0% encontró este documento útil (0 votos)
0 vistas13 páginas

EL PRINCIPITO adaptación

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 13

EL PRINCIPITO

(Antoine de Saint-Exupéry)

Coreografías y bailes: 1ro, 2do y 3ro de primaria


Diálogo final de el aviador en francés: 6to primaria (vestuario: aviadores)
Elaboración de escenografía: 4to y 6to primaria
Prólogo en francés: 4to. primaria (vestuario: aviadores)
Actuaciones: 5to primaria

- El prólogo y el monólogo final de el aviador se pueden recitar en forma de poesía coral (se
sugiere incluir sus respectivas traducciones) para incentivar la participación de todos los
alumnos.

Reparto
Principito 1: Arel Said Gómez Cruz
Aviador: Alma Itzel Juárez Teutle
Principito 2: Antonio Martínez García
Flor: Valeria Sofía Meza Perez
Principito 3: Aaron Acosta Cordeiro
El rey: Neiel Ismerai Varela Martinez
Principito 4: Dharius López Guadarrama
El vanidoso: Franco Raúl Mendieta Perez
Principito 5: Nicolás Ortega Yañez
El hombre de negocios: Dulce Maylen Nava Reyes
Principito 6: Santiago Techachal Lara
El geógrafo: Sofía Vanessa Rojas Vergara
Principito 7: Dharius López Guadarrama
La serpiente: Gustavo Gael Palacios Calderón
Principito 8: Joshua Emiliano Juárez Aguilar
El zorro: Valentina Perez Cantero
Principito 9: Diego Alonso Lozano Chacón
El vendedor de pastillas: Esther del Angel Carrera

PRÓLOGO
Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas",
tenía un asombroso dibujo de una serpiente boa que se tragaba a una fiera.
El libro decía: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede
moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión".
Luego logré hacer con lápices de colores mi primer dibujo y le enseñé mi obra de arte a las personas
mayores, les pregunté si mi dibujo les daba miedo.
—¿Por qué habría de asustar un sombrero? — me respondieron.
Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante.
Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran abiertas o
cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a
la edad de seis años
abandoné una magnífica carrera de pintor. Había quedado desilusionado por el fracade Las
personas mayores nunca
pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener
que darles una y otra vez explicaciones.

EL PRINCIPITO 1 Y EL AVIADOR
PRINCIPITO: Por favor ¿podrías dibujarme un cordero?
AVIADOR: ¿Qué?
PRINCIPITO: Dibújame un cordero...
AVIADOR: Yo no sé dibujar.
PRINCIPITO: Eso no importa, dibújame un cordero.
AVIADOR: (HACE UN INTENTO DE DIBUJO Y SE LO DA) ¡Toma!
PRINCIPITO. ¡No, no! Yo no quiero un elefante dentro de una boa, Un elefante es muy estorboso y
una boa es muy peligrosa. Dibújame un cordero, por favor.
AVIADOR: (HACE OTRO DIBUJO Y SE LO DA) ¡Toma!
PRINCIPITO: No, este se ve ya muy enfermo. Por favor, dibujame otro
AVIADOR: (HACE OTRO DIBUJO Y SE LO DA) ¡Toma éste otro!
PRINCIPITO: Este está demasiado viejo; yo quiero un cordero que viva mucho tiempo.
AVIADOR: (HACE UN DIBUJO DE UNA CAJA Y SE LO DA) Aquí está tu cordero. Está dentro de la
caja.
PRINCIPITO:(MUY CONTENTO) Es exactamente como lo quería. ¿Crees que necesite mucha
hierba?
AVIADOR: ¿Por qué?
PRINCIPITO: Porque donde yo vivo todo es muy pequeño.
AVIADOR: Tendrá suficiente de seguro; te dibujé un cordero muy pequeño.
PRINCIPITO: Mira, ya se durmió… ¿sabes? A mí me gustan mucho las puestas de sol, vamos a ver
una.
AVIADOR: Pero hay que esperar a que el sol se acueste.
PRINCIPITO: (SE RÍE) Pensé que era como en mi planeta; ¡una vez vi ponerse el sol cuarenta y tres
veces! ¿Un cordero come flores?
AVIADOR: Un borrego come todo lo que encuentra.
PRINCIPITO: Entonces... ¿para qué sirven las espinas de las flores?
AVIADOR: (NO RESPONDE)
AVIADOR: (LO INTERRUMPE ENOJADO) ¡Yo no sé nada! ¡Yo me ocupo de cosas serias!
PRINCIPITO: (ESTUPEFACTO) ¿Cosas serias? Hablas como los adultos; confundes todo. Yo
conozco un señor que estaba siempre ocupado y enojado...el nunca ha olido el perfume de una flor;
el jamás ha observado una estrella. ¡El jamás ha amado a nadie! El nunca ha hecho nada más que
sumar y todo el día y se repite a sí mismo: “yo soy un hombre serio”, pero no es un hombre, es un
hongo...
AVIADOR: ¿un hongo?
PRINCIPITO: Si...un hongo... Yo tengo una flor y ella es única para mi, pero si el cordero se comiera
mi flor, sería como si todas las estrellas se apagaran. ¿Y eso no es importante? (CASI LLORANDO).
AVIADOR: (LO ABRAZA) La flor que vos amas tanto no está en peligro; dibujaré un bozal a tu
cordero y un cristal para tapar a tu flor. Yo comprendo que para ti, ella es muy especial.

