Literatura y Violencia en Colombia

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Literatura de la violencia en

Colombia
¿Qué es la
literatura de la
 Literatura en la Violencia.
 Literatura de la violencia.

Violencia?
Pensemos sobre
 Inscrita entre 1946 – 1958.
 Carácter histórico.

literatura en la  Se publicaba en asociación con un partido, de lo


contrario se usaban seudónimos.
Violencia  Normalmente eran intelectuales.
Algunos
ejemplos

La metamorfosis de su excelencia (1949). –


Jorge Zalamea.
Pensemos sobre
 Empieza en 1958 hasta la actualidad (2020).
 Los escritores ya no se deben adscribir a partidos.

la literatura de  El carácter testimonial – histórico le abre paso al


literario.
la violencia
Hernando Téllez (1908 – 1966)

Década del 50 en Lecturas Dominicales – El tiempo:

“Los colombianos podemos esperar


 tranquilamente que algún día aparezca la gran
novela sobre la violencia, no hay prisa”
Poesía
El campo y la formación de guerrillas

 Exaltación de los héroes: Guadalupe “¡Adentro! don Guadalupe,


Salcedo. con el machete templao,
al sol, al viento, a la yuvia
“¡Ahí viene don Guadalupe por morichales y caños.
Sobre su caballo bayo, con el sombrero de pelo Como la tigre en acecho
Y el pañuelo raboegayo, y el toro barajustao”
Y en la punta de la lanza el pabellón colorao”
Darío Samper
Gesta y muerte de Guadalupe Salcedo
El campo y la formación de guerrillas

 La sangre y los muertos: semilla


renovadora

“Sobre tu vientre de las cordilleras


y tu cuerpo de Valles y montañas,
se rompieron escudos y banderas”

La Violencia – Alejandro Obregón


“Siempre fueron los mismos: campesinos
como obscura simiente. Siempre ha sido
vendida la casa de los pobres.
Poemas revista Les repararon el fuego, el agua,

Mito y la sal y los vientos:


¡su razón de ser hombres!

Jorge Gaitán Durán


Narrativa
Concurso Nacional de cuento El tiempo(1959)

 Condición: tema nacional.


 505 trabajos.
 1er: La duda – Indio Zula.
 2do: Aquí yace alguien – Abelcaín.
 3ro: Batallón Antitanque.
Decía Gonzalo Arango

 “ Existe general extrañeza por la coincidencia que los tres cuentos enfoquen el tema de la violencia y
se desarrolle, con mayor o menor intensidad, en un marco de asesinato y terror. Este tema, en su
azaroso dramatismo, no puede ser indiferente a ningún intelectual colombiano. La violencia gravita
sobre nuestra sensibilidad en forma perturbadora y agresiva. Está demasiado presente para ignorarla;
es demasiado cruel para no sentirla; no podemos ignorarla, vivimos bajo su atmósfera de alucinación y
terror. Ningún escritor que tenga sus dos pies hundidos en el barro de este país puede eludirla sin
traicionar su realidad human más profunda, pues directa o indirectamente, ha sufrido sus
consecuencias”

Los cuentos y la violencia en Lecturas dominicales.


Testimonio.

Posibles La carta.

características El diario.

del cuento de la
El discurso político.
Violencia
La anécdota.

Punto de tensión, violencia política.

Castigo.
¡Qué vivan los
Cenizas para el Pero Margarita
compañeros! –
viento – Hernando Restrepo ¿dónde
Carlos Arturo
Téllez. estás?
Truque.

Algunos
Manuel Zapata
cuentos Olivella.
Policarpo Varón. Arturo Alape.

El combate –
Harold Kremer.
1. La novela sobre la violencia en Colombia -Gerardo
Suárez Rendón:
 Subgénero.
Las novelas dan cuenta de su relación con: partido
conservador, liberal, policía, ejército y clero.
o 2. La novelística de la novela en Colombia - Gustavo
Álvarez Gardeazábal:
Pensemos sobre Manipulación clase política colombiana.
la literatura de 1ª novela (1951): El 9 de abril de Pedro Gómez Corena

la violencia No se ha escrito novela de la Violencia.


