Es una gran fuerza. Esta casa ha caído entre sangre, por voluntad de un demonio vengador, a causa del asesinato de Mirtilo, precipitado de su carro.
En tierra, oh muy perverso, no me vencieras ni en el pancracio, ni en la lucha, ni en la carrera; pero te valiste del engaño para tirarme al agua. Tiene la divinidad un ojo vengador, y pagarás la pena al ejército de los ratones sin que consigas escaparte.
Discurso Cuando concedamos a los que por desaliñarle la casta le dan por padre al despensero de Junio Bruto, hallaremos que por cualquiera parte deciende de puñal vengador de la libertad de Roma, y que de los antecesores nobles suyos no sólo heredó Marco Bruto la virtud, sino que la creció.
Y su rencor al poner en mi mano, me hicieron su
vengador; y se dijeron «Que nuestra vergüenza común caiga en él; se marque en su frente nuestra maldición; su pan amasado con sangre y con hiel, su escudo con armas de eterno baldón sean la herencia que legue al hijo, el que maldijo la sociedad.» ¡Y de mí huyeron, de sus culpas el manto me echaron, y mi llanto y mi voz escucharon sin piedad!
José de Espronceda
Ya Petreyo y Juba se encontraron y cayeron heridos cada uno por la mano del otro: egregia y fuerte convención del hado, pero no decente a mi grandeza, siendo tan feo a Catón pedir a otros la muerte como pedirles la vida.» Tengo por cierto que los dioses miraban con gran gozo, cuando aquel gran varón, acérrimo vengador de sí, estaba cuidando de la ajena salud, y disponiendo la huida de los otros; y cuando estaba tratando sus estudios hasta la última noche, y cuando arrimó la espada en aquel santo pecho, y cuando, esparciendo sus entrañas, sacó con su propia mano aquella purísima alma, indigna de ser manchada con hierro.
Así, postrada, sin volverse hacia el inflexible
vengador, balbució: -Señor mío Jesucristo, Tú sabes que soy una miserable pecadora, indigna de tu bondad.
Emilia Pardo Bazán
Muchos de nuestros compañeros han caído, y sobre nosotros está suspendida la amenaza, una jauría famélica nos cerca esperando el momento de hincarnos el colmillo; hoy, mañana, a cualquier hora, en cualquIer sitio podemos sucumbir; pero mientras tanto nuestra pluma, barreta incansable y demoledora, sigue expugnando inexorable y tenaz las trincheras del crimen, abriendo el camino al porvenir
vengador y justiciero, porque las venganza del pueblo son las justicias de los derechos del hombre cuando éstos juzgan a los privilegios del amo.
Práxedis G. Guerrero
Pronto le alcanzó la mano del Vengador omnipotente; ya ve ahora que hay un poder superior al suyo; estas olas no ceden a su voz...
«No teme el vengador de la justicia Dice el cruel, del hombre ni del cielo, Ese dogal tirado por el suelo No quedará sin víctima esta vez.» ¡Ronquillo!
Dase Catón la muerte porque César no se la dé; si fue por esto, él fue en sí propio vencido, y justificado, y verdugo, y venganza y vengador de César.
¡Y vos, árbitro soberano de nuestra suerte, padre de los hombres, autor, vengador y protector de los cuerpos políticos...
Por ello, las que los hechos de los hombres multáis con vengador castigo, Euménides, cuya frente, ceñida de serpentino cabello, delante porta de vuestro espirante pecho las iras, aquí, aquí advenid y las quejas escuchad mías.