Baile: Una flor 2do prim


EL PRINCIPITO 2 Y LA FLOR
PRINCIPITO: ¡Eres muy bella!
FLOR: ¿Verdad que sí? Y nací al mismo tiempo que el sol.
PRINCIPITO: ¿Ah sí?
FLOR: (VANIDOSAMENTE) Creo que es la hora del desayuno. ¿Tendrías la amabilidad de pensar
en mí?
PRINCIPITO: (BUSCA SU REGADERA Y LA RIEGA)
FLOR: (EXAGERADA) ¡Ahhh! ¡Está muy fría! ¿Sabes una cosa? Yo no le tengo miedo a los tigres
PRINCIPITO: En mi planeta no existen los tigres
FLOR: No me dan miedo los tigres, en cambio les tengo horror a las corrientes de aire. ¿No tendrás
un biombo?
PRINCIPITO: (SUSPIRANDO) Un biombo...
FLOR: Sí, un biombo y a la tardecita me deberás cubrir con un cristal; hace mucho frío aquí, aquí es
incómodo. Allá, de dónde yo vengo (PIENSA UN MOMENTO Y SE ACUERDA QUE NO VIENE DE
NINGÚN LADO. ELLA TOSE) ¿ y... el biombo…?
PRINCIPITO: Iba justamente a buscarlo pero continuabas hablándome... (VA A BUSCAR EL
BIOMBO). Pero ahora debo irme, adiós. (LA FLOR NO RESPONDE, SÓLO TOSE). Adiós
FLOR: (ELLA REACCIONA) ¡Fui una tonta ... te pido que me disculpes, por favor. Trata de ser feliz.
Yo te quiero. Si no lo dije fue mi culpa, pero tu tampoco me lo dijiste. Olvida el biombo, ya no lo
quiero.
PRINCIPITO: Pero hay mucho viento…
FLOR: No estoy tan resfriada como creí. El aire fresco de la noche me hará bien; soy una flor…
PRINCIPITO: Pero... ¿y los animales?
FLOR: Es necesario que soporte dos o tres orugas si es que quiero conocer a las mariposas; de lo
contrario, ¿quién vendrá a visitarme? Tú te vas a marchar de aquí...te vas a ir muy lejos de mí. Y en
cuanto a los animales, yo no les tengo miedo, ¡tengo mis espinas! (SE LAS ENSEÑA)
EL PRINCIPITO ARRASTRA LOS PIES.
FLOR: ¡No arrastres los pies, es molesto!
PRINCIPITO: Adiós (SE VA DICIENDO PARA SÍ MISMO) Debí entenderla... ella perfuma e ilumina
mi mundo. Debí haberle dicho que la quiero...
EL PRINCIPITO 3 Y EL REY
REY: (AL PÚBLICO) ¡Ah! ¡He aquií un súbdito! (LE HABLA AL PRINCIPITO) Ven, acércate.
(EL PRINCIPITO BOSTEZA Y BUSCA DÓNDE SENTARSE A DESCANSAR)
REY: ¿Qué haces niño? ¡Es contrario al protocolo bostezar en presencia de un rey! ¡Yo te lo prohíbo!
PRINCIPITO: No puedo evitarlo; vengo de un largo viaje y no he dormido. Estoy muy cansado
REY: ¡Pues entonces te ordeno bostezar! No he visto a nadie bostezar en varios años… ¡Bosteza
