TEMA 8 SXIX ROMANTICISMO, REALISMO E IMPRESIONISMO.

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TEMA 8: SXIX: ROMANTICISMO, REALISMO E IMPRESIONISMO.

Las principales características del arte en el siglo XIX fueron el individualismo, el


realismo, el romanticismo y el nacionalismo, aunque hay muchas más. El siglo XIX
estuvo marcado por unos profundos e intensos cambios sociales, políticos y
culturales. Las revoluciones vividas durante este siglo establecieron regímenes
liberales en Europa, un cambio que vino de la mano del auge de una poderosa
burguesía tanto en el campo de la economía como de la política.

El Romanticismo es un movimiento artístico e intelectual que surgió hacia finales del


siglo XVIII y principios del XIX, como reacción contra el racionalismo neoclásico. Tuvo
lugar en Inglaterra, Alemania y Francia, para luego extenderse a todo el mundo.
El Romanticismo se destacó por poner el foco en la sensibilidad emocional y la
subjetividad. Rechazó los preceptos de orden, simetría y racionalidad
del Neoclasicismo y exaltó una forma diferente de belleza, que daba prioridad al
espíritu creativo, la intuición y las pasiones. Buscaba inspiración en épocas pasadas.
La pintura romántica se destacó por sugerir sentimientos y estados de ánimo
profundos, así como por su marcado carácter introspectivo, nostálgico y melancólico.
La naturaleza tuvo un papel protagónico, aunque no representada de manera realista,
sino como una fuerza poderosa, asombrosa o terrorífica, con una gran carga simbólica
y dramática. Eran comunes las pinturas de tormentas furiosas, bosques solitarios,
montañas brumosas o mares embravecidos, como metáforas de sentimientos,
emociones o intensos estados de ánimo.

De las obras más importantes de la pintura del Romanticismo, pueden mencionarse El


caminante sobre el mar de nubes, del alemán Caspar David Friedrich (1774-
1840); La balsa de la medusa, del francés Théodore Géricault (1791-1824); y La
libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix (1798-1863), también francés. Entre
los principales representantes de la pintura romántica también se destacan Francisco
de Goya (español, 1746-1828), William Turner (inglés, 1775-1851).

El realismo, movimiento artístico del siglo XIX, se distingue por su representación fiel y
detallada de la realidad. Surgió como reacción a las idealizaciones románticas,
enfocándose en retratar la vida cotidiana, la clase trabajadora y la naturaleza. Artistas
como Courbet y Millet lideraron este cambio, buscando honestidad y autenticidad
visual. Gustave Courbet, conocido como el “Padre del Realismo”, lideró el movimiento
al abrazar la autenticidad y representar la vida cotidiana. Su obra maestra, “El taller del
pintor” (1855), desafiaba las normas al retratar su estudio en lugar de temas históricos
tradicionales, proclamando un enfoque en la realidad tangible. El realismo se expandió
a través de diversos artistas y estilos, destacando Jean-François Millet, cuyas
pinturas rurales como “Las espigadoras” (1857) encapsulan la dignidad en el trabajo
agrícola. Honoré Daumier, a través de la sátira, criticó las injusticias sociales en sus
obras, como “Los bebedores de absenta” (1858-1859). Édouard Manet, un puente
hacia el Impresionismo, desafió aún más las convenciones con “El almuerzo en la
hierba” (1863), fusionando elementos realistas con una representación provocadora y
moderna. El Realismo no se limitó a la pintura; se extendió a la escultura con artistas
como Jean-Baptiste Carpeaux y a la fotografía, donde figuras como Nadar y Félix
Nadar utilizaron esta nueva tecnología para capturar la realidad de manera inmediata.

El Arte en el realismo se manifestó en diversas expresiones artísticas, desde la pintura


al óleo hasta la escultura y la fotografía.
Aunque algunos historiadores dejan fuera de la clasificación de vanguardias al
Impresionismo, fue el primer movimiento que se rebeló contra los gustos que
imperaban en la época. El precursor de este movimiento fue Eduard Manet. En su
trabajo se puede apreciar el paso de la pintura tradicional al modo de hacer
impresionista, con una pincelada suelta, con mucha carga. El grupo lo componía
Monet, Degas, Renoir, Pizarro, Sisley y Mary Cassatt.

El nombre surge de una obra de Monet titulada Impresión, sol naciente. Los artistas
ponen toda su atención en captar la realidad, el instante, la impresión. Es una pintura
de aire libre, que se resuelve ante el motivo en cuestión. Dado que las condiciones
lumínicas de los paisajes cambian a cada segundo, requiere una pincelada rápida y
directa, que permita resolver una obra en pocos minutos.

El impresionismo surgió en Francia a mediados del siglo XIX, un momento de


importantes cambios sociales, políticos y culturales. La industrialización y la
modernización de la sociedad francesa llevaron a una creciente urbanización, mientras
que la tecnología avanzada permitió la producción en masa de bienes y la expansión
del comercio. En el ámbito artístico, la Academia de Bellas Artes de París era el centro
de la educación y la formación artística, y se enfocaba en la producción de obras
idealizadas y estilizadas con temas históricos y mitológicos. Sin embargo, muchos
artistas jóvenes, en su mayoría provenientes de familias de clase media, rechazaron
las convenciones artísticas y la estética académica, y comenzaron a experimentar con
nuevas formas de arte que reflejaran su mundo cambiante y moderno. A pesar de las
críticas, los pintores impresionistas siguieron desarrollando su estilo y ganando
popularidad entre el público. En 1886, un grupo de pintores impresionistas organizó
una exposición en París que tuvo un gran éxito. La popularidad del impresionismo
siguió creciendo a principios del siglo XX. Muchos pintores famosos, como Pablo
Picasso y Henri Matisse, se vieron influidos por el estilo impresionista. Las técnicas
del impresionismo más utilizadas por los artistas eran a menudo muy diferentes de las
de sus predecesores. A menudo trabajaban al aire libre, pintando rápido y
directamente del natural para captar los efectos fugaces de la luz y el color.

El impresionismo artístico se considera hoy uno de los estilos pictóricos más


importantes de la historia del arte. Las pinceladas cortas y rápidas de los pintores
impresionistas se han convertido en un estilo reconocible al instante.

En definitiva, durante el siglo XIX se experimentarán profundos cambios sociales,


tecnológicos y culturales. El ocaso de la nobleza como clase dominante dejará paso a
una arrolladora burguesía que se alzará triunfante en la industria y los negocios, y
demandará un tipo de arte con el que pueda identificarse, además de generar un
nuevo concepto urbano con diferentes propuestas que cambiarán la imagen del
territorio.

El artista pasará de estar a las órdenes del clero, la monarquía y la nobleza a


someterse a los dictámenes de un público mayoritariamente burgués y a los
requerimientos del mercado. El arte del siglo XIX supondrá la eclosión y el fin de una
manera de entender el arte. Se observará, además, una fragmentación estilística en
un intento por conseguir un nuevo estilo que represente a la nueva sociedad industrial
fascinada por el progreso.

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