Derechos y Deberes de Las Partes - Bruno Balsamo
Derechos y Deberes de Las Partes - Bruno Balsamo
Derechos y Deberes de Las Partes - Bruno Balsamo
LA SEGURIDAD SOCIAL
Abogacía
Modulo 1. Unidad 1. Parte 1
1.5 Derechos y Deberes de las
partes
Título II – Capítulo VII – Ley 20.744 (Ley de Contrato de
Trabajo) T.O. Decreto 390/76.
Estatutos Profesionales y Convenios Colectivos del
Trabajo.
Los derechos y deberes de las partes son las prestaciones
recíprocas y las facultades que surgen del contrato de trabajo.
Se trata de obligaciones recíprocas, ya que el trabajador y el
empleador, según las circunstancias, actúa como acreedores o
deudores: a cada obligación de una parte le corresponde un
derecho de la otra.
El derecho que tiene una parte puede exigirlo en virtud de la
obligación que le compete a la otra.
Tipos de sanciones:
• Sanciones morales: son aquellas que no causan daño
pecuniario al trabajador, solo producen un perjuicio en su
honor profesional y son las más leves. Serán de aplicación
sucesiva y gradual ante incumplimientos leves del
trabajador.
El llamado de atención y la simple advertencia verbal no
constituyen una sanción disciplinaria propiamente dicha, por lo
cual no son susceptibles de impugnación. La amonestación o el
apercibimiento es la sanción más leve, aunque no está
expresamente regulada, se debe efectuar por escrito y debe
ser comunicada al trabajador, a fin de permitir su descargo.
• Suspensión disciplinaria: es una sanción grave e importa
la interrupción de la prestación laboral con perdida de la
remuneración para el trabajador. Limite temporal: no podrá
ART. 67, 2do pár., LCT – Facultades disciplinarias. Limitación
“Dentro de los treinta (30) días corridos de notificada la medida, el
trabajador podrá cuestionar su procedencia y el tipo o extensión de la
misma, para que se la suprima, sustituya por otra o limite según los
casos. Vencido dicho término se tendrá por consentida la sanción
disciplinaria.”
El trabajador tiene treinta días para cuestionar la sanción
aplicada por el empleador, ya sea respecto de su procedencia
o de su extensión; la consecuencia de no hacerlo es que se
considera consentida y se pierde el derecho a reclamar en lo
sucesivo: se trata de un plazo de caducidad.
Opera como una excepción al principio del art. 58 LCT que no
admite presunciones como consecuencia del silencio del
trabajador.
Jus Variandi
El empresario puede variar algunos aspectos del contrato de
trabajo unilateralmente. Se trata de una decisión unilateral que
adopta el empleador y que no requiere ni la consulta, ni el
consentimiento del trabajador; en la práctica es común que se
busque su anuencia.
Art. 66 LCT – Facultad de modificar las formas y modalidades
del trabajo
“El empleador está facultado para introducir todos aquellos cambios
relativos a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en
tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa
facultad, ni alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen
perjuicio material ni moral al trabajador.
Cuando el empleador disponga medidas vedadas por este artículo, al
trabajador le asistirá la posibilidad de optar por considerarse
despedido sin causa o accionar persiguiendo el restablecimiento de
las condiciones alteradas. En este último supuesto la acción se
substanciará por el procedimiento sumarísimo, no pudiéndose innovar
en las condiciones y modalidades de trabajo, salvo que éstas sean
generales para el establecimiento o sección, hasta que recaiga
sentencia definitiva.”.
La modificación de las condiciones del contrato puede referirse
solo a aspectos no esenciales (accidentales o secundarios),
debe estar justificada en las necesidades funcionales de la
empresa y no debe causar perjuicio material o moral al
trabajador.
Requisitos:
• Razonabilidad;
• Inalterabilidad de las condiciones esenciales del contrato;
• Indemnidad del trabajador.
Si el ejercicio del ius variandi afecta algunos de los requisitos,
se trata de un uso abusivo; en ese caso sólo podría ejercerse
con el consentimiento el trabajador, otorgado en forma libre y
voluntaria, en tanto la modificación no viole el orden público
laboral, ni importe una abdicación gratuita de derechos del
contrato de trabajo.
La modificación decidida no debe perjudicar al trabajador en
ningún aspecto; no debe producirse daño moral ni material.
Para determinar si un cambio es justificado y razonable se
debe analizar si es producto de las reales necesidades de la
empresa y, en caso afirmativo, tener en cuenta las condiciones
subjetivas del trabajador, toda vez que la modificación le
puede resultar indiferente a un dependiente, mientras que a
El daño material consiste en un perjuicio económico, en un
daño estrictamente patrimonial: reducción directa o indirecta
de la remuneración. El daño moral apunta a la alteración del
sistema de vida del trabajador o a la desjerarquización dentro
del organigrama de trabajo.
