesita del comedor, mira el cubierto y sus palabras se van al
espacio, probablemente. Hay un cuenco de cerámica, cubierto por un plato adicional para
mantenerlo caliente, y un vaso de agua con gas. Wei Ying no compró agua con gas. ¿Es el
agua con gas de Lan Zhan? Levanta la tapa improvisada del cuenco, como si estuviera en
trance, y descubre que Lan Zhan había puesto su taza de fideos en el cuenco, como si fuera
una comida de verdad o algo así. De hecho, ahora es algo parecido a una comida de verdad,
porque hay algunas verduras salteadas dispuestas artísticamente en un costado del bol y las
dos mitades de un puto huevo pasado por agua de verdad en el otro.

"Uuuuuh", dice elocuentemente.

"El ramen por sí solo no es una comida equilibrada", dice Lan Zhan a su bol de salteado. Le
pasa una botella por la mesa a Wei Ying, que sigue sin levantar la vista, y recoge un juego de
palillos plegables de viaje que debe haber empacado, porque es imposible que el hotel los
tuviera a mano.

"¿Cómo cocinaste el huevo?" Wei Ying pregunta en piloto automático, levantando la botella
y teniendo otro pequeño colapso cuando descubre que es su marca favorita de salsa de
chile. "Espera, ¿me compraste esto?"
"En el hervidor eléctrico", dice Lan Zhan. "No hables mientras comes". Da un bocado a su
salteado de forma demostrativa, con las orejas rosadas en la parte superior, lo que hace que el
piercing del cartílago destaque aún más. Debe ser un trabajo bastante acalorado cocinar en
una habitación de hotel sin ventilación real. Wei Ying también siente un poco de calor. ¿Tal
vez deberían mirar el termostato después de la cena? Es de suponer que cuando Wei Ying
termine de comer también habrá superado la oleada de emociones que le produce el hecho de
que Lan Zhan cocine para ella en una habitación de hotel, que Lan Zhan le permita quedarse,
que Lan Zhan comparta la cama con ella. Wei Ying vierte la salsa de chile en su cuenco y
utiliza un tenedor estándar de hotel, porque ni siquiera su corazón haciendo crossfit dentro de
su pecho va a impedir que destroce estos fideos.

"Definitivamente, no tenías que hacer esto por mí", dice Wei Ying, mientras persigue, en el
fondo de su cuenco, los últimos restos de fideos en el caldo rojo de chile, "pero estaba
jodidamente delicioso y gracias". Bosteza, con la mandíbula crujiendo, y se frota la cara.
"Uff. ¿Qué tan temprano tuviste que levantarte para llegar aquí?"

"Mi vuelo salió a las ocho", dice Lan Zhan, recogiendo sus platos vacíos. "Mi horario normal
de sueño no fue interrumpido".

"¿Sigues con el horario de nueve a cinco?"

"Mn."

"Eres como una jodida abuela, bicho raro", dice Wei Ying, y vuelve a bostezar. "Mierda, creo
que yo también estoy destinada a dormir como una abuela. Llegaré hasta las nueve si tengo
suerte. Estoy muerta de cansancio".

"Deberías ducharte tú primero", dice Lan Zhan, pasando por delante de Wei Ying y entrando
en el baño con los platos. "Tu cabello tarda menos en lavarse".

Wei Ying pasa la mano por el pelo en cuestión, haciendo un gesto de dolor cuando sus dedos
se enredan en las mechas. Un corte de cabello a la altura de la barbilla es un peinado que
requiere poco mantenimiento, pero no se puede hacer mucho después de un día de viaje.
"Buena idea", dice, y se acerca a los cajones para buscar algo que ponerse para ir a la cama,
momento en el que Wei Ying se da cuenta de que su equipaje habitual tiende a ser muy
escaso en un departamento concreto que no importaba en absoluto cuando iba a tener su
propia habitación de hotel y que sí importa ahora. Mierda. Mierda.

"¿Eh, Lan Zhan?", dice, asomándose a la puerta del baño, y luego: "¿Esa esponja tiene forma
de conejo?"

"Sí", dice Lan Zhan, como si fuera normal que una lesbiana sexy con afeitado lateral lave los
platos en el fregadero de un hotel con una botella de detergente de viaje y una esponja con
forma de conejo. Bueno, Wei Ying supone que como Lan Zhan es la lesbiana en cuestión, es
normal para ella. Definitivamente no es normal para Wei Ying, y tiene que tomarse un
momento para recuperarse de esta visión que se le había presentado. "¿Wei Ying?" Lan Zhan
pregunta, de forma insistente, haciendo contacto visual a través del espejo.

"¡Claro!" Wei Ying se sacude. "Lo siento, me desconecté de nuevo. Uh". Se frota la cara con
las manos, las pasa por el pelo y sonríe con lo que espera que sea una actitud ganadora. "La
respiración de Lan Zhan se entrecorta, y el cuenco que está lavando debe estar muy
resbaladizo o algo así, porque casi se le cae. Wei Ying hace una mueca de dolor y continúa:
"Y como habitualmente duermo desnuda, y pensaba que iba a tener mi propia habitación, es
posible que me haya olvidado meter el pijama. O algo para dormir, en realidad".

Lan Zhan enjuaga con cuidado el cuenco, y luego las manos, y cierra el grifo, con un
movimiento preciso. "Ya veo", dice, con mucha naturalidad. No establece contacto visual con
Wei Ying, ni en el espejo ni en ninguna otra parte, y Wei Ying desearía que fuera capaz de
existir en el mundo sin empeorar constantemente todo lo que la rodea, o al menos hacerlo
más incómodo.

"¿Te va a incomodar que me ponga una camiseta de tirantes y ropa interior en la cama?",
pregunta Wei Ying, un poco salvaje. "¿O puede haber aquí cerca una tienda o algo así? Si no
quieres llevarme en coche, puedo pedir que me lleven-"

"Está bien", dice Lan Zhan, demasiado rápido, y Wei Ying cierra la boca. Lan Zhan nunca
interrumpe. Su rostro es una máscara inexpresiva, sus orejas están rojas y sus hombros están
tensos. Parece muy incómoda, Wei Ying es la peor.

"Si estás segura", dice Wei Ying, tratando de sonar lo más sincera posible. "No quiero que te
sientas incómoda".

"Está bien", vuelve a decir Lan Zhan. Respira hondo, se da vuelta y mira a Wei Ying a los
ojos, con la línea de su boca tensa. "No me harás sentir incómoda". Wei Ying da a Lan Zhan
una mirada escéptica y su boca se suaviza. "Está bien", dice, por tercera vez, y parece que lo
dice de verdad.

"Okey", dice Wei Ying, apoyándose en el marco de la puerta, mareada por el alivio. "Lo
siento. No pensé... lo siento".

"Wei Ying", dice Lan Zhan, recogiendo un plato limpio y un paño de cocina para poder
aplicar esta última a la primera, "vi piernas de mujer antes. Vi tus piernas antes".

"Quiero decir, sí", asiente Wei Ying, porque sí, definitivamente pasó un verano o tres en la
universidad usando hot pants de jean, "pero la ropa interior es diferente".

"Una vez te pusiste un mono con tanga sobre mallas de rejilla para ir a la noche de baile
queer porque, y cito: ‘Mi culo parece abofeteable hoy, Lan Zhan, y los gays tienen que
saberlo’.”

"¡Lo era, y lo hicieron!" Wei Ying insiste. "¡No podía ser egoísta, Lan Zhan!"

"Una verdadera mujer del pueblo". Las orejas de Lan Zhan todavía están muy rojas, pero si
se está burlando de Wei Ying entonces no está realmente incómoda, que es todo lo que Wei
Ying quiere, realmente. (Es mentira. Wei Ying quiere mucho más aparte de que Lan Zhan no
esté incómoda, pero está acostumbrada a aplastar esos deseos, y así lo hace ahora).

"Soy generosa", dice Wei Ying, volviendo al tocador y sacando ropa interior limpia y una
camiseta de tirantes. "Soy una filántropa del culo, Lan Zhan. Deberías agradecérmelo, de
verdad".

Lan Zhan murmura algo en voz baja que Wei Ying no llega a captar, aunque tal vez sea un
"gracias". Wei Ying pasa a su lado cuando Lan Zhan sale con los platos y le lanza un beso al
aire, jugando como la niña teatrera que siempre fue. Lan Zhan sacude la cabeza con cariño,
¿realmente es tan fácil volver a burlarse la una de la otra? Wei Ying se adapta a su antigua
dinámica en menos de un día y se esfuerza por no pensar en lo mucho que le va a costar
dejarlo cuando termine la conferencia.

La ducha es todo lo revitalizante que Wei Ying deseaba después de haberse levantado de
madrugada y de un vuelo de cuatro horas, y sale del baño como una mariposa limpia y recién
salida del horrible capullo de la asquerosidad del aeropuerto. Su pelo huele bien, su boca sabe
a menta y está a punto de meterse en la mitad de una cama enorme y desmayarse durante
unas diez horas, si tiene suerte.

"Todo tuyo", canta, con la ropa sucia bajo un brazo, las piernas desnudas con la piel de
gallina por el aire un poco demasiado frío del hotel, como es la tradición de todos los
espacios con aire acondicionado desde la invención del aire acondicionado. "Buena presión
de agua y el cabezal de la ducha estaba lo suficientemente alto".

"Las duchas que me apuntan a las clavículas son la segunda peor parte de vivir en hoteles",
dice Lan Zhan desde el sofá donde está acurrucada con su lector electrónico. Sus ojos miran a
Wei Ying, de arriba a abajo y de nuevo a su cara. Las mejillas de Wei Ying se calientan. Sí,
sus pezones están duros por el aire acondicionado y sí, su ropa interior dice "este no es un
lugar de honor" en la parte delantera. ¡A Wei Ying le gusta la ropa interior novedosa! Lan
Zhan ya conoce a Wei Ying. Esto no debería ser una sorpresa.

"Bueno, disfruta no hacer una rara sentadilla para lavarte el cabello", dice Wei Ying, usando
el humor para ocultar su incomodidad mientras mete la ropa sucia en su maleta vacía.

"Lo haré", dice Lan Zhan, recogiendo su pijama ya preparado y desapareciendo en el


baño. Wei Ying se estira en el espacio repentinamente demasiado vacío y se estremece
cuando su espalda emite un nuevo conjunto de terribles crujidos. Aviones. Que se jodan.

Wei Ying localiza su teléfono, su portátil y sus cargadores y dispone todo lo que necesitará
durante la noche (es decir, los artículos mencionados y también un vaso de agua, gracias Lan
Zhan por traer una puta jarra del restaurante y ponerla en el frigorífico) en su mesita de
noche. La cama, cuando se sube, es increíble. Se toma un momento para disfrutar de la
sensación de estar en posición horizontal, agitando las piernas contra las sábanas con un
sonido feliz en el fondo de su garganta, y luego se incorpora. Wei Ying apoya la mano en su
ordenador portátil durante un momento, reflexionando. Probablemente podría agarrar uno de
sus vibradores y usarlo mientras Lan Zhan está en la ducha. El agua está corriendo, y el
ventilador, así que no hay forma de que la escuche. Wei Ying se masturba todas las noches
cuando se queda sola, como lo último que hace antes de irse a dormir, porque no hay nada
como un orgasmo para apagar su maldito cerebro ruidoso. Esperaba continuar con esa
tradición durante este viaje.

Probablemente, decide Wei Ying con tristeza, sea cruzar la línea el hecho de excitarse en la
cama que compartes con tu mejor amiga-a-la-distancia-su-crush-secreto-desde-la-
universidad, especialmente si el crush secreto no está interesada en actividades sexuales
contigo. Wei Ying fue una bisexual soltera durante todo el programa de maestría que
compartieron, aunque fue una soltería intercalada con un puñado de buenos besos con una
variedad de géneros y un par de enganches mutuamente agradables aunque incómodos. Lan
Zhan estuvo ahí todo el tiempo, también soltera, también fuera del armario, definitivamente
lesbiana, y sin embargo nunca pasó absolutamente nada entre ellas, salvo algunos abrazos
generalmente platónicos y trenzados de cabello. Si Lan Zhan estuviera interesada, se dijo Wei
Ying durante años, ya habría pasado algo. Lan Zhan es una gran amiga y una gran persona.
Wei Ying está feliz de tener a Lan Zhan en su vida, en cualquier condición que funcione para
Lan Zhan. No tiene que hacerlo raro. Puede llevar a escondidas un vibrador a la ducha
mañana y masturbarse entonces - no hay nada de raro en masturbarse en la ducha. La ducha
queda perfectamente limpia después. ¡Está prácticamente hecha para ese fin!

Una vez tomada la decisión, Wei Ying abre su portátil y se conecta al wifi del hotel, que es
gratuito para los que asisten a la conferencia. (Pequeñas bendiciones.) Revisa su correo
electrónico, navega un poco por las redes sociales (hay algunos memes de gatos realmente
excelentes para retuitear en Twitter Romántico, y luego algunos chistes sobre pollas
monstruosas para retuitear en Twitter de Libros Porno), y abre el último proyecto de
escritura de Mo Xuanyu. Es el cuarto libro de su serie de Orgías Alienígenas Hot en curso,
llamado descriptivamente "Orgías Alienígenas Hot IV: Negociaciones Diplomáticas". La
heroína, tras su secuestro en "Orgías Alienígenas Hot I: Abducción Extraterrestre", pasó de
ser un simple experimento sexual en "Orgías Alienígenas Hot II: Experimento Sexual" a ser
la reina de esta colmena extraterrestre en "Orgías Alienígenas Hot III: Reina Extraterrestre"
y ahora, como reina, asumió la responsabilidad de su puesto participando en las
negociaciones diplomáticas del título... todo vía orgía. No es Shakespeare, pero paga las
facturas y, sinceramente, Wei Ying cree que Shakespeare probablemente apreciaría todos los
chistes de pollas de extraterrestres que está haciendo, una vez que Shakespeare dejara de
alucinar con el concepto de extraterrestres y la existencia de cosas como las computadoras.

Wei Ying niega con la cabeza, desterrando los pensamientos sobre Shakespeare, toma un
sorbo de agua y vuelve a concentrarse. Cerebro vacío, palabras en camino.

(Wei Ying intentó explicar a otras personas cómo es capaz de escupir entre mil y diez mil
palabras en un día, dependiendo de su estado de ánimo y de lo que esté escribiendo y de lo
que tenga que hacer. Sin embargo, no pudo hacerlo, no de una manera que tenga sentido o sea
replicable para otros escritores. El mejor consejo que puede dar es "No te preocupes si es
bueno" y "Escribe lo que te dé la gana y arréglalo después". ¿Quizá algo de esto es una cosa
de TDAH hiperconcentrado? ¡Ella no lo sabe! ¡Simplemente lo hace!)

La ducha se cierra con un sonoro ruido, y Wei Ying sale de su confusión al escribir y
comprueba su recuento de palabras. ¿522 palabras esta noche? No está mal. Tendrá que
revisarlas más tarde, cuando no esté agotada, porque incluso en su estado de niebla cerebral
puede ver varios lugares en los que intercambió varias palabras conectivas. "Hu Xuan se puso
de pie, echó hacia atrás el brillante manto iridiscente que la marcaba como Reina
Extraterrestre, dejando al descubierto las ansiosas líneas desnudas de su cuerpo, y dijo:
'Creo que es hora de comenzar las negociaciones'", no es una buena gramática, pero es fácil
de arreglar.

Un bostezo se apodera de ella, con la mandíbula crujiendo por su intensidad, y Wei Ying
emite un sonido involuntario de queja en medio de él. Mañana lo podrá arreglar. Guarda su
trabajo, cierra el portátil y vuelve a dejar todo enchufado en su mesita de noche justo a
tiempo para que se abra la puerta del baño.

"¿Buena ducha?", pregunta, revisando su teléfono una vez más, porque sus hábitos son malos
y debería sentirse mal.

"Mn", dice Lan Zhan, con un suspiro que Wei Ying siente en sus huesos. "En efecto, disfruté
no tener que hacer una sentadilla rara".

"Eso es bueeeeeeeeeno-", dice Wei Ying, con la voz vacilando salvajemente en el medio
mientras levanta la vista de su teléfono, porque la visión completa de Lan Zhan vestida para
ir a la cama la golpeó en la cara como si fuera un miembro del equipo olímpico de boxeo
femenino. Lleva un camisón, algo que Wei Ying ya esperaba, adornado con encaje azul en el
escote, mientras que el cuerpo blanco cae hasta justo por encima de las rodillas en una
elegante caída, sin pinzas ni otros ajustes. Parece que se movería muy bien, sobre todo si Lan
Zhan diera vueltas con él. Se ve suave y elegante, y probablemente sea cien por ciento de
seda.

También es básicamente jodidamente transparente. Wei Ying no sabe si está alucinando con
el contorno de las areolas de Lan Zhan y el triángulo oscuro de vello entre sus piernas o si es
sólo lo que quiere ver, pero hay un momento en el que Lan Zhan se detiene para apagar la
lámpara de pie en el que está básicamente a contraluz, y Wei Ying definitivamente ve toda la
silueta de su cuerpo, y es un puto buen cuerpo. Los muslos, sin embargo. Wei Ying está
mirando irrespetuosamente. Wei Ying está mirando con intención.

"¿Quieres que te despierte mañana a alguna hora en particular?", pregunta Lan Zhan,
cruzando hacia el charco de luz dorada que queda de las lámparas de la cabecera. Wei Ying
aparta los ojos de las increíbles y jodidas tetas de Lan Zhan bajo ese indecente camisón de
seda e intenta que su boca vuelva a emitir palabras. Es un verdadero desafío, ya que Lan
Zhan lleva el pelo en una trenza suelta para dormir y su afeitado lateral está enrojecido por la
ducha y Wei Ying quiere morder su puta oreja perforada.
"Mi alarma está puesta a las siete", dice, como una persona normal. "Si me quedo dormida no
dudes en pincharme".

"Entendido", dice Lan Zhan, retirando las mantas y deslizándose entre las sábanas. La cama
es tan grande que Wei Ying apenas la siente. Es como estar en el lado opuesto de un estanque
en el que alguien tiró una piedra - sí, las ondas la alcanzan, pero sin ningún poder real detrás
de ellas. Lan Zhan se acuesta, aparentemente planeando dormirse directamente sin leer o
mirar su teléfono o hacer cualquiera de las cosas de mala higiene del sueño que Wei Ying
parece no poder evitar.

"Por lo general, escribo un poco cuando me meto en la cama", dice Wei Ying, poniéndose
también en posición horizontal y conectando su teléfono. "¿Te va a molestar esta semana?
Puedo simplemente... no hacerlo".

"No hay problema", dice Lan Zhan. Pulsa un botón en algo, y la habitación se llena de un
agradable ruido blanco de zumbido oceánico. Lan Zhan recoge otra cosa y la cuelga de sus
dos primeros dedos para que Wei Ying pueda ver que es un antifaz para dormir, uno de esos
moldeados que parecen un sostén diminuto y extraño. "Mientras no hagas los ensayos de tu
producción de Off-Broadway de Chicago en la cama, podré dormir bien".

"Mmm." Wei Ying se frota la barbilla y frunce el ceño. "No lo sé, jiejie, eso realmente va a
alterar mi agenda coreográfica".

"Tengo fe en que podrás adaptarte", dice Lan Zhan, poniendo el antifaz para dormir y
dejándolo sobre su frente. "Tal vez consideres ensayar durante el día".

"¡Oh, dios mío!", respira Wei Ying, "¡eres una genia!" Hace la mímica de tomar notas y
murmura: "Ensayar... durante... el día...". Lan Zhan resopla, apenas audible, y Wei Ying se
limita a flotar en el afecto y el deleite y el desvelo, cálida y cómoda en una cama que no
había estado garantizada ni cinco horas antes. "Ey, Lan Zhan", dice, extendiendo una mano y
moviendo los dedos. Lan Zhan se estira obedientemente para encontrarse con ella, con las
manos entrelazadas en la tierra de nadie en medio del enorme colchón. "Gracias por dejar que
me quede contigo. Va a ser genial".

"Mn", dice Lan Zhan, apretando los dedos de Wei Ying. "Me alegro. Buenas noches, Wei
Ying".

"Buenas noches, Lan Zhan", dice Wei Ying. Le da una pequeña palmadita a la mano de Lan
Zhan y se retira a su lado de la cama, apagando la luz. Lan Zhan hace lo mismo un suspiro
después, dejándolas en la oscuridad con el relajante susurro de la máquina de ruido blanco.
Wei Ying no siente que esté compartiendo la cama. Siente que está en su propia isla privada,
cálida y confortable y rodeada por el sonido del océano.

Huh, piensa. Me imaginé que sería más incómodo.

Es lo último que recuerda antes de quedarse dormida.


Chapter 2
Chapter Notes

Notas de la Autora:
Ninguno de estos libros o autores existe! ¡Lo siento!

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Lan Zhan extiende un brazo sin entender muy bien por qué, y las vibraciones suben por las
yemas de sus dedos desde la mesita de noche. Ah. Su alarma. Se levanta el antifaz lo
suficiente como para mirar la pantalla y cerrar la notificación, dejando que el ruido blanco de
la máquina no se vea interrumpido por los zumbidos ni por la lenta música clásica. Está
extrañamente aturdida, con los ojos pegajosos por el sueño y su cerebro no quiere funcionar
tan fácilmente como de costumbre. Tarda un momento en recordar el motivo - está en un
hotel, y hubo un cambio de hora, así que aunque no le molestó la hora de salida de su vuelo,
su cuerpo está a una hora de distancia de su ubicación actual. Va a estar aquí al menos por
unas cuantas noches, en otras giras de libros nunca pudo pasar más de una noche en cada
ciudad, lo que dejaba sus ritmos circadianos tan confusos y errantes como una frase que
necesita desesperadamente una edición más profunda.

Las sábanas se mueven sin que Lan Zhan se haya movido, lo cual - dado que Lan Zhan no
había compartido la cama con nadie desde hacía al menos dieciocho meses - es lo
suficientemente raro como para que se suba el antifaz para investigar. Su corazón lo recuerda
antes que su cabeza y siente un golpe en el pecho lo suficientemente fuerte como para
escucharlo por encima del ruido blanco, una reacción natural a la proximidad que no
experimentaba desde hacía años.

Wei Ying.

Lan Zhan no la ve desde que se mudó a la costa este poco después de la universidad, porque
quería distanciarse de las expectativas de su familia, de la gente de allí que creía conocerla;
quería distanciarse de sí misma. Wei Ying se quedó atrás, lo cual es una forma ridícula de
decirlo. No hay atrás. No estaban casados. Ni siquiera estaban saliendo. Eran amigas, y las
amigas no piden a sus amigos que se muden al otro lado del país solo porque no quieren
imaginar la vida sin ellas, que es exactamente la razón por la que Lan Zhan necesitaba
mudarse al otro lado del país sin Wei Ying. Lan Zhan tuvo que obligarse a soltarse antes de
no poder hacerlo nunca. Es lo más difícil que hizo en su vida.
"Es gracioso que seas tú, jiejie", dijo Wei Ying la última noche antes de que Lan Zhan volara
lejos, las dos estaban acurrucadas en el capó del coche de Wei Ying mirando las estrellas.
"Todos habrían supuesto que yo sería la que haría este tipo de maniobras, con mi historia
familiar y todo eso".

"Mn", dijo Lan Zhan, preguntándose qué pasaría si envolviera su brazo alrededor de Wei
Ying, si la besara como quería en ese momento, como siempre había querido. "Todos esperan
que me quede. Por eso me voy".

"Lo entiendo", dijo Wei Ying. Le dio un codazo a Lan Zhan en el costado y se volvió para
mirarla como si la oscuridad no importara. Wei Ying siempre se sintió como la única persona
que veía realmente a Lan Zhan, como si la luz de las estrellas fuera suficiente para darle un
color vívido. "Espero que sepas que voy a enviarte un mensaje de texto todos los días", dijo,
con una voz intensa, prácticamente vibrando. "No te vas a escapar de mí tan fácilmente".

"Bien", dijo Lan Zhan. "No quiero alejarme de ti". Como si eso no fuera exactamente lo que
estaba haciendo. Como si no se estuviera mudando a la costa opuesta en lo que incluso
entonces comprendió que era probablemente un esfuerzo inútil para superar a Wei Ying.

No funcionó. Lan Zhan lo supo en cuanto le envió a Wei Ying una foto de su apartamento
desempacado y ella le respondió con efusivos elogios y emojis y el corazón de Lan Zhan dio
un vuelco en su pecho. Lo supo cuando, dos años después, compró la primera novela
romántica autopublicada de Wei Ying y la leyó de un tirón, con el pulso acelerado y el vértice
de los muslos caliente y tenso por el deseo. Lo supo ayer por la tarde, cuando volvió a ver a
Wei Ying en carne y hueso y su corazón quiso subirse a la garganta y arrojarse al suelo frente
a ellas, desnudo y ensangrentado y palpitando de honestidad. Quería abrazarla, retenerla y
reclamarla; quería besarla en el vestíbulo del hotel frente a dios y a todos hasta que Wei Ying
olvidara que Lan Zhan se había ido. Lan Zhan quiere todas esas cosas en este momento,
como siempre lo hace. Acoge sus sentimientos como a un viejo amigo, deja que se enrosquen
en su caja torácica con un dolor tranquilo y confortable. Ya no teme su deseo. Conoce su
deseo. Mira a la fuente de su deseo, familiar y cariñosa, y se permite desear un poco más.

Wei Ying (la querida Wei Ying) está acurrucada de costado, con la cara aplastada contra la
almohada y su cabello se agita con cada exhalación. Hay un brazo encima de las mantas, con
la piel dorada y tatuajes brillantes que contrastan con el lino blanco, y el tirante de la
camiseta alrededor del hombro. Las cortinas blackout del hotel son, como la mayoría de las
cortinas blackout de los hoteles, incapaces de permanecer cerradas en el medio, (Lan Zhan se
da cuenta de que olvidó sujetarlas con el clip que lleva para ese fin y toma nota para
asegurarse de hacerlo esta noche), así que el sol de la mañana atraviesa la cama como un
láser, reflejándose en la ropa de cama blanca con un brillo deslumbrante. Hay suficiente luz
para que Lan Zhan vea; suficiente luz para que ella se quede aquí, tranquila en la cama, y
disfrute de esto un momento antes de levantarse. Lan Zhan había pasado muchas mañanas en
habitaciones de hotel, y, afortunadamente, muchas más en su propio apartamento, mucho
más cómodo. La mayoría de esas mañanas - la mayor parte del tiempo - Lan Zhan está
sola. Está acostumbrada a la soledad, a su propia compañía, al silencio de la madrugada con
los pájaros para saludarla cuando se despierta. ¿Y esto? Esto es mejor.
Lan Zhan mira el rostro semicubierto y dormido de Wei Ying, escucha el suave ritmo de su
respiración y no puede resistirse a extender un dedo sobre el dorso de los cálidos nudillos de
Wei Ying, para asegurarse de que es real. Tal vez las cosas puedan ser diferentes después de
la conferencia. Wei Ying se alegró de verla, ¿verdad? Tal vez puedan estar más cerca.
Volverán a estar literalmente más cerca-

Tienes esto por cuatro días más, se dice bruscamente, retirando la mano e intentando ignorar
cómo le hormiguea la piel. No la cagues.

Lan Zhan se fuerza a levantarse de la cama, se prepara y se obliga a agarrar una tarjeta de
acceso para poder irse. Wei Ying, de manera fiable, duerme durante todo el proceso,
posiblemente ayudada por Lan Zhan que deja la máquina de ruido blanco encendida,
pero principalmente porque es Wei Ying, y ella puede dormir con cualquier cosa, incluso con
un grupo entero de mariachis tocando frente a la ventana de su dormitorio como una broma.
Lan Zhan es mucho más silenciosa que un grupo entero de mariachis, o incluso que un solo
miembro del grupo de mariachis tocando un solo, y se escapa por la puerta sin que Wei Ying
reaccione lo más mínimo.

El gimnasio del hotel está casi vacío, con la habitual excepción de un culturista en la esquina
que hace demasiado ruido con el juego de pesas. Lan Zhan se pregunta si siempre es el
mismo culturista, que está condenado a seguirla de un gimnasio a otro. Se pregunta si está
esperando a que ella rompa la maldición. Se da cuenta de que el escenario tiene un gran
potencial como argumento de una novela romántica paranormal contemporánea, y pasa todo
el tiempo que dura su carrera elaborando los pasos de la historia para un libro que nunca
escribirá. El posiblemente maldecido culturista deja el gimnasio alrededor del kilómetro
cuatro, así que cuando termina con la cinta de correr Lan Zhan da una vuelta en el otro
equipo, dejando que el ardor en sus hombros asiente su cuerpo en una nueva zona horaria.
Podría comer ahora -tiene suficiente hambre después del entrenamiento-, pero será mejor
esperar hasta su hora habitual de desayuno a las siete de la mañana, para que la transición al
cambio de hora sea más suave.

(Si eso le da la oportunidad de preparar casualmente un desayuno suficiente para compartirlo


con Wei Ying, es asunto suyo).

Lan Zhan vuelve a entrar en la habitación del hotel, conteniendo la respiración, como si el
ligero zumbido de la cerradura al abrirse y el suave chasquido del pestillo de la puerta
pudieran despertar a una Wei Ying que no quiere ser despertada. De todos modos, comprueba
que Wei Ying sigue inconsciente, ahora enrollada en un pequeño ovillo, y se aleja de la
puerta. Es como un gato, piensa Lan Zhan, totalmente puntiaguda y cariñosa.

Varios minutos más tarde, Lan Zhan recuerda que, en general, se considera espeluznante
quedarse mirando a la gente dormir, así que se obliga a volver a su rutina matutina. El cuarto
de baño del hotel está repleto de toallas, como ocurre en la mayoría de los cuartos de baño de
los hoteles, y agarra una limpia para usarla como improvisada esterilla de yoga. Su exceso de
equipaje todavía no incluye la posibilidad de llevar una, aunque piensa en la posibilidad con
anhelo. ¿Tal vez si metiera menos ropa en la maleta y volviera a usar algunos de sus
vestidos?

No, piensa Lan Zhan con firmeza. Ahora da prioridad a su propia comodidad cuando viaja,
por la experiencia adquirida, y no le gusta repetir la ropa. Prefiere estirarse en una toalla,
como está haciendo ahora. Está bien. La postura del perro boca abajo funciona igual de bien
en una toalla que en una esterilla de yoga, y Lan Zhan presiona los hombros más
profundamente hacia el suelo, exhalando en el agradable dolor de la posición.

Para cuando suena la alarma de Wei Ying, Lan Zhan se había duchado de nuevo, se había
quitado la ropa de deporte y había puesto el primer huevo en la sartén eléctrica. "Dije, que es
un fenómeno certificado. Siete días a la semana", anuncia el teléfono de Wei Ying, y Lan
Zhan mira fijamente el segundo huevo que está a punto de añadir a la sartén e intenta no
aplastarlo con la mano. Por supuesto que es la alarma de Wei Ying. ¿Por qué no iba a serlo?"

"Hnrrrrng", dice Wei Ying, un sonido de tanteo descoordinado apenas audible por encima de
la máquina de ruido blanco y el corazón repentinamente acelerado de Lan Zhan. La letra se
interrumpe justo después del primer "coño mojado", porque Lan Zhan está en el infierno,
pero afortunadamente antes de cualquier otra repetición de "coño mojado", porque el hecho
de que Lan Zhan esté en el infierno no significa que los dioses no tengan piedad de ella.
Rompe el segundo huevo, se limpia las manos en una toalla de papel y se acerca a apagar su
máquina de ruido blanco. Wei Ying se queja, pero no con palabras, y se da la vuelta para
apoyar la cara en la almohada. Lan Zhan quiere trepar sobre ella, quiere envolverla bien y
apretar su cara contra el cabello de Wei Ying y respirar profundamente.

"Wei Ying", dice, en lugar de hacer eso. "Es hora de levantarse."

"Nnnnooooo", se queja Wei Ying, amortiguado por el algodón. "Cinco minutos más, jiejie".

"Mn", dice Lan Zhan, resistiendo el impulso de estirar la mano a través de la extensión del
colchón para acariciar el cabello desordenado de Wei Ying. "Cinco minutos."

Lan Zhan voltea los huevos, termina de preparar el resto del desayuno y pone la tetera a
hervir. Wei Ying se levanta de mala gana después de solo cuatro minutos, gimiendo como si
hubiera logrado algo mucho más impresionante que sentarse. Lan Zhan reprime una sonrisa
mientras se acomoda en la mesa con sus tazas; algunas cosas no cambian.

"Tengo café para ti", dice, volviéndose para mirar a Wei Ying, con cuidado de no mencionar
que también preparó el desayuno, y cualquier otra palabra que tuviera se seca en su garganta
mientras sus orejas palpitan de repente por el calor.

La teta de Wei Ying está fuera. Debe de haberse movido demasiado mientras dormía, y toda
su camiseta de tirantes está retorcida alrededor de su torso. Lan Zhan puede ver la costura
lateral que atraviesa la mitad de su estómago, pero realmente no tiene ojos para los detalles
logísticos de por qué la teta de Wei Ying está fuera, porque definitivamente está fuera. Es una
teta bonita. Por supuesto que es una teta bonita - Lan Zhan pensaría que cualquier teta es
bonita si fuera la de Wei Ying -, pero aun así. Es más pálida que la piel de su hombro, su
pezón es marcadamente oscuro y está granulado por el aire fresco del hotel. Lan Zhan podría
sostenerlo todo en la palma de la mano, cree que podría meter la mayor parte en la boca. Wei
Ying apenas usaba sostenes en la universidad, y ahora Lan Zhan puede completar años de
fantasía con vívidos detalles.

"¿Lan Zhan?", pregunta Wei Ying, parpadeando con una suavidad somnolienta. Su voz es un
poco ronca, su cara está un poco sonrojada, y Lan Zhan aprieta el coño con fuerza alrededor
de la nada porque es tan... ¿se vería así la mañana siguiente? Si hubieran follado, si Lan Zhan
la hubiera apretado contra las mantas y hubiera lamido su boca y deslizado sus dedos en el
calor entre las piernas de Wei Ying, ¿sería así cuando se despertaran? ¿Wei Ying flexible y
dulce y bostezando? "¿Dijiste que había café?", pregunta Wei Ying, tras terminar de bostezar,
y Lan Zhan vuelve a la realidad con la pregunta.

Lan Zhan aparta los ojos de la puta teta perfecta de Wei Ying y se concentra en su taza de té
con una intensidad abrasadora. "Sí", dice, con la voz muy uniforme. "Ven, se va a enfriar".
¿Debería mencionar la puta teta perfecta de Wei Ying, y cómo está actualmente en una
aventura extracurricular? Si no lo hace, apostaría a que Wei Ying pasearía con una teta libre
durante unos buenos diez minutos, lo que sería maravilloso y también insoportable. "Es
posible que quieras", dice, y hace un gesto vago en dirección al pecho de Wei Ying sin aclarar
más.

"¿Mmm?", dice Wei Ying, y luego chilla. "Mierda", dice, por encima del sonido de las telas
que se mueven, "mierda, lo siento. Hace tanto tiempo que no..." Se ríe, torpemente,
moviéndose por el espacio en algún lugar detrás de Lan Zhan, llevando esa ridícula ropa
interior novedosa y presumiblemente con las dos tetas cubiertas ahora, por desgracia. "El
resultado inevitable de dormir con una camiseta de tirantes es despertarse con una teta
rebelde. Estoy bastante segura de que es una ley de la naturaleza".

Lan Zhan tararea de acuerdo, dando un sorbo a su oolong. ¿Significa eso que es probable que
vuelva a ver la teta de Wei Ying mañana por la mañana? Eso es ciertamente algo que esperar.
Probablemente debería sentirse más culpable por esperarla, pero Lan Zhan sabe el tipo de
persona que es, y no ve mucho sentido en mentirse a sí misma al respecto.

Wei Ying se tambalea por la habitación, haciendo cosas perfectamente normales por la
mañana, como ponerse los pantalones de yoga y estirarse, y chocando con el marco de la
puerta al entrar en el baño y maldecir en voz alta por eso. Lan Zhan se sienta a la mesa y se
obliga a ser paciente en lugar de exigir a Wei Ying que se siente en ese mismo instante y se
coma la comida que Lan Zhan le preparó. Definitivamente es demasiado, demasiado pronto,
y Lan Zhan se prometió a sí misma que no arruinaría esta conferencia. Hace tanto tiempo que
no.... El libro es divertido, está bien escrito y es incisivamente gracioso -Lan Zhan quiere
asegurarse de que la autora reciba toda la atención posible.
"¿Es la nueva de Alexis Williams?", pregunta Wei Ying, dejándose caer en la otra silla como
un hombre heterosexual una vez le dijo que las mujeres bisexuales pueden, de hecho,
sentarse normalmente y ella estuviera ahora empeñada en demostrarle que estaba
equivocado. "¿Cómo es? Me gustó mucho su último libro, pero luego me metí en la
madriguera de leer solo romances Vikingos y me olvidé de que la novela contemporánea
existía como género".

“Es muy bueno”, dice Lan Zhan, dejando a un lado su teléfono y su lector electrónico. "La
comedia es tajante. Te gustará cuando puedas escapar de los Vikingos".

"'Escapar de los Vikingos' podría ser, literalmente, uno de los libros que leo", dice Wei Ying
con una carcajada, con el café sostenido en ambas manos. "Hay muchas historias vikingas
extremadamente malas por ahí, Lan Zhan, no creerías lo malas que son". No parece haberse
fijado en el plato que tiene delante, ni en la comida que hay en él. Wei Ying es hermosa e
inteligente y a veces inmensamente frustrante.

"Me lo imagino", dice Lan Zhan fríamente, y levanta su tostada con huevo frito encima para
darle un mordisco. Tal vez Wei Ying se dé cuenta si ve a Lan Zhan comer.

"Probablemente", asiente Wei Ying, mirando a Lan Zhan comer mientras ignora su propia
comida. "Eres inteligente, apuesto a que te lo puedes imaginar, pero es como-" toma otro
sorbo de su horrible café instantáneo, cargado de azúcar y productos lácteos en polvo y sabor
a caramelo "-no es solamente la mala escritura, o el racismo, o la mala escritura y el racismo.
Hubo un par de ellos que fueron impresionantemente malos de una manera que fue de alguna
manera peor que la suma de todas sus partes malas". Apoya la barbilla en la mano, con los
ojos puestos en la boca de Lan Zhan, mientras Lan Zhan da otro mordisco a su tostada de
huevo. "Sin embargo, ¡algunos eran geniales! Encontré uno que estaba muy bien
documentado, con guerreras atractivas y personajes no blancos, ya que, como todos sabemos,
los vikingos tenían rutas comerciales que llegaban hasta Constantinopla".

"¿Mn?" Lan Zhan está realmente intrigada. No lee muchos romances vikingos, por las
razones de racismo antes mencionadas y porque tienden a ser trágicamente heterosexuales,
pero le interesa todo lo histórico, bien investigado y no totalmente blanco.

"Sí, y terminó en un triple matrimonio hombre-mujer, así que, como que todo es bueno". Wei
Ying sonríe a Lan Zhan, medio sonrojada porque su cara sigue apoyada en su mano. "¿Te
envío el título por mensaje?"

"Sí, y terminó en un triple matrimonio hombre-mujer, así que, como que todo es bueno". Wei
Ying sonríe a Lan Zhan, medio sonrojada porque su cara sigue apoyada en su mano. "¿Te
mando el título por mensaje?"

"Por favor", dice Lan Zhan, sorbiendo un trago de su té. "Después de desayunar", dice con
insistencia, y Wei Ying le dedica un par de parpadeos confusos antes de mirar, por fin, a la
maldita mesa. Su plato sigue ahí, ofreciendo pacientemente el huevo frito sobre la tostada,
algunos cubos de melón y un plátano cortado en rodajas. Sus ojos se vuelven cómicamente
enormes y su boca se abre, su codo resbala del borde de la mesa en su sorpresa.
Afortunadamente, Wei Ying no se golpea la barbilla ni derrama el café, pero casi.

"¡Qué!" pregunta Wei Ying, aunque no con el tono de una pregunta. "¡Qué! ¡Jiejie! Lan
Zhan!" Ella levanta la vista, irradiando incredulidad. "¿Tú hiciste esto?"

Lan Zhan levanta una ceja. Wei Ying lo interpreta correctamente como "¿Ves a alguien más
en esta habitación de hotel?", y se tapa el rostro.

"¿Lo hiciste para mí?", pregunta desde detrás de sus dedos, lo que posiblemente sea una
pregunta aún más ridícula que la primera.

"Sí", dice Lan Zhan, manteniendo su cara sin expresión. Si actúa como si esto fuera algo
perfectamente normal para una compañera de habitación inesperada de última hora, entonces
tal vez pueda salirse con la suya. "Tu huevo se va a enfriar". Empuja la botella de salsa de
chile al otro lado de la mesa y se come uno de sus cubos de melón, exteriormente plácida,
interiormente clamando para que Wei Ying coma, ya, cuida de ti, deja que yo te cuide.

"Wow", dice Wei Ying, su voz sigue siendo extrañamente alta. "Wow, Lan Zhan, okey.
Siempre supe que eras una persona con mucho talento, pero maldita sea". Alcanza la salsa de
chile, revelando una cara muy roja, y consigue abrir la botella antes de distraerse de nuevo
con: "Espera. Espera, ¿siempre haces esto?" Señala la mesa de forma expansiva y atrapa su
taza de café cuando se tambalea.

"¿Cocinar en habitaciones de hotel?", pregunta Lan Zhan, realmente sin saber de dónde viene
la confusión. "Sí, cuando viajo. Pensé que lo había dejado claro ayer". Da un sorbo a su té,
deja la taza y añade: "Comentas cada foto de mi cocina en la habitación del hotel diciendo
que te gustaría estar allí para poder comer conmigo".

"Bueno, es cierto que lo deseaba, así que supongo que el sueño se hace realidad". Wei Ying
rocía su huevo con salsa roja brillante, haciendo que a Lan Zhan le arda la boca solo con
mirarla, y deja la botella a un lado. "¿Todas esas fotos? ¿En Twitter? ¿Eran lo que cocinaste?"

Lan Zhan se queda mirando a Wei Ying en un silencio desconcertante y señala con el tenedor
el plato de Wei Ying y el huevo frito que todavía no se comió. Wei Ying vuelve a taparse la
cara.

"Jiejie", se queja, "soy una tonta. Siempre pensé que era el servicio de habitaciones, y estaba
muy celosa de los hoteles en los que te alojabas que claramente tenían jodidos menús de
lujo".

Lan Zhan esconde su sonrisa detrás de su taza. "Los jodidos menús de lujo están a pesar de
los hoteles".
"Sí, bueno, ahora lo sé", dice Wei Ying, agarrando su tostada de huevo (sí) y dando un
enorme mordisco (sí) y masticando con una expresión de pura felicidad (¡sí!). "Maldición,
Lan Zhan", dice, cuando su boca está casi vacía, "este es el mejor desayuno de hotel que
comí jamás".

Lan Zhan se regocija. "Me alegro", dice, mirando a Wei Ying dar otro mordisco
inapropiadamente grande. "El cocinar en los viajes me resulta satisfactorio".

"Satisfactorio es quedarnos cortos", dice Wei Ying, amortiguada alrededor de un bocado de


plátano. Luego bebe su horrible café y, más claramente, continúa: "¡No tuvimos que salir de
la habitación ni ponernos pantalones ni nada! Esto es lo mejor". Le sonríe a Lan Zhan durante
su siguiente y desordenado bocado de huevo, traga y dice: "¡Mírate, alta y musculosa y chef
personal viajera! ¿Cómo es que nadie se casó contigo todavía, jiejie?"

Porque Wei Ying no me lo pidió, piensa Lan Zhan, con un silencioso pánico emocional detrás
de sus ojos. "No lo sé", dice en voz alta. "Tendrías que preguntarles a ellos, supongo".

"Bueno, cualquiera que no quiera casarse contigo es malo, y debería sentirse mal", dice Wei
Ying, terca y leal y completamente inconsciente de que está destrozando el corazón de Lan
Zhan desde dentro. "¡Serías la mejor esposa, Lan Zhan!"

Cásate conmigo, entonces, Lan Zhan piensa con mucha claridad. En voz alta dice: "Quizás".

"La mejor", murmura Wei Ying, como si se sintiera personalmente ofendida por la existencia
de gente que no quiere casarse con Lan Zhan aunque ella sea una de ellas. Se mete el resto de
la tostada de huevo en la boca y mastica con rabia, mirando las manchas de salsa picante que
quedan en el plato. A Lan Zhan no le importa el silencio - le da la oportunidad de calmar el
revuelo en sus entrañas, y también de terminar de comer su propia tostada con huevo de una
manera mucho más tranquila.

"¿Cuándo podemos recoger nuestras credenciales?", pregunta Wei Ying, levantándose para
volver a poner la tetera en marcha, con el cabello todavía apuntando en muchas direcciones
como una foto de larga exposición de alguien haciendo semáforo. Lo pregunta con la
confianza de alguien que espera que Lan Zhan sepa la respuesta, como si supiera que Lan
Zhan ya se había descargado el programa de la conferencia y había cargado su calendario con
todos los paneles y debates a los que pensaba asistir. Como Lan Zhan hizo absolutamente
eso, ni siquiera necesita mirar nada para saber la respuesta.

"A las diez", dice ella. "Sin embargo, el primer evento no es hasta las dos".
"Genial". Wei Ying hace un sonido pensativo y se acerca de nuevo para tomar la taza de té
vacía de Lan Zhan. "Así que hay como dos horas antes de que tenga que estar presentable en
público. ¿Tienes algún plan turístico que quieras hacer este fin de semana, ya que a diferencia
de nosotros, la plebe, tienes un coche de alquiler para hacerlo?"

"No tenía planes, exactamente", dice Lan Zhan, comiendo sus últimos trozos de melón.
"Intento encontrar un parque o un jardín para pasar el tiempo si el clima es agradable".

"Mmm, escapar de la prisión infernal del hotel, ¿eh?" Wei Ying debe estirarse, porque algo en
la habitación hace un sonido como arroz seco arrojado en un wok vacío, y Lan Zhan no trajo
un wok. "Eso es inteligente. Normalmente busco el mejor trozo de paisaje y me siento ahí
con mi ordenador hasta que un guardia de seguridad preocupado viene a verme."

"Ingeniosa". Lan Zhan pone los cubiertos en su plato, mira la fruta a medio terminar de Wei
Ying y decide que casi con toda seguridad volverá para terminarla una vez que haya
terminado con su asunto de la tetera.

"Qué bonita manera de llamarme gremlin", dice Wei Ying, justo detrás del hombro de Lan
Zhan. Su brazo tatuado aparece a la vista, trayendo consigo la taza de Lan Zhan, humeante
con su oolong recién hecho. Lan Zhan se queda mirando la taza mientras Wei Ying rodea la
mesa para sentarse en su silla y trata de no darle demasiada importancia. Wei Ying parece
despreocupada por el posible significado de preparar té para Lan Zhan y empieza a meter
fruta en su boca como si temiera que alguien se la fuera a quitar.

"¿Tatuajes nuevos?", pregunta Lan Zhan, distrayéndose del té con desigual éxito, y Wei Ying
asiente, con las mejillas abultadas de plátano.

"Libros nuevos", dice Wei Ying, cuando ya no corre peligro de atragantarse, "por lo tanto,
¡tatuajes nuevos!" Extiende el brazo por encima de la mesa y lo gira para que Lan Zhan
pueda ver medio brazo con pequeños y extraños recuerdos, cada uno de los cuales representa
uno de los libros autopublicados por Wei Ying. Todos tienen el mismo estilo brillante y
caricaturesco, y Lan Zhan sabe que están sacados directamente de la obra de Wei Ying. La
espada y la peonía, de su primer romance wuxia; el pin-up del sexy extraterrestre que Lan
Zhan supone que es para uno de los libros de Orgías Alienígenas Hot que Wei Ying nunca
menciona directamente; un jiaozi sobrecargado que Lan Zhan recuerda de la escena de "Una
Espada Aparte" en la que Han Yin deja la espada por primera vez y cocina algo realmente
terrible para su amante de origen común, Zhao Wu, que se alegra de que alguien se preocupe
por él lo suficiente como para cocinarle. Hay dos que todavía no pudo ver de cerca, y detiene
el movimiento de Wei Ying con una mano en el antebrazo para poder verlos bien.

"¿Este es de 'Flores y Huesos'?", pregunta, dando un golpecito al crisantemo rojo acunado en


una mano esquelética. Trata de una mujer -Ni Chang- nacida con el poder de resucitar a los
muertos y repudiada por el mundo por eso. Vagabundea, sola y odiada, hasta que un día salta
un muro para escapar de una turba y encuentra un hermoso jardín atendido por una hermosa
mujer. La mujer del jardín -Zhang Luan- nunca había salido de él. Está atrapada por una
maldición, y el jardín es su único consuelo hasta que Ni Chang entra en su vida. Es una
especie de historia al revés de "La Bella y la Bestia", solo que con escenas de sexo lésbico
abrasadoramente sexys, lo que en opinión de Lan Zhan mejoraría definitivamente casi
cualquier artículo de prensa.

"¡Sí!" dice Wei Ying con entusiasmo. "Me gusta mucho lo que hizo mi artista. Me hubiera
gustado tener algo así para la portada, pero no pude encontrar fotos de archivo adecuadas".

"Me gusta la portada que elegiste", dice Lan Zhan. "Se ajusta a la historia". Gira un poco el
brazo de Wei Ying para verlo mejor, y el último tatuaje resulta ser un dragón, con escamas
blancas y pelaje azul y unos bonitos cuernos plateados. "¿De qué es éste?", pregunta, sobre
todo para ver cómo Wei Ying intenta ofuscar la respuesta.

"Ah, es de uno de mis Otros libros", dice Wei Ying, con demasiada ligereza. "Es xianxia, hay
cambios de forma, lo que sea".

"Mn", dice Lan Zhan, permitiendo a Wei Ying esta media mentira. Es solo por cortesía, ya
que Lan Zhan tiene su media mentira propia que no oculta, pero tampoco la hace pública.
Lan Zhan sabe exactamente de qué libro es este tatuaje. De hecho, encargó por adelantado
"Doblemente Penetrada por el Dragón" en cuanto estuvo disponible, lo leyó dos veces
seguidas y dejó reseñas positivas de cinco estrellas en todos los sitios web en los que pudo
hacerlo fácilmente bajo un alias. Lo hace con todos los libros de Mo Xuanyu, porque sabe
que la autopublicación depende de las reseñas para aumentar las ventas, y quiere apoyar a
Wei Ying en todo. Lan Zhan utiliza un alias porque sabe que Wei Ying... no se avergüenza de
sus escritos más descaradamente pornográficos, no exactamente, pero está claro que los
considera un trabajo independiente peor que lo que publica bajo Wei Wuxian. Cuando
publica un nuevo libro, le envía un mensaje de texto directamente a Lan Zhan y le pide que le
dé su opinión mientras lo lee, como si Lan Zhan no hubiera leído el primer borrador y no
hubiera trabajado en los puntos de la trama y la hubiera animado en cada paso del camino. En
cambio, Lan Zhan no cree que Wei Ying le haya mencionado nunca directamente el título de
uno de los libros de Mo Xuanyu. Nunca prohibió a Lan Zhan que los leyera, simplemente
pensó que a Lan Zhan no le interesaría.

(Se equivoca. La escritura de Wei Ying es una delicia, incluso cuando implica inserciones
anatómicamente improbables en más orificios de los que Lan Zhan nunca estará interesado en
explorar personalmente. Lan Zhan no leería libros de orgías alienígenas de nadie más, pero
está preparada para Orgías Alienígenas Hot IV y las nuevas aventuras de la Reina
Extraterrestre Hu Xuan).

"Es un bonito tatuaje", dice Lan Zhan. Pasa el pulgar distraídamente, como si pudiera sentir
la textura de las escamas. Wei Ying se estremece, su piel se pone de gallina bajo el contacto
de Lan Zhan, y se da cuenta bruscamente de que había estado inmovilizando el brazo de Wei
Ying durante mucho más tiempo del que probablemente fuera apropiado. La suelta,
levantando la mirada, y capta los ojos de Wei Ying. Son amplios y oscuros, con el labio
inferior entre los dientes. Ella está mirando a Lan Zhan como... como...

"¿Así que quieres ir a un parque ahora mismo?" Wei Ying suelta, retirando su brazo y
recogiendo su taza de café. El momento se rompe por completo, y Lan Zhan se pregunta si
imaginó el calor en la mirada de Wei Ying. Probablemente sea una ilusión.
"No", dice, dando un sorbo a su oolong. "Iba a escribir un poco. "Iba a escribir un poco.
Posiblemente salir a comer a algún sitio antes de que empiece la conferencia".

"Un último descanso antes del caos", dice Wei Ying, asintiendo con la cabeza como si Lan
Zhan estuviera impartiendo una sabiduría asombrosa. "Inteligente. ¡Tal vez te acompañe a
almorzar si no estás harta de mí para entonces!" Wei Ying se ríe, ligeramente, con un sonido
de autodesprecio que va directo al cerebro de Lan Zhan y que hace surgir recuerdos de la
universidad.

"No me cansaré de ti", dice Lan Zhan automáticamente. Ese nunca fue el problema con Wei
Ying.

"Eso lo dices ahora", dice Wei Ying, terminando su segunda taza de café instantáneo
azucarado, "pero en serio, Lan Zhan, sé que soy demasiado. Si necesitas que me aleje de ti
durante una hora para que puedas tener algo de intimidad y tranquilidad, solo tienes que
decirlo y me iré".

"No quiero que te vayas", le dice Lan Zhan, "pero si me veo en la necesidad de privacidad, te
lo haré saber". Lo dice sobre todo para que Wei Ying deje de discutir - la idea de que quiera
menos Wei Ying en lugar de más Wei Ying es absurda. No hay nada que Wei Ying pueda
hacer para que Lan Zhan no quiera tenerla lo más cerca posible.

⋄⋄⋄

Lan Zhan reflexiona, mientras cruza las piernas e intenta desesperadamente concentrarse en
su computadora portátil, que puede haber calculado mal.

"Uuuunf", dice Wei Ying, desde el otro lado de la mampara. Jadea dos veces, "Ah, ah", de
forma increíblemente audible, el tipo de respiraciones que se enroscan húmedas contra la
piel, y luego sisea un "Miieerda" en voz baja, entre los dientes.

Lan Zhan va a morir.

"Hombro, ¿por quéeee?", gime Wei Ying, que al menos no es algo que la gente diga
normalmente durante el sexo, y por tanto permite a Lan Zhan un momento de respiro. Los
pequeños sonidos rítmicos de las telas que se mueven no ayudan, y entonces Wei Ying hace
otra cosa que presumiblemente hace que la pelota de goma púrpura que sacó del cajón de la
ropa se clave en otro músculo tenso, y gime como lo haría si la mano de Lan Zhan le apretara
la nuca. La vagina de Lan Zhan se aprieta por reflejo. Esto es malo.

"¿Todo bien por ahí?" Pregunta, porque realmente están sucediendo muchos sonidos.
"Biii... ah-ah-ah -iiien", gime Wei Ying. "Joder, ya tenía ganas de esto incluso antes del viaje
en avión, y luego no pude moverme durante cuatro horas mientras estaba metida en un ataúd
de metal volador". Hace otro sonido sexual terriblemente excitante y respira con dificultad
durante un rato. Lan Zhan aprieta la mano sobre su ratón inalámbrico hasta que cruje.

"Suena incómodo", dice Lan Zhan, con una voz muy uniforme, tal vez un poco aburrida. Sus
orejas se sienten como si estuvieran a punto de estallar en llamas, y entre sus piernas palpita
de una manera que un escritor menos exigente podría describir como "turgente". Tal vez
debería haberle dicho a Wei Ying que necesitaba privacidad. Tal vez debería haber salido a
hacer un falso trámite mientras Wei Ying hacía esto.

"Oh, esto apesta," Wei Ying concuerda, siseando entre sus dientes. "Pero duele tan
jodidamente bien, que me encanta esta mierda". Emite otro largo y bajo gemido, y Lan Zhan
piensa en empujar la cara de Wei Ying contra el colchón con una mano y usar el pulgar de la
otra para clavársela detrás del hombro, donde todos los escritores del mundo tienen
exactamente el mismo nudo muscular. La mantendría allí mientras Wei Ying llorara y se
quejara y se retorciera, la mantendría a merced de Lan Zhan hasta que el nudo finalmente se
sometiera, hasta que Wei Ying se sometiera, y entonces la follaría hasta que gritara.

"¿Haces esto con frecuencia?", pregunta. Técnicamente estuvo escribiendo, así que Wei Ying
no tendrá oportunidad de comentar la falta de ruidos del teclado y preguntar por qué Lan
Zhan está sentada en silencio escuchando la fisioterapia de Wei Ying como una gran
asquerosa. La única palabra que escribió es "joder", y la escribió (Lan Zhan la subraya y hace
un recuento de palabras) ochenta y seis veces. Aunque probablemente pueda utilizar uno o
dos de esos "joder" en el manuscrito real, no es precisamente un recuento de palabras
productivo.

"No con la frecuencia suficieeeeente", se lamenta Wei Ying a medias, seguido de "Oh, dios
mío, culo, lo entiendo, lo siento".

El cerebro de Lan Zhan trae a la mente la imagen de Wei Ying con un body de tanga sobre
mallas, con el culo de la época universitaria, muy abofeteable, a la vista. Lan Zhan se
pregunta cómo será el culo de Wei Ying ahora. Su novedosa ropa interior era bastante amplia,
y Lan Zhan realmente intentaba no mirar de forma demasiado obvia. Wei Ying está un poco
más rellena desde la universidad, como hacen todos los cuerpos cuando ya no se aferran a los
últimos restos de la adolescencia. Lan Zhan está bastante segura de que su culo es más grande
ahora, y teóricamente aún más abofeteable. A Lan Zhan le gustaría averiguarlo. A Lan Zhan
le gustaría usar su culo como almohada. Le gustaría recostarse con su mejilla en la espalda
baja de Wei Ying y posar una mano sobre la protuberancia del culo de Wei Ying y relajarse
allí, tal vez por el resto de su vida.
Lan Zhan subraya y borra los ochenta y seis joderes y consigue escribir una frase real del tipo
"Ella cruzó la habitación", antes de que Wei Ying empiece a hacer de nuevo pequeños ruidos
de "¡Ah ah ah!". Lan Zhan los transcribe accidentalmente en la página y luego los borra
apresuradamente. Descruza las piernas y las cruza hacia el otro lado, tratando de no
balancearse en la presión o de no rechinar contra la silla poco ergonómica del escritorio del
hotel. Está incómoda y vergonzosamente excitada, con los latidos de su corazón palpitando
en su clítoris. Tal vez Wei Ying tuvo la idea correcta cuando empacó quince pares de ropa
interior para el fin de semana. Los siete pares de Lan Zhan empiezan a parecer inadecuados.

Desesperada por cualquier cosa que pueda servir de distracción, Lan Zhan abre su lista de
reproducción habitual para escribir, con la esperanza de que la suave música electrónica
instrumental apuntada directamente a ella desde los altavoces de su portátil ahogue lo que
está ocurriendo al otro lado de la habitación. Esto es medianamente efectivo - ya no puede oír
los sonidos de las telas moviéndose, o algunas de las respiraciones pesadas. Es suficiente para
que Lan Zhan escriba un párrafo real, uno que probablemente no requiera una revisión
profunda más tarde. Empieza a sentirse más tranquila con respecto a toda la situación cuando
Wei Ying dice con sentimiento, "Aaaaauuuuugh, oh dios, joder", y la excitación de Lan Zhan
vuelve a entrar en su cuerpo como una edición especial de tapa dura que cae al suelo.

