1. Anaximandro propuso que el principio y elemento fundamental de todas las cosas es lo infinito (to apeiron), el cual es eterno e inmortal.
2. De lo infinito nacen y se destruyen infinitos mundos de forma cíclica. Los mundos se originan a partir de la separación de los contrarios (caliente-frío, seco-húmedo) contenidos en lo infinito.
3. Lo infinito también es la causa del nacimiento y destrucción de la Tierra, los cielos y las estrellas que forman parte de
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1. Anaximandro propuso que el principio y elemento fundamental de todas las cosas es lo infinito (to apeiron), el cual es eterno e inmortal.
2. De lo infinito nacen y se destruyen infinitos mundos de forma cíclica. Los mundos se originan a partir de la separación de los contrarios (caliente-frío, seco-húmedo) contenidos en lo infinito.
3. Lo infinito también es la causa del nacimiento y destrucción de la Tierra, los cielos y las estrellas que forman parte de
1. Anaximandro propuso que el principio y elemento fundamental de todas las cosas es lo infinito (to apeiron), el cual es eterno e inmortal.
2. De lo infinito nacen y se destruyen infinitos mundos de forma cíclica. Los mundos se originan a partir de la separación de los contrarios (caliente-frío, seco-húmedo) contenidos en lo infinito.
3. Lo infinito también es la causa del nacimiento y destrucción de la Tierra, los cielos y las estrellas que forman parte de
1. Anaximandro propuso que el principio y elemento fundamental de todas las cosas es lo infinito (to apeiron), el cual es eterno e inmortal.
2. De lo infinito nacen y se destruyen infinitos mundos de forma cíclica. Los mundos se originan a partir de la separación de los contrarios (caliente-frío, seco-húmedo) contenidos en lo infinito.
3. Lo infinito también es la causa del nacimiento y destrucción de la Tierra, los cielos y las estrellas que forman parte de
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1.
To apeirón (4) como Arché (2) y elemento de
todas las cosas Teofrasto (Phys. 24.13, DK, A 9 y B I): Anaximandro llamó a la arché (cf. págs. 65-6) y elemento de las cosas existentes «lo ilimitado», siendo el primero en atribuir este nombre a la arché. Dice que no es ni agua ni ningún otro de los así llamados elementos, sino una sustancia diferente que es ilimitada, de la cual nacen todos los cielos y los mundos que hay en ellos (Güthrie 83) 2. To Apeirón es principio y elemento de todas las cosas SIMPLICIO, Física 24.13 (A 9). Anaximandro... dijo que el «principio», o sea, el elemento de los seres es lo indeterminado, siendo el primero en introducir este nombre para el principio. Dice que éste no es agua ni ningún otro de los llamados elementos, sino una naturaleza distinta, indeterminada, de la que nacen todos los cielos y los mundos que hay en ellos. 3. Características del To Apeirón como Arché
1. El principio de los seres es indefinido... y las cosas perecen en lo
mismo que les dio el ser, según la necesidad. Y es que se dan mutuamente justa retribución por su injusticia, según la disposición del tiempo. 2. Es eterno y nunca envejece (lo indefinido). 3. Es inmortal e indestructible (lo indefinido). 4. Tubo de torbellino. 5. Semejante a una columna de piedra (es la tierra). 6. Que lo abarca todo y todo lo gobierna (lo indefinido). 4. To Apeiron y lo divino
Aristóteles en Phys. 203 b 6 (DK, A 15):
Todo, o es origen o tuvo un origen: lo ilimitado no tuvo origen, porque equivaldría a tener un límite. Además, al ser origen [o fuente o principio: arché}, es inengendrado e imperecedero... Por ello, como digo, no puede tener un origen, sino que él resulta ser el origen de lo demás, y abarca y gobierna todas las cosas, como dicen aquellos filósofos que no postulan, junto a lo ilimitado, otras causas tales como la Inteligencia o el Amor; y afirman que esto es lo divino, puesto que es inmortal e imperecedero, como lo llaman Anaximandro y la mayoría de los que escriben sobre la naturaleza (G. 93). 1. Las cosas nacen y perecen en To Apeiron. Justicia (2). Teofrasto (Phys. 24.13, DK, A 9 y B I): Las cosas perecen en aquellas de las que han recibido su ser, como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución por su injusticia según el decreto [o quizás «ordenamiento»] del tiempo —así se expresa él en términos un tanto poéticos. 2. To Apeirón: Justicia y contrarios SIMPLICIO, Física 24.13 (A 9). «Las cosas perecen en lo mismo que les dio el ser, según la necesidad. Y es que se dan mutuamente justa retribución por su injusticia, según la disposición del tiempo», enunciándolo así en términos más propios de la poesía... Así que no concibe la generación como una transformación del elemento, sino por la segregación de los contrarios, a causa del movimiento eterno... Los contrarios son: caliente [fuego]-frío [aire], seco [tierra]-húmedo [agua] y los demás. 1. Contrarios (3)