otra vez, es una orden!
PRINCIPITO: (TÍMIDAMENTE) Eso me da vergüenza, Rey … Así ya no puedo bostezar…
REY: Mmmmm ¡Entonces te ordeno unas veces bostezar y otras no boste... (RECAPACITA) Si yo
ordenara a un general transformarse en un pájaro marino y el general no obedeciera, sería mi
culpa…
PRINCIPITO: Majestad, le pido disculpas por interrogarlo…
REY: ¡Yo te ordeno que me interrogues!
PRINCIPITO: Majestad, ¿sobre qué reina usted?
REY: (CON NATURALIDAD) ¿Qué pregunta! ¡Sobre todo! ¡Este planeta, todos los planetas y las
estrellas! (EL REY SEÑALA SU PLANETA, LOS OTROS PLANETAS Y LAS ESTRELLAS)
PRINCIPITO. ¿Y las estrellas le obedecen?
REY: Por supuesto. Las estrellas me obedecen inmediatamente; yo no tolero la indisciplina.
PRINCIPITO: Majestad, me gustaría una puesta de sol… ¿Podría usted darme ese placer?…
Ordene usted al sol que se vaya a dormir...
REY: Sólo se puede exigir a cada uno lo que puede hacer o dar; no puedo ordenar a un general de
transformarse en mariposa porque … emmm... (DUDOSO)
PRINCIPITO: Pero... ¿y mi puesta de sol? A mí me gustan mucho los atardeceres
REY: Tú la tendrás, pero hay que esperar a que las condiciones sean favorables.
PRINCIPITO: Y... ¿cuándo será eso?
REY: A ver, a ver... (EL REY CONSULTA UN CALENDARIO) Eso será, mmm… Será cerca de las…
¡Será esta tarde alrededor de las siete cuarenta!
PRINCIPITO:(BOSTEZA ABURRIDO) No tengo nada que hacer aquí, me voy.
REY: Noooo... No te vayas … te haré... ¡te haré ministro! Ministro de… de… ¡de justicia!
PRINCIPITO: Pero aquí no hay nadie a quién juzgar.
REY: Mm, mm, yo estoy seguro que en mi planeta existe en algún lugar una vieja rata; tú podrías
condenarla a muerte algunas veces y luego perdonarla para conservarla, ya que no hay más que
una. Entonces su vida dependería sólo de ti, mi Ministro de Justicia...¡Si!
PRINCIPITO: Pero a mi no me parece bien condenar a muerte a nadie. Mejor me voy.
REY: ¡NO! ¡No he ordenado que te vayas!
PRINCIPITO: Si su majestad desea ser obedecido, puede ordenarme partir. Las condiciones son
favorables.
REY: ¡Yo puedo nombrarte embajador!...
(EL PRINCIPITO SE VA)

Baile: El vanidoso 1ro prim


EL PRINCIPITO 4 Y EL VANIDOSO

¡VANIDOSO:(VE QUE SE ACERCA EL PRINCIPITO) ¡Oh! ¡Oh! He aquí la visita de un admirador.