Ella no puede estar aquí para esto. Necesita ir... al baño, ese es un lugar con una puerta, y si
puede llegar al baño estará a salvo. Lan Zhan se pone de pie para hacer eso, llega al divisor
de la habitación sin problemas, y descubre que Wei Ying aparentemente había terminado de
rodar por su espalda. Lan Zhan puede deducirlo porque ahora Wei Ying está acostada boca
abajo, con una pierna extendida detrás de ella sobre la alfombra, y la otra doblada a la altura
de la cadera con la rodilla hacia un lado, donde presumiblemente está usando su pelota de
fisioterapia para masajear la parte interna del muslo. Lo que significa, en la práctica, es que
Wei Ying está follando lenta y rítmicamente el suelo, con la frente apoyada en sus manos
cruzadas, gimiendo y siseando cada vez que llega a un punto especialmente sensible. El
cerebro de Lan Zhan se llena de un zumbido agudo y salvaje, como si un enjambre de abejas
cachondas se hubiera instalado en su cráneo.

"¿Estoy en tu camino?", pregunta Wei Ying, moviendo las caderas en horribles círculos.
"Písame, no pasa nada, estaré aquí abajo otros veinte minutos, así que, si quieres, puedes
fingir que soy parte del suelo".

Las abejas cachondas en el cerebro de Lan Zhan dejaron de escuchar después de "Písame".
Cuando recupera el control de su cuerpo, ya está en el cuarto de baño, agarrando el pomo de
la puerta con tanta fuerza que se sorprende de no haberlo arrancado completamente. Dedo a
dedo, retira la mano, enciende el ventilador para amortiguar el sonido y pasa las muñecas
bajo el agua más fría del grifo. Su reflejo tiene los ojos oscuros y las orejas rosadas, y respira
con más fuerza que de costumbre. Lan Zhan se mira a sí misma, con las manos entumecidas,
y se recuerda a sí misma que Wei Ying es su mejor amiga. Su mejor amiga desinteresada.
Podemos superar esto, se dice a su reflejo. Vamos a aguantar como sea.

Lan Zhan asiente con firmeza, cierra el grifo y se queda en el baño quince minutos más,
haciendo una trenza innecesariamente complicada y maquillándose más de lo que
normalmente llevaría para una conferencia, porque si no tendría que admitir que está aquí
porque se está escondiendo. Esto, reflexiona mientras se sombrea las cejas, va a ser más
difícil de lo que pensaba.

⋄⋄⋄

Dos horas más tarde, con las credenciales en la mano (bueno, en el bolso) y las bolsas de
regalos a buen recaudo en la habitación del hotel, a la espera de que las clasifiquen entre el
montón de artículos útiles (barritas energéticas, bolígrafos personalizados, botellas de
muestra de desinfectante para las manos) y la paja de la basura (publicidad de negocios
locales que nunca tendrán la oportunidad de visitar, códigos para la descarga gratuita de
libros de autores que ninguna de las dos querrá leer nunca), Lan Zhan decide que fue una
buena idea. El parque que encontraron está casi abandonado al mediodía, no tiene perros
(algo importante para Wei Ying), e incluso hay un estanque de patos. Lan Zhan observa como
los patos avanzan y se balancean en el agua de forma graciosa, con su ordenador portátil
abierto en la mesa de picnic que Wei Ying reclamó al acostarse sobre ella. Wei Ying sigue
encima de la mesa de picnic, sentada con las piernas cruzadas y su propio portátil sobre las
piernas, encorvada sobre él como una gárgola. Lan Zhan está bastante segura de saber
exactamente por qué Wei Ying gime como una actriz porno cuando despliega los hombros,
porque a Lan Zhan le duele la espalda solo con mirarla.

"¿Cómo se dice para... una exigencia? ¿Pero específicamente lo exiges como parte de un
acuerdo mayor?" Wei Ying mira a un pato mientras pregunta, lo que parece injusto para el
pato. Lan Zhan hace una pausa en medio de la frase y considera la pregunta.

"¿Una condición?"

"¡Sí!" Wei Ying escribe furiosamente. "¡Gracias, jiejie! ¡Una condición! Mi cerebro quería
recordar todas las palabras posibles menos esa".

"Encantada de ayudar." Lan Zhan servirá felizmente como tesauro personal de Wei Ying por
el resto del tiempo si consigue tener esto a cambio - el sonido de las teclas y la creatividad en
estrecha proximidad y el saber que Wei Ying está al alcance de la mano. También estaría
encantada de ser la entrenadora personal de Wei Ying, si tuviera la oportunidad. Tal vez
podría convencer a Wei Ying de que se sentara en su regazo y, cada vez que empezara a
encorvarse, Lan Zhan presionaría una mano bajo las clavículas de Wei Ying y la obligaría a
volver a enderezarse. Si Wei Ying se sentaba correctamente durante al menos diez minutos
seguidos, Lan Zhan podía recompensarla besando el lateral de su cuello. Lan Zhan no ve
literalmente ningún inconveniente en este plan.

"Ey, tu mamá tuvo un control oncológico hace poco, ¿verdad?", pregunta Wei Ying, agitando
su té boba para que las perlas de tapioca vuelvan a separarse. Lan Zhan tararea
afirmativamente, y Wei Ying mete la tapioca en la mejilla para preguntarle: "¿Cómo le fue?"
"Sigue en remisión", dice Lan Zhan, con un alivio que es fresco y agudo incluso después de
todos estos años. "También está viendo a un nuevo fisioterapeuta. Entre eso y los cambios de
medicación sus niveles de energía son mucho mejores."

"¡Oh, Lan Zhan!" Wei Ying dice, su rostro se ilumina en una suave sonrisa que refleja el
alivio en el corazón de Lan Zhan. "¡Eso es genial! Wow, eso es como, al menos quince años
en remisión, ¿verdad?”

"Mn." Lan Zhan no tenía a Wei Ying en su vida cuando le detectaron el cáncer de tiroides a
su madre. Apenas tenía a alguien: a su hermano mayor Lan Huan, a su tío Lan Qiren y,
técnicamente, a su padre, aunque él ya estaba distanciado antes de que su madre enfermara.
Lan Zhan agradece, en cierto modo, que le ocurriera cuando era adolescente, porque tenía la
edad suficiente para entender lo que estaba pasando. El inconveniente de ser lo
suficientemente mayor para entenderlo era tener la edad suficiente para comprenderlo y, por
lo tanto, la edad suficiente para estar absolutamente aterrorizada de que su madre fuera a
morir, de que nada volvería a ser igual. Lan Zhan pasó ese año casi sin hablar por el trauma
que le produjo, por lo que posiblemente también pasó ese año enterrada en libros o
escribiendo furiosamente los suyos propios.

Después, nada fue igual. Su madre sobrevivió, pero no sin la fatiga crónica y otros efectos
secundarios que tendrá por el resto de su vida. El padre de Lan Zhan se fue en algún
momento del tratamiento, desinteresado en ser el cuidador de su madre. Lan Huan se
convirtió en padre, tratando de sustituir a su padre de una manera que no se le debería pedir a
ningún joven de dieciocho años. Lan Zhan, que ya era introvertida, se volvió básicamente
incapaz de hablar con extraños, aferrándose a lo que quedaba de su familia con una ferocidad
sibilante y contundente. Sigue siendo el peor año de la vida de Lan Zhan, rompiendo de raíz
todo lo que sabía de sí misma. Ninguno de ellos emergió sin cambios, y Lan Zhan lo odiaba.

Sin embargo, lo que pasa con el cambio es que es inevitable. La otra cosa sobre el cambio es
que no es automáticamente malo. Su madre ya no puede cavar parterres ni plantar árboles
como antes, pero puede dibujar planos de jardines, pedir semillas y sembrar plantas anuales.
El tío Qiren se mudó cuando su hermano se marchó, asumió la responsabilidad de las citas
médicas de su madre, se aseguró de que Lan Zhan y Lan Huan llegaran a tiempo a la escuela
y tuvieran una cena caliente al llegar a casa. Nunca se fue, ni siquiera cuando el tratamiento
médico terminó y su madre pudo cuidar mejor de sí misma. Se quedó a su lado de una forma
que el padre de Lan Zhan no hizo, les encontró un terapeuta familiar y terapia individual y
nuevas recetas de repostería que probaba para ellos cada fin de semana. Lan Huan aprendió
poco a poco a ser un adolescente de nuevo, tuvo citas y se metió en problemas (leves). Lan
Zhan empezó a hablar, hizo tímidos amigos en sus últimos años de instituto y llegó a mostrar
algunas de sus historias a otras personas. Cuando encontró a Wei Ying en la universidad, ya
estaba preparada para ella, y eso significó que durante el horrible mes en el que pensaron que
el cáncer de su madre había vuelto a aparecer, Wei Ying estuvo allí para distraerla con
ridículas ideas argumentales, prepararle unos horribles fideos instantáneos y abrazarla cuando
Lan Zhan ya no podía mantener la compostura. Lan Zhan recuerda haber sollozado en el
hombro de Wei Ying hasta que se le cerraron los ojos, con las manos de Wei Ying en su
cabello mientras susurraba tonterías reconfortantes en el oído de Lan Zhan. Era horrible y
maravilloso, tener una amiga como Wei Ying en la que apoyarse. Fue probablemente cuando
Lan Zhan se enamoró de ella.

"¿Qué significa el nivel de energía, en la práctica?" Pregunta Wei Ying, enlazando los dedos
y estirando los brazos por encima de la cabeza, devolviendo a Lan Zhan al momento presente
con la pregunta. "Supongo que no estará por ahí corriendo maratones".

"No", concuerda Lan Zhan. "Nada de maratones. Puede desmalezar todas sus plantaciones en
un día y todavía tener energía para cocinar". Su madre le manda fotos de lo que está
haciendo, platos que solía cocinar para Lan Zhan y Lan Huan cuando eran pequeños. Lan
Zhan extraña su cocina. La visita en el Año Nuevo Lunar, pero quiere más. Pronto, se dice a
sí misma. Pronto podrá cocinar también para su madre. Ella merece que la cuiden.

"¡Esa es una gran mejora!" Wei Ying se acuesta en la mesa, dejando que su cabeza cuelgue
del borde. Su cabello se agita con la brisa y su delineador de ojos emborronado hace que sus
ojos parezcan aún más grandes y brillantes. "¿Cómo está tu tío? ¿Qué está haciendo?"

"El tío Qiren asistió a una única clase de cerámica en el centro comunitario y procedió a
encargar un torno y un horno para casa". Lan Zhan saca su teléfono y revisa los mensajes de
su tío. Desde hace tres meses, cada uno de ellos es una foto de una pieza de cerámica hecha a
mano de creciente calidad, acompañada de una somera descripción de lo que es exactamente.
Se la entrega, y la pantalla muestra "Taza con mango en forma de bambú; engobe verde;
esmalte claro", y permite a Wei Ying desplazarse por el hilo.

"Oh, dios mío", dice Wei Ying, mientras sigue desplazándose. "Oh, dios mío, Lan Zhan,
¿asistió a una sola clase?"

"Dijo que sintió afinidad de inmediato", dice Lan Zhan, viendo la sonrisa que se extiende por
la cara de Wei Ying. Posiblemente haya llegado a la fase de "ratoncitos lindos" del tío Qiren
en su carrera artística.

"¿Cuántas piezas de cerámica al azar te envió por correo?"

"Ninguna, todavía". Lan Zhan acepta su teléfono de vuelta de Wei Ying y se toma un
momento para mirar con cariño el plato de conejo lunar de Chang'e con su esmalte blanco y
negro. "Creo que los está guardando". Lan Zhan no quería tener que empacar vajilla extra,
pero en el momento en que esté lo suficientemente cerca...

"Te van a enterrar en pequeñas jaboneras", dice Wei Ying, en tono de conmiseración. Se
vuelve a sentar, vuelve a su boba y consigue meterse en la boca más perlas de tapioca de las
que probablemente sean prudentes.

"Mi colección de tazas nunca será la misma". Lan Zhan escribe otro párrafo y flexiona las
muñecas. Wei Ying no se molesta en preguntar por el padre de Lan Zhan. Murió en algún
momento del primer año de universidad de Lan Zhan, un acontecimiento que pasó casi
desapercibido. Hay cosas más interesantes de las que hablar, por ejemplo: "¿Cómo está tu
familia?"

"En estos momentos, mi madre y mi padre están en medio de En Ninguna Parte,


probablemente lamiendo alguna que otra roca para ver si es un hueso", dice alegremente Wei
Ying. "Dos meses más en el lugar y entonces volverán y eso de decirle a la gente que vivo en
el sótano de mis padres dejará de ser una broma".

"¿Dónde es la excavación esta vez?" Cangse Sanren y Wei Changze son arqueólogos, Lan
Zhan lo sabe, pero Wei Ying tiende a ser errática a la hora de relatar sus aventuras a menos
que se le pregunte específicamente.

"Kazajistán", dice Wei Ying. "Lo están pasando muy bien, aparte del viento y el sol y la
suciedad y el hecho de que mi padre empacó su protector solar favorito pero solo es el
segundo protector solar favorito de mi madre".

Lan Zhan jadea dramáticamente. Nunca fue buena para actuar, así que casi siempre se lleva
una mano al pecho mientras inhala. Wei Ying se ríe de ella, de todos modos, lo cual era el
objetivo

"Exactamente", dice Wei Ying. "Ya conoces a mi madre, le encanta tener algo por lo que
burlarse de mi padre. Estoy bastante segura de que metió en la maleta la crema solar
equivocada a propósito y en medio de la excavación sacará una caja de lo que a ella le gusta y
entonces podrá encontrar otra cosa de la que quejarse". Hace unos sonidos horribles con su té
de boba, mirando a los patos pensativamente. "La tía Ziyuan y el tío Fengmian están
actualmente en un torneo de wushu en California. La tía Ziyuan podría estar juzgando una
competición de jiu jie bian literalmente mientras hablamos; no recuerdo cómo funcionan los
husos horarios. Que el cielo se apiade de esos chicos".

"Ella será justa en sus evaluaciones". Lan Zhan da un sorbo a su oolong, ahora a una
temperatura que no amenaza con escaldar su lengua, pero lo suficientemente caliente como
para protegerla del frío de principios de primavera. Perfecto.

"Oh, claro", asiente Wei Ying, "pero sigue siendo jodidamente aterradora antes de que
aprendas que hablándote como si fueras un pequeño adulto y dándote una respuesta directa y
punzante es como demuestra su afecto". Lan Zhan recuerda esta experiencia de las
vacaciones de primavera que pasó con los Jiang y Wei Ying mientras sus padres estaban de
excursión. Pasó tres días sintiéndose vagamente intimidada por Yu Ziyuan, y luego dos días
siendo instruida muy concienzudamente en las heridas en los ojos y los golpes en la garganta
por Yu Ziyuan, y luego tres días más todavía intimidada por Yu Ziyuan pero también
gustándole bastante. Ah, el segundo año del instituto.

"¿Y tus primos?" Lan Zhan sabe que Jiang Yanli y Jiang Cheng no están técnicamente
emparentadas con Wei Ying de ninguna manera, pero como Wei Ying pasó la mitad de su
infancia en su casa cuando sus padres estaban de viaje, "primos" es la mejor palabra para
definir su relación.
"¡Yanli tiene un nuevo contrato para un libro de cocina!" dice Wei Ying, encantada de tener la
oportunidad de presumir. "Y A'Ling empezó el jardín de infantes este año, por lo que está
muy malhumorado. A'Shao no deja de preguntar cuándo podrá ir también a la guardería, así
que Jin Zixuan está tratando de encontrar un centro de preescolar que pueda probar un par de
días a la semana. Por ahora le compró un pequeño escritorio y una pizarra y va a la "escuela"
en su oficina, lo que incluso tengo que admitir que es jodidamente adorable".

Realmente suena adorable. Lan Zhan conoce a los sobrinos de Wei Ying por fotos, pero
puede imaginar a A'Shao garabateando con gran concentración en cualquier ‘tarea’ que su
padre le haya encargado. "¿Y Jiang Cheng?"

"Feliz como siempre", dice Wei Ying. "En este momento está entrenando una nueva camada
de cachorros de terapia. ¿Quieres ver fotos de toda esta ternura?"

"Por favor". Lan Zhan cierra su ordenador portátil y se acerca mientras Wei Ying consulta su
teléfono. Las fotos son, como prometió, increíblemente lindas. A'Ling con unos jeans
diminutos y una camiseta amarilla con un pato, mirando con recelo a la cámara mientras
carga su mochila al hombro. A'Shao cubierta completamente de rotulador lavable y con un
aspecto inmensamente orgulloso de sí misma. Otros veinte segundos en los que Wei Ying
pasa el dedo por varias cosas que Jiang Yanli había cocinado. Jiang Cheng con tres cachorros
de labrador en su regazo, sonriendo como solo lo hace con los perros. Wei Ying acariciando a
un golden retriever adulto, con aspecto de estar un poco asustada ("No me pongas a prueba
con los perros", dice Wei Ying, frente al sorprendido zumbido de Lan Zhan. "Solo funciona
con los perros de Jiang Cheng, porque todos son muy buenos chicos y chicas y nunca hacen
movimientos bruscos"). Wei Changze y Cangse Sanren están de pie frente a un gran pozo de
tierra, juntando sus manos para hacer la forma de un corazón. Lan Zhan disfruta cada detalle
de la vida de Wei Ying e intenta que no le duela demasiado lo mucho que la extraña. Pronto.
Pronto podrá tener esto en tiempo real, si tiene suerte. Si Wei Ying así lo desea.

Wei Ying se estremece mientras detalla los logros geniales de A'Shao de tres años, y Lan
Zhan comprueba la hora. Llevan aquí una hora de aparente ‘tiempo para escribir’ y pasaron
aproximadamente la mitad de ese tiempo charlando. Lan Zhan se siente satisfecho con este
resultado. "¿Quieres almorzar?" pregunta, quitándose la chaqueta de punto y poniéndola
alrededor de los hombros de Wei Ying, ya que Wei Ying no llevó su propia sudadera a pesar
de que siempre tiene frío.

Wei Ying se acurruca en el cárdigan de Lan Zhan como un conejo que se acurruca en una
madriguera. "Sí, comer me parece genial", dice. "Podría pedir pho. ¿Qué te parece el pho?"

Lan Zhan ajusta el cárdigan un poco más alrededor de la cintura de Wei Ying. "Me gusta el
pho", dice, un poco impotente. No es lo que quiere decir, pero está bastante cerca.

⋄⋄⋄

El primer día de la conferencia está... bien. Los primeros días siempre están bien, son
extrañamente liminales, e incluso más extraños que el concepto de una conferencia en primer
lugar. La mitad de los participantes no llegaron, por lo que las clases y los paneles que se
ofrecen tienden a ser las opciones blandas, las que no se espera que tengan una gran
atracción. Además, como ya se estableció anteriormente, empiezan a las dos de la tarde y se
prolongan hasta las seis, con una pausa para cenar antes de las reuniones sociales. Lan Zhan
acude a una presentación sobre cómo diferenciar las editoriales de lujo de las legítimas, la
mayoría de las cuales ya conoce, pero quiere ver si hay alguna nueva y horrible editorial de
lujo de la que deba advertir a sus lectores. Después de eso, acude a un taller colaborativo en
el que los asistentes construyen el esquema de un libro entero a partir de sugerencias
improvisadas, creando una trama que sería un verdadero desafío hacer coherente. Wei Ying
probablemente podría escribir el acogedor misterio de asesinato protagonizado por una monja
jubilada y una estrella del pop con un pasado misterioso que se enamoran en las ruinas de una
mansión Eduardiana durante un ensayo de orquesta, pero Lan Zhan no tiene fe en que nadie
más pueda llevarlo a cabo. Sin embargo, el taller es divertido y un recordatorio de que no hay
que tomarse el género demasiado en serio. Lan Zhan puede pensar en algunos autores
históricos a los que les habría venido bien asistir.

"Eso suena ridículo", dice Wei Ying, frente a su tazón de ramen picante (contribución de Wei
Ying) cubierto con verduras blanqueadas y rodajas de tofu frito (contribución de Lan Zhan).
"Me encanta. Ojalá hubiera ido ahí en vez de al panel de técnicas avanzadas de marketing
online".

"¿No es tan avanzado como esperabas?", pregunta Lan Zhan, con su arroz frito con tofu sobre
un lecho de rúcula ligeramente humeante en la habitación con aire acondicionado.

"Era una broma". Wei Ying suspira. "No lo llames avanzado si lo primero con lo que
empiezas es una diapositiva de powerpoint sobre hashtags". Lan Zhan hace una mueca. Wei
Ying asiente y sorbe sus fideos.

Wei Ying se pinta los labios antes de dirigirse a las reuniones. Es un rojo intenso y mate, y
queda muy bien con su delineador ahumado y los largos pendientes de flecos de cuentas rojas
que también elige llevar. Lan Zhan cree que puede ser una de esas marcas de maquillaje a
prueba de besos. Lan Zhan quiere probar si es a prueba de besos, posiblemente contra la
pared del ascensor.

"Así que voy a ir a la junta de romances autopublicados, a los de romances fantásticos y a los
de escritores de color", dice Wei Ying, consultando el programa en su teléfono. "Ninguno de
los otros parece muy interesante, así que podemos volver a la sala después".

"¿No vas al bar?"

Wei Ying sacude la cabeza con pesar. "Mi cuerpo sigue estando jodido en la zona horaria
equivocada", dice, "y empecé a tener resacas de las que derriten el cerebro cuando cumplí
veinticinco años, literalmente me desperté el día después de mi veinticinco cumpleaños y me
sentí como si alguien hubiera metido el interior de mi cabeza en una batidora y luego lo
hubiera vertido en el pavimento caliente. Ahora tengo casi treinta años, jiejie, me tomo dos
vasos de vino y luego tengo que beber medio litro de agua o me despierto con migraña. Nada
de BarCon para mí". Da un trago a su botella de agua roja y añade: "Además, es más barato
así".
"Mn", dice Lan Zhan, tratando de estar de acuerdo sin tener que admitir que nunca tuvo que
pagar la cuenta de un bar en su vida. Las puertas del ascensor se abren, y Wei Ying sale
disparada al vestíbulo, habiendo detectado inmediatamente un seguimiento mutuo en Twitter.
Lan Zhan la sigue con más calma y trata de no mirar la curva de las caderas de Wei Ying en
su vestido negro de punto, o la forma en que sus pendientes de flecos rozan su cuello en
patrones que a Lan Zhan no dejan de producirle deseos de tocar.

Reuniones. Va a asistir a ellas, a relacionarse con la gente y a ver a algunos de sus seguidores
mutuos en Twitter. Al menos va a hacer algo de esto sin que Wei Ying esté presente y, por lo
tanto, podrá concentrarse como una persona normal.

La reunión de escritores de novela histórica es lo suficientemente entretenida como para que


Lan Zhan no piense en Wei Ying durante media hora, ya que se dedica a completar su tarjeta
de bingo y a que se abalancen sobre ella todos los autores que necesitan completar la casilla
"Escribe libros ambientados en otros lugares que no sean América o Europa".

"Creo que técnicamente debería incluirme", le dice María González (autora de "Rosas de
Fuego Salvaje", según su credencial) a Lan Zhan mientras revisan sus cartones de bingo en
busca de algo que la otra persona pueda calificar, "ya que algunos de los míos están
ambientados en lo que luego sería Norteamérica, pero antes de la Declaración de
Independencia".

"Creo que el objetivo es recordar a la gente que en los romances históricos no todos son
blancos", dice secamente Lan Zhan. "Si alguien tiene algún problema con su inclusión en mi
tarjeta de bingo completamente voluntaria para la que no hay premio, puede hablarlo
conmigo".

"Me encanta esa actitud", dice María, firmando su nombre en el cuadro correspondiente en el
papel de Lan Zhan. También intercambian seguidores de Twitter, y Lan Zhan toma nota en su
teléfono para buscar "Rosas de Fuego Salvaje" cuando esté en su computadora. Una
interacción social realmente exitosa.

Lan Zhan no asiste a la siguiente reunión, porque quiere ir a la reunión de escritores de color
con Wei Ying, y tres eventos de trabajo en red, francamente, dos eventos de trabajo en red de
más. Hay una sala de la biblioteca, porque, por supuesto, hay una sala de la biblioteca, por lo
que Lan Zhan pasa una hora con su lector electrónico y un vaso de agua y otras cuatro
personas que solo quieren sentarse en silencio. Es maravillosamente reconstituyente, y ella se
dirige a su última obligación social por la noche con la energía necesaria para cumplirla.

"¡Lan Zhan!" Wei Ying llama, saludando furiosamente tan pronto como Lan Zhan cruza la
puerta, como si Lan Zhan tuviera ojos para cualquier otra persona. "¿Qué tal la reunión
histórica?", pregunta, arrimándose al costado de Lan Zhan, con ambas manos en su codo,
como solía hacer en la universidad cuando tenía frío. Volvió a olvidar su sudadera con
capucha. Mujer ridícula.

"Bien", dice Lan Zhan, quitándose el chal de manta gris que lleva sobre su vestido de punto
blanco hasta la pantorrilla. (Viste de punto para viajar y no tener que planchar. Es algo que
aprendió por las malas). "Gané el bingo", dice mientras acomoda el chal sobre los brazos
expuestos de Wei Ying, resistiendo la tentación de inclinarse y morder uno de los hombros
que su vestido sin mangas deja al aire.

"¿Cuál fue el premio?", Pregunta Wei Ying, envolviéndose con el chal alrededor de ella hasta
que podría protagonizar una historia sobre un cambiaformas de burrito.

"Orgullo."

Wei Ying disimula una risa detrás de su mano, porque la organizadora de la reunión se ha
aclarado la garganta para señalar el comienzo oficial del evento. En esta ocasión no hay
cartones de bingo, pero hay etiquetas con los nombres en las que se anima a todos a escribir
un par de palabras descriptivas clave sobre el tipo de libros que escriben, para que la gente
tenga alguna base para la conversación. Las de Wei Ying dicen "cachondo", "raro" y "gay
AF". Lan Zhan opta por algo más reservado: "histórico", "drama del harén" y "queer". Casi
inmediatamente se encuentra charlando con una mujer negra cuyas etiquetas dicen
"victoriana", "lesbiana" y "vampiro", y sale con otro nuevo seguimiento mutuo en Twitter y
una lista más larga de lecturas pendientes.

"¿Era Kristine Andrews?", pregunta Wei Ying, mirando por encima del hombro de Lan Zhan.
"Joder, debería ir a saludarla esta noche, me encantan sus libros de vampiros". Sus ojos van
de por encima del hombro de Lan Zhan a su rostro, donde se quedan detenidos por un
momento. Están muy cerca en la habitación llena de gente. Si Lan Zhan alargara la mano,
podría pasarla por debajo de los codos de Wei Ying y acercarla aún más, podría deslizar sus
manos por debajo del chal que le prestó a Wei Ying y asegurarse de que está bien abrigada.
Wei Ying la mira fijamente, inhala con fuerza, traga saliva y luego sus ojos se desvían hacia
el otro hombro de Lan Zhan. Parpadea y sonríe, el reconocimiento se extiende por su rostro.

"¡Jazmín!" Grita, lanzándose por delante de Lan Zhan para envolver a una mujer más baja y
redonda en un fuerte abrazo. "¡Oh, wow, no sabía que estarías aquí!"

"¡Wuxian! Ey!" dice Jazmín, devolviendo el abrazo de Wei Ying con una carcajada. "Claro
que estoy aquí, vivo en Chicago. Ni siquiera me quedo en el hotel, ya que puedo ir en coche a
casa".

"¿Y dormir en tu propia cama? El sueño". Wei Ying se aparta de Jazmín y angula su cuerpo
para que Lan Zhan vuelva a formar parte de la conversación. "Jazmín Jones, Lan Wangji. Lan
Wangji, Jazmín Jones".

"Ya nos conocemos", dice Lan Zhan con cariño, mientras Jazmín dice "¡A'Zhan!" Y se lanza
a abrazarla. Jazmín es tan agradable de abrazar como siempre, toda ella con curvas afelpadas
y con aroma a coco. Lan Zhan se permite un nivel apropiado de disfrute lésbico, ahora
platónico, antes de retirarse.
"Estás preciosa", le dice a Jazmín, porque lo está; una piel morena preciosa, rizos negros y un
delineador de ojos que podría cortar la garganta de un hombre y que combina perfectamente
con los colores brillantes del vestido con estampado de kente que apenas contiene sus tetas.
Son unas tetas realmente buenas. Lan Zhan puede admitir que las extraña un poco.

"Aduladora", dice Jazmín, golpeando ligeramente el hombro de Lan Zhan y sonriendo.

"Está prohibido mentir", dice Lan Zhan solemnemente, y Jazmín se ríe alegremente, con la
cabeza echada hacia atrás. Con retraso, Lan Zhan lee las etiquetas de identificación pegadas a
las excelentes tetas de Jazmín: "Contemporánea", "De color" y "Comedia". Es una
representación exacta del trabajo de Jazmín. Lan Zhan pide por adelantado todos los
lanzamientos.

"Se conocen, entonces", dice Wei Ying en la brecha en la conversación, sonando un poco
perdida sobre toda la situación.

"Mn", dice Lan Zhan, suavemente neutral.

"Salimos durante un tiempo", dice Jazmín alegremente. "¿Cuánto fue, cuatro meses?"

"Cinco", dice Lan Zhan. Por el rabillo del ojo, el rostro de Wei Ying permanece inexpresivo.

"Cinco", coincide Jazmín, "y fue encantador, pero no funcionó".

"Oh", dice Wei Ying, que ahora parece vagamente mortificada.

"Seguimos siendo amigas", dice Lan Zhan, queriendo asegurar a Wei Ying que no hay nada
malo, que ver a Jazmín no es incómodo o activamente peligroso de la manera que ella sabe
que algunos ex pueden ser. "No fue malo, solo que no éramos..."

"Adecuadas la una para la otra a largo plazo", termina Jazmíne suavemente. "Aunque en la
gran tradición de lesbianas ex Lan Zhan cuidó de mí un par de veces y se acercó a ayudarme
a cambiar una bombilla cuando yo no podía alcanzarla".

"Era un accesorio muy alto, y siempre me hacías pan de plátano como agradecimiento", dice
Lan Zhan, sintiéndose un poco desesperado ahora porque Wei Ying sigue medio congelada,
con una extraña emoción en su rostro que Lan Zhan nunca había visto ahí. "Jazmín se mudó a
Chicago al año siguiente".

"No por A'Zhan", dice Jazmín, quizá porque también está captando el extraño estado de
ánimo de Wei Ying. "Solo quería estar más cerca de la familia. Y luego me casé, ¡así que
todo salió bien!"

"¿Cómo está Booker?" Lan Zhan pregunta.

"En casa manteniendo la cena caliente para mí y listo para frotar mis pies una vez que me
quite estos tacones", dice Jazmín, positivamente radiante de felicidad.

"Oh", dice Wei Ying, reincorporándose por fin a la conversación, aunque su sonrisa parece un
poco forzada, "así que encontraste un verdadero Esposo, ¿eh?"
"El mejor de los esposos", confirma Jazmín. "Cuando me quejé de que los escritorios no
vienen con bandejas para el teclado hoy en día, me hizo elegir mi escritorio favorito y luego
me construyó una bandeja a medida para el teclado".

Las tres suspiran soñadoramente, atrapados en esa visión. Wei Ying se recupera primero.
"Acabas de publicar un libro, ¿verdad? ¿Cómo te fue?", le pregunta a Jazmín, con los ojos
brillando de interés.

Jazmín se muestra satisfecha con la pregunta, luego mira a su alrededor y se inclina para
susurrar a medias: "Los derechos de autor de 'Bebé atrapando al Multimillonario' pagaron
toda mi hipoteca en el primer mes. Por sí solos".

"Oh, dios mío", susurra Wei Ying. "¡Mierda, Jazmín, eso es genial!" A Lan Zhan le añade,
todavía en un susurro, "Jazmín y yo trabajamos en las Minas del Porno Autopublicado
cuando no estamos escribiendo historias diurnas".

Lan Zhan lo sabe. Lan Zhan finge que no leyó todo lo que Wei Ying había sacado de las
Minas del Porno, y aprieta el hombro de Jazmín. "Felicitaciones", dice, sin saber por qué
todos susurran, pero sigue la corriente. "Es muy emocionante".

"Lo es", dice Jazmín, abandonando el acto de secretismo (para alivio de Lan Zhan). "Mis
ventas siempre fueron bastante constantes, pero la gente tenía ganas de este por alguna razón,
lo cual es fabuloso, excepto..." Suspira y se frota la frente, con los ojos oscuros cerrados por
la frustración.

"Excepto que ahora tienes que escribir la segunda parte", dice Wei Ying, con una lenta
comprensión.

"Excepto que ahora tengo que escribir una segunda parte", asiente Jazmín, "y 'Bebé
atrapando al Multimillonario' se suponía que era una obra única que escribí solo para
sacarme la idea de la cabeza, pero no puedo dejar pasar la oportunidad financiera". Hace una
mueca, sacudiendo la cabeza con disgusto. "¿Por qué a la gente le tienen que gustar los
multimillonarios? Los multimillonarios son una mierda".

"Mis felicitaciones por tu éxito sin precedentes", dice solemnemente Wei Ying.

"Quizás podrías hacer una trilogía", sugiere Lan Zhan. "El tercero podría titularse
'Decapitando a los multimillonarios'".

"Oh, sí", interviene Wei Ying, tratando de no sonreír. "Que sea una especie de cebo. Creen
que solo va a ser porno y luego ¡bam! ¡Revolución!"

Jazmín se queda mirando a las dos y se da un golpecito en la barbilla mientras lo considera.


"Por un lado, no estoy segura de que el asesinato directo sea realmente la tónica de mis
romances", dice lentamente, "pero por otro lado, ciertamente me encantaría comerme a los
ricos, y dicen que debes escribir lo que amas".
"Demonios, sí", dice Wei Ying, levantando el puño. "Sigue tus sueños o lo que sea".

"Palabras por las que vivir", grita Jazmín, y entonces Wei Ying ve a alguien más que
reconoce y se dispersan de nuevo en el entorno general de la reunión. Lan Zhan mantiene
varias conversaciones encantadoras, tanto con autores que ya conoce como con completos
desconocidos. Su lista de lecturas aumenta al mismo ritmo que se agotan sus energías para las
interacciones sociales, y para cuando termina la reunión se reduce a mirar al frente y a asentir
de vez en cuando a intervalos apropiados.

"Oh, jiejie", dice Wei Ying, metiéndola de nuevo en el ascensor y señalando en su dirección.
"¡Mírate! ¡Estás al uno por ciento de batería! Deberías haber dicho algo, podríamos haber
salido antes".

"Wei Ying se estaba divirtiendo". Lan Zhan se apoya en la pared del ascensor y observa los
números sin entender su significado, así que cuando se detiene en su piso se sorprende
vagamente.

"Tú, tonta abnegada", dice Wei Ying con suavidad, guiando a Lan Zhan por el pasillo hacia
su habitación y atravesando la puerta. "Eso no significa que tengas que sentirte miserable".

Lan Zhan frunce el ceño y se deja depositar en el sofá. "No me sentí miserable". Le gustaba
ver a Wei Ying en su elemento, iluminada y animada mientras hablaba con otros autores. Sí,
Lan Zhan está agotada ahora, pero eso no significa que se sintiera miserable.

"Si tú lo dices", dice Wei Ying, quitándose el chal de manta gris y arropando a Lan Zhan en
el sofá como si fuera una manta de verdad. "La buena noticia es que todos los demás ruidosos
se fueron, y solo te queda una persona ruidosa". Sonríe a Lan Zhan y le guiña un ojo. "Es un
progreso, ¿verdad?"

"Mn." Estar a solas con Wei Ying es un progreso, pero no por la razón que Wei Ying piensa.

"¿Quieres ser la primera en ducharte?" Wei Ying pregunta desde el otro lado del separador de
la habitación.

"No", dice Lan Zhan. "Solo voy a..." y hace una especie de gesto que espera que comunique:
"Sentarme aquí y mirar a la pared hasta que recuerde cómo funcionan las frases largas".

"Buena decisión", dice Wei Ying, depositando una lata de agua con gas de Lan Zhan en la
mesa de café frente a ella. "¿Música?"

"Nada con letra", dice Lan Zhan. Wei Ying tararea un reconocimiento, y unos momentos
después, torpemente, la habitación se llena de ritmos lo-fi que no requieren ningún esfuerzo
por parte de Lan Zhan. Wei Ying debe haber descubierto el altavoz Bluetooth. Excelente. Oye
a Wei Ying abrir el cajón de la cómoda y luego pasar lo que parece una cantidad de tiempo
extrañamente largo revolviendo allí. ¿Se oye el sonido de una cremallera? Qué raro.
"Bien, ¡disfruta de tu asiento! Ahora me voy a duchar, ¡adiós!" Dice Wei Ying, pasando a
toda velocidad junto a Lan Zhan y entrando en el cuarto de baño, con los brazos fuertemente
envueltos en un fardo de ropa. Lan Zhan parpadea cuando la puerta se cierra. ¿Se había
sonrojado Wei Ying? Tal vez el par de ropa interior de esta noche es excepcionalmente atroz,
y le da vergüenza que la vean con ella. Bueno, qué pena. Lan Zhan está aquí, y va a ver algo.

Wow, Lan Zhan está muy cansada. Abre su agua con gas y toma un sorbo, disfrutando del
sabor cítrico. Su chal de manta huele ahora un poco como Wei Ying, o al menos como el
champú y el acondicionador frutal de Wei Ying. Lan Zhan inhala sutilmente, recuerda que
Wei Ying está en el baño con la ducha abierta y que, por lo tanto, no puede verla, y mete la
cara en la tela para poder respirar profundamente. Se permite unos treinta segundos de rareza
y luego volverá a tratar a su compañera de piso/mejor amiga con normalidad, como una
persona normal.

El altavoz suena, interrumpiendo la música. Vuelve a sonar unos segundos después. Esto no
es relajante. Lan Zhan levanta la cabeza del chal cuando suena por tercera vez y se da cuenta
de que es una notificación de texto de Wei Ying. Esto no es lo ideal para seguir escuchando
música, así que Lan Zhan deja el chal a un lado y se dirige a la puerta del baño, con la
intención de pedirle a Wei Ying el código de acceso o posiblemente entregárselo a través de
una rendija, para que lo ponga en "no molestar".

Lan Zhan acaba de levantar la mano para llamar a la puerta cuando del cuarto de baño emana
un sonido que no es ni el del agua ni el del ventilador. Parecía provenir de Wei Ying. Sonaba
como el tipo de ruido que ella hacía esta mañana cuando estiraba los hombros.

Sonaba como un gemido.

Sin su permiso, el cuerpo de Lan Zhan se acerca a la puerta, acercando una oreja a la madera.
No debería hacer esto. Incluso si Wei Ying está gimiendo, no es asunto de Lan Zhan. Se lo
dice a sí misma con firmeza mientras contiene la respiración y escucha con atención. No hay
nada más que la ducha, el agua salpicando contra la bañera, y Lan Zhan se reprende por ser
rara cuando Wei Ying vuelve a gemir. Es bajo pero inconfundible, y va acompañado de lo
que Lan Zhan apenas puede distinguir como un zumbido.

Bueno. Entonces. O bien Wei Ying está protagonizando un anuncio de Herbal Essences de la
vieja escuela y también disfruta duchándose en compañía de un enjambre de abejas, o bien
Wei Ying está en la ducha masturbándose con un vibrador. Toda la sangre del cuerpo de Lan
Zhan se calienta con este conocimiento, y presiona una mano silenciosamente contra la
puerta como apoyo físico y emocional. Mierda. Mierda.

Lan Zhan se da la vuelta, camina tranquilamente hacia el sofá y se sienta. Toma un sorbo de
su agua con gas y respira profundamente, alisando la falda con las manos.

Luego se sube el dobladillo hasta las caderas por delante, abre las piernas y mete la mano en
la ropa interior. Está mojada. Lleva mojada desde esta jodida mañana con la jodida
fisioterapia de Wei Ying, siempre con un nivel de excitación discreto por el mero hecho de
estar en presencia de Wei Ying, y ahora la situación es desesperada. El clítoris de Lan Zhan
está tan hinchado que ni siquiera puede ir directamente a él como ella prefiere, y tiene que
perder un tiempo valioso en acariciar suavemente sus pliegues antes de poder volver al
evento principal. El primer roce es demasiado - su pierna se sacude involuntariamente, las
caderas se alejan del contacto, así que se obliga a ir más despacio, a suavizar aún más su tacto
y a acariciarse cuidadosamente a ambos lados del duro nudo. El tiempo apremia, y ya está tan
excitada que, una vez que encuentra la presión adecuada, se lanza a ello, con la cabeza
inclinada hacia atrás en los almohadones del sofá, balanceando su vagina contra su mano
mientras jadea lo más silenciosamente posible.

Lan Zhan piensa en la mano de Wei Ying entre sus piernas. Piensa en empujar a Wei Ying
boca abajo en la cama y en sentarse a horcajadas sobre la parte posterior de un muslo y
machacar su lengua por todo el cuerpo. Piensa en desnudarse y entrar en el baño y arrancar el
vibrador de la mano de Wei Ying antes de arrodillarse y enterrar su cara en la vagina de Wei
Ying. Piensa en meter la lengua hasta el fondo de Wei Ying, piensa en hacer que Wei Ying se
corra en su cara y en chuparle el clítoris hasta que Wei Ying le ruegue que se detenga y no
parar hasta que Wei Ying se corra de nuevo. Piensa en Wei Ying extendida en la cama
cómicamente enorme, sonrojada y jadeante y sudorosa y pegajosa porque Lan Zhan la puso
así.

Lan Zhan se corre con fuerza, con el labio atrapado entre los dientes para amortiguar
cualquier sonido, con las caderas rechinando silenciosamente contra sus dedos mientras se
estremece y presiona. Su mente se vuelve blanda y oscura, sus músculos sueltos y laxos.
Juega con su clítoris un poco más, la vagina se estremece con las réplicas mientras Lan Zhan
alarga su orgasmo todo lo que puede. Cuando finalmente termina por completo, detiene su
mano y recupera el aliento, con los ojos casi cerrados.

Probablemente no haya sido lo ideal desde el punto de vista de lo espeluznante, reflexiona


Lan Zhan, pero se siente mucho más capaz de compartir la cama con Wei Ying esta noche sin
darse la vuelta y morder una de esas lindas tetas. Es un progreso.

Lan Zhan se limpia la mano a fondo con toallas de papel humedecidas con el agua de la
tetera, se arregla la ropa y se mira en el espejo de tocador. Se ve un poco sonrojada, tal vez,
sus pupilas un poco dilatadas, pero probablemente ella es la única que puede notarlo. La
ducha se cierra con un ruido sordo. Lan Zhan se sacude, respira profundamente un par de
veces más y recoge lo que necesitará para su turno en el baño.

"Todo tuyo", anuncia Wei Ying, que sale con una ráfaga de aire húmedo, con el pelo mojado
y peinado para lo que le servirá cuando seguramente vaya a meterse en la cama. Su ropa
sucia está sujeta bajo un codo en el lado de su cuerpo más alejado de Lan Zhan, porque tiene
absolutamente un vibrador escondido en ella. La ropa interior de esta noche dice "abandona
toda esperanza el que entra aquí" en la parte delantera. Lan Zhan quiere enterrar su rostro
entre las manos, pero eso probablemente daría lugar a preguntas, y a que Lan Zhan tuviera
que admitir que había leído activamente la ropa interior de Wei Ying. En lugar de eso, asiente
con la cabeza, agarra su bolsa de ducha (que no contiene un vibrador) y mira sutilmente el
culo de Wei Ying al pasar.

Definitivamente es más grande de lo que era en la universidad. Esta información es deliciosa


y devastadora.

Lan Zhan se ducha eficazmente, con el pelo recogido y las manos moviéndose a través de la
rutina sin necesidad de recibir información de su cerebro. Cuando está limpia, seca, hidratada
y fresca como la menta, se pone el camisón y mira su reflejo. En las fotos de la página web
no parecía que la tela fuera tan transparente, aunque las fotos de la página web estaban
tomadas por una mujer blanca y pálida que, presumiblemente, tenía los pezones muy pálidos,
o posiblemente los tenía totalmente borrados con Photoshop. Los pezones de Lan Zhan no
son pálidos, ni tampoco sus areolas. Lan Zhan parece una pin-up del porno suave con este
camisón, lo que sinceramente no le supone ningún problema. No le importa pasar tiempo
posando delante de un espejo, o tomarse selfies de trampas de sed para su propio disfrute
personal. Solo que no esperaba ponérselo delante de Wei Ying. Por otro lado, parece que Wei
Ying no esperaba ponerse un pijama en este viaje, así que Lan Zhan supone que están en el
mismo barco de revelaciones.

Wei Ying ya está en la cama cuando Lan Zhan sale del baño, apoyada en el cabecero de la
cama y tecleando en su portátil. Levanta la vista a Lan Zhan, le dedica una sonrisa
extrañamente tensa y vuelve a mirar la pantalla. Wei Ying está rara desde la reunión de
escritores de color, y Lan Zhan piensa en eso mientras apaga las luces. ¿Debe sacar el tema?
¿Qué es lo que quiere sacar a relucir?

"Entonces," Wei Ying dice a la ligera cuando Lan Zhan está debajo de las sábanas y
distraídamente moviendo los dedos de los pies contra las suaves sábanas, "tú y Jazmín, ¿eh?"

Oh. Bueno. Eso le ahorra a Lan Zhan la molestia de pensar en una frase inicial. "Sí", dice,
tratando de mantener un ojo en la cara de Wei Ying sin que sea completamente obvio que eso
es lo que está haciendo. Definitivamente se trata de algo, e incluso el conocimiento
enciclopédico de Lan Zhan sobre las expresiones faciales de Wei Ying está perdido en este
caso. "Fue agradable verla", dice con ligereza, en caso de que Wei Ying siga pensando que lo
hizo incómodo al presentar a Lan Zhan a su ex.

"Oh, claro", asiente Wei Ying. "¡Jazmín es genial! Nos leemos mutuamente los libros porno
todo el tiempo, me encanta Jazmín, yo solo..." Escribe otra frase y se encoge de hombros.
"No sabía que se conocían. No tenía ni idea de que salieran".

Lan Zhan hace un sonido vagamente afirmativo, principalmente para mostrar que está
escuchando, e intenta descubrir cómo responder a eso. "No acostumbro publicar sobre mi
vida personal en las redes sociales", dice, lo cual es cierto. "Prefiero mantener ese tipo de
cosas en privado".

"Totalmente", dice Wei Ying, con una sonrisa que parece mitad sincera, mitad máscara. "Lo
entiendo. No hay razón para hacer grandes anuncios, ¿verdad?"
"Claro", dice Lan Zhan, honestamente sin saber a qué está accediendo. Inclina la cabeza
hacia Wei Ying, mirándola abiertamente ahora. Tiene que haber algo que pueda decir para
que Wei Ying se sienta mejor con todo esto. Lan Zhan desearía que ésta fuera una escena de
uno de sus libros, en la que conoce las motivaciones de todos y puede controlar cada aspecto
de la conversación. Pero esto no es así, así que se limita a tantear el terreno y a hacerlo lo
mejor posible.

"Wei Ying", dice, ofreciendo una mano a través de la tundra nevada del colchón y apretando
los dedos de Wei Ying cuando se acerca a ella. "Jazmín y yo seguimos siendo amigas. Me
alegro de haberla visto hoy, y me alegro de que tú también la hayas visto". Roza con su
pulgar el dorso de los nudillos de Wei Ying, queriendo inclinarse y presionar sus labios allí.
"Me alegro de haber podido pasar tiempo con las dos".

Wei Ying le dirige una mirada extraña durante un instante más y luego suspira, con el rostro
convertido en algo suave. "Sí", dice, dedicando a Lan Zhan una pequeña y dulce sonrisa.
"Estuvo bien. Tal vez podamos comer juntas o algo así".

"Lo que quieras", promete Lan Zhan, dando una pequeña palmadita a la mano de Wei Ying y
rodando hacia su lado de la cama para que no intente aferrarse a ella toda la noche. Límites.
Lan Zhan los respeta. Sobre todo. "¿Quieres que te despierte cuando haga yoga mañana?", le
pregunta. "O puedo esperar hasta después del desayuno".

"Oh, yoga y desayuno me parece genial", dice Wei Ying. "Mejor preparar mi cuerpo basura
para un día entero en las sillas del centro de conferencias. Quizá pueda retrasar mi
transformación en arpía si me estiro lo suficiente".

"Creo en ti", dice Lan Zhan solemnemente, haciendo la lista de comprobación previa al sueño
de antifaz, ruido blanco, lámpara apagada. "Buenas noches, Wei Ying".

"Buenas noches, Lan Zhan", dice Wei Ying en voz baja. Lan Zhan encuentra la oscuridad
detrás de sus ojos y se acomoda en las sábanas. Al otro lado de la cama, Wei Ying da
golpecitos en el teclado, pequeños clics silenciosos como un vídeo ASMR, y Lan Zhan se
deja arrullar por el sueño.

Chapter End Notes

jiu jie bian = látigo de nueve secciones, un arma tradicional de wushu


Chapter 3
Chapter Notes
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Wei Ying pulsa el teléfono hasta que Cardi B deja de presumir de su vagina mojada, pero
solo porque es demasiado temprano para que alguien hable de vaginas y de su humedad. O
hable. O estar despierto en general. Wei Ying desearía seguir durmiendo. Pasa un tiempo
considerando seriamente la posibilidad de darse la vuelta, meter la cabeza bajo la almohada e
ir en busca de Sleepytime 2: Electric Boogaloo*. Está a punto de decidirse a intentarlo
cuando la habitación se queda repentinamente en silencio de una manera que hace que todo
sea más ruidoso

"Buenos días", dice Lan Zhan, porque Wei Ying comparte habitación y cama con Lan Zhan, y
obviamente acaba de apagar su máquina de ruido blanco, igual que ayer por la mañana, por
aquello de que esta es la habitación de hotel de Lan Zhan. "Hay café".

"Eres un ángel de verdad", le dice Wei Ying sombríamente. "Que es una premisa de novela
real que intenté leer el año pasado, pero era demasiado evangélica y la escritura era horrible,
así que nunca la terminé".

"La vida es demasiado corta para leer mala escritura", dice Lan Zhan, yendo a hacer algo
junto a su pequeña cocina de viaje.

"A menos que sea divertido", argumenta Wei Ying, frotándose los ojos.

"A menos que sea divertido", asiente Lan Zhan. Ella echa algo en una sartén, ¿tal vez? La
habitación huele de maravilla, así que, sea lo que sea lo que Lan Zhan esté preparando para
desayunar, va a avergonzar a la barra de granola más el plátano de Wei Ying. Ahora que está
despierta, tiene hambre, así que Wei Ying se levanta y se queda mirando la musculosa
espalda de Lan Zhan y la forma en que su camiseta deportiva y sus mallas de compresión...
abrazan toda la situación que está sucediendo allí.

"¿Sigues haciendo ejercício?", pregunta, con la boca moviéndose sola. Wei Ying hace una
mueca de dolor, porque, wow, ¿podría hacer más obvio que estaba mirando el culo de Lan
Zhan? "¿Hermana?", añade, tratando de salvar la pregunta convirtiéndola en una broma, por
todo lo que le puede servir.

"Sí", dice Lan Zhan. "¿Sigues bailando?"

"Sobre todo a través de juegos de baile en mi Switch, pero sí, todavía voy al estudio una vez
a la semana". Dos veces a la semana, a veces, cuando le pica el moderno y tiene ganas de
rascarse unos músculos de ballet con la instructora lesbiana bajita y tatuada que hace que
entren en calor al ritmo de Amy Winehouse. Wei Ying nunca iba a llegar a ser profesional,
pero le gusta que la convenzan de hacer ejercicio aprendiendo una nueva habilidad. También
le gusta poder cortar una alfombra si se presenta la oportunidad. Ella contiene multitudes.
"Qué pena que nunca te hayas metido en el ballet", dice con nostalgia. "Apuesto a que harías
grandes elevaciones. ¿Crees que podrías levantarme, jiejije?"

"Sí."

Wei Ying se ríe. "¡Lan Zhan!", dice entre risas, "¡Ni siquiera te diste la vuelta para
comprobarlo! Soy una mujer alta; ¡podría pesar más de lo que crees!"

"Es poco probable", dice Lan Zhan, pero se da la vuelta para mirar a Wei Ying con una
mirada que empieza evaluando su capacidad de levantamiento y luego se detiene a la altura
del pecho. Wei Ying mira automáticamente hacia abajo -¿se manchó la camiseta mientras
dormía?- y descubre que una de sus tetas volvió a escaparse de su recinto para salir de paseo,
como si fuera una nutria de acuario a la que no se le hubieran proporcionado suficientes
actividades de enriquecimiento.

"Mierda", dice Wei Ying, tirando de su inútil camiseta de tirantes. "Lo siento, Lan Zhan,
parece que de hecho soy incapaz de calmar mis tetas".

"No hace falta que te disculpes", dice Lan Zhan a la pequeña cocina. "Las tetas de Wei Ying
son independientes. Es admirable". Se acerca a la mesa, elegante incluso mientras lleva
platos, y añade: "Hay café", aunque ya lo había dicho y Lan Zhan nunca se repite a menos
que se lo pidan. Genial, Wei Ying lo está haciendo raro. ¿Qué más hay de nuevo?

"Gracias", dice Wei Ying, levantándose de la cama y poniéndose los pantalones de


yoga. "Estaré ahí en un segundo".

Wei Ying choca con el marco de la puerta al entrar en el baño, de nuevo, golpeándose la
cadera precisamente en el mismo lugar en el que se la golpeó antes, y mira la puerta mientras
orina. Traidora. (Wei Ying se golpea la cadera contra los marcos de las puertas y los sofás y
todo lo que esté a la altura de la cadera todos los días, en cada oportunidad, pero eso no
significa que vaya a dejar que esta puerta se salga con la suya). Mira su reflejo mientras se
lava las manos. Es ella. Wei Ying. Alta, larguirucha, con las tetas pequeñas, las caderas
peligrosamente anchas, el pelo que hace lo que le da la gana y pobre de quien se interponga
en su camino, los restos de delineador de ojos aún incrustados en la línea de las pestañas
porque nunca puede quitárselo del todo. Ella está bien. Wei Ying no se queja de su cuerpo la
mayor parte del tiempo (excepto por las quejas que tiene sobre su funcionamiento). Es
consciente de que, en general, se la considera convencionalmente atractiva. Ciertamente,
ninguno de sus ex tuvo nada malo que decir, aparte de algunas suaves burlas sobre sus
constantes y misteriosos moratones y la impresionante cabellera que suele lucir. Le gusta su
aspecto. Es jodidamente atractiva, de hecho.

Solo que aparentemente no es lo que le gusta a Lan Zhan, de ninguna manera, en absoluto.
No es bajita y suave y abultada, con un maquillaje femenino perfecto y un pelo que parece
preparado para una sesión de fotos de revista. Wei Ying es femenina solo por el hecho de que
lleva vestidos y leggings porque son más cómodos que los pantalones rígidos. Lleva un
delineado ahumado porque nunca aprendió a hacer un delineado de ojos de gato sin que un
lado parezca aplicado por un borracho con un rotulador. Ella no es Jazmín. Nunca podrá ser
Jazmín. A Lan Zhan le gustaba Jazmíne lo suficiente como para salir con ella durante cinco
meses. ¡Eso es casi medio año! Wei Ying sabía que no tenía ninguna posibilidad, pero que le
arranquen la venda duele profundamente.

Wei Ying respira profundamente y se encuentra con sus propios ojos reflejados. Jazmín es
genial. A Wei Ying le gusta mucho. Wei Ying no se va a poner a decir que "no le gustan las
demás chicas", sobre todo cuando se trata de una amiga, y menos cuando sabe por los
ensayos de Twitter de dicha amiga que las mujeres negras de talla grande tienen que
esforzarse más en su apariencia para recibir el mismo respeto que las mujeres más delgadas y
pálidas. Wei Ying no es superior a nadie porque esté dispuesta a salir de la cama directamente
con el vestido de camiseta de ayer y salir de casa así. Es genial que Jazmín y Lan Zhan -dos
personas muy impresionantes que Wei Ying tiene la suerte de tener en su vida- hayan pasado
un buen momento saliendo juntos. Está muy bien que Wei Ying se haya enterado de esto al
azar en una sala de conferencias, en lugar de hacerlo a través de Lan Zhan, su mejor amiga,
que salió con otra persona durante cinco putos meses y no consideró oportuno decírselo a
Wei Ying. ¡Está bien! ¡La gente no le cuenta a sus mejores amigos sus aventuras en las citas
todo el tiempo, probablemente! Todo está bien y normal aquí, sí, ¡no es nada del otro mundo!

El revolcarse no ayuda. Wei Ying hace una mueca ante su reflejo, lo que en realidad le
levanta un poco el ánimo, y sale con algo más de humor, justo hasta que se golpea la cadera
con el marco de la puerta por segunda vez esa mañana.

"Jodida mierda", refunfuña, y se sienta en la silla. "¿Por qué la puerta odia mi culo, Lan
Zhan?"

"Por celos", responde Lan Zhan de inmediato. Oculta una sonrisa detrás de su taza cuando
Wei Ying se ríe, como si pudiera ocultar la forma en que sus ojos se vuelven suaves y se
curvan en suaves medias lunas. Wei Ying conoce todos sus secretos.

(Es posible que Wei Ying no supiera que estaba saliendo, que tuvo una novia durante cinco
meses, pero al menos puede interpretar las expresiones faciales de Lan Zhan. Eso no se lo
puede quitar nadie).

Molesta por sus propios pensamientos intrusivos, Wei Ying aparta los ojos de la cara de Lan
Zhan, porque aquí hay un café con leche instantáneo para ella. La taza está justo delante de su
mano, como si Lan Zhan supiera exactamente que Wei Ying iba a desparramarse sobre la
mesa. Está al lado de un bol. El cuenco está lleno de arroz frito con huevo y tomate. Coincide
con el cuenco que tiene Lan Zhan delante, porque Lan Zhan cocinó para ella, de nuevo; hizo
un puto arroz frito con huevo y tomate casero en una habitación de hotel y se aseguró de que
hubiera suficiente también para Wei Ying.

Wei Ying tiene un pequeño y silencioso colapso emocional sobre esto.


(¿Cocinó para Jazmín? Debe haber cocinado para Jazmín. Wei Ying no puede imaginar a Lan
Zhan como algo más que atenta y cariñosa. ¿Alguna vez hizo arroz frito con huevo y tomate
para Jazmín por la mañana, después de una cita?)

"No puedo creer que hayas hecho esto en un hotel", dice Wei Ying, cuando puede hablar sin
gritar. "¿Te propusiste doblegar a todos los demás que hayan existido, o sucedió por
accidente?"

Lan Zhan considera esta ridícula pregunta mucho más de lo que merece, y frunce el ceño
mientras mastica. "Si podemos restringir la definición de 'todos los demás que hayan existido'
a 'la gente que estandariza los menús del servicio de habitaciones', entonces sí, me propuse
'doblegarlos'".

"Misión cumplida". Wei Ying saluda con su cuchara y come. Ella gime con el primer bocado.
Hay malditas chalotas en esto. ¡Hay una verdura fresca! ¡Lo está comiendo en una habitación
de hotel! "Oh, dios mío, jiejie", dice ella, masticando con absoluta felicidad, "estás
doblegando al cien por ciento a todos los demás que hayan existido. Eres la mejor cocinera de
habitaciones de hotel de todos los tiempos".

