EL PRERRENACIMIENTO

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EL PRERRENACIMIENTO.

SIGLO XV
1. CONTEXTO HISTÓRICO

El siglo XV constituye un periodo de transición entre la Edad Media y el Renacimiento;


un prerrenacimiento en el que se vislumbran maneras de afrontar la realidad, intereses
y formas culturales que se consolidarán en el siglo siguiente. Estos cambios paulatinos
de mentalidad están motivados por:

- El paso de una concepción teocéntrica del mundo a una


antropocéntrica. Tras superar la epidemia de peste que asoló Europa en el
siglo XIV, el individuo se replantea su manera de estar en el mundo desde la
confianza en el valor de sus razonamientos y en la mejora de la vida como
consecuencia de su esfuerzo personal. El humanismo será el movimiento
cultural que impulse este cambio en la consideración del saber y en el poder del
individuo para conseguir sus logros.
- La invención de la imprenta hizo posible la difusión de la cultura de
manera extraordinaria. El saber dejó de ser privilegio de unos pocos.
Además, la posibilidad de imprimir los textos de forma rápida y propagar
su conocimiento fuera de las fronteras trajo consigo la necesidad de
traducir las obras a otras lenguas.
- La lectura pasó de ser un ejercicio colectivo a convertirse en un acto
individual. Aunque se seguían leyendo los textos en voz alta, el abaratamiento
de sus ediciones hizo posible un mayor acceso a las obras y la lectura se
convirtió en un acto privado.

Por otra parte, la Península soluciona sus luchas de poder con el


matrimonio de los Reyes Católicos. No obstante, la unidad no se
produce de manera pacífica. Isabel consigue acceder al trono
castellano tras derrotar a los defensores de su sobrina Juana de
Trastámara, la Beltraneja, para algunos la legítima heredera.
Coronada como Isabel I de Castilla, se casa con Fernando II de
Aragón en 1469. Juntos conseguirán:

- La unidad territorial, tras la toma de Granada en 1492.


- La unidad religiosa, al crear el Tribunal de la Santa Inquisición, que velaba por
el cumplimiento de la religión católica y perseguía a los falsos practicantes. Los
judíos y los moriscos fueron obligados a convertirse al cristianismo para poder
vivir en la Península, y en 1492 se produce la expulsión de los judíos no
convertidos.
- La expansión territorial. 1492 es también la fecha del descubrimiento de
América por Cristóbal Colón en nombre de Castilla. Será el
inicio del Imperio español.
- La difusión cultural. Los 470 millones de hablantes actuales
de español son el resultado de ese proyecto de unidad y de
expansión cultural que convirtió al castellano en una de las
lenguas más importantes de ese momento histórico, con el
consiguiente arrinconamiento de las otras lenguas
peninsulares y de aquellas que se hablaban en el continente
americano. 1492 es asimismo la fecha de publicación de
la Gramática de la lengua castellana, de Antonio de Nebrija,
primera gramática en una lengua europea.
2. LA LITERATURA DEL SIGLO XV

La literatura del siglo XV se caracteriza por servir de puente entre las formas medievales
y las nuevas maneras de crear, propias del cambio de mentalidad producido en este
tiempo. Se puede afirmar que las obras del siglo XV funcionan a modo de bisagra entre
las formas antiguas y los nuevos modos literarios que se introducirán poco a poco.

Entre los cambios más significativos se encuentran:

La importancia del mundo clásico. Ya en el siglo XIV se había


despertado el interés por los textos clásicos grecolatinos. En el
siglo XV se continúa su estudio con nuevas traducciones de las obras y
con el deseo de imitar estos textos que responden al nuevo impulso
humanista, tanto en la forma como en el contenido: sintaxis, versificación
clásica, temas, mitos, figuras literarias y tratamiento clásico de los
personajes serán emulados por los autores de este siglo.