PRINCIPITO: Buenos días. ¡Qué sombrero tan extraño!
VANIDOSO: Es para saludar cuando me aclaman. Desgraciadamente no pasa nadie por aquí.
PRINCIPITO: (SIN ENTENDER MUY BIEN) ¿Ah si?
VANIDOSO: Golpea tus manos una contra la otra.
(EL PRINCIPITO OBEDECE Y ASÍ EMPIEZA A APLAUDIR. EL VANIDOSO COMIENZA A SALUDAR
LEVANTANDO SU SOMBRERO. DESPUÉS DE MUCHO APLAUDIR Y EL VANIDOSO DE
QUITARSE Y PONERSE EL SOMBRERO, EL PRINCIPITO SE CANSA)
PRINCIPITO: ¿Y qué se debe hacer para que el sombrero se quede quieto de una vez por todas?
VANIDOSO: (SIN HACERLE CASO A SU PREGUNTA) ¿Tú me admirás mucho, verdad?
PRINCIPITO: ¿Qué significa admirar?
VANIDOSO: Admirar significa reconocer que yo soy el hombre más guapo, el mejor vestido, el más
rico y el más inteligente del planeta.
PRINCIPITO: ¡Pero si estás solo en tu planeta!
VANIDOSO: ¡No importa! ¡ADMÍRAME!
PRINCIPITO: Si...Te admiro, pero... ¿en qué puede interesarte que te admire? ¡Qué extrañas son las
personas mayores!
(EL PRINCIPITO SE VA Y EL VANIDOSO SIGUE SALUDANDO Y QUITÁNDOSE EL SOMBRERO
ANTE UN PÚBLICO IMAGINARIO)
EL PRINCIPITO 5 Y EL HOMBRE DE NEGOCIOS (H.N.)
PRINCIPITO: Buenos días, señor. Su cigarrillo está apagado...
H.N..: (CONTINUA CONTANDO Y NO LEVANTA SU CABEZA) Tres y dos son cinco. Cinco, siete,
doce. ¡Buenos días! Quince y siete, veintidós.¡No tengo tiempo para volver a encenderlo! Veintiséis y
cinco, treinta y uno. ¡Uffffff! Eso nos da entonces quinientos millones seiscientos veintidós mil,
setecientos treinta y uno.
PRINCIPITO: Pero... ¿Quinientos millones de qué?
H.N.: Desde hace cincuenta y cuatro años que vivo en este planeta, no he sido molestado más que
tres veces: la primera vez fue hace veintidós años por culpa de un abejorro que hacía un ruido tan
espantoso que me hizo cometer cuatro errores en una suma. La segunda vez, fue hace once años
por una crisis de reumatismo; si...ya sé ...me hace falta hacer ejercicio...pero ¡no tengo tiempo para
desperdiciar moviéndome de un lado para otro! Y la tercera vez …¡ahora, aquí, contigo! Decía yo,
quinientos millones…
PRINCIPITO: ¿Millones de qué?
H.N.: Millones de esas pequeñas cosas doradas que brillan en el cielo y que hacen soñar despierto a
los holgazanes. Pero yo soy un hombre serio, no tengo tiempo para soñar ni despierto ni dormido.
PRINCIPITO: ¡Ah! ¿Las estrellas?
H.N.: ¡Eso, las estrellas!
PRINCIPITO: Y qué hace usted con quinientos millones de estrellas?
H.N.: Quinientos millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno, querrás decir. Yo soy un
hombre serio, me gusta la precisión.
PRINCIPITO: y...¿qué hace usted con esas estrellas?
H.N.: ¡Nada!. ¡Son mías!
PRINCIPITO: Pero yo ya visité a un rey que era el …
H.N.: Los reyes no son los dueños de nada, ellos reinan sobre las cosas... es muy diferente.
PRINCIPITO: ¿Y de qué te sirve ser el dueño de las estrellas?
H.N.: Me sirve para ser rico.
PRINCIPITO: ¿Y de qué te sirve ser rico?
H.N.: Me sirve para comprar más estrellas antes de que alguien las descubra.
PRINCIPITO: Pero... ¿Cómo puede uno comprar las estrellas?
H.N.: ¿De quién son las estrellas?
PRINCIPITO: No lo sé, creo que de nadie.
H.N.: Entonces son mías porque yo fui el primero en pensar que lo son.
PRINCIPITO: ¿Y qué hace usted con ellas?
H.N.: Las administro, las cuento. Es difícil. ¡Yo soy un hombre serio!
PRINCIPITO: Si yo tengo una bufanda, puedo ponérmela en el cuello y llevarla conmigo. Si yo poseo
una flor y puedo traerla y llevarla, pero usted no puede llevar consigo a las estrellas.
H.N.: No, no puedo llevarlas conmigo, pero puedo guardarlas en el banco.
PRINCIPITO: ¿Qué significa eso?
H.N.: Eso quiere decir que escribo sobre un pequeño papel cuántas estrellas tengo y después
guardo ese papel en un cajón con llave.
PRINCIPITO: ¿Y eso es todo?
H.N.: Eso es suficiente.
PRINCIPITO: Si... es divertido y muy poético. Pero no es muy serio. Yo soy útil a mi flor pero usted
no es útil a las estrellas (SE VA)
EL PRINCIPITO 6 Y EL GEÓGRAFO

