Papers by Yurimia Boscan
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Ubicando el entresiglos: La voz detrás de una celosía¹ " El hombre, en el rudo trabajo en medio d... more Ubicando el entresiglos: La voz detrás de una celosía¹ " El hombre, en el rudo trabajo en medio del mundo, debe hacer frente a todo peligro y a toda prueba; para él, por tanto, deben ser la falta, la ofensa y el error inevitable…Pero guarda a la mujer de todo esto, dentro de la casa…a menos que ella lo busque no necesita entrar en el peligro ni en la tentación, ni en causa alguna de error o de ofensa ". John Ruskin, en Misión de mujer (p. 18) La doble subordinación de la mujer, en cuanto a sujeto y sujeto creador, le ha impedido ser reconocida como " autor " , dado el limitado espacio social al que ha sido confinada para (d)escribir con libertad todo aquello que podía trascender lo que la escritora inglesa Virginia Woolf llamó su " cuarto propio ". El haber sido reducidas por el " todopoderoso " discurso falocéntrico de Occidente (" ¡No me lo niegue, don Lisandro! usted también, lo mismo que tía Clara y abuelita, se ha indignado cariñosísimamente al escuchar mis ideas. Tan santa indignación se desliza escondida entre los floridos meandros de su cultura griega y latina, pero yo la he descubierto " , Carta de Teresa de la Parra a don Lisandro Alvarado en la voz de su personaje, María Eugenia Alonso p. 565), al lugar de la minoría, al decir de Deleuze y Guattari, no pasó por alto a algunas damas de " entresiglos " (finales del XIX y principios del XX) que utilizaron su posición de privilegio para hacerse visibles y ejercer la palabra desde la élite de una sociedad que, para evitar ser puesta en evidencia desde la mirada de ese " otro " peligroso que encarnan estas " escritoras-con-escritura " , parafraseando a la crítica Eleonora Crócker en su ensayo (Pan)doras de entre siglos: Dar el lugar/ Tomar la imagen…y viceversa o la autor(a) latinoamericana en la escena de la cultura nacional (Revista Estudio Nº 20/21 p 155) les siguió el juego y, tal como le ocurriera a aquel vanidoso rey del cuento que se atavió con un traje que sólo los tontos no podían ver, las incorporó al imaginario social que terminó engulléndolas. Dice Silda Cardoliani: " La grande, pobre Teresa de la Parra, seguramente nunca imaginó que su belleza física, exquisitos modales e, inclusive, su soltería, le darían mayor inmortalidad, " de boca en boca " , que sus dos libros publicados, que todo cuanto dejó escrito " (p. 13).
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Books by Yurimia Boscan
Piel que ata, 2018
Desde la primera línea del presente volumen asistimos a una liturgia de palabras que revelan una ... more Desde la primera línea del presente volumen asistimos a una liturgia de palabras que revelan una piel sin horizontes ni fronteras, una piel infinita que se dilata en la caricia de madrugadas sin historias y permite descubrir el ardiente juego de las metáforas.
Yurimia Boscán articula sus poemas en un erotismo exuberante que no evade la soledad ni las cicatrices que van marcando el cuerpo, si no que se convierte en vaso comunicante entre esa linterna poética, los símbolos y el carácter proteico de la enigmática imagen. El eco de cada verso es pliegue y ensenada donde el lector atento entra en resonancia con el hecho poético y se encuentra en el reflejo fragmentado de dioses y demonios tutelares.
Piel que ata contiene una cartografía íntima articulada en la incertidumbre y en deseos larvados en los meandros del sueño. Mediante un registro de emociones, tentaciones y experiencias azarosas, el yo poético revela la fatalidad que nos constituye y el sino inefable de lo transitorio inscrito en nuestra más profunda piel. En sus versos advertimos el final proyectándose desde las sombras, desde del omphalos cincelado en la herencia de cada noche para recordarnos que estamos tatuados por la contingencia ineluctable.
La singular belleza de Piel que ata es un detonante de la imagen poética, y se percibe en las honduras del mundo subjetivo de cada lector que recorra este sendero de tinta labrado por Yurimia Boscán.