"Un paréntesis competitivo, ciertamente", dice Lan Zhan, apuntando a la inexpresividad e


irradiando absolutamente su satisfacción petulante.

"Estoy bastante segura de que es un evento de los Juegos Olímpicos de verano", dice Wei
Ying, trabajando constantemente en su tazón como hace cuando le dan comida. "Espera,
¿serían los Juegos Olímpicos de Invierno?"

Lan Zhan da un sorbo a su té, con los ojos distantes. "Creo que podría servir para cualquiera
de las dos cosas, pero con platos diferentes según la estación".

"Correcto", dice Wei Ying. "Además, en invierno hay que cocinar de pie sobre una placa de
hielo por alguna razón".

Lan Zhan frunce el ceño. "¿El hielo está en la habitación del hotel?"

"Sí", anuncia Wei Ying, con la seguridad de quien se inventa una puta mierda. "Y de vez en
cuando viene el servicio de limpieza en patines para intentar distraerte con una aspiradora".

Lan Zhan asiente, proyectando la misma gravedad que utiliza en sus notas cuando está
leyendo una de las novelas románticas de Wei Ying. "Ya veo". Hace una pausa, mira su
cuenco de arroz frito y añade: "Es posible que necesite más entrenamiento para ganar el oro".

Wei Ying se ríe y se tapa la boca con la mano para evitar que Lan Zhan vea su comida a
medio masticar. "Eres la mejor", dice, cuando su boca está vacía, todavía sonriendo. "¿Hay
algo que se me ocurra que no aceptes inmediatamente?"

"No", dice Lan Zhan sin dudarlo. Hace una pausa, ladea la cabeza y agrega: "Si se tratara de
un asesinato, podría tener algunas preguntas primero".
"Eso es justo", dice Wei Ying, tratando de mantener la cara seria. "Intentaré
avisarte antes del asesinato, para que tengas tiempo de prepararte".

"Gracias por tu consideración", dice Lan Zhan, y Wei Ying comienza a reír de nuevo con
tanta fuerza que tiene que comerse el resto de su desayuno en el mostrador del hotel para no
terminar mirando a Lan Zhan y perder la cabeza de nuevo.

Wei Ying logra abalanzarse y agarrar los platos antes de que Lan Zhan pueda llegar a ellos, y
se ríe para sí misma en el baño mientras los friega con la esponja de conejo y el detergente de
pomelo en tamaño de viaje de Lan Zhan. Es extrañamente satisfactorio - hay algo casi lascivo
en lavar un plato en el lavabo de un hotel, la forma en que es una infusión de la arraigada
vida mundana en un espacio que suele ser extremadamente liminal.

(¿Lavó Jazmín alguna vez los platos después de que Lan Zhan cocinara? ¿Llegaron a ese
punto en los cinco meses que estuvieron saliendo, o Lan Zhan insistió en tratar a Jazmín
como una invitada? ¿Podría el cerebro de Wei Ying dejar de lanzarle pensamientos intrusivos
cada cinco minutos? Los indicios apuntan a que no).

Los pensamientos celosos de Wei Ying desaparecen al volver a la zona de la 'sala de estar' de
la habitación del hotel para ser sustituidos inmediatamente por los pensamientos cachondos
de Wei Ying, porque parece que Lan Zhan había decidido, al parecer, arrancar con su yoga
mutuo y el perro hacia abajo era lo mejor para empezar, adivina Wei Ying. Hay un culo, allí
mismo, y es un culo esculpido por los putos dioses o algo así, lo que tiene sentido a causa de
cómo es el culo de Lan Zhan y cada centímetro de ella es la perfección lesbiana sexy. Wei
Ying se queda mirando la curva de los leggings y trata de averiguar si los leggings son de tan
alta calidad o si Lan Zhan no lleva ropa interior, porque está inspeccionando ese culo a fondo
y no ve ni un solo rastro de calzón. Wei Ying se muerde el labio inferior con fuerza. Es eso o
hacer un pequeño y desesperado sonido y Wei Ying preferiría no hacerlo.

"¿Wei Ying?", pregunta Lan Zhan, levantando una pierna en el aire y mirándola al revés.
"¿Necesitas hacer algo más antes de que empecemos?"

"¡No!" Wei Ying chilla, apartando los ojos del tonificado, musculoso y perfecto culo de Lan
Zhan, como si fuera una doble de acción a la que tiran hacia atrás en un aparejo de cables.
"¡Estoy bien! ¡Yoga! ¡Vamos!" Por suerte para Wei Ying, esto es lo más coherente que suele
ser por las mañanas, así que Lan Zhan le hace un gesto con la cabeza (al revés) y, por dios,
camina con las manos hacia atrás hasta encontrarse con los pies, ondulando los músculos de
los brazos y los hombros. Wow. Okey. Lan Zhan es fuerte y flexible. Esto es genial. Lan Zhan
rueda hasta ponerse de pie, cada vértebra superponiéndose a la de abajo, y Wei Ying casi se
traga la lengua. Mierda.

"Es posible que quieras agua", dice Lan Zhan, ajeno a la lucha interior de Wei Ying.
"También, por favor, ayúdame a mover la mesa".

Cierto. La mesa de café. En este momento está desplazada a un lado, pero definitivamente se
interpone en el camino de dos mujeres de gran estatura que están a punto de poner sus
extremidades en todo el maldito lugar. Wei Ying agarra un extremo, y Lan Zhan agarra el
otro y le da a Wei Ying la vista más espectacular de la parte delantera de su camiseta. Las
tetas de Lan Zhan son tan bonitas como su culo, juntas y más o menos levantadas por su
sujetador deportivo de gran apoyo, y Wei Ying quiere arrastrarse hacia delante sobre la mesa
y poner su cara en ellas.

Wei Ying no lo hace, tanto por su carácter espeluznante como por el hecho de que están
cargando con la mesa. Dejar caer una mesa de café sobre los pies de ambos a la vez sería un
auténtico freno para el estado de ánimo que está tratando de crear, así que, en lugar de eso,
ayuda a Lan Zhan a colocarla al otro lado del tabique y a apoyarla contra la pared. En el suelo
hay toallas para que se estiren. Wei Ying piensa en todas las alfombras de hotel en las que se
había acostado en su vida y toma la decisión consciente de no mencionar que nunca se le
había ocurrido poner una toalla en el suelo. Lan Zhan puede seguir pensando en Wei Ying
como una humana adulta y sensata durante un tiempo más.

"¿Con qué frecuencia haces yoga?", le pregunta Lan Zhan, haciendo algunos giros ligeros
para flexibilizar su columna vertebral. Wei Ying hace lo mismo, cada hueso de su cuerpo
anuncia su presencia simultáneamente.

"Lo suficientemente frecuente como para poder seguirlo aunque no recuerde todos los
nombres de las posturas", dice, estirando los brazos por encima de la cabeza con un crujido.
No recibe una clase formal desde hace tiempo y no sería capaz de diferenciar entre las
distintas posturas del guerrero ni aunque le pagaras, pero eso no importa cuando estás
haciendo yoga con alguien.

"¿Necesitas trabajar algo?" Wei Ying le dedica a Lan Zhan una ceja levantada y ella señala la
parte superior de la espalda de Wei Ying. Wei Ying frunce el ceño. ¿Se trata de lo fuertes que
son sus hombros? "¿La escoliosis?", aclara Lan Zhan.

"¡Oh!" Wei Ying se ríe. "Oh, no, está bien. Es súper leve, no me molesta en el día a día ni
nada. Solo significa que todos mis grupos musculares quieren desequilibrarse y luego
desajustan todo lo demás, porque son unos imbéciles." Tuvieron que pasar diez putos años
preguntando a todos los médicos que veía Wei Ying sobre sus extraños problemas de espalda
para que finalmente uno la mandara a hacer una radiografía y le diagnosticara casi
inmediatamente una escoliosis torácica leve -que se joda la industria de la salud-, pero todo lo
que significó fue tener un nombre y una posible solución al problema. Hay ejercicios
específicos que hace (en su mayoría) para que desaparezca el extraño dolor de la cadera y
para que el trapecio izquierdo haga realmente su trabajo en lugar de descargarlo en el cuello.
Los resultados son dispares, probablemente porque la dedicación de Wei Ying es
cuestionable. "Si no puedo hacer algo, te lo haré saber", promete, porque Lan Zhan sigue
frunciendo el ceño.

"De acuerdo", dice Lan Zhan, y hace algo con su teléfono. El altavoz bluetooth cobra vida
con una lista de reproducción de yoga que no resulta demasiado New-Agey, y Wei Ying
respira profundamente, con los hombros ya relajados. "Empezamos por calentar el cuello",
dice Lan Zhan en voz baja. Wei Ying deja caer la oreja sobre un hombro con un crujido
ligeramente desconcertante y exhala.
El yoga con Lan Zhan es, al mismo tiempo, lo más relajante que hizo Wei Ying en años y lo
más sexualmente tenso que hizo en años, lo cual es un verdadero logro. La mayoría de las
veces se estiran en silencio, Lan Zhan habla ocasionalmente sobre el flujo de un movimiento
antes de hacerlo, su voz siempre es baja y relajante. Corrige la forma de Wei Ying un par de
veces, lo cual es simplemente... wow. Wei Ying no se había dado cuenta de que había hecho
mal una embestida en particular hasta que Lan Zhan le puso unas manos cuidadosas en las
caderas y la puso en la posición correcta. Había una diferencia de unos cinco centímetros, y
eso desencadenó un estiramiento que iba desde el interior de su rodilla hasta su maldita caja
torácica. Wei Ying realmente gimió, porque es una persona débil y terrible, y las manos de
Lan Zhan son grandes y cálidas. Mierda.

Peor que los momentos en los que Lan Zhan le pone las manos encima (lo que también es lo
mejor que se puede imaginar - Wei Ying tiene niveles) son los momentos en los que Lan
Zhan emite pequeños sonidos de satisfacción. Suspira durante un estiramiento intenso,
retumba un "Mmm" en lo más profundo de su pecho cuando consigue una postura correcta,
inhala profundamente y exhala lentamente con el tipo de control de la respiración que hace
que a Wei Ying le flaqueen las rodillas. (¿Qué demonios, incluso con la respiración hace eso
ahora? ¿Es la respiración una manía? ¿Tiene Wei Ying ese problema? Cosas para buscar en
Google más tarde, tal vez). Es mucho, y Wei Ying se esfuerza por concentrarse en su propia
respiración y en asegurarse de que su rodilla esté bien colocada encima de su tobillo para no
joder su cuerpo más de lo normal.

"¿Bien?", pregunta Lan Zhan, cuando ambos están acostadas de espaldas respirando
tranquilamente hacia el techo.

"Bien", confirma Wei Ying. Levanta los pies y los agarra con las manos, rodando en plan
bebé feliz -objetivamente la mejor postura y el mejor nombre- y suspira mientras se relaja
algo en la parte baja de la espalda que ni siquiera sabía que estaba tensa.

"Bien", dice Lan Zhan, satisfecha. "¿Hay algo que todavía necesite trabajo?"

Wei Ying retrocede y reflexiona. "La parte delantera de mis hombros", admite, "pero eso no
es nada nuevo. No importa cuántas veces me estire, siempre están jodidas".

"Mn". Lan Zhan se sienta con un movimiento suave, ¡hola, abdominales! "Siéntate", ordena,
y Wei Ying se apresura a sentarse con las piernas cruzadas sin molestarse en preguntarse por
qué. Lan Zhan se acerca con las rodillas para acomodarse detrás de ella, con una cálida
presión contra la espalda de Wei Ying. ¡Genial! ¡Esto está sucediendo! ¡Qué bien! "Rodea mi
espalda con los brazos", le dice a Wei Ying al oído, asomándose para pasar los brazos por
delante de los hombros de Wei Ying. Está tan cerca que su voz retumba en la piel de Wei
Ying. Los pezones de Wei Ying se ponen definitivamente duros, lo que, con suerte, puede
atribuirse al aire acondicionado. "¿Brazos?", dice Lan Zhan, en tono de recordatorio.

Wei Ying rodea la espalda de Lan Zhan con sus brazos. Mierda.
"Mantén tu núcleo comprometido", explica Lan Zhan en voz baja y autoritaria, pasando ahora
sus brazos alrededor de la espalda de Wei Ying, con sus bíceps presionados pero en
direcciones opuestas, como el más extraño símbolo del yin-yang. "Voy a empujar mi pecho
contra la parte superior de tu espalda y a presionar tus brazos. No te arquees".

"Entendido", dice Wei Ying. Su voz es apenas estrangulada, lo que es bastante impresionante,
ya que su cabeza se encuentra justo en el escote de Lan Zhan. Se pone en contacto con su
núcleo, como se le pidió. Lan Zhan zumba en señal de aprobación y hace algo con los brazos
y empuja sus tetas más hacia adelante y Wei Ying se queda completamente en blanco por un
segundo.

"Respira", le dice Lan Zhan en el pelo, y Wei Ying aspira una bocanada de aire y vuelve a
meterse en su cuerpo. Oh. Oh, wow. Esto es un puto estiramiento, sin duda. Wei Ying vuelve
a inhalar, casi mareada. Se siente como si todos los músculos de la parte delantera de sus
hombros hubieran estado enterrados bajo una profunda inmundicia, y ahora Lan Zhan los
hubiera desenterrado para exponerlos al sol. La sangre fluye en lugares que ella no se había
dado cuenta de que habían carecido de ella. ¿Puede suceder eso? ¿Pueden los músculos
olvidarse de tener sangre en ellos?

"¿Bien?" Lan Zhan pregunta.

"Hnnnng", dice Wei Ying.

"¿Más?" Lan Zhan pregunta, habiendo interpretado correctamente eso como una afirmación.

"Mmmmm", dice Wei Ying, y Lan Zhan la empuja/tira un poco más adentro. Ella emite un
sonido realmente embarazoso, a medio camino entre un gato complacido y un orgasmo
amortiguado. Wei Ying había escuchado a gente describir cosas como "mejores que el sexo"
anteriormente en su vida, y respeta su experiencia vivida pero le gusta mucho el sexo, así que
en privado siempre estuvo en desacuerdo. Esto podría ser mejor que el sexo. Mierda, esto
podría ser sexo. Probablemente sea la manía de alguien. Podría ser la de Wei Ying ahora,
junto con "respirar".

"Haaaaaaaah", dice al exhalar, parpadeando ante la curva de la mandíbula de Lan Zhan. Es


una mandíbula bonita, y Wei Ying sigue firmemente abrazada contra las perfectas tetas de
Lan Zhan, y quizá puedan quedarse aquí el resto del día. Eso parece razonable, ¿no?

"Ahora, suéltala", le advierte Lan Zhan, que es lo último que quiere Wei Ying. Consigue no
quejarse cuando Lan Zhan suelta con cuidado la presión y separa los brazos de ambos. Wei
Ying se balancea un poco cuando Lan Zhan se arrodilla, y una mano cálida y ancha le
presiona la espalda para mantenerla erguida.

"¿Bien?", vuelve a preguntar Lan Zhan, que es una roca firme en la que se apoya Wei Ying.

"Creo que vi a dios", dice Wei Ying, aturdido. "Me dijo que no me había estirado lo
suficiente".
"Mn", dice Lan Zhan, acariciando un poco su columna vertebral. "Probablemente dios tenga
razón".

"Sí, pero no tienes que estar de acuerdo", refunfuña Wei Ying. Despliega los hombros y luego
hace un círculo con los brazos hacia atrás, con los codos extendidos. Se mueven suavemente,
y cuando endereza la columna vertebral, ésta se mantiene recta en lugar de querer encorvarse
hacia delante. "Wow", dice, asombrada. "Maldición, Lan Zhan, eso fue increíble. No quiero
decir que haya sido mejor que el desayuno, pero está a la altura". Se echa hacia atrás, se
extiende en el regazo de Lan Zhan y la mira. Lan Zhan lo permite, y su mano pasa de
acariciar la columna de Wei Ying a apoyarse en su hombro. Esto es probablemente
demasiado mimo, así que Wei Ying lo convierte en una broma, gimiendo: "Jiejie, me estiraste
demasiado los hombros, ahora estoy totalmente dichosa y tengo demasiado sueño para hacer
mi presentación".

"Es una pena", dice Lan Zhan. "Asumiré la responsabilidad".

Wei Ying entrecierra los ojos. "¿Cómo?"

Lan Zhan lo considera, con el pulgar trazando pequeños círculos distraídos en el hombro
desnudo de Wei Ying. Wei Ying la observa todo el tiempo, observa el movimiento de su
rostro, el rubor rosado de sus orejas, los sutiles cambios en las comisuras de la boca. Tras una
pausa casi cómica, Lan Zhan asiente, más para sí misma que para Wei Ying. "Yo", dice con
gravedad, "te prepararé más café".

Wei Ying se derrite, sonríe con impotencia a su mejor amiga y trata de no enamorarse mucho
más. "Un café sería genial".

(Fracasa en lo de no enamorarse más, pero ¿qué más hay de nuevo?).

⋄⋄⋄

"¡Hola!" Wei Ying dice a la abarrotada sala de conferencias, prácticamente vibrando de


emoción y nervios. "Soy Wei Wuxian, y esto es 'Más a Allá de las Tablas y las Ranuras:
Cambiando las Escenas de Sexo". Me siento muy halagada por la cantidad de personas que se
presentaron a las once de la mañana de un viernes para oírme hablar de penes alienígenas.
¿Están todos excitados por esto, eh?"

Hay un estruendo general de risas. Wei Ying sonríe. Le encantan las presentaciones, y esta en
particular. La hizo varias veces, lo suficiente como para sentirse cómoda con ella, y también
lo suficiente como para saber que hay una segunda parte del saludo que debe hacer.

"Así que, en caso de que no sea obvio por la descripción, esto va a ser bastante explícito.
Hablaré de sexo y de actos sexuales y de varias configuraciones genitales entre diversos
números y tipos de personas, así que si estás en la sala del panel equivocado, o si eso te hace
sentir incómodo, o simplemente necesitas orinar, levántate y vete en cualquier momento. No
te juzgaré por eso, lo prometo". Se lleva la mano a la sien, dejando que su sonrisa se vuelva
autocrítica. "Sinceramente, probablemente estaré tan excitada por la adrenalina de la
presentación que ni siquiera me daré cuenta de que te vas. ¡Vete si quieres! Sé libre".

Wei Ying hace una pausa y observa la sala. Algunas personas se levantan y se van, lo cual
ella esperaba. A veces la gente no lee el programa con claridad, y la señalización de este
centro de conferencias del hotel en particular deja mucho que desear. Wei Ying cree que
algunas personas debían estar en el panel de al lado sobre la elaboración de la ruptura de la
novela romántica en el tercer acto, y si querían estar ahí, debían ir. Wei Ying definitivamente
no les dará lo que estaban buscando.

"Si todavía estás aquí", dice Wei Ying, cuando el último rezagado sale por la puerta,
"entonces consientes en escucharme hablar de sexo raro durante aproximadamente una hora,
así que no quiero recuperar mis tarjetas de comentarios después para encontrar un ensayo
entero de un autor cristiano conservador diciéndome que voy a ir al infierno por hacer que los
clítoris se toquen, no es que hable por experiencia personal". Guiña un ojo y se inclina hacia
adelante, juntando su mano alrededor de su boca. "Vamos a hablar de los tentáculos", susurra
al micrófono. "Van a entrar en algunos lugares. Prepárense".

Eso provoca otra risa, y Wei Ying se endereza y hace clic en la primera diapositiva de su
presentación: "¡Son lesbianas, Harold!". Le gusta empezar con f/f también conocidos como
"los gays olvidados", tanto por razones feministas personales como porque incomoda a
ciertos tipos de autores, y si se sienten incómodos, se van antes de llegar a la parte de la
presentación sobre cloacas sexys. Su pantalla tiene sus notas a un lado, y las revisa
rápidamente para refrescar su memoria.

"¡Okey!" Dice, volviendo a levantar la vista hacia la sala. "Así que primero vamos a hablar
de escribir sexo entre personas que tienen los mismos pronombres, porque juro que si leo una
vez más "la mujer de pelo de cuervo" en prosa escrita desde el punto de vista de la mujer de
pelo de cuervo, voy a enojarme lo suficiente como para convertirme en la Autora Hulk, y
entonces arruinaré toda mi ropa y terminaré corriendo en un par de diminutos pantalones
cortos de color púrpura". Wei Ying hace una pausa para dejar que eso caiga, escudriñando los
rostros del público para asegurarse de que siguen a bordo, y casi tira su mouse inalámbrico
del atril cuando ve a Lan Zhan entre ellos. Las palmas de las manos de Wei Ying, ya
sudorosas por los nervios solo por el hecho de estar en un escenario, se vuelven resbaladizas
con una rapidez que impresiona y da asco.

Entonces.

Lan Zhan está aquí.

En la presentación de Wei Ying.

Donde habla de escribir sobre sexo raro explícito durante casi una hora y luego acepta
preguntas al final.
Sobre el sexo explícito y raro.

Genial, genial, genial, genial.

Bueno, ya no hay nada que Wei Ying pueda hacer al respecto, así que aparta los ojos de Lan
Zhan (que oirá a Wei Ying hablar de penes de tiburón dentro de unos veinte minutos) y se
centra en lo que vino a hacer: hablar de penes de tiburón. Eventualmente. Entre otras cosas.

"¡Bien!" Dice, al cartel de salida del fondo, para que todos piensen que los está mirando, y
también para que no esté mirando a Lan Zhan. "Vamos a ponernos muy sexys y a hablar de la
construcción de frases".

Después de la sección f/f, Wei Ying siempre hace la sección f/m, útilmente titulada "F/M Solo
Es Tan Correcto Como Tú Lo Hagas", también conocida como "La Puta Colina en la que Wei
Ying Morirá Maldita sea". No es solo que le guste leer y escribir pegging, es que hay mundos
enteros queer y trans contenidos en las relaciones f/m, y a Wei Ying le gustaría que todo el
mundo pudiera recordar que las relaciones t4t existen.

"Recuerden, por favor", dice Wei Ying de forma contundente, "que si un hombre bisexual cis
y una mujer bisexual cis tienen una relación entre sí, esa relación sigue siendo queer". Mira
un poco para asegurarse de que lo entienden y añade: "Si me entero de que alguno de ustedes
se va de aquí y se dedica a borrar bisexuales después de que les haya instruido explícitamente
sobre cómo no hacerlo, hackearé sus computadoras y cambiaré todas las teclas de acceso
rápido de sus programas de escritura para que cada vez que hagan ctrl-s se borre todo el
documento". Se oyen unos cuantos jadeos teatralmente horrorizados, y Wei Ying asiente
amenazadoramente. "¡No me pongan a prueba! No tengo ni idea de cómo funciona el hackeo,
pero soy muy decidida". Mira a Lan Zhan, sin poder evitarlo, y encuentra una sonrisa
suavemente divertida que es tan llamativa que Wei Ying casi se ahoga con su propia saliva.
Okey, no, ¡no más miradas a Lan Zhan! No si quiere sobrevivir a esta presentación.

La sección m/m, después de la sección f/m, es básicamente un repaso, lo que es genial para
hacer que algo se afiance. Wei Ying comparte algunos extractos de su fanfic del instituto y
tiene el placer de ser la que introduce por primera vez la palabra "pink-ette" a varias
personas, cuando escribía el fic de Naruto y apenas sabía cómo funcionaban las palabras.

"No puedo exagerar lo común que era esto en ese momento", dice, por encima de las risas.
"¡Todos pensábamos que era un sufijo normal! Había "blue-ettes" y "green-ettes" por todas
partes. Pero además, ese era el menor de mis problemas de escritura". Destaca la estructura
de las frases en un pasaje en particular, en el que Vash la Estampida le da a Wolfwood lo que
Wei Ying, de quince años, pensó que sería una sexy mamada. "¿Quién hace qué aquí?",
pregunta retóricamente. "Todos los epítetos del mundo no ayudarán a transmitir la acción si
no la dejo clara. Revisé esta escena hace poco, a ver si pueden notar la diferencia". (El chiste
aquí es que "la diferencia" es tan grande que es básicamente una escena completamente
diferente. Una que es coherente).
"Así que ya saben cómo dejar claro dónde están tus personajes homónimos", dice Wei Ying,
una vez que termina con la sección de ‘TEydies and Gentlethems’, y sabes cómo hacer que el
lector sepa quién está haciendo qué. Genial. Vamos a subir de nivel". Hace crujir sus nudillos
y avanza el pase de diapositivas hasta el de "Hagamos que tú y tú y tú y él follen".

"¡Sexo en grupo!" Ella dice, con entusiasmo. "Nos saltamos los tríos y pasamos directamente
al sexo en grupo en general, porque todo lo que se aplica a los tríos se aplica también a los
grupos más grandes. Esto es mucho más difícil de escribir, y no es por la cantidad de
erecciones potenciales con las que hay que lidiar". Le dispara con el dedo a un autor que
reconoce de la reunión de autopublicación de la noche anterior, que responde con un servicial
"¡Eeeeeyyyy!" Ah, la solidaridad de los raros.

"Así que aquí está mi mayor consejo de escritura para ustedes", comienza Wei Ying,
poniéndose un poco dramática. "Será de gran ayuda en todos los ámbitos, con cualquier tipo
de escritura que quieran hacer, pero especialmente con la escritura de escenas de sexo". Se
inclina hacia delante, como si pensara impartir grandes conocimientos, y se deleita
interiormente cuando algunas personas del público se inclinan también hacia delante. "Lee
otras cosas", anuncia Wei Ying, con toda la seriedad que puede, y se ríe cuando alguien de la
fila central le lanza una mirada traicionera. "¡Sí, lo sé! ¡La investigación ayuda! ¡Qué
concepto! Pero lamento informarles de que la mejor manera de mejorar en la escritura es
investigando y practicando". Ella sacude la cabeza y resopla: "Lo peor, ¿no?"

Una mujer de la primera fila asiente con énfasis. Wei Ying la señala. "Me entiendes". A la
sala en general, dice: "Sé que puede ser más difícil encontrar libros con escenas de sexo en
grupo, ya que el romance tiende a inclinarse hacia la OTP, así que aquí está mi gran secreto
real: las escenas de sexo y las escenas de lucha son básicamente lo mismo, y no lo digo en
plan 'sexo y violencia'". Adelanta la diapositiva a un extracto de una popular novela de
fantasía, en la que la heroína tiene que luchar contra múltiples oponentes. "Lo que quiero
decir es que tanto las escenas de sexo como las de lucha exigen al autor un seguimiento
cuidadoso de los movimientos e intenciones de todos los personajes, de cómo interactúan con
el entorno que los rodea y de cómo entran en juego sus diferentes habilidades". A
continuación viene la parte en la que desglosa la acción de la escena de lucha, seguida de una
escena de sexo m/m/f/f que escribió específicamente como ejemplo de presentación, y las
similitudes entre ambas.

"Así que, como puedes ver, si puedes escribir una escena de lucha, puedes escribir una escena
de sexo, al menos mecánicamente". Wei Ying hace un gesto expansivo. "Ambas tienen que
ver con la posición de las extremidades y con recordar quién tocó por última vez dónde y
cuántas piernas están en juego en ese momento, y probablemente implican que tú, el autor,
escribas sobre experiencias que no hayas tenido en ese momento. Ahí es donde entra en juego
mi siguiente consejo: los comentarios de los expertos". La siguiente diapositiva es una foto
de Nie Huaisang, con su cara desenfocada y "SEXPERT" escrito en grandes letras de molde
encima. "Mi arma secreta es un buen amigo que es muy activo en las comunidades
poliamorosas y kink. Si hay una escena de sexo, probablemente la haya tenido, así que si
tengo problemas con una escena, es mi lector beta. Ahora bien, si no tienes tu propio amigo
experto en sexo, el que se compra en la tienda está bien". La siguiente diapositiva trata sobre
las mejores prácticas a la hora de contratar a un lector beta específico para una escena sexual,
es decir, cómo no ser jodidamente espeluznante, y también cómo compensar a la gente por su
trabajo sexual de forma justa. Wei Ying mira la hora. Quedan veinte minutos antes de la hora
en la que suele responder a las preguntas. Perfecto.

"Y ahora el momento que todos estaban esperando", anuncia, sobre la diapositiva titulada
"¡CONSENTÁCULOS!" Wei Ying sonríe y agita ambas manos en la pantalla como una
modelo que muestra una nueva tostadora. "La mierda rara".

Esta es la parte favorita de Wei Ying, porque consigue dejar de lado los aspectos artesanales
para pasar a los impactantes. El arte es importante, pero una frase muy bien diseñada puede y
será un fracaso si no se involucra con las emociones del lector, y si no te involucras con las
emociones del lector, ¿para qué estás escribiendo?

(También le da la oportunidad de divagar sobre todas las extrañas formas en que funciona el
sexo en el reino animal, un tema que le resulta personalmente fascinante pero que, por alguna
razón, no la hace popular en las fiestas. La biología es muy buena, ¡okey!)

"No se trata solo de los tentáculos", enfatiza, con mucho cuidado sin mirar a Lan Zhan y de
hecho tratando de olvidar que Lan Zhan está en la habitación, "se trata de cómo los tentáculos
hacen sentir a tu personaje y, por consiguiente, cómo eso hace sentir a tu lector. ¿Tu
personaje siempre quiso que lo penetraran tres veces con tentáculos bondage, o es la primera
vez que considera los tentáculos de forma sexy? ¿Los tentáculos le resultan familiares o
raros? ¿Tu personaje está excitado? ¿Nervioso? ¿Asustado y atraído? El impacto emocional
del sexo con tentáculos es lo que hará que el lector ame u odie tu libro, así que no puedes
simplemente introducir los tentáculos y darlo por terminado, al igual que no puedes
introducir sexo heterogéneo sin emoción en la pestaña A dentro de la ranura B y esperar que
a alguien le importe. Tu lector quiere recoger lo que tú ofreces, así que tienes que ofrecerle
algo que valga la pena".

Wei Ying repasa algunos de los grandes éxitos del sexo raro con animales y cómo podrías
incorporarlos a personajes alienígenas o que cambian de forma. ("Si quieren leer más sobre
hombres tiburón con doble pene", dice, "sugiero que vayas a la sección Breath of the Wild de
tu sitio de fanfiction preferido y busques la etiqueta 'Sidon', porque ese fandom descubrió un
dato sobre tiburones y se volvió salvaje). Habla de las cloacas, y de las posibles opciones que
hay en ellas (juego de palabras ligeramente intencionado). ("¿Escribes sobre una especie sin
distinciones de género? ¿Tienen todos el mismo equipamiento? ¿Cómo reaccionaría tu
personaje humano ante eso? ¿Cuáles son sus expectativas sobre el sexo, y cómo negocian tus
dispares personajes el sexo placentero cuando provienen de entornos muy diferentes?") Habla
del sexo que puede no parecerlo, y de cómo hacer que el lector se sienta implicado de todos
modos.

"Ninguno de nosotros sabe lo que es que alguien entre en nuestra mente y luego estimule
nuestra producción de dopamina desde dentro", dice, frunce el ceño y añade: "En realidad, si
lo sabes, llámame porque tengo dudas". Wei Ying parpadea un par de veces hacia la pared del
fondo, se sacude y continúa: "Pero tal vez sea así como funciona el sexo telepático en tu
historia. Tal vez tengas una especie para la que los actos reproductivos y el placer sexual
están separados, donde el primero es físico y el segundo es mental. Si me enseñas cómo
reacciona el personaje frente a ese sexo telepático totalmente mental, puedes hacer que sea
sexy sin que nadie llegue a tocar un culo". Wei Ying se inclina hacia delante, con la mano
agarrando el borde del atril. "Puedes hacer que el lector crea cualquier cosa, siempre que tú
lo creas". Aprieta el puño, los ojos se cierran en intensa concentración. "Sigue tus raros
sueños sexuales", dice con sentimiento. "Eres el único que puede escribirlos".

Wei Ying abre los ojos, por reflejo y sin querer, busca a Lan Zhan. Esto resulta ser un error
inmediato. Lan Zhan la observa con los ojos muy abiertos, con los labios ligeramente
separados, y la curva expuesta de su oreja con múltiples perforaciones está tan roja que Wei
Ying puede verla incluso desde el escenario. Parece sorprendida por haber sido descubierta
mirando, y ahora Wei Ying no puede apartar la mirada. Su corazón hace un incómodo ruido
sordo mientras su estómago se hunde en sus zapatos - es por eso que no le dijo a Lan Zhan
sobre su presentación, aparte de que ella tenía una. No quería hacerlo raro, y no hay forma de
que no sea raro ahora que Lan Zhan la ha escuchado hablar del raro, sexo raro durante una
hora. Mierda. Tal vez no debería haber dedicado tanto tiempo a la triple penetración con
tentáculos. Oh, no, siguen mirándose en silencio, esto es demasiado mirar, pero Wei Ying no
puede dejar de mirar, mierda, mierda, puede sentir que se le calienta la cara, vamos Wei
Ying, deja de mirar...

Alguien estornuda, lo que rompe el momento, y Wei Ying da un trago a su botella de agua.
"¡Okey!", dice alegremente, una vez más sin mirar a Lan Zhan. "¡Esa fue la presentación!
Tenemos tiempo para algunas preguntas, si alguien considera que hay algo que no está claro".

Se levantan algunas manos, y Wei Ying responde a algunas preguntas sobre el uso histórico
de lubricantes y si está realmente segura de que el sexo con patos funciona así. Cuando se
acaba el tiempo oficialmente, recoge su computadora portátil, las manos le tiemblan
ligeramente con el persistente zumbido posterior a la intervención en público, y acepta
algunos cumplidos de personas a las que luego no podrá reconocer bajo pena de muerte.

"Estuvo muy bien", dice Jazmín, que aparece junto a su codo y ayuda a Wei Ying a apartarse
de la gran multitud de autores. "Quiero decir que no es nada de lo que tú y yo no hayamos
hablado antes, pero verte presentarlo es algo totalmente diferente".

"¡Gracias!" dice Wei Ying, todavía un poco salvaje y desenfocada. "Me esforcé mucho en
esto".

"Y se notó", llega la voz grave de Lan Zhan desde su otro lado, una mano cálida se posa
ligeramente en su espalda baja para guiarla fuera de la sala de conferencias. Wei Ying se
funde con ella y se deja llevar por dos personas que le gustan y en las que confía, porque
abandonada a su suerte sabe que acabará charlando con una docena de personas del público y
se olvidará por completo de almorzar.

"No sabía que ibas a venir", le dice a Lan Zhan. Su voz es más quejumbrosa de lo que
esperaba, aunque quejumbrosa no es la palabra adecuada. No está segura de cómo suena. Ni
siquiera está segura de por qué lo dijo.

Lan Zhan frunce el ceño. "¿No querías que lo hiciera?" Su mano se retira de la espalda de
Wei Ying, lo cual no era lo que ella quería que sucediera. Wei Ying honestamente no está
segura de lo que quería que pasara.

"¡No!" Wei Ying dice rápidamente. "¿O sí? No me importó... fue agradable verte entre el
público", logra finalmente. "Es que... no pensé que fuera algo que te pudiera interesar". No
creí que quisieras escucharme hablar de porno, consigue mantener dentro de su cabeza. En
voz alta, se aclara la garganta y añade: "Es mucho más explícito que todo lo que escribes
normalmente".

"Mn", dice Lan Zhan, mirando fijamente una planta en maceta. "Fue una buena presentación
con técnicas claramente explicadas que serán útiles de todas formas". Su mano se flexiona a
su lado, hacia Wei Ying y luego se aleja. "Wei Ying es una buena profesora".

"¿Toda la sección en la que hablas del impacto emocional?" Dice Jazmín. "Está muy claro. Es
una de esas cosas en las que sé que algo está mal si leo algo que no lo hace pero me cuesta
explicarlo". Se ríe de repente, con los ojos oscuros bailando. "¿Además, pink-ette? ¿De
verdad?"

"¡Fue lo que leí en los fics de otras personas!" Wei Ying se lamenta, cubriendo su rostro. "¡Yo
era solo una niña, no lo sabía!"

"Estoy un poco impresionada." Jazmín admite. "Quiero decir, puedo ver la lógica". Se
endereza el cárdigan verde con estampado de hojas de palmera hasta que la cintura queda
perfectamente situada sobre sus jeans oscuros, pulcros y a la moda, y mucho más arreglados
que Wei Ying con sus leggings negros y su vestido rojo tipo camiseta. El vestido tiene un
agujero en la axila del que Wei Ying no se había percatado cuando lo metió en la maleta, para
que la incompetencia de Wei Ying quede patente. Jazmín se ve bien junto a Lan Zhan, hoy
con un vestido midi azul con bordados blancos. Combinan. Parecen una pareja. Parecen una
pareja de lesbianas a la moda que adoptaron juntas un gato sarnoso, lo que podrían tener, ya
que salieron durante cinco meses.
"De todos modos, no hay nada hasta la una y media", dice Jazmín, rompiendo la espiral de
autocrítica de Wei Ying. "Iba a almorzar al bar del hotel. ¿Quieren venir?"

"¡Oh, sí!" dice Wei Ying, recuperando el ánimo. "Prometí ayudarte con la lluvia de ideas de
tu trilogía del multimillonario. ¿Lan Zhan?"

Lan Zhan sacude la cabeza con pesar. "Me encantaría", dice, "pero el evento de los lectores es
esta noche. Tengo que..."

"Arriba, ermitaña", dice Jazmín.

"Conserva la energía de tu batería", dice Wei Ying, al mismo tiempo.

La cara de Lan Zhan adopta un aspecto suave y aliviado. "Sí", dice. "Gracias por entenderlo".

"Por supuesto", dice Wei Ying, dándole un apretón en el hombro y un pequeño empujón. "Ve
a mirar una pared en silencio durante una hora. La conferencia estará aquí cuando vuelvas".
"Estaré aquí cuando vuelvas", quiere decir, y cuando Lan Zhan les dedica a ambos una suave
sonrisa, Wei Ying se permite fingir, por un minuto, que Lan Zhan entendió.

⋄⋄⋄

"Okey, entonces", dice Wei Ying, con los tortellini metidos de manera poco elegante en la
mejilla, "¿crees que todos tienen que involucrar bebés?"

Jazmín se toma el tiempo de masticar y tragar el bocado de hamburguesa con queso


sobrevalorada que tiene en la boca antes de responder, porque ella -siendo alguien con quien
Lan Zhan salió una vez- no es un gremlin horrible. "No necesito que incluyan bebés", dice
pensativa, "pero no estoy en contra de que todos incluyan bebés. Hay gente a la que le gusta
mucho la trama de los bebés".

"Genial, porque yo tenía preparado 'Niñera para el Multimillonario', pero no se me había


ocurrido nada más para ese mercado potencial". Wei Ying da un sorbo a su té helado de
melocotón (en realidad mucho más agradable de lo que esperaba) y se mete más pasta en la
boca.

"Sin embargo, 'Niñera para el Multimillonario' es bueno", dice Jazmín, animándose. "El tipo
de gente que lee libros pornográficos de multimillonarios es también el tipo de gente que se
pone cachonda por una relación ilícita de empleado/jefe, así que podría trabajar con
eso". Toma otro bocado, logrando hacerlo sin estropear su lápiz labial rosa brillante y sin
destruir la integridad estructural de la hamburguesa con queso, dos cosas que Wei Ying nunca
podrá lograr sin importar cuánto lo intente. Wei Ying ni siquiera pensó que
fuera posible comer una hamburguesa sin hacer un desastre masivo, pero supone que tiene
sentido que cualquiera que salga con Lan Zhan tenga esa habilidad.
"Así que, tú y Lan Zhan, ¿eh?" se le escapa de la boca antes de que pueda detenerlo. Mierda.

"Lan Zhan y yo", dice Jazmín amablemente, y luego mira hacia lo que sea que esté haciendo
la cara de Wei Ying. "Ah", dice después de un momento. "Ya veo."

"Lo siento", dice Wei Ying, cubriendo sus mejillas rojas con las manos. "Lo siento, estoy
siendo rara con esto, es que..."

"Voy a detenerte ahí, Wuxian", dice Jazmín, levantando una mano en un movimiento cortés
pero firme. Frunce el ceño, señala con un dedo a Wei Ying y pregunta: "Ey, en realidad,
nunca te lo pregunté: Tu credencial dice Wei Wuxian, pero ¿quieres que use ese nombre este
fin de semana, o quieres ser Mo Xuanyu, o quieres tu nombre legal que sé que me dijiste una
vez pero luego se me olvidó porque en mi cabeza eres 'Wuxian Amiga del Porno’?"

"Wei Ying", dice Wei Ying, una vez que termina de reírse de ‘Wuxian Amiga del Porno’.
"Puedes llamarme Wei Ying. Jazmín es tu nombre legal, ¿verdad?"

"Es como si mis padres quisieran que fuera autora o presentadora de noticias", dice Jazmín
alegremente. "De todos modos, Wei Ying, el asunto es el siguiente: me doy cuenta de que
tienes un montón de cosas que necesitas desahogar, y que casi todas ellas son cosas que
probablemente deberías desahogar con un terapeuta o hablar con A'Zhan directamente en
lugar de ponerte rara conmigo por haber salido con ella".

Wei Ying se desinfla, un poco molesta pero sí, lo entiende. "Es justo", dice, dispuesta a hacer
papilla todo lo que se le ocurre y a posarse en lo que es una forma emocionalmente sana de
manejar sus sentimientos.

"Pero", dice Jazmín, como si Wei Ying no hubiera hablado, "porque somos amigas, y porque
me doy cuenta de que estás pasando por eso, voy a poner un temporizador de cinco minutos y
dejaré que descargues lo que sea que estés sintiendo y hablaré de eso, y luego, cuando el
temporizador se apague, volveremos a tener un almuerzo divertido donde pensamos en libros
de multimillonarios cada vez más ridículos. ¿Trato?"

"Trato", dice Wei Ying, genuinamente asombrada. "Maldición, Jazmín, eres realmente buena
con los límites. ¿Eres secretamente una columnista de consejos?"

"No, pero leo muchos de ellos". Jazmín le muestra una rápida sonrisa, con el lápiz de labios
todavía perfecto incluso después de toda esa hamburguesa con queso, y hace algo con su
teléfono. "Okey", dice, "tienes cinco minutos. Dispara".

"Uuuuuuugh", dice Wei Ying, perdiendo varios segundos valiosos. "Okey, es que Lan Zhan
es mi mejor amiga, y yo pensaba que era su mejor amiga, pero luego descubrí que salió
contigo durante cinco meses y nunca me dijo nada al respecto. Así que ahora no sé si no
somos tan cercanas como pensaba o si ella estaba tratando de mantenerlo en secreto por
alguna razón. Y si estaba tratando de mantenerlo en secreto, no sé por qué, ¡porque
claramente eres genial! Si yo saliera contigo, se lo gritaría a todos los que conozco y
probablemente a algunos que no conozco. Entonces, ¿por qué no me lo dijo?" A Wei Ying se
le quiebra un poco la voz al final, lo que resulta aún más embarazoso que el monólogo, así
que se mete los tortellini en la boca para no seguir divagando.
Jazmín cortésmente aparta las cejas de la línea del cabello. "Eso es mucho", dice, "pero no
me dijiste cómo te sientes en realidad".

"No lo sé", refunfuña Wei Ying. "¿Confundida y dolida?"

"Hmmm". Jazmín da un golpecito con sus uñas pintadas por expertos en su vaso de agua.
"¿Es eso? Porque parece que estás celosa".

Wei Ying se queda mirando a la nada mientras varias cosas encajan en su cabeza. "Mierda",
dice, con sentimiento. Ese es el sentimiento. Wei Ying se gana la vida escribiendo sobre
sentimientos y aun así necesitaba que otra persona se lo señale, porque es un desastre de
persona. Está celosa.

"Ahí está", dice Jazmín en tono de felicitación. "Siguiente pregunta: ¿Estás celosa de mí o
estás celosa de A'Zhan?"

"De ti", admite Wei Ying tras un horrible retorcimiento interior. "Pero no quiero desquitarme
contigo, mis cosas raras no son culpa tuya". Hace una pausa para considerar la pregunta con
más detenimiento y añade: "Okey, también estoy un poco celosa de Lan Zhan, eres
extremadamente..." hace un gesto hacia toda Jazmín "-pero sobre todo estoy celosa de ti, sí,
supongo." El té helado de melocotón no tiene respuestas, pero es refrescante, y Wei Ying lo
presiona contra su sien. "Mierda".

"Veo que hoy es un día de revelaciones para ti", dice Jazmín, tratando de ocultar su diversión
y fracasando. Wei Ying no se lo reprocha, porque esta es una situación bastante divertida, o lo
sería si la estuviera leyendo en un libro en lugar de vivirla. "Escucha, no puedo ayudarte a
resolver el enredo en el que estás metida, pero te diré esto: Yo tampoco le dije a nadie que
estaba saliendo con A'Zhan".

"¿Por qué no?" Pregunta Wei Ying, inmediatamente ofendido en nombre de Lan Zhan. Si Wei
Ying estuviera saliendo con Lan Zhan, ¡lo gritaría a los cuatro vientos!

"Porque ambas sabíamos que sería algo temporal", dice Jazmín con facilidad. "Ella dejó claro
que no buscaba nada a largo plazo, y yo sabía que iba a volver a Chicago en los próximos dos
años. Es decir, sí, estábamos saliendo, pero honestamente estaba más cerca de una situación
de amigos con beneficios". Frunce el ceño ante su hamburguesa a medio comer y mordisquea
una patata frita. "Es un término muy raro. Ser amigos ya viene con beneficios, o sea, la
amistad".

"Sí, me parece que 'follamigos' es mucho más claro", coincide Wei Ying con el tono de
alguien que puede haber pasado una noche pensando en la terminología romántica al azar en
lugar de dormir realmente, no es que haya hecho absolutamente eso ni nada. Algo se afloja en
su pecho, el sabor a vinagre de sus celos se desvanece. "Todavía me gustaría que me lo
hubiera dicho", admite Wei Ying, sintiéndose herida.

"Lo cual es válido, y además es una conversación que deberías tener con ella", señala Jazmín,
no sin malicia.
"¡No quiero que se vuelva raro!" protesta Wei Ying. Jazmín levanta una ceja esculpida y Wei
Ying aclara: "No quiero volverlo más raro. Ya deja que me quede en su habitación desde que
la mía fue una estafa. No puedo volcar todos mis sentimientos sobre ella en un espacio del
que no puede escapar".

"Pero puedes volcarlos sobre mí", dice Jazmín, sonriendo.

"¡Ey!" Wei Ying levanta un dedo. "Me diste cinco minutos". Levanta otro dedo. "Y puedes
escaparte, de vuelta a tu casa y a tu apuesto marido y a tus lindos gatos".

"Me parece válido", admite Jazmín. Da un sorbo a su agua. "Sin embargo, deberías hablar
con ella".

Wei Ying se desploma sobre su plato aceptable de pasta, aunque menos elegante que la
anunciada (no es que importe, ya que la está pagando con el crédito del hotel). "Lo séeeeeee",
se queja, "pero ¿qué parece? ‘Ey, Lan Zhan, ¡gracias por venir y salvarme de mis propios
errores! Sé que estás compartiendo tu cama conmigo y cocinando para mí en tu pequeña
cocina de viaje, pero ¿qué pasa si hago las cosas súper incómodas sacando a relucir toda mi
mierda emocional? ¡No, gracias!"

"Es justo". Jazmín le da una palmadita a Wei Ying en la cabeza como si fuera un gato
particularmente dramático, lo cual no es un error, en realidad. "Sin embargo, sabes que ella
es la única que puede explicar por qué no te lo dijo, ¿verdad?"

"Sí, gracias", dice Wei Ying, sentándose con el ceño fruncido. "Y es posible que elija vivir el
resto de mi vida con el misterio".

"Definitivamente es algo que podrías hacer", dice Jazmín secamente, tomando un bocado de
hamburguesa.

"Gracias por tu apoyo", dice Wei Ying, atrapada a medio camino entre el sarcasmo y la
sinceridad. Apoya la barbilla en la mano y suspira, la mente se asienta lo suficiente como
para recordar algo que Jazmín dijo antes.

"¿Así que Lan Zhan no tiene citas a largo plazo?" Tal vez eso explique por qué Lan Zhan no
se lo dijo. Tal vez explique muchas cosas. Quizás Lan Zhan no quería citas con Wei Ying
porque sabía que,en general, Wei Ying quiere citas a largo plazo, no es que lo haya
conseguido con ninguno de sus ex hasta ahora.

"Por lo que me dijo, no". Jazmíne se encoge de hombros. "No sé por qué". Hace una pausa,
toma un sorbo de su agua, y hace un contacto visual extrañamente intenso mientras añade:
"Siempre tuve la impresión de que estaba demasiado obsesionada con otra persona para tener
una cita en serio".

"Huh", dice Wei Ying, parpadeando hacia un candelabro al otro lado de la habitación. Eso
tendría sentido. Lan Zhan siempre fue tan firme que es un poco raro pensar en ella como
alguien que sale casualmente, pero si carga con una antorcha entonces las citas casuales
serían obviamente una reacción a eso. "Sí, tal vez", dice Wei Ying, volviendo a su tortellini,
"pero no tengo ni idea de quién sería".

"Tú no", dice Jazmín, sin hacer siquiera una pregunta, y antes de que Wei Ying pueda
responder suena el temporizador del teléfono de Jazmín, rompiendo el momento y el tren de
pensamiento de Wei Ying.

"¡Cinco minutos!" dice Wei Ying. "Okey, ¿qué te parece 'Embrujando al Multimillonario'?"

Jazmín parece querer decir algo y decide visiblemente no hacerlo mientras silencia la alarma.
"Tiene su encanto", dice, golpeando de nuevo su uña en el vaso de agua, "pero ¿crees que va
a implicar un romance paranormal?"

"Buena observación". Wei Ying frunce el ceño y hace girar el tenedor distraídamente. "’
¿Contemplando al Multimillonario´?"

"No estoy segura de poder hacer un libro entero del acto de mirar a una persona", dice
Jazmín, riendo.

"Bueno, no con esa actitud". Wei Ying sonríe. "Podemos ponerlo en la lista de los posibles.
¡Oh! ¡'Bautizando al multimillonario'! Atrae ese mercado fetiche de los sacerdotes".

"Ah, sí, el salto directo de atrapar bebés a bautizar", dice Jazmín con un tono de voz bajo.
"No puedo creer que no lo haya visto".

"¿Robando?" Wei Ying tiene ahora una página abierta en su teléfono llena de palabras que
terminan en "ando", y las escanea atentamente. "¿Pirateando? Conseguir ese mercado pirata.
¿Quebrando? Eso tiene potencial. ¿Golpeando? Es lo que se merecen". Sus ojos se fijan en
algo, e inhala bruscamente. "¡Oh! ¡Chantajeando al Multimillonario!"

Los ojos de Jazmín se agrandan. "Oh", respira. "Oh, mierda, es perfecto".

"'’Ella sólo buscaba su dinero'", entona Wei Ying como la voz en off de un tráiler de película,
"'quién diría que acabaría con... su pene'".

Jazmín se ríe a carcajadas, el sonido es musical y brillante. "Creo", jadea, "que se supone que
debes decir 'su corazón', Wei Ying".

"Tal vez", se ríe Wei Ying, atrapado en la energía de Jazmín, "pero ambos sabemos de qué
tipo de libro estamos hablando".

"Okey, okey, okey", dice Jazmín, tratando de calmarse. "Creo que lo tengo". Pone una cara
muy seria, pero delata absolutamente el juego porque no puede hacer contacto visual. "Lo
tomo en una dirección m/m: `Las Bolas-Hasta el Fondo en el Multimillonario'".

Tardan un poco en poder comer sin arriesgarse a morir atragantadas, pero al final lo
consiguen.
⋄⋄⋄

Después de la cena (que Lan Zhan cocina para Wei Ying, de nuevo, no es que Wei Ying esté
teniendo crisis emocionales internas cada vez más salvajes al respecto ni nada por el estilo)
llega la parte favorita de Wei Ying de las conferencias del gremio de novelistas románticos:
El evento para lectores de El Paso al Romance.

El concepto es simple: Una jornada de puertas abiertas gratuita en la que los aficionados
pueden conocer a los autores, conseguir que les firmen libros, disfrutar de un bar de
aperitivos adecuado en el hotel y, posiblemente, ganar premios en un sorteo. Los autores
aprovechan el tiempo para conocer a sus fans en persona y dar a conocer su obra a nuevos
lectores potenciales. Toda la recaudación de la rifa se repartirá entre una organización local
sin fines de lucro que promueve la alfabetización de los niños marginados y una organización
que presta servicios de salud reproductiva en zonas de bajos recursos. Es un escenario en el
que todos ganan.

En la práctica, son dos horas de caos en el salón de un hotel. Los autores locales y los que
cuentan con el apoyo de las editoriales tienen mostradores y decoraciones extravagantes en
sus mesas. Lan Zhan tiene una buena cantidad de libros físicos que va a regalar y que fueron
enviados al hotel con antelación. El marido de Jazmín le construyó una estantería piramidal
de viaje plegable que lleva su nombre grabado en la parte superior para que la gente pueda
verla desde el otro lado de la sala. Alguien -Wei Ying no puede ver quién- tiene una armadura
en miniatura en su mesa. Hay chocolate gratis y productos horneados cuidadosamente
envueltos, un aura general de entusiasmo y al menos cinco asistentes que claramente nunca
antes habían estado en uno de estos eventos. Wei Ying se da cuenta de eso por las
expresiones vidriosas de sus rostros y por la confusión generalizada con la que deambulan.
Ella simpatiza - el evento de los lectores es todo un espectáculo.

A Wei Ying se le asigna una mesa de cóctel en la periferia del caos, ya que no le corresponde
exactamente una de las mesas redondas para ocho personas en el centro de la sala. Eso está
bien. Está en su elemento. De hecho, lo había previsto, así que su mesa está decorada con un
pañuelo cuadrado con estampado de calaveras que hace las veces de mantel, un puñado de
crisantemos rojos falsos arrugados, caramelos chinos del H-Mart de casa y doscientas tarjetas
con la portada de "Flores y huesos" en el anverso y un código QR para la descarga en el
reverso. Ya está preparada.

(También dejó varias tarjetas de visita en un par de mesas publicitarias no vigiladas situadas
contra las paredes. Es posible que Wei Ying no asista oficialmente a esta conferencia como
Mo Xuanyu, pero eso no significa que no haya gente aquí que merezca conocer ‘Doblemente
Penetrada por el Dragón’. ¡Es una publicidad gratuita para un mercado desconcertado y semi
cautivo! No puede dejarlo pasar).

Después de un sinfín de argumentos de venta, una reducida cantidad de tarjetas, cinco firmas
de libros (los libros de Wei Ying están disponibles en versión impresa bajo demanda, así que
cada vez que firma un ejemplar físico es como si fuera a Disneylandia) y un vaso de agua
lleno, Wei Ying vuelve de recoger unos nuggets de pretzel y salsa de queso del buffet de
aperitivos y se encuentra con una cara familiar esperando en su mesa.

"¡A'Yuan!" Grita a medias, depositando su plato con el suficiente cuidado para no ponerlo
directamente sobre sus tarjetas antes de abrazar a Wen Yuan. "¡Santo cielo, no esperaba verte
aquí! ¿Qué tal la universidad? ¿Tengo que informar a tus padres de tus travesuras?"

"Hola, Ying-jiejie", dice Wen Yuan, devolviendo el abrazo de Wei Ying con más fuerza de la
que cabría esperar de una chica tan bajita y de aspecto tan dulce. "¡Sorpresa! Sabía que no
tendrías tiempo para visitarnos, así que vinimos en autobús desde el campus. No hace falta
que les digas nada a mis padres".

"Me di cuenta de que no mencionaste si realmente te dedicas a las travesuras, lo cual estoy
obligado a preguntar. Una vez tu niñera, siempre tu niñera". Wei Ying se aparta y le da una
mirada a Wen Yuan. Es más alta de lo que era la última vez que la vio Wei Ying, y parte de su
grasa de bebé se disipó en la transición entre los dieciocho y los veinte años. Se sostiene con
un poco más de confianza, la experiencia vivida fuera de casa añade una profundidad a sus
ojos grandes y oscuros que antes no existía. "Debemos sacarnos una foto juntas", anuncia
Wei Ying, buscando su teléfono. "Puedo enviársela a tus padres por mensaje de texto y
demostrar que sigo comportándome de una manera responsable que no corrompa tu joven
mente".

"Creo que si ponemos el torso masculino desnudo de fondo ayudará mucho a vender el
ángulo de la responsabilidad", dice Wen Yuan, señalando con la cabeza la cubierta de libro de
cartulina de gran tamaño que hay en una de las mesas detrás de la de Wei Ying, en la que
aparece un vaquero sin camisa de la barbilla para abajo y del pene para arriba. "Nada expresa
la responsabilidad como los abdominales".

Wei Ying se ríe y luego (por fin, tardíamente) se da cuenta de que hay otra chica rondando
detrás del hombro de A'Yuan, de cara estrecha y cejas gruesas, que mira a Wei Ying con
asombro en los ojos. Wei Ying casi comprueba detrás de sí misma para tratar de averiguar a
quién está mirando realmente esta chica antes de que se dé cuenta de que tiene en sus brazos
una maldita cantidad de libros de bolsillo que le resultan familiares.

"Esta es mi amiga Ouyang Zizhen", dice Wen Yuan, guiando a la chica más bajita hacia
delante, ya que está claro que está demasiado abrumada por la emoción para moverse por sí
misma. "Es una gran fan de tus libros".

"Dios mío", susurra Ouyang Zizhen. No parpadea desde que hizo contacto visual, y a Wei
Ying le cuesta no reírse de su mini crisis. (Lloró durante cinco minutos después de conocer a
la prolífica y revolucionaria autora de novela negra Barbara Judkins por primera vez, así que
lo entiende).

"Encantada de conocerte". Dice Wei Ying con una brillante sonrisa. "¡Siempre es agradable
hablar con un fan! ¿Cómo las trata la universidad a ti y a A'Yuan?"

"Bien", logra decir Ouyang Zizhen. Finalmente parpadea, respira profundamente y deja los
libros sobre la mesa. "Es un honor conocerte, Wei Wuxian, eres mi escritora favorita. No
podía creerlo cuando A'Yuan me dijo que era amiga tuya. He leído todo lo que has escrito
más de una vez. Una amiga me sugirió 'Espada y Peonía' y fue la primera vez que leí un
romance queer en el que las dos mujeres se parecían a mí, y nunca había leído nada con una
protagonista demisexual y me ayudó a darme cuenta de que era demisexual y solo quería
darte las gracias y ¿tienes algún consejo de escritura?" Todo esto sale de un tirón y sin
ninguna pausa en la que Wei Ying pueda insertar mentalmente los signos de puntuación. Es
legítimamente impresionante.

"¡Tengo toneladas de consejos de escritura!" Wei Ying comienza, porque Ouyang Zizhen está
ahora visiblemente conteniendo las lágrimas, y probablemente sea una buena idea comenzar
con la pregunta más práctica. "Todo está en mi blog, y luego hago conversaciones en Twitter
de vez en cuando. ¿Me sigues en Twitter?" Ante el asentimiento de Ouyang Zizhen, Wei Ying
continúa: "Me gusta intentar ser mentora de jóvenes escritores chinos en la medida en que mi
agenda me lo permite, así que envíame un correo electrónico y podremos seguir hablando,
¿okey?" Le entrega una tarjeta de visita y se acerca. "Escribo para gente como tú", dice en
voz baja. "Escribo para gente como tú y como yo, que no siempre nos vemos como somos,
desordenados y complicados y raros y queer. Nosotros también merecemos finales felices, y
me siento muy honrada de poder formar parte de tu viaje".