PRINCIPITO: ¿Para que es ese libro tan grueso? ¿A qué se dedica usted?
GEO: Soy geógrafo.
PRINCIPITO: ¿Y qué es un geógrafo?
GEO: Es un sabio que conoce donde se encuentran los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y
los desiertos.
PRINCIPITO: ¡Qué interesante! (MIRA ALREDEDOR) Es realmente muy bello su planeta. ¿Y aquí
hay océanos?
GEO: Eso no puedo saberlo.
PRINCIPITO: (DECEPCIONADO) ¡Ah! ¿Y montañas?
GEO: No puedo saberlo.
PRINCIPITO: ¿Y ríos y desiertos?
GEO: Tampoco puedo saberlo.
PRINCIPITO: Usted es un geógrafo, ¿no es así?
GEO: Efectivamente, pero no soy explorador. El geógrafo no cuenta las ciudades, ríos, montañas,
mares, océanos y desiertos. El geógrafo es demasiado importante como para vagar. El trabaja en su
oficina y recibe ahí a los exploradores; los interroga y toma nota de sus relatos y si estos le parecen
interesantes, el geógrafo manda hacer una investigación sobre la reputación de los exploradores.
PRINCIPITO: ¿Y eso para qué?
GEO: Porque los bebedores ven doble. Entonces el explorador pensará que se trata de dos
montañas cuando en realidad es una sola.
PRINCIPITO: Y... ¿Va usted a mirar el lugar?
GEO: Nooo, eso es muy complicado; le pido al explorador que entregue pruebas. (SE EMOCIONA).
Pero tú...¡tú vienes de lejos! ¡Tú eres un explorador! ¡Descríbeme tu planeta! (ABRE SU LIBRETA Y
SACA PUNTA A SU LÁPIZ) ¡A ver...cuéntame!
PRINCIPITO: ¡Oh! En mi planeta todo es muy pequeño. Tengo tres volcanes; dos en actividad y un
volcán apagado, pero nunca se sabe.
GEO: Es cierto, nunca se sabe.
PRINCIPITO: También tengo una flor.
GEO: Nosotros no tomamos en cuenta las flores.
PRINCIPITO: Pero, ¿por qué si es lo más bonito?
GEO: Porque las flores son efímeras.
PRINCIPITO: ¿Qué significa efímero?
GEO: Es raro que una montaña cambie de lugar. Nosotros escribimos sobre cosas eternas.
PRINCIPITO: ¿Pero qué significa efímero?
GEO: Significa que algo va a desaparecer muy pronto
PRINCIPITO: (PREOCUPADO) ¿Mi flor también va a desaparecer pronto?
GEO: Así es.
PRINCIPITO: Mi flor es efímera y yo la dejé sola en mi planeta. ¿Qué planeta me aconseja usted ir a
visitar?
GEO: El planeta Tierra; tiene una buena reputación.
PRINCIPITO: Lo visitaré. Gracias. Adiós.
GEO: Hasta luego… ¡te nombro mi explorador!
EL PRINCIPITO 7 Y LA SERPIENTE

PRINCIPITO: Buenas noches.


