Historia Universal Contemporanea

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UNIDAD 1: EL CAPITALISMO Y SUS

MANIFESTACIONES EN EL
COLONIALISMO Y EL IMPERIALISMO
PARA UN CONVULSIONADO INICIO DEL
SIGLO XX
colonialismo
Tendencia imperialista a la expansión territorial,
organización, control y administración de las colonias
por parte de un país.
BURGUESIA
Ciudadanos de las clases ricas o acomodadas. En sentido
mas concreto y sociológico, clase social que en las
sociedades modernas desarrolladas o en desarrollo ocupa
una posición de privilegio respecto de los trabajadores
asalariados de la industria, los obreros agrícolas y los
pequeños empleados.
Al final del siglo xv, los grandes descubrimientos geográficos
facilitaron la expansión colonial europea. Portugal y España
fueron los primeros países en lanzarse a la conquista de
América, Asia y África. Basta con recordar el reparto que
hicieron de las tierras que aun quedaban por descubrir
mediante la bula alejandrina ( 1493) y el tratado de
Tordesillas (1494).
El colonialismo de este periodo pretendía explorar, descubrir
y conquistar territorios cuya organización y administración
estaba a cargo de funcionarios oriundos de la metrópoli
colonizadora. Esta practica se mantuvo con ligeros cambios
hasta los inicios del siglo XIX, cuando el cambio de
mentalidad, la consolidación de la burguesía.
Como clase hegemónica, pero sobre todo el inicio de la
revolución industrial (que se desarrollo en gran Bretaña a
partir de 1750), produjo una transformación significativa en
los planteamientos colonialistas, que derivo en la
competencia y búsqueda de un nuevo reparto de los
territorios dominados.
La revolución industrial se caracterizo por la producción de bienes de
consumo a partir del empleo de maquinas. Comprende dos etapas: la
primera abarco casi cien años, de mediados del siglo XVIII a mitad del
XIX, y se desarrollo principalmente en Inglaterra; la economía se
oriento hacia el sector secundario en la rama textil, minera y
metalúrgica. Gracias a ello, ese país se consolido como mayor
potencia económica y llego a ser el primer productor de hilados y
tejidos del mundo, debido a la abundancia de su ganado lanar y el
cultivo intensivo de algodón, por lo que la industria textil fue la primera
en sentir los efectos de la mecanización.
El desarrollo de mejores medios de transporte (locomoción y
navegación) contribuyo a acelerar las transformaciones sociales. Con
la introducción de la locomotora, una maquina de vapor sobre ruedas,
y los primeros barcos movidos por este tipo de energía, fue posible de
las mercancías circularan por todo el mundo, lo cual incremento de
manera exponencial el comercio internacional. Así, la economía que
se fundamentaba en la agricultura llego a su fin e inicio el consumo en
masa, situación que propicio la consolidación del capitalismo como
sistema económico.
LIBERALISMO ECONÓMICO
Doctrina económica que defiende el principio de libertad de
empresa y comercio sin la intervención directa del estado.
Este principio dio origen al capitalismo
Durante la revolución industrial los intelectuales encontraron el apoyo de las
clases para impulsar el liberalismo político, que implicaba el respeto a la
libertad individual, la existencia de una constitución que estableciera los
derechos y deberes de los ciudadanos, la separación de poderes para evitar
la tiranía y el derecho al voto. Al mismo tiempo, los defensores del liberalismo
económico, precursores del neoliberalismo, exigieron una mayor
participación del gobierno en cuestiones sociales, a la vez que le
demandaban se abstuviera de intervenir en temas financieros y
empresariales .
La siguiente etapa comprende la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del
XX, aunque algunos autores señalan que se prolongo aun mas, sobre todo
en Europa y estados unidos. Este periodo se caracterizo por ser el momento
en que se consolidaban los movimientos nacionalistas, que culminaran con el
surgimiento de nuevos países europeos (Italia, en 1861, y Alemania, en
1871) y por el imperialismo, que llevara a las potencias europeas a acentuar
su rivalidad a tal grado que será una de las causas del inicio de la primera
guerra mundial.
En el terreno científico, en esta era los avances tecnológicos superaron con
mucho a los desarrollados en la primera etapa. Las maquinas comenzaron a
usarse en todos los aspectos de la vida. Se consolido la producción en serie
y por primera ve se uso la energía eléctrica, que no tardo en desplazar a la
de vapor. Se inventaron motores de combustión interna a base de petróleo o
sus derivados, el traslado de mercancías se hizo mas eficiente gracias al
automóvil y las tácticas de guerra cambiaron debido a la incorporación de
armas de destrucción masiva (bombas, cañones, tanques, aviones,
ametralladoras, morteros, acorazados y submarinos).
IMPERIALISMO Y MONOPOLIO
Las potencias coloniales industrializadas eran países que, para mantener su
crecimiento económico, necesitaban obtener nuevos territorios para
abastecerse de las materias primas que demandaban su aparato productivo
y, al mismo tiempo, abrir nuevos mercados para la venta de manufacturas.
