sindrome emetico

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

Síndrome Emético

Dra. Daniela Muñoz


El sistema digestivo está constituido
por un tubo hueco abierto por sus
extremos (boca y ano), llamado tubo
digestivo propiamente dicho, o también
tracto digestivo, y por una serie de
estructuras accesorias.

El tubo digestivo o tracto digestivo


incluye la cavidad oral, la faringe, el
esófago, el estómago, el intestino
delgado y el intestino grueso. Mide,
aproximadamente, unos 5-6 metros de
longitud. Las estructuras accesorias
son los dientes, la lengua, las glándulas
salivares, el páncreas, el hígado, el
sistema biliar y el peritoneo. El
estómago, el intestino delgado y el
intestino grueso así como el páncreas,
el hígado y el sistema biliar están
situados por debajo del diafragma, en
la cavidad abdominal.
Definiciones
Vómito: Expulsión forzada del contenido gástrico por la boca,
provocada por la contracción de la musculatura torácica y abdominal.

Regurgitación: expulsión pasiva de contenido gástrico de cantidades


escasas, sin nauseas ni contracción de la musculatura
abdominotorácica.

Náusea: deseo de vomitar acompañado de síntomas


neurovegetativos como salivación, palidez, diaforesis, taquicardia y
anorexia.

Vómitos cíclicos: Episodios graves y recidivantes de vómitos que


pueden durar horas o días. De causa idiopática y comienzo súbito con
intercrisis asintomáticas.
El vómito es uno de los síntomas más
frecuentes en la infancia, y un motivo
muy habitual de consulta, ya que
prácticamente cualquier enfermedad
pediátrica puede ocasionarlo.

Es de especial prevalencia en el recién


nacido y en el lactante, como también
en cualquier edad preescolar y escolar

En general se trata de un síntoma inespecífico, y puede tener una


significación clínica o traducir una gravedad muy variable, ya que
puede ser manifestación fundamental en el cuadro clínico (como
ocurre en algunos procesos de malformaciones del tracto
digestivo), o bien acompañante y asociado a otros síntomas en
multitud de enfermedades, e incluso tener un significado fisiológico

Como sucede con otros trastornos, la edad de presentación del


vómito se constituye en una pista esencial a la hora de plantear un
diagnóstico diferencial
Examen físico

El examen físico es de vital importancia ya que nos ayuda a


descubrir posibles etiologías y a constatar que el desarrollo del niño
se está realizando de forma adecuada, con lo cual la valoración del
estado nutritivo ocupa un hito importante.

Asimismo debe valorarse el estado de hidratación y la presencia de


signos de afectación general como fiebre, letargia, ect

En la historia clínica deben apreciarse los siguientes aspectos.

Historia alimenticia

– Cantidad/frecuencia (sobrealimentación).

– Técnica (errores en la preparación).

– Posición/comportamiento durante la alimentación.


– Atragantamiento, tos, arqueamiento, rechazo de la toma
Patrón del vómito

Aspecto. Alimenticios (blancos), mucosos o glerosos (verdes),


biliosos (amarillo-verdosos), fecaloideos (marrones) o hemáticos
(rojos).

Relación con la ingesta. C o n c o m i t a n t e s (atresia de


esófago), inmediatos (reflujo gastroesofágico), tardíos (mucofagia) y
de estasis (obstrucciones digestivas, íleo funcional).

Frecuencia/cantidad. Leves, continuos, cíclicos.

F u e r z a . Babeante y continuo pero escaso (reflujo), con cierta


fuerza (obstrucción digestiva), náuseas previas (infecciones), a
chorro (hipertensión intracraneal).

Carácter. Mantenido y estable (reflujo), progresivo (estenosis


pilórica, íleo), irregulares, recidivante (vómito cíclico, procesos ORL).

Asociación. Fiebre, dolor, letargia, diarrea, melenas, síntomas


respiratorios.
Secuencias lógicas. El vómito matutino temprano es sugerente de
reflujo gastroesofágico, pero también aparece en la hipertensión
intracraneal

El vómito que empeora con la ingesta es más común en las


alteraciones del tracto digestivo superior.

El vómito de alimentos no digeridos puede ser debido a una acalasia.

