2.1 Anaximandro (Fragmentos) - Numerado

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1.

To apeirón (4) como Arché (2) y elemento de


todas las cosas
Teofrasto (Phys. 24.13, DK, A 9 y B I):
Anaximandro llamó a la arché (cf. págs. 65-6) y elemento de las cosas
existentes «lo ilimitado», siendo el primero en atribuir este nombre a la
arché. Dice que no es ni agua ni ningún otro de los así llamados
elementos, sino una sustancia diferente que es ilimitada, de la cual
nacen todos los cielos y los mundos que hay en ellos (Güthrie 83)
2. To Apeirón es principio y elemento de todas
las cosas
SIMPLICIO, Física 24.13 (A 9). Anaximandro... dijo que el
«principio», o sea, el elemento de los seres es lo indeterminado,
siendo el primero en introducir este nombre para el principio. Dice
que éste no es agua ni ningún otro de los llamados elementos, sino una
naturaleza distinta, indeterminada, de la que nacen todos los cielos y
los mundos que hay en ellos.
3. Características del To Apeirón como Arché

1. El principio de los seres es indefinido... y las cosas perecen en lo


mismo que les dio el ser, según la necesidad. Y es que se dan
mutuamente justa retribución por su injusticia, según la disposición del
tiempo.
2. Es eterno y nunca envejece (lo indefinido).
3. Es inmortal e indestructible (lo indefinido).
4. Tubo de torbellino.
5. Semejante a una columna de piedra (es la tierra).
6. Que lo abarca todo y todo lo gobierna (lo indefinido).
4. To Apeiron y lo divino

Aristóteles en Phys. 203 b 6 (DK, A 15):


Todo, o es origen o tuvo un origen: lo ilimitado no tuvo origen, porque
equivaldría a tener un límite. Además, al ser origen [o fuente o principio:
arché}, es inengendrado e imperecedero... Por ello, como digo, no puede
tener un origen, sino que él resulta ser el origen de lo demás, y abarca y
gobierna todas las cosas, como dicen aquellos filósofos que no postulan,
junto a lo ilimitado, otras causas tales como la Inteligencia o el Amor; y
afirman que esto es lo divino, puesto que es inmortal e imperecedero, como
lo llaman Anaximandro y la mayoría de los que escriben sobre la
naturaleza (G. 93).
1. Las cosas nacen y perecen en To Apeiron.
Justicia (2).
Teofrasto (Phys. 24.13, DK, A 9 y B I):
Las cosas perecen en aquellas de las que han recibido su ser,
como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución
por su injusticia según el decreto [o quizás «ordenamiento»]
del tiempo —así se expresa él en términos un tanto poéticos.
2. To Apeirón: Justicia y contrarios
SIMPLICIO, Física 24.13 (A 9). «Las cosas perecen en lo
mismo que les dio el ser, según la necesidad. Y es que se dan
mutuamente justa retribución por su injusticia, según la
disposición del tiempo», enunciándolo así en términos más
propios de la poesía... Así que no concibe la generación
como una transformación del elemento, sino por la
segregación de los contrarios, a causa del movimiento
eterno... Los contrarios son: caliente [fuego]-frío [aire], seco
[tierra]-húmedo [agua] y los demás.
1. Contrarios (3)

Ovidio (Spenser): La tierra, el aire, el agua y el fuego Llegaron a


situarse a sí mismos en descomunal orden de batalla, Ya conspirar con
fuerzas contrarias Cada uno en contra del otro con todos los medios
que tienen a su alcance,
(Milton): Lo caliente, lo frío, lo húmedo y lo seco, [cuatro campeones
feroces Pugnan aquí por su predominio (Güthrie 85-86).
2. To Apeiron y contrarios

Algunos pensadores consideran a ésta [se. una sustancia distinta de los


elementos, a partir de la cual se han originado] lo ilimitado, ni aire ni
agua, a fin de evitar su destrucción por uno de ellos si fuera ilimitado;
porque ellos [los elementos] se caracterizan por su mutua oposición —
es decir, el aire es frió, el agua húmeda, el fuego caliente—, de manera
que, si uno de ellos fuera ilimitado, los otros tendrían que perecer. Tal
y como es, dicen ellos, es algo aparte, de lo cual proceden los
elementos conocidos (Phys. III, 204 b 24) (G. 86).
3. Creación en los contrarios y nacimiento del
hombre como parte de una evolución
PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10). Afirma asimismo que lo
que es productivo de calor y frío en el origen de este mundo se
segregó y que de ello creció una esfera de llama alrededor del aire
que envuelve la tierra, al modo de la corteza alrededor del árbol.
Al rasgarse aquélla y cerrarse en círculos, dio lugar al sol, la luna y las
estrellas. Afirma también que en los primeros tiempos el hombre
nació de animales de otra figura, puesto que los demás animales
toman en seguida el alimento por sí mismos, pero sólo el hombre
requiere una crianza prolongada, razón por la cual en los primeros
tiempos no habría podido sobrevivir con tal condición.
Tiempo y movimiento

HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A


11). Menciona el tiempo como si estuviesen
limitados el nacimiento, la entidad y la destrucción.
Dijo que el principio, esto es, el elemento de los
seres es lo indeterminado (siendo el primero que
utilizó el nombre de «principio») y que, además de
esto, hay un movimiento eterno en el que resulta
que se originan los cielos;
To Apeirón como causa de todo nacimiento y
destrucción (infinitos mundos)
PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10). Anaximandro...
dijo que lo indeterminado era la causa toda de cada
nacimiento y destrucción. Afirma, en efecto, que de ello están
segregados los cielos y en general todos los mundos, que son
asimismo indeterminados.
Destrucción y nacimiento se dan en un tiempo
indeterminado
PSEUDO-PLUTARCO, Miscelánea 2 (A 10).
Aseguró que la destrucción y mucho antes el nacimiento
acontecen desde un tiempo indeterminado y se producen
todos ellos por turno. Afirma que la tierra es de forma
cilindrica y que tiene una altura que es la tercera parte de la
anchura.
Innumerables mundos nacen y se destruyen
en To Apeiron

AECIO, Opiniones de los filósofos 1.3.3 (A 14).


Anaximandro... dice que el principio de los seres es
lo indeterminado, pues de ello nacen todas las cosas
y en ello todas se disuelven, y que por ello también
nacen mundos innúmeros y de nuevo se disuelven en
aquello de lo que nacen.
Origen de los cielos y las estrellas

HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A


11). Anaximandro... dijo que el principio de los seres
es una cierta naturaleza de lo indeterminado, de la
que nacen los cielos y el orden del mundo que hay
en ellos; que éste es eterno y no envejece y que
circunda todos los mundos.
Sobre la tierra y las estrellas (imagen semejante
a la actual).
HIPÓLITO, Refutación de todas las herejías 1.6.1 (A 11).
que la tierra se halla en alto, sin nada que la sostenga,
pero que permanece quieta por la equidistancia de todas
las cosas; que su forma es curva, redonda, semejante a
una columna de piedra, y que estamos sobre una de las
superficies, pero que hay otra por el otro lado. Afirma que
las estrellas son un círculo de fuego, segregadas del fuego
del cosmos y rodeadas de aire

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