Se prepararon contra él toda clase de armas, a cual más afiladas, a cual más emponzoñadas; se proporcionaron halcones para perseguirlo; jaulas, calabozos en que encerrarlo, si matarlo no lograban; se le difamó diciendo que su blancura era hipócrita afeite con que encubría su negro plumaje; se le deprimió y ridiculizó de todas maneras, con talento y sin él.
Y cogiendo a nuestro héroe por las patas, a pesar de una desesperada resistencia, sopló la mujer sobre el
plumaje de los zancos, para hacer ver la piel estallante de grasa.
Emilia Pardo Bazán
QUETZALCOATL poseía la orla de la elevación sobre la bestialidad. Lo adornaba el plumaje de la altura cósmica; del universo en perpetua creación.
VI - Ave de los dioses -prorrumpe Pulo, cayendo de rodillas ante el aéreo nido del cuervo de la cabeza blanca-, ave misteriosa bajo cuyo negro
plumaje vivió por espacio de tres siglos el poderoso Vichenú, logrando con este ardid evitar la muerte que el dios de la destrucción le aprestaba: heme aquí esperando tus palabras, como los tulipanes agostados por el fuego del día esperan las gotas del rocío de la noche.
Gustavo Adolfo Bécquer
Cuando, por el contrario, el religioso se sentía desanimado y lleno de fatiga, el pájaro regresaba de repente al lado de él, desplegaba ante sus ojos toda la belleza de su plumaje, hacía oír su más atractivo canto, y el buen religioso recobraba el ánimo y redoblaba sus esfuerzos.
Recorrí el bosque cercano para distraerme con la caza. De improviso vislumbré en la copa de un árbol un pájaro con un plumaje tan maravilloso como jamás lo había visto.
Y es fama que cuando ardía, cuando iban a alzarse sus cenizas, vinieron a contemplarlo todas las aves preciosas, las de bello plumaje que conocen el cielo: La roja guacamaya, el azulejo, el tordo fino, el resplandeciente pájaro blanco, los loros verdes relámpagos y los de arco iris.
Su rostro se encontraba pintado con rayas transversales de color amarillo y en la cabeza lucía un penacho de plumaje riquísimo y todo su cuerpo cubierto de plumas de colibrí azul, mas a pesar de su perfección, había algo extraño: su pierna izquierda parecía mas delgada que la otra, como si fuera de pájaro.
Los peces se transparentaban en sus aguas y las avecillas revoloteaban entre los matorrales; pero sobre todo, los AZTECAS quedaron nuevamente maravillados cuando miraron la brillante y refulgente aparición de HUITZILOPOCHTLI. Allí, con el esplendor azul de su plumaje chispeante y la voluntad de sostenerse al vuelo, les mostraba otro prodigio.
Al contemplarla así, enguantada, calzada de fino, oscilando el
plumaje clorón sobre el cuello velado de tul, ¡quién creyera que al volver a casa, depuesto el disfraz, cayese sobre ella todo el peso del menaje, porque no tenía criada, y la madre sufría violentos ataques de un asma que la impedía acercarse al fogón!
Emilia Pardo Bazán
¡Dios santo, cuán hondas eran sus angustias, sus temores, su desesperación! No quería pensar en la muerte, pero esta idea, pájaro de negrísimo plumaje, parecía empeñado en abatirlo en ella.
Emilia iba disfrazada de Psiquis, en crespón y encajes. Se podía comparar con un flotante
plumaje de cisne. No es que se sirviera de las alas, pero las llevaba porque así lo requería el personaje representado.
Hans Christian Andersen