He vuelto gordo bastante gordo, y calvo como una rodilla; pero en mi corazón he mantenido ardiente el fuego del amor, la vestal de los solterones. Y, por tanto, lo primero que hice fue
indagar el paradero de la familia Revall.
Rubén Darío
Nuestras buenas relaciones con la situación nos ponían a cubierto de todo riesgo. Quisimos
indagar, darnos cuenta del espectáculo.
Florencio Sánchez
DON RAMÓN.- A la verdad, que eso no quiere decir nada: a buen seguro que a la de ésta no ha andado El Duende haciendo pinitos de cárcel en cárcel, que eso es lo que denigra a un hombre; y aun en este caso no le competía al señor Carnerero dar a luz lo que cada uno hace en su vida particular, así como el señor Larra nunca se meterá en
indagar la suya, y mucho menos en darla al público.
Mariano José de Larra
En la confesión, no se impone al que la solicita la obligación injustificada de hacer sólo preguntas asertivas, reconociendo forzosamente la existencia de los hechos sobre los cuales necesita indagar la opinión del contendor.
Y los procedimientos son simples: Aprender a desmontar el nivel de la manifestación, descontruir el nivel de las funciones para descubrir sus elementos dialécticos estructurantes y llegar así al nivel de los contenidos en dinámica semiosis, o viceversa, apropiarse de los significados manifiestos e indagar en los ocultos, premeditados o de “lapsus”; reflexionar en sus estructuraciones y descubrir sus formas expresivas.
Educados por una escuela al margen de modernidades, modernizaciones y posmodernidades, sin nadie que los desconstruya para volver a construirlos plenos humanos; sin indagar en mundos posibles e imposibles; sin desempañar el espejo de la Naturaleza; distantes de semióticas críticas; odiadores de una lectura que nunca se vuelve dialógica y polifónica, no les queda más que aprender aquello que en lo futuro quedará olvidado, acaso elementalmente estudiado por los antrozoólogos extraterrestres cual una muestra de cómo los seres humanos atrofiaban su grandeza cognoscitivo-creativa.
El objeto principal es indagar hasta dónde pueden unirse las observaciones y experiencias de cada uno a los preceptos de las ciencias exactas y aceptadas.
Su relación con mi padre ocupaba cada vez más mi imaginación, la idea de preguntarle a él me sumía en un insuperable temor, y el deseo de indagar el misterio, de ver al legendario Hombre de Arena, aumentaba en mí con los años.
¿Dónde hallarla? ¿A qué sitio, a qué persona dirigirme para indagar su paradero? La casualidad la puso ante mí; no es fácil que otra vez quiera hacerlo.
En Zambia, la Oficina de Quejas de la Policía, establecida en 2003 para indagar en la conducta impropia de la policía, siguió investigando quejas.
Pasó la noche, pasaron los días, las semanas y los meses; no supo, ni quiso saber nada de la desconocida que así había cruzado su vida, más bien que brillante meteoro, caprichoso candil, de luz empañada; ni se informó siquiera de lo que hubiera sido fácil indagar, conformándose con vivir como lo había hecho antes, pero no tan solo, ya que tenía un compañerito; aceptando con su jovial indiferencia de siempre las bromas sobre sus pasajeros amores, su paternidad y su viudez, cuidando como madre cariñosa a la pobre criatura que la suerte burlona le había regalado.
Ante esto, proponer una lectura semiótica, es referirse a una acción deconstructiva de los sistemas sígnicos que constituyen cualquier lenguaje con el propósito de indagar en los procesos que se pusieron en función para manifestarse textualmente y portar, al estructurarse, los contenidos patentes y latentes.