Les Quintero
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Neón, 2001
¿Qué hace una enamorada sobre la ciudad inhóspita, caminando en silencio por El Silencio, a la lu... more ¿Qué hace una enamorada sobre la ciudad inhóspita, caminando en silencio por El Silencio, a la luz de luciérnagas suicidas, inmolándose en la turbiedad, donde la página roja es el poema más leído? “Más vale no ser que ser así”, dice Pessoa. Y es que advierto que no puedo volverme de sus palabras para expresar las sensaciones que sus textos inspiran.
Anoto su valentía de escribir desde el desastre, simulando vivir en las alturas que nos socavan, donde poco o nada se resuelve, mirando lo que nunca seremos en el emporio que aúlla sobre sexos devaluados.
Atisbo en Yurimia una angustia contenida que intenta el grito, de ahí su afanosa victoria de la síntesis, donde exprime la ternura en medio de la herrumbre y la soledad. Sus poemas plantean la contradicción misma sin excluir la ternura, dejando vivir las grietas necesarias del pasado.
Neón es la inmensidad sin lumbre, el fuego no familiar, donde se derrama la palabra con la desesperanza en la mano. Habla la piel de adentro, la oquedad del alma.
La siento íngrima metamorfoseando versos para salvarse ante el plomo pesado e irremediable de la urbe. Cada figura es una espina desencajada en el centro de la oratoria de gandolas y motos susurrantes con la demencia como semilla.
No poseo el don de embellecer lo que me desagrada; sólo un alma libre y andariega como la de Boscán, puede ir ciñéndose con su voz en las ásperas esquinas, ascender escaleras con sus palabras, saltar los escombros de ciudadanos y los emplastos de la canalla para avanzar por laberintos de rutas de trabajos, en esta metrópolis despojada de aleros que duerme fatigada por su duelo. Habitando este mapa agita sus poemas, voces que lanza a la calle.
El Neón que Yurimia Boscán nos ofrece está ahíto de dulzura, versos que arden y palpitan destilando sentimientos sobre destellos que alumbran pero no deslumbran.
Un día de éstos voy a decirle la verdad a la Boscán: La ciudad no quiere a nadie y el neón, ni es luz ni es niebla.
Rafael Pompilio Santeliz
Bookmarks Related papers MentionsView impact
AMA DE CASA, 2016
En AMA DE CASA los poemas funcionan como una especie de hipertexto. El libro toca lo cotidiano de... more En AMA DE CASA los poemas funcionan como una especie de hipertexto. El libro toca lo cotidiano desde las posibilidades que pueden ofrecer la ironía, el kitsch, lo cursi y el lugar común (lugar al cual siempre ha sido reducida y confinada la “ama” de la casa)
Condensa y recicla cada palabra para crear, de manera consciente, los “re-fritos”, tal cual la cena y la vida en casa, cuya mecánica rutina se trasmuta en la violenta fascinación de siempre ser el “otro” para asumirse, desde ese “no lugar” al que se exila, voluntariamente infeliz (su herencia cultural).
Ama de casa niega la posibilidad de rebelarse. Es la paradoja de la representación, donde el sujeto —ella— termina sumergido en la vorágine que hace clímax en la compulsión obsesiva —a lo Clarice Lispector— del simulacro: un significante, una ausencia, cientos de connotaciones con infinitos trazos que se (re)simbolizan en una identidad que se veda, pero que al mismo tiempo se impone al recuperar lo imaginario.