El vómito proyectivo puede ser una señal de una obstrucción a nivel


del estómago (estenosis hipertrófica de píloro, bandas antrales) o del
duodeno (páncreas anular, duplicaciones) o más distal (malrotación).

La presencia de ictericia iría a favor de una hepatitis o de una


enfermedad de la vesícula biliar.

Tener siempre presente que a cualquier edad los vómitos biliosos van a
favor de una obstrucción intestinal, aunque en recién nacidos y
lactantes puedan deberse también a infección sistémica.
Signos de alarma.

Vómito bilioso. Hemorragia gastrointestinal.

Vómito violento. Comienzo del vómito después de los 6 meses de


vida.
Diarrea/estreñimiento.

Letargia. Hepatosplenomegalia.

Fontanela tensa o abultada. Presión intracraneal aumentada

Macro/microcefalia. Crisis cerebrales. Dolor abdominal/distensión.


Fiebre
Tratamiento
No es aconsejable el empleo de fármacos antieméticos sin antes
haber indagado la etiología de los vómitos en el niño.

Muchas veces el vómito supone una ventaja que permite incluso


la supervivencia, promoviendo la expulsión rápida de un tóxico.
Los antieméticos están en general contraindicados en las
gastroenteritis, anomalías intestinales estructurales del tracto
gastrointestinal o emergencias quirúrgicas tales como la
estenosis pilórica, apendicitis aguda, litiasis renal, obstrucción
intestinal o lesiones expansivas intracraneales.

Su empleo, por el contrario, puede estar indicado en caso de


cinetosis, postoperatorios, quimioterapia del cáncer, síndrome de
vómitos cíclicos y trastornos de la motilidad intestinal, como
enfermedad por reflujo gastroesofágico y gastroparesia.
Vómitos Cíclicos
El síndrome de vómitos cíclicos, o SVC, es
un trastorno que causa ataques repentinos
y recurrentes, conocidos como episodios,
de náuseas y vómitos intensos. Los
episodios pueden durar desde unas pocas
horas hasta varios días. Los episodios se
alternan con periodos más largos sin
síntomas.

Los síntomas principales del síndrome de


vómitos cíclicos son ataques repentinos y
recurrentes, conocidos como episodios, de
náuseas y vómitos intensos. Los episodios
pueden durar desde unas pocas horas
hasta varios días. Los expertos no saben a
ciencia cierta qué causa el síndrome de
vómitos cíclicos.
El síndrome de vómitos cíclicos
(SVC) podría considerarse como un
“paraguas” que daría cobijo a
varios trastornos de origen
diferente, conocido o no, pero con
similares manifestaciones clínicas
consecuentes a una alteración en el
eje cerebro-intestino, que provoca
una respuesta exagerada de un
mecanismo de defensa natural
como es la náusea y el vómito
frente a diferentes estímulos .

El resultado es una secreción


desproporcionadamente elevada de
corticotropina, cortisol, vasopresina
y serotonina, responsables del
aumento de secreción gástrica e
intestinal, enlentecimiento en el
vaciado gástrico, y de la activación
del reflejo emético.
Revisando las series publicadas con mayor número de pacientes, se
podría resumir que el paciente típico es un varón en edad
preescolar o escolar que comienza súbitamente con náuseas y
vómitos intensos, más probablemente durante la noche o a primera
hora de la mañana. Una vez iniciada, la crisis sigue frecuentemente
un patrón estereotipado para cada niño: la duración de los vómitos
y el intervalo intercrítico suele ser constante, aunque diferente de
unos niños a otros.

La duración media suele ser de 2 días y la media de episodios al


año entre 9 y 12. Los vómitos son referidos como de alta
intensidad, con una media de 51 episodios de vómitos por crisis.

Son frecuentes los síntomas acompañantes: diarrea (30%), cefalea


(27%), fiebre (23%), malestar general, abdominalgia en línea
media, palidez, taquicardia e hipertensión.

El niño adopta una actitud que ha sido definida como “coma


consciente”: prefiere el ambiente oscuro y tranquilo, se niega a
hablar y los ruidos, olores, etc., le provocan náuseas. Es también
frecuente el rechazo a tragar la propia saliva, por lo que la expulsa
constantemente a una toalla o recipiente.

También podría gustarte