El Ministro Como Un Profesional

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EL MINISTRO COMO UN

PROFESIONAL
• El primer uso de la palabra profesión fue en su
relación con quienes profesaban votos en una
orden religiosa. También significa: “Testificar”
a nombre de o “sostener algo”. Los servicios
provistos a la comunidad, tanto religiosos
como seculares, eran vistos como una
profesión. Teólogos, médicos, jueces,
ministros. 1Ti 6:12-13; Heb 3:1; 4:14; 10:23.
• El ministro moderno del evangelio no es como
el profesional tradicional, su ética incluye
estas obligaciones:
• 1. Educación – el ministro se prepara para el
servicio cristiano, haciéndose con una
educación amplia, seguido por un
entrenamiento especializado, en teología y
ministerio. Es el estudio de toda una vida y
crecimiento, que lo prepare para el servicio
continuado. 2Ti 2:15.
• Debe haber vivido los procesos educativos del
ministerio, como escuela dominical, escuela de
liderazgo, Seminario Bíblico, etc.
• Educado en los buenos modales y normas de
convivencia, el trato con los demás, etc.
• Sino culmino un bachillerato o una carrera
universitaria, ser acreedor de una buena cultura
general.
• Antes de pensar en estudiar cualquier carrera,
estudiar lo que es afín al ministerio.
• El ministerio requiere de ministros bien
preparados para dar respuesta a su congregación.
• 2. Competencia - el ministro desarrollará y
refinará dones pastorales y habilidades
vocacionales, para actuar competentemente
en cualquier situación que requiera los
servicios del ministerio. Efesios 4:11-12; 1Co
12:7.
• En el caso de ministerios como el de Maestro, el
ministro debe estar al día en los aspectos
pedagógicos y educativos.
• De igual manera debe tener un manejo
excepcional de la Homiletica y Hermenéutica.
• El Pastor al igual de lo anterior debe estar muy
bien ilustrado en temas administrativos y
ejecutivos.
• Los principios del buen proceder deben ser una
cualidad en los ministros. Evangelistas, profetas,
etc., deben manifestar una actitud honesta en el
desempeño de su función ministerial.
• 3. Autonomía – el ministro es llamado a una
vida de toma de decisiones responsables que
implica potencialmente consecuencias
peligrosas. Como un dirigente espiritual, el
ministro tomará decisiones y ejercitará
autoridad pastoral a la luz del modelo de líder-
siervo ejemplificado por Cristo. Juan 13:1-16.
• Estando bajo sujeción y autoridad, el ministro
desarrollara su labor sin que se le respire en el
cuello.
• La autonomía se moverá dentro de los parámetros
establecidos por la visión que rige el ministerio a
nivel general. El salir de allí ya no implicaría
autonomía, sino rebeldía.
• El espacio de libertad para operar en autonomía
debe ser entendido como el accionar dinámico
aplicado a la estructura ya establecida.
• El accionar autónomo mostrara el nivel de
fidelidad, responsabilidad y compromiso del
ministro para con el ministerio.
• 4. Servicio – la motivación del ministro para el
ministerio no será la posición ministerial, ni
recompensa monetaria, sino el amor ágape
para servir a otros en nombre de Cristo. 1Co
13.
• El ministro debe tener claro cuales son las
motivaciones reales para servir.
• El ministro debe tener un carácter formado
para el servicio para que no tenga tropiezos al
hacerlo.
• El servicio tiene sus requerimientos. No se
puede servir de acuerdo al criterio propio. Hay
normas y principios que rigen el servicio
ministerial.
• El precio a pagar en el servicio puede
convertirse en un problema para aquel que no
lo ha entendido.
• 5. Dedicación – el ministro profesa
proporcionar a la sociedad algo de gran valor,
“las buenas nuevas” de la salvación de Dios y
la demostración del amor de Dios a través del
ministerio cristiano. Ro1:11-17.
• Esta es la tarea a la cual se dedica el ministro.
• Esta dedicación se hace notoria a través de la
entrega intensa a este fin.
• El termino consagración seria el mas claro
para definir la dedicación.
• Aquello que nos lleva a ocupar, sino la mayor
parte del tiempo, todo el tiempo.
• La dedicación también implica, la no
distracción con otros asuntos que no son la
prioridad o lo central de nuestra actividad.
• 6. Ética – en relación con la congregación, los
colegas y la comunidad, así como con la vida
personal, el ordenado vivirá bajo la disciplina
de una ética que sostiene las normas más
altas de la moralidad cristiana. 1Ti 3:1-7.
• El ministro se regirá bajo Dios y sus principios y no
bajo el hombre y sus costumbres.
• Su actitud para con sus compañeros será de
cooperación y no competencia.
• Siempre exaltara el trabajo de sus antecesores y
preparara el camino para sus predecesores.
• Como ministro no tratara de aprovecharse del
esfuerzo y trabajo de los otros.
• Su relación con los del sexo opuesto será de
honorabilidad y amabilidad.
• Ante la comunidad el ministro n o puede olvidar que
es un hombre publico y su vida es como una carta
abierta.
• Una cosa es ser considerado un profesional
por la posición y la paga, y otra actuar como
un verdadero profesional con conocimiento y
responsabilidad moral.

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