SERP.: Buenas noches.
PRINCIPITO: ¿En qué planeta caí?
SERP.: En la Tierra, en África.
PRINCIPITO: ¡Ah!… ¿y no hay nadie en la Tierra?
SERP.: Aquí es el desierto. No vive nadie en el desierto. La Tierra es grande.
PRINCIPITO: (SE SIENTA, MIRA HACIA ARRIBA Y SEÑALA ALGO) Mira mi planeta
SERP.: Es muy lindo. ¿Qué viniste a hacer aquí?
PRINCIPITO: Tengo dificultades con una flor.
SERP.: ¡Ahhh!
PRINCIPITO: ¿Y dónde están los hombres? Se siente uno un poco solo en el desierto…
SERP.: También se puede estar solo entre los hombres.
PRINCIPITO: Eres un animal muy extraño... delgado como un dedo…
SERP.: Pero soy más poderosa que el dedo de un rey.
PRINCIPITO: (SONRÍENDO) No creo que seas tan poderosa… (EXAMINÁNDOLA) no tienes
patas… no puedes tampoco caminar ni viajar...
SERP.: ¡Pero puedo llevarte más lejos que un barco! (SE ENROSCA ALREDEDOR DEL TOBILLO
DEL PRINCIPITO COMO UN BRAZALETE) A quien toco, lo devuelvo a la tierra de donde salió, pero
tú eres puro y vienes de una estrella… (EL PRINCIPITO SE QUEDA CALLADO) Me das lástima, tan
débil, sobre esta tierra de granito.
PRINCIPITO: ¿Por qué hablas siempre con adivinanzas?
SERP: Yo resuelvo todos los enigmas y adivinanzas.
PRINCIPITO: Adiós
PRINCIPITO: Hasta la vista.
EL PRINCIPITO 8 Y EL ZORRO
ZORRO: Buenos días… buenos días
PRINCIPITO: ¿Quién eres? Eres un animal muy bonito.
ZORRO: Soy el zorro.
PRINCIPITO: Ven a jugar conmigo, estoy tan triste…
ZORRO: No puedo jugar contigo; no estoy domesticado.
PRINCIPITO: ¿Qué significa domesticar?
ZORRO: Es una cosa bastante olvidada, significa «crear lazos».
PRINCIPITO: ¿Crear lazos?
ZORRO: Así es. Tú todavía no eres para mí más que un niño parecido a cien mil niños y yo para ti no
soy más que un zorro parecido a cien mil zorros, pero si tú me domésticas serás para mí único en el
mundo y yo seré para ti único en el mundo...
PRINCIPITO: Ahhh...Comienzo a comprender. Existe una flor… creo que ella me ha domesticado…
ZORRO: Es posible; sobre la Tierra se ven toda serie de cosas…
PRINCIPITO: ¡Oh! no es sobre la Tierra
ZORRO: Ahhh...entonces es sobre otro planeta?
PRINCIPITO: Sí
ZORRO: ¿Hay cazadores ahí sobre ese planeta?
PRINCIPITO: No.
ZORRO: (SUSPIRA) Nada es perfecto. Mi vida es monótona; cazo gallinas y los hombres me cazan.
Todas las gallinas se parecen, al igual que todos los hombres. Me aburro un poco. Pero si tú me
domesticaras, mi vida estaría llena de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos
los otros. ¿Ves allá abajo los campos de trigo? El trigo para mí, es inútil. Los campos de trigo no me
recuerdan nada ¡y eso es triste! Pero tú tienes los cabellos color de oro. Entonces será maravilloso
cuanto tú me hayas domesticado, porque el trigo, que es dorado, hará que te recuerde. Y amaré el
ruido del viento en el trigo… ¡Si quieres, puedes domesticarme!
PRINCIPITO: Sí...quiero. Pero no tengo mucho tiempo; tengo amigos que descubrir y muchas cosas
que conocer.
ZORRO: No se conocen más que las cosas que se domestican. Los hombres ya no tienen tiempo de
conocer nada. ¡Si tú quieres un amigo, domestícame!
PRINCIPITO: ¿Y qué es lo que hay que hacer?
ZORRO: Hace falta ser muy paciente; te sentarás primero un poco lejos de mí, yo te miraré con el
rabillo del ojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás
sentarte un poco más cerca. Si mañana vienes a las cuatro de la tarde, desde las tres empezaré a
ser feliz y cuando te vayas, lloraré.
PRINCIPITO: Pero esa es tu culpa ¡Entonces tú tampoco ganaste nada!
ZORRO: Sí, gano. Porque ahora te recordaré con cariño cuando vea el trigo en los trigales. Vuelve a
mirar a todas las rosas y comprenderás que la tuya es única en el mundo.
PRINCIPITO: Si. Adiós
ZORRO: ¡Es el tiempo que has dedicado a tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante!.
PRINCIPITO: “Es el tiempo que he dedicado a mi rosa lo que la hace tan importante”
ZORRO: Tú eres responsable para siempre de lo que has domesticado.
PRINCIPITO: Es cierto, zorro (SUSPIRA) Soy responsable de mi rosa…
ZORRO: Y antes de que te vayas te regalo mi secreto: “Sólo se ve con el corazón; lo esencial es
invisible para los ojos”.
Baile: Sígueme (Suis-moi) 3ro prim