El art. 69 LCT excluye la utilización del ius variandi como
sanción disciplinaria.
Art. 69 LCT – Modificación del contrato de trabajo. Su
exclusión como sanción disciplinaria
“No podrán aplicarse sanciones disciplinaria que constituyan una
modificación del contrato de trabajo.”
La principal obligación en
cabeza del trabajador es
trabajar, que se traduce en
la realización de actos,
ejecución de obras o
prestación de servicios; ello
sin perjuicio de que el
trabajador cumple
poniéndose a disposición
del empleador, aunque
este no utilice sus servicios.
Deber de fidelidad
Se vincula al principio de buena fe y a la conducta exigible al
trabajador en las prestación del trabajo conforme a patrones de
honestidad.
Desde un punto de vista general, el deber de fidelidad consiste
en la obligación del trabajador de no ejecutar acto alguno que
pueda perjudicar los intereses del empleador. Es un deber
genérico.
El deber de fidelidad también abarca la obligación de
comunicar los incumplimientos de que tenga conocimiento e
impliquen un perjuicio al empleador o cualquier inconveniente
que impida la ejecución normal del trabajo.
Art. 85, primera parte, LCT – Deber de fidelidad
“El trabajador debe observar todos aquellos deberes de fidelidad que
deriven de la índole de las tareas que tenga asignadas (…).”
El trabajador deberá observar todos aquellos deberes de
fidelidad que se deriven de la índole de las tareas que tenga
asignadas.
Deber de diligencia y colaboración
La diligencia en las prestación concreta de la tarea es un
requisito esencial, ya que se relaciona con el modo en que se
desarrolla el trabajo. Resulta estructural que el trabajador sea
puntual, regular y dedicado.
Es un deber primordial del trabajador y resulta indisoluble del
deber de trabajar. Su incumplimiento hace incurrir al trabajador
no solo en el incumplimiento específico al deber de diligencia,
sino en el cumplimiento defectuoso de la prestación laboral.
Art. 84 LCT – Deber de diligencia y colaboración
“El trabajador debe prestar el servicio con puntualidad, asistencia
regular y dedicación adecuada a las características de su empleo y a
los medios instrumentales que se le provean.”
Se requiere al trabajador el
cumplimiento de sus tareas de
forma puntual, con asistencia
regular y obrando con la
dedicación acorde a las
características de su empleo. Debe
actuar con lealtad y buena fe.
Debe cumplir la prestación de las
tareas con responsabilidad,
actuando como un buen
trabajador, produciendo
conforme a las pautas de
rendimiento normal; estos
estándares de rendimiento
surgen tanto de sus posibilidades
personales -aptitud física y
técnica- como de los elementos
de trabajo provistos por el
empleador -eficacia de los
En cuanto
medios al incumplimiento del deber de diligencia por incurrir
instrumentales-.
el trabajador en inasistencias y faltas de puntualidad, cabe
destacar que para justificar el despido no es suficiente la
cantidad de llegadas tarde, sino los apercibimientos,
prevenciones, amonestaciones o sanciones disciplinarias que el
trabajador no ha tenido en cuenta para modificar su actitud.
Las faltas reiteradas injustificadas demuestran falta de
contracción a las tareas y son causales de despido justificado
cuando se invoca en la notificación respectiva un nuevo hecho
de índole similar.
Deber de guardar reserva o secretos de informaciones
El trabajador debe
guardar reserva o secreto
de las informaciones a
que tenga acceso y que
exijan tal comportamiento
de su parte.
Este deber es una de las
manifestaciones negativas
del genérico deber de
fidelidad.
Art. 85, segunda parte, LCT – Deber de diligencia y
colaboración
“El trabajador (…) guardando reserva o secreto de las informaciones a
que tenga acceso y que exijan tal comportamiento de su parte.”
Toda persona que, con motivo de su trabajo, puesto o
desempeño en su profesión tenga acceso a una información
contemplada en esta ley y sobre cuya confidencialidad se le
haya prevenido, debe abstenerse de usarla y de revelarla sin
causa justificada o sin consentimiento de la empresa que
guarda dicha información o de su usuario autorizado.
Deber de obediencia
El deber de obediencia es la contrapartida del poder de
dirección del empleador, que implica la facultad de emitir
directivas y se manifiesta en la subordinación jerárquica del
trabajador.
Art. 86, primera parte, LCT – Cumplimiento de órdenes e
instrucciones
“El trabajador debe observar las órdenes e instrucciones que se le
impartan sobre el modo de ejecución del trabajo, ya sea por el
empleador o sus representantes.”