Ovidio (Spenser): La tierra, el aire, el agua y el fuego Llegaron a
situarse a sí mismos en descomunal orden de batalla, Ya conspirar con fuerzas contrarias Cada uno en contra del otro con todos los medios que tienen a su alcance, (Milton): Lo caliente, lo frío, lo húmedo y lo seco, [cuatro campeones feroces Pugnan aquí por su predominio (Güthrie 85-86). 2. To Apeiron y contrarios
Algunos pensadores consideran a ésta [se. una sustancia distinta de los
elementos, a partir de la cual se han originado] lo ilimitado, ni aire ni agua, a fin de evitar su destrucción por uno de ellos si fuera ilimitado; porque ellos [los elementos] se caracterizan por su mutua oposición — es decir, el aire es frió, el agua húmeda, el fuego caliente—, de manera que, si uno de ellos fuera ilimitado, los otros tendrían que perecer. Tal y como es, dicen ellos, es algo aparte, de lo cual proceden los elementos conocidos (Phys. III, 204 b 24) (G. 86). 3. Creación en los contrarios y nacimiento del hombre como parte de una evolución PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10). Afirma asimismo que lo que es productivo de calor y frío en el origen de este mundo se segregó y que de ello creció una esfera de llama alrededor del aire que envuelve la tierra, al modo de la corteza alrededor del árbol. Al rasgarse aquélla y cerrarse en círculos, dio lugar al sol, la luna y las estrellas. Afirma también que en los primeros tiempos el hombre nació de animales de otra figura, puesto que los demás animales toman en seguida el alimento por sí mismos, pero sólo el hombre requiere una crianza prolongada, razón por la cual en los primeros tiempos no habría podido sobrevivir con tal condición. Tiempo y movimiento
HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A
11). Menciona el tiempo como si estuviesen limitados el nacimiento, la entidad y la destrucción. Dijo que el principio, esto es, el elemento de los seres es lo indeterminado (siendo el primero que utilizó el nombre de «principio») y que, además de esto, hay un movimiento eterno en el que resulta que se originan los cielos; To Apeirón como causa de todo nacimiento y destrucción (infinitos mundos) PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10). Anaximandro... dijo que lo indeterminado era la causa toda de cada nacimiento y destrucción. Afirma, en efecto, que de ello están segregados los cielos y en general todos los mundos, que son asimismo indeterminados. Destrucción y nacimiento se dan en un tiempo indeterminado PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10). Aseguró que la destrucción y mucho antes el nacimiento acontecen desde un tiempo indeterminado y se producen todos ellos por turno. Afirma que la tierra es de forma cilindrica y que tiene una altura que es la tercera parte de la anchura. Innumerables mundos nacen y se destruyen en To Apeiron
AECIO, Opiniones de los filósofos 1.3.3 (A 14).
Anaximandro... dice que el principio de los seres es lo indeterminado, pues de ello nacen todas las cosas y en ello todas se disuelven, y que por ello también nacen mundos innúmeros y de nuevo se disuelven en aquello de lo que nacen. Origen de los cielos y las estrellas
HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A
11). Anaximandro... dijo que el principio de los seres es una cierta naturaleza de lo indeterminado, de la que nacen los cielos y el orden del mundo que hay en ellos; que éste es eterno y no envejece y que circunda todos los mundos. Sobre la tierra y las estrellas (imagen semejante a la actual). HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A 11). que la tierra se halla en alto, sin nada que la sostenga, pero que permanece quieta por la equidistancia de todas las cosas; que su forma es curva, redonda, semejante a una columna de piedra, y que estamos sobre una de las superficies, pero que hay otra por el otro lado. Afirma que las estrellas son un círculo de fuego, segregadas del fuego del cosmos y rodeadas de aire