En Ama de casa no existe el sujeto trascendental, sino lugares, gestos, máscaras, sueños, anhelos, soledad, deseo, frustración, rabia, objetos que van y vienen con voz propia, como la escoba que barre las historias…
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Teaching Documents by Yurimia Boscan
Estrategias creativas para LI en la modalidad b-learning, 2016
La presente investigación recoge la sistematización de experiencias pedagógicas para concretar la... more La presente investigación recoge la sistematización de experiencias pedagógicas para concretar la propuesta de estrategias creativas para Literatura Infantil que puedan ser socializadas a través del blended learning por las y los estudiantes del V semestre de la carrera de Educación Preescolar de la Universidad Politécnica Territorial de los Altos Mirandinos “Cecilio Acosta” (Uptamca). La investigación permitió ahondar en los principios que rigen el aprendizaje creativo y sus estrategias, el rol del docente como mediador, el aprendizaje cooperativo y la modalidad blended learning; además de analizar el programa de literatura infantil de la Uptamca a partir de una matriz FODA. El modelo de investigación se realiza bajo el enfoque cualitativo. El abordaje se hace a partir del método de la sistematización de experiencias, teniendo como referencias los aportes de Julio Berdegué y Oscar Jara. Se describen tres momentos y tres fases, así como los períodos académicos y el lapso que duró la investigación. Lo que incluye experiencias previas; proceso de intervención, reflexión crítica y las lecciones aprendidas inherentes a la metodología aplicada. La recolección y análisis de la información se realizó mediante la observación participante, grupos de discusión, entrevistas no estructuradas, cuestionario abierto y análisis de contenido. La orientación epistémica de la investigación tiene su andamiaje en los postulados teóricos de Vygostki sobre la imaginación y la creatividad, las ideas de Gianni Rodari en su búsqueda por desarrollar una “gramática de la fantasía”, en Morin con sus planteamientos sobre el pensamiento complejo, y en Freire, con sus aportes de reconstruccionista social, entre otros. El estudio permite validar que más allá de los métodos y técnicas de aprendizaje tradicionales, los educandos potencian significativamente su aprendizaje si se estimula su imaginación con estrategias creativas que faciliten los procesos reflexivos, cuyos resultados pueden ser socializados a través del b-learning, lo que redunda en el máximo aprovechamiento del tiempo por parte de los involucrados.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Conference Presentations by Yurimia Boscan
Se llama fosa común al lugar donde se entierran los cadáveres que por diversas razones no tienen ... more Se llama fosa común al lugar donde se entierran los cadáveres que por diversas razones no tienen sepultura propia. Las fosas comunes han sido, a lo largo de la humanidad, un método muy usado para disponer de los cadáveres de dos o más personas. https://es.wikipedia.org/wiki/Fosa_común La madrugada aprieta el gatillo sobre mis párpados. No hay posibilidad de conciliar el sueño frente a un libro tan hondo como Fosa Común, 1 de Miguel Marcotrigiano Luna. A la fiesta de penitentes asisten 30 inmortales atormentados. Sumamos 32 en total porque mi alma (que incluyo en la cuenta) no logra desprenderse de la de Miguel, que funge de "materia" en todo esto. Entro consciente de que "la experiencia no sirve en este reino de tinieblas" 2 , y sé que de este viaje no regresaré ilesa. En mi interior recito la oración de la infancia mientras cruzo con Miguel la laguna Estigia. Hay olor a tinta y muerte en este hoyo, y rostros presentidos que comienzo a vislumbrar en medio de dolientes letanías de mi imaginación: "Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa…" 3 La fosa está llena de historias que muerden, que condenan, que provocan, que temen, que oran, que huyen y lloran. No hay apellidos allí, solo nombres apilados sin fechas ni epitafios. Tal vez sea esa la misión encomendada al poeta: cincelar lo efímero en esas lápidas que ya, si acaso, contienen polvo. Ya en la fosa, Miguel es excavador, Cerbero, Caronte, Perséfone o simplemente un médium que interpreta señales y arrastra restos por el patio de los muertos y viceversa. Ejerce el oficio de enmascarar "con el afilado cuchillo de la palabra" 4 , las vidas de los que fueron con las metáforas de lo que somos. Su verbo, que disecciona biografías en versos libertinos, se vuelve cárcel en la angustia nietzscheana que lo persigue, aun cuando haya salido de la fosa para ir a la farmacia a comprar sus medicinas. El desasosiego siempre vuelve. Estoy con él trenzando las horas que lo llevan y traen de ambos mundos, conectada al santo y seña que ha puesto a circular en mis labios para poder expresarme desde esta suerte de autopsia escrituraria con la que desnuda vivencias, dolores, anécdotas y referencias ajenas en "este palimpsesto que es la vida" 5. Miguel sabe que su libro es una obra inconclusa, porque la vida de quien escribe nunca se acaba con la muerte. Lo sabe. Sus muertos también, y como en un antiguo mausoleo, en esa fosa "ya no es posible distinguir los que yacen en ella" 6 .
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Drafts by Yurimia Boscan
Raymond Williams: De la noción Cultura a los Estudios Culturales
Concebir a la Historia como una superación de la ignorancia o la superstición mediante el conocim... more Concebir a la Historia como una superación de la ignorancia o la superstición mediante el conocimiento y la razón, es el principal aporte (Materialismo Histórico) que toma Raymond Williams del Marxismo, asumido éste en su versión menos ortodoxa (postmarxista)...
