UNIDAD 1 - ISO
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U.1 - ISO
1. ¿Cómo se produce el sonido?
La acústica es la rama de la física que estudia el sonido, el cual se define como la
sensación auditiva que está originada por la vibración de algún objeto.
Vibración es un conjunto de pequeños movimientos, que pueden repetirse con mayor
o menor velocidad, alrededor de una posición media de equilibrio estable.
Para que exista sonido tiene que haber una fuente sonora (emisor) que será el
elemento que, en estado de vibración, obligará a las partículas de aire que lo rodean a
vibrar y transmitir dicha vibración a las partículas contiguas.
Para que exista el sonido es necesario además un medio elástico como el aire a través
del cual se propague la perturbación.
Por último, el receptor será el encargado de convertir esa vibración en sonido. El
receptor por antonomasia será el oído humano, que traducirá esas vibraciones en
impulsos eléctricos que enviará al cerebro, que será quien finalmente genere la
sensación sonora que todos conocemos.
Las partículas del aire no se desplazan con la vibración, sino que simplemente oscilan
alrededor de su posición de equilibrio. Lo que sí se traslada es la perturbación, o lo que
es lo mismo, las compresiones y rarefacciones de las partículas a lo largo del espacio. A
esto se denomina propagación de la onda sonora.
Estas ondas son a su vez ondas longitudinales, porque las partículas del aire se mueven
en la misma dimensión que la dirección en que viaja la onda. Estas ondas
longitudinales llegan al oído, que convierte la vibración transmitida por las moléculas
del aire en impulsos nerviosos, que a su vez hará llegar al cerebro, convirtiéndose en la
sensación sonora que todos conocemos.
Para describir este movimiento en forma más matemática, se hace corresponder la
sucesión de compresiones y rarefacciones con una gráfica más sencilla de dibujar,
como la mostrada en la siguiente figura:
Las compresiones se dibujan como cimas de la curva, mientras que las rarefacciones
son mínimos. Al final, la curva obtenida en este ejemplo es la gráfica de una función
sinusoidal, una función matemática tipo seno, porque es la curva obtenida tras hacer
sonar un diapasón. Pero no todas las ondas sonoras van a tener ese aspecto.
La manera más utilizada para expresar la magnitud de un sonido (esto es, su volumen,
su intensidad, su energía) es mediante la presión sonora, que en términos físicos se
define como la fuerza que ejercen las partículas de aire por unidad de superficie. La
presión sonora es una medida que se relaciona íntimamente con la presión
atmosférica, como ahora veremos. Se mide en Pascales, aunque también existen otras
unidades que tienen su equivalencia con los Pascales, como mostramos en la siguiente
figura: la atmósfera, el bar y el milímetro de mercurio.
Las partículas de aire que no están sometidas a una vibración se considera que están
en su posición de equilibrio, y en ese instante la presión que están recibiendo es la
conocida como presión atmosférica, la presión que ejerce la atmósfera terrestre sobre
ellas, y que depende de la altura en la que se encuentren respecto al nivel del mar. A
mayor altura, la presión atmosférica es menor. A nivel del mar, el valor de presión
atmosférica está establecido en unos 100.000 Pascales.
Pues bien, la presión sonora es un conjunto de ligerísimas variaciones por encima y por
debajo de ese valor de presión atmosférica. Y esas ligerísimas variaciones estarán
rondando una serie de valores que marcan el rango dinámico de escucha humana,
yendo desde la mínima presión capaz de generar una sensación auditiva, que rondaría
los 20micropascales, hasta un valor en el que la sensación auditiva es tan alta que
puede generar incluso daño, que rondaría a partir de los 20 pascales.
La longitud de onda varía entre ser muy grande para frecuencias bajas, y muy pequeña
para frecuencias altas.
Ejemplo 1: Si la velocidad del sonido en el aire es de 340 m/s, ¿cuál será la longitud de
onda para una frecuencia de 20 Hz? λ = c/f λ = 340 / 20 = 17 metros
Ejemplo 2: ¿Y si la frecuencia es 20 Khz? λ = 340 / 20.000 = 0’017 metros = 1’7 cm
Con longitudes de onda grandes, el sonido puede rodear obstáculos de gran tamaño,
mientras que, con longitudes de onda pequeñas, los objetos actúan como barrera al
sonido. Hablaremos de ello cuando conozcamos qué es la difracción.