Cuando el inicio el proceso de industrialización dispusieron de sus propios
recursos naturales. Pero pronto observaron que resultaban insuficientes para
sostener el ritmo de producción y que además se agotaban rápidamente; al
mismo tiempo las potencias emergentes que reclamaban su sitio en el
concierto internacional de las naciones desarrolladas mostraron el deseo de
adueñarse de porciones coloniales de Asia y África, que ya pertenecían a
otros países europeos, pero también empezaron a intervenir en los asuntos
internos de naciones mas débiles para imponer gobiernos títeres que
sirvieran a sus intereses.
Esta situación favoreció un tipo nuevo de colonialismo denominado
imperialismo, que se desarrollo entre 1875 y 1918, un modelo geopolítico de
expansión colonial y de dominio económico propio de las potencias
capitalistas caracterizado por la formación de grandes monopolios, la
supremacía de oligarquías financieras y la creciente rivalidad entre dichos
países por el control de las rutas comerciales y las posesiones coloniales. En
la practica, el imperialismo consiste en la influencia o dominio que un país
poderoso ejerce sobre otro mas débil, de forma directa o indirecta, en sus
asuntos políticos y económicos, para ampliar o mantener control sobre el,
con la única pretensión de obtener un beneficio económico.
IMPERIALISMO
Practica de dominación empleada por las potencias o naciones mas
poderosas para ampliar y mantener su control o influencia sobre
pueblos mas débiles.
MAPA 1. IMPERIOS COLONIALES Y POSESIONES
DE ULTRAMAR (INICIOS DEL SIGLO XX)

Algunos autores consideran que el imperialismo aun es una práctica común, aunque las
potencia capitalistas han modificado los mecanismos de control mediante, la subordinación de
los organismos políticos y económicos internacionales. A esta forma de dominio le denomina
“neocolonialismo”
El imperialismo corresponde al momento histórico en que las potencias
europeas y estados unidos aplicaron una política expansionista y de dominio
económico bajo la idea de cada país industrializado debía contar con una
serie de mercados propios donde vender sus manufacturas a cambio de
materias primas baratas para su industria. En consecuencia, los países
imperialistas dominaban grandes territorios, situación que aseguraba su
crecimiento económico pero la posesión de colonias iba mas allá de contar
con un mercado propio, tan necesario para la industria, pues también
significaba el reconocimiento de su categoría como potencia, con capacidad
de influencia y prestigio en el panorama internacional.
El imperialismo fue la practica y el sistema de dominio que emplearon las
principales naciones capitalistas con la finalidad de consolidarse como
potencias mundiales. En esos años, específicamente Inglaterra, Francia,
Alemania, Bélgica, Holanda, España, África, Asia y Oceanía (en total, mas de
una cuarta parte del planeta), situación que les permitió controlar el mercado,
invadir el mundo con sus productos y radicar sus capitales de inversión en
las naciones menos favorecidas, a las que convertía en apéndices
económicos. Asimismo, influyeron notablemente en la política interna de los
países dominados con la finalidad de obtener concesiones y privilegios frente
a otras potencias extranjeras.
Aunque formalmente América latina no fue incluida en el reparto colonial, las
potencias imperialistas pactaban con las elites locales para mantener a salvo
sus intereses, lo que acentuó su dependencia, ya que la población era usada
como proveedora de mano de obra barata y , a la vez, consumidora de sus
manufacturas, lo que les aseguraba, por un lado, grandes ganancias a través
del comercio, y por otro el control, para lo cual imponían un esquema de
modelo primario exportador. Así, el imperialismo supone la existencia de un
sistema de relaciones políticas, económicas, sociales y culturales desiguales,
cuyo principal objetivo es ampliar el poder de un país a gran parte del
mundo, con la finalidad de mantenerlo bajo dominio.
UNIDAD 2: LA CRISIS ECONÓMICA
GLOBAL COMO PREÁMBULO DE LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA
CREACIÓN DE INSTITUCIONES PARA
LA PAZ.
1914 y 1919, se calcula que ascendió a 337,980,570,560 dólares. En
términos porcentuales del producto nacional bruto (PNB), para Francia
significó 30% del mismo, 32% del Reino Unido, 26% de Italia, 22% de
Alemania y 9% de Estados Unidos. Estos datos indican que inflación, crisis
mundial y ruina total fueron las consecuencias inmediatas de la guerra, sin
contar la pérdida de vidas por el conflicto y la que tuvo lugar a causa de la
influenza o gripe española, calculadas en más de 50 millones de personas.
La Primera Guerra Mundial trastornó la economía de los países europeos, en
especial de aquellos que perdieron en el conflicto, lo cual generó una
recesión de gran envergadura que afectó la dinámica del mercado mundial.
Para salir de la crisis, las naciones vencedoras (principalmente Estados
Unidos y Gran Bretaña) tuvieron que aplicar una serie de programas de
préstamos e inversión, cuyos resultados fueron alentadores, hasta que la
Gran Depresión de 1929 puso fin a la bonanza de aquellos años.
SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DEL MUNDO
ENTRE GUERRAS
Al periodo histórico que abarca el fin de la Primera Guerra Mundial (11 de
noviembre de 1918) y el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1 de
septiembre de 1939) se le conoce como “de entreguerras”. Como veremos a
continuación, fueron años especialmente difíciles para los países europeos
que participaron en el primer conflicto armado mundial.
En Alemania, unos días antes de la rendición de este país, el 7 de noviembre
de 1918, la población se sublevó contra el gobierno por su negativa a
entablar conversaciones para poner fin a la guerra. A los dos días, Guillermo
II fue destituido y se creó la República Socialista de Baviera,1 a cargo de un
Consejo de Comisarios del Pueblo. Para formalizar la revuelta se constituyó
una coalición integrada por el Partido Socialdemócrata Alemán, el Partido
Socialdemócrata Alemán Independiente y el Partido Católico del Centro, que
puso fin al gobierno socialista, sofocó la rebelión Esparta quista, dirigida por
Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, y el llamado putsch de Kapp, organizado
1920 por antiguos oficiales imperialistas, contrarios a la idea de establecer
una república.
El 19 de enero de 1919 se celebraron elecciones para elegir a los miembros
del congreso, y el 6 de febrero la Asamblea Nacional se reunió en la ciudad
de Weimar, donde se redactó una constitución. Friedrich Ebert proclamó la
República Alemana de Weimar. La Constitución entró en vigor en agosto de
ese año. El Poder Legislativo quedó integrado por dos parlamentos: el
Reichstag (Cámara Baja) y el Reichsrat (Cámara de Representación
Federal); el Ejecutivo quedó a cargo del propio Ebert como presidente, quien
estaría al frente del gobierno por un periodo de siete años y sería auxiliado
por un canciller.
Pese a las medidas democráticas implementadas (sufragio universal,
representación popular, jornada de ocho horas), Alemania enfrentó
momentos difíciles. Humillada por la derrota y castigada por el Tratado de
Versalles, padeció los efectos de la anarquía y la crisis económica, situación
que le obligó a negarse a pagar las reparaciones de la guerra. Entre 1919 y
1923 el país vivió en la angustia por la quiebra financiera, la devaluación
monetaria, el crecimiento de la inflación, las tendencias separatistas, los
intentos de golpe de Estado, el pago de indemnizaciones y la crisis con
Francia por la ocupación del Ruhr. En 1921 una comisión evaluadora
determinó que Alemania tenía que pagar, 132,000 millones de marcos oro
por concepto de compensación de guerra, (equivalentes a 35,000 millones
de dólares), además de una reparación especial de 600 millones a Bélgica.
También debía entregar a los aliados su flota mercante, los ferrocarriles y
parte de su producción de hierro y carbón. Estas exigencias eran muy
severas, sobre todo por las circunstancias que atravesaba el país, que,
devastado por la guerra, no podía hacerles frente. Así, no fue extraño que
Alemania buscara el apoyo de la URSS, nación que también fue excluida de
la Sociedad de Naciones. El 16 de abril de 1922 se firmó el Tratado de
Rapallo, por el que ambos países renunciaron a los reclamos mutuos de
guerra y establecieron programas de colaboración económica, situación que
benefició en especial a los germanos, ya que pudieron realizar pruebas
militares con armamento que les había sido prohibido en 1919.
Sin embargo, a finales de 1922 Alemania anunció que suspendía
temporalmente el pago de la deuda; en respuesta, Raymond Poincaré,
primer ministro francés, ordenó la invasión de la zona industrial del Ruhr
(enero de 1923) para obligar a dicho país a cumplir las obligaciones
impuestas. La llegada de tropas francesas y belgas a esa zona precipitó el
desplome de la economía germana. Como debían pagar las
indemnizaciones en bienes y divisas, la creciente escasez de moneda
extranjera dificultó cada vez más la importación de las materias primas
indispensables para la industria alemana.
La consecuencia inmediata fue el cierre de las fábricas y el despido masivo
de trabajadores. Al desempleo se sumó la carestía, con lo que las
mercancías se encarecieron cada vez más, provocando que el Reichsbank
(Banco Nacional) tuviera que poner en circulación billetes de mayor
denominación. El 1 de septiembre de 1923 la inflación llegó a niveles
insospechados con la emisión del billete de 500 millones de marcos, que fue
rápidamente seguida por el de 1,000 millones. Los precios siguieron en
ascenso y llegaron al tope con la emisión del billete de 100,000 millones,
que tiempo después descendieron debido a la introducción de la nueva
unidad monetaria, llamada Rentenmark, y la aplicación del Plan Dawes.
UNIDAD 3: LA GUERRA FRÍA Y SUS
EFECTOS EN LOS PAÍSES CON UN
PROYECTO POLÍTICO Y ECONÓMICO
DISTINTO

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