El estudio de los textos. La influencia del mundo clásico incide especialmente en la


manera de enfocar la explicación de los textos. Los estudios escolásticos de la centuria
anterior ya habían abordado el comentario de las obras clásicas desde un punto de vista
más profesional, es decir, centrado en la propia obra como objeto de creación
sobresaliente y no como manifestación de una verdad oculta, fundamentalmente de
carácter religioso. El humanismo sentará las bases de los estudios literarios, lo que será
especialmente significativo en el terreno de las lenguas. La obra de Elio Antonio de
Nebrija, Gramática de la lengua castellana, y la importancia de Beatriz
Galindo como consejera cultural de la reina Isabel son el reflejo de este interés.

La evolución de los géneros literarios. Los cambios que se producen en relación


con los géneros son muy relevantes.

– La lírica desarrolla especialmente este momento de transición con


autores que conjugan en sus obras los modos medievales con los
nuevos impulsos del incipiente Renacimiento. La influencia de los
autores italianos (sobre todo Petrarca, Boccaccio o Dante) es
especialmente significativa.

– En la prosa, los libros de caballerías y la novela sentimental conviven


con obras de contenido didáctico, filosófico o histórico.

– El teatro tiene su máxima culminación con La Celestina, obra que


manifiesta la complejidad del género dramático en un momento en el
que no se han desarrollado los espacios destinados a su celebración y
las lecturas dramatizadas están presentes en los otros géneros.

Escena de la Divina comedia de Dante


tomada de una miniatura del siglo xv.
Representa al propio poeta, acompañado
de Virgilio, ante las puertas del infierno
protegidas por el can Cerbero, un perro
de tres cabezas. La Divina comedia
(escrita entre 1304 y 1321) se considera
una de las obras cumbre de la literatura
italiana y universal.
3. LA LÍRICA
ESTRUCTURA MÉTRICA DEL ROMANCE

En el siglo XV las corrientes poéticas ofrecen notables diferencias


respecto al siglo anterior. En la poesía popular triunfan los
romances, como consecuencia de la decadencia de la épica en
la segunda mitad del siglo XIV, y en poesía culta destaca la
poesía de cancionero, forma heredera de la poesía provenzal de
la Alta Edad Media.

3.1. La poesía popular: el romancero

Los romances son composiciones de versos octosílabos, con extensión variable, rima
asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares, tono épico o épico-lírico y
carácter narrativo. Estos textos son anónimos y se transmiten de forma oral, lo que
explica la multitud de versiones que pueden existir de un mismo romance.

A. Clasificación de los romances.

En general, los romances se suelen clasificar según su temática en:

Romances épicos. Se centran en personajes legendarios y se agrupan en ciclos, como


el ciclo del Cid, el de los infantes de Lara o el de don Rodrigo.

Romances históricos y fronterizos. Recogen el tema de la


Reconquista y de los sucesos vividos por los cristianos y los
musulmanes.

Romances novelescos y líricos, de intención literaria. Sus protagonistas son héroes


de ficción o históricos con una cierta carga legendaria. En estos romances destaca la
presencia de motivos relacionados con las cualidades del caballero: valentía, honor o
venganza. Los héroes son utilizados para construir un relato a partir de su fama, sean
históricos, como Roldán o el Cid, o legendarios, como el rey Arturo y los caballeros de
la Mesa Redonda. Dichas narraciones pueden centrarse en episodios amorosos o en
sucesos varios de las vidas de esos personajes.

TEXTO 1. Este romance recoge el asesinato del rey don Sancho a manos de Vellido Dolfos
durante la toma de Zamora. La razón de esta muerte está en la promesa de doña Urraca,
hermana del rey Sancho, de entregarse al que fuera capaz de liberar la ciudad del asedio al que
aquel la sometió.
B. Características de los romances.

Los rasgos formales que presentan los romances están íntimamente relacionados con
la difusión oral, pues responden al intento de facilitar la memorización y de captar la
atención de sus receptores. Pese a que su expresión tiende a ser arcaizante, en general
son textos fáciles de comprender. Sus principales características son:

Condensación de la narración o la descripción. Al eliminar rasgos superfluos, los


romances alcanzan gran valor evocador. Esta característica implica además el carácter
fragmentario de los romances, con finales truncados, desenlaces abiertos o
indeterminados, o comienzos in medias res.