o 3. Niveles de realidad en la literatura de la violencia
colombiana - Laura Restrepo:
Enfrentamiento clasista.
Cambio, las novelas en la violencia rinden testimonio, las
de la violencia interesan en cuanto a obras literarias.
o 4. Bibliografía anotada sobre el ciclo de la violencia en la
literatura colombiana – Lucila Inés Mena.
 “Novela que refleja la situación socio – política de Colombia
durante las épocas del cuarenta y cincuenta.
 Literaturizan la violencia.
 5. Gabriel García Márquez y la novela de la violencia en
Pensemos sobre Colombia – Manuel Antonio Arango:

la literatura de  Destaca obras de García Márquez, Zapata olivella, Cepeda


Samudio, Mejía Vallejo…
la violencia  6. Literatura y violencia en la línea de fuego – Augusto Escobar.
 Señala que el periodo de la novela empieza con El coronel no tiene
quien le escriba.
 7. Colombia: novela y violencia – Pablo González Rodas:
 Extiende el periodo hasta Cien años de soledad (1967).
Concurso Nacional de novela (1961)
Algunas novelas

Masacre de las bananeras (1928):


 La casa grande (1962) – Álvaro Cepeda
Samudio.
 Cien años de soledad (1967) – Gabriel
García Márquez.
Bipartidismo

 Siervo sin tierra (1954)– Eduardo


Caballero Calderón.
 La mala hora (1962)– Gabriel García
Márquez
 El día señalado (1964) – Manuel Mejía
Vallejo.
 Cóndores no entierran todos los días
(1972) – Gustavo Álvarez Gardeazábal
Bogotazo (1948)
 El 9 de abril (1951) – Pedro
Gómez Corena.
 El día del odio (1952) – José
Antonio Osorio Lizarazo.
 Estaba la pájara pinta
sentada en el verde limón
(1975) – Alba Lucía Ángel.
 EL Bogotazo: memorias del
olvido (1985) – Arturo
Alape.
Narcotráfico

 La Vírgen de los sicarios (1994) – Fernando


Vallejo.
 Noticia de un secuestro (1996)- Gabriel
García Márquez.
Toma y retoma del
Palacio de Justicia

 La Siempreviva (2010) – Miguel


Torres.
Canalete de Tribulá
Tradicional del Pacífico colombiano
Yo tenía mi canalete para navegar en la mar
Y también mi palanquita
Palanquita de Tribugá

Roncando iba
Roncando va mi canalete
de Tribugá

Rumba, rumba
Mi canalete de Tribugá
Roncando iba, roncando va
Mi canalete de Tribugá
Rumba, rumba
Mi canalete de Tribugá
Canción del boga ausente

A los señores Rufino Cuervo y Miguel A. Caro

Qué triste que está la noche,


La noche qué triste está
No hay en el Cielo una estrella…
Remá, remá.

La negra del alma mía,


Mientras yo brego en la mar,
Bañado en sudor por ella,
¿Qué hará, qué hará?
Tal vez por su zambo amado Doliente suspirará,
O tal vez ni me recuerda…
¡Llorá, llorá!

Las hembras son como todo


Lo de esta tierra desgraciada;
Con arte se saca al pez
¡Del mar, del mar…!

Con arte se ablanda el hierro,


Se doma la mapaná…
Constantes y firmes las penas;
¡No hay más, no hay más!…

… Qué oscura que está la noche;


La noche qué oscura está;
Así de oscura es la ausencia
Bogá bogá…
Candelario Obeso
Arió.

Ya me voi re aquí eta tierra


A mi nativa morá;
No vive er peje richoso
Fuera ér má!….

Siempre er sitio onde se nace


Tiene ciecta noverá;.…
Yo no jallo la alegría
Lejo ér má.

La panela re ete pueblo


Ej esauta a la re allá;
Pero a aquella la meccocha,
L’aire ér má.
Mi paisanas son pacdita;
La re uté son colará;
Ma re aquellaj en er pecho
Jierve er má.

Ete só vive anubláo


Re una eterna ejcurirá;
Aquér só bujca er epejo
Re la má.

Aquí er probe campecino


Vive en trite solerá,
Mui rijtante der que vive
Junto ar má.

Re eta tierra en lo playones


No se topa onde sejteá;
Hai un bojque mui tupío
Cecca ar má.
Aqui er ojo se fatiga
Re un ajperto contemplá;….
¡Cuánta e varia la hecmosura
Re la má!…

Ya me voi re aquí eta tierra


A mi nativa morá;
Er corazon e ma grande
Junto ar má!