La mayoría de sonidos reales tienen una forma de onda más compleja que el tono
puro, pero menos compleja que el ruido:
• Su forma es irregular.
• Tiene más de una frecuencia.
• Si posee un sonido de tono definido, su forma de onda es periódica.
Es la representación gráfica de las frecuencias que forman parte de esa onda sonora.
Se representa igualmente en unos ejes de coordenadas:
• en el eje x se representa la frecuencia.
• en el eje y se representa la amplitud de esa frecuencia.
Los equipos que miden el espectro de frecuencias de un sonido se llaman analizadores
de espectro.
En el caso de una onda sonora senoidal (tono puro), su espectro de frecuencias es una
única línea vertical:
Si la onda sonora es periódica (tiene un ciclo que se repite), su espectro está
compuesto por una frecuencia fundamental seguida de múltiplos enteros deesa
frecuencia, llamados armónicos.
En la figura se puede ver que la onda sonora original (en el
cuarto eje de coordenadas) equivale a la suma de su
frecuencia fundamental y los dos armónicos.
La sensación sonora que genera un sonido periódico es la de
un tono definido (como una nota musical).
Su espectro de frecuencias sería como el de la figura
La amplitud de la frecuencia fundamental suele ser mayor
que la de los armónicos, aunque no siempre es así.
Hay sonidos que aunque pueden dar la sensación de tener cierta tonalidad (o“pitch”),
no son del todo sonidos periódicos: su espectro presenta sobretonos ó parciales
inarmónicos, que son componentes de frecuencia, similares a los armónicos en los
sonidos periódicos, pero no múltiplos del valor de la frecuencia fundamental.
Por último, toca hablar del espectro de frecuencias de un sonido no periódico. Estos
sonidos no tienen una tonalidad definida, y su sonido se asemeja al ruido.
Aunque las frecuencias se dividen en tres grandes grupos (graves, medios oagudos) se
suelen ordenar en función de su valor en:
• Frecuencias graves: desde 20 Hz a 80 Hz.
• Frecuencias medias-graves: desde 80 Hz a 320 Hz.
• Frecuencias medias: desde 320 a 2560 Hz.
• Frecuencias medias-agudas: desde 2560 a 5120 Hz.
• Frecuencias agudas: desde 5120 a 20.000 Hz.
• La octava es el intervalo entre dos frecuencias en la que la proporción es 2:1.
Una variante de la representación espectral clásica es lo que llamamos espectrograma,
que es una representación de la evolución en el tiempo de la respuesta en frecuencia
de un determinado sonido:
Medidas lineales
La presión acústica se mide en Pascales
La tensión eléctrica del audio se mide en Voltios
En ambos casos, el cero es la ausencia de señal
Una escala logarítmica es una escala de medida que emplea el logaritmo de una
cantidad física en lugar de la propia cantidad. Un ejemplo sencillo de escala
logarítmica muestra divisiones igualmente espaciadas en el eje vertical de un gráfico
marcadas con 1, 10, 100, 1000, ... en vez de 0, 1, 2, 3, ...
La función logaritmo:
Logaritmo (decimal) es el número al que hay que elevar 10 para que nos resulte el
número original
La función logaritmo es ampliamente utilizada en el mundo del sonido por una razón
fundamental: el oído tiene una respuesta logarítmica, en cuanto a nivel de sonido y
variación de frecuencias.
El oído humano puede escuchar variaciones del nivel de presión muy amplios, y sus
límites van desde 0 dB SPL a 120 dB SPL. Por encima de 140 dB SPL estaríamos en el
umbral del dolor. Llamamos margen dinámico al margen de diferencia en decibelios
entre el sonido más alto que crea una fuente al vibrar con el más silencioso ó débil.
Los sonómetros son los equipos que se encargan de medir el nivel de presión sonora
(NPS). Poseen curvas de ponderación (dBA, dBB,…) para adaptar la medida a la
respuesta del oído humano (las veremos más adelante).
En general, las fuentes no son puntuales ni omnidireccionales, sino que emiten con
niveles de potencia diferentes en cada dirección y en cada frecuencia.
La Fase
La fase se refiere a la relación de tiempo que existe entre dos ó más ondas periódicas.