Mezcla de narración y diálogo. Los romances ganan dinamismo y adquieren un tono


más dramático gracias a los juegos de voces que contienen. A esto se une una
adjetivación sobria, la escasez de subordinación y una mezcla anómala de tiempos
verbales que permite esos saltos temporales en los que se alterna el relato narrado con
el diálogo en estilo directo.

Presencia de recursos estilísticos que facilitan la memorización gracias a juegos


de repeticiones como anáforas, paralelismos o enumeraciones, fórmulas propias de la
épica y llamadas de atención que inciden en la importancia de un personaje o en el
interés de una parte del contenido.

TEXTO 2. La amada de Durandarte le expone sus quejas de amor.

3.2. La poesía culta


La poesía culta del siglo XV es heredera de la lírica trovadoresca provenzal y de la poesía italiana
de los siglos XIII y XIV. Aparece reunida en cancioneros.

Sus características son las siguientes:

El amor es el tema primordial de la poesía de cancionero, representado desde la


óptica amorosa propia de la lírica trovadoresca (amor cortés). En esta línea, el
amor se entiende en clave de servicio o vasallaje a una dama superior, la señora,
a la que se diviniza. Esto dará pie a la hipérbole sacro-profana cancioneril, según
la cual el amor se convierte en una religión. La relación será imposible, secreta e
inalcanzable por distintos impedimentos: dama casada o desdeñosa y cruel con el
enamorado.

Además del tema amoroso, también aparecen composiciones satíricas en las que se critica a
la nobleza y se destacan tanto sus defectos como los abusos de poder. De este tipo son las
Coplas de la panadera o las Coplas de Mingo Revulgo.
Las formas estróficas más comunes son la canción, de contenido amoroso; el decir, de temática
filosófica, política o religiosa, y las serranillas, en las que un caballero se encuentra con una
mujer rústica. La canción y las serranillas estaban destinadas al canto.

El verso más empleado es el octosílabo, combinado a veces con el tetrasílabo, en coplas de


pie quebrado, y el arte mayor castellano. Este último tipo de versificación se sirve del ritmo
acentual, que combina sílabas átonas y tónicas en tiradas largas de versos divididos en dos
hemistiquios.

TEXTO 3. Las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, constituyen una elegía
que comienza con unas reflexiones generales sobre la vida, el tiempo y la muerte.

4. LA PROSA

La prosa castellana continúa con la tradición de los textos históricos y didácticos, en


forma de biografías, como las de Hernando del Pulgar o la autobiografía de Leonor
López de Córdoba. En relación con los textos didácticos, Alfonso Martínez de Toledo,
arcipreste de Talavera, publica en 1438 El Corbacho, con el subtítulo de Reprobación
del amor mundano. Esta obra se inscribe en la corriente misógina medieval que
considera a las mujeres culpables de los desmanes provocados por las pasiones
amorosas.

En la literatura de ficción del siglo XV hay dos géneros dignos de destacar:

■ Los libros de caballerías, emparentados con la materia artúrica


y de Bretaña. De finales del siglo XV es el Tirant lo Blanc, texto del
valenciano Joanot Martorell, escrito en su lengua y pronto traducido
al castellano. También a finales del siglo XV empezaron a circular
ediciones del Amadís de Gaula, obra que se atribuye a Garci
Rodríguez de Montalvo, cuya edición definitiva es de 1508. Los
libros de caballerías se centran en la figura de un héroe dotado de
cualidades extraordinarias, necesarias para afrontar las
numerosas batallas y percances de su destino. El amor que
guardan a sus damas, en clave de amor cortés, les dará la fuerza
necesaria.
■ Las narraciones sentimentales, también relacionadas con el
amor cortés. En estos textos hay un análisis del sentimiento amoroso. La obra más
famosa es la Cárcel de amor (1492) de Diego de San Pedro. El argumento es el
siguiente: Leriano está locamente enamorado de Laureola. Ella lo rechaza, pero un
cruce de cartas entre ellos y la valentía con que Leriano la defiende ante todos doblega
su parecer. No obstante, el peligro de esta relación puede más; Laureola decide
distanciarse y Leriano se deja morir.
TEXTO 4. Este fragmento de Tirant lo Blanc recoge la respuesta de Tirant a la propuesta
sentimental de la reina de Tremicén, que quiere que él la tome por esposa. El caballero no puede
aceptarla porque está enamorado de otra, de ahí que responda lo siguiente. Se trata de una
traducción del libro realizada en el siglo XVI.

