POLICARPO DE ESMIRNA

INTRODUCCIÓN

De Policarpo tenemos un amplio testimonio sobre lo que sucedió antes de ser

martirizado por su fe cristiana a manos del Imperio romano.

Aunque desde muy joven fue cristiano, solo hasta el final de su vida fue perseguido y

ejecutado. Su muerte es el primer martirio registrado con detalle en la historia de la iglesia

posterior al Nuevo Testamento.

VIDA

Conocemos a Policarpo, gracias a que existe una epístola de Policarpo a los filipenses,

escrita en conexión con el martirio de Ignacio. Otra carta que le vincula es la que Ignacio la

dedico. Además, el historiador Eusebio nos hizo llegar una carta de Irineo al obispo romano

Victor, en la que nos narra la entrevista que tuvo Policarpo con Aniceto, en el año aproximado

155, en ocasión a la controversia pascual1

De todas estas fuentes, se puede extraer algunos datos bibliográficos. Policarpo fue

discípulo de San Juan, que vivió aproximadamente del año 69-155, fue obispo de Esmirna en

Asia menor y un destacado evangelista. Este es el Policarpo que tan profundamente había

impresionado a un joven Irineo con su predicación. Policarpo compilo y preservo las epístolas

de Ignacio y escribió una epístola a los filipenses.2 Vivió hasta una edad avanzada, diciendo (en
1
Justo L. Gonzales, Ph. D., “historia del pensamiento cristiano” editorial clie (2010): 84
2
Pablo A. Deiros “historia Global del cristianismo” editorial mundo Hispano (2016):62
el juicio previo a su martirio) “Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho

mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?”3

Fue martirizado en el año 155-156, bajo el emperador Antonio pio. Hay un relato de su

martirio, que tiene forma de una carta encíclica de la iglesia de Esmirna, y fue, por el contenido

de la carta, escrita por testigos oculares del suceso. El relato es sumamente conmovedor y

refleja la grandeza espiritual de este gran pastor.

OBRA

La carta de Policarpo fue escrita como respuesta a una comunicación de los filipenses.

Estos le habían invitado para que de algunas de exhortación (pol.3)4; le habían solicitado que

transmitiera por medio de su propio mensajero la carta que ellos dirigían a la Iglesia de Siria

(Pol. 13)5; y le habían pedido que les enviara cualquier epístola de Ignacio que hubiera llegado

a sus manos.

Esta carta está íntimamente conectada con las cartas y martirio del mismo Ignacio. Los

filipenses recientemente habían dado la bienvenida y escoltado en su camino a ciertos santos

que estaban en cadenas (Pol. 1)6. En un punto posterior en la epístola se ve que Ignacio era uno

de ellos (Pol. 9). Se mencionan dos más por su nombre, Zósimo y Rufo (Pol. 9)7. No es una

conjetura improbable suponer que estas personas, cristianos de Bitinia que habían sido

enviados por Plinio a Roma para ser procesados allí, se habían unido con Ignacio en Filipos.

En este caso habrían sido colocados bajo la misma escolta que Ignacio, y se habrían dirigido
3
Martirio de Policarpo, IX, X.
4
Alfonso Ropero “obras escogidas de los padres apostólicos” editorial clie (2018): 228
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7
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con él a Roma, bajo la custodia de los “diez leopardos” (Ignacio, Rom. 5). Queda claro que

Ignacio –probablemente de palabra– había dado a los filipenses algunas instrucciones que él

daba a las iglesias en general (Filad. 10; Esmir. 11; Pol. 7), que ellos enviaran cartas, y, cuando

fuera posible, representantes también, para felicitar a la Iglesia de Antioquía por la restauración

de la paz. De ahí la petición de los filipenses, secundada por el mismo Ignacio, de que

Policarpo enviara su carta a Siria.

Queda claro, también, que habían oído, sea por medio del mismo Ignacio o de los que

le rodeaban, acerca de las cartas que él había enviado a las iglesias del Asia Menor, en especial

a Esmirna. De ahí su ulterior petición de que Policarpo les enviara a ellos estas cartas que tenía

en posesión suya. La visita de Ignacio había sido reciente –tan reciente, en realidad, que

Policarpo, aunque asume que el santo ha sufrido el martirio, todavía no tiene conocimiento

cierto del hecho–. Por tanto, pide a los filipenses, que están varias etapas más cerca de Roma

que de Esmirna, que le comuniquen toda información que puedan haber recibido respecto al

santo y sus compañeros (Pol. 13).

Más allá de estas referencias a Ignacio no hay mucho que sea de carácter personal en la

carta. Policarpo se re fiere a las comunicaciones de Pablo con los filipenses, tanto escritas

como orales (Pol. 3; 11)8.

La carta, a diferencia de las de Ignacio y en línea de continuidad con las del Nuevo

Testamento, no se dirige al obispo o autoridades de la comunidad, sino a la totalidad de ésta:

“Policarpo y los presbíteros que están con él a la Iglesia de Dios que reside en Filipos” (Pol. 1).

