Felipe Delmont
Felipe Delmont Architect and urban planner - University of Montreal / Central University of Venezuela. Protagonist of the city everywhere in the city, The City of Short Paths and its Historic Urban Lanscape -La Ciudad de los Caminos Cortos- that is, the city that works. He proposes, not technological changes, but a change in our way of living, a strategic choice in a bottom up avant-garde approach, as a response to the global environmental crisis. Concepts he has developed through his experience in Venezuela as an architect and promoter of cooperative housing projects.
less
InterestsView All (24)
Uploads
Papers by Felipe Delmont
El fenómeno revela la indiscutible riqueza de una microeconomía patrimonial de la calle en compleja relación con su paisaje - en particular la agricultura indígena periurbana - y con el mundo. Me refiero no solo al provecho que la población le saca al turismo internacional, sino en particular al provecho que logra reciclando a un ínfimo costo decenas de miles de taxis desahuciados de la ciudad de Seúl en Corea para ponerlos a su servicio en las calles de Arequipa.
A partir de esta comprensión puedo establecer que de lo que se trata es de habilitar al ciudadano como legítimo protagonista de la fábrica sostenible de ciudad, y de su consecuente y continuo reajuste en la producción de patrimonio social y físico. Se trata entonces de asumir en toda su complejidad el tránsito de gente y de mercancías en la ciudad, sin recurrir a grandes infraestructuras, reduciéndolo a simple transporte, con el solo fin de otorgarle fluidez a la circulación. Se trata de incorporarle esa otra dimensión no menos importante de la calle, que es la del encuentro y del intercambio, la del tropiezo.
Intervención de Felipe Delmont en el foro "Venezuela: Los dilemas de la construcción democrática", sobre la ponencia presentada por María Sol Pérez Schael, bajo el título “Democracia y decisiones políticas”.
Books by Felipe Delmont
de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que el del paisaje histórico de la Ciudad de México. La chinampa provee de la experiencia milenaria del largo tiempo. No hay sostenibilidad posible que pueda avanzar fuera de la acumulación de conocimiento cultural de larga data.
Aunque el Centro Histórico es una zona museificable en sí, en virtud de su acervo de monumentos patrimoniales que requieren ser conservados y expuestos, necesita encontrar su sentido de vida, su urbanidad propia, para seguir viviendo. Restituir el Centro Histórico en su verdad como ciudad histórica es la única manera de verdaderamente salvaguardarlo, porque la razón de la ciudad no es pasar, sino estar.
Durante dos años de trabajo hemos entendido que el Patrimonio Mundial en Puebla es una forma de ciudadania. Gracias a una estrategia pionera de participación que persigue el re-involucramiento del ciudadano en la fábrica a su escala de la ciudad, la de los Caminos Cortos, según la teoría desarrollada por el Urbanista Felipe Delmont, hemos puesto en practica la Recomendación en la que, desde el 2011, la UNESCO confía para ampliar los horizontes disciplinares en políticas públicas urbanas y desde donde generar planes de coherencia territorial que permitan reinstalar a la ciudad en su secuencia histórica territorial.
El fenómeno revela la indiscutible riqueza de una microeconomía patrimonial de la calle en compleja relación con su paisaje - en particular la agricultura indígena periurbana - y con el mundo. Me refiero no solo al provecho que la población le saca al turismo internacional, sino en particular al provecho que logra reciclando a un ínfimo costo decenas de miles de taxis desahuciados de la ciudad de Seúl en Corea para ponerlos a su servicio en las calles de Arequipa.
A partir de esta comprensión puedo establecer que de lo que se trata es de habilitar al ciudadano como legítimo protagonista de la fábrica sostenible de ciudad, y de su consecuente y continuo reajuste en la producción de patrimonio social y físico. Se trata entonces de asumir en toda su complejidad el tránsito de gente y de mercancías en la ciudad, sin recurrir a grandes infraestructuras, reduciéndolo a simple transporte, con el solo fin de otorgarle fluidez a la circulación. Se trata de incorporarle esa otra dimensión no menos importante de la calle, que es la del encuentro y del intercambio, la del tropiezo.
Intervención de Felipe Delmont en el foro "Venezuela: Los dilemas de la construcción democrática", sobre la ponencia presentada por María Sol Pérez Schael, bajo el título “Democracia y decisiones políticas”.
de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que el del paisaje histórico de la Ciudad de México. La chinampa provee de la experiencia milenaria del largo tiempo. No hay sostenibilidad posible que pueda avanzar fuera de la acumulación de conocimiento cultural de larga data.
Aunque el Centro Histórico es una zona museificable en sí, en virtud de su acervo de monumentos patrimoniales que requieren ser conservados y expuestos, necesita encontrar su sentido de vida, su urbanidad propia, para seguir viviendo. Restituir el Centro Histórico en su verdad como ciudad histórica es la única manera de verdaderamente salvaguardarlo, porque la razón de la ciudad no es pasar, sino estar.
Durante dos años de trabajo hemos entendido que el Patrimonio Mundial en Puebla es una forma de ciudadania. Gracias a una estrategia pionera de participación que persigue el re-involucramiento del ciudadano en la fábrica a su escala de la ciudad, la de los Caminos Cortos, según la teoría desarrollada por el Urbanista Felipe Delmont, hemos puesto en practica la Recomendación en la que, desde el 2011, la UNESCO confía para ampliar los horizontes disciplinares en políticas públicas urbanas y desde donde generar planes de coherencia territorial que permitan reinstalar a la ciudad en su secuencia histórica territorial.