El polisulfuro de calcio fue uno de los primeros pesticidas sintéticos que ya se utilizó en Francia hacia 1840 para el control de oidio (Uncinula necator) en la viña.
La vid tiene buen vigor pero es medianamente fértil. Es sensible a la podredumbre gris, al mildiu y al oidio. Destaca sobre todo por su uso en vinos de postre de Austria y Croacia así como en vinos secos de Alsacia y Hungría.
Los brotes son tempranos y crece mejor en climas secos con generosas cantidades de luz del sol. Tiene buena resistencia a los brotes de oidio, pero puede ser muy susceptibles a la peronospera.
Durante la segunda mitad del siglo XIX la viticultura va a verse afectada por una serie de problemas de tipo parasitario, que va a producir importantes cambios en las técnicas de cultivo. Oidio (1845), filoxera (1868) y mildiu (1878), enfermedades todas ellas procedentes de América produjeron una profunda crisis en la viticultura.
Sufre ataques principalmente de dos hongos, Sclerotinia y Rhizoctonia, que atacan la corona de la raíz y la base del tallo, ocasionando amarilleamiento y después la muerte de la planta. También sufre ataques foliares por Oidio, Roya, Stemphylium y Pseudopeciza.
Aunque es uno de los árboles de parques y paseos más utilizados por la agradable sombra que proporciona, hay que tener en cuenta la problemática alergénica a la hora de plantarlo. Suele padecer ataques de Microsphaera platani (oidio blanco).
Así, son hongos los protaxites de 6 m de altura, también lo son los mohos y levaduras, las setas (nombre que se da con precisión a los hongos macroscópicos comestibles que crecen sobre el suelo), las subterráneas trufas o los casi microscópicos, como el oidio o los de la tiña u otras micosis (ptiriasis), la roya, etcétera.
Fruto de formas oblongas a cilíndricas, de plantas guiadoras, su característica principal es que es resistente al patógeno más común en zapallos, el oidio (powdery mildew).
La mayoría de los fungicidas de uso agrícola se fumigan o espolvorean sobre las semillas, hojas o frutas para impedir la propagación de la roya, el tizón, los mohos, el mildiu, oidio, botrytis...
Uno de menor importancia es transmitido por escarabajos, el virus del mosaico del zapallo (squash mosaic virus, SqMV, Comoviridae). De las enfermedades fúngicas la más común y devastadora es el oidio (powdery mildew, PM).
Condiciones: los álamos pueden soportar la contaminación y la influencia del mar por lo que es empleado como pantalla de defensa cerca del mar. Plagas y enfermedades: saperda, mosca blanca, oidio.
Son muy sensibles al frío, la excesiva humedad y los vientos. Pueden sufrir ataques fúngicos, como el mildiu o el oidio e insectiles, como la mosca blanca.