Hay constancia de vagabundeo de la especie en zonas tan meridionales como la costa del Golfo y el norte de México. Forrajea en los troncos y ramas grandes de los árboles, a menudo descendiendo la cabeza primero, a veces captura insectos en pleno vuelo.
Como los otros miembros del complejo Hypocnemis cantator forrajea en el sotobosque y solo se junta a bandadas mixtas cuando atraviesan su territorio.
Acostumbra a buscar alimento en el suelo donde predominan bromelias y cactáceas, siendo así un ambiente de difícil acceso. Forrajea con los pies y con su pico revuelve debajo de las hojas secas.
Las aves del presente género son un grupo heterogéo de tráupidos de pequeños a medianos, midiendo entre 12 y 18,5 cm. Son encontrados principalmente en pastizales y terrenos arbustivos y la mayoría forrajea en el suelo.
El reyezuelo de Madeira también forrajea en el musgo y líquenes que a menudo cubren las ramas y troncos de los laureles y robles.
Para alimentarse forrajea en los árboles, recogiendo de la superficie de la corteza en verano y cavando más profundo en invierno.
No se conocen. Es evasivo, forrajea en el suelo o cerca. Usualmente en parejas que permanecen en contacto a través de sus llamados frecuentes.
Se mantienen en parejas durante todo el año (monógamos). Forrajea a todas las alturas, inclusive agarrando presas del suelo, aunque pasa la mayor parte del tiempo en la parte alta del sotobosque o baja del dosel.
Mismo así se recomiendan acciones de protección específicas para las áreas de campina. Forrajea en pareja aproximadamente mitad del tiempo de observaciones.
Los pichones, a diferencia de los adultos, se alimentan casi exclusivamente de insectos, especialmente de orugas, moscas y ortópteros. Forrajea principalmente en el suelo, moviéndose nerviosamente mientras se aferra a la tierra como un ratón.
Desde estepas de artemisia a bosques de enebros piñoneros y pinares ponderosa, este mosquero forrajea buscando insectos de los arbustos o ramas bajas de los árboles.
Como otros miembros de su género, el titirijí de Acre forrajea en el sotobosque, entre 0 y 4 m del suelo y no parece juntarse a bandadas mixtas de otros insectívoros.