Ouyang Zizhen rompe a llorar, lo cual está bien porque Wei Ying no tiene los ojos muy secos.
Se abrazan y se reparten pañuelos (de A'Yuan, porque no es que Wei Ying se acuerde de
llevarlos encima) y Wei Ying envía un mensaje rápido antes de firmar todos los libros de
Ouyang Zizhen. Los tres están compartiendo su plato de galletas saladas y debatiendo cuál de
los libros de Wei Ying sería la mejor adaptación de un c-drama (Wei Ying se inclina por
"Flores y Huesos", pero A'Yuan y Ouyang Zizhen argumentan a favor de "Espada y Peonía",
que tiene menos nigromancia, por lo que podrían tener razón) cuando Wei Ying percibe un
olor a sándalo y jazmín justo cuando los ojos de A'Yuan se iluminan.

"¡Zhan-jiejie!", dice, lanzándose más allá del hombro de Wei Ying para abrazar a Lan Zhan.
"¡Íbamos a ir a verte después!"

"Wei Ying me avisó de que estabas aquí", dice Lan Zhan (la co-niñera de Wei Ying, en su
día), acariciando el pelo de A'Yuan hasta los hombros. "No me importa estirar las piernas un
momento".

"Oh, Dios mío", susurra Ouyang Zizhen de nuevo, sus ojos como platillos. "Es-"

"La incomparable Lan Wangji", anuncia Wei Ying con una floritura. "Autora de cuatro libros
de gran éxito en el New York Times, mi mejor amiga, y llena de historias sobre las cosas
vergonzosas que hacía A'Yuan cuando era pequeña".

"Empezaste a cuidarme cuando tenía once años", se queja A'Yuan, sin poder ocultar una
sonrisa. "Todo el mundo es vergonzoso cuando tiene once años".

"Probablemente no Lan Zhan", dice Wei Ying con lealtad.

"Probablemente no Lan Zhan", coincide A'Yuan, coincide A'Yuan, apartándose del abrazo y
girando para guiar a Ouyang Zizhen más cerca. "Zhan-jiejie, esta es mi buena amiga Ouyang
Zizhen".

"'El Jardín Amurallado de su Corazón' me hizo llorar cinco veces". Ouyang Zizhen medio
grita a Lan Zhan, que consigue no parecer demasiado sorprendida. El entusiasmo es
doblemente divertido de ver desde fuera, y Wei Ying sonríe mientras intenta clavar sus
pulgares en la parte baja de la espalda. No le gustaría ser responsable de la decoración y la
gestión de una de las grandes mesas, pero tiene que admitir que estaría bien tener un editor de
verdad y no tener que estar de pie durante dos putas horas en estas cosas. Es como si sintiera
que todos los buenos estiramientos y el trabajo de yoga que Lan Zhan hizo con ella esa
mañana se le escapan lentamente de la columna vertebral a medida que los discos se
comprimen. ¿Es así como funciona la columna vertebral? Wei Ying está bastante segura de
que es así como funcionan las espinas dorsales.

Wen Yuan y Ouyang Zizhen se dirigen finalmente al resto del salón de baile. Wei Ying
reparte más tarjetas, sonríe a más asistentes e intercambia caramelos con algunas de las otras
mesas para consumirlos más tarde. Recoge algunas copias de tarjetas con enlaces de descarga
de libros electrónicos, a modo de estudio de mercado, charla con la señora que trajo la
armadura en miniatura (vive en la zona, así que no es tan ridículo como podría ser), y se toma
dos Ibuprofeno cuando queda media hora para el final. Quizá debería haber pedido un
taburete alto para acompañar su mesa de cóctel. Al menos puede empezar a recoger una vez
que el sorteo haya terminado.

A'Yuan y Ouyang Zizhen se quedan para la rifa, lo que hace que Wei Ying se alegre de no
haber salido corriendo antes, porque Ouyang Zizhen gana una de las cestas de regalo y se
pone a llorar de nuevo. Es casi tan grande como su torso, y Wei Ying se preocupa por un
momento de que la lleven de vuelta al campus en el autobús antes de decidir que, sin duda,
será una historia divertida si acaba en desastre, y ¿no vale la pena elegir siempre lo más
divertido?

(En efecto, elegir siempre la historia más divertida es la razón por la que Wei Ying tiene
cicatrices en las piernas, alberga un odio eterno a la gelatina y una vez se perdió en unos
grandes almacenes, ¡pero ella tiene las historias! Ella fue la ganadora en todas esas
situaciones, ¡gracias!)

Hay una ronda de abrazos de despedida, un poco más de llanto leve y algunas selfies en las
que todos logran asomar la cabeza alrededor de la cesta de regalos gigante. Wei Ying y Lan
Zhan observan cómo Wen Yuan y Ouyang Zizhen se dirigen a los ascensores con sus bolsas
de cortesía llenas de libros gratuitos, algunos de los cuales probablemente quieran.

"¿Puedes creer que nuestra falsa hija ya creció y va a la universidad?" Wei Ying resopla,
secándose los ojos teatralmente para disimular que en realidad tiene los ojos un poco
empañados.

"Mn." Lan Zhan amablemente le da un pañuelo de papel y le aprieta el hombro. "Me alegró
verla. ¿Necesitas empacar algo?"
"Ya estoy preparada", dice Wei Ying, levantando las cuatro esquinas de su pañuelo de
calaveras y usándolo como una atadura antigua para las tarjetas y los caramelos
restantes. "¿Y tú?"

"Me quedé sin libros", dice Lan Zhan, como si no fuera gran cosa, y le quita a Wei Ying la
atadura de las tarjetas. Wei Ying se quejaría, pero esto la deja las dos manos libres para lo que
quiere usarlas, es decir, para clavar los puños en su espalda baja.

"Uuugh", gime cuando vuelven a la habitación, retorciéndose de izquierda a derecha. Su


columna vertebral suena como un puñado de espaguetis partidos por la mitad y
probablemente sería igual de horrible para la mayoría de los italianos. "Entiendo mi
arrogancia, cuerpo. No te lo volveré a hacer".

"Mentirosa", dice Lan Zhan amablemente.

"No te lo volveré a hacer hoy", dice Wei Ying, admitiendo lo dicho. Se cuelga en un pliegue
hacia adelante y respira en sus rodillas. "Creo que voy a ir a un jacuzzi, en realidad". Los
jacuzzis son, objetivamente, lo mejor de alojarse en un hotel - todos los beneficios de una
gran olla en la que uno puede convertirse en sopa humana sin ninguno de los inconvenientes
de tener que ocuparse del mantenimiento tú mismo. (No es que Wei Ying vaya a encargarse
del mantenimiento de una bañera de hidromasaje, pero su madre tiene fuertes opiniones).
"¿Quieres venir?"

"Sí", dice Lan Zhan, para su completa sorpresa, y Wei Ying se endereza demasiado rápido,
ay.

"¿De verdad?", pregunta. "¿Estás segura? Probablemente no seremos los únicos, y sé que el
evento de los lectores supuso una gran cantidad de gente para ti".

"Estoy segura", dice Lan Zhan, sacando ya un traje de baño azul cobalto de su cajón. "Me
cambiaré antes", anuncia. Antes de que Wei Ying pueda reaccionar, Lan Zhan ya está en el
baño con la puerta cerrada, por lo que supone que la pregunta fue respondida.

Wei Ying se apresura a cambiarse detrás del tabique de media altura y consigue hacerlo antes
de que Lan Zhan salga del baño, sin caerse. Lo logró. Su bikini es con estampado de leopardo
rojo, lo que suena más sexy en la práctica que en la realidad: es un calzón de cintura alta y un
top sin mangas que cubre todo el cuerpo, porque fue lo único que Wei Ying pudo encontrar la
última vez que fue de compras que se ajustara a su culo redondo y a sus diminutas tetas sin
que fuera evidente que no estaba diseñado para al menos una de esas medidas. Mientras
busca en su maleta algo para ponerse por encima en el camino hacia la piscina, la puerta del
baño se abre de golpe.

"Se diría que este hotel podría habernos dado batas de baño", empieza, y entonces mira a Lan
Zhan, y todas sus palabras se esfuman en el éter.

El traje de baño de Lan Zhan es.

Ajustado.
El azul se ve muy bien sobre su piel, y el escote alto cae en diagonal hasta las axilas de una
manera que hace que sus hombros parezcan todavía más unidos, y luego los orificios de las
piernas de corte alto, casi de los años 80, realmente hacen cosas por sus muslos. El conjunto
es ajustado y elegante, como algo que se vería en las Olimpiadas, excepto por la abertura del
escote y la forma en que el busto tiene suficiente estructura para meter las tetas de Lan Zhan.
Solo hay... piel. Mucha piel. Wei Ying quiere poner su boca sobre ella.

"¿Quieres que te preste un cárdigan?" Lan Zhan ofrece.

"Haaaaaah", dice Wei Ying, elocuentemente. "¿Qué? No, solo..." Wei Ying aparta los ojos del
magnífico panorama del escote de Lan Zhan y busca su sudadera con capucha. "¡Hecho!"
Anuncia, poniéndose la cremallera. Lan Zhan lleva ahora un cárdigan largo, lo que ayuda a
Wei Ying en su intento de no mirar sus tetas. También es una tragedia. Por desgracia. Wei
Ying se mete una tarjeta de acceso en el bolsillo de la sudadera y sigue a Lan Zhan por la
puerta, decidida a evitar que sea raro.

Solo hay otras dos personas en el jacuzzi cuando consiguen bajar, lo que es mejor de lo que
Wei Ying esperaba. Wei Ying las reconoce vagamente, una mujer blanca y un autor latino no
binario con quien Wei Ying había hablado alguna vez de pasada. Más concretamente, ambos
tienen miradas acuciantes y agotadas que Wei Ying siente profundamente en sus huesos.

"¿Evento de lectores?", pregunta, quitándose la sudadera con capucha. Recibe como


respuesta dos asentimientos con los ojos muertos. "Nosotros también", dice. "¿Les importa si
todos hacemos un pacto para sentarnos aquí en contemplación silenciosa en lugar de
sentirnos obligados a hacer una pequeña charla?"

Dos asentimientos más, estos aliviados, y Wei Ying se hunde en el jacuzzi con un siseo de
placer. Ah, mierda, sí, esto era exactamente lo que necesitaba. Se sumerge hasta los hombros
y con cuidado no mira cómo Lan Zhan se deshace de su cárdigan y entra con esas largas y
tonificadas piernas. ¿Podría Lan Zhan aplastar una sandía entre sus muslos? Wei Ying se
ofrece como voluntaria para ser la sandía, si esa es una opción.

"¿Te sientes mejor?" Lan Zhan pregunta en voz baja, acomodándose en el banco bajo el agua
contra la pared del jacuzzi. Wei Ying aparta a la fuerza su mente de los pensamientos sobre
sandías y muslos.

"Mucho", dice Wei Ying, flotando hasta sentarse junto a ella con un cortés espacio de 15
centímetros entre ambas. Inclina la cabeza hacia atrás para apoyarla en el borde de hormigón
y cierra los ojos. "No dejes que me duerma aquí".

"Yo vigilaré", le dice Lan Zhan con suavidad. Wei Ying trata de no sentir demasiadas cosas
por ser vigilada por alguien a quien ama tanto y, en cambio, deja que su mente se quede en
silencio. Es más fácil cuando está afuera, lejos de dispositivos y distracciones. Aquí hay aire
fresco de la noche, el cloro del jacuzzi en su nariz, el suave zumbido de los motores bajo el
agua y el ocasional sonido de chapoteo cuando alguien más se mueve. Wei Ying se queda a la
deriva durante un tiempo, animada por el agua caliente. Esto es agradable. Esto está bien. ¿Si
pudiera pasar el resto de su vida en este jacuzzi, a quince centímetros de Lan Zhan? Eso sería
suficiente. Wei Ying piensa que podría ser feliz así.

El ruido de la puerta del hotel al abrirse de golpe hace que Wei Ying vuelva en sí. Ah. Aquí
está el resto de la prisa de la noche. El ambiente se anima a medida que llegan más autores,
algunos de los cuales nadan un par de rondas en la piscina antes de llegar al jacuzzi, y Wei
Ying se encuentra pegada al lado de Lan Zhan para hacer espacio para todos.

"¿Quieres irte?" Le pregunta a Lan Zhan al oído, lo suficientemente bajo como para que
nadie más pueda oírla. "No tienes que seguir socializando".

"Estoy bien", dice Lan Zhan. "Todavía estás tenso".

Esto es cierto. Wei Ying sigue estirando las piernas y volviendo a meterlas bajo el agua,
tratando de aflojar las partes de la espalda y las caderas que el agua caliente por sí sola no
puede arreglar. Le gustaría tener al menos otros diez minutos antes de que regresen, pero
también se siente un poco culpable por haber monopolizado la bañera, sobre todo cuando
Kristine Andrews (escritora de romances de vampiros victorianos multirraciales, aunque Wei
Ying no los lee con voracidad ni nada por el estilo) se acerca y mira la bañera abarrotada.

"¿Hay espacio para uno más?", pregunta, y Wei Ying se prepara para salir. Está bien, esta
noche hará un poco más de estiramiento, quizá saque la pelota de fisioterapia-

"Entra", dice Lan Zhan, y recoge fácilmente a Wei Ying en su regazo, dejando espacio en el
banco. Es genial. ¡Una solución muy novedosa al problema! Wei Ying está sentada en el puto
regazo de Lan Zhan, con los hombros apretados contra el escote del bañador de Lan Zhan,
piel mojada contra piel mojada. Hay muslos bajo el culo de Wei Ying. Muy buenos muslos.
Wei Ying quiere volver a ser una sandía.

"¡Gracias!" dice Kristine, y se desliza con cuidado hacia el asiento libre sin pisar a nadie. Wei
Ying debería intentar mantener una conversación con ella. Wei Ying debería intentar ser un
ser humano competente. Wei Ying debería bajarse del regazo de Lan Zhan y subir a su
habitación de hotel y gritar en una almohada hasta que se sienta normal de nuevo.

"¿Hiciste el evento de lectura?", le pregunta Lan Zhan a Kristine, rodeando la cintura de Wei
Ying con un brazo fuerte y sujetándola suavemente. Es muy excitante y a la vez muy
relajante, y Wei Ying tiene una lucha interior muy dura antes de que la relajación se apodere
de ella. Se echa hacia atrás contra Lan Zhan con un suspiro, quedándose sin huesos, y trata de
prestar atención a la conversación en lugar de a la constante presión que late entre sus
piernas. Lan Zhan, sin darse cuenta de la angustia mental que le está causando, apoya la
barbilla en el hombro de Wei Ying, presumiblemente para poder hablar más fácilmente con
Kristine, y le da otro pequeño apretón en la cintura.

"Mierda", susurra Wei Ying para sí misma, con los pezones endureciéndose bajo el traje de
baño. Este no es el momento, ¡cerebro caliente! No puede pensar, ni prestar atención, ni
mantener una conversación, así que solo le queda una opción que no implique que nadie le
haga preguntas del tipo: "Ey, ¿estás teniendo una experiencia sexual muy intensa ahora
mismo en este jacuzzi público provocada por las caricias totalmente platónicas de tu amiga?"
Wei Ying finge dormirse en el hombro de Lan Zhan. Es la opción menos desastrosa,
socialmente hablando. Así no tiene que hablar. Lo único que tiene que hacer es relajarse y
respirar el perfume de sándalo y jazmín de Lan Zhan, disfrutar de la forma en que se mezcla
con la sal de su sudor y el cloro del jacuzzi, e intentar no explotar de calentura contenida. Al
principio es insoportable- Lan Zhan está tan cerca y hay tanto contacto y Wei Ying quiere-
pero se atenúa en algo más suave y dulce a medida que avanza. Wei Ying siempre encontró
en Lan Zhan una influencia tranquilizadora y esa expectativa sigue viviendo bajo su piel. Se
extiende por todos los lugares en los que se tocan y calma a Wei Ying een un cálido estado de
excitación. Podría quedarse así durante horas, si eso es lo que Lan Zhan quería, en un mundo
en el que esto (ella) era lo que Lan Zhan quería.

"Wei Ying", dice Lan Zhan junto a su oído, con una mano que sube desde su cintura hasta
apretar su hombro. "Deberíamos salir".

"Mmmph", dice Wei Ying, lo que quiere decir como una aceptación. Se siente mareada y
realmente con sueño, lo cual es claramente demasiado tiempo en el jacuzzi. Se despiden
mientras salen, Wei Ying moviéndose con un cuidado exagerado para no tropezar con nadie
con sus miembros borrachos de sueño. Lan Zhan recoge las toallas de la piscina al entrar,
porque es así de buena, y se inclina para secarse las piernas a la vista de Wei Ying.

Culo, dice la cabeza de Wei Ying, con una toalla floja en sus inútiles manos. El agua se
desliza por los muslos y las pantorrillas de Lan Zhan, y se acumula en el dobladillo donde el
bañador se une a la piel. Wei Ying quiere lamerlo y no le importa que el cloro tenga un sabor
asqueroso. Wei Ying quiere apartar la entrepierna del bañador y follarse a Lan Zhan con los
dedos hasta que se corra, y luego lamerla hasta dejarla limpia.

"¿Wei Ying?" Lan Zhan dice, sacándola de la fantasía. "¿Estás preparada?"

La vagina de Wei Ying se contrae, esperanzada, inútilmente. "Sí", dice ella, secándose
desordenadamente y volviéndose a poner la sudadera con capucha. "Estoy bien, vamos". Al
menos puede explicar que su rubor es por el jacuzzi. Pequeñas bendiciones.

El viaje en ascensor es una tortura. La cara de Lan Zhan está rosada, el sudor brilla en sus
sienes, su trenza negra está desordenada. Wei Ying sigue mirando a hurtadillas el interior del
ascensor, preguntándose si ese es el aspecto de Lan Zhan después del sexo. Quiere
averiguarlo por sí misma, y nunca lo conseguirá, mierda, y tiene que mantener la calma.

"¿Me ducho primera?", dice una vez que cruzan la puerta de la habitación del hotel. "Iré
rápido para que tengas agua para lavarte el pelo". Lan Zhan tararea de acuerdo, así que Wei
Ying busca en el cajón de su cómoda la camiseta del pijama, su ropa interior limpia y el
pequeño vibrador de lápiz de labios que es lo único que puede esconder en un bulto de ropa
tan patéticamente pequeño.

"¡Enseguida termino!", grita mientras entra en el cuarto de baño, porque es una jodida rarita,
y esta es su maldición. Se desnuda y abre el grifo, metiéndose en la bañera antes de que se
haya calentado del todo, y maldiciendo tanto a sí misma como a la ducha por lo fría que está.
Cuando el agua está a una temperatura agradable, Wei Ying se enjuaga la mayor parte del
cloro, respira profundamente y enciende el vibrador. Zumba contra la palma de la mano, y el
sonido se pierde bajo el agua, que es la única razón por la que se siente segura al usarlo. Wei
Ying lo mantiene sujeto con el pulgar mientras apoya la cabeza en el antebrazo contra la
pared de la ducha, y con un pequeño ajuste se mete los dos dedos centrales en el coño, con el
vibrador presionado contra su clítoris hinchado. La sensación rebota por toda la columna
vertebral, obligándola a apretar los dedos, y Wei Ying se muerde el labio inferior mientras se
folla a sí misma.

"Joder", susurra, empujando más profundamente, moviendo sus caderas contra el vibrador.
"Sí, así, fóllame, fóllame". Se muerde el antebrazo para mantenerse callada, imagina un peso
firme contra su espalda que la inmoviliza contra la pared, un brazo fuerte alrededor de su
cintura, la mano de otra persona ocupada entre sus piernas. Se imagina una voz profunda que
retumba en su caja torácica, el olor a sándalo, jazmín y sal. Imagina que alguien roza su oreja,
imagina unos labios presionados en su nuca.

"Córrete por mí", dice la imaginaria Lan Zhan, y Wei Ying gime contra su brazo y lo hace,
dando espasmos frenéticos alrededor de sus dedos donde están enterrados tan profundamente
como puede. Las rodillas se debilitan, las piernas tiemblan, y Wei Ying se deja deslizar
lentamente por la pared hasta quedar medio arrodillada en el suelo de la ducha, alargando el
placer hasta que su clítoris se entumece y sufre una descarga por la estimulación. Saca los
dedos, se quita el vibrador a tientas y se queda un momento bajo el chorro de la ducha.

Luego se levanta, se ducha lo más rápido que puede y se seca. Lan Zhan todavía tiene que
ducharse. Wei Ying no va a hacerla esperar más de lo necesario solo porque no pueda
mantener bajo control sus molestos sentimientos.

"¡Todo tuyo!", anuncia, con el vibrador lavado y seco y escondido de forma segura en la ropa
bajo el codo. "También enjuagué mi traje de baño. ¿Puedes arrojarlo sobre la cortina de la
ducha cuando termines?"

"Por supuesto", dice Lan Zhan, con uno de sus muy serios asentimientos. Deja a Wei Ying
sola en la habitación del hotel con el ruido blanco del agua y todas sus ansias de agarrar y
arañar. Wei Ying aparta el vibrador y deja que sus deseos circulen, que rechinen los dientes y
le griten.

Esto es todo lo que tenemos, se recuerda a sí misma mientras se mete en la cama. Tenemos
suerte de tener esto. No seas codiciosa. Wei Ying quiere decirse a sí misma algo más, calmar
sus deseos como lo hizo muchas veces antes.

En lugar de eso, se da vuelta, inhala un rastro de sándalo y jazmín, y se queda dormida antes
de que Lan Zhan termine de ducharse.
Chapter End Notes

Notas de la Autora:
Este fic es un ejercicio divertido para hacer que ambos personajes sean lo más yo
posible y al mismo tiempo hacerlos diferentes. De todos modos, ese estiramiento de
hombros te hará ver a dios, usar un temporizador para establecer límites en las
conversaciones difíciles es una forma válida y compasiva de manejar las cosas, y los
eventos de lectores románticos son de hecho dos horas de caos en el salón de un hotel.

😲😯😍😯🤯
Fui a uno con dos amigos y pasé todo el tiempo deambulando en un estado de fuga
abrumado como
Chapter 4

Lan Zhan se despierta a contracorriente de sus sueños, y esta vez, cuando se levanta el
antifaz, sabe lo que le espera: El pelo de Wei Ying salpicado en la almohada como si fuera
una caligrafía, el leve aroma de su champú frutal y (esta mañana en particular) la forma en
que su respiración silba por la nariz cuando exhala. El sonido es objetivamente molesto. A
Lan Zhan le encanta. Se pregunta qué haría falta para poder despertarse con esto cada
mañana y suspira. Se lamenta antes de salir de la cama. Sería vergonzoso, si todavía tuviera
la capacidad de avergonzarse por sus reacciones ante Wei Ying.

Sin embargo, es mejor estar abatida mientras está levantada y haciendo cosas.

Lan Zhan se levanta de la cama.

Va al gimnasio, pero no hace yoga todavía, ya que Wei Ying podría querer estirar juntas de
nuevo. Si desayuna ahora, tendrá unos cuarenta minutos para escribir antes de que Wei Ying
se despierte, lo que contribuirá a sus metas de número de palabras del día.

Decide que es una mañana de sopa de arroz. Lan Zhan tiene que hacer una presentación hoy
y, aunque se siente mucho más cómoda hablando en público que en el instituto, todavía
tiende a recurrir a las comodidades familiares cuando tiene que hacerlo, dejando que la
comida y la ropa suave ayuden a sobrellevar el estrés. Pone en marcha el arroz en la olla de
viaje y saca una de las mezclas de salteado en bolsa que le quedan. No todo lo que contiene
es adecuado para su intención de esta mañana, así que revisa y selecciona las zanahorias en
rodajas y los guisantes. Los corta en juliana junto con la mitad de una chalota restante y los
pone en un vaso de agua con sal, un poco de su vinagre de vino de arroz y algunas otras
especias. No será ni de lejos tan bueno como el que prepara en casa, pero una vez que reposa
durante una hora, es un plato rápido adecuado. También va a escalfar un huevo en salsa para
cada una de ellas; no son huevos de pato salados, pero juntos tienen un sabor lo bastante
nostálgico como para que Lan Zhan se sienta arraigada durante un instante en el vacío liminal
y medio soñador de una habitación de hotel.

Lan Zhan es... consciente de que se está excediendo un poco en la cocina de su habitación de
hotel, y también es consciente de que se debe a Wei Ying. Lo acepta como acepta todas sus
peculiaridades cuando se trata de Wei Ying y simplemente ajusta el resto de su vida en torno
a ella. El congee se mantendrá caliente, y los encurtidos necesitan tiempo para la salmuera.
Pueden hacerlo mientras ella escribe, y Wei Ying se despertará y verá lo que Lan Zhan hizo,
y tal vez querrá más de Lan Zhan.

Tal vez querrá a Lan Zhan.

Lan Zhan sacude la cabeza. De nuevo, melancólica. Limpia los platos y se acomoda en el
sofá, con las piernas cruzadas y el portátil en el regazo. Melancólica o no, tiene un libro que
no se escribe solo (a pesar de los hilarantes intentos generados por la IA que le envía Wei
Ying) y ayer fue...

Lan Zhan inhala profundamente y se frota las esquinas de los ojos.


El día de ayer no fue productivo.

El yoga con Wei Ying fue una excelente y terrible idea, y cuando Wei Ying cayó de espaldas
en su regazo tras el estiramiento de hombros (y ese estiramiento de hombros, los sonidos que
hizo, maldición) Lan Zhan no quería otra cosa que mantenerla allí durante el resto del día.
Pudo mantener eso entre los dientes y asistir a un par de paneles matutinos que sonaban
interesantes, y luego llegó la presentación de Wei Ying.

Lan Zhan no mentía ayer cuando dijo que era buena y que contenía información aplicable a
su propio trabajo, aunque no piense escribir nunca nada tan... creativo. También fue
increíblemente, terriblemente, ineludiblemente excitante. Lan Zhan estaba sentada en la sala
de conferencias de un hotel con demasiado aire acondicionado, con los ojos clavados en Wei
Ying, con extraños a su alrededor, y preocupada porque si se movía la gente podría oír lo
mojada que estaba. Era la combinación más potente posible de conferenciante y sujeto -Lan
Zhan cree que se habría excitado con cualquier presentación que Wei Ying pudiera hacer,
simplemente por la atracción de ver a Wei Ying en su elemento. ¿Wei Ying en su elemento,
cuando ese elemento era la descripción de sexo raro, pervertido y queer? Devastador. Lan
Zhan no comió después, no solo por el evento del lector, sino porque no podía sentarse en
una mesa con Wei Ying después de haber visto esa presentación, no con el desastre pegajoso
entre los muslos y el pulso acelerado en la garganta. Lan Zhan huyó de nuevo a la habitación
del hotel y se inclinó sobre el sofá, con las rodillas sobre los cojines y la frente apoyada en el
antebrazo contra el respaldo. Se corrió alrededor de sus propios dedos dos veces así, doblada
como si quisiera la correa de Wei Ying. Todavía quiere la correa de Wei Ying. Quiere todo de
Wei Ying, en todos los sentidos, lo que podría explicar por qué perdió toda su puta cabeza en
el jacuzzi.

Lan Zhan respira entre los dientes, y el calor recorre su piel al recordarlo. El jacuzzi. Parecía
una buena idea en aquel momento. A Wei Ying le dolía la espalda. Lan Zhan estaba agotada
por el evento del lector, y el agua caliente parecía relajante. Lan Zhan quería pasar más
tiempo con Wei Ying, sobre todo después de haberse perdido la comida antes. Todo tenía
sentido, justo hasta que Lan Zhan salió del baño y vio a Wei Ying con su traje de baño rojo
con estampado de leopardo, como si fuera algo sacado de una revista de moda vintage, con
sus largas piernas, su suave piel dorada y sus tatuajes. Tuvieron suerte de llegar hasta el
jacuzzi, francamente, pero luego se metieron y se acomodaron a una distancia prudencial la
una de la otra, y fue más fácil. Era un tipo de compañía tranquila, del tipo que no requiere
hablar para sentirse conectado. Un fuego lento, no un hervor.

Lan Zhan todavía no puede decidir del todo si estaba siendo morbosa o no cuando tiró de Wei
Ying hacia su regazo. De todos modos, estaban apretadas la una contra la otra desde los
hombros hasta los tobillos, y a Wei Ying le seguía doliendo la espalda, y Lan Zhan no quería
impedir que Kristine se metiera también en la bañera. Era una solución sencilla y lógica al
problema, que perseguiría a Lan Zhan durante el resto de su vida.

Se sintió muy bien. Fue sorprendentemente fácil atraer a Wei Ying hacia sus brazos y
mantenerla allí, segura y apoyada. Lan Zhan ni siquiera había tenido que pensar en eso, no se
había sentido incómoda o torpe con su brazo alrededor de la cintura de Wei Ying, con la
barbilla apoyada en su hombro. Wei Ying había estado tensa al principio, ¿quizá sorprendida?
Pero se había fundido en el regazo de Lan Zhan como si fuera su lugar, confiando en que Lan
Zhan la mantendría a salvo mientras dormía. Fueron los diez minutos más placenteros que
Lan Zhan recordaba recientemente.

Lan Zhan se corrió dos veces más en la ducha esa noche al recordarlo.

Así que. No fue un día productivo. Lan Zhan tiene que compensarlo ahora, con el recuento de
palabras y no convertirse en un monstruo sexual salvaje. Los monstruos sexuales salvajes son
la especialidad de Wei Ying cuando escribe como Mo Xuanyu. Convertirse en un monstruo
sexual salvaje parece que implicaría adueñarse vagamente de su trabajo, así que Lan Zhan se
resistirá.

Además, sería inapropiado, porque Wei Ying es su amiga platónica y no está interesada. Lan
Zhan se frota los ojos para respirar de nuevo, se sacude y vuelve a centrarse en su portátil.
Libro. Escribir. Ahora.

Unas setecientas palabras más tarde, Lan Zhan consigue escalfar los huevos justo antes de
que suene la alarma de Wei Ying. A estas alturas es inmune a los excitantes cantos de sirena
de la AMP, apaga su máquina de ruido blanco y pone la tetera en marcha sin perder el ritmo.

"Hay café", dice, en lo que ya es un ritual con el que se siente demasiado cómoda. "¿Quieres
volver a acompañarme a hacer yoga después del desayuno?"

"Vuelve a preguntarme lo del yoga después del café", balbucea Wei Ying entre bostezos. Lan
Zhan mira por encima del hombro, queriendo absorber la mayor cantidad posible de la
adorable Wei Ying arrugada por el sueño, y no se sorprende lo más mínimo al encontrar una
de las tetas de Wei Ying al aire. Sigue siendo excitante, pero ya no es impactante. "Al menos
se turnan educadamente", dice, y cuando Wei Ying le frunce el ceño con una pregunta, baja
los ojos muy deliberadamente a la altura del pecho.

"Bueno,", dice Wei Ying, dando un tirón a la camiseta sin mangas. "Te juro que no lo hago a
propósito".

"No me molesta", dice Lan Zhan, que es un poco demasiado honesto, joder. "Hay una razón
por la que no duermo con camisetas de tirantes", añade, intentando que su voz sea pesarosa.
Lan Zhan aparta los ojos de los pezones enfriados por el aire de Wei Ying bajo la tela de
jersey rojo de su camiseta de tirantes para comprobar los huevos, que se agitan de una forma
que no se diferencia de los pechos, porque incluso los huevos se burlan de ella ahora.
"Vamos, es hora de comer".

"Tal vez no me ponga la camiseta de tirantes en la cama", murmura Wei Ying mientras se
mete con dificultad en sus pantalones de yoga, dándole a Lan Zhan la oportunidad de ver la
ropa interior novedosa de anoche, que tiene una divertida cara de gato en la parte delantera de
la entrepierna. "No puedo escapar de una camiseta de tirantes si no llevo una. Jaque mate,
tetas".
"Una solución novedosa", dice Lan Zhan de forma ecuánime, en lugar de: "Por favor, ven a
la cama desnuda si es lo que prefieres, y también deja que te ponga la boca encima".
Aprovecha el tiempo mientras Wei Ying está en el baño para: a) conseguir un puto control de
sí misma, y b) poner el congee en cuencos, coronado con sus encurtidos rápidos y huevos
escalfados de soja. Wei Ying vuelve a chocar con el marco de la puerta cuando regresa a la
mesa y se sienta en su silla con el ceño fruncido.

"Me siento como si estuviera viviendo una novela muy específica de Sparkler", se queja, con
las manos enroscadas automáticamente alrededor de su cuenco de sopa de arroz sin mirar
hacia abajo. "'Golpeada en el culo por el marco de la puerta del baño de un hotel, pero no de
forma sexy'".

"Me cuesta creer que no se haya escrito ya", admite Lan Zhan. Le da un mordisco a su
congee, satisfecha de que haya salido tan bien como podía, dadas las limitaciones de la
cocina de una habitación de hotel, y lo acompaña con un sorbo de su habitual oolong
matutino. "Come antes de que se enfríe".

Wei Ying baja la mirada, parpadea un par de veces y suspira. "Ya ni siquiera me sorprende",
dice, mientras Lan Zhan empuja el frasco de salsa de chile en su mano que espera. "Sigo
estando impresionada, pero no sorprendida". Vierte una cantidad profana de especias en su
congee y toma un bocado teñido de rojo con todas las señales de satisfacción, porque puede
ser un demonio. "Oh, ey", dice entre bocados, "¿Cómo va la mudanza? Se acerca la fecha,
¿no?"

"Mn", dice Lan Zhan, complacida de que Wei Ying se acordara y se preocupara lo suficiente
como para preguntar, a la vez que intenta no interpretar demasiado en la pregunta. "Los de la
mudanza están cargando todo mientras yo estoy aquí, y luego es un vuelo directo de regreso
el lunes".

"Oh", dice Wei Ying, sorprendida. "Entonces, ¿ya encontraste un lugar, o te vas a quedar en
algún lugar por un tiempo?"

"Lo último."

"Genial, genial, un buen plan". Wei Ying se bebe un tercio de su café de golpe y añade: "Mi
oferta de ayudarte a buscar alojamiento sigue en pie, ya sabes. ¡Dame esos enlaces de los
anuncios de Internet!"

"Lo haré", dice Lan Zhan, con la emoción surgiendo en su caja torácica nuevamente de que
Wei Ying quiere ser parte del proceso. Esto no significa lo que queremos que signifique, le
recuerda furiosamente a sus tontos sentimientos. Es Wei Ying siendo Wei Ying.

"Si ya hubieras encontrado un lugar sin dejarme dar mis opiniones expertas sobre la
disposición y la cocina de concepto abierto, me habría dolido, Lan Zhan", continúa Wei Ying,
haciendo un puchero. "No puedes tener secretos para mí".

Lan Zhan hace una pausa, con la cuchara sobre el cuenco. Parecía que iba a ser una broma,
pero le salió demasiado aguda, demasiado seria. Mira a Wei Ying, tratando de averiguar qué
pregunta hacer, y cualquier palabra que tenga muere antes de llegar a su lengua. Wei Ying
parece afectada, como si hubiera dejado escapar algo devastador, pero Lan Zhan sigue sin
entender qué es lo que salió mal. La cara de Wei Ying hace aproximadamente mil cosas
diferentes en menos de cinco segundos, e inhala bruscamente antes de decir: "¿Por qué no me
dijiste cuando salías con Jazmín?"

La pregunta cae como un puñetazo, dispersando los pensamientos de Lan Zhan con la misma
intensidad. Varias cosas vuelven a contextualizarse detrás de los ojos de Lan Zhan, el
comportamiento de Wei Ying en la reunión y después de eso se organiza en una nueva
conclusión. A Wei Ying no le preocupaba que Lan Zhan no quisiera ver a Jazmín. A Wei
Ying le dolió enterarse de lo de Jazmín. De repente, todo tiene un sentido perfecto y
punzante, como uno de esos rompecabezas de ojos mágicos que salen a la luz. Wei Ying
estaba herida. Lan Zhan la hirió, y ella no lo sabía.

"Normalmente no hablo de mis citas", dice Lan Zhan, que es la verdad. "No pensé que
quisieras saberlo".

"No sé por qué crees que no querría", dice Wei Ying, que todavía está visiblemente tratando
de entender algo. "Te cuento cuando salgo con alguien. Te lo cuento todo. ¿Creías que me iba
a entrometer?" Frunce el ceño, encogiéndose sobre sí misma. "¿Estuve compartiendo
demasiado durante años y tú fuiste demasiado educada para decirme que me callara sobre mi
información confidencial?"

"No", dice Lan Zhan inmediatamente. Escuchar sobre la vida sentimental de Wei Ying es
insoportable, pero ese es un problema de Lan Zhan, y quiere saber todo lo que Wei Ying tiene
para compartir.

"¿No qué? ¿No pensabas que me iba a entrometer, o no estuve compartiendo demasiado?",
pregunta Wei Ying, irradiando una energía sospechosa.

"No a las dos cosas", aclara Lan Zhan. "Me gusta saber de ti".

"Entonces, ¿por qué pensabas que no me interesaría saber de ti?", pregunta lastimeramente.

Lan Zhan hace una pausa, dando un sorbo a su té mientras intenta ordenar sus pensamientos
de forma coherente. Está claro que se le escapó algo bastante importante, y no quiere
empeorar la situación. "Supongo", dice lentamente, "que no quería que te hicieras ilusiones".

Wei Ying frunce el ceño en señal de confusión. Mantiene esa expresión mientras levanta su
taza y da un largo trago a su café, la mantiene mientras baja la taza y, finalmente, pregunta:
"¿Perdón?", con la misma expresión de confusión.

"Salgo casualmente", dice Lan Zhan. No quiere tener esta conversación. Siempre le pareció...
una torpeza informar sobre sus posibles actividades y parejas sexuales. "Sé que esperas
encontrar algo a largo plazo cuando sales con alguien, pero eso no es algo que yo busque. No
quería darte la impresión de que pretendía eso, ni que expresaras tus condolencias cuando mis
asociaciones terminaran".

Wei Ying parpadea un par de veces, se muerde el labio inferior y ladea la cabeza. "Así que te
dio vergüenza contarme lo de tus citas sexuales", traduce. Lan Zhan evita sus ojos, queriendo
arrancarse el pelo de la trenza para tapar con él sus calientes orejas.

"Esa es una forma de decirlo", dice con delicadeza, antes de meterse otra cucharada de
congee en la boca para no tener que hablar.

"Es totalmente justo", dice Wei Ying, relajándose un poco. "Perdón por entrometerme, no
hace falta que me cuentes esas cosas si te incomodan. Es que". Suspira. "Cinco meses, Lan
Zhan. ¡Eso no es solo un enganche! Eso parece algo importante que pasó contigo, ¡y no me lo
contaste!"

Lan Zhan lo considera desde el punto de vista de Wei Ying, la vergüenza se desvanece y es
reemplazada por el arrepentimiento. "No esperaba que fuera a durar cinco meses", dice,
persiguiendo un bocado de huevo en su cuenco. "Parecía algo temporal en ese momento, y
ambos sabíamos lo que queríamos al empezar, así que nunca se me ocurrió decírselo a nadie".

"Sí", suspira Wei Ying, removiendo su cuenco con desgana. "Eso es lo que dijo Jazmín
también". Sacude la cabeza y esboza una sonrisa, una que no se acerca a sus ojos. "Siento
haberme puesto rara, jiejie. Tienes derecho a tener tus propios asuntos".

"Wei Ying", dice Lan Zhan, acercándose a la mesa para apoyar sus dedos en la muñeca de
Wei Ying. "Lamento no habértelo contado", dice con sinceridad, haciendo contacto visual
directo. "Lamento haberte herido. No era mi intención, pero entiendo por qué estás molesta y
no lo volveré a hacer".

La sonrisa de Wei Ying titubea, pero al hacerlo se convierte en algo real. "Gracias, Lan
Zhan", dice, con un color rosado en sus mejillas. "De verdad... ni siquiera sé por qué fue algo
tan importante, solo..." Resopla, cubriendo su cara con la mano de la cuchara, y entrelaza sus
dedos con la otra. "Gracias", dice de nuevo, apretando.

"De nada", dice Lan Zhan, deseando que su corazón se calme. Extrañaba mucho esto, la
proximidad y las caricias casuales. Espera desesperadamente que Wei Ying también lo haya
extrañado, que puedan tener más de eso una vez que Lan Zhan se haya establecido tras la
mudanza. "¿Estás satisfecha con el café para tomar una decisión sobre el yoga esta mañana?",
le pregunta, y se permite dar un apretón más a la mano de Wei Ying antes de separar sus
dedos.

"Sí", dice Wei Ying, volviendo a comer su sopa de arroz. "Lo cual es una respuesta tanto a la
pregunta del café como a la idea del yoga".

Lan Zhan asiente. "¿Quieres que te estire los hombros otra vez?", pregunta, manteniendo su
voz informal y tratando de no delatar su muy egoísta motivación para ofrecerse.

"Si no me vuelves a estirar los hombros voy a hacer un puto berrinche", dice Wei Ying con la
boca llena.

"Entendido". Lan Zhan da un sorbo a su té con satisfacción. Va a ser un buen día.

⋄⋄⋄
Lan Zhan, en su empeño por amontonar tantas cosas incómodas como sea posible en el
mismo día para minimizar el tiempo total que pasa incómodo, tiene dos presentaciones en la
agenda. Consideró brevemente pedir que se programaran el mismo día que el evento de los
lectores, para contener todavía más la incomodidad, pero se dio cuenta rápidamente de que
esa opción conducía al desastre. En el mejor de los casos, habría provocado que Lan Zhan
terminara el día sin poder hablar. En el peor de los casos, podría haber estallado y gritado a
otra mujer blanca licenciada que especulaba en voz alta sobre cómo pronunciar los nombres
de sus personajes principales después de haber leído por la mitad la propaganda en la
contraportada del libro. Esta forma es mejor.

Su primer compromiso es un panel sobre cómo utilizar las fuentes primarias para investigar
la historia para sus romances históricos, con un enfoque en la búsqueda de recursos escritos
por las personas reales involucradas tanto como sea posible. Lan Zhan entiende que no todos
saben leer en mandarín o cantonés y que no todos los libros de no ficción se traducen, pero
eso no es excusa para leer solo relatos de hombres anglosajones de la época victoriana que
fueron una vez a Shanghái una vez y se nombraron a sí mismos expertos. En una nota menos
sarcástica, también sabe que no todos tienen un título de literatura, o tuvieron la oportunidad
de aprender la habilidad básica de cómo investigar. Si algo le enseñó su programa de
maestría fue a investigar, y Lan Zhan está encantada de compartir ese conocimiento en aras
tanto de una mejor escritura como de un acceso igualitario a la información.

La ansiedad recorre la piel de Lan Zhan mientras prepara su portátil y revisa sus notas, los
ojos del público que se está acomodando son un peso físico. Habla en público mejor que
antes, pero eso no significa que le guste. Por suerte, cuando empiece, bajarán las luces para
que pueda fingir que está hablando en una sala vacía. La presentación estaría bien si no fuera
por toda la gente.

Una figura roja y negra que le resulta familiar le llama la atención, y Lan Zhan levanta la
vista para encontrar a Wei Ying reclamando un lugar en el centro de la primera fila. Saluda
con la mano cuando hacen contacto visual y se acomoda en la silla de bronce y burdeos del
centro de convenciones con una brillante sonrisa. "¡Lo tienes!", dice, mostrando a Lan Zhan
un par de pulgares hacia arriba.

Wei Ying no necesita esta presentación. Wei Ying pasó por el mismo programa de literatura
que Lan Zhan. Wei Ying sabe cómo investigar, simplemente elige activamente no
preocuparse por la precisión histórica en su escritura. Todo esto significa que Wei Ying está
aquí por Lan Zhan, para mostrar apoyo y ser una cara familiar. La sensación de hormigueo en
su piel se asienta y se desvanece con la sonrisa constante de Wei Ying. Lan Zhan toma una
respiración profunda y permite que el resto de sus nervios se desvanezcan con su exhalación.

Ella solo hablará con Wei Ying, y hablar con Wei Ying siempre resulta fácil.

"Hola", dice por el micrófono mientras se apagan las luces. "Bienvenidos a 'Investigación
Histórica para el Romance Histórico'. Soy Lan Wangji. Por favor, guarden sus preguntas
hasta el final de la presentación, ya que es bastante completa, y es posible que su respuesta ya
esté contenida en ella." Lan Zhan hace una pausa, percibe más que ve los asentimientos, y
avanza su diapositiva. "Empezaremos donde empezaron la mayoría de las aventuras de mi
infancia: La biblioteca".

"Sabes, jiejie", dice Wei Ying después, acercándose sigilosamente a Lan Zhan mientras toma
su computadora portátil, "si hubieras estado a cargo de nuestras clases en la universidad,
probablemente habría prestado más atención".

"Si hubiera estado a cargo de nuestras clases", señala Lan Zhan, "habría implicado una
paradoja temporal de algún tipo".

"No creas que puedes utilizar el viaje en el tiempo para no aceptar mi cumplido", dice Wei
Ying, chocando sus hombros de forma amistosa. "Lo digo en serio, eres una buena
educadora".

Lan Zhan agacha la cabeza, metiendo la palabra de Wei Ying en el cálido lugar que hay
detrás de su corazón. "Espero que, una vez que me haya instalado tras la mudanza, pueda dar
más clases", confiesa. La idea es tan preciosa que no la dijo en voz alta a nadie más, por una
superstición en la que ni siquiera cree del todo. "Quiero hacer algún tipo de tutoría, o dar
clases particulares a los niños que necesitan ayuda adicional".

"Oh, ¿cómo lo que hago en el centro comunitario?", pregunta Wei Ying, acercándose sin
querer a lo que Lan Zhan quiere imitar. Ante el asentimiento de Lan Zhan, Wei Ying se
ilumina. "¡Ah, claro que sí! ¡Lo harías muy bien! Mándame un mensaje cuando estés
preparado para saber más, y te haré volar el teléfono con todos mis consejos y trucos".

"Me gustaría", dice Lan Zhan, dejándose llevar lejos de las zonas públicas de la conferencia y
de vuelta a su habitación. Es la hora de la comida y Lan Zhan escucha la charla de Wei Ying
mientras prepara una ensalada de garbanzos y los encurtidos sobrantes de la mañana. Es
relajante como no lo es escuchar a otras personas. Wei Ying no exige realmente atención, lo
que es bueno para Lan Zhan en este momento. Su segundo panel requiere menos trabajo de
preparación pero más concentración, ya que es un panel real. Lan Zhan y algunos otros
autores y agentes responderán preguntas sobre cómo desenvolverse en el panorama de la
edición tradicional. Es una información que Lan Zhan está encantada de compartir, pero sabe
por experiencia que es fácil dejarse arrastrar por la discusión con los otros panelistas, lo que
suele resultar agotador.

"¿Necesitas algo antes de tu próximo panel?", pregunta Wei Ying, sirviendo a Lan Zhan un
vaso de limonada con gas y poniéndolo en su lado de la mesa. "¿Un abrazo? ¿Animación?
¿Caramelos? Todavía tengo caramelos".

"Estoy bien", dice Lan Zhan, dejando sus ensaladas. Da un par de bocados, pensando, y
añade: "Es posible que agradezca un abrazo después, si la oferta sigue disponible". Es solo un
pequeño engaño - siempre quiere un abrazo de Wei Ying, pero parece razonable pedir uno
después de un panel estresante. Normalmente, Lan Zhan se quita el estrés ella sola con
meditación y tranquilidad. Le gustaría probar un abrazo, como experimento. Podría ser un
atajo.

"Los abrazos están siempre a tu disposición, jiejie", dice Wei Ying, sonriendo con la mano
apoyada en la barbilla. "Basta con que lo digas".
Lan Zhan asiente y trata de no pensar demasiado en qué más le gustaría que le ofreciera Wei
Ying. No es el momento. Nunca va a ser el momento, y Lan Zhan tiene que recordarlo.

Después de la comida, Lan Zhan asiste a una presentación de un panel de autores románticos
totalmente BIPOC que, en un refrescante giro de los acontecimientos, simplemente hablan de
su escritura y de cómo abordan la narración sin que se les haga un montón de preguntas
condescendientes sobre cómo es ser BIPOC y escribir romance. Lan Zhan añade algunos
libros más a su lista de lecturas y toma algunas notas, pero sobre todo disfruta escuchando a
gente apasionada hablar de su oficio. Nadie tiene que hablar con ella ni hacerle preguntas,
que es exactamente como quiere pasar la hora anterior a su último panel.

Lo peor de este tipo de paneles, decide Lan Zhan mientras se acomoda en su lugar designado,
es que como se trata de un debate, dejan las luces encendidas. No se puede escapar de los
ojos del público, de la incómoda conciencia de que la gente la está mirando y escuchando.
Lan Zhan se dedicó a la escritura porque es una tarea principalmente solitaria. Es una ironía
poética que su carrera la haya llevado a hablar en público más de lo que esperaba cuando era
una adolescente que escribía sus primeras historias a mano en cuadernos de espiral.

Una sonrisa brillante y familiar le llama la atención, y Lan Zhan se ablanda inmediatamente.
Wei Ying también vino a esta mesa redonda y se encuentra en medio de una de las filas del
fondo, codo con codo con Jazmín, que también sonríe a Lan Zhan. Los hombros de Lan Zhan
se aflojan solo por la presencia. Es ridícula. Ella es ridícula.

Está muy feliz de que Wei Ying esté aquí.

"Hola a todos", dice el moderador, atrayendo la atención de Lan Zhan de nuevo al aquí y
ahora y a la forma en que va a pasar la próxima hora de su vida. Gracias por venir a "Un
Mapa del Éxito: Navegando por el Mundo Editorial". La directora de la conferencia, que ya
conoce Lan Zhan de otras ocasiones, explica la estructura y el tipo de preguntas que se van a
responder, y pide a los participantes que se presenten. Hay tres agentes y tres autores, además
de la moderadora, así que si Lan Zhan juega bien sus cartas, apenas tendrá que hablar.

Va bastante bien durante los primeros cuarenta minutos, más o menos. Lan Zhan da algunos
consejos sobre la redacción de cartas de consulta y lo que hay que buscar en un contrato, y el
grupo en su conjunto da su opinión sobre algunos ejemplos de sinopsis y sobre cómo
mejorarlas para conseguir el máximo efecto. Los últimos quince minutos de la mesa redonda
se extienden por delante de ella como el agua suave.

"Bueno, de todos modos, no sé por qué querrías dedicarte a la autopublicación", dice Rose
Madder, destacada autora blanca de literatura romántica contemporánea extremadamente
heterosexual, lanzando una piedra a las plácidas aguas de la mente de Lan Zhan. "Si te
autopublicas también podrías admitir que no tienes lo que hay que tener para ser un autor de
verdad".

Los ojos de Lan Zhan se dirigen a Wei Ying y a Jazmín, que miran como dagas absolutas en
dirección a Rose, junto con un buen tercio del público. La persona que hizo la pregunta es
una mujer más joven, probablemente una aspirante a escritora inédita, y se repliega sobre sí
misma con vergüenza.
"No estoy de acuerdo", dice Lan Zhan, incorporándose y dirigiendo su mirada a quien hizo la
pregunta. "Leí muchos libros excelentes que fueron autopublicados. Es simplemente una
forma diferente de abordar la publicación, con distintos pros y contras. Tú eres la única que
puede tomar la decisión sobre si es el camino correcto para ti". La mujer asiente y vuelve a
sentarse, con aspecto menos humillado. Tal vez esto sea el final y puedan pasar el resto del
panel en paz.

"Debes estar bromeando", dice Rose directamente a Lan Zhan, porque hoy opta por la
violencia. "Si los autores autopublicados tuvieran tanto talento, tendrían verdaderos contratos
de libros".

"Los libros autopublicados no son, en promedio, peores que los libros publicados en forma
convencional, y muchas veces son mejores", dice Lan Zhan rotundamente, porque si alguien
se acerca a ella con violencia le devolverá la violencia.

"Por favor", dice Rose, poniendo los ojos en blanco y recordando a Lan Zhan que hasta ahora
es ella quien más veces habló durante el panel. "No puedo creer que desperdicies tu aliento
defendiendo tonterías sin argumento".

"Hablo por mi experiencia en la lectura de obras autopublicadas", dice Lan Zhan, bajando la
voz varios grados con cada palabra. "¿Y tú?"

"Yo-" Rose balbucea, lo cual es una respuesta suficiente para Lan Zhan.

"No lo creía", dice con suavidad, con las manos presionando sus muslos bajo la mesa para
sofocar el temblor. Odia la confrontación, pero más odia dejar que gente así no sea corregida.
"Es cierto que la autopublicación rebaja el listón de entrada, pero teniendo en cuenta que la
industria editorial tradicional está abrumadoramente dominada y controlada por hombres
blancos, creo que eso es algo positivo. Yo misma fui rechazada por varios hombres editores
blancos porque no se sentían identificados con mis personajes chinos queer y recibí
comentarios de otros que decían que si Occidentalizaba mis historias serían más fáciles de
comercializar. Fue una suerte que finalmente haya encontrado un editor que creyera en mi
trabajo como yo lo hice, y un privilegio financiero personal que me permitió disponer del
tiempo necesario para encontrar ese editor."

"Sí, bueno", dice Rose, recuperándose, "aún así encontraste un editor, querida. Los que
tenemos contratos reales no deberíamos fomentar la autopublicación. Los autores
autopublicados están compitiendo directamente con los autores reales por las ventas.
Básicamente nos están robando".

"Los autores autopublicados se encargan de su propio marketing", dice Lan Zhan de manera
uniforme. "Si crees que tienes un descenso en las ventas, ¿quizás deberías intentar realizar la
mitad del trabajo que hacen ellos?"

"¡No se trata de eso!" Rose arremete. "¡Es vital que las mujeres nos unamos y dejemos de
permitir que los malos actores manchen el mercado con obras de baja calidad! La gente ya
desprecia el género romántico porque está hecho por mujeres y para mujeres. No podemos
dejar que esta gente dé la impresión de que todo lo que escribimos son obscenidades para
satisfacer los deseos".

"El romance es un género que se basa en la satisfacción de deseos", dice Lan Zhan, "y aunque
la raíz de la falta de respeto que recibe proviene de la misoginia, eso no es una excusa para
reducirlo a la descripción excluyente de 'por mujeres, para mujeres'. Por mi parte, creo que
los hombres homosexuales y las personas no binarias merecen leer historias románticas de
Voces Propias, en lugar de las representaciones frecuentemente fetichizadas de las relaciones
queer que vemos por parte de autoras cis. ¿No estás de acuerdo?"

"Bueno", intenta Rose, "yo..."

"Además", continúa Lan Zhan, tallando sus palabras en la superficie de un lago helado, "la
autopublicación permite a los autores marginados una forma de hacer llegar sus libros
directamente al público para el que escriben. Soy una lesbiana chino-americana. ¿Saben lo
difícil que es encontrar libros sobre gente como yo en los sellos editoriales románticos
tradicionales? Si no leyera libros románticos autopublicados, nunca me vería en las historias".

"Eso es muy bueno", dice Rose en un tono asombrosamente poco sincero, "pero no puedes
negar que lo que llamas 'control de acceso' en la publicación tradicional actúa como control
de calidad".

"¿Lo hace?", pregunta Lan Zhan. "Leí a Kerouac en la universidad". Deja que su tono se
exprese por ella. En el fondo de la sala, Wei Ying suelta un sonoro "¡Ja!". Se mezcla con el
murmullo general de otras personas que tuvieron que leer a Kerouac en la universidad y
llegaron a las mismas conclusiones que Lan Zhan.

Por lo visto, Rose leyó a Kerouac y no se le ocurrió ninguna objeción, o no leyó a Kerouac y
no quiere admitirlo, porque dice: "¿Acaso leíste la clase de porquería que escriben?" Su
rostro pálido se vuelve constantemente rosado, con la boca curvada en señal de desagrado.
"Es pornografía. Nos da mala fama a todos".

"Te agradeceré que no me incluyas en tus declaraciones tendenciosas". Lan Zhan da un sorbo
a su agua, manteniendo las manos quietas con esfuerzo, y añade: "Si los autores
autopublicados escriben pornografía, ¿cómo compiten directamente contigo,
presumiblemente una persona que no es pornógrafa?"

La moderadora parece querer irrumpir y no encuentra un buen momento para hacerlo, y la


autora que está a la izquierda de Lan Zhan da la impresión de estar disfrutando de la escena,
ya que no deja de emitir sonidos de aliento cada vez que Lan Zhan logra un argumento
sólido. Uno de los agentes no deja de asentir con ella, también. Es bueno tener apoyo.

"Hay gente que promociona la bestialidad en esta misma conferencia", sisea Rose,
visiblemente enfurecida, "y tú te sientes cómoda defendiendo a esa especie de pervertido que
escribió-", hace una mueca y se fuerza a decir "-¡¿Doblemente Penetrada por el Dragón?!"
"Sí", dice Lan Zhan, y luego, "además, 'Doblemente Penetrada por el Dragón' es un romance
con un monstruo. Llamarlo bestialidad es, como mínimo, falso".

En el fondo de la sala, Wei Ying se pone rígido. Mierda. Mierda. Esta no es la forma en que
Lan Zhan pretendía que Wei Ying descubriera que leía sus libros porno, pero Lan Zhan no
está dispuesta a sentarse aquí y dejar que su mejor amiga sea calumniada por una mujer
blanca que probablemente piense que la palabra "vagina" es demasiado vulgar para ser
impresa. Se centrará primero en destruir a Rose y abordará los daños con Wei Ying más
tarde.

"Se trata de una mujer que tiene sexo con un animal", dice Rose, sonrojándose aún más.
"¿Cómo es que eso no es bestialidad?"

"Xie Qing es un dragón que cambia de forma y es totalmente sapiente, capaz de adoptar una
forma humana y de hablar con la protagonista en un lenguaje mutuamente inteligible", dice
Lan Zhan por encima de su estruendoso corazón. "No es bestialidad si la criatura en cuestión
es capaz de consentir, lo que claramente es, y lo sabrías si te hubieras molestado en leer el
libro que estás insultando".

"¿Y supongo que tú lo leíste?" Rose se burla.

"Sí", dice Lan Zhan sin rodeos. "Dos veces". Rose jadea, la mano se acerca para agarrar
perlas que no existen, y Lan Zhan añade: "Es un buen libro". Decididamente, no mira a Wei
Ying.

"¿Así que crees que está bien que la gente promueva este tipo de cosas?" Rose parece
consternada. A Lan Zhan no le importa. "¿Quieres que los autores lleven a la gente por el mal
camino?"

"Creo que el follar con monstruos es la menor de mis preocupaciones sobre la ficción y el
daño que puede causar", dice Lan Zhan. Considera sacar a colación la teoría queer de follar
monstruos, pero eso quedaría fuera del alcance de Rose, por desgracia. Algo para tuitear más
tarde. "Creo que si vamos a abordar elementos problemáticos en la ficción deberíamos
empezar por las obras que causan un daño real".

"¿Y no crees que este tipo de inmundicia causa daño?", pregunta Rose, mucho más indignada
de lo que requiere un libro en el que una mujer tiene numerosos orgasmos mutuos con un
dragón con doble pene.

"Estás siendo publicada por Avalon, ¿correcto?", pregunta Lan Zhan. Rose asiente,
claramente demasiado sorprendida por el giro de la conversación como para ofuscarse. "¿No
se criticó este año a la editorial Avalon por publicar un romance entre esclavos y propietarios
de plantaciones?", pregunta Lan Zhan con insistencia.

"¡Lo hicieron!" Grita Jazmín desde la última fila, entre algunos murmullos indignados del
público.

"No veo cómo eso-" Rose comienza, y Lan Zhan hace cinco minutos que había dejado de
fingir que era educado.