5. EL TEATRO

El género teatral en el siglo XV es la prolongación de las representaciones que se venían


celebrando a lo largo de la Edad Media. Hasta que no se desarrolle plenamente un
espacio para la representación teatral, las calles, plazas, palacios y templos son lugares
idóneos para las distintas manifestaciones en las que participe un lector-actor (desde los
textos que dramatizan escenas de la liturgia cristiana hasta los espectáculos pensados
para conmemorar festividades o las lecturas escenificadas de obras). Los intérpretes de
estos textos son herederos de los juglares medievales, que modificaban las
composiciones para adaptarlas a las características de los
espectadores y las dotaban de su estilo particular.

El teatro del siglo XV se caracteriza por lo siguiente:

■ Fueron numerosas las dramatizaciones de danzas


macabras o danzas de la muerte, en sintonía con la
obsesión medieval de toda Europa por el tema de la
muerte.

■ Continuaron las manifestaciones típicas del teatro


religioso, ligadas a la liturgia, en las festividades que invitaban a dichas celebraciones:
Navidad, Carnaval y Semana Santa. Estas obras, los autos, pervivirán en la época de
esplendor del teatro barroco.

■ En relación con el teatro profano, la nobleza y la burguesía adinerada aumentaron


su interés por la cultura y refinaron sus gustos. Esta circunstancia permitió el paso del
teatro popular, característico de las fiestas, improvisado, al aire libre e intuitivo, al teatro
cortesano, más elaborado, celebrado en el interior de las casas y de carácter
privado.

■ De la mano del humanismo, la mirada se concentró en una serie de textos y autores


clásicos. Aristóteles, Platón y Ovidio se tomarán como referentes teóricos para las obras
más eruditas y Plauto y Terencio serán los modelos de dramaturgos clásicos dignos de
ser imitados.

El interés por el teatro dio origen a la generación de dramaturgos nacidos en el reinado


de los Reyes Católicos y cuya obra se desarrolló principalmente en la centuria posterior:
Lucas Fernández, Gil Vicente, Torres Naharro y Juan del Encina.
5.1. La Celestina.

El estudio de las obras clásicas y el paulatino


interés por el teatro hizo posible en la Castilla
del siglo XV un texto tan complejo como La
Celestina, de Fernando de Rojas, obra
relacionada con la comedia humanística y
considerada teatral a pesar de sus innegables
rasgos narrativos.

A. Estudio de la obra

La Celestina es una de las obras que abrieron el camino a un nuevo modo de crear y
pensar en la literatura. En ella convergen los modos medievales y los incipientes
comienzos del mundo renacentista. Nada hay parecido antes de esta obra y, pese a que
sirvió de arranque de toda una corriente que la tuvo por modelo, ninguna de sus
continuaciones puede ponerse a la altura de su calidad literaria. Su estudio se enfrentó
a distintos problemas.

■ Problemas textuales. Ocasionados por las distintas versiones del texto:

– Comedia: hay una de Burgos de 1499, a la que le faltan unas páginas al comienzo y
al final, consta de dieciséis actos y carece de preliminares; otra de Toledo de 1500, con
preliminares, el título de Comedia de Calisto y Melibea y las coplas de Alonso de Proaza
al final; además, hay otra de 1501.

– Tragicomedia: en 1507 aparece la edición de Zaragoza con importantes variaciones:

a. Añade cinco actos más, que se intercalan entre el XIV y el XV y constituyen lo


que se conoce como Tratado de Centurio.

b. Lleva el título de Tragicomedia de Calisto y Melibea, cambio que subraya


el sentido que se quiere para la obra.

c. El texto presenta retoques e incluye un prólogo del autor donde justifica


que los añadidos son respuesta a las peticiones de los lectores de la comedia.