Candelario Obeso
Llanura de Tuluá
Al borde del camino, los dos cuerpos
uno junto del otro,
desde lejos parecen amarse.
Un hombre y una muchacha, delgadas
formas cálidas
tendidas en la hierba, devorándose.
Estrechamente enlazando sus cinturas
aquellos brazos jóvenes,
se piensa:
soñarán entregadas sus dos bocas,
sus silencios, sus manos, sus miradas.
Mas no hay beso, sino el viento
sino el aire
seco del verano sin movimiento.
Uno junto del otro están caídos,
muertos,
al borde del camino, los dos cuerpos.
Debieron ser esbeltas sus dos sombras
de languidez
adorándose en la tarde.
Y debieron ser terribles sus dos rostros
frente a las
amenazas y relámpagos.
Son cuerpos que son piedra, que son nada,
son cuerpos de mentira, mutilados,
de su suerte ignorantes, de su muerte,
y ahora, ya de cerca contemplados,
ocasión de voraces negras aves.

Fernando Charry Lara


Cuando la viuda arrancó sus cabellos
Todos los que se abstuvieron, votaron por mí.
Gabriel Antonio Goyeneche,
Presidente de la República de Colombia

Debe decirse gloria y viuda inmarcesible.


El colgar los cabellos de un árbol
Da el tono de desespero bíblico
indispensable para llorar en coro.
Si se añade espadas cual centellas
puede pensarse en raudo, en fulgurante,
y si se dice esclavos habrá quien crea
que después de cantarlo todos seremos libres.
Pero no solo eso: debe decir: Termópilas,
constelación de cíclopes y centauros,
para que nadie entienda, y trompas
victoriosas y pérfida salud. Todo ello
nimbado de lauros y de sangre y de expansivo
empuje y además muy brillante por estar
bajo el palio de un sol de libertad.
Y detrás de todo eso, lo que vemos
A diario, que se debe cantar en un himno
distinto de este, hecho para damas que toman
chocolate y para caballeros que juegan
golf los martes y se comen los mocos.

María Mercedes Carraza


La patria
Esta casa de espesas paredes coloniales
y un patio de azaleas muy decimonónico
hace varios siglos que se viene abajo.
Como si nada las personas van y vienen
por las habitaciones en ruina,
hacen el amor, bailan, escriben cartas.

A menudo silban balas o es tal vez el viento


que silba a través del techo desfondado.
En esta casa los vivos duermen con los muertos,
imitan sus costumbres, repiten sus gestos
y cuando cantan, cantan sus fracasos.
Todo es ruina en esta casa,
están en ruina el abrazo y la música,
el destino, cada mañana, la risa son ruina;
las lágrimas, el silencio, los sueños.
Las ventanas muestran paisajes destruidos,
carne y ceniza se confunden en las caras,
en las bocas las palabras se revuelven con miedo.
En esta casa todos estamos enterrados vivos.
María Mercedes Carranza
Atado a la orilla
Si supieras que afuera de la casa,
atado a la orilla del puerto quebrado,
hay un río quemante como las aceras.

Que cuando toca la tierra


es como un desierto al derrumbarse
y trae hierba encendida
para que ascienda por las paredes,
aunque te des a creer
que el muro perturbado por las enredaderas
es milagro de la humedad
y no de la ceniza del agua.
Si supieras
que el río no es de agua
y no trae barcos
ni maderos,
sólo pequeñas algas
crecidas en el pecho
de hombres dormidos.

Si supieras que ese río corre


y que es como nosotros
o como todo lo que tarde o temprano
tiene que hundirse en la tierra.

Tú no sabes,
pero yo alguna vez lo he visto
hace parte de las cosas
que cuando se están yendo
parece que se quedan

Andrea Cote
Cuestión de estadísticas

Fueron veintidós, dice la crónica.


Diecisiete varones, tres mujeres,
dos niños de miradas aleladas,
sesenta y tres disparos, cuatro credos,
tres maldiciones hondas, apagadas,
cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,
cuarenta y cuatro manos desarmadas,
un solo miedo, un odio que crepita,
y un millar de silencios extendiendo
sus vendas sobre el alma mutilada.

Piedad Bonnett

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