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Caracas tiene la particularidad de convertirnos en el rostro que perdemos en la lucha por delinea... more Caracas tiene la particularidad de convertirnos en el rostro que perdemos en la lucha por delinear una identidad que no se engulla el concreto. Intentamos, con el aval del corneteo cotidiano y del humo, con la vida fluyendo a mansalva, como si sobreviviéramos en un espacio concebido sólo para desesperados, atisbar, a contraluz, por las eternas ventanas, ésas que nos hacen sujetos y objetos, nos ponen a salvo de las calles, y nos permiten recorrer, con nuestro ojo anónimo, todo aquello que cambia de color según la hora...
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Papers by Yurimia Boscan
Books by Yurimia Boscan
Yurimia Boscán articula sus poemas en un erotismo exuberante que no evade la soledad ni las cicatrices que van marcando el cuerpo, si no que se convierte en vaso comunicante entre esa linterna poética, los símbolos y el carácter proteico de la enigmática imagen. El eco de cada verso es pliegue y ensenada donde el lector atento entra en resonancia con el hecho poético y se encuentra en el reflejo fragmentado de dioses y demonios tutelares.
Piel que ata contiene una cartografía íntima articulada en la incertidumbre y en deseos larvados en los meandros del sueño. Mediante un registro de emociones, tentaciones y experiencias azarosas, el yo poético revela la fatalidad que nos constituye y el sino inefable de lo transitorio inscrito en nuestra más profunda piel. En sus versos advertimos el final proyectándose desde las sombras, desde del omphalos cincelado en la herencia de cada noche para recordarnos que estamos tatuados por la contingencia ineluctable.
La singular belleza de Piel que ata es un detonante de la imagen poética, y se percibe en las honduras del mundo subjetivo de cada lector que recorra este sendero de tinta labrado por Yurimia Boscán.
Les Quintero
Anoto su valentía de escribir desde el desastre, simulando vivir en las alturas que nos socavan, donde poco o nada se resuelve, mirando lo que nunca seremos en el emporio que aúlla sobre sexos devaluados.
Atisbo en Yurimia una angustia contenida que intenta el grito, de ahí su afanosa victoria de la síntesis, donde exprime la ternura en medio de la herrumbre y la soledad. Sus poemas plantean la contradicción misma sin excluir la ternura, dejando vivir las grietas necesarias del pasado.
Neón es la inmensidad sin lumbre, el fuego no familiar, donde se derrama la palabra con la desesperanza en la mano. Habla la piel de adentro, la oquedad del alma.
La siento íngrima metamorfoseando versos para salvarse ante el plomo pesado e irremediable de la urbe. Cada figura es una espina desencajada en el centro de la oratoria de gandolas y motos susurrantes con la demencia como semilla.
No poseo el don de embellecer lo que me desagrada; sólo un alma libre y andariega como la de Boscán, puede ir ciñéndose con su voz en las ásperas esquinas, ascender escaleras con sus palabras, saltar los escombros de ciudadanos y los emplastos de la canalla para avanzar por laberintos de rutas de trabajos, en esta metrópolis despojada de aleros que duerme fatigada por su duelo. Habitando este mapa agita sus poemas, voces que lanza a la calle.
El Neón que Yurimia Boscán nos ofrece está ahíto de dulzura, versos que arden y palpitan destilando sentimientos sobre destellos que alumbran pero no deslumbran.
Un día de éstos voy a decirle la verdad a la Boscán: La ciudad no quiere a nadie y el neón, ni es luz ni es niebla.
Rafael Pompilio Santeliz
Condensa y recicla cada palabra para crear, de manera consciente, los “re-fritos”, tal cual la cena y la vida en casa, cuya mecánica rutina se trasmuta en la violenta fascinación de siempre ser el “otro” para asumirse, desde ese “no lugar” al que se exila, voluntariamente infeliz (su herencia cultural).
Ama de casa niega la posibilidad de rebelarse. Es la paradoja de la representación, donde el sujeto —ella— termina sumergido en la vorágine que hace clímax en la compulsión obsesiva —a lo Clarice Lispector— del simulacro: un significante, una ausencia, cientos de connotaciones con infinitos trazos que se (re)simbolizan en una identidad que se veda, pero que al mismo tiempo se impone al recuperar lo imaginario.