Se mide en grados. Cada ciclo se divide en 360 grados, y esta medida se empleará para
determinar la separación entre los sonidos que se van a sumar:
Las ondas en fase y en contrafase son casos extremos. Lo más habitual es encontrar
sonidos de la misma frecuencia desfasados parcialmente entre sí.
La onda resultante de una superposición de tales sonidos estará a medio camino entre
sus componentes.
Las diferencias de fase entre señales, pueden ser consecuencia de retardos de tiempo
entre ellas.
Si una de las 2 fuentes está más alejada que la otra, la señal procedente de la fuente
más alejada llegará al oyente más tarde, y la relación de fase entre ambas dependerá
de la magnitud de este retardo:
Ejemplo: Dos altavoces están radiando un tono puro de 330 Hz de forma simultanea. Si
el sonido del altavoz más alejado tarda en llegar al oyente 3 mseg más que lo que tarda
en llegar el sonido del altavoz más cercano, ¿llegarían en fase o en contrafase al oído
del oyente?
Hay que fijarse en el efecto que producirá la suma del sonido del altavoz cercano, con
la misma señal retardada 3 milisegundos (que sería el sonidoradiado por el altavoz más
lejano).
Resulta que la duración de un ciclo de la onda de 330 Hz es:
T = 1/f = 1/330 = 0,003 seg = 3 mseg.
que coincide con el valor del retardo entre sonidos, por lo que ambas señales llegarán
al oyente en fase.
• INTENSIDAD: nos dice lo fuerte o débil que es un sonido. (el técnico de sonido
hablaría de nivel de presión acústica).
• DURACIÓN: nos dice el tiempo que persiste un sonido sin llegar a apagarse. (el
técnico de sonido hablaría de la forma de onda en el tiempo).
• TONO Ó ALTURA: cualidad por la que distinguimos un sonido agudo de uno
grave (el técnico de sonido hablaría de la frecuencia fundamental).
• TIMBRE: cualidad por la que distinguimos dos sonidos de igual frecuencia,
intensidad y duración. (el técnico de sonido hablaría de espectro de frecuencias
y su variación en el tiempo).
EL TIMBRE
El timbre es la calidad (o color) tonal que diferencia unos sonidos de otros. Es la
variación con respecto al tiempo del espectro de ese sonido.
El timbre de un sonido lo da la estructura en frecuencia y amplitud de los armónicos y
los parciales (o sobretonos).
Así, dos sonidos de igual frecuencia, duración y amplitud, se pueden diferenciar sólo en
su timbre.
Sonido armónico: es un sonido formado por la superposición de un tono puro y un
conjunto finito o infinito de tonos con frecuencias múltiplos de esta:
Envolvente Acústica
Es una curva que mide la variación de volumen de un sonido con respecto al tiempo,
dividiéndolo en 4 fases fundamentales (ADSR):
Piano con su envolvente acústica alterada (sin ataque y con menos sustain)
El oído se divide en tres partes fundamentales: oído externo, oído medio y oído
interno. El externo y el medio están rellenos de aire, mientras que el oído interno está
relleno de un fluido.
El oído externo está compuesto del pabellón
auditivo, o más comúnmente oreja (que permite,
entre otras cosas, la localización de la altura de la
fuente sonora), y un tubo conocido como canal
auditivo (que actúa como un tubo resonador
centrado en 3400Hz) que dirige las ondas sonoras a
la membrana timpánica o tímpano, que separa el
oído medio y el externo.
El oído medio es una cavidad rellena de aire de unos 2 cm3 de volumen (casi como un
terrón de azúcar) que contiene los mecanismos para la transferencia de movimiento
del tímpano a la cóclea (o caracol), que se encuentra en el oído interno.
El tímpano es una membrana cónica delgada
sujeta al final del canal auditivo. Cerca del
centro del tímpano está la sujeción a la cadena
de huesecillos, en concreto al martillo, y éste
está conectado a su vez a los otros dos
(yunque y estribo). Esta cadena acopla el
tímpano al fluido interno de la cóclea,
sirviendo una vez más como elemento para
aumentar la presión ejercida por el tímpano al
líquido interno de la cóclea
El oído interno, está compuesto principalmente por la cóclea (o caracol, llamado así
por la forma tan parecida que tiene a un caracol), que a su vez está formada por una
serie de membranas entre las que destaca la membrana basilar.
