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Concepto
Se entiende por derechos y deberes de las partes a las prestaciones
recíprocas y las facultades que surgen del contrato de trabajo, abarcan al
trabajador como al empleador porque ambos actúan como acreedores y deudores,
ya que a cada obligación de una parte le corresponde un derecho de la otra. Están
regulados especialmente en la LCT 8art. 62 a 89), surgiendo también de los
estatutos profesionales y de los convenios colectivos.
La piedra angular del contrato de trabajo está conformada por dos
obligaciones fundamentales. El trabajador debe “trabajar”, prestar su fuerza laboral
con el fin de brindar el trabajo prometido, puede consistir en la prestación
concreta de las tareas o en la puesta a disposición de la fuerza de trabajo a favor
del empleador. Se trata de una obligación de hacer. El empleador, como
contraprestación está obligado al pago de la remuneración (obligación de dar) y
otorgar ocupación efectiva al trabajador según su categoría profesional.
Las obligaciones de las partes se presentan como deberes de prestación, y
pueden consistir en obligaciones de dar, hacer o no hacer. Se deben cumplir
dentro del marco de la buena fe, de la colaboración y la solidaridad (art. 62 y 63)
que son deberes genéricos de conducta que resultan tanto al trabajador como al
empleador al iniciarse, durante el desarrollo y al momento de la extinción del
trabajo.
6) Poder disciplinario: El primer párrafo del art.67 establece que “el empleador
podrá aplicar medidas disciplinarias proporcionadas a las faltas o incumplimientos
demostrados por el trabajador”. Su función es punitiva y surge como consecuencia
de la facultad de dirección, del poder reglamentario y de la facultad de control. Su
finalidad es corregir la mala conducta del trabajador materializada en
incumplimientos a las obligaciones contractuales emergentes de la LCT, del
convenio colectivo, del estatuto profesional, del reglamento de empresa o del
contrato individual de trabajo, consiste en la posibilidad del empleador de aplicar
sanciones al trabajador por dichos incumplimientos.
La ley limita el poder disciplinario al imponer una necesaria proporcionalidad
entre falta y sanción, excluyéndose así la aplicación de medidas disciplinarias
irrazonables o arbitrarias en relación con el incumplimiento del trabajador. La
sanción debe posibilitar el derecho de defensa, permitiendo al trabajador su
impugnación y su ulterior cuestionamiento judicial. Está prohibido “sancionar” al
trabajador modificando el contrato (art. 69) ni como consecuencia de una falta
aplicarle multas ni deducirle o retenerle el monto de la remuneración (art. 131)
Las sanciones disciplinarias aplicables según nuestro régimen legal son: el
apercibimiento, las suspensiones (entre 1 y 30 días en un año) y el despido con
justa causa. El denominado “llamado de atención” o la simple advertencia verbal,
no constituyen sanciones disciplinarias propiamente dichas, no son susceptibles
de impugnación ni recurso posterior. La amonestación o el apercibimiento es la
sanción más leve. Aunque no esté regulada se debe efectuar por escrito por
razones de prueba, ya que el antecedente consta en el legajo del trabajador. En la
práctica se plasma en una nota que se le hace firmar al dependiente para que
tome conocimiento, pudiendo también ser notificada por telegrama o carta
documento. La LCT no exige que se apliquen formas solemnes, pero las
sanciones deben ser comunicadas por escrito por medio del superior jerárquico
para permitir el descargo del trabajador.
En el caso de la suspensión disciplinaria existe un límite temporal
contemplado en el art. 220 de la LCT (no podrán exceder de 30 días en un año,
contados a partir de la primera suspensión)
El empleador tiene 30 días para cuestionar la sanción aplicada por el
empleador, ya sea respecto de su procedencia o de su extensión. Si no lo hace se
considera consentida y pierde el derecho a reclamar en lo sucesivo: se trata de un
plazo de caducidad. Esto surge del segundo párrafo del art. 67.
Requisitos: 1) la contemporaneidad: la sanción debe ser oportuna,
existiendo contemporaneidad entre la falta cometida y la sanción aplicada; no
debe transcurrir un lapso que indique que la falta fue consentida. 2)
proporcionalidad: la sanción aplicada debe ser proporcional a la falta cometida. Se
debe tener en cuenta la gravedad del incumplimiento del trabajador y sus
antecedentes (sanciones anteriores) y su antigüedad, como también si la falta ha
sido reiterada. 3) no duplicación de sanciones: el empleador no puede aplicar por
una misma falta o incumplimiento del trabajador más de una sola sanción: rige
aquí el principio del derecho penal nom bis in idem.
Otros requisitos: a) se debe expresar la causa de la sanción en forma clara,
debe ser justa y determinar los hechos que motivaron y la fecha en que ocurrieron.
b) el empleador debe comunicar la sanción por escrito, c) las sanciones aplicadas
deben ser medidas disciplinarias legalmente admisibles, excluyéndose cualquier
menoscabo a la dignidad del trabajador o abuso de derecho d) si en el convenio
colectivo, en el estatuto profesional o en el reglamento de empresa existe un
procedimiento especial, el empleador debe respetarlo y el trabajador someterse a
él, salvo que viole el orden público laboral
1) Pago de la remuneración
2) Deber de seguridad y protección
3) Deber de ocupación
4) Deber de diligencia
5) Deber de observar las obligaciones frente a los organismos sindicales y de la
seguridad social. Entrega de certificado de trabajo.
6) Deber de no discriminar e igualdad de trato
7) Deber de llevar libros
8) Deber de formación profesional
9) Deber de información
7) Deber de llevar libros: todo empleador está obligado a llevar un libro especial,
registrado y rubricado, en las mismas condiciones que se exigen para los libros
principales del comerciante.
DEBERES DE TRABAJADOR
Son el conjunto de obligaciones que surgen de la LCT, los convenios
colectivos, los estatutos profesionales y el contrato individual. SU incumplimiento
puede configurar una grave injuria con entidad suficiente para que el empleador
despida al trabajador con justa causa. Su contrapartida son las facultades del
empleador.