En Ama de casa no existe el sujeto trascendental, sino lugares, gestos, máscaras, sueños, anhelos, soledad, deseo, frustración, rabia, objetos que van y vienen con voz propia, como la escoba que barre las historias…
Teaching Documents by Yurimia Boscan
Conference Presentations by Yurimia Boscan
Drafts by Yurimia Boscan
Yurimia Boscán articula sus poemas en un erotismo exuberante que no evade la soledad ni las cicatrices que van marcando el cuerpo, si no que se convierte en vaso comunicante entre esa linterna poética, los símbolos y el carácter proteico de la enigmática imagen. El eco de cada verso es pliegue y ensenada donde el lector atento entra en resonancia con el hecho poético y se encuentra en el reflejo fragmentado de dioses y demonios tutelares.
Piel que ata contiene una cartografía íntima articulada en la incertidumbre y en deseos larvados en los meandros del sueño. Mediante un registro de emociones, tentaciones y experiencias azarosas, el yo poético revela la fatalidad que nos constituye y el sino inefable de lo transitorio inscrito en nuestra más profunda piel. En sus versos advertimos el final proyectándose desde las sombras, desde del omphalos cincelado en la herencia de cada noche para recordarnos que estamos tatuados por la contingencia ineluctable.
La singular belleza de Piel que ata es un detonante de la imagen poética, y se percibe en las honduras del mundo subjetivo de cada lector que recorra este sendero de tinta labrado por Yurimia Boscán.
Les Quintero
Anoto su valentía de escribir desde el desastre, simulando vivir en las alturas que nos socavan, donde poco o nada se resuelve, mirando lo que nunca seremos en el emporio que aúlla sobre sexos devaluados.
Atisbo en Yurimia una angustia contenida que intenta el grito, de ahí su afanosa victoria de la síntesis, donde exprime la ternura en medio de la herrumbre y la soledad. Sus poemas plantean la contradicción misma sin excluir la ternura, dejando vivir las grietas necesarias del pasado.
Neón es la inmensidad sin lumbre, el fuego no familiar, donde se derrama la palabra con la desesperanza en la mano. Habla la piel de adentro, la oquedad del alma.
La siento íngrima metamorfoseando versos para salvarse ante el plomo pesado e irremediable de la urbe. Cada figura es una espina desencajada en el centro de la oratoria de gandolas y motos susurrantes con la demencia como semilla.
No poseo el don de embellecer lo que me desagrada; sólo un alma libre y andariega como la de Boscán, puede ir ciñéndose con su voz en las ásperas esquinas, ascender escaleras con sus palabras, saltar los escombros de ciudadanos y los emplastos de la canalla para avanzar por laberintos de rutas de trabajos, en esta metrópolis despojada de aleros que duerme fatigada por su duelo. Habitando este mapa agita sus poemas, voces que lanza a la calle.
El Neón que Yurimia Boscán nos ofrece está ahíto de dulzura, versos que arden y palpitan destilando sentimientos sobre destellos que alumbran pero no deslumbran.
Un día de éstos voy a decirle la verdad a la Boscán: La ciudad no quiere a nadie y el neón, ni es luz ni es niebla.
Rafael Pompilio Santeliz
Condensa y recicla cada palabra para crear, de manera consciente, los “re-fritos”, tal cual la cena y la vida en casa, cuya mecánica rutina se trasmuta en la violenta fascinación de siempre ser el “otro” para asumirse, desde ese “no lugar” al que se exila, voluntariamente infeliz (su herencia cultural).
Ama de casa niega la posibilidad de rebelarse. Es la paradoja de la representación, donde el sujeto —ella— termina sumergido en la vorágine que hace clímax en la compulsión obsesiva —a lo Clarice Lispector— del simulacro: un significante, una ausencia, cientos de connotaciones con infinitos trazos que se (re)simbolizan en una identidad que se veda, pero que al mismo tiempo se impone al recuperar lo imaginario.
En Ama de casa no existe el sujeto trascendental, sino lugares, gestos, máscaras, sueños, anhelos, soledad, deseo, frustración, rabia, objetos que van y vienen con voz propia, como la escoba que barre las historias…