Cuando el tímpano comienza a vibrar por la llegada
de un sonido, el engranaje de los tres huesecillos
ejerce una presión sobre la ventana oval, que es el
elemento que está fielmente unido a la cóclea, y que
transmite finalmente la vibración hasta el interior de
la cóclea, iniciando así el movimiento del líquido
linfático que la llena. Este líquido de una cierta
densidad transmite las vibraciones a la membrana
basilar.
En la membrana basilar se encuentra también otro elemento llamado “órgano de
Corti”, que se sitúa a modo de alfombra sobre la membrana, y está compuesto de unas
25.00 células pilosas, que serán excitadas gracias a la vibración del líquido que inunda
la cóclea. Las células pilosas que están más cerca de la ventana oval responderán a las
frecuencias más agudas y las más alejadas a las frecuencias más graves.
Por tanto, la cóclea es la encargada de analizar en frecuencia el sonido que le llega,
transmitiendo vía el nervio auditivo toda la información acústica en forma de señal
eléctrica.
El cerebro finalmente puede interpretar cada impulso nervioso proveniente de una
específica área de la cóclea como una cierta frecuencia sonora (dentro de las 10
octavas de rango de escucha que poseemos -nuestro oído solo es capaz de escuchar
sonidos entre 20 Hz y 20 Khz-).
En resumen, el oído se divide en las siguientes partes:
Tras diversas pruebas y estudios a lo largo de los años, se ha demostrado que nuestro
oído no es capaz de discernir si dos frecuencias (tonos puros) están o no sonando
simultáneamente si entre ellas hay una diferencia muy pequeña en hercios. Pero esto
también dependerá de la zona de la banda de frecuencias en la que estemos
trabajando.
Así, si escuchamos dos sonidos de frecuencia grave, con una leve separación en hercios
entre ellos puede ser suficiente para que nuestro oído lo interprete como dos sonidos
distintos. Sin embargo, en altas frecuencias, y aún con una separación entre los dos
sonidos de varios cientos de hercios, el oído puede que apenas sea capaz de discernir si
se trata de un único sonido o de dos sonidos diferentes.
Bandas Críticas
Visto cómo funciona el oído, vamos a comenzar por comprender su comportamiento
ante la llegada de diferentes sonidos. Y es que, mal que nos pese, el oído humano no
es perfecto, no es ideal.
Ya sabemos que el elemento encargado de analizar la frecuencia de los sonidos es la
membrana basilar, situada en el interior de la cóclea.
Tras diversas pruebas y estudios a lo largo de los años, se ha demostrado que nuestro
oído no es capaz de discernir si dos frecuencias (tonos puros) están o no sonando
simultáneamente si entre ellas hay una diferencia muy pequeña en hercios. Pero esto
también dependerá de la zona de la banda de frecuencias en la que estemos
trabajando.
Así, si escuchamos dos sonidos de frecuencia grave, con una leve separación en hercios
entre ellos puede ser suficiente para que nuestro oído lo interprete como dos sonidos
distintos. Sin embargo, en altas frecuencias, y aún con una separación entre los dos
sonidos de varios cientos de hercios, el oído puede que apenas sea capaz de discernir si
se trata de un único sonido o de dos sonidos diferentes.
Pero ¿por qué ocurre esto? Pues bien, se sabe que en la membrana basilar existen
cerca de 24 áreas diferenciadas, cada una de unos 1’3
milímetros de largo, y poseedora cada una de ellas de
unas 1300 neuronas. Cada una de estas áreas actúa
como una parte de un analizador espectral, es decir, un
sistema que analiza los sonidos que le llegan y es capaz
de catalogarlos en función de su frecuencia. De esta
manera, desde los 20 Hercios a los 20.000 Hercios, cada
una de estas 24 zonas se encarga de una parcela de
frecuencias, y analiza cada franja de frecuencias como si
se tratase de un filtro paso banda (como el representado
en la siguiente figura)
Las Curvas Isofónicas representan el nivel que debe tener el sonido en cualquier
frecuencia para que nuestro oído tenga la sensación de que posee la misma sonoridad.
La sonoridad se mide en Fonios. Cada curva isofónica tiene asociada un valor en fonios,
tomando como referencia la frecuencia de 1000 Hercios, que es la única frecuencia para
la que todo incremento o decremento de nivel de presión sonora en dB es
completamente idéntica al valor de fonios obtenido en las mediciones.
