EL PRERRENACIMIENTO
EL PRERRENACIMIENTO
EL PRERRENACIMIENTO
SIGLO XV
1. CONTEXTO HISTÓRICO
La literatura del siglo XV se caracteriza por servir de puente entre las formas medievales
y las nuevas maneras de crear, propias del cambio de mentalidad producido en este
tiempo. Se puede afirmar que las obras del siglo XV funcionan a modo de bisagra entre
las formas antiguas y los nuevos modos literarios que se introducirán poco a poco.
Los romances son composiciones de versos octosílabos, con extensión variable, rima
asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares, tono épico o épico-lírico y
carácter narrativo. Estos textos son anónimos y se transmiten de forma oral, lo que
explica la multitud de versiones que pueden existir de un mismo romance.
TEXTO 1. Este romance recoge el asesinato del rey don Sancho a manos de Vellido Dolfos
durante la toma de Zamora. La razón de esta muerte está en la promesa de doña Urraca,
hermana del rey Sancho, de entregarse al que fuera capaz de liberar la ciudad del asedio al que
aquel la sometió.
B. Características de los romances.
Los rasgos formales que presentan los romances están íntimamente relacionados con
la difusión oral, pues responden al intento de facilitar la memorización y de captar la
atención de sus receptores. Pese a que su expresión tiende a ser arcaizante, en general
son textos fáciles de comprender. Sus principales características son:
Además del tema amoroso, también aparecen composiciones satíricas en las que se critica a
la nobleza y se destacan tanto sus defectos como los abusos de poder. De este tipo son las
Coplas de la panadera o las Coplas de Mingo Revulgo.
Las formas estróficas más comunes son la canción, de contenido amoroso; el decir, de temática
filosófica, política o religiosa, y las serranillas, en las que un caballero se encuentra con una
mujer rústica. La canción y las serranillas estaban destinadas al canto.
TEXTO 3. Las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, constituyen una elegía
que comienza con unas reflexiones generales sobre la vida, el tiempo y la muerte.
4. LA PROSA
5. EL TEATRO
A. Estudio de la obra
La Celestina es una de las obras que abrieron el camino a un nuevo modo de crear y
pensar en la literatura. En ella convergen los modos medievales y los incipientes
comienzos del mundo renacentista. Nada hay parecido antes de esta obra y, pese a que
sirvió de arranque de toda una corriente que la tuvo por modelo, ninguna de sus
continuaciones puede ponerse a la altura de su calidad literaria. Su estudio se enfrentó
a distintos problemas.
– Comedia: hay una de Burgos de 1499, a la que le faltan unas páginas al comienzo y
al final, consta de dieciséis actos y carece de preliminares; otra de Toledo de 1500, con
preliminares, el título de Comedia de Calisto y Melibea y las coplas de Alonso de Proaza
al final; además, hay otra de 1501.
– El tratamiento libre del espacio y del tiempo se corresponde con el estilo medieval.
– En los preliminares se hace referencia a su lectura dramatizada.
B. Argumento y personajes
■ Calisto encarna el loco amor, lo que convierte el texto en parodia del amor cortés. Es
un antihéroe que solo trata de satisfacer sus apetitos. Su rasgo principal es el egoísmo.
■ Melibea al inicio se presenta recatada y distante, como las damas del amor cortés. Su
papel será cada vez más activo. Es el personaje más honesto de la obra por la verdad
de su sentimiento amoroso, con una espiritualidad de la que carece Calisto.
CELESTINA.— ¿Qué es razón, loco? ¿Qué es afecto, asnillo? La discreción, que no tienes,
lo determina, y de la discreción mayor es la prudencia, y la prudencia no puede ser sin
experimento, y la experiencia no puede ser más que en los viejos, y los ancianos somos
llamados padres, y los buenos padres bien aconsejan a sus hijos y especial yo a ti, cuya
vida y honra más que la mía deseo. ¿Y cuándo me pagarás tú esto? Nunca, pues a los
padres y a los maestros no puede ser hecho servicio igualmente.
TEXTO 6. En el acto XIV, Calisto y Melibea tienen su primer encuentro amoroso pleno:
Calisto ya ha conseguido a Melibea y se quiere marchar mientras esta siente que no es
dueña de su persona y es ahora quien ruega.
CALISTO.— Ya quiere amanecer. ¿Qué es esto? No me parece que ha una hora que
estamos aquí, y da el reloj las tres.
MELIBEA.— Señor, por Dios, pues ya todo queda por ti, pues ya soy tu dueña, pues ya
no puedes negar mi amor, no me niegues tu vista de día, pasando por mi puerta. Y
más, las noches que ordenares, sea tu venida por este secreto lugar a la misma hora,
porque siempre te espere apercibida del gozo con que quedo, esperando las venideras
noches. Y por el presente te ve con Dios, que no serás visto, que hace muy escuro, ni
yo en casa sentida, que aún no amanece.
■ Los diálogos de las clases populares son rápidos, con abundancia de chistes, refranes
y expresiones vulgares. En los parlamentos largos utilizan lo emocional y las anécdotas
de su existencia para apoyar sus razonamientos. Al no ser escuchados ni atendidos
asumen su labor con servidumbre, conscientes de no pertenecer al mundo de los
señores.
■ Los miembros de las clases altas se expresan de manera altisonante, con profusión
de cultismos, epítetos, juegos retóricos y formas que remiten a la literatura cortesana.
Cuando se relacionan con sus criados su expresión abandona la retórica para asumir
como propia la llaneza de las formas populares, pero desde la soberbia de aquellos
elegidos para mandar, acostumbrados a la obediencia y a la sumisión de los otros.
■ Celestina será quien se mueva en ambos mundos sin problemas y con pleno dominio
de todos los registros. Esta cualidad es uno de los rasgos más significativos del
personaje: el dominio de la palabra convierte a Celestina en sumamente poderosa.
En virtud de su capacidad para manipular, dice siempre lo que los otros necesitan oír de
la forma más beneficiosa para sus intereses.
MELIBEA.— ¡Oh, género femíneo, encogido y frágil! ¿Por qué no fue también a las
hembras concedido poder descubrir su congojoso y ardiente amor, como a los
varones? Que ni Calisto viviera quejoso ni yo penada.
D. Los temas