Cita la fama de la Iglesia de Filipos en los primeros días del Evangelio, y los felicita por

mantenerse en su reputación inicial (Pol. 1; 11). Incidentalmente, afirma que los filipenses
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fueron convertidos al Evangelio antes que los de Esmirna (Pol. 11), una afirmación que está

por entero de acuerdo con las noticias que da el N.T. sobre las dos iglesias. La justa fama de la

iglesia de Filipos, sin embargo, había quedado manchada por el pecado de un matrimonio

indigno. Valente y su esposa –los Ananías y Safira de la comunidad de Filipos– habían sido

culpables de algún acto de codicia, quizá de fraude o falta de honradez. Valente era uno de los

presbíteros, y por ello la iglesia era el responsable más directo de su delito. Policarpo expresa

su gran pena. Aunque el incidente en sí sólo se menciona en un pasaje, es evidente que ha

hecho una profunda impresión en él. El pecado de avaricia es denunciado una y otra vez en el

cuerpo de la carta (Pol. 2; 4; 6; 11)9.

La carta es enviada por medio de un tal Crescente. También les es encomendada la

hermana de Crescente, que se propone visitar Filipos (Pol. 14)10. Policarpo escribe contra la

especulación gnóstica, que tiene a Valentín por su portavoz más representativo.

TEOLOGÍA

La teología de Policarpo es bastante pastoral, eso lo podemos verificar en su carta a los

Filipos y en su martirio, pero también bastante teológico y Cristo céntrico, pues siempre, casi

en cada fragmento de sus escritos hace mención a Jesucristo como Señor. Su escrito también

tiene contenido trinitario.

EN SU SOTERIOLOGÍA.

Policarpo cree que la salvación es solamente por gracia, por medio de Jesucristo y por

la voluntad de Dios (Pol. 1).

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10
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 Con mucha frecuencia los padres mencionan que la salvación tubo lugar a través de la

sangre de cristo, Policarpo menciona “…nuestro Señor Jesucristo, que sufrió para hacer frente

a la muerte por nuestros pecados… en cuyo gozo muchos desean entrar; por cuanto vosotros

sabéis que es por gracia que somos salvos, no por obras, sino por la voluntad de Dios por

medio de Jesucristo” (Pol. 1).

La declaración, también parece sugerir la expiación limitada. Sin embargo, hay un

énfasis prominente en la necesidad de las obras: “el que le levanto a El de entre los muertos,

nos levantara también a nosotros; si hacemos su voluntad y andamos en sus mandamientos…”

Lo que Policarpo también esta diciendo que la salvación también requiere hacer la voluntad del

padre.

Tales declaraciones indican un énfasis en caminar piadosamente, pero al mismo tiempo

en un andar por fe.

ECLESIOLOGÍA

Desarrolla con claridad los oficios de diacono, presbítero y obispo. (Pol. 1,5-6); Ignacio

a los Esmirnences 9.

BIBLIOLOGÍA.

Una de las características que se ven en la carta de Policarpo es su incorporación de las

escrituras en el flujo de sus escritos; Cita extensivamente tanto el AT como el NT. También,
reconoce la autoridad de las escrituras. “… volvamos a la palabra que nos ha sido entregada

desde el principio… (Pol. 7)

“Con frecuencia los padres apostólicos eran alegóricos en su interpretación”11.

Probablemente Policarpo habría tenido una interpretación de la biblia alegórica, pero también

manejaba una exegesis literal y sistematica12, por su carta a los filipenses.

CRISTOLOGIA

“porque todo el que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne es el anticristo; y

todo el que no confiesa el testimonio de la cruz, es del diablo…” Policarpo luchaba también

contra el pensamiento de los gnósticos y trajo a muchos de ellos a los pies de cristo.

Policarpo reconoce a Jesús como “…nuestro señor y Dios…” (Pol. 12)

APORTES PARA LA ACTUALIDAD

Policarpo es un hombre que meditaba constantemente en las escrituras, desde su niñez,

el decía: “… la lectura de la ley y los profetas es la precursora de la gracia, enderezando los

caminos del Señor…”13 a los lectores actuales debiera motivar esta vida de entrega a las

escrituras a vivir de este mismo modo.

Si queremos que nuestro mensaje cristiano impacte en el entorno social del siglo XXI,

necesitamos construir un puente entre los dos milenios que la turbulenta historia del

11
Paul Enns “compendio portavoz de teología” portavoz (2020): 427
12
SCHREINER, Josef “introducción a los métodos de la exegesis bíblica. Barcelona: biblioteca Herder,
1974. Pp.
13
Alfonso Ropero “obras escogidas de los padres apostólicos” editorial clie (2018): 60
pensamiento cristiano abarca. Urge recuperar las raíces históricas de nuestra fe y exponerlas en

el entorno actual como garantía de un futuro esperanzador.

“La Iglesia cristiana –afirma el teólogo José Grau en su prólogo al libro Historia, fe y

Dios– siempre ha fomentado y protegido su herencia histórica; porque ha encontrado en ella su

más importante aliado, el apoyo científico a la autenticidad de su mensaje”.

“Un solo documento del siglo II que haga referencia a los orígenes del cristianismo

tiene más valor que cien mil páginas de apologética escritas en el siglo XXI. Un fragmento del

Evangelio de Mateo garabateado sobre un pedacito de papiro da más credibilidad a la Escritura

que todos los comentarios publicados a lo largo de los últimos cien años”14.

Nuestra herencia histórica es fundamental a la hora de apoyar la credibilidad de la fe

que predicamos y demostrar su impacto positivo en la sociedad.

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