Básicamente, la información que nos muestran estas curvas es que el oído humano es
menos sensible a los sonidos de bajas frecuencias y altas frecuencias que a los de las
medias frecuencias. Esto es, si queremos regular el nivel de presión sonora que deben
tener dos tonos puros, uno de baja frecuencia y otro de media frecuencia por ejemplo,
para que nuestro oído interprete que ambos tienen la misma intensidad (la misma
sonoridad), el nivel de presión del tono de baja frecuencia deberá ser mayor que el
nivel de presión sonora del tono de media frecuencia. Y esto es, claramente, una
imperfección auditiva.
Otra información relevante que nos aportan estas curvas isofónicas es que a medida
que el nivel de presión sonora generado por la fuente crece, las diferencias que hay
que emplear de nivel de presión entre tonos de diferentes frecuencias, para que
suenen a igual intensidad, son menores, por lo que el oído se comporta de manera
más lineal cuando el nivel de presión del sonido es alto que cuando es bajo.
Una de las aplicaciones más importantes de las curvas isofónicas está en la grabación y
mezcla de sonido.
Una función que incorporan algunos equipos domésticos para solventar este
defecto del oído es el LOUDNESS.
Otra aplicación de las curvas isofónicas está presente en los equipos que realizan
las medidas del SPL.
Para obtener una medición que refleje fielmente la respuesta en frecuencia del oído
humano, se usan en los sonómetros los filtros de ponderación, que atenúan las bajas
y altas frecuencias para compensar el defecto auditivo:
• Curva de ponderación A (dBA): para medir niveles bajos de presión (≤ 55
dB). Es la curva de ponderación más usada y la que se toma como
referencia en las normativas sobre ruido.
• Curva de ponderación B (dBB): para medir niveles medios de presión (55 ≤ x
≤ 85 dB).
• Curva de ponderación C (dBC): para medir niveles altos de presión (≥ 85 dB).
• Curva de ponderación D (dBD): para medir niveles de ruido producidos por
aviones.
Podemos comprobar que las curvas de ponderación son inversas (lógicamente) a las
curvas isofónicas.
Se trata deliberadamente de “falsear” la medida del sonómetro, adecuándola a la
sensación del oído humano.
El enmascaramiento en frecuencia
Es un fenómeno por el cual un sonido de una frecuencia determinada puede hacer
dificultosa la escucha de sonidos de frecuencias cercanas a él.
Este efecto provoca que el umbral de audición para esas frecuencias suba de nivel.
Una aplicación práctica del enmascaramiento está en la compresión de datos de audio
digital.
Evidentemente, a mayor nivel del tono enmascarante mayor es el campo de
enmascaramiento que deja “a su paso” en las frecuencias superiores:
Hemos hablado de sonidos enmascarantes siempre con ejemplos de tonos puros, pero
este efecto se produce obviamente también con sonidos complejos, con gran cantidad
de contenido en frecuencia, por lo que podéis imaginaros cómo se puede multiplicar
este efecto de enmascaramiento al emplear esos sonidos de mayor espectro
frecuencial.
El enmascaramiento temporal
Esto ocurre cuando dos estímulos sonoros llegan a nuestro oído de forma cercana en
el tiempo. El sonido enmascarante hará que el otro, el enmascarado, resulte
inaudible.
Hay dos fases:
Post-enmascaramiento: Lo encontramos cuando es el tono de mayor
amplitud el que aparece primero en el tiempo seguido del de menor
amplitud, percibiendo tan sólo el primer estímulo.
Pre-enmascaramiento: Produciéndose primero el sonido suave y posteriormente un
tono intenso, este último enmascarará igualmente al de menor amplitud, siempre y
cuando estén separados en el tiempo por una diferencia menor de entre 5 y 10 ms (la
información que llega a la corteza auditiva del cerebro humano se procesa por
ráfagas).
Percepción Direccional
El cerebro se basa en las diferencias entre las señales que le llegan de ambos oídos
para detectar la posición de una fuente lateral a la cabeza
Hay que indicar que el efecto está muy relacionado con la angulación en el plano
horizontal de la fuente sonora respecto al oyente (máxima atenuación cuando la
fuente está a 90o o 270o respecto al oyente).