EL PRINCIPITO 9 Y EL VENDEDOR DE PASTILLAS

(APARECE EL VENDEDOR DE PASTILLAS PARA ACABAR CON LA SED ANUNCIANDO SU


MERCANCÍA A LOS GRITOS)
VENDEDOR: ¡Pastillas, pastillas para la sed, llévelas para esa sed que le quema la garganta, para la
deshidratación, para cuando se pierde en el desierto, para cuando se siente desfallecer de sed!.
Para cuando va a viajar al desierto. Producto garantizado. No más sed, no más molestos e
incómodos vasos o botellas de agua…
PRINCIPITO: Buenos días.
VENDEDOR: Buenos días, lleva tus pastillas para la sed a un precio de promoción...Tragas una a la
semana y no sentirás ninguna necesidad de beber líquidos por una semana…
PRINCIPITO: ¿Por qué vendes eso?
VENDEDOR: Entre otras cosas, para economizar tiempo, se ahorran cincuenta y tres minutos a la
semana.
PRINCIPITO: ¿Y qué haces con esos cincuenta y tres minutos?
VENDEDOR: Haces lo que quieras menos perder el tiempo en beber agua.
PRINCIPITO: Yo, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría muy despacio hacia una
fuente… (SE VA).
EL PRINCIPITO Y EL AVIADOR (final)
AVIADOR: Pequeño hombrecito, mi Principito, ¿verdad que no es más que un mal sueño esta
historia de la serpiente, del zorro y de la estrella?
PRINCIPITO: Lo que es realmente importante no se ve…
AVIADOR: Seguramente…
PRINCIPITO: Es como con la flor. Si tú amas a a una flor que se encuentra en una estrella, es dulce
en la noche mirar al cielo. ¡Todas las estrellas están llenas de flores!
AVIADOR: Seguramente..
PRINCIPITO: Voy a hacerte un regalo. Cada vez que mires en el cielo, a las estrellas recordarás mi
risa y será como si rieran todas las estrellas.
AVIADOR: Pero...es que no quiero separarme de ti.
PRINCIPITO: Comprende por favor; mi planeta está demasiado lejos; yo no puedo llevar ese cuerpo
allí, es demasiado pesado. Todo estará bien, yo también miraré las estrellas; todas ellas me darán de
beber. Eso es todo. Adiós. (SE VA Y ANTONIO SE QUEDA TRISTE MIRANDOLO PARTIR. SE
APAGAN LAS LUCES Y SE ENCIENDEN).
MONÓLOGO FINAL DE EL AVIADOR
Han pasado ya seis años de mi extraño encuentro con mi pequeño amiguito...con el Principito…
Nunca conté a nadie esta historia. Mis amigos y compañeros que me han visto de nuevo están
contentos de verme con vida. Yo me sentía muy triste, pero les decía - “Es el cansancio “-
Ahora me siento un poco mejor; sé muy bien que regresó a su planeta… y me gusta en la noche
escuchar las estrellas...esos quinientos millones de cascabeles
Y a veces me pregunto: ¿Alguna noche el Principito se olvidó de cuidar su rosa y su cordero la comió
en un descuido? ¡Entonces los quinientos millones de cascabeles se convierten en lágrimas
Pero luego pienso “Seguramente protegió a su rosa y mantuvo vigilado al cordero”. Entonces me
siento feliz y todas las estrellas ríen dulcemente...
Es un gran misterio...no puedo saberlo
Pero miren al cielo y pregunten: “¿El cordero, sí o no, se ha comido la flor? Y van a ver como les
responde... como todo cambia...
Y ninguna persona mayor comprenderá jamás que eso tenga tanta importancia. Sólo un alma de
niño...

También podría gustarte