■ Problemas de autoría. Actualmente esta cuestión está resuelta; se acepta


la existencia de dos manos en el texto, una anónima, para el primer acto, y la
de Fernando de Rojas, para el resto de la obra.

■ Problemas de adscripción al género literario dramático o narrativo. La extensión


de la obra, los cambios de lugar imposibles de representar y el tratamiento psicológico
de los personajes son, entre otras, las razones de aquellos que la consideran novela
dialogada. Hoy se la considera mayoritariamente obra dramática porque:

– La obra es totalmente dialogada, se emplea sistemáticamente la acotación, se recurre


al aparte como pensamiento interior y se divide en actos.

– El tratamiento libre del espacio y del tiempo se corresponde con el estilo medieval.
– En los preliminares se hace referencia a su lectura dramatizada.

– Las coplas de Alonso de Proaza aportan reglas para su declamación.

– La crítica del siglo xvi la consideró dramática, emparentada con la comedia


humanística.

B. Argumento y personajes

Calisto desea a Melibea pero esta lo rechaza. Por consejo


de su criado Sempronio, acude a la alcahueta Celestina para
conquistar a su amada. Su otro criado, Pármeno, se lo
desaconseja. Ante la cerrazón de Calisto, Pármeno decide
sacar también partido y gozar de Areúsa, prostituta al
servicio de Celestina. Melibea es finalmente convencida por
la alcahueta y cede a los amores de Calisto. Un altercado de
criados, cuando los amantes se encontraban juntos, provoca
que Calisto se caiga de la escalera al querer intervenir y
muera. Melibea, al saberlo, se arroja de una torre.

Podemos clasificar a los personajes en criados y señores. A la sociedad privilegiada


pertenecen Calisto, Melibea, Pleberio y Alisa.

■ Calisto encarna el loco amor, lo que convierte el texto en parodia del amor cortés. Es
un antihéroe que solo trata de satisfacer sus apetitos. Su rasgo principal es el egoísmo.

■ Melibea al inicio se presenta recatada y distante, como las damas del amor cortés. Su
papel será cada vez más activo. Es el personaje más honesto de la obra por la verdad
de su sentimiento amoroso, con una espiritualidad de la que carece Calisto.

■ Pleberio y Alisa, los padres de Melibea, viven alejados de la realidad de su hija, de


sus intereses y de las razones de su existencia. El planto final de Pleberio, tras la muerte
de Melibea, es su lamento desolado por la hipocresía de un mundo que oculta las
pasiones de los jóvenes y sus ansias de libertad.

Al mundo de la servidumbre pertenecen Celestina, Pármeno, Sempronio, Areúsa y


Elicia.

■ Celestina domina sobre todos como consecuencia del poder de su inteligencia y de


la astucia de sus observaciones. Su conocimiento de la psicología del individuo le
permite manipular para obtener de cada uno aquello que le resulte más útil a sus
intereses. Su carácter rastrero le hace ser servil con los poderosos, a los que
internamente desprecia, y cruel con los necesitados, a quienes maltrata y doblega. Una
de sus cualidades más importantes es el dominio de la palabra.

■ Pármeno y Sempronio, criados de Calisto, aparecen en el texto de forma


individualizada. El primero evoluciona en la obra de fiel a su señor a cómplice de
Celestina. Esta transición es consecuente con la desconsideración de Calisto y la fina
manipulación de Celestina. A diferencia de Pármeno, Sempronio es un personaje simple,
egoísta, interesado, necio y mucho menos inteligente y astuto que su compañero.

■ Elicia y Areúsa son las prostitutas al servicio de Celestina y de sus intereses.


TEXTO 5. Este fragmento del acto I da cuenta de las estrategias de Celestina para
ganarse a Pármeno.

CELESTINA.— ¿Qué es razón, loco? ¿Qué es afecto, asnillo? La discreción, que no tienes,
lo determina, y de la discreción mayor es la prudencia, y la prudencia no puede ser sin
experimento, y la experiencia no puede ser más que en los viejos, y los ancianos somos
llamados padres, y los buenos padres bien aconsejan a sus hijos y especial yo a ti, cuya
vida y honra más que la mía deseo. ¿Y cuándo me pagarás tú esto? Nunca, pues a los
padres y a los maestros no puede ser hecho servicio igualmente.