"Si nos preocupa que los libros 'lleven a la gente por el mal camino', tal vez deberíamos
hablar de una editorial que considera apropiado publicar historias abiertamente supremacistas
de autores blancos supremacistas", dice Lan Zhan con frialdad. "Quizá deberíamos hablar de
cómo Avalon tiene una alineación de autores casi totalmente blancos, y ningún libro queer en
su sello, y cómo la mayoría de los libros tienen elencos totalmente blancos, y si logras
encontrar un libro con un personaje de color en él, el personaje es el Mejor Amigo Negro o
una víctima o un estereotipo racista. Tal vez podríamos hablar del daño real que causan las
historias en las que los morenos no existen, o están relegados a papeles en los que apoyan a
los protagonistas blancos". Respira hondo, con el rostro impasible, todo su cuerpo vibra con
una ira cuidadosamente controlada. "Tal vez podríamos hablar de cómo todas esas cosas
afectan realmente a la gente real que vive en el mundo real. Pero no. Quieres centrarte en un
libro que te preocupa que 'lleve a las mujeres por el mal camino' a tener sexo con un dragón
sensible, sapiente, que cambia de forma y, no puedo enfatizarlo lo suficiente, ficticio". Lan
Zhan arrastra su mirada hacia el público, de nuevo con cuidado de no mirar a Wei Ying, y
pregunta: "¿Alguien de los presentes va a salir y a intentar encontrar un dragón con el que
tener sexo, basándose en haber escuchado sobre este libro?"

"Yo podría", dice un hombre en una de las filas centrales, con un emblema del orgullo trans
en su chaqueta y un teléfono móvil en las manos. Esto provoca risas, y Lan Zhan le dedica un
sólido asentimiento antes de volver a dirigirse a Rose.

"No tienes que preocuparte", dice. "Parece que solo los hombres se dejan llevar por lo de
follar dragones".

"¡Creo que Lan Wangji hizo algunos excelentes señalamientos sobre el prejuicio en la
publicación!", dice el moderador en voz alta, mientras Rose se pone muy roja.
"Definitivamente, es un problema constante al que se enfrentan muchos creadores
marginados. Lan Wangji, mencionaste haber enfrentado rechazos de personas que no
entienden la cultura en la que se basa tu trabajo. ¿Estás dispuesto a hablar un poco más sobre
cómo manejaste esos rechazos?"

"Mn." Lan Zhan toma un largo trago de agua, haciendo un gran esfuerzo para dejar de lado la
adrenalina y la furia, y se inclina hacia el micrófono para responder la pregunta.

Los demás minutos del panel pasan como un borrón y Lan Zhan abandona el escenario
directamente hacia el círculo de espera de Wei Ying, Jazmín y (un poco por sorpresa)
Kristine Andrews, que la sacan a toda prisa de la sala antes de que nadie pueda decirle nada.

"Gracias", dice Kristine mientras la llevan por el pasillo con la eficiencia de un equipo de
seguridad entrenado. "No deberías haber estado en esa posición, pero gracias por poner en
evidencia a esa imbécil".

"Que se joda esa señora y toda su alineación de personajes de mayonesa", dice Jazmíne con
fervor. "Intenté leerlos porque mucha gente los adora y era la mierda más aburrida. '¡La
edición tradicional actúa como control de calidad!' ¿De qué calidad estás hablando, hija de
puta?"

"Lan Zhan es básicamente la mejor", dice Wei Yin guiándola fuera del centro de conferencias
y hacia los ascensores del vestíbulo, "y está a punto de quedarse sin palabras, así que voy a
llevarla a nuestra habitación y a traerle una taza de té, sin querer ofenderlos".

"No me ofendo", dice Kristine, mientras ella y Jazmíne se alejan. "¿Nos vemos más tarde en
el banquete?"

"Sí", logra decir Lan Zhan, haciendo un gesto de despedida que le parece amistoso. Cuando
parpadea, ya están en el ascensor y entran en la habitación del hotel. Lan Zhan mira uno de
los grabados de la pared, dulces conejos estilizados tendidos entre flores, y siente un gran
afecto por su yo del pasado. Es bueno que haya decorado la habitación del hotel. Necesita
distracción.

"Ey, Lan Zhan", dice Wei Ying, dejando la mochila en el suelo para poder sujetar la cara de
Lan Zhan con ambas manos. "Tienes un aspecto bastante confuso y te tiemblan las manos.
¿Qué necesitas?"

Lan Zhan parpadea una, dos veces. Oh, sí, en realidad, está muy herida por la forma en que
terminó el panel, todavía llena de ira abortada. "¿Sigue disponible el abrazo de antes?"

"Sí", dice Wei Ying, estudiando la cara de Lan Zhan con atención, "pero creo que puedo
hacerte uno mejor si permites la ropa de calle en la cama. O si te acuestas en el suelo.
Cualquiera de las dos cosas está bien".

"Cama", dice Lan Zhan, y se descalza. Wei Ying la lleva hasta allí, manteniendo una mano
firme en su antebrazo todo el tiempo. Lan Zhan se acuesta boca abajo, a los pies de la cama, a
instancias de Wei Ying, y espera.

"Bien, hazme saber si esto es demasiado, ¿okey?", dice Wei Ying, poniéndose encima de Lan
Zhan con cuidado. "O si no puedes respirar o necesitas mover los brazos o lo que sea".

"Mn." Lan Zhan no tiene ni idea de lo que está pasando, así que cuando Wei Ying se extiende
completamente sobre ella, es una verdadera sorpresa. "Oh", dice, mientras el cálido peso se
extiende por su cuerpo, clavándola en el colchón y manteniéndola allí con seguridad.

"¿Bien?", pregunta Wei Ying, arrimando su cara a la nuca de Lan Zhan, con los brazos
rodeando sus hombros en la cama para lograr el mayor contacto posible.

"Bien", confirma Lan Zhan, jodidamente derretido. Ni siquiera es sexual, es simplemente


agradable, como si Wei Ying fuera una manta ponderada viva que huele a champú de frutas.
Cuando Wei Ying respira, Lan Zhan la siente contra su espalda, y eso hace más fácil calmar
su respiración, y a partir de ahí calmar su ritmo cardíaco. Durante un tiempo solo están Lan
Zhan y Wei Ying y el silencioso sonido de ellas juntas.

Probablemente cinco minutos más tarde, el cuello de Lan Zhan empieza a dolerle por estar
girado hacia un lado, y se desplaza para tratar de encontrar una posición más cómoda.
Desgraciadamente, esto provoca que Wei Ying se aparte de ella, que era exactamente lo que
Lan Zhan no quería que ocurriera. Reprime un escalofrío por el repentino frío y se pone de
costado, con el brazo debajo de la cabeza como almohada improvisada.

"¿Mejor?", pregunta Wei Ying, reflejando la posición de su brazo-almohada, con ojos suaves.

"Mn." Sería aún mejor si siguieran abrazados, pero Lan Zhan no va a ser desagradecida por
lo que Wei Ying tenía para dar. "Fue muy efectivo".

"Huaisang me lo enseñó", dice Wei Ying. "Uno de sus socios tiene TDAH y otro tiene
autismo, y al parecer funciona con ambos. ¿Una especie de terapia de abrazos con
endorfinas? En cualquier caso, la cuestión es que una vez se acostó sobre mí cuando tenía un
mal día cerebral, y fue tan agradable que tomé una siesta inmediata y muy necesaria."

Lan Zhan se permite un solo respiro para sentir celos de Nie Huaisang (algo que sabe que es
completamente innecesario, ya que no se atraen en absoluto), libera los celos al exhalar y
añade otra nota a la lista de ‘signos de posible autismo (sin diagnóstico)’ que tiene en su
cabeza en todo momento. "No creo que necesite una siesta", dice, "pero te avisaré si eso
cambia".

"Procura hacerlo", dice Wei Ying, intencionadamente demasiado formal, como un personaje
de una novela de la época de la Regencia. Se frota la nariz, frunciendo el ceño como si la
broma le recordara algo molesto, y aclara exactamente lo que le pareció molesto cuando
añade: "Así que, no es por volver a litigar la experiencia de mierda que acabas de tener, pero
que se joda esa señora".

"Creo que no lo haré, gracias", dice Lan Zhan. Wei Ying resopla contra la funda nórdica y
Lan Zhan oculta una sonrisa al verlo.

"Okey, definitivamente no la jodas", asiente Wei Ying, volviendo a tomar aire, "pero, mierda,
¿Quién hace eso? ¿Por qué estaba siquiera en ese panel?"

"Rose Madder hace eso, aparentemente". Lan Zhan suspira, la adrenalina se desvanece bajo
la terapia de mujer-manta de Wei Ying, dejándola vagamente a la deriva. "La impresión que
tenía de ella antes del panel era que su trabajo era abundante y aburrido, pero sobre todo
inofensivo".

"Era una Dama Blanca Agradable, querrás decir", dice Wei Ying con una enorme carcajada.
"Y decidió que este era el día para mostrar todo su trasero".
Lan Zhan hace un ruido molesto de acuerdo. "Debería enviar un correo electrónico a los
organizadores de la convención", dice con desgana. La sola idea de poner en una lista todas
las micro y macro agresiones de Rose es agotadora.

"Sí, claro", asiente Wei Ying en voz baja, acercándose para apoyar su mano en la de Lan
Zhan, "pero no hay prisa. Con esperar a escribirla mañana, cuando no esté tan cruda, no se
pierde nada". Su sonrisa se agudiza. "Además, Rose Madder ya está siendo destrozada en
Twitter, y la cuenta de la convención está siendo sometida a un proceso de revisión sobre eso.
Jazmín estaba tuiteando en directo toda la disputa, ¿y Travis Long? ¿Ese tipo que estaba
dispuesto a follarse al dragón? Tiene un vídeo de cómo la destrozaste completamente". Ella
palmea la mano de Lan Zhan. "Te estás volviendo viral, cariño. RIP a tus menciones".

Lan Zhan hace una ligera mueca. Tal vez le pida a Lan Huan que revise y bloquee a todo
aquel con el que no valga la pena interactuar antes de volver a entrar en Twitter por cualquier
motivo.

"Todos están de tu lado", dice Wei Ying obedientemente, interpretando correctamente la


mueca. "Bueno, hay como cinco avatares de mierda que tratan de molestarte, pero estoy
bastante segura de que ya los tienes bloqueados, y uno de ellos está tratando de vender
suplementos de hierbas, así que no creo que eso cuente". Su pulgar roza de un lado a otro los
nudillos de Lan Zhan casi distraídamente. "Si me das tu teléfono, también haré un poco de
limpieza para ti".

"Gracias", dice Lan Zhan, asombrado una vez más por la amabilidad y el cuidado de Wei
Ying. "No tienes que hacerlo".

"Quiero hacerlo", dice Wei Ying con obstinación. "¿De qué otra manera se supone que te
pagaré por defenderme? Mi valiente heroína". Ella sonríe, ladeada y no del todo bien. "Así
que leíste mi libro de los malditos dragones, ¿eh?"

Ah, así que es el momento de esta conversación. "Sí", dice Lan Zhan, decidiendo que la
honestidad sin tapujos es tanto el mejor como el peor camino a seguir. "Leo todos tus libros",
añade, "tanto los que publicas como Wei Wuxian como Mo Xuanyu. Los reseño como
Bichen".

Wei Ying se queda con la boca abierta. "¿Eres Bichen? ¡Mierda, Lan Zhan! Ya sé que se
supone que no debemos leer las reseñas, pero Jazmín revisa las mías y me envía las buenas y
las de Bichen son siempre muy buenas".

"Wei Ying escribe buenos libros", dice Lan Zhan obstinadamente. "Mereces buenas críticas".

Wei Ying emite un sonido nervioso y vuelve la cabeza hacia las mantas para amortiguarlo.
"Por favor, Lan Zhan", dice, tratando de ser tajante y terminando avergonzada, "estamos las
dos solas aquí. No tienes que fingir que mi extraño porno tiene verdadero mérito literario".

Lan Zhan frunce el ceño. "Lo tiene", dice, y cuando Wei Ying emite un sonido de claro
desacuerdo Lan Zhan frunce más el ceño. "Wei Ying, mírame". Es más una orden de lo que
pretendía, pero Wei Ying obedece y mira a Lan Zhan con la cara girada hacia la cama. "Tus
historias como Mo Xuanyu están tan bien escritas como tus historias como Wei Wuxian.
Tienen un carácter muy interesante y son muy divertidas de leer. No son de menor calidad
solo porque las escribas en un género..."

"¿Extra cachondo?", ofrece Wei Ying, cuando Lan Zhan es incapaz de encontrar una forma
educada de decir 'penetración-adelante'.

"Sin arrepentirse de lo que el lector quiere", corrige Lan Zhan. "Creo que estarás de acuerdo
conmigo en que la representación es importante, ¿no?"

Wei Ying asiente con un aire de "Bueno, sí".

"También es importante en las fantasías más básicas", dice Lan Zhan con firmeza. "La gente
como nosotros merece verse en todo tipo de medios, no solo en los respetados".

"Los derechos de folladores de dragones, ¿eh?", pregunta Wei Ying, con una media sonrisa.

"Y los derechos de las orgías alienígenas", dice Lan Zhan con solemnidad. Wei Ying ríe, y
Lan Zhan invierte sus manos, apoyando la suya en el dorso de la de Wei Ying. "Los libros de
Mo Xuanyu son explícitos, sí, pero dejas claro que incluso en las situaciones dudosas tus
protagonistas se divierten, las tramas pueden estar centradas en el sexo pero existen, y los
personajes crecen y se desarrollan a lo largo de la historia. Son buenos libros, Wei Ying".

"Bueno, al menos se venden", dice Wei Ying. Lan Zhan la mira con una ceja levantada por el
autodesprecio implícito, y Wei Ying suspira. "Okey, está bien", refunfuña, "escribo buen
porno, y debería estar orgullosa".

"Me alegro de que estemos de acuerdo", dice Lan Zhan. Deja que sus ojos pasen por la cara
de Wei Ying, absorbiéndola toda arrugada y sonrojada. "Siento que te hayas enterado así de
mis lecturas", dice en voz baja. "No pretendía que fuera un secreto, pero como nunca me
hablaste de ellos directamente supuse que no querías hablar sobre eso".

"Ah, bueno", dice Wei Ying, sacando su mano de debajo de la de Lan Zhan para poder
frotarse el costado de la nariz, "sobre todo no pensé que te gustaran... Es que son..." Lan Zhan
vuelve a arquear una ceja y Wei Ying se replantea visiblemente lo que iba a decir. "No parece
que sean de tu agrado", es lo que decide. "Escribes tramas muy intrincadas, y tus escenas de
sexo están siempre tan cuidadosamente pensadas y situadas donde tienen sentido para los
personajes, y, por mucha calidad que acordemos que tenga mi porno, sigue siendo porno".

"¿No se me permite disfrutar del porno?" Lan Zhan levanta las dos cejas esta vez. Es una
pregunta genuina.

"Oh, dios mío", se lamenta Wei Ying, ocultando su cara y rodando sobre su espalda, "Por
supuesto que puedes disfrutar del porno, es que nunca había pensado en que disfrutaras del
porno, y ahora nunca podré dejar de pensar en eso".

"Gracias", dice Lan Zhan, haciendo todo lo posible para mantener el porno y Wei Ying
separados en su cerebro, con resultados mixtos. Wei Ying gime con falso dolor y Lan Zhan se
apiada de ella. "Tenemos dos horas antes del banquete", dice, sentándose de nuevo. "¿Te
gustaría dar un paseo por los alrededores antes de que prepare la cena, para que realmente
salgamos del hotel una vez hoy?"

"Eso me parece genial", dice Wei Ying, asomándose entre sus dedos. "Eres muy inteligente,
jiejie".

Lan Zhan tararea sin comprometerse. "Trae la sudadera."

Wei Ying no lo hace, por supuesto, así que termina poniéndose el cárdigan de Lan Zhan. A
Lan Zhan no le importa en absoluto.

⋄⋄⋄

"Sabes que no tenemos que ir al banquete, ¿verdad?" Wei Ying pregunta desde el baño, por
tercera vez desde que terminaron su caminata y cenaron temprano.

"Lo sé", dice Lan Zhan, también por tercera vez, cepillándose el cabello en el espejo de
cuerpo entero junto al armario y luego inclinándose para poder trenzarlo desde la
nuca. "Quiero ir."

Wei Ying hace un ruido claramente escéptico. "Si crees que necesito compañía-", empieza.

"Quiero ir por mi propio interés", dice Lan Zhan, cortándola en beneficio de ambos. "Te
informaré si creo que debo irme antes".

Wei Ying hace otro ruido un poco menos escéptico. "Bien", dice. "Es que... sé que hoy ya fue
mucho, y si quisieras evitar a todos, estaría justificado".

"Considera, en cambio, que quiero aparecer con tan buen aspecto que Rose Madder expire en
el acto por celos", ofrece Lan Zhan, terminando la trenza y volviendo a enderezarse. Cuando
su sangre vuelve a estar donde debe estar, enrolla la trenza sobre sí misma y la sujeta en un
moño alto con unas cuantas horquillas plateadas y azules brillantes. Perfecto.

Wei Ying se ríe y el sonido resuena en los azulejos del baño. "Había olvidado lo mezquina
que puedes ser", dice con admiración. "Eres una perra, y lo digo solo con amor en mi
corazón".

"Acepto esto en el sentimiento que se me ofrece", grita Lan Zhan, ajustando la caída de su
profundo vestido gris plateado de cuello volcado. Ahora que se arregló el pelo, puede ponerse
el collar que hace juego con sus pendientes, un casi-cocodrilo de plata con largos hilos de
cadena que caen hasta su escote, salpicado en su totalidad de cristales azules. Consiguió
encontrar un piercing en el cartílago que también combina con el conjunto, con cadenas y
cristales que cuelgan de sus orejas de forma que su cuello parece todavía más largo. Ya casi
está todo. "¿Podemos compartir el espejo?"

"Entra", dice Wei Ying, en voz baja, como si no quisiera mover mucho la boca. "Me estoy
poniendo el delineador de ojos".

Lan Zhan se une a ella en el baño para encontrarse con el culo de Wei Ying, en primer lugar.
El mono de terciopelo elástico de color rojo es desgraciadamente tocable, y abraza la curva
del culo y las caderas de Wei Ying de forma obscena mientras ella se inclina hacia delante
sobre la encimera del baño para que el delineador de ojos se vea mejor en el espejo. El
espejo, por su parte, revela que el mono está cortado prácticamente hasta la cintura de Wei
Ying en la parte delantera, y que no lleva sujetador debajo. Dado que la mayoría de las veces
no tiene espalda (por ser un top sin mangas), la falta de sujetador debería ser menos
sorprendente de lo que es. Lan Zhan se queda mirando, atrapada por la visión, y considera la
posibilidad de ponerse detrás de Wei Ying, atraparla contra el mostrador apretando ese
trasero de felpa, y deslizar sus manos bajo el mono para tocar sus pechos.

"Puedo moverme", dice Wei Ying, y mira el reflejo de Lan Zhan dejando caer su delineador
de ojos. "Mierda", sisea, buscando a duras penas con las mejillas rosadas, "maldita sea, casi
había terminado".

Patéticamente agradecida por la capacidad de distracción de Wei Ying, Lan Zhan encuentra
su propio maquillaje y completa la transformación del día a la noche con un poco de sombra
de ojos plateada y azul y brillo de labios. Wei Ying vuelve a optar por un ahumado de ojos y
el lápiz labial rojo intenso que llevó a los comicios. Lan Zhan no había desarrollado una
inmunidad a este producto en los últimos días. Todavía quiere probar su resistencia a los
besos, en concreto, besando.

Por un milagro, logran llegar al banquete sin que Lan Zhan realmente estalle y ataque la boca
de Wei Ying con su boca o ceda al impulso de pasar sus manos por todo el mono de
terciopelo. (Parece que sería una experiencia táctil agradable incluso si Wei Ying no estuviera
presente). Es el último evento social de la conferencia, aparentemente otra oportunidad para
establecer contactos, pero se usa principalmente como una excusa para que los autores se
pongan la ropa elegante que nunca llevan cuando escriben. Hay platos de entremeses, un bar
abierto, una pista de baile y, a primera vista, al menos seis personas que decidieron vestirse
como las heroínas de sus libros. Lan Zhan cuenta tres vestidos inspirados en la Regencia, una
falda de aro y dos vestidos de baile.

"¿Y si nos ponemos un hanfu formal?", dice Wei Ying, mirando uno de los vestidos de la
Regencia. "¿Y llevamos espadas? Me parece que deberíamos representar el romance histórico
oriental, ¿no crees?"

Lan Zhan lo considera y le gusta la idea. Sin embargo, ve un problema. "Sería difícil pasar las
espadas por la seguridad del aeropuerto".

"Hm, sí, buena observación". Wei Ying frunce el ceño. "¿Por qué la realidad siempre tiene
que entrometerse en mis grandes ideas?"

"Trágico", asiente Lan Zhan, dirigiendo a ambas hacia las mesas del buffet. Había preparado
deliberadamente una cena ligera con la expectativa de que picaran los entremeses
proporcionados, y no quería que Wei Ying se distrajera con una conversación y se lo perdiera.

El banquete se llena a su alrededor mientras examinan las opciones y luego se retiran a una
mesa con su botín, vestidos de cóctel junto a reproducciones históricas y conjuntos
profundamente ahistóricos pero divertidos. Lan Zhan reconoce al hombre del panel de antes,
que ahora lleva el disfraz de pirata más alegre y atrevido que jamás haya visto. Él la
sorprende mirando desde el otro lado de la sala y comparten un guiño queer. Sí, te veo, y tú
me ves, y estamos unidos en este momento, dice el asentimiento, y se abre paso alrededor de
alguien con una falda de volantes y se dirige a su mesa.

"Ey, Wuxian", dice con un movimiento de cabeza a Wei Ying, porque al parecer ella había
pasado su tiempo en la conferencia presentándose a todos. A Lan Zhan le tiende la mano y le
dice: "Travis Long. Quería darte las gracias por lo que hiciste en el panel de antes, y también
siento haber reventado tus menciones. Estoy seguro de que es..." Sisea entre dientes.
"Mucho".

Lan Zhan le da la mano. "No miré todavía", dice con sinceridad. "Wei Wuxian curará las
respuestas antes que yo, pero si las respuestas de mierda de Twitter son el precio que tengo
que pagar para hacer lo correcto, estoy feliz de lidiar con ellas".

"No deberías tener que hacerlo", dice con el mismo tono obstinado que usaría Wei Ying,
"pero me alegro de que tengas una compañera que te apoye. Eso debe ayudar mucho. Que
tengas un buen final de conferencia". Travis se levanta de la mesa antes de que Wei Ying o
Lan Zhan puedan responder, y Lan Zhan se queda mirando tras él con las orejas calientes y
las palabras "compañera de apoyo" resonando en ellos.

Wei Ying tose tras un largo e incómodo silencio. "Bueno", dice, "es sinceramente un poco
refrescante estar rodeado de gente lo suficientemente gay como para confundirnos con
novias. Es lo opuesto al problema de las amigas".

"Mn", dice Lan Zhan. Wei Ying no se equivoca, pero eso no hace que duela menos.

"Voy a buscar una bebida", anuncia Wei Ying, poniéndose de pie y sin hacer contacto visual.
"¿Te traigo algo que no sea con alcohol?"

"Mn", dice Lan Zhan, consiguiendo que esta vez se produzcan algunas palabras. "¿Si tienen
ponche o algo similar?" Le pareció ver algo frutado en un gran dispensador detrás de la barra.

"Lo tendrás", dice Wei Ying, y se aleja, dejando a Lan Zhan solo con un plato medio lleno y
un corazón medio vacío. Tonta. Tendrá que volver a acostumbrarse a esto después de la
mudanza, así que probablemente debería empezar ahora.

"¡Ey, A'Zhan!" Jazmín aparece entre la multitud con un vestido rojo y naranja con estampado
de kente, flores en el pelo y su piel morena brillando en la iluminación del ambiente. "¿Puedo
sentarme? ¿Dónde está Wei Ying?"

"Trayendo las bebidas", dice Lan Zhan, retirando la silla que está a su lado para que Jazmín
pueda acomodarse en ella con un movimiento de sus faldas. Señala con la cabeza la sala,
donde Wei Ying las saluda furiosamente desde la fila de la barra. Ella y Jazmín mantienen
una conversación totalmente mímica sobre las bebidas, que termina con Wei Ying lanzando
un doble pulgar hacia arriba. Lan Zhan está impresionada.

"Ella es genial", dice Jazmín, satisfecha con el resultado de su comunicación en el salón de


baile del hotel. Lan Zhan asiente, feliz de compartir esta certeza con Jazmín. Wei Ying es
genial, posiblemente la mejor, y todos deberían estar de acuerdo en eso.

"Tu vestido es precioso", le dice Lan Zhan a Jazmín, admirando la forma en que abraza sus
curvas y deja sus clavículas y hombros al aire. "Tu escote es increíble", añade, porque
realmente lo es y cree que Jazmín debería saberlo.

"Gracias", dice Jazmín, acicalándose. "Por fin encontré un sujetador push-up sin tirantes que
realmente puede soportar a las chicas, así que todas las apuestas están fuera. A partir de
ahora, solo habrá tetas". Le da a Lan Zhan un vistazo, deteniéndose en el cuello volcado.
"Tus tetas también se ven muy bien. El collar es realmente..." Se besa los dedos y los lanza al
aire.

"Esa es la idea", dice Lan Zhan, echando los hombros hacia atrás. Mira al otro lado de la sala,
siempre con los ojos puestos en Wei Ying, que se encuentra en la vanguardia de la fila del bar
y mantiene una animada conversación con el camarero.

"Ey, A'Zhan", dice Jazmín, arrastrando la atención de Lan Zhan hacia ella. Sus ojos se
mueven entre Lan Zhan y Wei Ying un par de veces, agudos y conscientes. "Esto no es asunto
mío, y realmente no tengo el ancho de banda para involucrarme profundamente, así que solo
voy a decir esto una vez: tienes que decirle a Wei Ying lo que sientes".

La mano de Lan Zhan sufre espasmos, golpeando un crostini de salmón ahumado en su plato
con tanta fuerza que se rompe. "¿Perdón?", dice, más como un marcador de posición que
cualquier otra cosa, mientras su boca se seca dolorosamente y sus dedos se enfrían.

"Obviamente estás loca por ella", dice Jazmín sin rodeos, poniendo una mano en el antebrazo
de Lan Zhan para calmar el impacto de sus palabras. "Ella es la razón por la que no quieres
salir con nadie más a largo plazo, ¿verdad? Tienes que decírselo".

Lan Zhan se congela. ¿Habrá sido tan obvia en todo esto? ¿Todos pueden saber que está
suspirando inútilmente por su mejor amiga? ¿Que está enamorada hasta el punto de la
obsesión? ¿Puede Wei Ying darse cuenta, si es tan fácil de ver en la cara de Lan Zhan?

"¡Bebidas!" Wei Ying anuncia, y solo el hecho de que Lan Zhan tenga las manos pegadas a la
mesa en estado de shock le impide lanzar un entremés al otro lado de la habitación. "Por
favor, queden impresionadas por la elegancia con la que fui capaz de llevar esto", continúa,
depositando dos copas de vino en la mesa y tres vasos de lo que presumiblemente es el
brebaje de frutas. "Ese tiempo que pasé sirviendo mesas en la universidad realmente me
sirvió".

"Nuestra heroína". dice Jazmín, aceptando sus bebidas con una sonrisa, como si no acabara
de poner patas arriba todo el mundo de Lan Zhan. Hay un vaso de ponche delante de Lan
Zhan, rosado y con olor a fruta, y ella lo toma con una mano apenas temblorosa y se bebe la
mitad en dos tragos. Es suficiente para acabar con la sequía en su boca, para despegar su
lengua de los dientes, pero desgraciadamente no hace nada con el pánico furioso y
desesperado. Mierda.
"¡Ese vestido es muy bonito!" Wei Ying le dice a Jazmín con entusiasmo. "¡Tus tetas!
Maldición, ¡Jazmín!"

"Gracias, lo sé", dice Jazmín, batiendo sus pestañas. "Ese mono está haciendo cosas
increíbles por tu culo, para que conste".

"Por eso lo compré", dice Wei Ying con una sonrisa. "También estaba en oferta por veinte
dólares, así que a ese precio ¿cómo no iba a comprarlo?"

A Lan Zhan le gustaría que sus amigas dejaran de hablar sobre el culo y las tetas de la
otra. Le encantaría si fuera capaz de pensar racionalmente. Le encantaría si no
estuviera aquí, pero está aquí y sus opciones son limitadas. Bebe un poco más de su ponche,
buscando consuelo en el sabor a frutas, extrañamente fuerte, y no encuentra nada más que
hidratación. Wei Ying y Jazmín están hablando de sus tiendas de segunda mano favoritas, así
que Lan Zhan no tiene que prestar atención. Puede dejar que la conversación la invada
mientras trata de respirar entre los latidos de su corazón y el extraño calor de su estómago.

"Oh, no", dice Wei Ying, probablemente. Su voz parece venir de muy lejos, pero no se mueve
de la mesa donde está mirando con horror su vaso de ponche. Lan Zhan frunce el ceño y
observa atentamente cómo Wei Ying bebe un sorbo con cuidado y lo hace rodar por su boca.
¿No le gusta el ponche? Lan Zhan puede ir a buscarle algo que le guste más. "Oh, mierda",
dice Wei Ying, volviéndose hacia Lan Zhan con los ojos muy abiertos. "Ey, Lan Zhan,
¿cuánto de eso bebiste?"

Lan Zhan traga, se quita el vaso de ponche vacío de la boca y lo considera. "Todo", dice con
mucho cuidado. Hablar es difícil. Más difícil que de costumbre.

"Maldición", sisea Wei Ying, "Oh, no, Lan Zhan, lo siento mucho. Acabo de pedir tres vasos
de ponche... y supuse..."

"¿Qué está pasando aquí?" pregunta Jazmín, con ojos que van de un lado a otro, cada vez más
alarmados.

"El ponche tenía alcohol", dice Wei Ying, poniendo su propio vaso en el lado opuesto de la
mesa, lo cual es una grosería por su parte. Lan Zhan sigue teniendo sed, y ahora no puede
alcanzar el ponche de Wei Ying. "Mierda, básicamente acabo de drogarla. ¿Alguna vez viste
a Lan Zhan ebria antes?"

"No", dice Jazmín, con cara de preocupación por alguna razón que Lan Zhan no puede
entender, y también moviendo muy bruscamente su ponche fuera de su alcance.
"Bueno, agárrate el culo", dice Wei Ying con mala cara. "Si crees que es testaruda cuando
está sobria..."

El mundo se nubla, la cara de Wei Ying se desdibuja y se convierte en dos Wei Ying, y luego
en tres, y luego en cuatro. Todo se vuelve negro por un momento, lo que sería preocupante si
Lan Zhan estuviera presente. Tal y como está, cierra los ojos al ver a Wei Ying con cara de
preocupación, y luego los abre al ver a Wei Ying con cara de preocupación y también con un
vaso de agua en la mano.

"Oh, bien", dice Wei Ying, la preocupación se desvanece un poco, pero no lo suficiente.
"Bebe esto".

Lan Zhan presiona con su dedo índice el surco entre las cejas de Wei Ying y lo acaricia hasta
que desaparece. Wei Ying no debería preocuparse. Es el banquete. Wei Ying debería estar
disfrutando.

"Lo estoy", dice Wei Ying, ahora luchando contra una sonrisa. "Lo estoy disfrutando, Lan
Zhan, pero lo pasaré mejor si bebes esta agua". Aparta la mano de Lan Zhan de su cara y la
envuelve en el vaso de agua, lo que significa que Lan Zhan se embarca en una aventura
emocional interna al pasar de sujetar la mano a sujetar el vaso, pero si eso hace feliz a Wei
Ying...

Ella bebe el agua.

"Okey, sí", dice alguien desde el otro lado de Lan Zhan, que al investigar resulta ser Jazmín.
"Estoy empezando a ver lo que quieres decir".

"Jazmín", dice Lan Zhan, dándole una lenta mirada. Se ve tan bonita. Jazmín es muy bonita.
Lan Zhan se alegra de que hayan salido. "Tus tetas están muy bien esta noche".

"Gracias", dice Jazmín, riendo. "Ya me lo dijiste, pero gracias".

"Están muy bien", insiste Lan Zhan. Se gira para mirar a Wei Ying, la recorre lentamente y
dice: "Tus tetas también están muy bien esta noche".

"¡Okey!" Wei Ying dice, muy aguda, "¡Genial! Gracias. Creo que es nuestra señal para que
vuelvas a la habitación. Buenas noches, Jazmín". Se levanta y levanta a Lan Zhan con una
fuerza sorprendente, muy atractiva por su parte. Lan Zhan se despide de una risueña Jazmín
mientras se encuentra caminando por la sala. El banquete está ahora más concurrido, con más
autores vestidos de etiqueta entre los que hay que moverse, y Wei Ying la lleva alrededor de
una mujer con un traje negro entallado y a la pista de baile. Así es, hay baile en el banquete.
Lan Zhan recuerda a Wei Ying dando patadas en su mono para demostrar la amplitud de
movimiento, diciendo algo sobre bailar. Aquí hay música y gente moviéndose al ritmo de
ella, así que Lan Zhan se detiene en seco.

"¿Qué...?" Wei Ying grita a medias, tirando de la masa detenida de Lan Zhan y rebotando en
sus brazos. Perfecto. "¿Qué demonios, Lan Zhan?", pregunta, empujando hacia atrás hasta
que pueden hacer contacto visual.
"Baile", dice Lan Zhan. Debería ser obvio, en realidad, pero como Wei Ying parece
confundida, Lan Zhan le rodea la cintura con los brazos y las balancea a las dos al ritmo.

"¡Lan Zhan!" Wei Ying balbucea, agitando los brazos sin hacer verdadero contacto. "¿Qué
estás haciendo?"

"Baile", vuelve a decir Lan Zhan, rodeando con un brazo la cintura de Wei Ying y agarrando
su mano con la otra mano para que estén en algo parecido a un seguimiento tradicional de
salón de baile.

"Okey, baile, claro", dice Wei Ying, que al menos se balancea con ella ahora en lugar de
resistirse. "Pero, ¿por qué?"

Lan Zhan la mira, bajando el par de centímetros que separa su altura y la distancia fácilmente
cruzable que separa sus bocas. Wei Ying es tan hermosa, con sus ojos oscuros y su boca
afelpada y el adorable rojo que mancha sus mejillas. "Quiero bailar con Wei Ying", dice Lan
Zhan con sinceridad, extendiendo su mano por la parte baja de la espalda aterciopelada de
Wei Ying.

Wei Ying traga visiblemente, se estremece a pesar del calor de la pista de baile y se muerde el
interior de la mejilla. "Okey", dice en voz baja, apenas audible por encima de la música.
"Okey, Lan Zhan. Vamos a bailar".

Lan Zhan emite un sonido de satisfacción y utiliza la mano que tiene en la espalda de Wei
Ying para acercarla, hasta que quedan presionadas pecho con pecho. Wei Ying suspira y mete
la cara en el cuello de Lan Zhan, con el brazo alrededor de su hombro. "Solo algunas
canciones, ¿okey?", dice, con su aliento cálido en la piel de Lan Zhan. "Luego tenemos que
volver a la habitación".

Lan Zhan emite un sonido de disgusto. Si regresan a la habitación, Wei Ying dejará de estar
tan cerca, una perspectiva desagradable. "Quiero bailar", insiste, preparándose para mantener
a Wei Ying en la pista de baile corporalmente, en caso de que se llegue a eso.

"Ey, vamos", dice Wei Ying, acariciando la parte superior de la espalda de Lan Zhan.
"¡Todavía me quedan como treinta dólares de mi crédito del hotel! Vamos a pedir postres,
ponernos el pijama y ver una película. Será como una fiesta de pijamas. Eso es mucho más
divertido que bailar, ¿verdad, Lan Zhan?"

Lan Zhan considera esto mientras Bonnie Tyler se lamenta de sus circunstancias actuales, que
se están desmoronando. Le gusta la idea de pasar más tiempo en pijama con Wei Ying, y los
postres parecen atractivos. "Tres canciones", decide. "Luego los postres".

Wei Ying se relaja en ella con un suspiro. "Trato hecho", dice ella, y consigue hacerla girar.
Las tres canciones pasan demasiado rápido. Lan Zhan siente que parpadeó y acabó en el
ascensor, y que volvió a parpadear y acabó en la habitación del hotel. Se tropieza al quitarse
los zapatos, y Wei Ying la atrapa y la lleva al sofá antes de que pueda caer.

"Ey, está bien", dice, presionando a Lan Zhan en los almohadones de forma segura. "Quédate
aquí un momento, ¿okey?" Un momento después vuelve, poniendo un vaso de agua con gas
en la mesa de café y poniendo un menú en las manos de Lan Zhan. "Elige los postres que
quieras", dice Wei Ying, poniéndose de rodillas para quitarle los zapatos a Lan Zhan.
"Llamaré para hacer el pedido y nos pondremos el pijama mientras esperamos".

Este es un plan aceptable. Lan Zhan asiente para mostrar su aceptación, que Wei Ying no
puede ver, y mira el menú. Le toma un par de intentos para concentrarse en eso, y luego un
par más intenta recordar por qué algo en él es gracioso.

"Wei Ying".

"¿Sí?" Wei Ying levanta la vista de inmediato ante la urgencia en el tono de Lan Zhan, y
luego al menú al que apunta.

"Ocho dólares", dice Lan Zhan con aire de suficiencia. "Yo gano."

Wei Ying mira fijamente la descripción de un pastel de queso al estilo de Nueva York durante
un largo momento y luego se ríe, tapándose la boca mientras se ríe. "Oh, jiejie", dice, con los
ojos bailando, "Eres una amenaza. ¿Quieres la tarta de queso?"

Lan Zhan frunce el ceño. Sí, es cierto. Wei Ying le dio el menú por una razón específica, y se
distrajo. "No", dice, examinando el menú de nuevo. "Lactosa", añade como explicación. Wei
Ying puede pedir la tarta de queso si quiere.

"Bien", dice Wei Ying, recogiendo los zapatos de Lan Zhan y llevándolos a la entrada. "Nada
de pedos de queso para Lan Zhan hoy".

"Mn", acepta Lan Zhan, y considera mucho las opciones de postre. Se decanta por la tarta de
fresas y ruibarbo y se pierde la decisión de Wei Ying, pero ella se encarga de hacer el pedido
por teléfono, así que al final habrá postre.

"Ven", dice Wei Ying, volviendo repentinamente frente a Lan Zhan e instándola a ponerse de
pie, "Vamos a ponernos el pijama, ¿okey? Es hora de hacer una fiesta de pijamas".

Lan Zhan tararea afirmativamente y tarda tres intentos en quitarse el collar. Wei Ying la
rescata de sus enredadas cadenas, lo desabrocha con cuidado y lo deja sobre la mesa de café.
También le quita los pendientes a Lan Zhan y los pasadores de su moño, inusualmente
callada todo el tiempo. "¿Dónde está tu camisón?", pregunta, cuando la trenza de Lan Zhan
se deshace alrededor de su hombro y su piel queda desnuda del peso de la plata y las gemas.

Lan Zhan lo piensa, se levanta con esfuerzo y llega hasta el tocador sin tropezar. Saca la seda
y la levanta triunfante, esperando que Wei Ying esté orgullosa de ella.
"Gran trabajo", dice Wei Ying, así que está orgullosa de ella, ¡qué maravilla! "Cámbiate en el
baño, ¿okey? Después te ayudaré con el maquillaje".

Esto parece justo. Lan Zhan llega al baño sin incidentes graves, aunque se golpea la cadera en
el marco de la puerta. Ella siente que tal vez el marco de la puerta se movió. ¿Es esta la
misma habitación de hotel? Mira la pared, que tiene una impresión que reconoce como si
hubiera estado colgada ahí el primer día, así que es la misma habitación de hotel. Qué
extraño.

Lan Zhan se desnuda y se pone el camisón, dejando su vestido, sujetador y ropa interior
amontonados en el suelo. "Ya está", anuncia, asomando la cabeza por la puerta aún abierta y
viendo la espalda desnuda de Wei Ying mientras se pone una camiseta de tirantes. Su mitad
inferior está decepcionantemente vestida con un par de pantalones negros de yoga. Qué pena.

"¡Ya voy!" dice Wei Ying, abriéndose paso por la habitación y por encima de la ropa
desechada de Lan Zhan. "Siéntate en el asiento del inodoro, jiejie."

Lan Zhan lo hace, y continúa sentada allí, balanceándose ligeramente, mientras Wei Ying
limpia suavemente su maquillaje con agua micelar y almohadillas de algodón, y con la
misma delicadeza suelta el pelo de Lan Zhan, lo cepilla y le hace una trenza para dormir.

"¿Puedes lavarte la cara?" Wei Ying pregunta en un momento dado. Lan Zhan se limita a
parpadear. Es obvio que Lan Zhan puede lavarse la cara; lo hace todos los días. Pero ahora no
quiere hacerlo. "Okey", dice Wei Ying con una pequeña sonrisa cariñosa, "vamos a hacer
trampa hoy". Limpia la cara de Lan Zhan con una toallita tibia y luego le aplica crema
hidratante con los dedos, acariciando su piel. Lan Zhan tararea felizmente y se inclina hacia
el tacto, acurrucándose en las manos de Wei Ying como un gato feliz.

"¿Está bien?", pregunta Wei Ying, con voz cálida y afectuosa.

"Mn", dice Lan Zhan, frotando su mejilla contra la palma de Wei Ying. "Bien." Parpadea y
abre los ojos, mirando borrosamente a Wei Ying a través de sus pestañas. "Wei Ying es
buena".

Wei Ying inhala bruscamente, sus dedos se flexionan contra la cara de Lan Zhan. Debería
mantener su mano ahí. Deberían estar siempre tocándose. Lan Zhan la mira, sin arrepentirse
de su afecto. Wei Ying es tan encantadora. Si Lan Zhan gira un poco la cabeza, podrá darle
un beso en el interior de la muñeca. Lan Zhan quiere hacerlo. Quiere tener su boca en la piel
de Wei Ying. Gira la cabeza lentamente, como si todo pasara por el agua.

Tres fuertes golpes rompen el momento, y Wei Ying se sobresalta hacia atrás. "¡Postres!"
Dice, con un tono alto, y cuando Lan Zhan parpadea está sola en el baño. Puede oír una
conversación al otro lado de la puerta, y cuando se tranquiliza lo suficiente como para volver
a salir, Wei Ying, con una sonrisa, trae dos platos cubiertos.

"¡Postres!", dice de nuevo, con un tono de voz muy diferente. "¿Quieres comerlos en la cama,
para vivir la experiencia completa de la fiesta de pijamas?"
Lan Zhan normalmente no come en la cama, pero está muy interesada en la experiencia de la
fiesta de pijamas, así que asiente. Ponerse debajo de las sábanas parece muy complicado, así
que sube a la cama y se apoya en el cabecero, observando a Wei Ying expectante por el
siguiente paso.

"¿Qué película quieres ver?", pregunta Wei Ying, dejando con cuidado ambos platos en el
centro del colchón enorme. "Tengo todos los servicios de streaming, gracias a mis padres, así
que elige".

"Lo que Wei Ying quiera", dice Lan Zhan. No le importa la película, sino la fiesta de pijamas.

"Genial, pues vamos a ver mi película del despertar bi," dice Wei Ying, subiéndose a la cama
con su portátil. Hace cosas de portátil mientras Lan Zhan investiga cuidadosamente los
platos. La tapa del primero revela una especie de pastel de chocolate con salsa de caramelo.
Ah, así que eso es lo que pidió Wei Ying. La segunda tapa revela el pastel de Lan Zhan, y ella
levanta el plato hasta su regazo con mucho cuidado. Está segura de que derramarlo por toda
la cama arruinaría la experiencia de la pijamada.

"¿Cómo está tu pastel de diez dólares?", pregunta Wei Ying, apoyándose en el cabecero de la
cama, mientras su portátil muestra una dramática imagen del desierto y unas supuestas ruinas
egipcias.

"Bien", dice Lan Zhan, alrededor de un bocado. Es mejor que una tarta de queso pre-
envasada de ocho dólares, de todos modos. Traga, considerando la experiencia de la pijamada
hasta ahora. Está bien, los postres, la película, las luces tenues. Solo hay un problema, y Lan
Zhan intenta averiguar cómo solucionarlo.

"Toma", dice, pasando su plato a Wei Ying.

"¿Jiejie?", pregunta Wei Ying con la boca llena de pastel. Lan Zhan no responde.
Acercándose a la cama, se concentra en ella y se acomoda al lado de Wei Ying. No es
perfecto, pero es un nivel aceptable de cercanía que les permite comer sus postres. "¿Jiejie?"
Wei Ying pregunta de nuevo, mientras Lan Zhan reclama su plato.

"Shh", dice Lan Zhan con severidad, poniendo la mano del tenedor sobre la boca de Wei
Ying. "La película".

Wei Ying emite un sonido lastimero contra la palma de Lan Zhan. Lan Zhan le dirige una
mirada aún más severa y Wei Ying se desploma derrotada. Lan Zhan asiente con firmeza y
vuelve a su postre. Tras una larga pausa, Wei Ying vuelve a su pastel. Están pegadas de las
caderas a los tobillos, el cálido cuerpo de Wei Ying contra el costado de Lan Zhan. Esto es
mejor. Esta es la experiencia de pijamada que Lan Zhan quería.

El pastel de Lan Zhan se acabó. No está segura de cuándo ocurrió, pero lo hizo, y el plato
está abajo, a los pies de la cama, y ella gira más hacia Wei Ying, sin usar del todo su hombro
como almohada. En la pantalla hay una escena que ocurre en una especie de prisión. Lan
Zhan no sigue del todo la trama, pero hay una mujer bonita con el pelo rizado y la piel pálida
y un hombre apuesto y desaliñado que cree que la mujer bonita está intentando salir de la
prisión. Lan Zhan observa vagamente lo que ocurre, respirando a Wei Ying con cada
inhalación. La extrañaba. La extrañó mucho. Lan Zhan no quiere renunciar a ella, ni otra vez,
ni nunca. Lan Zhan está cansado de tener que sostener la cabeza bajo el peso de su afecto, así
que se retuerce más horizontalmente en la cama.

"¿Lan Zhan?", pregunta Wei Ying, con las manos sobre sus hombros mientras Lan Zhan se
mueve hacia una posición más cómoda. "Uh, ¿estás bien ahí abajo?"

"Mn", dice Lan Zhan, con la cabeza apoyada en el estómago de Wei Ying, el brazo echado
sobre sus caderas y una pierna echada sobre sus pantorrillas. "Bien".

Wei Ying inhala y exhala, su respiración es temblorosa cuando mueve la mejilla de Lan Zhan.
"Bien", dice, una mano vacilante se posa en el hombro de Lan Zhan, la otra en su antebrazo
donde está sobre la cintura de Wei Ying. "Mientras seas buena, jiejie".

Lan Zhan cierra los ojos, solo por un momento. "Tienes que decirle a Wei Ying cómo te
sientes", la voz de Jazmín resuena en su cabeza, desde hace un millón de años y a un millón
de millas de distancia. Lan Zhan… no puede, sabe que tiene una razón por la que no puede
contarle todo a Wei Ying, pero la razón también parece estar a un millón de millas de
distancia, así que tal vez Lan Zhan pueda decirle algo.

"Me gusta esto", dice Lan Zhan en el estómago de Wei Ying, acariciando sus costillas con la
mano.

"Sí", dice Wei Ying, con voz baja y vacilante. "Buena fiesta de pijamas, ¿eh?"

Lan Zhan asiente, volviendo su rostro más hacia la suavidad de Wei Ying. "Te extrañé",
confiesa. "Te extrañé mucho."

Las manos de Wei Ying se aprietan sobre ella, el hombro y el brazo. "Sí", dice Wei Ying en
voz baja, mientras el que está en el hombro de Lan Zhan se acerca para acariciar su
cabello. "Yo también te extrañé, jiejie".

Tal vez no tengan que extrañarse más. Tal vez las cosas serán mejores una vez que Lan Zhan
se haya mudado. Tal vez puedan tener esto todos los días. Lan Zhan sonríe en la camisa de
Wei Ying, imaginando eso, y entra en la acogedora calidez del sueño.
Chapter 5
Chapter Notes
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Wei Ying se despierta, apaga el despertador a tientas y se pregunta durante un momento


confuso por qué la habitación no huele ya a desayuno. ¿Dónde está Lan Zhan? ¿Sigue
haciendo ejercicio? ¿Por qué no le ofrece a Wei Ying un café como soborno para sacarla de la
cama? ¿Puede Wei Ying encontrar la respuesta a alguna de estas preguntas estando aquí
acostada con los ojos medio cerrados? Lo piensa por un momento y acepta de mala gana que
no, que probablemente no pueda. Va a tener que sentarse, uf.

Después de incorporarse casi por completo (¡victoria!), Wei Ying mira a su alrededor y
localiza inmediatamente a su amiga desaparecida (¡segunda victoria!). Fue bastante fácil de
localizar, en definitiva: Lan Zhan sigue en la cama, extendida sobre la mayor parte de su
mitad del colchón, con las extremidades en todas direcciones y una mano invadiendo el
territorio cubierto de mantas de Wei Ying. Wei Ying la mira durante un minuto, tratando de
asimilarlo. Lan Zhan no duerme así, ¿qué demonios...?

Claro.

Claro.

Así que ayer sucedió.

Wei Ying se vuelve a acostar, porque el día de ayer va a llevar tiempo desempacar y quiere
estar horizontal para eso.

¿Empezar el día con una conversación emotiva, en la que Wei Ying por un momento salvaje
pensó que Lan Zhan sabía que estaba suspirando por ella y que había estado ocultando todas
sus aventuras de citas para tratar de hacerlo más fácil? Uf. Okey. Esa fue una charla que
tuvieron. El hecho de que Lan Zhan, aparentemente, no se haya dado cuenta de que Wei Ying
suspiraba fue un alivio, y parece que sigue sin darse cuenta de dicho suspenso. A Wei Ying le
gustaría, sin duda, evitar charlas tan desgarradoras como la de esa mañana, porque, por muy
positivo que fuera el resultado general, era un infierno. Una conversación profundamente
vulnerable para el fin de semana, ¡gracias!

Por supuesto, el universo nunca respetaría los deseos de Wei Ying, por lo que probablemente
se enteró de que Lan Zhan leía sus libros porno en el puto montaje más sexy que Wei Ying
haya contemplado nunca y tuvieron que tener otra conversación vulnerable al respecto. Como
si Wei Ying aceptara la horrible charla que tuvieron después del panel (en la que Lan Zhan
dijo cosas bonitas sobre la escritura basura de Wei Ying y lo dijo en serio, asqueroso,
vergonzoso, cómo se atreve) como el precio que tuvo que pagar para ver a Lan Zhan cortar
fría y viciosamente a la puta Rose Madder en jirones de tamaño preciso, como la versión de
debate de una rebanadora de mandolina. Era caliente como el infierno, y ni siquiera la
humillación de saber que Lan Zhan había leído su libro de 'follar dragones' (¡dos veces!)
pudo evitar la reacción de Wei Ying, extremadamente excitada. (La humillación
probablemente ayudó. Al parecer, a Wei Ying le gusta un poco eso... ¡Quién lo diría! No la de
hace dos días, eso seguro).

Wei Ying sabe lógicamente que Lan Zhan habría defendido a cualquier autor autopublicado
frente a la intolerancia de la Maldita Rose, y fue pura suerte que la Maldita Rose eligiera uno
de los libros de Wei Ying para destrozarlo. El corazón de Wei Ying no se preocupa por eso en
absoluto. El corazón de Wei Ying quiere revolcarse en la cama y chillar porque Lan Zhan la
defiende específicamente. El corazón de Wei Ying quiere ver esto como una prueba del
eterno afecto de Lan Zhan. El corazón de Wei Ying quiere saltar a los brazos de Lan Zhan y
confiar en que no la dejará caer.

El corazón de Wei Ying está jodidamente delirante.

¿Verdad?

¿Verdad?

La cosa es que la Wei Ying de hace dos días definitivamente pensaba que su corazón estaba
delirando. ¿La Wei Ying de esta mañana está quizás un poco menos segura de eso? Porque,
bueno...

Porque anoche pasó, y ahora Wei Ying ya no está segura de nada.

Wei Ying recuerda a la Ebria Lan Zhan de las veces que, en la universidad, alguien decidió
que sería ja-ja-hilarante ignorar la petición de Lan Zhan de una bebida sin alcohol y darle
algo con alcohol. La Universitaria Ebria Lan Zhan era un terror desolado y todavía educado.
Una vez, Wei Ying tuvo que impedirle que liberara a las gallinas urbanas de alguien,
evidentemente ensuciadas, de su gallinero recién construido: "Porque se merecen la libertad,
Wei Ying". En otra ocasión, ambas acabaron trepando por una escalera de incendios para
invadir el tejado del laboratorio de química y buscar estrellas fugaces. (Estaba nublado. Wei
Ying también estaba un poco ebria en esa ocasión). La Universitaria Ebria Lan Zhan tenía
tendencia a olvidarse de sus habituales preferencias vegetarianas y pedir hamburguesas con
queso o desayunos fritos en cenas nocturnas. La Universitaria Borracha Lan Zhan siempre se
despertaba a la mañana siguiente con una terrible resaca y un agujero negro en su memoria, y
se ponía rosada y avergonzada cuando Wei Ying le contaba sus aventuras, con fotos borrosas
del celular.

La Universitaria Ebria Lan Zhan nunca bailó lentamente con Wei Ying, con los cuerpos tan
pegados que prácticamente podían compartir los latidos del corazón. La Universitaria Ebria
Lan Zhan, nunca volvió su cara hacia la mano de Wei Ying como si quisiera quedarse allí,
como si quisiera que Wei Ying la abrazara por el resto de la noche o por el resto de su vida.
La Universitaria Ebria Lan Zhan nunca se metió en el espacio de Wei Ying para ver una
película y, desde luego, nunca se quedó dormida con la cabeza apoyada en el estómago de
Wei Ying, manteniéndola sujeta con un brazo y una pierna y el pesado peso de su confianza.
Wei Ying se pasó unos buenos treinta minutos de La Momia mirando a Lan Zhan y
acariciando su pelo e intentando comprender qué significaba todo aquello. ¿A Lan Zhan le
gustaba abrazarla? ¿Lan Zhan la había extrañado? ¿Lan Zhan se durmió sobre ella después de
retorcerse tanto que su camisón se subió hasta dejar al descubierto la mayor parte de una
larga y musculosa pierna, provocando a Wei Ying una crisis de calentura mientras intentaba
mirar con respeto?

Eso no es cosa de ‘solo amigas’, ¿verdad?

¡¿Verdad?!

Al final, Wei Ying consiguió zafarse de las garras de Lan Zhan y meterla debajo de las
sábanas, lo que supuso toda una aventura. El tamaño de la cama ayudó - Wei Ying pudo
doblar las mantas del lado de Lan Zhan, hacerla girar hasta que estuvo casi toda sobre las
sábanas expuestas, maniobrar con sus dos piernas donde debía estar, y volver a cubrirla. Fue
un entrenamiento infernal, y Wei Ying estaba demasiado cansada y desconcertada y afligida
después para masturbarse en la ducha, o incluso para ducharse. Se limitó a lavarse la cara,
cepillarse los dientes y meterse en la cama con breves paradas para encender la máquina de
ruido blanco de Lan Zhan, esconder el teléfono de Lan Zhan en un cajón amortiguado por la
ropa para que el despertador no la despertara a las putas cinco de la mañana, y dejar un vaso
de agua y algunos analgésicos en la mesita de noche de Lan Zhan. La jodida cama nunca se
había sentido más enorme, el colchón era un abismo infranqueable entre lo que Wei Ying
quería y lo que tenía.

Por cierto, al igual que se puede llorar hasta quedarse dormida, se puede anhelar dormir. Wei
Ying lo sabe ahora por experiencia y desearía no haberlo hecho. A la mierda. Que se joda
todo. A la mierda esta conferencia, y la reserva de la habitación de Wei Ying, y la
generosidad de Lan Zhan. Que se joda el bar por no etiquetar el ponche, y que se joda Wei
Ying por no pensar en preguntar si era con alcohol. Sobre todo, que se jodan los putos
sentimientos de Wei Ying, especialmente la esperanza que sigue escapando a sus esfuerzos
por arrancarla de raíz como un bambú invasor en un patio de los suburbios. Wei Ying aprieta
los ojos, desenterrando toda su rabia, frustración y decepción, que hierve dentro de su cráneo
como un pesticida, y se prepara para verterlo todo sobre la esperanza que brotó durante el fin
de semana, fertilizada por la presencia de Lan Zhan. Esto es por nuestro propio bien, se dice
a sí misma, con las manos en las asas metafóricas. De todos modos, solo nos queda una
noche más, así que será mejor que nos acostumbremos.

Lan Zhan se agita en su sueño, murmurando algo incomprensible. Wei Ying mira
automáticamente para asegurarse de que está bien y el guiso de rabia-frustración-pesticida
que tiene en la cabeza se disipa al ver por primera vez la cara de Lan Zhan dormida y el
pequeño surco entre las cejas mientras sueña con algo molesto, aparentemente. Su mano
sigue apoyada en las mantas cerca del hombro de Wei Ying, con los dedos medio curvados en
la palma de la mano, y Wei Ying no puede evitar poner la suya encima de ella durante unas
cuantas respiraciones. Por mucho que le duela renunciar a esto, Wei Ying tiene que tenerlo
durante este horrible y perfecto fin de semana. No puede arrepentirse de eso.

Wei Ying acaricia la mano de Lan Zhan una vez y se arrastra fuera de la cama. Le toca ser la
amiga competente del desayuno, y maldita sea, lo va a hacer bien. ¿Hace mucho frío en esta
habitación de hotel esta mañana? Wei Ying mira hacia abajo y se encuentra con una teta al
aire y pasa un momento de enojo volviendo a acomodar su camiseta en su lugar. Las amigas
competentes del desayuno no tienen una teta al aire, está segura Wei Ying. Probablemente
también usen pantalones. Hasta ahora Wei Ying tiene cero de dos.

Bueno, eso nunca la detuvo antes.

"Mmph", dice Lan Zhan un poco más tarde, mientras Wei Ying reparte el salteado de fideos
que hizo con las verduras de Lan Zhan y sus fideos instantáneos. "¿Wei Ying?" Lan Zhan
pregunta con desazón y luego emite un sonido de profundo dolor.

"Agua e ibuprofeno en la mesita de noche", dice Wei Ying por encima del hombro,
rompiendo los huevos en la sartén vacía. Té en un minuto. No enciendas la luz todavía,
¿okey?” Wei Ying estuvo cocinando casi a oscuras desde que se levantó de la cama, porque
anoche no pudo ponerle a Lan Zhan el antifaz para dormir. Lo último que necesita la resaca
de Lan Zhan es la luz brillante de la lámpara de la cabecera de la cama apuntando justo a sus
ojos.

"Mn", dice Lan Zhan, más como un gruñido que como su habitual reconocimiento. El ruido
blanco se interrumpe, lo que permite a Wei Ying escuchar los lentos movimientos de Lan
Zhan al sentarse y luego los ruidos húmedos que se producen cuando una persona se bebe un
vaso entero de agua de un tirón. El vaso resuena en la mesita de noche y Lan Zhan emite un
sonido como si estuviera probando el interior de su propia boca y no le gustara lo que
encuentra.

"Ah, sí", dice Wei Ying, encendiendo el hervidor eléctrico. "Te desmayaste antes de poder
lavarte los dientes, lo siento".