Tras varios estudios, se demostró que por debajo de 500 Hercios, no existen para el
cerebro diferencias de nivel apreciables como para poder localizar una fuente así,
pero sí a partir de esa frecuencia en adelante. En concreto, para frecuencias
superiores a 1500 Hz la localización de procedencia de los sonidos se basa en ILD.
Hay que tener en cuenta que estos estudios se han realizado con tonos puros, no con
sonidos complejos, que siempre resultarán algo más difíciles de localizar, pero a
grandes rasgos el cerebro sigue basándose en estos principios de localización aún con
sonidos complejos.
• Diferencias interaurales de tiempo (ITD “Interaural Time Differences):
Su funcionamiento se basa en la comparación del tiempo de llegada de un
determinado sonido a cada uno de nuestros oídos. El sonido llegará con retraso al
oído más distante a la fuente, el cerebro capta este retardo y lo utiliza para localizar la
fuente.
Se ha comprobado que los sonidos comprendidos entre 180 Hz y los 1500 Hz son
localizables por nuestro cerebro por esta diferencia interaural de tiempo, pero que
para sonidos de mayor frecuencia, el cerebro se vale de otros sistemas de
localización. El problema tiene que ver con el diámetro de la cabeza y su relación con
la longitud de onda radiada por la fuente, puesto que puede darse el caso de que a
ambos oídos llegue el sonido en diferente instante de tiempo (obviamente) pero
iniciando un ciclo a la vez, lo que complica al cerebro el poder discernir alguna
diferencia entre ambos sonidos percibidos, puesto que su forma de onda coincide en
el tiempo en ambos oídos (dicho en términos acústicos, cuando el sonido está en fase
en ambos oídos).
Teoría dúplex: El hecho de que las pistas de localización estén dadas por las DII para
frecuencias altas y por las DIT para las frecuencias bajas fue denominada "teoría
duplex" por Lord Rayleigh en 1907.
No obstante, si bien esta teoría es correcta para ondas senoidales no explica
claramente lo que sucede en el caso de sonidos complejos.
Resumen
Las DII (diferencias interaurales de intensidad) existen sólo para frecuencias > 1500 Hz.
Las DIT (diferencias interaurales de tiempo) son eficaces para f < 1500 Hz.
Para frecuencias comprendidas entre 800 Hz y 2kHz existe una zona en la cual la
localización es bastante mala.
• Diferencias en respuesta en frecuencia (IFD “Interaural Frequency
Differences):
Su funcionamiento se basa en la comparación de la respuesta en frecuencia que
percibe cada oído. El oído más distante a la fuente estará ensombrecido en frecuencias
medias-altas, para longitudes de onda del tamaño de la cabeza o menores.
Consiste en que cuando reproducimos por dos fuentes dos sonidos idénticos o
similares, la dirección que se percibe del sonido tiende hacia la fuente más adelantada
en tiempo. Además, se crea la sensación de que el sonido que nos llega antes lo hace
con más sonoridad que el otro.
• Si el tiempo de retardo entre ambas es > 50 mseg →el cerebro comienza a percibir los
sonidos de forma separada, y el segundo de ellos aparece como un eco del primero
El efecto se demuestra fácilmente con un sistema de dos altavoces y un oyente, como
en la siguiente figura:
Esta lateralización del sonido aplicando retardos puede corregirse con un ajuste de
nivel. Existe una “curva de efecto Haas” que nos dice la cantidad de dB que hay que
sumar a la señal proveniente de la fuente retardada, para que éste sonido aparente
tener la misma sonoridad que el no retardado.
Cuando la fuente sonora se acerca al observador, las longitudes de onda que percibe
se hacen cada vez más cortas →la frecuencia recibida es mayor.
Cuando la fuente sonora se aleja del observador, las longitudes de onda que percibe se
hacen cada vez más largas →la frecuencia recibida es menor.
La voz humana
El órgano de la voz incluye los pulmones, la laringe y la boca:
• Los pulmones expulsan el aire que almacenan por contracción de los músculos
del tórax.
• Esta corriente de aire llega a la base de la laringe, llamada glotis, que es
donde se encuentran las cuerdas vocales, que son unas pequeñas membranas
que se abren y cierran, modulando la corriente de aire que las atraviesa.
• por último, la boca constituye el aparato resonador, que es donde se
generará la onda de presión de la voz.
• La frecuencia fundamental de la voz humana está entre 110 y 133 Hz
para los hombres, y entre 188 y 229 Hz para las mujeres.