TEXTO 6. En el acto XIV, Calisto y Melibea tienen su primer encuentro amoroso pleno:
Calisto ya ha conseguido a Melibea y se quiere marchar mientras esta siente que no es
dueña de su persona y es ahora quien ruega.

CALISTO.— Ya quiere amanecer. ¿Qué es esto? No me parece que ha una hora que
estamos aquí, y da el reloj las tres.

MELIBEA.— Señor, por Dios, pues ya todo queda por ti, pues ya soy tu dueña, pues ya
no puedes negar mi amor, no me niegues tu vista de día, pasando por mi puerta. Y
más, las noches que ordenares, sea tu venida por este secreto lugar a la misma hora,
porque siempre te espere apercibida del gozo con que quedo, esperando las venideras
noches. Y por el presente te ve con Dios, que no serás visto, que hace muy escuro, ni
yo en casa sentida, que aún no amanece.

C. Lenguaje y sentido del texto

Tanto los señores como los miembros de las clases


populares se caracterizan por moverse con soltura en un
ambiente de apariencias y de engaños; ocultan sus rencores
y desprecios y comparten sus vicios. La interacción entre
ambos mundos construye en el texto una red de intereses
cuyo desenlace termina por ser funesto. Todo esto es
transmitido por medio de un lenguaje lleno de referencias
clásicas y populares; cada personaje se expresa
conforme a su condición social sin que exista entre ambos grupos una auténtica
comunicación. Solo escuchan el eco de sus intereses, de ahí la falta de sinceridad en
sus relaciones.

Hallamos, por tanto, diferencias evidentes en el modo de expresarse de los personajes:

■ Los diálogos de las clases populares son rápidos, con abundancia de chistes, refranes
y expresiones vulgares. En los parlamentos largos utilizan lo emocional y las anécdotas
de su existencia para apoyar sus razonamientos. Al no ser escuchados ni atendidos
asumen su labor con servidumbre, conscientes de no pertenecer al mundo de los
señores.

■ Los miembros de las clases altas se expresan de manera altisonante, con profusión
de cultismos, epítetos, juegos retóricos y formas que remiten a la literatura cortesana.
Cuando se relacionan con sus criados su expresión abandona la retórica para asumir
como propia la llaneza de las formas populares, pero desde la soberbia de aquellos
elegidos para mandar, acostumbrados a la obediencia y a la sumisión de los otros.

■ Celestina será quien se mueva en ambos mundos sin problemas y con pleno dominio
de todos los registros. Esta cualidad es uno de los rasgos más significativos del
personaje: el dominio de la palabra convierte a Celestina en sumamente poderosa.
En virtud de su capacidad para manipular, dice siempre lo que los otros necesitan oír de
la forma más beneficiosa para sus intereses.

El lenguaje del texto está íntimamente relacionado con el sentido de la


obra: para algunos es una crítica al amor cortés y un aviso a los locos
enamorados. Las expresiones altisonantes o vulgares de sus
protagonistas y la violación de las normas de comportamiento solo podían
concluir con ese final desgraciado. Para otros, en cambio, la obra es
resultado de la crisis de valores del siglo XV y fiel reflejo de la hipocresía
de esas clases ociosas para las que ningún sentimiento es realmente
auténtico.

La Celestina ha pasado a la historia de la literatura universal por la


grandeza de este personaje. Junto a la alcahueta, las otras voces
femeninas del texto se alzan por encima de los hombres en la defensa de
unos intereses y en el cuestionamiento de unos valores que tardarían
siglos en conquistarse y modificarse para todos.

TEXTO 7. Melibea lamenta que ser mujer la prive de los beneficios de


amar en libertad.

MELIBEA.— ¡Oh, género femíneo, encogido y frágil! ¿Por qué no fue también a las
hembras concedido poder descubrir su congojoso y ardiente amor, como a los
varones? Que ni Calisto viviera quejoso ni yo penada.

D. Los temas

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