Lan Zhan hace un ruido de comprensión, aún adormecida, y se desliza casi en silencio fuera
de la cama para dirigirse lentamente al baño. Wei Ying voltea los huevos y enciende la
lámpara de pie de la sala de estar en la posición de menor intensidad, y luego sirve el té de
Lan Zhan y su propio café instantáneo. Cuando Lan Zhan sale del cuarto de baño con los ojos
entrecerrados, el desayuno está preparado y las bebidas humeantes sobre la mesa.

"Toma", dice Wei Ying, tendiendo a Lan Zhan su cárdigan más suave y drapeado. "Tengo
carbohidratos grasos y cafeína, pronto te sentirás mejor".

"Gracias", dice Lan Zhan, poniéndose el cárdigan y, afortunadamente, tapando sus


espectaculares y casi visibles tetas, lo que hace que la mañana de Wei Ying sea un poco
menos complicada. Se sienta pesadamente a la mesa, con la mano en la sien y los ojos medio
cerrados. Tiene la cara arrugada por la almohada, y Wei Ying definitivamente no le quitó todo
el delineador de ojos anoche, y su pelo está mucho más desordenado que cuando se hace su
propia trenza para dormir.

Dios, es tan jodidamente hermosa.

"¿El ponche?", pregunta, tan bajo que está claro que hasta su propia voz le hace doler la
cabeza.

"Sí", dice Wei Ying, igualando su volumen mientras se sienta en su silla. "Lo siento mucho,
Lan Zhan, solo pedí el ponche y no lo comprobé. Me pareció que la cuenta era cara, pero
también es un bar de hotel, ¿sabes?"

Lan Zhan sacude la cabeza, hace una mueca de dolor y toma su té. "No es culpa tuya",
susurra, sorbiendo (¡sorbiendo!) la taza cuando está demasiado caliente para que pueda
tragarla inmediatamente. "Pensé que tenía un sabor extraño y lo terminé de todos modos".

"Aun así", dice Wei Ying, sorbiendo su café, ya que las compuertas de los sorbos ya se
abrieron. "Puedo lamentar que te haya pasado algo sin necesidad de culparme a mí misma".
Esto es técnicamente cierto, aunque Wei Ying definitivamente se culpa a sí misma.

"Es justo", acepta Lan Zhan. Deja el té y se concentra en su cuenco, con un entrecejo de dolor
que se convierte en una sorpresa de satisfacción. "¿Cocinaste?"

"¡Sí!" dice Wei Ying con alegría (¡y en voz baja!). "Fideos, verduras y huevos fritos.
Probablemente contiene toda tu ingesta diaria recomendada de sodio en un solo plato. Confía
en mí, jiejie, te sentirás mejor en poco tiempo".

"Huele bien", dice Lan Zhan con una pequeña sonrisa. Rompe la yema de su huevo y lo come
sin más conversación, con aire decidido. Wei Ying echa la salsa de chile en su cuenco y sigue
su ejemplo: anoche solo bebió medio vaso de vino, pero no se preocupó de evitar la resaca, y
ahora está un poco deshidratada.

"Cómete también el plátano", dice cuando ambos están en la mitad de sus fideos de
desayuno, sacudiendo la barbilla hacia los dos que esperan amablemente en el centro de la
mesa. "Potasio y lo que sea".

"Gracias", murmura Lan Zhan. Se come la mitad del plátano con la mandíbula extrañamente
tensa, que es cuando Wei Ying recuerda que a Lan Zhan no le gustan especialmente los
plátanos. "¿Qué...?", empieza a preguntar casi en un susurro, toma otro trago de té y termina:
"¿Qué hice?"

"¿Todavía te desmayas?", pregunta Wei Ying con simpatía alrededor de un bocado de


plátano. Lan Zhan asiente con la cabeza, muy sufrida, y Wei Ying traga y lo persigue con más
café. "¡Esta vez hemos contenido bastante tu caos!", dice alegremente, negándose a pensar en
la cabeza de Lan Zhan sobre su estómago y su brazo alrededor de las caderas de Wei Ying.
"Nos dijiste a Jazmíne y a mí que nuestras tetas son bonitas, insististe en bailar un rato antes
de que pudiera hacer que subieras a la habitación, fuiste muy presumida cuando señalaste que
la tarta de queso aquí cuesta ocho dólares, te comiste un pastel y te desmayaste a la media
hora de la noche de cine que te prometí". Wei Ying le da a Lan Zhan una pistola de dedo y
otra de medio plátano. "¡Ni siquiera tuve que pescarte de un estanque decorativo porque
querías acariciar la carpa, juego de palabras!"

Lan Zhan tararea, admitiendo esa aventura en particular aunque no la recuerde. Termina el
resto de su plátano, toma un sorbo de té (claramente para enjuagar el sabor de su boca, no
está siendo sutil) y pregunta vacilante: "¿Eso es todo?"

Wei Ying se mete los fideos en la boca para ganar tiempo. Mierda. Realmente no quiere
contarle a Lan Zhan lo de los abrazos borrachos, pero tampoco quiere mentir sobre eso. Está
bien, ¿verdad? ¡Lan Zhan estaba ebrio! ¡No es como si quisiera decir algo con eso! ¡No tiene
que significar nada!

(Wei Ying quiere desesperadamente que signifique algo y está tratando desesperadamente de
no pensar en eso).

"Te pusiste un poco pegajosa", admite, tratando de mantener la ligereza. Lan Zhan hace una
mueca y Wei Ying se apresura a aclarar: "¡No en el mal sentido! Solo querías acurrucarte
mientras veíamos la película, lo que supongo que tiene sentido porque te prometí una
experiencia divertida en la fiesta de pijamas".

"Nos abrazamos", dice Lan Zhan, entre una pregunta y una afirmación. Wei Ying se arriesga
a mirarla a la cara y sus ojos se fijan en ella, el rompecabezas de la expresión de Lan Zhan
exige toda su atención.

"Sí", dice Wei Ying, incapaz de apartar la mirada. "Te sentaste a mi lado cuando estábamos
comiendo, y luego, cuando terminaste, te desplazaste hacia abajo y me usaste como
almohada".

"Oh." Sale una exhalación, apenas más que una respiración, y Lan Zhan no levanta la vista de
sus fideos. Su cara sigue haciendo lo extraño, algo complicado y triste, pero no solo triste?
¿Deseo? ¿Anhelo? Sea lo que sea, a Wei Ying no le gusta.

"¡Estuvo bien, Lan Zhan!" Wei Ying insiste, decidido a arreglar esto de alguna manera. "Fue
agradable, de verdad. Eres muy buena abrazando". Se acaricia el estómago de forma
demostrativa. "Este chico malo puede ser una almohada para muchos Lan Zhans".

La comisura de la boca de Lan Zhan se levanta, lo que Wei Ying cuenta como una victoria.
Comen el resto de sus fideos en silencio y se sientan con sus bebidas matutinas, dando sorbos
de compañía. Lan Zhan parece cada vez menos pálida, aunque su cara sigue haciendo esa
cosa de tristeza-desesperación-deseo que Wei Ying no puede descifrar.

"¿Dije algo?", pregunta finalmente, con los ojos todavía centrados en el cuenco vacío de Wei
Ying. "¿Anoche?"
El corazón de Wei Ying hace ruido. "¿Además de repartir cumplidos de tetas como si fueran
caramelos?", pregunta con una sonrisa. ¡Ella puede manejar esto! Puede hacer avanzar la
conversación.

"Además de eso", coincide Lan Zhan. Ella finalmente mira a Wei Ying, y oh, sus ojos están
oscuros y angustiados. "Por favor", agrega, apenas audible.

Hay un torneo de gimnasia en el pecho de Wei Ying, y ni siquiera le están pagando una cuota
de alquiler por el uso del espacio. "No mucho", dice ella, porque fueron qué, ¿dos frases? Eso
es apenas nada. No hay razón para que ella esté así de destrozada. "Solo me dijiste que te
gustaban los abrazos y que..." Wei Ying traga, con el corazón en la garganta. "Me extrañaste".

Los ojos de Lan Zhan se cierran, su respiración se entrecorta como si su dolor de cabeza
hubiera resurgido. "¿Cuándo?", susurra.

"Mientras estabas...", y Wei Ying vuelve a acariciar su estómago de forma demostrativa. Lan
Zhan se obliga a abrir los ojos para seguir el movimiento y exhala como si estuviera
expulsando veneno de sus pulmones.

"Ya veo", dice, y suena jodidamente trágica y Wei Ying no entiende por qué.

"Estuvo bien", dice impotente, queriendo lanzarse sobre la mesa y tomar la mano de Lan
Zhan, pero no sabe si eso lo empeoraría o mejoraría, así que se queda donde está. "No me
hiciste sentir incómoda ni nada." Precisamente al contrario, que es el problema. "Yo también
te extrañé", dice, repitiendo sus palabras de la noche anterior en la tenue luz del día que
favorece la resaca. "Está realmente bien, lo juro".

Lan Zhan asiente y se termina el té, con un peso insondable todavía sobre sus hombros.
"Gracias", dice, acurrucada sobre sí misma. "Por decírmelo". Otro respiro, otro momento de
extraño silencio. "Ojalá...", susurra, y luego aprieta los labios como si no hubiera querido
decirlo.

"Dime", susurra Wei Ying en respuesta, inclinándose hacia adelante sobre la mesa, atraído
hacia Lan Zhan como un asteroide en el pozo de gravedad de un planeta. Ella lo hará, sea lo
que sea, lo que necesite Lan Zhan. Moverá montañas si eso significa que Lan Zhan dejará de
verse así.

Lan Zhan levanta la vista y se encuentra de nuevo con los ojos de Wei Ying. "Ojalá", dice, en
un tono tan bajo que Wei Ying tiene que esforzarse para oírla, "pudiera recordarlo".

El interior de la cabeza de Wei Ying es un ruido blanco y el zumbido que viene después de
una explosión, no quedan pensamientos. Ella no sabe lo que hace su cara. Ella no sabe dónde
están sus manos. ¿Todavía tiene manos? Poco claro. Mira fijamente el rostro agrietado de
Lan Zhan y ella solo... quiere...

"Necesito una ducha", dice Lan Zhan, poniéndose de pie abruptamente. "¿Quieres ir al baño
antes?"
"Sí", dice Wei Ying, con voz temblorosa. "Sí, probablemente sea una buena idea". Se
apresura al baño con las piernas temblorosas y orina, en primer lugar, porque es de mañana y
acaba de tomar café. Se lava las manos y se echa agua en la cara, buscando claridad y
encuentra solo frío. Su reflejo en el espejo no ayuda, con ojos desorbitados y cabello
desordenado. Ella jodió algo, está segura de eso, pero todavía no sabe qué, y si no sabe lo
que jodió, no puede arreglarlo. Wei Ying deja correr el agua como camuflaje mientras se
esfuerza por recomponerse a sí misma, por parchear lo que se siente como un enorme agujero
en el pecho, y cuando termina todo lo que puede, cierra el grifo y se seca las manos.

"Todo tuyo", canta al salir, sonriendo como si no pasara nada. "Te sentirás mejor después de
la ducha", le promete a Lan Zhan, y las palabras son sinceras aunque el tono ligero sea una
mentira.

"Gracias", dice Lan Zhan, pasando tan cerca de Wei Ying que comparten calor por un
momento, pero sin tocarse. Hay tal vez tres pulgadas entre ellos y se siente como si hubiera
tres mil kilómetros. Se siente como si la totalidad de América los separa en costas opuestas.
Se siente imposible de cruzar, y la esperanza en el pecho de Wei Ying se marchita y muere,
como las plántulas en una sequía.

La puerta se cierra con un clic que suena como un adiós, y Wei Ying está en la habitación del
hotel demasiado fría, rodeada por la presencia de Lan Zhan, y se siente tan sola que quiere
llorar.

⋄⋄⋄

La ducha de Lan Zhan es... larga. Es justo. Wei Ying conoce la mezcla de gloria y
desesperación de una ducha de resaca. Le da la oportunidad de tomar todo lo que siente y
meterlo todo en una caja como si tratara de meter la ropa de cinco días en una maleta de
mano, no es que tenga experiencia en eso ni nada. Cuando Lan Zhan sale, con el pelo
húmedo, las mejillas rosadas y recién hidratada, Wei Ying se está estirando el segundo
hombro en una pelota de fisioterapia y deseando tener una pelota de fisioterapia que funcione
con las emociones.

"¿Mejor?", pregunta, respirando con dificultad mientras gira el brazo hacia arriba y hacia
abajo, con la pelota en forma de ocho bajo el hombro masajeando los múltiples nudos
musculares mientras lo hace.

"Mucho", dice Lan Zhan. Se ve mejor, desde el punto de vista de Wei Ying en el suelo. Lleva
un vestido de punto azul hasta las rodillas y un cárdigan con caída, todo suave y dulce y
extremadamente digno de ser abrazado.

Abajo, se dice Wei Ying con firmeza. La noche anterior ya la hizo bastante rara. Se mueve
un poco de lado a lado y sisea al encontrar más nudos musculares. "Hombros, ¿por quéeee?"

"Te sientas como una gárgola", dice Lan Zhan desde el mostrador del hotel. "Quizás eso
tenga algo que ver".

"No", dice Wei Ying, entre respiraciones profundas, "no lo creo. Probablemente sea una
maldición".
"Ah, por supuesto", dice Lan Zhan con un tono de voz tajante. "Mi error".

Wei Ying sonríe al techo, rodando un poco más sobre la pelota para que se clave en los nudos
musculares debajo de su omóplato en una nueva y horrible explosión de fuego. Si Lan Zhan
está haciendo bromas, entonces están bien de nuevo, ¿verdad? "En lo que respecta a la resaca,
elegiste el día correcto", dice con tono de conversación. "Nada empieza hasta las diez. Estoy
seguro de que los organizadores esperan que todos se embriaguen en el banquete".

"'Maldito en el banquete' es un romance contemporáneo con un feo encuentro en una boda",


dice Lan Zhan, por encima del inconfundible sonido de abrir un portátil.

"Se comprueba", dice Wei Ying, respirando con cuidado a través de la miseria fresca de un
nudo al que llama Jimothy. "¿Estás escribiendo?"

"Enviando un correo electrónico a los organizadores", dice Lan Zhan. "Es posible que
necesite ayuda para recordar todo lo que dijo Rose Madder".

"Sí, bueno, dijo un montón de mierdas descabelladas", dice Wei Ying, preguntándose
ociosamente si tiene permiso para abofetear a Rose Madder en la cara con un guante y retarla
a un duelo. Tal vez podría hacerlo si el duelo es un concurso de baile. Eso parece razonable.
"Puedo enviar un mensaje de texto a Travis en Twitter también, a ver si tiene vídeos de todo
el asunto, solo subió como un minuto".

"Mn", dice Lan Zhan, distraída, y luego, "Oh".

"¿Hmmm?" Wei Ying está rodando el lugar apretado en la parte superior de sus caderas, por
lo que no puede levantarse para ir a ver lo que causó que oh, pero parecía gratamente
sorprendida?

"Yo...", dice Lan Zhan, todavía distraída. Se queda callada, emitiendo vibraciones de tipo
lector. "Los organizadores de la convención me enviaron un correo electrónico anoche, al
parecer".

"¿Sí?" Wei Ying se congela con la pelota justo en el puto nudo, que ni siquiera nota. Si los
putos organizadores eligieron la violencia, ella va a destrozar toda su tienda; de todos modos,
no necesita una organización profesional.

"Rose Madder fue incluida en la lista negra para no hablar en ningún evento futuro de este
tipo", dice Lan Zhan, un poco aturdida. "Y se le prohíbe asistir durante dos años".

"¡Mierda!" Dice Wei Ying con un medio grito, en parte por la buena noticia y en parte porque
se sentó con demasiada fuerza y aplastó la goma de la pelota de fisioterapia contra la
articulación de la cadera de una manera maravillosamente insoportable. "¿De verdad?"

"De verdad", dice Lan Zhan, aún sonando aturdida. "Quieren disculparse conmigo por la
experiencia negativa, así que hablaron con el hotel y me compensan la habitación". Hace una
pausa, y Wei Ying apenas puede ver alrededor de la mampara si estira el cuello, así que sabe
que Lan Zhan se detiene para mirar fijamente a la pared. "Me van a devolver el dinero".
"Mierda", dice Wei Ying, de nuevo. "¿De verdad?"

"De verdad", confirma Lan Zhan de nuevo. Sigue pareciendo completamente aturdida, y Wei
Ying abandona el suelo (de todos modos, ya había terminado su terapia física) para acercarse
rengueando al escritorio, golpeándose apenas la cadera con el tabique de la habitación. Se
inclina sobre el hombro de Lan Zhan para leer el correo electrónico y confirmar con sus
propios ojos que, efectivamente, los organizadores prohibieron a Rose Madder hablar y
asistir a actos oficiales, y que Lan Zhan recibirá una compensación por su habitación. Hay
una disculpa real, escrita en un lenguaje que deja claro que los organizadores lo lamentan
realmente.

"Mierda", respira Wei Ying, igual de sorprendida. "Wow, Lan Zhan, esto es como el mejor de
los panoramas posibles".

Lan Zhan asiente, los hombros se levantan y bajan en una profunda respiración que la deja
libre de tensión. "Al parecer, algunas de las personas que publicaron sobre ella fueron
capaces de desenterrar mensajes privados del foro donde estaba claro que no deberían haberle
permitido hablar en primer lugar".

"A veces", dice Wei Ying, asombrada, "Internet es bueno".

"Mn", dice Lan Zhan como suspirando. Se inclina hacia adelante, apoya los codos en el
escritorio y se frota la cara en una impactante muestra de emoción para una mujer
normalmente estoica. "Me había preparado para un resultado mucho menos agradable, así
que esto es una grata sorpresa".

Wei Ying aparta la mirada de la pantalla de la computadora ("asumimos toda la


responsabilidad", dice parte de la disculpa, y está asombrada) para darle a Lan Zhan una
mirada desde una posición que no sea la de acostado en el suelo. Se ve hermosa
(obviamente), complacida, todavía aturdida y completamente agotada emocionalmente. Hay
un fino temblor en sus manos cuando las aparta de su cara, la adrenalina de la confrontación
anticipada acumulada sin ningún lugar a donde ir. Wei Ying conoce la sensación.

"¿Cómo estás?", pregunta Wei Ying, poniendo una mano en su hombro y apretando.
"¿Necesitas algo? ¿Más té? ¿Un abrazo?"

Las comisuras de los ojos de Lan Zhan se tensan, y el músculo bajo la mano de Wei Ying se
flexiona y relaja casi con demasiada rapidez como para notarlo. "Prepararé un poco de té",
dice, soltando amablemente la mano de Wei Ying y cruzando a la cocina de viaje. "Quería
escribir un poco antes de que las cosas empiecen oficialmente hoy. ¿Café para ti?"

"Okey", dice Wei Ying a la espalda de Lan Zhan, frenando la forma en que su voz quiere
vacilar. "Sí, claro, tomaré otra taza". Enrolla la mano en un puño y trata de fingir que no
siente frío. Lo que sea que Wei Ying haya jodido, claramente no se fue con la resaca de Lan
Zhan. Solo queda un día. Tal vez si puede superarlo sin empeorar todo, ella y Lan Zhan al
menos saldrán de aquí siendo amigas. Eso parece razonable, ¿verdad?

¿Verdad?

⋄⋄⋄

Dejando de lado las crisis emocionales de Wei Ying, todavía hay una conferencia, y
honestamente... Wei Ying agradece la distracción. Asiste a un taller sobre redacción de textos
publicitarios, porque Kristine Andrews es la oradora, y todo lo demás en la franja horaria de
las diez de la mañana le parece aburrido. Es lo suficientemente atractivo como para que
apenas piense en Lan Zhan ni una sola vez. ¡Cada cinco minutos! Así que, en general,
¡bastante bien!

Su segunda presentación del fin de semana es en la siguiente franja horaria, y esta es fácil y
divertida, que son las dos cosas que Wei Ying necesita ahora mismo. Se trata de una clase de
diseño de portadas, en la que Wei Ying conecta su ordenador al sistema de visualización y
crea con Photoshop una portada de novela romántica realmente absurda, basada en las
sugerencias del público y en su selección de fotos de archivo descargadas. La mitad de la
clase es sobre diseño gráfico real (cosas como el equilibrio del color y la regla de los tercios)
y la otra mitad es un manual sobre cómo se utiliza realmente Photoshop y qué herramientas
harán más fácil tu vida de autopublicación. La mayoría de las veces es una tontería.

"Okey", dice, cambiando el fondo de la capa hasta que le gusta el encuadre, "decidimos que
la portada de esta novela está ambientada en la selva frente a una cascada. Genial, buena
onda, muy romántica siempre que no pienses en la cantidad de mosquitos que hay en la selva.
Siguiente paso: Protagonistas". Wei Ying abre la carpeta de fotos de archivo especial que
había preparado precisamente para este propósito y sonríe al público, que empieza a reírse.
"Como pueden ver, solo tengo los mejores humanos disponibles para que elijan", dice,
señalando la pantalla y las multitudes de piratas, hadas, caballeros, samuráis, artistas
marciales de wuxia y otras imágenes de stock realmente absurdas que contiene. "¿De qué
categoría queremos que sea nuestro primer protagonista?"

El libro, cuando lo termine, será un romance entre un pirata y un robot que viajan en el
tiempo y en las dimensiones, el primero de los cuales tiene un tigre como mascota porque
alguien vio la foto de archivo del tigre y exigió que se incluyera. La clase de Wei Ying la
tituló colectivamente "Atracción BinARRRRIA", que es uno de los peores y mejores juegos
de palabras que ha inmortalizado en un tipo de letra con un falso efecto de metal en relieve.
Es una clase genial, un éxito total, lo que hace que sea aún peor que Lan Zhan esté sentada en
la silla del fondo en silencio todo el tiempo y se vaya en cuanto Wei Ying termina. Wei Ying
quiere gritar. ¿Qué hizo? ¿Cómo puede mejorar las cosas si no sabe lo que hizo? Lo único
que parece claro es que Lan Zhan quiere espacio, así que Wei Ying se empeña en dárselo
comprando un sándwich excesivamente caro en el puesto de café del vestíbulo y comiéndolo
afuera, en la parte más atractiva del paisaje. Por supuesto, como es una rara necesitada y
pegajosa, tiene que enviarle un mensaje de texto a Lan Zhan.
Para: Lan Zhan
quería un poco de aire, así que estoy afuera con mi sándwich y un cuervo que me está
mirando con ojos REALMENTE sospechosos

Wei Ying adjunta una foto del cuervo en cuestión, que definitivamente parece que está
planeando pelear contra Wei Ying por su sándwich y probablemente, ganar.

Para: Lan Zhan


Si este cuervo se bate en duelo conmigo por mi sándwich y gana, tienes que vengarme, no me
faltará el respeto un cuervo

La respuesta de Lan Zhan es casi inmediata, como si tuviera su teléfono en la mano. Wei
Ying casi deja caer su teléfono con alivio y accidentalmente abre la aplicación de la
biblioteca antes de volver a sus mensajes de textos.

De: Lan Zhan


Te vengaré si es necesario.

Mi heroína! ⚔️🐦😍
Para: Lan Zhan

en serio, este cuervo me la tiene


jurada, creo que es mi nueva némesis

De: Lan Zhan


Estás alimentando al cuervo ahora mismo, ¿verdad?

¡Qué! ¡La audacia! ¡La rudeza! ¡Cómo se atreve Lan Zhan a insinuar algo así! Wei Ying
arroja corteza de pan y restos de jamón más cerca del cuervo y se limpia las manos.

Para: Lan Zhan


Tal vez, pero nunca lo diré y el cuervo tampoco
¡¡Nos vemos en la ceremonia de clausura si no terminamos en el mismo panel antes!!

De: Lan Zhan


Nos vemos entonces.

"¿Qué opinas?", le pregunta al cuervo, con el teléfono en una mano y el sándwich en la


otra. "¿Arruiné todo?"

El cuervo defeca y se va volando, lo que Wei Ying decide no tomar como una respuesta de
ningún tipo. Desesperada por conseguir cualquier tipo de distracción, encuentra un buen fic
de dolor/consuelo en sus marcadores y lo lee con una sola mano durante el resto de la pausa
del almuerzo, entre bocados de la segunda mitad de su sándwich. Está bien. Está bien. ¡No
hay nada que ver aquí!
El resto de la conferencia transcurre. Wei Ying está bastante segura de eso, ya que aún no se
encontró con nada que la convenciera de que el tiempo lineal no existe realmente. El
problema es que todo transcurre de forma borrosa, y ella no recuerda casi nada. Tiene páginas
de notas en su teléfono que no recuerda haber escrito. Al parecer, fue a un panel sobre el
desarrollo del diálogo. Lo sabe porque comparó las notas que tomó con el programa de la
convención, y no hay nada más de donde puedan provenir sus notas en la franja horaria de las
tres de la tarde.

"Soy un desastre caliente", le dice a su barra de granola, ambas escondidas detrás de un gran
ficus en maceta (¿tal vez? Wei Ying no conoce bien las plantas) en uno de los pasillos del
centro de conferencias. "Pero al menos soy caliente, ¿no?"

La barra de granola, al igual que el cuervo, no le da ningún tipo de respuesta útil. Wei Ying se
la come en venganza. Toma eso, barra de granola.

"Este fin de semana es la primera vez que nos vemos en persona", dice alguien desde el otro
lado del ficus, "así que no puedo saber si esto es normal para ti o si estás pasando por un
momento raro". La interlocutora se revela como Jazmíne, hoy vestida con unos jeans slim-fit
de color rosa brillante, una blusa negra con volantes y unos pendientes colgantes de color
rosa brillante.

"Maldción, tienes estilo", dice Wei Ying en lugar de dirigirse a nada de lo que acaba de decir
Jazmín. "¿Tienes siquiera una sudadera? Dime que tienes sudaderas".

"Tengo sudaderas", dice Jazmín magnánimamente, acomodándose con cautela en el suelo


junto a Wei Ying. "Normalmente me las pongo con una de las camisetas de Booker, porque a
él le gustan, y dice que nos quedan bien a los dos".

"Viviendo de verdad el sueño", dice Wei Ying alrededor de lo último de su barra de granola.
Hace una bola con el envoltorio y lo mete en su bolso, con la mente trabajando furiosamente.
"Ey", dice, antes de que pueda pensarlo demasiado. "¿Puedes poner un temporizador de cinco
minutos? Realmente necesito hablar de algo, si te parece bien".

Jazmíne arquea las cejas en una clara pregunta, pero saca obedientemente su teléfono y pone
en marcha un temporizador. "Okey", dice, dirigiendo toda su atención a Wei Ying. "Dime."

Wei Ying inhala profundamente. "Bueno, después de que Lan Zhan se embriagara anoche,
quiso bailar lento conmigo, así que lo hicimos antes de que consiguiera llevarla a la
habitación, y luego, cuando estábamos ahí, sentí como.., vibraciones de ella, pero no sé qué
significan y además estaba ebria como una cuba, así que tampoco sé si es justo pensar en
ellas como vibraciones, pero realmente quería acurrucarse y me dijo que me extrañaba y se
quedó dormida sobre mi estómago, pero luego esta mañana estuvo súper rara y distante y no
sé qué carajo hice, pero lo odio y no quiero irme mañana y que todo siga jodido." Vuelve a
inhalar, un poco mareada. "Sí, entonces, esa soy yo".

Jazmín asiente y se pasa la lengua por los dientes. "Okey", dice. "Eso parece mucho. Tengo
una pregunta aclaratoria: ¿Cuándo, exactamente, empezó Lan Zhan a ponerse raro y
distante?"

De hecho, es una buena pregunta. Wei Ying frunce el ceño, repitiendo la mañana con un
detalle insoportable. "Fue después del desayuno", dice lentamente. "Justo al final. Tenía
resaca mientras comíamos, lo que es raro en ella, pero no estaba siendo rara".

"Entonces, ¿qué pasó? Pasó algo, ¿no?"

"Ella preguntó qué pasó", dice Wei Ying, jugueteando con el dobladillo de su camiseta. "Así
que le dije".

"¿Y luego?" Jazmín pregunta expectante. Wei Ying recuerda que solía enseñar en la escuela
primaria, tiene unos segundos de sentirse vagamente insultada porque Jazmín está usando
claramente técnicas destinadas a niños de seis años en una mujer adulta, y luego deja de
sentirse insultada porque está funcionando.

"Ella dijo..." Wei Ying recuerda en voz alta, "que deseaba recordarlo".

"¿Recordar?" pregunta Jazmín, como una investigadora privada a punto de resolver algo
importante.

"La noche anterior", dice Wei Ying. "Los abrazos. Yo... creo".

"¿Y después de decir eso se puso rara y distante?", pregunta Jazmíne. Wei Ying asiente, y
Jazmíne mira arriba durante un largo tiempo. "Okey", dice, con los ojos perfectamente
delineados mirando de nuevo a Wei Ying. "Así que anoche estuvieron abrazados y cerca y
ella dijo que te extrañaba, y luego esta mañana dijo que deseaba poder recordar los abrazos y
las confesiones de afecto susurradas-"

"No sé si lo llamaría así", Wei Ying intenta protestar y es ignorada.

"-y luego, después de decir eso, se avergonzó y se puso nerviosa, y te estuvo evitando al
mismo tiempo que tú la evitabas a ella-".

"Mierda", dice Wei Ying, esa comprensión particular la golpea como una bofetada en la cara.

"-y ahora te estás desahogando conmigo en lugar de hablar con ella de eso". Jazmín le da un
ligero toque en la oreja a Wei Ying. "¿Cómo ayuda eso?"

"Bueno", dice razonablemente Wei Ying, "eres jodidamente inteligente y das buenos
consejos".

"Aduladora", dice Jazmín cariñosamente. "Entonces, ¿Qué vas a hacer?"

Wei Ying gime, cubriendo su rostro. "Hablar con ella, supongo", se queja. "Ya que no hay
una forma mejor de hacerlo sin riesgo para mí y mis débiles emociones".
"Sabía que al final llegarías". Jazmín le da una palmada en el hombro a Wei Ying y luego lo
aprieta. "Solo lo diré una vez", dice, con tanta seriedad que Wei Ying deja de ocultar su rostro
para hacer contacto visual. "Cuando hables con ella, dile lo que sientes. Todo. Si quieres que
sea sincera contigo, tienes que tener la misma cortesía".

"¿Tienes alguna sugerencia para que este proceso sea menos aterrador en todos los
sentidos?", pregunta Wei Ying, medio sarcástica y medio sincera.

"Comer chocolate antes y después", dice Jazmín, mientras suena el temporizador de su


teléfono. "¿Vas a la ceremonia de clausura?"

"Sí", dice Wei Ying, levantándose del suelo y luego ofreciendo una mano para ayudar a
Jazmín a levantarse. "Ayuda a mi cerebro tener algo que ponga fin a la conferencia y la
marque como terminada, ¿sabes?"

"¿Sí, verdad? Se siente raro irse sin más". Jazmín se levanta con la ayuda de Wei Ying y
luego utiliza el agarre de su mano para atraerla en un abrazo. "Ey", dice en voz baja al oído
de Wei Ying. "Técnicamente ya superamos mi límite de tiempo, pero quiero decirte que
puedes hacerlo. Creo en ti".

"Gracias", susurra Wei Ying, cerrando los ojos con fuerza para evitar las lágrimas.

"Y si mañana vuelas a casa sin haber tenido esta conversación, me enteraré y encontraré la
manera de piratear el manuscrito de tu próximo libro y sustituir cada instancia de la palabra
'pene' por 'virilidad palpitante' y cada instancia de la palabra 'vagina' por 'pobrecito miau
miau'", sisea Jazmín, con los brazos tensos en señal de amenaza. "No me decepciones".

Wei Ying suelta una carcajada. "Okey, aunque entiendo el espíritu y aprecio la creatividad de
esa amenaza, lo único que hiciste es hacer que quiera ver cómo sería eso".

"Sí, me di cuenta, mientras lo decía, que accidentalmente hice lo contrario de lo que quería".
Jazmíne acaricia la espalda de Wei Ying y se aleja lo suficiente para apretar sus hombros y
darle una pequeña sacudida. "En serio, de todos modos".

"Lo sé". Wei Ying logra sonreír, levantando la barbilla. "No habrá venganza, lo prometo".

"Buena chica", dice Jazmín, dando una palmadita en el hombro de Wei Ying. "Ahora necesito
orinar antes de la ceremonia de clausura. ¿Y tú?"

"Aprendí a no dejar pasar, literalmente, la oportunidad de usar el baño", dice Wei Ying,
enlazando su brazo con el de Jazmín. "Hagámoslo".

La ceremonia de clausura es, como suele ser, una combinación de aburrimiento, cursilería y
emoción. Wei Ying no duda en admitir que llora un poco. Siempre llora en las ceremonias de
clausura de una convención, desde que a los catorce años fue a su primera convención de
animé y se fue convencida de que nunca encontraría un grupo de frikis que la entendiera tan
bien. Ahora tiene casi treinta años y sigue llorando, pero esta vez es porque hacen una
afirmación grupal de que sus historias merecen ser contadas, y que vale la pena luchar por los
finales felices. (También, tal vez, ella está sintiendo muchas cosas sobre el fin de semana en
general. Lo que sea. ¡Tiene derecho a llorar!)

Después hayuna media hora de dar vueltas y despedirse de varias personas, durante la cual,
naturalmente, se acerca a Lan Zhan, que no está abrazando mucho, pero que ofrece un fuerte
apretón de manos a algunas personas. Ambos reciben un último abrazo de Jazmín, quien
murmura algo en el oído de Lan Zhan que hace que su mandíbula se apriete y asiente. Jazmín
le da a Wei Ying una mirada extremadamente mordaz junto con su abrazo de despedida, que,
como, ¡Wei Ying sabe! ¡Lo entiende! ¡Ella va a hacer la cosa!

Ya sabes. Más tarde. Tal vez mientras esté ebria. Tal vez justo antes de salir corriendo por la
puerta del hotel y esconderse bajo una mesa en el vestíbulo. El caso es que lo va a hacer, sin
embargo.

"Oh, dios mío", dice, tirándose boca abajo en el pequeño sofá de la habitación del hotel, "eso
fue demasiado". ¿Cómo sobrevives a esto, Lan Zhan?"

"Planeando con cuidado", dice Lan Zhan, agachándose para tocarse los dedos de los pies y
doblando una rodilla a la vez para ejercitar la parte baja de la espalda. "Es parte de la razón
por la que vuelo al día siguiente", añade sobre sus rodillas. "Prefiero tener tiempo de
descompresión antes de lidiar con un aeropuerto".

"Inteligente", dice Wei Ying, con el corazón abatido. Duda, pasando los dedos por el ribete de
uno de los almohadones del sofá. "¿Quieres que me vaya?", pregunta. "Puedo quedarme un
tiempo en la piscina para que te puedas descomprimir sola".

"No", Lan Zhan casi grita, enderezándose demasiado rápido y haciendo una mueca de dolor.
"No", dice ella, de nuevo, más suavemente, pareciendo un poco sorprendida por su propia
reacción. "Puedo descomprimir contigo aquí". Mira a Wei Ying y luego se aleja, con los
dedos crispados al costado. "¿Quieres hacer un poco de yoga?", le pregunta a la mesa. "No
tuve oportunidad esta mañana".

"Eso me parece genial", dice Wei Ying con sinceridad. ¿Estirar? ¿Con Lan Zhan? Mierda, sí.
"Deja que me ponga los pantalones adecuados".

"Por supuesto", dice Lan Zhan, buscando su propia ropa deportiva. "Prepararé la cena
después".

"Me parece genial", dice Wei Ying de nuevo, levantándose del sofá.

El yoga ocupa una parte importante de los procesos de pensamiento de Wei Ying, por lo que
no puede pensar demasiado en sí misma, así que es posible que toda esa gente que habla de lo
bueno que es para la atención plena tenga razón. Es difícil preocuparse por perder a la mejor
persona de tu vida cuando estás concentrada en no perder el maldito equilibrio. Después se
queda mirando al techo, sujetándose los pies y suspirando a través del bebé feliz. Es como si
la actividad física hubiera pulsado un botón de reinicio en su cerebro y pudiera volver a
pensar, milagrosamente sin entrar en pánico. Todo iba bien hasta el desmayo total de Lan
Zhan, ¿verdad?

Tal vez...

Tal vez Wei Ying pueda arreglarlo.

Ella prepara fideos para la cena, que podría describirse simplemente como ‘mucho’. Lan
Zhan claramente utilizó todos los elementos restantes que no eran del desayuno y los
combinó en un salteado ecléctico, y sigue siendo mejor que cualquier comida que Wei Ying
haya tenido en cualquier otro hotel. Lan Zhan es realmente la mejor, en todos los sentidos,
incluso cuando las cosas están siendo raras entre ellas, y Wei Ying va a hacer todo lo posible
para que no sean raras.

"¿Estás bien?" Lan Zhan pregunta, a mitad de camino de su cuenco lleno de salteado. Wei
Ying vuelve al presente, frunciendo el ceño con una pregunta. Lan Zhan aclara: "Estás más
callada que de costumbre".

"Estoy bien", dice Wei Ying, jugando con su tenedor. "Solo estoy pensando". Toma un sorbo
del agua de cítricos con gas que Lan Zhan le sirvió (¡Lan Zhan es la mejor!) y dice: "la pasé
muy bien este fin de semana. Aquí. Contigo". Se mete en la boca el salteado y mastica
furiosamente, tratando de no sonrojarse. Jazmín dijo que fuera sincera, así que lo está
intentando.

"Yo también", dice Lan Zhan, con la oreja expuesta por el afeitado lateral poniéndose rosada.
Respira con cuidado y levanta los ojos para encontrarse con los de Wei Ying, con algo cálido
y atrevido en ellos. "Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una conferencia como ésta",
dice, midiendo cuidadosamente cada palabra. "Me alegro de haberla pasado contigo".

"Genial", chilla Wei Ying. Oh, definitivamente se está sonrojando ahora, mierda. "Es genial.
Me alegro". Dios, es un ser humano ridículo. Bueno, si está siendo ridícula, también podría
jugarse el todo por el todo. Wei Ying respira hondo y dice, lo más despreocupadamente que
puede, "Ey, después de la cena ¿quieres repetir lo de anoche?"

Lan Zhan se queda muy quieta, con algo de desconfianza en las líneas de su rostro.
"¿Repetir?"

"Sí", dice Wei Ying, avanzando alegremente, porque si se va a estrellar lo hará con todo el
puto pecho. "Tal vez no el baile lento, pero podemos ponernos el pijama y pedir los mismos
postres y comerlos en la cama y ver La Momia, y esta vez sí podrás recordar todo".

Lan Zhan mira a Wei Ying como si fuera una nueva e inusual especie de pájaro que corteja
moviendo el culo y gritando. "¿Querrías hacerlo?", pregunta ella, con palabras titubeantes,
dando pasos en un sendero que se desmorona al borde de un acantilado.
"¡Por supuesto!" Ni siquiera es una mentira. Wei Ying comería el postre y se acurrucaría con
Lan Zhan mientras ven películas, cualquier día y a cualquier hora. Sin embargo,
probablemente sería demasiado fuerte decir eso en voz alta, así que dice: "Lo decía en serio
cuando dije que fue agradable".

Lan Zhan la mira durante un poco más de tiempo, con un cálculo mental muy loco detrás de
sus ojos. "Okey", dice finalmente, con la oreja expuesta aún más rosada. "Si te sientes
cómoda con eso".

"Muy cómoda", le asegura Wei Ying, esperando que Lan Zhan no pueda oír lo fuerte que late
su corazón. "Y si te sientes lo suficientemente cómoda, podemos aspirar a una recreación
perfecta en la que vuelvas a quedarte dormida sobre mi estómago". Lo palmea, sonriendo
para disimular su nerviosismo. "Lo decía en serio cuando dije que este chico malo puede ser
una almohada para muchos Lan Zhans".

Lan Zhan da un largo trago a su agua con gas, su garganta trabaja. "Lo tendré en cuenta",
dice, dejando el agua.

"Solo tienes que decírmelo", insiste Wei Ying, y luego se mete suficiente comida en la boca
como para no poder volver a hablar.

Las cosas se sienten un poco menos incómodas después de eso, tal vez. O, si no menos
incómodas, al menos diferentes. Parece que ambas saben que están a punto de hacer algo
ridículo, pero están de acuerdo en que van a hacer esa cosa ridícula juntas. Hay solidaridad.
Wei Ying lava los platos después de comer y sale del baño para encontrar a Lan Zhan
frunciendo ligeramente el ceño frente al menú del servicio de habitaciones.

"¿Dijiste que pedí la tarta?" Pregunta como si tratara de obligarse a recordar la noche anterior
solo por fuerza de voluntad.

"De fresa y ruibarbo", confirma Wei Ying. "Lo elegiste después de señalar con mucho
cuidado la tarta de queso de ocho dólares, porque incluso ebria querías que supiera que
habías ganado la apuesta".

Lan Zhan esboza una pequeña sonrisa. "Eso sí que suena a mí", admite. "¿Pediste el pastel de
chocolate?"

"¿Te acuerdas ahora?" Pregunta Wei Ying, con auténtica curiosidad. "¿Es un recuerdo basado
en el contexto?"

"No lo recuerdo", dice Lan Zhan con una pizca de luto. "Pero a Wei Ying le gusta el
chocolate".

"Es cierto", dice Wei Ying, "y me opongo moralmente a gastar ocho dólares en una sola
porción de tarta de queso descongelada cuando puedo conseguir una entera en el Comercio
de Joe por diez. Voy a pedir el pastel de nuevo. ¿Vas a llamar"?

"Mn." Lan Zhan va a llamar por teléfono, y Wei Ying aprovecha para ponerse el "pijama",
que a estas alturas significa básicamente quitarse el sujetador y la camiseta y ponerse la
camiseta de tirantes con la que estuvo durmiendo, puesto que ya lleva los pantalones de yoga.
También se quita los pendientes, tratando de respirar entre la nerviosa anticipación que se le
agita en el estómago mientras se lava la cara. Van a comer el postre en la cama y a ver una
película. ¡Algo totalmente normal! ¡No está asustada en absoluto!

Wei Ying sale del cuarto de baño y se enfrenta directamente a Lan Zhan, que lleva en la mano
su camisón y parece sorprendida de que se haya cruzado con ella. "Lo siento", dice Lan Zhan
inmediatamente. "Estaba..."

"¡No pasa nada!" dice Wei Ying, alejándose un paso de Lan Zhan y sus tetas y su proximidad
con el cuerpo de Wei Ying. "Te dejaré..." y señala el baño mientras se aparta a un lado. Wei
Ying quiere huir, pero en realidad no hay ningún lugar al que huir, así que se tira en la cama
boca abajo y se reprende a sí misma por ser lo peor, vamos, chica.

"Es posible que no sea capaz de recordar lo de anoche", dice la voz de Lan Zhan desde el otro
lado del tabique de la habitación, piensa ella, "pero creo que esa posición dificultará ver una
película".

"Estoy muy decidida", dice Wei Ying en las sábanas. "Puedo hacer que funcione".

"Te creo", dice Lan Zhan, y la cama se inclina al sentarse en ella, probablemente. La verdad
es que es un poco difícil de decir, dado el tamaño de la cosa. Wei Ying se revuelve hasta que
puede asomarse a Lan Zhan a través de su pelo, sólo para estar segura. Sí, Lan Zhan está
encaramada en la esquina más alejada de la cama, con las elegantes piernas dobladas hacia un
lado, la cara sin maquillaje y brillante por la crema hidratante, el puto camisón tan
transparente como siempre, flotando sobre las puntas de sus pechos como la mano de un
amante, o algo igual de florido y ridículo. Wei Ying quiere frotar su cara por la de Lan Zhan.
Quiere besar el encaje de su escote hasta poder morder su clavícula. Quiere enterrar sus
manos en ese elegante pelo negro y sentir su cálido peso.

"¿Cómo debemos proceder?", pregunta Lan Zhan, absurdamente formal para alguien cuyos
pezones están prácticamente expuestos. "Confiaré en ti para que me guíes durante esta
'repetición'".

Claro. La repetición. La repetición para Lan Zhan. La repetición de Lan Zhan. La razón por
la que están descansando en una cama a las siete y media de la tarde, por un valor
determinado de descanso que incluye el pánico de Wei Ying y el nerviosismo de Lan Zhan.
Lo que Wei Ying sugirió, mierda. Esa repetición.

"Bueno", dice ella, recuperando lo suficiente como para ponerse de espaldas, "técnicamente
ya omitimos algunos pasos, desde que la última vez te quité el maquillaje y te puse la loción
facial. Creo que a estas alturas necesitamos que lleguen los postres, y entonces podremos
retomar el camino".

Alguien llama a la puerta inmediatamente después de este pronunciamiento, que es el tipo de


sincronización absurda que Wei Ying siempre se siente culpable por escribir en sus libros.
"Yo voy", dice Lan Zhan, levantándose suavemente y deslizándose hacia la puerta. Wei Ying
espera que se ponga un cárdigan antes de abrirla, o al pobre trabajador del servicio de
habitaciones le va a dar un puto infarto. Wei Ying aprovecha para sacar su portátil y volver a
poner en espera a La Momia. Tal vez esta vez sí puedan ver la película completa. Tal vez sea
capaz de prestar atención a la película esta vez en lugar de tener todo su ser enfocado en la
calidez y la proximidad de Lan Zhan.

Probablemente no, pero una chica puede tener esperanzas.

"Postre", Lan Zhan anuncia innecesariamente, dejando ambos platos en el centro de la cama
y su cárdigan de la modestia sobre el tabique de la habitación. "¿Y ahora qué?"

"Debemos apagar las luces", dice Wei Ying, tratando de sonar como si eso fuera algo normal
cuando uno está a punto de ver una película (lo cual es, honestamente) y no como si estuviera
tratando de darle al lugar Vibraciones Románticas.

Lan Zhan asiente con la cabeza y se pone a dar vueltas, apagando todo excepto las dos
lámparas de las mesitas de noche y dejándolas en su posición más tenue. Se sube a la cama
con cuidado y se arrodilla en su lado del absurdo colchón, con los ojos expectantes en Wei
Ying. "¿Y ahora?"

"Ahora comemos el postre y vemos La Momia". Wei Ying se pone las almohadas a la espalda
y se acomoda para pasar una fiesta de pijamas totalmente genial con su mejor amiga,
intentando que no se note que le tiemblan las manos.

Lan Zhan asiente como si acabara de descubrir algo. "Tu película del despertar bisexual",
dice, como si citara de algún lugar.

"¿Seguro que no recuerdas lo de anoche?" Wei Ying recoge los platos para que Lan Zhan
pueda desplazarse para ver la película de verdad sin preocuparse de patear nada y hace lo
posible por no mirar demasiado el movimiento de la seda blanca sobre las curvas del cuerpo
de Lan Zhan.

"No lo recuerdo, pero publicas sobre La Momia en Twitter un promedio de una vez cada tres
meses". Lan Zhan se apoya en el cabecero sobre su propio montículo de almohadas, con las
largas y tonificadas piernas estiradas delante de ella, y acepta amablemente un plato.

Wei Ying frunce el ceño y se inclina hacia delante para dar comienzo a la película. "Me
parece correcto", admite, "pero, sinceramente, habría creído que había hablado más que eso".

"Por favor, no tomes mi comentario a destiempo como un análisis estadístico real", dice Lan
Zhan. Destapan sus platos casi al mismo tiempo y se dan cuenta de que cada una de ellas
tiene el postre de la otra, y se intercambian al unísono sin decir nada. Lan Zhan da un
pequeño mordisco a su tarta, emite un sonido de satisfacción y lo sigue con otro mordisco
más grande. Wei Ying tararea, y Lan Zhan aclara: "No sabía si me iba a gustar estando sobria,
pero está bastante bueno".

"Oh, qué bien", dice Wei Ying, algo se desata en ella ante esa admisión. "Me alegro". ¡Algo
objetivamente bueno! ¡Eso es definitivamente un comienzo! Traga la tarta de chocolate, que
no sabe más que a ceniza en su nerviosismo, y bromea: "Sabes Lan Zhan, si quieres que esto
sea una verdadera repetición, tienes que sentarte mucho más cerca".
Lan Zhan mira a Wei Ying, con la música dramática que suena de fondo en los altavoces del
portátil. Wei Ying la mira, tratando de ser entre sincera y juguetona. Es decir, sí, quiere
abrazarla, pero si Lan Zhan no quiere, ¡no hay problema!

"Mn", dice finalmente Lan Zhan, apenas audible. "Está bien". Se acerca con movimientos
cautelosos, como si Wei Ying fuera un gato que se asusta con facilidad, y cuando Wei Ying
no se sobresalta y sale corriendo de la cama, presiona los hombros de ambas, sus pies se
apoyan en los de Wei Ying como en una foto de archivo que intenta dar a entender que dos
personas acaban de follar sin tener que decir que lo hicieron. "¿Bien?" Pregunta. Wei Ying no
puede sentir las vibraciones de su voz, pero siente que debería poder sentirlas y tiene que
reprimir un estremecimiento.

"Bien", confirma. "Excelente. Lo estamos haciendo muy bien". Wei Ying está pasando el
mejor momento de su vida y está tan emocionada que podría vibrar a través del espacio-
tiempo. Esta idea fue genial. Ella es su peor enemigo.

"Mn", dice Lan Zhan de nuevo. Vuelve su atención a la película, como una persona normal
que trata esta experiencia normalmente, en lugar de como un gremlin salvaje y cachondo que
quiere abordar a su mejor amiga con la boca primero y untar el pastel por todas las sábanas
blancas y limpias. Wei Ying también devuelve su atención a la película e intenta verla.

"Si se trata de una verdadera repetición", dice Lan Zhan, después de quince minutos de
película que Wei Ying no logra asimilar en absoluto, "creo que dijiste que debería haber
más... ¿abrazos involucrados?"

El tenedor de Wei Ying se revuelve contra su plato vacío. "Uh", dice inteligentemente. "Sí.
Um. ¿Si quieres?"

Lan Zhan asiente lentamente en la visión periférica de Wei Ying, haciendo girar la cuchara en
su mano distraídamente. "Si nos esforzamos, deberíamos hacerlo bien. ¿Estás de acuerdo?"

"Sí", dice Wei Ying, con la cabeza vacía. "Sí, claro. Ven aquí".

En lugar de venir inmediatamente, Lan Zhan recoge los platos de ambas y se acerca al borde
de la cama para llevarlos a la mesa. Eso es bueno. Eso es inteligente, sí, abrazarse con los
platos a su alrededor es una mala idea. Lan Zhan se arrastra de nuevo en la cama, dándole a
Wei Ying una muy buena visión de la parte delantera del camisón, y Wei Ying vuelve a mirar
la película y se pregunta cómo de jodidamente roja está su cara.

"¿Cómo hice...?" Lan Zhan pregunta, asomándose a Wei Ying de una forma nerviosa y sexy,
y a la vez Wei Ying, mucho más nerviosa y menos sexy, se palmea el estómago y dice: "¡Soy
la almohada!" Con una voz al menos una octava más alta de lo habitual. Lan Zhan se
acomoda cautelosamente, con la oreja pegada al estómago de Wei Ying, y se queda ahí como
una estatua. Wow. Wei Ying tiene los sudores nerviosos entre las tetas y en la parte baja de la
espalda y Lan Zhan parece incluso más nerviosa, lo cual es realmente impresionante. O eso o
realmente odia los abrazos, pero para alguien que odia los abrazos seguro que decidió
voluntariamente hacer algunos abrazos, así que Wei Ying se queda con la teoría de los
nervios. Espera fervientemente que su estómago no gorjee de forma desagradable en algún
momento y se extiende para acariciar el hombro tenso de Lan Zhan.

"Ey", dice en voz baja. "Está bien. Solo soy yo. Puedes respirar".

Lan Zhan lo hace, una inhalación entrecortada y una exhalación más suave, con el aliento
caliente a través de la camiseta de Wei Ying. Su hombro se afloja un poco bajo la mano de
Wei Ying, lo cual es bueno, pero tiene los dos brazos curvados delante de ella como una
mantis religiosa, lo cual es menos bueno.

"Puedes rodearme con el brazo de arriba si quieres", ofrece, porque ahora Lan Zhan es el gato
asustado. "Será más cómodo".

Lan Zhan duda, pero accede y pasa el brazo por encima de las caderas de Wei Ying. Wei Ying
le acaricia el hombro como una especie de felicitación, y algo finalmente hace clic en Lan
Zhan, porque se retuerce más, con el brazo apretado alrededor de Wei Ying como palanca, y
se acomoda en una posición que realmente parece cómoda. Suspira, con el cuerpo relajado, y
roza con el pulgar el dobladillo de la camiseta de Wei Ying.

"¿Era así?", pregunta, y ahora Wei Ying puede sentir realmente que su voz retumba.

"Mmmhmm", dice Wei Ying, atreviéndose a acariciar la elegante y cálida caída del pelo
trenzado de Lan Zhan. "Hasta que te quedes dormida, cosa que no estás obligada a hacer esta
noche, pero si lo haces está bien".

"Mn", dice Lan Zhan pensativamente. "Gracias por permitirme dejar mis opciones abiertas".

"Muy bisexual por mi parte, dejar las opciones abiertas", dice Wei Ying sin más. Lan Zhan
suelta una risa casi silenciosa y se acurruca un poco en el estómago de Wei Ying, el vello
espinoso de su afeitado lateral roza contra su camiseta. "¿Está bien así?" Pregunta Wei Ying,
con la caja torácica llena de algo tan tierno que duele hablar a través de ella, como un
moretón en el corazón. "¿Es bueno?"

Lan Zhan asiente, respirando lenta y uniformemente. "Sí", dice casi en silencio. "Es bueno".

"Bien", dice Wei Ying con firmeza, con los dedos recorriendo el cabello de Lan Zhan. "Me
alegro, jiejie". La respiración de Lan Zhan se entrecorta un poco, y Wei Ying detiene su
mano. "¿Jiejie? ¿Está todo bien?"

"Sí", dice Lan Zhan, deliberadamente relajándose de nuevo. Respira lentamente y dice:
"Dejaste de llamarme así hoy".

Wei Ying frunce el ceño. "Qué, ¿Jiejie?"


Lan Zhan asiente, la mejilla frota suavemente contra los abdominales de Wei Ying, la mano
aprieta la cadera de Wei Ying. "Me preocupaba haber hecho algo anoche que te hizo... Te
hizo sentir que tenías que estar más distante".

"Oh, Lan Zhan", dice Wei Ying, sintiendo que su corazón se rompe, "Lan Zhan, jiejie, no es
así". Acaricia la curva del cráneo de Lan Zhan, con la otra mano apoyada en el antebrazo de
Lan Zhan, tratando de presionar su sinceridad en la piel de Lan Zhan. Dios, ni siquiera están
fingiendo ver la película ahora. "Nunca", dice ella con firmeza. "Nunca jamás, Lan Zhan,
nunca podrías hacer nada que hiciera que me alejara".

Lan Zhan respira entrecortadamente y gira su cara hacia el estómago de Wei Ying,
abrazándola. "Okey", dice después de unos largos momentos en los que respira cálidamente
en la camiseta de Wei Ying. "Okey".

Wei Ying siente la presencia espiritual de Jazmín sobre su hombro, gritando: "¡DILE CÓMO
TE SIENTES!" Puede sentir las palabras presionando su garganta. Deberían ser fáciles de
decir. Las escribe todo el tiempo. Se gana la vida con apasionadas declaraciones de amor.
Debería ser capaz de abrir la boca y decir: "Lan Zhan, estoy enamorada de ti", sin querer
morir. Ella lo va a hacer. Mierda, espera que Lan Zhan no pueda escuchar los latidos de su
corazón a través de su estómago. ¿Es así como funciona la anatomía? No, no hay tiempo para
preguntas de anatomía.

"Lan Zhan", dice Wei Ying, tan mareada que si no estuviera ya acostada probablemente se
caería. "Quiero-" "decirte algo", intenta decir, pero se le queda en la garganta. ¿Así es como
se siente la asfixia? ¿Existe el Heimlich pero para las emociones?

"¿Wei Ying?" Lan Zhan pregunta después de un momento, comenzando a levantar la cabeza
del estómago de Wei Ying, que, no, mierda, si va a tener esta conversación no puede ser cara
a cara.

"¡Quiero hablar de un punto de la trama contigo!" Wei Ying dice con pánico. "¡Para un
libro!"

A la mierda toda la vida de Wei Ying.

"...De acuerdo", dice Lan Zhan, claramente un poco confundida, pero se vuelve a acomodar y
deja que Wei Ying siga acariciando su pelo. Okey. Okey. Esto es malo, pero se puede salvar.
Probablemente. ¿Tal vez pueda insinuar la situación y ver si Lan Zhan se da cuenta? Eso
cuenta principalmente para decirle a Lan Zhan cómo se siente.

(Wei Ying es consciente de que Jazmín no estaría de acuerdo y elige ignorar eso por el
momento).
"Así que", dice Wei Ying, tratando de inventar una trama sobre la marcha que, con suerte, no
revele demasiado, "mis protagonistas. Dos damas". Lan Zhan emite un zumbido de
aprobación. "Se conocen desde hace tiempo, pero tuvieron misiones diferentes. En el jianghu.
Así que no se ven con frecuencia. Pero ahora están juntas. Quiero decir, en la misma..."
Mierda, no puede decir "la misma habitación de la posada", eso es demasiado realista, Lan
Zhan se dará cuenta inmediatamente. "-Casa de campo abandonada", improvisa. "En las
montañas. Y hay una terrible tormenta, así que no pudieron salir durante una semana".

"Ah", dice Lan Zhan con conocimiento de causa. "Cabaña Canadiense".

"Exactamente", dice Wei Ying, jugando con la punta de la trenza de Lan Zhan. "Así que fue
muy agradable, ya sabes, estuvieron cocinando y comiendo juntas y la cabaña solo tenía una
cama, así que obviamente la compartieron".

"Por supuesto", dice Lan Zhan, la diversión se enrosca en su voz como el humo del incienso.
"Ninguna cabaña abandonada o cueva oportuna o última habitación de la posada tiene nunca
dos camas".

"Sería narrativamente insatisfactorio que hubiera dos camas, aunque, para ser sincera, tengo
ganas de escribirlo y ver si puedo hacerlo funcionar", dice Wei Ying, consiguiendo distraerse
un poco del objetivo de este ejercicio con la brillante idea de "había, de hecho, dos camas".
"De todos modos, fueron como unas pequeñas vacaciones domésticas de sus vidas reales,
pero la- la tormenta que las había mantenido atrapadas en el lugar por fin se disipó, y ambas
saben que al día siguiente volverán a tomar caminos diferentes, porque sus, eh, búsquedas las
llevan en direcciones distintas." Wei Ying traga, tratando de forzar a su corazón a salir de su
garganta y volver a su pecho, a donde pertenece. Los antiguos griegos pensaban que el útero
a veces vagaba por el cuerpo causando el caos, lo cual es incorrecto y misógino, pero Wei
Ying está empezando a pensar que tal vez tenían razón en cuanto a la mecánica pero se
equivocaban en cuanto a qué órgano se aplicaba.

"¿Dónde está el conflicto?" Lan Zhan pregunta. "¿No quieren irse?"

"Bueno", dice Wei Ying, con la voz vacilante, "mi punto de vista del personaje para este, um,
este enfrentamiento. Está enamorada de la otra mujer. Lo está desde hace mucho tiempo". Oh
no, Wei Ying está empezando a llorar, esto no es sutil. "Y mientras estuvieron atrapadas en la
casa de campo, se dio cuenta de lo mucho que extraña a su amiga cuando están separadas, y
solo le queda una noche antes de que se separen de nuevo, y ella... ella realmente quiere
decírselo, pero no quiere arruinar su relación, porque aunque no se ven, ellas se escriben,
todo el tiempo, y su amiga siempre... siempre la apoyó y la ayudó, toda su vida". Ella aspira
aire, temblorosa, y Lan Zhan tiene que darse cuenta de que algo está pasando ahora, ¿no?

"¿Cómo...?" Lan Zhan empieza, con voz áspera, con los dedos clavados en la cadera de Wei
Ying lo suficientemente fuerte como para que le duela un poco. "¿Cómo se siente su amiga?"
"Ella no lo sabe", dice Wei Ying, parpadeando furiosamente, forzando a sus lágrimas a
retroceder solo con la fuerza de voluntad. "Ella... espera que su amiga sienta lo mismo, tal
vez, pero no lo sabe, y son amigas desde hace mucho tiempo, así que piensa que si su amiga
estuviera interesada, ya habría sucedido".

"Wei Ying", dice Lan Zhan, absolutamente descarnada, pero la boca de Wei Ying está
corriendo ahora y no puede detenerla, es una botella de champán descorchada que explota
sobre una mesa desprevenida.

"Tiene mucho miedo de cagarla, pero también tiene miedo de que, si no lo intenta, nunca
tendrá otra oportunidad, y no sabe qué hacer, porque su amiga siempre fue muy firme,
siempre estuvo ahí para ella, y si pierde eso la destruiría, pero ella... quiere mucho, la ama
tanto, jiejie..."

La boca de Lan Zhan se posa sobre la suya, cortando su divague, y las palabras de Wei Ying
tartamudean en un jadeo de sorpresa. El ángulo es malo, y Lan Zhan apenas mantiene el
equilibrio, apoyada en una rodilla y un brazo y retorcida torpemente. Es seco y demasiado
duro, y Wei Ying sigue casi llorando, con un bulto de mocos llorosos atrapado en la parte
posterior de su garganta.

Es sin duda el mejor puto beso de toda la vida de Wei Ying.

Lan Zhan se aparta antes de que Wei Ying pueda hacer otra cosa que tensarse por la sorpresa,
con las orejas muy rosadas y la cara abierta por el terror. "Wei Ying", dice con voz ronca,
"yo... yo..."

Wei Ying sostiene su cara con ambas manos. No va a dejar que Lan Zhan se escape ahora.
"Sí", dice, temblando por cada centímetro de su cuerpo. "Lan Zhan - jiejie - sí". Traga, con el
doble propósito de concentrarse y deshacerse del asqueroso nudo en la garganta (¡victoria en
ambos casos!) y mira a Lan Zhan fijamente a los ojos. "Yo soy la protagonista", dice, por si
no era obvio. "Se trata de mí". Lan Zhan asiente, con la cara todavía entre las palmas de Wei
Ying, y el terror de su rostro se desvanece en algo suave y maravilloso. Wei Ying respira
profundamente, todavía con pánico, con los labios hormigueando y el pulso acelerado. "Lan
Zhan", susurra, dejando que su pulgar roce uno de esos pómulos esculpidos por el cielo. "Lan
Zhan, te amo".

Los ojos de Lan Zhan se cierran, un temblor le recorre toda la columna vertebral. "Wei Ying",
dice, moviéndose para no caerse, de rodillas junto a la cadera de Wei Ying, con una mano en
el colchón para mantener el equilibrio, y la otra subiendo hasta la nuca de Wei Ying. Abre los
ojos, húmedos en las comisuras, y oh, la emoción que hay en ellos, el calor y el afecto que
Wei Ying se da cuenta de que vio a lo largo de la conferencia, pero que nunca había
entendido hasta ahora. "Te amo", dice, con una voz baja y cálida. " Estoy enamorada de ti. Es
como si te hubiera amado siempre".
"Oh", dice Wei Ying -autora profesional de romances-, y todas sus palabras se pierden en el
estruendo de los latidos de su corazón. "Qué bien", dice, cuando dos de sus palabras vuelven
a sonar, y entonces renuncia por completo a las palabras y atrae a Lan Zhan para besarla de
nuevo. Lan Zhan fluye con ella con facilidad, inclinando la cabeza y acoplándose a ella como
si hubiera nacido para besar a Wei Ying. Es suave y dulce, las manos temblorosas de Wei
Ying en la cara de Lan Zhan, los dedos de Lan Zhan extendidos, cálidos y amplios, por la
nuca de Wei Ying. Se separan con un pequeño sonido húmedo y vuelven a sumergirse
inmediatamente, compartiendo aliento y calor. El cerebro de Wei Ying va a mil por hora. Lan
Zhan la ama. Lan Zhan la ama. Lan Zhan la ama. Es tan maravillosamente absurdo que Wei
Ying se ríe dentro del beso, abriendo la boca sobre la de Lan Zhan con una sonrisa. Parece
que Lan Zhan toma esto como una invitación, porque se lanza, con la mano firme en la nuca
de Wei Ying y su lengua electrizante que recorre toda su columna vertebral. Wei Ying gime,
se retuerce involuntariamente y retira a tientas las manos de la cara de Lan Zhan para
ponerlas en sus caderas, tirando de ellas en una petición urgente y silenciosa. Lan Zhan habla
"caliente", aparentemente, porque balancea una pierna sobre la de Wei Ying y se sienta
encima de ella en una postura a horcajadas, demonios, sí.

"¿Bien?" Lan Zhan retumba contra su boca, con las uñas arañando el corte inferior de Wei
Ying y la otra mano extendida sobre la caja torácica de Wei Ying y deslizándose hacia arriba
en un tipo de pregunta muy sugerente.

"Si te detienes, moriré", dice Wei Ying, aferrándose a las musculosas caderas de Lan Zhan.
Es tan cálida a través de la seda, y la propia seda es elegante y cara, y Wei Ying, de hecho,
había desarrollado alguna clase de fetiche por la seda en los últimos treinta segundos.

Afortunadamente para la futura existencia de Wei Ying, Lan Zhan la besa de nuevo, lamiendo
en su boca como si fuera su dueña. Sabe a pastel, a canela y a dulzura. Wei Ying no puede
dejar de emitir sonidos, urgentes y desesperados. Se siente como si estuviera a punto de volar
en cien mil pedazos brillantes y solo el peso de Lan Zhan la mantiene en su lugar.

Entonces Lan Zhan cubre su teta con una mano enorme y cálida que se extiende con facilidad
por toda ella, y Wei Ying se sacude con tanta fuerza que accidentalmente da una patada a su
ordenador portátil en la cama.

"Oh, dios mío", jadea cuando Lan Zhan se retira con probablemente al menos dos preguntas
sobre lo que acaba de suceder. "Sí, por favor, ¿pero también mi portátil?" A Wei Ying le
duelen los dedos de los pies, y no le importa en absoluto, pero es muy probable que si sigue
así acabe pateando su ordenador por completo fuera de la cama.

Lan Zhan se incorpora, retirando las manos (trágico) y alcanzando e inclinándose para cerrar
el portátil mientras Evie lee en egipcio antiguo, interrumpiendo su canto. Wei Ying se
disculpa con ella y con Rick O'Connell, prometiendo que ella y Lan Zhan volverán a ver la
película completa alguna vez, y se olvida de esta promesa inmediatamente cuando Lan Zhan
deja el portátil en la mesita de noche y pone su boca en el cuello de Wei Ying.
"Haaaaaah", dice, y sus manos suben desde las caderas de Lan Zhan hasta los hombros y
luego se enredan en su pelo. Lan Zhan zumba con la boca abierta y Wei Ying inclina la
cabeza para darle más acceso, y vuelve a gemir cuando Lan Zhan le muerde la unión del
cuello con el hombro. Wei Ying está acalorada por todas partes, con el sudor punzante en las
sienes y un puto fuego entre las piernas. Desearía que Lan Zhan estuviera entre sus piernas, o
al menos uno de sus muslos, algo contra lo que Wei Ying pudiera chocar. Aprieta los muslos
y se retuerce, buscando la fricción con urgencia mientras la boca de Lan Zhan se abre paso,
caliente y húmeda, hasta el lóbulo de su oreja.

"Hermosa", ronronea Lan Zhan en el oído de Wei Ying, con sus tetas aplastadas contra las
suyas, de modo que hay un poco de fricción compartida en los pezones, aunque Wei Ying
todavía no pueda conseguir nada en el departamento del clítoris. Muerde el lóbulo de la oreja
de Wei Ying. Wei Ying pierde la cabeza y arrastra a Lan Zhan hacia arriba al mismo tiempo
que se desliza por la cama hasta que las sexys tetas de Lan Zhan, cubiertas de seda, quedan
por fin a la altura de su cara. Hay un segundo en el que todo el cerebro cachondo de Wei Ying
se queda en cortocircuito, la seda pura apenas camufla la pesada caída de los pechos de Lan
Zhan y los círculos oscuros de sus pezones, y se queda mirando asombrada durante el tiempo
suficiente como para resultar probablemente raro.

Luego vuelve en sí y mete la cara entre ellos.

"¿Tienes una puta idea?", dice ella, amortiguada, ahuecando la suave carne en sus manos, los
pulgares buscando los pezones de Lan Zhan mientras acaricia allí muy bien, "lo que me
estuviste haciendo este fin de semana, Lan Zhan? ¿Sabes qué aspecto tienes con este puto
camisón porno?"

Lan Zhan se ríe, la vibración de la misma cosquillea los labios de Wei Ying. "No empacaste
el pijama", dice, aferrándose al cabello de Wei Ying y chocando alegremente sus tetas contra
la cara y las manos de Wei Ying.

"No te escuché quejarte", le dice Wei Ying al esternón de Lan Zhan. Apenas puede respirar y
se moriría felizmente aquí, con la suave seda en la cara y la calidez del jazmín y el sándalo de
Lan Zhan a su alrededor. Hmm. Si muriera antes de llegar a la boca de Lan Zhan de forma
real, sería una tragedia. Entonces será mejor que empiece a tachar cosas de la lista de deseos.
Así decidida, Wei Ying se desplaza un poco y consigue que sus labios rodeen un pezón. La
seda se interpone un poco hasta que la lengua de Wei Ying se une a la fiesta y lo moja todo.
Entonces es sexy, la tela transparente prácticamente no está allí, solo el pezón caliente y firme
de Lan Zhan en su boca y su respiración entrecortada agitándose a través de ambas.

"Wei Ying", gime Lan Zhan, con las caderas balanceándose contra su estómago, el calor
húmedo irradia a través de la camiseta de tirantes de Wei Ying. Wei Ying chupa
amablemente, pellizcando el otro pezón de Lan Zhan entre sus dedos, y, como respuesta, el
escalofrío de Lan Zhan la marea. O eso, o Wei Ying realmente necesita respirar. Se aparta con
un jadeo, mira la marca transparente y húmeda que había dejado y se dispone a añadir otra en
el otro lado para ser justa o algo así. Tal vez pueda pedirle a Lan Zhan que se ponga este
camisón en la ducha, como un favor a ella específicamente. Cree que podría ser
completamente transparente. A Wei Ying le gustaría mucho presenciar eso. Probablemente
podría morir feliz después de ver eso.

La mano de Lan Zhan se desliza entre las dos y toma un pecho de Wei Ying, atraída por el
norte magnético. Wei Ying gime alrededor del pezón de Lan Zhan y resuelve no morir nunca,
en realidad, cuando hay tantos lugares que Lan Zhan no había tocado todavía. El pulgar de
Lan Zhan rodea el duro pezón, ahora por fin apretado porque alguien lo está tocando en lugar
de hacerlo por el aire acondicionado de la habitación del hotel, y Wei Ying se arquea ante el
contacto.

"Joder", dice con urgencia, amasando los pechos de Lan Zhan porque se siente tan
jodidamente bien que no puede contenerse, "Lan Zhan -jiejie- tócame, por favor".

"Te estoy tocando", dice Lan Zhan, un poco sin aliento para que resulte tan petulante como
probablemente pretendía, pero también vuelve a sentarse obedientemente sobre las caderas de
Wei Ying y tira de los tirantes de la camiseta hacia abajo hasta que los brazos de Wei Ying
quedan atrapados a los costados (sexy) y sus pechos expuestos al aire (más sexy). Lan Zhan
emite un gruñido de aprobación en el fondo de su garganta, rechinando contra el pubis de
Wei Ying casi distraídamente, y tira de ambos pezones a la vez. Wei Ying se estremece y sus
manos se agitan en los muslos de Lan Zhan, y el tacto desciende por su cuerpo hasta su
vagina con tanta fuerza que siente que se derrama en su ropa interior. A este paso va a
empapar sus pantalones de yoga.

"Pantalones", dice, cuando una parte vagamente racional de su cerebro resurge. "Fuera,
pantalones". Lan Zhan parece ignorar esta petición y prefiere bajar por el cuerpo de Wei Ying
para recrear la apertura de la letra de Fuck the Pain Away, con la boca sellada alrededor de
uno de los pezones palpitantes de Wei Ying y chupa con fuerza. Wei Ying vuelve a agitarse, y
con una mano agarra la trenza de Lan Zhan para mantenerla en su sitio, y con la otra tantea su
propia cintura. Va a liberarse de la tiranía de los pantalones de yoga, y lo va a hacer ahora.

Lan Zhan, por suerte, es una gran multitarea y baja una mano para ayudar a Wei Ying en esta
misión vital. Entre los dos consiguen bajarle los pantalones de yoga a Wei Ying por el culo y
luego por una pierna. Lan Zhan parece pensar que esto es suficiente, porque se pone a
horcajadas sobre dicha pierna al mismo tiempo que lame por el esternón de Wei Ying para
probar su otro pezón. Una distribución justa de la estimulación de los pezones para todos. Es
una plataforma que Wei Ying puede apoyar, o podrá apoyar una vez que Lan Zhan deje de
chuparle las tetas con tanta intensidad y pueda volver a pensar con coherencia. Al menos está
lo suficientemente convencida como para doblar su pierna desnuda por la rodilla y plantar su
talón en el colchón en un instinto de follar como una dama cis, con la intención de darle a
Lan Zhan algo contra lo que moler a través de su ropa interior.
Posteriormente, Wei Ying casi se teletransporta fuera de la cama cuando Lan Zhan se mueve
un poco, apartando su camisón y poniendo su coño húmedo, caliente e inconfundiblemente
desnudo en el muslo de Wei Ying.

"¡Tú-!" Wei Ying jadea, encantada y avergonzada por igual, con la cara caliente y el cuerpo
más caliente. "¿No tenías ropa interior?"

Lamentablemente, Lan Zhan no puede responder y chupar la teta de Wei Ying al mismo
tiempo. Se separa con un chasquido para decir: "No uso ropa interior en la cama", muerde la
curva del pecho de Wei Ying y añade: "Es bueno para la salud de la vagina permitir el flujo
de aire durante la noche". Dice esto con cara seria mientras monta la pierna de Wei Ying, tan
húmeda que el deslizamiento es básicamente sin fricción. Wei Ying casi pensaría que no está
afectada, pero hay algunos signos sutiles del desenfreno de Lan Zhan: sus orejas están rojas y
brillantes, sus ojos son todo pupila, respira con dificultad y, oh sí, está untando su vagina
hirviente por toda la piel de Wei Ying con movimientos urgentes.

"No puedo creer que tu vagina haya estado fuera todo este tiempo", dice Wei Ying,
acariciando la cara de Lan Zhan con una mano (apartando accidentalmente su teta en el
proceso cuando la correa de la camiseta de tirantes tiene que moverse para permitirlo, F en la
charla para la vista de Lan Zhan) y acariciando su pulgar sobre el labio inferior rojo por los
besos de Lan Zhan. Su otra mano, aparentemente, se unió a la de Lan Zhan para quitarle el
camisón y ahora se extiende posesivamente por el culo de Lan Zhan. Gran elección, otra
mano. "Si hubiera sabido que tu vagina estaba fuera nunca habríamos llegado a la película,
Lan Zhan", le dice Wei Ying sin aliento. "Habría estado entre tus piernas comiéndote como si
fueras mi pedido de postre del servicio de habitaciones".

Lan Zhan se estremece y cierra los ojos. Se lleva a los labios el pulgar de Wei Ying, lo
muerde y lo mantiene atrapado entre sus dientes mientras sus caderas se mueven. ¿Se mueve
más rápido? Wei Ying cree que se mueve más rápido. "¿Te gusta la idea?", pregunta,
acariciando la cadera y el culo de Lan Zhan hasta su cintura, toda ella suave y musculosa.
"¿Te vas a correr pensando en que te chupe el clítoris hasta que esté completamente
empapada de ti? ¿Quieres que huela a ti, jiejie?"

Lan Zhan asiente, lamiendo la yema del pulgar de Wei Ying. Wei Ying puede sentir el
temblor de las piernas de Lan Zhan y la tensión de sus abdominales. Está tan caliente que
Wei Ying no puede soportarlo, no puede soportar no tener algo en su dolorido clítoris. Saca el
pulgar de la boca de Lan Zhan y mete la mano en su ropa interior empapada, el roce de sus
dedos es tan bueno que gime como si fuera ella la que estuviera a punto de correrse. Tal vez
lo sea. La noche había estado llena de sorpresas hasta ahora. Correrse con la menor
estimulación que haya tenido nunca parece que puede ser posible, por qué no.

"Ah", dice Lan Zhan, acariciando las tetas de Wei Ying, con la otra mano metida en las
sábanas, "Wei Ying..." Ahora está jadeando completamente, el rojo de sus orejas finalmente
baja a sus mejillas, la boca abierta para mostrar un destello rosado de la lengua.
"Hazlo", dice Wei Ying, agarrando el culo de Lan Zhan para animarla, tocando su propio
clítoris en pequeños círculos que la tienen apretando en nada. "Córrete conmigo, Lan Zhan,
hazlo".

Lan Zhan asiente nebulosamente, folla el muslo de Wei Ying dos veces más, y su orgasmo
golpea como un largo y lento escalofrío, ondas de calor sobre el pavimento que la rompen en
pedazos parpadeantes. Wei Ying aprende cómo Lan Zhan se corre con los ojos cerrados y la
boca abierta, en voz baja pero no silenciosa, con la respiración entrecortada por pequeños
"¡Ah-ah-ah! Aprende que Lan Zhan se moja más cuando se corre, y que un chorro extra de
resina contra su muslo deja claro su placer. Aprende que Lan Zhan se corre durante un tiempo
suficiente como para que sea realmente impresionante. Aprende que cuando Lan Zhan
finalmente termina, se desplaza hacia delante para apretar su cara contra el cuello de Wei
Ying y alterna entre jadear para respirar y dar besos descuidados en su piel.

Wei Ying se siente muy feliz por todo lo que aprendió, y también es posible que se desmaye
si no se corre en los próximos treinta segundos. Mueve la mano con más rapidez, buscando el
clítoris hinchado de forma tan evidente que apenas tiene que hacer nada, y está a punto de
correrse cuando Lan Zhan vuelve a estar completamente conectado y se concentra en lo que
está sucediendo.

"No", gruñe Lan Zhan, levantándose sobre un codo, enganchando la entrepierna de la ropa
interior de Wei Ying con el pulgar y deslizando dos dedos en la desesperada y expectante
vagina de Wei Ying que no ofrece resistencia. Wei Ying se aprieta por reflejo, lo que hace
que los grandes y largos dedos de Lan Zhan se sientan todavía más grandes.

"Mierda", grita, "ah, Lan Zhan -ah- ffffóllame". Golpea su cabeza contra las almohadas, con
la mano trabajando frenéticamente. Lan Zhan tararea, la folla una o dos veces, casi pensativo,
y luego dobla los dedos hacia arriba justo cuando Wei Ying se desliza por su clítoris una vez
más, y todo explota.

Wei Ying se corre con tanta fuerza que lo oye en sus oídos, un zumbido agudo que resuena
entre los latidos de su corazón. Todo su cuerpo se tensa, con espasmos en torno a los dedos
de Lan Zhan, y Lan Zhan la folla servicialmente hasta que Wei Ying se derrumba en un
montón sudoroso y agotado. Todavía tiene una mano en su ropa interior. Sus putos pantalones
siguen en una pierna. Qué mierda.

"Qué demonios, Lan Zhan", dice Wei Ying débilmente, aún tratando de recuperar el aliento.
"Mierda".

Lan Zhan hace un ruido de satisfacción y deja los dedos donde están para que Wei Ying
pueda apretarlos de vez en cuando mientras las réplicas la golpean. "Intenso", acepta, y
vuelve a acomodarse, con la cara pegada al cuello de Wei Ying para darle más pequeños y
dulces besos. Su vagina sigue pegada al muslo de Wei Ying, y se mece contra él
perezosamente. Está sumamente caliente. Wei Ying toca su clítoris con los dedos, solo un
poco, disfrutando del exceso de electricidad, hasta que Lan Zhan se da cuenta de lo que está
haciendo. Wei Ying parpadea y Lan Zhan se mete entre sus muslos, apartando los dedos de
Wei Ying con su lengua.

"¡Qué demonios, Lan Zhan!" Wei Ying chilla, golpeando su mano libre contra el colchón en
señal de sorpresa. "¡Tú...!"

"Mmm", zumba Lan Zhan contra su clítoris, follándola con los dedos con una seguridad
lenta, que hace que los dedos se curven. "Puedes volver a hacerlo".

"Bueno, sí", asiente Wei Ying, ya sin aliento, con la cara encendida, "pero al menos
podríamos desnudarnos primero".

"Hmmmm", dice Lan Zhan, sonando escéptica, pero se pone de rodillas y se digna a sacar sus
resbaladizos dedos de la vagina de Wei Ying en el proceso. Procede a hacer contacto visual
directo y a lamerlos hasta dejarlos limpios, lo cual es. Wow. Wei Ying podría morir esta noche
de ser follada hasta la muerte. Qué manera de irse. Cuando Lan Zhan decide que sus dedos
están lo suficientemente limpios, los engancha bajo la cintura de la ropa interior de Wei Ying,
mira hacia abajo, lee obviamente lo que dice la ropa interior, y luego mira a Wei Ying con un
lento parpadeo y una ceja levantada.

"¿Qué?" pregunta Wei Ying, sobre la ropa interior que sabe perfectamente que dice: '¡Viajes
gratis en la alfombra mágica! Pregunte dentro!' "¿Tienes alguna pregunta que mi ropa
interior no te haya respondido ya?"

Lan Zhan sacude la cabeza, frunciendo los labios para cubrir una sonrisa. "Te quiero", dice,
las palabras aterrizan como si recibiera una almohada en el plexo solar, cálida y chocante al
mismo tiempo. Wei Ying chilla y se cubre la cara con las manos, absolutamente segura de
que se está sonrojando tanto como su camiseta medio puesta. Lan Zhan aprovecha su
distracción y desnuda a Wei Ying de la cintura para abajo, momento en el que Wei Ying
decide que debería mostrar algo de iniciativa y se quita la camiseta, limpiándose la mano
mojada en ella como la sucia que es.

"Ahora tú", hace un puchero lo más bonito que puede, extendiéndose desnuda por la cama y
agarrando con las manos el camisón de Lan Zhan, casi transparente pero no lo
suficientemente transparente. Lan Zhan no reacciona. Lan Zhan ni siquiera parece escucharla,
sus ojos oscuros recorren la piel de Wei Ying, sus manos se clavan en la carne de sus muslos
mientras mira y mira y mira. Wei Ying vuelve a sonrojarse y se retuerce un poco bajo el
cálido peso de esa mirada. No es que sea tímida, en realidad -duerme desnuda, joder, y tuvo
parejas de distintos géneros-, pero se trata de Lan Zhan, y está mirando a Wei Ying como si
quisiera comérsela y quedársela, como si Wei Ying fuera el proverbial pastel y Lan Zhan
estuviera decidida a hacer lo imposible con respecto al consumo y la posesión del pastel.
Además, los ojos de Lan Zhan se posan definitivamente entre las piernas de Wei Ying, como
si el metafórico consumo de pasteles fuera a empezar por ahí. Wei Ying se aprieta, otro lento
goteo de humedad se abre paso, y Lan Zhan se lame literalmente los putos labios.

"Lan Zhan", gime Wei Ying, intentando que la atención vuelva a centrarse en su cara en lugar
de en su vagina. "Jiejie. A'Zhan". Lan Zhan por fin levanta la vista ante esto último, con la
boca entreabierta y los ojos suaves. Wei Ying le dirige una mirada suplicante. "Por favor,
jiejie", suplica, tratando de mantener la cara seria, "estuve sediento de tus tetas desde que
estábamos en la universidad, por favor enséñamelas antes de que me desmorone en polvo y
me lleve el viento".

"Eso es ridículo", dice Lan Zhan con doloroso cariño, y se despoja del camisón, arrojándolo
sobre su hombro sin importarle en absoluto dónde pueda caer o si se arrugará. A Wei Ying
tampoco le importa si el camisón se arruga, porque ahí está Lan Zhan, musculosa y desnuda
y...

"Holaaaaaa", dice Wei Ying, aturdida, sin saber a dónde mirar y tratando de mirar a todas
partes a la vez. Hombros: bien. Tetas: muy buenas, pesadas y colgando de tal manera que Lan
Zhan probablemente podría sostener un lápiz bajo una de ellas. Pezones: sí. Estómago: hola,
suave rollito blando que Wei Ying quiere usar como almohada, y hola también a los
abdominales dispuestos a presentarse en cuanto Lan Zhan se flexione. Muslos: A Wei Ying le
gustaría quedar aplastada entre ellos, preferiblemente con la cara enterrada en el vello púbico
de Lan Zhan, pulcramente recortado y de aspecto suave. "Eres tan ridículamente sexy", se
queja, luchando por sentarse para poder poner las manos en las caderas de Lan Zhan y
acariciar sus curvas. "¿Cómo se te permite ser tan sexy, jiejie?"

"Podría hacerte la misma pregunta", dice Lan Zhan, temblando mientras las manos de Wei
Ying continúan explorando su piel. (Wei Ying tiene el vago plan de cartografiar todo el
cuerpo de Lan Zhan, y sus manos están dispuestas a vibrar por eso). Inclina la cabeza hacia
atrás cuando Wei Ying se acerca para besar su cuello, y su voz vibra contra los labios de Wei
Ying cuando añade: "Todavía recuerdo los pantalones cortos que llevabas en la universidad".

"¿Obsesionada por mis pantalones cortos, jiejie?", pregunta Wei Ying con una sonrisa, yendo
a la yugular de Lan Zhan. "Podrías haber dicho algo entonces, sabes".

"Tú también podías", señala Lan Zhan, posando sus manos en la parte baja de la espalda de
Wei Ying y deslizándolas hacia abajo para acariciar su trasero.

Wei Ying se retuerce al contacto y dice: "Okey, okey, las dos somos sexys, y las dos llegamos
súper tarde a la fiesta. Discusión terminada, volvamos al sexo".

"Si insistes", dice Lan Zhan, y entonces consigue de alguna manera tirar a Wei Ying boca
abajo sobre la cama... Wei Ying ni siquiera está segura de cómo sucedió, de repente está
comiendo sábanas mientras Lan Zhan besa su espina dorsal, enviando chispas de luciérnaga
por cada terminación nerviosa. "Me encanta tu culo", le dice a Wei Ying en la parte baja de la
espalda, apretando una mejilla con la mano y amasándola un poco. "¿Sabías que está más
grande desde la universidad?"
"Los pantalones cortos en los que ya no quepo dicen que sí", dice Wei Ying con alegría,
inmensamente orgullosa de la prosperidad de su culo. Lan Zhan se ríe y besa su curva.

"Hermosa ", retumba, bajando con los labios la parte baja de la espalda de Wei Ying hasta
una de sus mejillas. Es entonces cuando Wei Ying se da cuenta de que Lan Zhan es una
mordedora sexy, porque le da un mordisco en el culo a Wei Ying lo suficientemente fuerte
como para sobresaltarla, lame el lugar donde había mordido y levanta a Wei Ying sobre sus
rodillas antes de que ella tenga la oportunidad de recuperarse del mordisco.

"¡Lan Zhan!", chilla, medio por el mordisco y medio porque Lan Zhan está ahora apretando
su culo, con las manos apretando las caderas de Wei Ying como si ya estuvieran follando al
estilo perrito. No es un contacto suficiente como para hacer algo directamente, pero es tan
asquerosamente excitante que Wei Ying se desahoga un poco al respecto, con la vagina vacía
y apretando en señal de queja.

"Debería haber metido la correa en la maleta", dice Lan Zhan con tristeza, manteniendo una
mano en la cadera de Wei Ying y pasando la otra por su columna vertebral hasta atrapar su
pelo con el puño. "Mírate. Te mueres de ganas".

Wei Ying hace un ruido incoherente que no contribuye a rebatir esta afirmación. "Um", dice
un segundo después, cuando su cerebro entra en acción. "Yo. Uh."

Lan Zhan hace un sonido interesado y tira un poco del cabello de Wei Ying. "¿Sí?"

"Mi cajón", administra Wei Ying. "La... la bolsa". Lan Zhan suelta su cabello y se baja de la
cama. Wei Ying se desploma sobre su costado y mira a través de sus pestañas mientras Lan
Zhan localiza su bolsa de sexo, la abre e inmediatamente saca el consolador.

"Wei Ying", dice Lan Zhan, siguiendo el consolador con el vibrador estilo conejo, y luego el
arnés para los muslos, y después el lubricante. "¿Qué tenías planeado exactamente para este
fin de semana?"

"Montar una almohada para aliviar el estrés en solitario", dice Wei Ying a la defensiva,
fingiendo que su cara no está al rojo vivo. "Pero alguien decidió compartir habitación
conmigo en su lugar, así que eso se fue por la ventana".

"No literalmente, espero", dice Lan Zhan, sacando el vibrador del lápiz de labios y girándolo
en su mano pensativamente. "Ah", dice, "este es el que estabas usando en la ducha".

"Oh, dios mío". Wei Ying agarra una almohada y se la pone sobre la cara. "Dios mío,
¿pudiste escucharlo?"

"No era mi intención", dice Lan Zhan, el colchón se mueve bajo su peso. "Si te hace sentir
mejor, me corrí con eso".

Wei Ying considera esta oferta de paz. "No sé si eso me hace sentir mejor", dice al salir de
debajo de la almohada, "pero definitivamente me hace sentir más excitada, así que...".
Lan Zhan la toma por detrás del cuello y la besa en silencio, porque Lan Zhan es
aparentemente un depredador de emboscada cachondo. A Wei Ying no le importa ser una
presa, y permite que su boca sea follada con la lengua hasta que esté deshuesada y jadeando
boca arriba. Lan Zhan se levanta sobre un codo, lanza a Wei Ying una mirada hambrienta
absolutamente demoledora y sostiene el vibrador de conejo.

"Voy a metértelo", dice Lan Zhan con tranquila seguridad, "y voy a dejarlo dentro de ti
mientras monto tu boca hasta que me corra. ¿Ves algún problema en esto?"

"Francamente, me ofende que no esté ocurriendo ya", dice Wei Ying, abriendo las piernas y
desplegando los hombros.

"Recuerda tus palabras", dice Lan Zhan de manera uniforme, y pasa el vibrador por los
pliegues de la vagina de Wei Ying. Todavía no está encendido, pero la anticipación recorre su
piel de todos modos, sabiendo que va a estar llena porque Lan Zhan decidió que debía
estarlo. Wei Ying gime y levanta las caderas, persiguiendo el contacto. Lan Zhan es una diosa
lesbiana misericordiosa y se lo da inmediatamente, moviendo el eje del vibrador hacia
adelante y hacia atrás en su vagina para que se moje completamente antes de dejarlo en su
lugar, con la sección externa ajustada al clítoris de Wei Ying. "¿Bien?"

Wei Ying asiente, apretándolo y suspirando felizmente.

"Mn", dice Lan Zhan, besando el interior del muslo de Wei Ying. "Bien."

Los motores se ponen en marcha, y Wei Ying casi ve a dios.

"¿Bien?" Lan Zhan vuelve a preguntar, ocultando a duras penas su diversión por las
sacudidas sexuales de Wei Ying.

"Siéntate en mi cara antes de que te denuncie a la policía sexual", exige Wei Ying, con los
abdominales crispados, los muslos temblorosos, las descargas de puro placer que irradian por
su cuerpo centrándose en su vagina. La cabeza curvada del vibrador está justo en su punto G,
el vibrador exterior justo en su clítoris, y necesita algo que la sujete y la mantenga en su
cuerpo o se va a teletransportar a la luna.

"Nunca lo harías", dice Lan Zhan, lo cual es cierto, y entonces desliza un muslo sobre los
hombros de Wei Ying y deja caer su coño sobre su boca, lo cual es lo mejor que había
ocurrido en una noche compuesta principalmente de cosas mejores. Wei Ying rodea con sus
brazos los muslos de Lan Zhan y se zambulle en su interior, con la lengua y los labios, y el
más mínimo atisbo de dientes. Le encanta comer vaginas, le encanta la intimidad y el sabor
agridulce y la sensación de los pliegues resbaladizos y un clítoris duro contra su lengua. La
vagina de Lan Zhan es de primera clase. Wei Ying podría estar arruinada para cualquier otra
vagina, lo que hace que quiera llorar cuando piensa que Lan Zhan volará mañana a la costa
opuesta, así que vuelve a pensar en la vagina que tiene delante y aleja esa idea todo lo que
puede.

"Buena chica", le dice Lan Zhan, apretando su boca. "Sabía que serías buena en esto". Wei
Ying chupa el clítoris de Lan Zhan, pidiendo sin palabras más elogios, y Lan Zhan se
estremece maravillosamente. "Sí", dice, "Sí, A'Ying, así".
Wei Ying emite un sonido entrecortado en el fondo de su garganta, con los muslos apretados
alrededor de la base del vibrador de conejo para mantenerlo en su sitio, con las caderas
moviéndose impotentemente mientras lame y chupa frenéticamente el clítoris de Lan Zhan.
Tiene la descabellada idea de hacer que Lan Zhan se corra antes que ella, y por eso se
concentra tanto en comer su vagina, pero comer a Lan Zhan es tan excitante que es una
batalla perdida. Su vagina sigue apretándose en torno al vibrador, lo poco que puede
retorcerse en él significa que se está follando a sí misma una y otra vez, y su clítoris palpita,
cada parte de ella se retuerce más y más. Gime, agarrando los muslos de Lan Zhan con más
fuerza, trabajando sobre cada centímetro de la vagina de Lan Zhan con su boca, por favor,
por favor.

"Ah", suspira Lan Zhan, con las piernas temblando a ambos lados de la cara de Wei Ying, y
se corre casi en silencio, con la vagina agitándose contra su lengua y goteando un pulso
caliente de humedad por toda la barbilla. Wei Ying gime, amortiguada, y se convulsiona, su
orgasmo golpea como un muro de ladrillos a gran velocidad. Sigue y sigue, oleadas de placer
imparable y excesivo que la hacen salir de sí misma y entrar en algún lugar brillante y cálido.

"Buena chica", dice Lan Zhan desde lejos, haciendo algo que hace que la sobreestimulación
se detenga. "Ah, dulce niña, fuiste muy buena para mí". Wei Ying canturrea, moviendo la
mandíbula distraídamente para eliminar el dolor, e intenta recordar cómo funciona tener un
cuerpo mientras Lan Zhan se acurruca a su lado.

"Creo que he hecho una proyección astral", murmura. "Creo que hiciste que me corriera con
tanta fuerza que encontramos el secreto de la proyección astral... y se me vino encima". Wei
Ying levanta una mano para chocar los cinco. "Gran trabajo, jiejie".

Lan Zhan choca los cinco con ella, con una sonrisa de satisfacción en cada una de las líneas
de su cuerpo en las que están acurrucadas. "Wei Ying también estuvo muy bien", dice, entre
besos a su hombro y a la curva de su pecho.

"Demonios, sí". Wei Ying cierra el puño y deja caer el brazo sobre el colchón. "Buen trabajo
nosotros".

"Mn." Lan Zhan muerde su bíceps. "Esperaba poder utilizar el resto de tus juguetes", dice
pensativa, "pero parece que terminaste por esta noche".

La vagina de Wei Ying se aprieta, y es entonces cuando descubre que el vibrador de conejo
sigue dentro de ella, pero apagado. No es un apretón excitado, decide. Es un reflejo más que
nada, y está cansada. "¿Podemos guardar el resto del contenido de mi bolsa de sexo para
mañana?", dice, sin pensar en lo que puede pasar mañana. "Si haces que me corra otra vez
esta noche, podría desmayarme literalmente, jiejie, y todavía no me lavé los dientes y, sin
intención de hacer sombra a tu gloriosa vagina, no creo que el hecho de que te corras en mi
cara sea el tipo de facial que evita que me salgan granos".

Lan Zhan esconde su cara en el costado de la teta de Wei Ying y se ríe en silencio por un
momento. "Es ridículo", dice, y sale con los ojos brillantes y una suave sonrisa. Besa a Wei
Ying en sus labios pegajosos y susurra: "Te amo".
Todo el cuerpo de Wei Ying intenta fundirse en un charco. "Yo también te amo", dice,
persiguiendo a Lan Zhan en busca de más besos. "¿Ducha?"

"Mn", dice Lan Zhan, y se extiende entre ellas para aliviar las vibraciones de Wei Ying,
haciéndola considerar seriamente si puede, de hecho, ir de nuevo. Un bostezo la interrumpe a
mitad de su reflexión, lo que... Bueno, responde a la pregunta.

Lan Zhan insiste en lavar el vibrador de conejo, porque está decidida a ser la compañera
sexual más respetuosa y amable que haya tenido Wei Ying, probablemente, antes de
intercambiar el uso del retrete. (Wei Ying no terminará este fin de semana con una infección
urinaria, ¡no, gracias!) Se duchan juntas, con el pelo recogido y goteando en la condensación,
con las manos enjabonadas explorando con placer pero sin intención. Después, se cepillan los
dientes y se hidratan en un ambiente de desnudez, en el que cada contacto casual y cada
mirada cálida son una revelación. Wei Ying se entera de que el culo de Lan Zhan se agita
cuando se cepilla los dientes enérgicamente, un hecho que atesora en su corazón y que se ciñe
como un duende.

Esto es todo lo que obtenemos, parte de sus susurros. Ahora ya sabes cómo es, y aún así ella
se irá mañana.

Si esto es todo lo que obtenemos, se dice a sí misma Wei Ying con firmeza, cepillando su
pelo húmedo mientras, a su lado, Lan Zhan vuelve a hacer su trenza para dormir, entonces no
vamos a perderlo preocupándonos por mañana. Es un tiempo valioso que podría dedicar a
mirar a Lan Zhan. Empezó este fin de semana sabiendo que su tiempo juntas era limitado, y
lo está terminando con más de lo que jamás pensó. ¡Lan Zhan la ama! ¡Están enamoradas!
¡Tuvieron un sexo alucinantemente bueno! ¡Juntas! Es posible que eso no cambie nada más,
pero tampoco se puede quitar, y Wei Ying extiende los recuerdos sobre sí misma como una
loción, queriendo frotarlos permanentemente en su piel.

Lan Zhan la besa, en la boca, en la mejilla y en el entrecejo. "Estás frunciendo el ceño",


murmura, tirando de Wei Ying en un abrazo cálido como el de la ducha.

"Pensando", murmura Wei Ying, sin querer explicar de qué se trata. Aprieta a Lan Zhan por
la cintura y suspira. "Vamos a la cama, jiejie".

Lan Zhan tararea suavemente y salen del baño, apagando la luz mientras se van. Se separan
en los lados opuestos de la cama para subirse a ella y se miran a los ojos en el espacio vacío
del centro. El contacto visual se mantiene durante una respiración, dos, tres, el único sonido
es el silbido vacío de la máquina de ruido blanco de Lan Zhan.

Lan Zhan extiende una mano suplicante a través del ridículo colchón en dirección a Wei
Ying, y Wei Ying se ríe y apaga su lámpara de cabecera.

"Cuando llegamos aquí por primera vez, pensé: 'Ah, esta cama tiene el tamaño perfecto para
compartirla'", refunfuña mientras empieza a desplazarse hacia el centro. "Qué tonta fui".
"Es bueno que nuestros pies no cuelguen del extremo", ofrece Lan Zhan, apagando su luz y
moviéndose hacia Wei Ying en la consiguiente oscuridad.

"¿Pero a qué precio?", pregunta Wei Ying, encontrando la mano de Lan Zhan y utilizándola
para acercarse. Pasan un momento ordenando los miembros y acaban acurrucados juntos, con
toda la piel desnuda y cálida y las largas extremidades enredadas. Wei Ying es la cucharita
más feliz que jamás haya existido. ¿Cómo no iba a serlo, con los pechos de Lan Zhan
suavemente aplastados contra su espalda y su brazo alrededor de la cintura? Suspira,
contoneándose un poco como una gatita excitada, y arrastra la mano de Lan Zhan hacia arriba
para besar sus nudillos.

"Te amo", le dice a la oscuridad, y una mano se aprieta alrededor de su corazón al lograr decir
las palabras.

"Yo también te amo", dice Lan Zhan, besando la nuca de Wei Ying, acariciando su corte
inferior. "Buenas noches, Wei Ying".

"Buenas noches, Lan Zhan", dice Wei Ying.

Se queda dormida con la mañana todavía a la distancia de un brazo, acurrucada y segura en


un abrazo que nunca quiere dejar.

Eso es un problema para la futura Wei Ying.

Chapter End Notes

Al otro lado de la ciudad, Jazmín se sienta recta en la cama como un frankenstein


levantándose de la losa y grita: "¡LO HICIERON!"
Booker, que estaba muy dormido, no tiene idea de lo que está hablando.
Chapter 6
Chapter Notes
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Lan Zhan se despierta con más calor del que había tenido en mucho tiempo. Apaga el
despertador a tientas (¿y por qué está ahí?), parpadea una o dos veces en la oscuridad de la
madrugada del hotel y, poco a poco, se da cuenta de que el calor parece emanar de un cuerpo
suave y desnudo apretado contra su costado. Gira la cabeza para investigar este
acontecimiento inesperado y encuentra la cabeza de Wei Ying acurrucada en la unión de su
hombro, con un aliento húmedo que roza su pecho. El resto de Wei Ying está envuelto sobre
ella como una manta, un brazo alrededor de la cintura de Lan Zhan y una pierna enganchada
sobre su muslo. Tiene el pelo enmarañado y sus párpados se mueven de vez en cuando, con la
boca trabajando. Probablemente está ganando una discusión en su sueño, decide Lan Zhan,
tan llena de afecto que quiere salir por los ojos, las orejas y la nariz. Consigue acorralarlo en
un beso apretado en la parte superior de la cabeza de Wei Ying.

Entonces no fue un sueño extremadamente sexy.

Excelente.

El día de ayer empezó mal, luego empeoró, y después mejoró tan rápidamente que Lan Zhan
todavía se siente mareada. Es como si estuviera en una montaña rusa, solo que en lugar de
caer en picado siguió subiendo. Lan Zhan no está segura de que haya un final para lo alto que
la llevará. Está flotando, volando, surcando un cielo lleno de nubes que están hechas de
magia sólida en lugar de ser solo vapor de agua, como creía que eran cuando era niña. Wei
Ying la ama. Wei Ying la ama. Lan Zhan se gana la vida escribiendo romances. Se gana la
vida con su imaginación, y nunca había imaginado algo tan maravilloso como esto.

Wei Ying murmura algo ininteligible y aplasta su mejilla contra el hombro de Lan Zhan,
arrastrándola fuera de su cabeza y de vuelta a su cuerpo. Lan Zhan vuelve a besar su pelo,
incapaz de resistirse. Debería salir de la cama. Hay decoraciones que quitar, ropa que doblar
y volver a empacar. Lan Zhan debería ir al gimnasio, utilizar el físico de su entrenamiento
para despejar su mente antes del inevitable estrés del aeropuerto más tarde. Sigue una rutina
por una razón, porque la ayuda a mantener su sentido de sí misma mientras se ve sacudida
por los caprichos del viaje.

Lan Zhan pone el despertador para otra hora y acerca a Wei Ying, con la nariz hundida en su
pelo perfumado de fresa. Hay cosas más importantes que las rutinas, y saborear su primera
mañana con Wei Ying como novia está absolutamente a la cabeza de esa lista. No vuelve a
dormirse, exactamente, sino que deja que su mente vaya de pensamiento en pensamiento
como una hoja en una corriente suave. Despertar con resaca, la maravilla de Wei Ying
cocinando para ella, la insoportablemente incómoda conversación sobre la noche anterior,
Lan Zhan lo ve todo ahora con un cariño distante.
Había tenido tanto miedo de perder todo, de haber ido demasiado lejos, de haber tomado
demasiado. La falta del burlón "jiejie" de Wei Ying se había interpuesto entre ellos, un
agujero en un campo de hierba listo para romperle el tobillo si pisaba mal. Los toques
demasiado cuidadosos de Wei Ying, su ausencia del lado de Lan Zhan, de su habitación
durante el almuerzo. Era miserable. Lan Zhan estaba segura de que lo había arruinado, de que
nunca podría recuperar su relación de amistad fluida con Wei Ying, de que todas sus
esperanzas de acercamiento después de este fin de semana se habían destruido en una
escapada de borrachos que ni siquiera recordaba. Jazmín la abrazó después de la ceremonia
de clausura y le susurró otra directiva para que Lan Zhan le dijera a Wei Ying lo que sentía,
pero ¿de qué iba a servir eso si media confesión había conducido a este solitario e incómodo
distanciamiento?

Pero luego la cena, y la oferta de Wei Ying de una repetición. Pero luego el pijama, y los
postres, y el ignorar completamente a La Momia. Pero luego su cabeza sobre el suave
estómago de Wei Ying, y la mano de Wei Ying en su pelo. Pero luego la hermosa, sincera y
realmente ridícula confesión de Wei Ying (¿trabajando en la trama de un libro? Lan Zhan
nose lo cree), y el beso, y todo lo que vino después. Lan Zhan aprieta sus muslos desnudos,
deleitándose con los recuerdos y el calor que late bajo su caja torácica y entre sus piernas. Es
una sensación de brasa, algo que promete un futuro ardor, pero que en este momento se
complace en rondar en la anticipación.

Realmente duerme hasta muy tarde, piensa Lan Zhan hipócritamente de alguien que se había
levantado sistemáticamente alrededor de las siete. Sin embargo. Si Wei Ying se despertara a
las cinco ya podrían estar teniendo sexo matutino. El sexo matutino es una muy buena razón
para levantarse temprano, en opinión de Lan Zhan. Pasa un momento nebuloso y excitante
calculando cuántas veces podrían hacerlo si Wei Ying se despertara a las cinco, con la salida
a las once, y suponiendo dos horas para comer, vestirse y hacer la maleta... Eso es mucho
sexo. Lan Zhan se lo hará saber a Wei Ying como posible factor de motivación para que se
despierte más temprano cuando no sean las cinco y veinte de la mañana.

Wei Ying murmura algo y se retuerce. Lan Zhan se pregunta por un momento si se está
despertando, si van a tener ese sexo mañanero después de todo, pero Wei Ying se tumba
sobre su otro lado, con el hombro metido en la axila de Lan Zhan, la cabeza inclinada
torpemente sobre un bíceps, y permanece firmemente dormida. Lan Zhan observa todo este
proceso con el afecto sincero y casi mortal que produce ver a un gatito especialmente
adorable acurrucado en nuestro regazo, y gira para que Wei Ying vuelva a ser la cucharita.
Sus pensamientos en forma de nubes de viento vagan del pasado al futuro, a las mañanas en
su nuevo apartamento (el apartamento es algo impreciso, porque aún desconoce cómo será)
con Wei Ying en brazos. Piensa en preparar el desayuno de Wei Ying en una cocina de
verdad, piensa en gofres recién hechos o en jian bing comidos en un balcón o en el patio de
Wei Ying junto a los parterres de flores de Cangse Sanren. Piensa en arrodillarse en el patio
trasero, con las manos en el huerto de su madre mientras plantan o escardan, y en beber
después un té helado en el porche con la ropa manchada de hierba. Piensa en hablar con Wei
Ying sobre las tramas de los libros mientras están en la misma habitación, con la cabeza de
Wei Ying en su regazo mientras gesticula salvajemente hacia el techo. Piensa en besarla en
todas partes, delante de todos: una presión de labios contra su sien en la tienda de
comestibles, un beso en su mejilla en la cena con su madre, Lan Huan y Lan Qiren, un beso
profundo en los labios en el atardecer en los muelles.

Lan Zhan es consciente, lógicamente, de que ella y Wei Ying no van a poder pasar cada
segundo de cada día juntas a partir de esta mañana - es poco práctico. Están en vuelos
diferentes, y Lan Zhan necesita instalarse y empezar a buscar apartamento, y Wei Ying tiene
toda una vida a la que Lan Zhan no va a pedirle que renuncie. La parte enamorada de su
cerebro no ve nada de eso como un problema, y tiene toda la intención de permanecer a lo
grande con Wei Ying por el resto de la eternidad. Lan Zhan besa la nuca de Wei Ying y
decide no molestarse en discutir con la parte enamorada de su cerebro. Tiene esta tranquila
mañana para ella sola. Puede disfrutarlo.

Unos cuarenta y cinco minutos después, la vejiga de Lan Zhan le impide seguir disfrutando.
Descarta la alarma adicional antes de que tenga la oportunidad de sonar y se separa con
cuidado de la cama y de las decididas extremidades de Wei Ying. Utiliza el cuarto de baño en
la oscuridad, la memoria muscular de éste y otros muchos hoteles con distribuciones
similares permite que se mueva con facilidad por el espacio mientras se lava las manos y se
cepilla los dientes. Lan Zhan se detiene antes de volver a meterse en la cama. Wei Ying dijo
que debían dejarlo para mañana, y es mañana. Es posible que estuviera bromeando, y si es
así, Lan Zhan lo respetará, pero no hay nada malo en estar preparado, ¿verdad?

La bolsa de sexo de Wei Ying está justo donde Lan Zhan la puso anoche; en su cajón de la
ropa, ya no escondida bajo un par de leggings y unos siete pares de ropa interior novedosa.
Lan Zhan la recupera, la pone en su mesita de noche para (con suerte) más tarde, y vuelve a
meterse bajo las sábanas. Wei Ying emite un sonido de desagrado al primer contacto con su
piel fría por el aire acondicionado, pero no pierde el tiempo y prácticamente se arrastra sobre
ella a pesar de eso.

Acaba con la cabeza apoyada en uno de los pechos de Lan Zhan. Lan Zhan piensa que éste es
el lugar ideal para Wei Ying, y le rasca suavemente el corte inferior entre lentos y relajantes
movimientos de la mano que suben y bajan por la columna vertebral de Wei Ying.

Un tiempo indeterminado después, Wei Ying se retuerce bajo la luz grisácea que entra por las
cortinas y tararea algo en la piel de Lan Zhan. Lan Zhan le rasca el corte inferior con un poco
más de insistencia, disfrutando de la textura espinosa contra sus dedos. Wei Ying zumba en
señal de clara aprobación de este acontecimiento y se acurruca en la curva del pecho de Lan
Zhan, subiendo su mano para posarse posesivamente sobre la otra.

Luego inhala bruscamente y todo su cuerpo se estremece. Wei Ying levanta la cabeza y
parpadea sin comprender a Lan Zhan, con el rostro somnoliento y lleno de desconfianza, y
luego la realidad se impone claramente cuando el ceño fruncido se funde en una sonrisa
brillante y arrugada.
"Lan Zhan", respira Wei Ying, con voz áspera. Traga y asimila el resto de su enredo, con una
ceja subiendo por su rostro. "¿Estaba usando tu teta como almohada?"

"Sí", dice Lan Zhan, peinando alegremente el desordenado pelo de Wei Ying con sus dedos.

"Genial", dice Wei Ying, dejando que sus ojos se cierren como un gato al que acarician. "Me
encanta eso". Frota su mejilla contra el pecho de Lan Zhan y le da un beso. "Me encantan tus
tetas, jiejie", dice, besando su perezoso camino hacia la otra. "Hacer que mi cabeza descanse
sobre tu teta es realmente vivir el sueño".

"Me complace cumplirlo", dice Lan Zhan con sinceridad, y tira del pelo de Wei Ying hasta
que se arrastra un poco más y pueden besarse. La boca de Wei Ying es un poco torpe y está
agriada por el sueño, la mucosidad aún está incrustada en las esquinas de sus ojos. La mitad
de su pelo se levanta casi directamente en un nivel francamente impresionante de cabeza de
cama. A Lan Zhan le encanta cada parte de ella, el desorden hace que todo sea real. Besa la
boca de Wei Ying, con la mano en la nuca, y la acaricia con lentos y profundos movimientos
de lengua, mientras usa la otra mano en el culo de Wei Ying para guiarla a sentarse a
horcajadas sobre el muslo de Lan Zhan. Wei Ying se mece en él un par de veces, húmedo
pero no mojado aún, y aparta su boca de la de Lan Zhan con verdadero esfuerzo.

"¿Sí?", pregunta, sujetando una de las tetas de Lan Zhan con la mano. Lan Zhan asiente y
empuja su muslo hacia arriba con más insistencia. "Sí", dice Wei Ying, estremeciéndose por
la presión extra que ejerce sobre su vagina, "Sí, okey, solo... dame un segundo". Se levanta de
la cama con extremidades que apenas funcionan y se dirige tambaleando al baño, chocando
con el tabique de la habitación y el marco de la puerta al avanzar. Lan Zhan se pregunta si es
razonable tratar de equipar su nuevo apartamento (cuando tenga uno) con esos protectores de
esquinas para bebés que acaban de empezar a caminar. ¿Hay alguna forma de hacerlo que
quede bien? ¿Existen marcos de puerta tapizados? Si va a tener a Wei Ying durmiendo cinco
noches a la semana (como mínimo), cree que debe asegurarse de que el entorno sea seguro y
cómodo.

Lan Zhan se entretiene desempacando el contenido de la bolsa de sexo de Wei Ying y


poniéndolo en orden en la mesa de noche. A continuación, apaga su máquina de ruido blanco
y conecta su teléfono a su altavoz bluetooth de viaje, recorriendo sus listas de reproducción
hasta encontrar la que pone cuando trabaja en las escenas de sexo. Es lo suficientemente
excitante y neutro como para no ser una distracción, y el bajo palpita agradablemente en la
habitación cuando Wei Ying sale del baño con un aspecto un poco húmedo y bastante más
despierto.

"Jiejie", dice, inclinándose lánguidamente sobre el extremo del tabique de la habitación en


una muestra muy atractiva de desnudez a media luz, y luego parpadea al ver los juguetes
sexuales dispuestos con precisión. "Jiejie", repite, medio riendo, "no pierdes el tiempo,
¿verdad?"

"No", asiente Lan Zhan, encendiendo la lámpara de la mesita de noche en la posición más
baja y dejando a ambas un momento para que sus ojos se adapten. "Ya perdimos bastante
tiempo".

"Jodidas palabras más verdaderas", dice Wei Ying con rotundidad, y vuelve a subirse a la
cama y al abrazo de Lan Zhan que la espera sin dudar. Cuando se besan esta vez, la boca de
Wei Ying sabe a menta, la extraña sensación de frío es un contrapunto directo al calor de su
lengua. Lan Zhan zumba felizmente en el beso y manipula el culo de Wei Ying hasta que
vuelve a estar a horcajadas sobre su muslo. El vello púbico de Wei Ying es algo suave y
rasposo, claramente afeitado la semana anterior porque las puntas aún no se han ablandado. A
Lan Zhan le gusta la realidad del mismo modo que le gusta Wei Ying con la mucosidad del
sueño en los ojos. Sus fantasías nunca tuvieron tanto detalle.

"Siento que estoy aprendiendo todo tipo de cosas sobre ti este fin de semana, jiejie", dice Wei
Ying entre mordiscos burlones a lo largo de la mandíbula de Lan Zhan. "No sabía que fueras
una chica de culo".

"Soy la chica del culo de Wei Ying", dice Lan Zhan. No tiene sentido afirmar lo contrario,
cuando sigue manoseando ese culo con ambas manos y lo disfruta mucho, pero no es del todo
exacto. "También me gustan las tetas", añade, "y las piernas. Las manos. Ese rollo de grasa
que las mujeres suelen tener justo en la parte inferior del estómago. Los estómagos en
general". Acaricia cada parte del cuerpo a medida que las enumera, dejando que sus manos
recorran el cuerpo de Wei Ying para trazar un mapa a la luz del día. Wei Ying se estremece y
se arquea en ella, caliente como la sangre y muy flexible en el agarre de Lan Zhan.

"El rollito sexy", asiente Wei Ying, metiendo una mano entre ellos para tocar el rollo en
cuestión en la base del vientre de Lan Zhan. "Me alegro de que estemos de acuerdo en esto,
Lan Zhan, el rollito sexy es exquisito. La próxima vez..." su voz se quiebra un poco, así que
Lan Zhan le pasa un vaso de agua de la mesita de noche. Wei Ying da un sorbo un poco
tímido y continúa: "La próxima vez podré dormirme sobre tu estómago, ¿okey?"

"Por supuesto", dice Lan Zhan, acariciando de arriba abajo la espalda de Wei Ying desde los
hombros hasta el culo. "Cuando quieras".

"Sí", dice Wei Ying, con un poco de añoranza. "Cuando quiera". Muerde el lóbulo de la oreja
de Lan Zhan, y luego la punta de su oreja, con cuidado de evitar el piercing del cartílago, y
luego frota su cara en el afeitado lateral de Lan Zhan. "Estuve a punto de explotar
espontáneamente de pura alegría cuando te vi en el vestíbulo, Lan Zhan", le dice, con ambas
manos en los pechos de Lan Zhan y sus labios aún rozando su cuero cabelludo. "Nunca me
envías fotos tuyas, ¿cómo iba a saber que tienes un afeitado lateral de lesbiana sexy?"
"Te enviaré más fotos", promete Lan Zhan. "Te enviaré fotos todos los días". Las actividades
actuales de Wei Ying relacionadas con el afeitado lateral habían acercado sus tetas a la cara
de Lan Zhan, por lo que era muy fácil tirar de Wei Ying un poco más arriba y poner su boca
en una de ellas.

"Te obligaré a hacerlo", dice Wei Ying de forma inestable, sus manos se enroscan en la trenza
de Lan Zhan. "Fotos diarias. Y sexts. Vamos a sextear, como, todo el tiempo".

Lan Zhan tararea, tirando del otro pezón de Wei Ying y obteniendo un gemido muy sexy
como respuesta. No está segura de que vayan a tener tiempo para el sexting cuando estén
ocupadas teniendo sexo de verdad, pero si Wei Ying quiere sexts, Lan Zhan se lo
proporcionará. En este momento, por ejemplo, está estimulando mucho sus pezones,
alternando las caricias con la lengua y permitiendo de vez en cuando un pequeño amago de
dientes. Wei Ying se estremece cada vez que los dientes entran en juego, así que Lan Zhan
cede a un viejo deseo y muerde todo el pecho de Wei Ying que puede llevarse a la boca, que
es la mayor parte. Excelente.

"¡Cuántos mordiscos!" Se queja Wei Ying, claramente encantada. "¡Yo tampoco sabía que
eras una mordedora, jiejie!"

"A veces los besos parecen insuficientes", admite Lan Zhan, permitiendo que Wei Ying se
mueva y presente su otro pecho para su mutuo disfrute. Lan Zhan lame también ése,
acariciando el peso resbaladizo de la primera mama para que no se sienta abandonada. Wei
Ying gira sus caderas contra nada, con un sonido de queja que no llega a salir de su garganta.
Es justo - mantener su torso lo suficientemente lejos de la cama para que Lan Zhan pueda
tener su boca en sus tetas significa que Wei Ying no puede seguir rechinando contra su
muslo. Lan Zhan quiere que Wei Ying tenga todo lo que desea, así que desliza su mano, que
no toca las tetas, desde el culo de Wei Ying hasta la parte delantera de su cadera y entre sus
piernas. Wei Ying gime y arquea la espalda para apretarse contra los dedos de Lan Zhan, lo
que hace que la situación de ver las tetas sea aún mejor. Está resbaladiza, caliente, muy suave
y afelpada. Lan Zhan recorre sus pliegues, explorando como no había tenido oportunidad de
hacerlo la noche anterior.

"Está húmedo", comenta, encontrando el clítoris de Wei Ying y rodeándolo ligeramente. Ya


hay líquido rezumando entre sus dedos, y Lan Zhan apenas estuvo en él durante diez
segundos.

"¿De quién es la culpa?" exige Wei Ying acaloradamente, tratando de empujarse hacia atrás y
frunciendo el ceño cuando Lan Zhan se mueve con ella para mantener la presión constante.
"Además", dice, intentando lo mismo y frunciendo aún más el ceño cuando no la lleva a
ninguna parte, "no tienes derecho a -ah- hablar después de que anoche te corrieras en mi cara
con tanta fuerza que casi me ahogo."
"No es una queja", dice Lan Zhan, y lanza a Wei Ying sobre su espalda y se arrastra entre sus
piernas mientras ella todavía se agita sorprendida. Recibe un rodillazo en el hombro y apenas
se da cuenta mientras sortea las extremidades y las sábanas enredadas, porque la húmeda
vagina de Wei Ying está justo ahí, y Lan Zhan apenas pudo probarla anoche. Se inclina y da
una larga y lenta lamida desde el fondo de la hendidura hasta el clítoris de Wei Ying,
saboreando el sabor almizclado, salado y amargo, y saboreando igualmente el chillido
asustado de Wei Ying. "Húmedo", dice de nuevo, recorriendo la línea del cuerpo de Wei Ying
para encontrar su mirada. Lan Zhan mantiene el contacto visual durante un largo y ardiente
momento, y lame los labios muy deliberadamente.

"Mierda", dice Wei Ying, volviendo a controlar sus piernas (es decir, las engancha sobre los
hombros de Lan Zhan) a la vez que levanta su vagina para presentarla a la boca de Lan Zhan.
"Okey, dios, podrías haber preguntado, salvaje".

"Te gustó", dice Lan Zhan, y se toma un momento para ajustar su posición y poner los brazos
a la altura de los hombros, con los codos extendidos, para poder abarcar con sus manos el
pliegue del culo de Wei Ying y utilizar los pulgares para extender los enrojecidos y oscuros
surcos de sus labios vaginales. La mira durante un minuto. Objetivamente, Lan Zhan piensa
que todos los genitales tienen un aspecto bastante ridículo. Subjetivamente, Wei Ying tiene
una hermosa vagina, porque es la de Wei Ying, y Lan Zhan está a punto de poner su boca en
ella.

Lan Zhan se zambulle con deleite, y se come a Wei Ying durante mucho, mucho tiempo. Hay
tanto que aprender, tantas partes de Wei Ying que probar y saborear. Lan Zhan recorre cada
centímetro de la vagina de Wei Ying, lamiendo alrededor y entre los pliegues, chupando
suavemente los labios hinchados de sus labios vaginales, haciendo un puto lío con ambos y
deleitándose con la experiencia mientras Wei Ying se retuerce y maldice sobre ella. Wei Ying
se calienta más y más bajo su boca, toda su sangre se apresura a encontrarse con el barrido de
la lengua de Lan Zhan, y cuando por fin dirige su atención al clítoris de Wei Ying obtiene un
largo y violento estremecimiento y dos manos que se revuelven en su pelo trenzado.

"Haaaaaah", dice Wei Ying, arqueándose en la boca de Lan Zhan, tirando de su trenza
accidentalmente cuando sus manos sufren un espasmo. "Maldición, Lan Zhan, tu boca, eres
indecente... oh, oh aaah". Al parecer, chupar el clítoris de Wei Ying la hace volverse
incoherente. ¡Qué bueno saberlo! Lan Zhan lo hace de nuevo, y sigue haciéndolo mientras
Wei Ying gime, luego se tensa, con las manos apretadas en el pelo de Lan Zhan. "Lan Zhan",
jadea, aguda y temblorosa, "Lan Zhan, yo... voy a..."

Lan Zhan tararea su aprobación y rueda su lengua en un círculo alrededor del clítoris de Wei
Ying, sin dejar de succionar ni por un segundo. Wei Ying toma otro aliento tembloroso y lo
retiene, su cuerpo es una cuerda de arco tensa. Luego: suelta, la flecha disparada, Wei Ying
gime el nombre de Lan Zhan como una oración mientras se deshace. Es largo y ruidoso, la
culminación de años de presión, sus muslos aprietan fuertemente alrededor de la cabeza de
Lan Zhan y la atrapan cerca. Lan Zhan la sigue lamiendo hasta que Wei Ying se debilita y
tiene que arrastrarla por el pelo.
"Demasiado", jadea, pateando las sábanas para exponer su piel sudorosa al aire. "Se vuelve
doloroso y no en el buen sentido".

"Mn", tararea Lan Zhan a modo de disculpa, besando el interior del muslo pegajoso de Wei
Ying. Piensa que tal vez podría ser algo que podrían explorar juntas más adelante, pero
también conoce personalmente la diferencia entre una buena sobreestimulación y una mala
sobreestimulación y no va a empezar su relación sexual discutiendo con su novia sobre cuál
es cuál. "¿Cuánto tiempo necesitas antes de la siguiente?", le pregunta, besando el otro muslo
por si acaso.

"Eres un monstruo", dice Wei Ying sin lograr que parezca una queja, con el pecho todavía
agitado. Se separa de los hombros de Lan Zhan con lo que parece un verdadero esfuerzo, con
los miembros temblando por los efectos de su orgasmo. "Completamente insaciable. Me corrí
tan fuerte que no siento los pies, ¿y quieres saber cuándo puedo volver a hacerlo?"

"Dijiste que podíamos usar el resto de tus juguetes sexuales esta mañana", señala Lan Zhan,
besando sobre las crestas de los huesos de la cadera de Wei Ying y lo que Wei Ying denomina
su "rollito sexy", que Lan Zhan aprecia ahora tanto por su atractivo como por lo tierno de ese
nombre en particular. Sube por su cuerpo y sale de las sábanas arrugadas que quedan,
besando el ombligo, la caja torácica y el esternón de Wei Ying hasta llegar a su boca.

"Ah, Lan Zhan, qué buena memoria, qué laboriosa", murmura Wei Ying dentro del beso,
desenredando sus manos de la trenza de Lan Zhan y agarrándose a sus hombros. Introduce
profundamente su lengua en la boca de Lan Zhan, lo cual es un detalle por su parte, porque
Lan Zhan puede sentir el esfuerzo del oral hasta su garganta y ahora no tiene que esforzarse
tanto. Wei Ying recorre la espalda de Lan Zhan hasta llegar a su culo, que aprieta con aprecio,
y luego sube por sus costados para acariciar sus tetas y jugar con sus pezones. "Dios, son tan
buenos", dice, haciendo rodar los brotes de color marrón oscuro entre las yemas de los dedos.
"Ey, jiejie, ¿puedes pasarme el vibrador del lápiz de labios?"

Lan Zhan se levanta con las manos y las rodillas, haciendo un largo recorrido hasta la mesita
de noche y consiguiendo que le toquen el culo de nuevo por las molestias. Le lanza una
mirada a Wei Ying quien sonríe, sin arrepentirse.

"Si no quieres que te manosee el culo, deja de tener un culo tan bueno", dice con un tono de
voz razonable.
"Según esa lógica, debería estar siempre manoseando tu culo", señala Lan Zhan, poniendo el
vibrador en la mano expectante de Wei Ying.

"Y si lo hicieras, no me quejaría de eso", señala Wei Ying. "Okey, quédate ahí, ¿tal vez si te
arrodillas un poco?"
Lan Zhan hace lo que se le pide, y acaba poniéndose a horcajadas sobre Wei Ying justo por
encima de sus caderas, con las rodillas abiertas y apoyadas en las manos. Wei Ying tararea
con aprobación y baja la mano desde la teta de Lan Zhan hasta su vagina, acariciando su
vello púbico con aprecio.

"Me gusta que no te afeites", dice, deslizando la mano por el calor que gotea en el centro de
Lan Zhan y la unta con él. "Cada uno hace sus propias elecciones, nunca me voy a quejar de
ver una vagina, pero me gusta algo de vello, ¿sabes?"

"Mmmm", Lan Zhan tararea de acuerdo, la boca se abre en una inhalación aguda mientras
Wei Ying acaricia su entrada y luego su clítoris. "Me gusta que no te afeites las piernas",
logra, pasando una mano por detrás de ella por un muslo velludo antes de tener que
devolverla a la cama para equilibrarse.

"Decir que no lo hago hace que parezca una decisión política real", dice Wei Ying, sonriendo
tímidamente. "Es más exacto decir que simplemente me olvido de hacerlo. ¿Cuántos?" Lan
Zhan no sabe a qué se refiere, distraída como está por el lento círculo del toque húmedo de
Wei Ying. Por suerte, Wei Ying parece entenderlo y aclara: "Dedos. Para follar contigo".

Ah. Una buena pregunta. "Dos", dice Lan Zhan, rodando sus caderas hacia la mano de Wei
Ying. "Posiblemente para ser revisados mientras avanzamos".

"Es muy sexy cuando eres formal", le dice Wei Ying a Lan Zhan con seriedad mientras
introduce suavemente dos dedos en la apretada cavidad de su vagina. "Vamos a tener sexo
telefónico y voy a hacer que me leas artículos académicos mientras me excito con tu voz
formal".

Lan Zhan le leería gustosamente artículos académicos a Wei Ying mientras la folla sin
sentido, así que no está segura de por qué tendrían que tener sexo telefónico para hacerlo. Sin
embargo, como en el caso del sexting, si Wei Ying quiere sexo telefónico, Lan Zhan se lo
proporcionará. Se olvida rápidamente de todas sus ideas cuando Wei Ying enciende el
vibrador y lo presiona contra su clítoris, metiendo los dos dedos dentro de ella al mismo
tiempo. Todo el cerebro de Lan Zhan se pone blanco y estático, la vagina se aprieta, y ella
baja la cabeza y gime en el fondo de su garganta.

"Mierda", dice Wei Ying, con su ávida mirada caliente sobre la piel de Lan Zhan como la luz
del sol, "oh, esto es jodidamente caliente, no pude verte realmente anoche cuando me
montaste la cara, y fue trágico, jiejie". Lan Zhan se estremece e inhala bruscamente mientras
Wei Ying la acaricia hacia dentro y hacia fuera, lentamente al principio, pero acelerando a
medida que encuentra el ángulo adecuado. No hay nada como un vibrador para llevarla al
borde de forma inmediata, y toda la excitación acumulada que Lan Zhan reservó para más
tarde mientras comía a Wei Ying vuelve a cobrar vida. Hay un infierno en su vientre, la
tensión baja por sus abdominales y sube por sus muslos, el sudor le hace cosquillas en la
columna vertebral.

"Más", consigue entre jadeos, con una voz tan gutural que apenas la reconoce.

"¿Dedos o vibrador?", pregunta Wei Ying, que suena casi igual de destrozada.

"Dedos", jadea Lan Zhan, abriendo los ojos para poder mirar a su novia. Wei Ying tiene los
ojos desorbitados y la cara roja, los dientes clavados en el labio inferior en un pequeño
destello blanco contra su boca magullada. "Fóllame", exige Lan Zhan, que automáticamente
retrocede para recibir los empujones de Wei Ying con obscenos ruidos húmedos. "Quiero que
me folles, A'Ying".

Wei Ying emite un ruido salvaje, medio feroz, y mete un tercer dedo en Lan Zhan con tanta
urgencia como si fuera ella la que estuviera a punto de correrse. "Eres tan...", sisea,
bombeando los dedos con rapidez y fuerza, tan dentro de Lan Zhan como puede, "¿Cómo se
te permite, mierda, te sientes bien, estás goteando por mi muñeca, espero que estés orgullosa
de ti misma...". La vibración, ligeramente olvidada por el apuro de involucrar más dedos,
regresa con venganza, rodando alrededor del hinchado clítoris de Lan Zhan en círculos que se
disparan hasta su médula.

"Aah", dice Lan Zhan con urgencia, "aaaah", aprieta y se corre. Es como una avalancha, que
la atraviesa durante un tiempo sorprendentemente largo y la deja sacudida y maltrecha a su
paso. Cuando vuelve en sí, se había desplomado sobre los codos, con la frente hundida en el
cuello de Wei Ying. Los dedos de Wei Ying siguen dentro de ella, dándole algo reconfortante
a lo que aferrarse mientras se estremece por el persistente gozo vertiginoso de un orgasmo tan
bueno que la dejó mareada. El vibrador está... en alguna parte. Lan Zhan tendrá que buscarlo,
porque tiene planes para él, pero en este momento Wei Ying le está acariciando la espalda
suavemente, y eso es mucho más importante.

"¿Estuvo bien?", pregunta Wei Ying, presionando suaves besos el pelo de Lan Zhan y la
punta de su oreja. "Parecía bueno. Se sintió bien". Gira un poco los dedos, jugueteando
dulcemente, y Lan Zhan suspira y vuelve a apretarla.

"Mmmm", dice, cayendo con cuidado a un lado para que Wei Ying tenga tiempo de quitar la
mano. "Estuvo bien". Muerde la clavícula de Wei Ying y besa su hombro. "Te amo".

La respiración de Wei Ying se entrecorta una vez, apenas. "Yo también te amo", dice, y besa
la parte superior de la cabeza de Lan Zhan, y luego su frente cuando Lan Zhan inclina la cara
hacia arriba, y luego la punta de su nariz, y luego su boca. "¿Pañuelos de papel?", pregunta, y
Lan Zhan mueve un brazo por detrás de ella hasta que encuentra la caja en la mesita de noche
y se la entrega. Cuando la mano de Wei Ying está suficientemente limpia, vuelven a
intercambiar besos lentos y perezosos, enredados piel con piel y ambos prácticamente
resplandecientes de endorfinas.

"Eso fue agradable", dice Wei Ying en el cuello de Lan Zhan, con un brazo curvado alrededor
de sus hombros y el otro acariciando lentamente su muslo. "Esto es como... el despertar
perfecto".

Lan Zhan tararea su acuerdo, con las dos manos puestas en Wei Ying, moviendo las piernas
distraídamente para que el vello de las piernas de Wei Ying cosquillee su piel. Lan Zhan
podría quedarse aquí para siempre. Podría vivir en este preciso momento durante el resto de
su vida, en este aceptable hotel de una parte aburrida de Chicago, desnuda con Wei Ying
entre sus brazos.

Excepto.

Lan Zhan las hace rodar, con las manos a cada lado de la cabeza de Wei Ying, y se asoma a
ella. "No terminamos", dice, con una voz que retumba peligrosamente. Los ojos de Wei Ying
se abren mucho, la boca es una O sorprendida que se transforma lentamente en una sonrisa.

"¿De verdad?" Pregunta, relamiéndose los labios e inclinando la cabeza hacia atrás para
mostrar la línea de su cuello. "¿Qué nos podría quedar?"

"Creo recordar que tenías ciertos planes para tu tiempo libre", dice Lan Zhan, sentándose
sobre las caderas de Wei Ying y sujetándola allí. "Planes que no pudiste ejecutar". Alcanza la
mesita de noche (y casi tiene que dejar de inmovilizar a Wei Ying para hacerlo, esta cama
es ridícula) para recuperar el consolador y el arnés para las piernas. "Creo que deberíamos
rectificar eso".

Los ojos de Wei Ying rebotan rápidamente entre la cara de Lan Zhan y el consolador, como
una pelota de ping-pong en un pasillo estrecho. "Okey", respira, su aparentemente
omnipresente rubor sexual se vuelve más intenso, apretando sus muslos y retorciéndose un
poco bajo la presión ejercida por Lan Zhan. "Sí, estoy de acuerdo".

"Me lo imaginaba", dice Lan Zhan. Por desgracia, no puede mantener a Wei Ying
inmovilizada y ponerse el arnés en el muslo, así que se pone de rodillas y le entrega los dos.
"Pónmelos", ordena, y observa con gran placer cómo Wei Ying se lanza a hacerlo con manos
temblorosas. El consolador es bonito, uno de los de doble densidad que se supone que se
siente más cerca de un pene de verdad. Lan Zhan no lo sabría (tuvo algo con una mujer trans
durante un tiempo, pero ella se había sometido a una cirugía genital previamente, aunque a
Lan Zhan no le hubiera importado), pero le gusta cómo se sienten los consoladores de doble
densidad, así que aprueba la elección de Wei Ying en general. Se pregunta cuántos otros
juguetes sexuales tiene Wei Ying. Cualquiera que lleve dos vibradores y un consolador como
mínimo de viaje probablemente tenga una amplia colección. Lan Zhan está deseando verlos y
utilizarlos todos con Wei Ying en concreto.

"Esta posición no parece la ideal", comenta Wei Ying mientras comprueba el ajuste de las
correas de velcro alrededor del muslo de Lan Zhan, con las manos posadas en su piel. "No
dudo de tus habilidades, jiejie, pero..." Hace un gesto hacia el consolador, que ahora
sobresale con orgullo y de forma ridícula en medio del cuádriceps de Lan Zhan, y luego hace
un gesto hacia su propia entrepierna, que está literalmente al otro lado del cuerpo de Lan
Zhan y orientada en la otra dirección. Lan Zhan no se digna a responder verbalmente. En
lugar de eso, se quita de encima a Wei Ying con suavidad y se arrodilla con las piernas
abiertas, agarra el lubricante de la mesita de noche y lo aplica en la silicona con movimientos
lentos y un contacto visual constante. Wei Ying vuelve a morderse el labio inferior y junta las
piernas con fuerza, con los ojos clavados en el consolador como atraídos por un imán.

"Ven aquí", ordena Lan Zhan, limpiando el lubricante sobrante de su mano con unos cuantos
pañuelos más. Wei Ying inhala bruscamente al oír el tono y se pone en cuatro patas,
acercándose a gatas. "Arriba", dice Lan Zhan en el mismo tono comercial, y utiliza ambas
manos en las caderas de Wei Ying para arrastrarla a su posición, a horcajadas sobre el muslo
de Lan Zhan, con la resbaladiza punta del consolador rozando la entrada de su vagina. El
vibrador de lápiz labial rodó hasta la rodilla de Lan Zhan, lo que fue muy cortés por su parte,
y toma nota mentalmente de su ubicación mientras induce a Wei Ying a frotarse lenta y
deliberadamente sobre la cabeza del pene de silicona. Es un estímulo horrible, un poco de
fricción apenas perceptible. Wei Ying apoya las manos en los hombros de Lan Zhan para
intentar hacer palanca para conseguir más y no consigue escapar del agarre de Lan Zhan
sobre sus caderas.

"¡Lan Zhan!", se queja, con la respiración entrecortada cuando el consolador resbala contra
su clítoris en una pasada, "¡Dijiste que estábamos rectificando las cosas! No me siento
rectificada".

"¿Mn?" pregunta Lan Zhan, arriesgándose a pellizcar uno de los pezones de Wei Ying y
obteniendo un estremecedor gemido. "¿No es esto lo que pretendías cuando lo empacaste?"

"Noooooo", se lamenta a medias Wei Ying cuando Lan Zhan le pellizca el pezón de forma
experimental. "Por favor, jiejie".

Lan Zhan se inclina para besarla, mordiéndole el labio inferior y untando su boca a lo largo
de la mandíbula de Wei Ying. "¿Esto es mejor que lo que pretendías?", pregunta, jugueteando
con el otro pezón de Wei Ying, el agarre de la cadera de Wei Ying es tan fuerte que la
mantiene en su sitio con una sola mano.

"¡Sí!" Wei Ying jadea inmediatamente: "Mucho mejor, Lan Zhan, jiejie, A'Zhan, pero, por
favor".

Lan Zhan muerde el cuello de Wei Ying justo debajo de la oreja, suavizando el toque de sus
manos incluso mientras sus dientes se hunden. "Muéstramelo, entonces", gruñe sobre el
lamento de Wei Ying. "Muéstrame lo que querías".

"Sí", dice Wei Ying, retorciéndose y atrapada en el agarre de Lan Zhan. "Oh, dios,
okey, mierda". Deja caer una mano de los hombros de Lan Zhan entre sus piernas para
posicionar el consolador donde tiene que estar y baja las caderas, estremeciéndose cuando la
cabeza entra. Una vez que la posición es la correcta, no pierde tiempo en sentarse hasta que
sus caderas están a ras del muslo de Lan Zhan, el calor de su vagina es evidente incluso a
través de la tela del arnés. "Ah", suspira, moviendo la pelvis en un lento círculo. "Joder, te
sientes tan bien en mí, Lan Zhan".

"Este es tu consolador", señala Lan Zhan sin poder evitarlo, acariciando con una mano la
parte baja de la espalda de Wei Ying y con la otra recuperando el lápiz de labios. Sin
embargo, todavía se acomoda un poco.

"El arma pertenece a quien la empuña", dice Wei Ying, levantándose unos centímetros y
volviendo a follar hacia abajo con un estremecimiento de todo el cuerpo. "No puedo
conseguir este ángulo por mí misma, esto es todo tú y te sientes bien". Lo hace de nuevo,
apenas cabalgando el muslo de Lan Zhan, manteniendo el juguete profundamente dentro de
ella mientras jadea.

"¿Esto es lo que haces cuando estás sola?" Lan Zhan pregunta conversando, tanteando el
vibrador con una mano y besando a lo largo de las clavículas de Wei Ying como distracción.

"Tal vez". Wei Ying hace rodar sus caderas en la siguiente caricia, con los brazos alrededor
de los hombros de Lan Zhan y los abdominales tensos. "¿Por qué? ¿Tienes una crítica
constructiva? ¿Opinión beta?"

"Solo creo", dice Lan Zhan, palmeando el vibrador y volviendo a besar el cuello de Wei Ying
hasta su oreja, "que te quejaste mucho de no poder follarte, y apenas te estás follando".
Aprieta la cadera de Wei Ying, sintiendo cómo los músculos se flexionan bajo la piel.

"Tal vez no deberías haberme agotado, jiejie", se queja Wei Ying sin aliento, pero también va
más rápido, cabalgando el consolador como si lo quisiera. Su aire sigue atrapado en la parte
posterior de su garganta en pequeños sonidos "¡Ah!", sus manos se aferran y se relajan en el
hombro de Lan Zhan y en el lateral de su cuello. "¿Esto es lo que esperabas?", logra
preguntar, rebotando en el muslo de Lan Zhan con la suficiente fuerza como para hacer que
sus lindas tetas salten. "¿Estás satisfecho con mis revisiones, Lan Zhan?"

"Mucho", le dice Lan Zhan al oído. Enciende el vibrador y lo presiona contra el clítoris de
Wei Ying con un movimiento suave. Wei Ying gime y prácticamente se ahoga con el sonido,
todo su cuerpo se convulsiona mientras deja caer su frente sobre el hombro de Lan Zhan.

"Oh", dice, gutural, "Oh, mierda, mierda, Lan Zhan, haaaaah". Sus movimientos
tartamudean y luego se aceleran, sacudiendo el colchón debajo de ellos. Está tan mojada que
Lan Zhan puede sentirla en el muslo a través del arnés, con la piel húmeda de sudor y la cara
enrojecida hasta las clavículas. "Lan Zhan", dice Wei Ying de nuevo, agarrándose
desesperadamente a sus hombros con dedos temblorosos, "Lan Zhan, ah, estoy... estoy..." Se
corta en un largo y bajo gemido, temblando y tensa de pies a cabeza.

Lan Zhan le quita el vibrador. Wei Ying rebota en el pene de silicona dos veces, con la cara
escondida en el cuello de Lan Zhan, y entonces se da cuenta de lo que pasó. "¡Jiejie!", grita,
levantando la cabeza para lanzarle a Lan Zhan la mirada más ofendida de posiblemente todo
el universo. "¡Lan Zhan! ¿Por qué?"

"Estabas a punto de correrte", dice Lan Zhan sin arrepentimiento.


Wei Ying se queda atónita por un momento, absolutamente sin palabras. "¡Sí!", balbucea
cuando su cerebro vuelve a funcionar. "¡Me parecía que ése era el objetivo!"

Lan Zhan tararea sin comprometerse, rozando el vibrador alrededor y cerca del clítoris de
Wei Ying, pero sin llegar a tocarlo. "Te correrás", dice tranquilamente, besando las comisuras
de la boca de Wei Ying y sus mejillas calientes como la sangre, "cuando yo decida que lo
hagas".

Wei Ying gime, obviamente apretando el consolador, con las uñas clavadas en la espalda de
Lan Zhan. "Mierda", dice, montando de nuevo el juguete, con los ojos cerrados y la boca
entreabierta. "Okey, okey, tú ganas, eso es muy caliente, oh dios". Esto último se debe a que
Lan Zhan volvió a presionar el vibrador contra el clítoris de Wei Ying, inspirando una nueva
oleada de estremecimientos salvajes y desesperados y un aumento inmediato del ritmo de la
cabalgata de Wei Ying. "Oh, por favor", suplica, "por favor, Lan Zhan, por favor".

Lan Zhan es despiadada e impasible frente a las súplicas de Wei Ying.


(Exteriormente impasible. Puede sentir cómo gotea por sus muslos, un constante estruendo de
excitación que hace que sus latidos se agudicen en su clítoris, pero Wei Ying no necesita
saberlo). La lleva al borde dos veces más, dejando que Wei Ying, cada vez más frustrada, se
retuerza e insulte y se agite inútilmente sobre sus hombros con manos débiles y temblorosas.

"Lo necesito", balbucea, todavía montando el consolador con temblorosa determinación. "Por
favor, jiejie, A'Zhan, tienes que hacerlo, no puedo seguir si no lo haces, por favor, por favor".
Su cara está roja y sudorosa, los pelos de bebé se pegan a sus sienes, los ojos son oscuros
aturdidos.

"Shh", calma Lan Zhan, besando las cejas de Wei Ying mientras acaricia su costado. "Lo
estás haciendo muy bien, A'Ying, cariño". Wei Ying casi solloza, mordiendo el hombro de
Lan Zhan con urgencia.

"Por favor", dice de nuevo, con la voz quebrada. Está destrozada, desesperada, en manos de
Lan Zhan. Lan Zhan se aferra a la nada, el calor crepita en su abdomen y en sus pezones.

"Estás siendo buena", dice Lan Zhan, "muy buena, cariño". Vuelve a presionar el vibrador
contra el clítoris de Wei Ying y lo mantiene ahí, sin más rodeos. Wei Ying rebota literalmente
una vez más y se rompe.

"Oh", gime, los sonidos se le escapan, "Oh, oh dios, mierda, oh oh". Su voz se quiebra por la
mitad como la madera golpeada con un hacha, su cuerpo se estremece. Tiene la boca pegada
al hombro de Lan Zhan, y su respiración se convierte en esos estremecedores casi sollozos
que agitan la mano de Lan Zhan en su espalda. Lágrimas calientes recorren su rostro hasta
salpicar la piel de Lan Zhan, lo que la preocupa brevemente antes de escuchar: "Gracias, oh,
gracias jiejie".

"Buena chica", susurra Lan Zhan, besando la parte superior de la cabeza de Wei Ying. "Tan
hermosa para mí, Wei Ying".

"Aaaaaaah", gime Wei Ying, relajándose por completo en los brazos de Lan Zhan y quedando
inerte. Tiembla intermitentemente, todavía prácticamente empalada en el consolador, y gime
ligeramente cuando Lan Zhan la levanta con mucho cuidado y la deposita en la cama. Wei
Ying gime sin decir nada, manoseando inútilmente el costado de Lan Zhan mientras se quita
el arnés, y luego zumba de satisfacción cuando Lan Zhan la abraza, con la cara pegada a los
pechos de Lan Zhan. Lan Zhan espera que pueda respirar, pero se imagina que Wei Ying le
hará saber si tiene problemas. Probablemente.

"Llorar cuando te domina una lesbiana sexy es un estereotipo", murmura Wei Ying en el
escote de Lan Zhan. "No puedo creer que me hayas convertido en un estereotipo, Lan Zhan".

"Algunos estereotipos se basan en la verdad", dice Lan Zhan, peinando con sus dedos el pelo
sudado de Wei Ying. "¿Estuvo bien?", es posible que haya ido más fuerte de lo que pretendía,
atrapada en el momento y en la maravillosa capacidad de respuesta del cuerpo de Wei Ying.

"Muy bien. Lo sentiré mañana". Wei Ying besa el esternón de Lan Zhan y acaricia su cadera
con una mano temblorosa. "Algo para que te recuerde".

Lan Zhan se siente muy engreída por eso y trata de que no se note. Debería haber mordido
algunos moretones en el cuello de Wei Ying, solo para dejar claro el mensaje, pero ese es el
tipo de cosas que se preguntan primero. La próxima vez.

"¿Cómo diablos sabías que me iba a gustar eso?" Wei Ying pregunta unas cuantas
respiraciones somnolientas después, manoseando distraídamente el culo de Lan Zhan.

Ah. Esto es fácil. "Escribes sobre el retraso y la negación del orgasmo en todos tus libros".

Wei Ying resopla y aparta la cara lo suficiente para mirar a Lan Zhan. "También escribo
mucho de orgías", dice secamente, con las palabras todavía un poco arrastradas, "y realmente
no puedo pensar en nada que me parezca menos sexy en la vida real que ser follada por un
montón de hombres al azar".

"Fue un riesgo calculado", permite Lan Zhan, "pero, Wei Ying". Le besa la frente. "Lo
escribes en todos tus libros".

Wei Ying refunfuña y vuelve a meter la cara entre las tetas de Lan Zhan. "Deja de percibirme
y pásame el conejo", murmura. Lan Zhan se toma un momento para analizar lo que quiere
decir con conejo y luego hace una larga y cada vez más familiar estirada detrás de ella hasta
la mesita de noche, y vuelve con el último juguete sexual que queda. "Gracias", dice Wei
Ying, distraída, y lo manipula hasta que cobra vida. Lan Zhan no sabe realmente lo que está
planeando hasta que intenta (y fracasa) levantar la rodilla de Lan Zhan para acceder a su
vagina, y entonces Lan Zhan levanta ella misma la pierna y sisea cuando Wei Ying introduce
el vibrador en su húmeda vagina.

"Sí", dice Wei Ying, trabajando hasta que las orejas del vibrador golpean el clítoris de Lan
Zhan, sonando extremadamente satisfecha. "Sí, así". Rodea con su boca uno de los pezones
de Lan Zhan y chupa, follándola con el vibrador, las dos de lado enroscadas la una en la otra.
Lan Zhan gime y se aprieta, con una mano agarrando el pelo de Wei Ying, y la otra
recorriendo todo lo que puede de su cuerpo. Wei Ying zumba en aparente felicidad, pasando
la lengua por el pezón de Lan Zhan, y mece el vibrador de manera constante.
Lan Zhan no tarda en tensarse y correrse bajo la estimulación combinada de un vibrador
pulsando su punto G y su clítoris y la boca de Wei Ying en sus tetas, y gime, estremeciéndose
y apretando su vagina contra el eje del vibrador en salvajes y agudos espasmos. Finalmente,
se queda flácida y temblorosa, con su torpe mano acariciando el hombro de Wei Ying
mientras saca el vibrador y lo arroja a un lado. Se retuercen más cerca, con las piernas
enredadas y la respiración entrecortada, y nadie habla durante un tiempo.

Entonces, el teléfono de Wei Ying empieza a reproducir WAP, rompiendo el cómodo silencio
de la forma más graciosa posible, y Wei Ying ríe mientras gira para apagar la alarma. "Oh,
dios mío", dice, nadando de nuevo a través de la enorme cama y hacia los brazos de Lan
Zhan que la esperan, "¡Mierda, Lan Zhan, no puedo creer que hayamos follado tanto antes de
las siete de la mañana!"

"Levantarse temprano tiene sus ventajas", dice Lan Zhan, presumida. Quiere besar cada
centímetro de la cara dormida y jodida de Wei Ying, así que lo hace, porque puede.

"Tal vez", dice Wei Ying, dejándose besar la cara. Ella le devuelve el beso, atrapando la boca
de Lan Zhan y distrayendo a ambas por un momento. "No quiero levantarme", se queja,
rodando sobre su espalda y remolcando a Lan Zhan como una gran manta humana. "Ey, Lan
Zhan, ¿y si abandonamos nuestra vida normal y vivimos en esta habitación de hotel para
siempre y follamos todo el tiempo?" Wei Ying mete la cara en el hombro de Lan Zhan y
suspira con un confuso nivel de nostalgia. "¿No sería lindo?"

"Planteas excelentes cuestiones", dice Lan Zhan, besando la parte superior de la cabeza de
Wei Ying. "Desgraciadamente, ambas tenemos vuelos que tomar".

Wei Ying vuelve a suspirar con fuerza, con la respiración un poco temblorosa al final. "Sí",
dice con tristeza. "Supongo que sí".

El ambiente en la habitación se vuelve extraño y melancólico, como si el frío del aire


acondicionado hubiera sacado la calidez del aire en más de un sentido. Lan Zhan no está
segura de qué pasó, pero hay pocas cosas que la comida pueda empeorar, así que acaricia con
la nariz la mejilla de Wei Ying hasta que ella inclina la cabeza y se deja besar.

"Vamos, mi amor", murmura. "Voy a preparar el desayuno".

Wei Ying sonríe, y si no le llega a los ojos, está lo suficientemente cerca como para que Lan
Zhan no crea que lo deba señalar. "Okey", dice. "Me parece bien, jiejie".

Vuelven a intercambiar el uso del baño (Lan Zhan tiene que aplicar juiciosamente una toalla
caliente en varias partes pegajosas de su cuerpo) y luego se visten al mismo tiempo, sin más
prisas ni escondites incómodos. Lan Zhan observa cómo Wei Ying se pone un par de
calzones con el estampado Saturno devorando a su hijo, de Francisco Goya (mujer ridícula) y
luego se pone sus pantalones negros de yoga y una camiseta de gran tamaño con ilustraciones
de gatos dormidos. Recoge los juguetes sexuales usados para lavarlos e intenta pasar junto a
Lan Zhan para ir al baño y Lan Zhan la detiene con una mano en la cintura y un suave beso.
Se desenvuelve un futuro lleno de besos matutinos soñolientos, de ella y Wei Ying navegando
por espacios compartidos con una naturalidad física, y Lan Zhan se aparta con cierta
reticencia.
"Te amo", murmura, dejando que sus labios recorran la mejilla de Wei Ying. Wei Ying se
vuelve hacia ella y la besa de nuevo, necesitada y deseosa.

"Yo también te amo", dice, todavía con melancolía, y se retira suavemente para desaparecer
en el baño. Lan Zhan calienta la sartén y unta con mantequilla las últimas rebanadas de pan
mientras intenta averiguar qué está pasando. ¿Quizá Wei Ying está cansada? Hoy vuelan, y la
conferencia fue accidentada en más de un sentido. Dormir en hoteles siempre hace que Lan
Zhan esté un poco irritable al final de la estancia, por mucho que siga su rutina y por muy
buena que sea su higiene del sueño. También es inevitable que vayan a pasar la mayor parte
de los próximos días separados - Lan Zhan tiene cosas que arreglar, y Wei Ying tiene su
propia vida que retomar. Fue un lujo tener a Wei Ying para ella sola durante las últimas cinco
noches. Lan Zhan no tiene muchas ganas de renunciar a eso, ni siquiera temporalmente. Es
lógico que Wei Ying sienta lo mismo.

Lan Zhan, cuando Wei Ying sale del cuarto de baño, ya tiene sobre la mesa huevos fritos con
tostadas y manzanas cortadas, y dos tazas humeantes preparadas. Wei Ying se sienta en su
silla y, aparentemente en contra de su voluntad, sonríe a su plato.

"Ah, Lan Zhan", dice, mordisqueando con entusiasmo su tostada con huevo, "me acostumbré
a que me cocinaras todos los días. Voy a extrañar tus desayunos".

"También cocinaré para ti en casa", dice Lan Zhan, calada hasta los huesos por la idea de
poder hacerlo, por poder cuidar de Wei Ying de la forma que la ilumina por dentro. "En tu
casa o en la mía. Cuando quieras".

Parece que, de alguna manera, fue un error decirlo, porque el rostro de Wei Ying se contrae
por un instante antes de volver a sonreír. "Sí", dice, con un lejano anhelo resonando tras las
palabras. "Cuando quiera".

Lan Zhan frunce el ceño, con una rodaja de manzana a medio camino de la boca. ¿No es eso
lo que quiere Wei Ying? ¿Se está precipitando Lan Zhan? Es consciente de que el estereotipo
de U-Haul lo desea tan pronto como su vuelo aterrice, pero creía que mantenía ese impulso
oculto.

"De todos modos", dice Wei Ying con alegría, "¿cuándo es tu vuelo? Sé que la salida es a las
once, pero ¿vas a tener que buscar un parque o un centro comercial para matar el tiempo
durante unas cuatro horas?"

"No", dice Lan Zhan cuando termina de comer su rodaja de manzana, porque tiene menos
tolerancia a hablar con la boca llena que Wei Ying. "Mi vuelo sale a la una y media. Tengo
que devolver mi coche de alquiler e ir directamente al aeropuerto".

Los ojos de Wei Ying se iluminan por encima de su taza de café. "Mi vuelo también sale a
esa hora", dice. "¡Podemos ser compañeras de aeropuerto! Es mucho mejor que pasar el
tiempo sola en la terminal".

"Mn", acepta Lan Zhan, sonriendo con cariño. "Compañeras de aeropuerto".


"No te librarás de mí hasta que empiece el embarque", promete Wei Ying. Sigue hablando
con esa extraña gravedad, como si todo lo que dijera pudiera ser la última oportunidad que
tiene de decirlo. Lan Zhan sigue sin entender qué está pasando, pero Wei Ying come con toda
la apariencia de estar disfrutando, así que deja la pregunta para más tarde.

Terminan de desayunar, con los platos vacíos salvo por las migas y las vetas grasientas de la
mantequilla derretida, y mantienen una discusión silenciosa sobre quién se queda con la
última rodaja de manzana, que empujan una y otra vez hacia el lado de la mesa de la otra
persona. Lan Zhan gana, lo que significa que Wei Ying come la manzana y pone los ojos en
blanco todo el tiempo. El ambiente es ligero, como el corazón de Lan Zhan, y cuando termina
su taza de té alcanza la de Wei Ying y le pregunta: "¿Quieres más café?"

Wei Ying rompe a llorar, lo que definitivamente no es la reacción que Lan Zhan esperaba, y
casi deja caer su taza vacía. "¿Wei Ying?", pregunta con urgencia, abalanzándose sobre la
mesa para acariciar su rostro, apartando las lágrimas con dedos en pánico. "Wei Ying, ¿qué
pasa?"

"Lo siento", solloza Wei Ying, aferrándose al vestido de punto azul de Lan Zhan. "Lo siento,
estaba tratando de mantener la calma, lo siento". Lloriquea miserablemente, con los hombros
encogidos. "Te voy a extrañar mucho, Lan Zhan".

Lan Zhan abre la boca para responder, sintiendo como si hubiera intentado dar el último paso
en una escalera y encontró el suelo quince centímetros más abajo de lo que esperaba, pero
Wei Ying sigue hablando.

"Sé que dijiste que me ibas a enviar fotos todos los días y sé que ya nos enviamos mensajes
de texto y que la gente hace que las relaciones a distancia funcionen todo el tiempo,
pero apestan, y no quiero irme, no quiero que me dejes y por la diferencia de horario tenemos
que resolver cuándo queremos hablar por teléfono". Aspira una enorme bocanada de aire, el
aire se le atasca en la garganta como un clavo ardiendo sobre la tela. "Quiero esto", continúa
Wei Ying, con la voz quebrada. "Quiero esto todo el tiempo".

"Wei Ying...", intenta Lan Zhan, todavía aturdida.

"Y no tengo el dinero para volar a la costa este todo el tiempo, jiejie", continúa Wei Ying, con
lágrimas calientes recorriendo su rostro ya mojado. "No tengo dinero para mudarme a la
costa este, sabes que la única razón por la que puedo ser escritora a tiempo completo es
porque alquilo en la casa de mis padres, ¡pero no puedo pedirte que vueles a visitarme todo el
tiempo! ¡Sé que odias volar! ¡No puedo ser tan egoísta!"

"Wei Ying", dice Lan Zhan, más fuerte esta vez.

"Así que vamos a vernos tal vez cuatro veces al año si tenemos suerte, o puedo conseguir una
tarjeta de crédito con millas de alguna aerolínea y acechar los sitios de descuento y
simplemente- te amo y este fue el mejor fin de semana de mi vida y tan pronto como nos
vayamos se acaba y lo odio". Wei Ying jadea, sus hombros tiemblan con sollozos medio
reprimidos. "No quiero que te vayas", gime lastimeramente, las palabras salen de una parte
sangrienta y vulnerable de ella. Lan Zhan se siente muy mal por ella, quiere borrar la miseria
que se percibe en todas las formas en que sostiene su cuerpo.
Lan Zhan también está muy confundida.

"Wei Ying", dice, sabiendo que suena desconcertada e incapaz de evitarlo en su voz. "Wei
Ying, me estoy mudando de regreso".

Wei Ying parpadea hacia ella dos veces, sorbe la nariz, traga y pregunta: "¿Qué?"

"Vuelvo a casa", dice Lan Zhan. "Lan Huan me va a recoger en el aeropuerto y me va a llevar
a la casa de mi madre. Me quedaré con ella mientras busco apartamento".

Wei Ying la mira fijamente, estremeciéndose por un último sollozo con sus ojos húmedos
muy abiertos y desconcertados. Parpadea dos veces más, abre la boca, la vuelve a cerrar y
finalmente dice: "¿Qué?"

"Vuelvo a Portland", dice Lan Zhan con impotencia, incapaz de entender por qué esto parece
tan confuso. "Dije..."

El interior de la cabeza de Lan Zhan procede a interpretarla como un aluvión de imágenes,


como un detective en un procedimiento policial mientras todo finalmente se junta para
revelar cómo resolver un caso. Decenas de mensajes de texto sobre su mudanza parpadean
detrás de sus ojos, mensajes de texto que envió a Lan Huan, a su madre y a su tío Qiren,
mensajes de texto que establecen la logística y exponen el plan, mensajes de texto con
enlaces a compañías de mudanzas y números de vuelo. Decenas de otros mensajes a Wei
Ying sobre su entusiasmo y su inquietud; respuestas de Wei Ying animándola, diciéndole que
podía hacerlo, que su nuevo apartamento sería fabuloso.

La realidad la golpea como un cubo de agua helada en la cara. Las piernas de Lan Zhan se
debilitan y se sienta pesadamente en la alfombra del hotel, con las manos apoyadas en las
rodillas de Wei Ying. "¿Lan Zhan?" pregunta Wei Ying, evidentemente alarmada, agarrando
sus dedos y apretando.

"Nunca te lo dije", respira Lan Zhan, mirando los gatos de la camiseta de Wei Ying sin
verlos. Mira la cara de Wei Ying, con los ojos rojos y las lágrimas en los ojos, afectada por su
omisión. "Wei Ying", dice, agarrando sus manos como si fueran un salvavidas. "Me voy a
casa. Ahí es donde me mudo. Pensé que lo sabías".

Wei Ying emite un sonido salvaje y agudo como el de un gato ofendido. "¡No!", dice. "¡No,
no lo sabía! Habría planeado una fiesta o algo así, Lan Zhan. Sabía que te ibas a mudar, pero
no sabía adónde. Pensé que era como... ¡al otro lado de la ciudad!"

En retrospectiva, Wei Ying parecía extrañamente poco entusiasmada con la idea de que Lan
Zhan se mudara de regreso, lo que en aquel momento Lan Zhan desestimó como si Wei Ying
intentara mantener la calma o como una prueba más de que Wei Ying no estaba, ya sabes,
desesperadamente enamorada y suspirando durante su ausencia. Ahora tiene un perfecto y
ridículo sentido.

"Lo siento mucho", dice Lan Zhan, apretando las manos de Wei Ying. "Envié tantos mensajes
de texto a todos los demás para arreglar las cosas que pensé que te lo había dicho. Te
ofreciste a mirar apartamentos conmigo".
"¡Me refería a los enlaces de Craigslist!" Dice Wei Ying, con una sonrisa en los bordes de la
boca. "¡Iba a hacer revisiones comparativas de cuántos enchufes podía contar en las fotos de
los listados y compararlos con cuántos aparatos tienes! No sabía que te referías en persona".

"Es verdad", dice Lan Zhan. "Así es. Tengo que instalarme esta noche, pero quiero verte
mañana. Quiero verte pasado mañana. Quiero verte todo el tiempo, Wei Ying, en mi nuevo
apartamento y en el tuyo y en todas partes".

Wei Ying se ríe húmedamente y desprende una de sus manos de las de Lan Zhan para buscar
una servilleta y limpiarse la cara. "Dios mío", dice, "mierda, Lan Zhan. ¿Vas a regresar?"

Lan Zhan asiente frenéticamente. "Hoy", dice, por si acaso aún no está claro. "Mis cosas ya
fueron enviadas por adelantado".

"Oh", dice Wei Ying, más tranquila, con algo delicado desplegándose en su rostro como los
pétalos de una flor. "Vas a volver". Levanta una mano para acariciar la mejilla de Lan Zhan,
con el pulgar rozando el rabillo del ojo. "¿No tengo que renunciar a ti?" Su voz es baja y
temblorosa, rocío en una telaraña que atrapa la luz de la mañana.

"No tienes", dice Lan Zhan, presionando su mano sobre la de Wei Ying en su mejilla. "Hoy
no. Nunca, Wei Ying".

"Oh", vuelve a decir Wei Ying. Traga, parpadeando con fuerza, y en el siguiente suspiro Lan
Zhan está de espaldas con los brazos llenos de Wei Ying. "Oh, dios mío", Wei Ying ríe en el
cuello de Lan Zhan, "no puedo creer que te hayas olvidado de decírmelo".

"Realmente pensé que lo había hecho", dice Lan Zhan con honestidad, tomándose un
momento para alegrarse de que no hayan tocado la mesa de café cuando Wei Ying la abordó.
Aprieta a Wei Ying hasta que chilla, y besa el costado de su cara en señal de disculpa tanto
por el apretón como por la omisión.

"Okey", dice Wei Ying, apoyándose en los codos para poder mirar a Lan Zhan a 15
centímetros de distancia. "Okey, entonces, te mudas de regreso".

Lan Zhan asiente, acariciando la columna vertebral de Wei Ying.

"Y necesitas esta noche para... alojarte".

Lan Zhan asiente de nuevo. Le gustaría mucho volver a pasar la noche con Wei Ying, pero
puede reconocer que va a ver a su familia en persona por primera vez en meses y que después
estará muerta para el mundo durante aproximadamente diez horas.

"Entonces", dice Wei Ying, pasando los dedos por los piercings de la oreja de Lan Zhan,
"¿eso significa que quieres cenar conmigo mañana por la noche y volver a mi casa después?
¿Y posiblemente no salir nunca? ¿Y ser mi novia?"

Lan Zhan se lanza y la besa. "Sí", dice ella. "A todo eso. Especialmente la parte de las
novias".
La sonrisa de Wei Ying eclipsa el sol. "Bien", dice ella, y se besan hasta que sus bocas
magulladas están demasiado doloridas para seguir besándose, y después se besan un poco
más. Es como la piña de los besos, reflexiona Lan Zhan mientras muerde la mandíbula de
Wei Ying tan suavemente como puede. Siempre que come piña, lo hace hasta que la boca está
en carne viva, y luego se come al menos otros cuatro trozos. No está segura de si ella es la
piña en este caso o si lo es Wei Ying. Tal vez ambas lo sean.

"Uuugh", se queja Wei Ying, rodando fuera de Lan Zhan para acostarse a su lado. "Tenemos
que empacar, ¿no es así?" Tantea hasta que encuentra la mano de Lan Zhan y entrelaza sus
dedos.

"Sí", dice Lan Zhan con un suspiro. No quiere hacerlo. Quiere seguir sosteniendo la mano de
Wei Ying en esta alfombra de mierda de hotel, pero, por desgracia, el mundo no funciona así.
"Si perdemos nuestros vuelos, será más difícil salir a cenar mañana", ofrece como consuelo.

"Es verdad", reconoce Wei Ying. "Además, tenía ganas de comer uno de esos platos de queso
a la vuelta".

Lan Zhan frunce el ceño y se apoya en un codo. "Wei Ying", pregunta lentamente, "¿estás en
el vuelo de Alaska de la una y media sin escalas de Chicago a Portland?"

"Sí", dice Wei Ying, lanzando su mano libre al aire. "¡La fila de salida reservada, nena!" Ve la
cara de Lan Zhan y se congela. "Lan Zhan", pregunta con un aire de lenta comprensión, "¿en
qué vuelo estás?"

Lan Zhan no dice nada, solo inclina la cabeza, y la cara de Wei Ying se ilumina. "Oh, dios
mío", dice, levantándose de un empujón, "¡Ni en broma! Enséñame tu confirmación de
vuelo". Hay una lucha mutua por los teléfonos y se reúnen de nuevo en la cama desordenada,
con los hombros apretados y ambos revisando sus correos electrónicos. "No puedo creerlo",
dice Wei Ying, inclinándose para leer el teléfono de Lan Zhan. "¿Cómo mierda estamos
sentados una al lado de la otra?"

"Tenemos las piernas largas. Tiene sentido que ambos hayamos reservado la fila de salida",
dice Lan Zhan, sin poder dejar de sonreír.

"Esto es ridículo", insiste Wei Ying, con una sonrisa de oreja a oreja. "Maldición, Lan Zhan,
si escribiera esto en una historia la gente me gritaría en Twitter por lo poco realista que es".
La besa, hace una mueca de dolor por la presión y la vuelve a besar a pesar de todo. "Me
alegro mucho de que la reserva de mi habitación fuera una estafa", dice Wei Ying, abrazando
a Lan Zhan y apoyando la cabeza en su hombro. "También de que Jazmín me haya hecho
entrar en razón".

"¿Ella también habló contigo?" ¿Fueron tan obvias? Lan Zhan piensa en los últimos cinco
días y llega a la conclusión de que sí, definitivamente fueron así de obvias.

"Oh, sí", admite Wei Ying. "Me ayudó a descubrir mis propios sentimientos y luego me
amenazó ligeramente para que te lo dijera. Totalmente tajante, no voy a mentir".
"Ah." Lan Zhan sonríe en el pelo de Wei Ying, acariciando su brazo de arriba abajo. "Ella
pudo haberme dicho algo similar".

Se quedan pensando en eso por un momento. "Deberíamos hacerle un pastel", dice Wei Ying.
"Enviarle una tarjeta. Hacerla dama de honor en nuestra boda".

"Tendría que oficiar", dice Lan Zhan inmediatamente, porque Jazmín es amiga de ambas y no
puede ser la dama de honor de las dos. Oficiar es la única manera de que sea
justo, obviamente.

En el siguiente segundo, ambas se tensan, se giran hacia la otra para establecer un incómodo
contacto visual y se apartan apresuradamente para mirar las paredes opuestas. Hablar de
bodas en el segundo día de citas es probablemente un récord para las lesbianas de U-Hauling,
piensa Lan Zhan. Probablemente haya una tabla de clasificación en algún lugar, y ahora ella y
Wei Ying están en la cima.

"Um," Wei Ying chilla. "Bueno. Esa es una conversación que podemos, ah, tener más tarde.
Si es que. Surge".

"Mn", dice Lan Zhan, con las orejas calientes. "No es una decisión para hoy".

"Bien", dice Wei Ying. Se calla un segundo y añade: "Entonces... podemos hablar de eso la
semana que viene".

Lan Zhan resopla. "La semana que viene me parece bien", dice con cariño, dando una
palmadita en el culo a Wei Ying antes de bajarse de la cama. "Tenemos que empacar". Hay
platos que lavar y obras de arte que quitar de las paredes y una buena propina generosa que
dejar al servicio de limpieza. Ella y Wei Ying pueden hacer bromas sobre su hipotética futura
boda mientras se preparan para el vuelo.

"Bien", dice Wei Ying con distancia, haciendo algo en su teléfono. "Me gustaría dar las
gracias a Jazmíne por nuestras vidas y por los cuatro orgasmos que tuve en las últimas doce
horas, con esas mismas palabras".

"Es justo", dice Lan Zhan, llevando los platos del desayuno al baño. "Da las gracias de mi
parte también".

"De acuerdo", dice Wei Ying, enviando un mensaje de texto con atención.

Lan Zhan convirtió sus viajes en un arte, y hacer las maletas es parte de eso. Sabe cómo
trasladarse a un espacio, pasar su tiempo ahí sola, y luego abandonarlo sin dejar rastro de su
presencia. Conoce el camino solitario, la melancolía y la soledad de la partida. Hacer la
maleta con Wei Ying desbarata toda su rutina, y es difícil imaginar algo mejor. Dobla una
chaqueta de punto mientras Wei Ying mete los calcetines en su maleta, pone la mano en la
parte baja de la espalda de Wei Ying mientras se desplaza junto a ella para alcanzar un cajón.
Hay un destino al final del día, y es un destino con Wei Ying en él, y más noches juntas, y
más desayunos. Cuando el espacio está despejado y sus maletas hechas, Lan Zhan mira la
vacía y neutra habitación del hotel con un profundo cariño.
"Estuvo muy bien, ¿no?" Wei Ying dice, apoyando su barbilla sobre el hombro de Lan Zhan y
rodeando su cintura con los brazos.

"Mn", dice Lan Zhan. "Cinco estrellas."

"Eres una idiota", le dice Wei Ying con cariño, besando a Lan Zhan. "¿Voy a usar el baño y
luego podemos irnos?"

Lan Zhan tararea su acuerdo y da un último repaso a la habitación mientras Wei Ying
desaparece en el baño. Al no encontrar nada (como era de esperar, Lan Zhan es buena
haciendo la maleta), comprueba su teléfono y encuentra varios mensajes nuevos.

De: Jazmín 🌸💗
Ey A'Zhan
Escuché que descubriste algunas cosas
Felicidades por tu feliz para siempre!
🙌👍🏿🎉🎉😘
Lan Zhan sonríe a la pantalla, tan llena de tierno afecto que cree que podría alejarse flotando.

Para: Jazmín 🌸💗
Gracias por tu ayuda y apoyo.

💙
No creo que pudiéramos haberlo hecho sin ti.

"Orina siempre antes de salir", dice Wei Ying, golpeando su cadera contra el marco de la
puerta del baño una última vez al salir. "Empaca la ropa interior como si fueras a orinarte en
los pantalones dos veces al día y usa siempre el baño cuando tengas la oportunidad, esos son
mis dos principales consejos de viaje".

"Sabios consejos", dice Lan Zhan solemnemente, abriendo la puerta del pasillo. "¿Nos
vamos?"

"Sí", dice Wei Ying, con los ojos brillantes. "Vamos a casa, jiejie". Recoge su maleta y la
lleva hasta el pasillo con energía. Lan Zhan vuelve a guardar su teléfono en el bolso y la
sigue. El tiempo dirá si esto es un "felices para siempre", pero mientras Lan Zhan alcanza a
Wei Ying, alias una de sus autoras favoritas, alias su mejor amiga, alias su novia, alias el
amor de su vida...

Bueno.

Definitivamente puede decir que son felices por ahora.

Chapter End Notes

Notas de la autora:
¡Y eso es una cierre! Gracias por acompañarme en este viaje verdaderamente
autoindulgente, ya que (como era de esperar) terminó mucho más tiempo de lo que
pensé, sin importar cuán firmemente me mantuve en ese maldito número de capítulos.
Muchas, muchas gracias a mi beta, westiec, por todos los gritos, los talleres y el aliento
general.
-El mundo de las publicaciones románticas tiene sus problemas y más de lo que es justo
en Rose Madders, pero también hay muchas personas realmente geniales que hacen un
trabajo realmente genial, realmente inclusivo, divertido, sexy y queer. Con ese fin, aquí
hay algunas recomendaciones para buscar en su biblioteca local. Recuerda, casi todo lo
que te gusta del fic se puede encontrar en las novelas románticas, ¡solo tienes que saber
dónde buscar!
¡Y eso es una cierre! Gracias por acompañarme en este viaje verdaderamente
autoindulgente, ya que (como era de esperar) terminó mucho más tiempo de lo que
pensé, sin importar cuán firmemente me mantuve en ese maldito número de capítulos.
Muchas, muchas gracias a mi beta, westiec, por todos los gritos, los talleres y el aliento
general.
El mundo de las publicaciones románticas tiene sus problemas y más de lo que es justo
en Rose Madders, pero también hay muchas personas realmente geniales que hacen un
trabajo realmente genial, realmente inclusivo, divertido, sexy y queer. Con ese fin, aquí
hay algunas recomendaciones para buscar en su biblioteca local. Recuerda, casi todo lo
que te gusta del fic se puede encontrar en las novelas románticas, ¡solo tienes que saber
dónde buscar!
*Courtney Milan es una de mis autoras románticas favoritas. ¡Escribe Regency y otros
históricos similares con historia real, gente de color y queers! Ve a buscar "El duque que
no lo hizo" y disfruta de la buena comida, tanto en el libro como metafóricamente.
*KJ Charles tiene queers históricos y de fantasía con steampunk, magia y perversión.
También MUCHOS libros para elegir.
Cat Sebastian tiene más queers históricos para ti, en las variedades m / m, f / f yf / m
(donde la f no es binaria).
*Alyssa Cole lo tiene TODO: una trilogía de la era de la Guerra Civil que es a la vez
sexy y seria; romances contemporáneos sobre la realeza que recorren la línea entre la
fantasía y los problemas realistas con las monarquías; libros f / f; un elenco diverso de
personajes. En serio, ¡lee algunos!
*Rebekah Weatherspoon escribe romances contemporáneos negros y de razas mixtas
con frecuencia pervertidos. Con títulos como "Rafe: A Buff Male Nanny", ¿realmente
necesitas más?
*Beverly Jenkins es probablemente la autora de romances negros más prolífica y
longeva. ¡Ella ha existido por un tiempo y tiene la lista de libros para demostrarlo!
*¡Alisha Rai tiene diversos romances y una divertida presencia en Twitter!
*T. Kingfisher proporciona los divertidos y esponjosos romances llenos de cabezas
cortadas y mazmorras de tortura (no del tipo divertido) que quizás hayas estado
buscando o no.
*Everina Maxwell es la autora de "Winter's Orbit", un encantador juego de ciencia
ficción que presenta un matrimonio arreglado por motivos políticos entre dos tipos que
realmente están tratando de hacer todo lo posible y también tienen que salvar la galaxia.
¡Ups!
*Olivia Dade es la autora de "Spoiler Alert", que trata sobre una fan de talla grande de
un programa falso de Game of Thrones que termina saliendo con el actor que interpreta
al personaje sobre el que escribe fic. Esta es una carta de amor al fandom de arriba a
abajo y DESTRUYE absolutamente a los showrunners de Game of Thrones.
*Ann Aguirre tiene un montón de libros, pero la revelación completa, el único que he
leído es "Amor extraño". ¡Es un jodido romance donde el alienígena es realmente
alienígena, y el sexo es increíblemente excitante!
*Talia Hibbert tiene tantas buenas series, todas diversas, algunas queer y toneladas de
protagonistas neurodivergentes. Echa un vistazo a "Mating the Huntress" para ver un
rollo de canela absoluto de un hombre lobo que literalmente busca en Google "cómo
coquetear con una mujer humana sin asustarla".
*Scarlett Gale es, eh. ¡Yo! Tengo una duología de romance de fantasía de dominación
femenina entre una gran dama guerrera aficionada y el pequeño monje que usa magia
que la mira como si colgara la luna.
¡Feliz lectura a todos!
ScarlettStorm
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