Dere Procesal Penal Il

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Materia

Derecho Procesal Penal II

Tema

Los Derechos Individuales Frente a la Ley

Loida Jacqueline Rojas

Santo Domingo, República Dominicana,


07 De Marzo, Del 2022
Introducción

Para dar inicio a nuestra trabajo sobre los Derechos Individuales frente a la Ley; es bueno
que sepamos primero lo básico sobre los mismos.

El derecho individual es un concepto moral, fundamental, que permite la transición lógica


de los principios que sirven de guía para la acción del individuo, en su interrelación con
otros. Preserva y protege la moralidad individual en un contexto social. Es la conexión
entre el código moral del hombre y el código legal de la asociación, entre la ética y la
política. Es el fundamento de las leyes, que deben ser abstractas y universales. Los
derechos individuales son el medio para subordinar a todos los individuos asociados a una
ley moral.

Esta asociación es la que conocemos con el nombre de ciudad, que los griegos nombraron
polis, y que los ilustrados del siglo XVIII denominaron República o cuerpo político; es
aquella, que cuando pasiva, es llamada Estado por sus miembros, y cuando activa,
Soberano. Aquellos que están asociados, y que toman colectivamente el nombre de pueblo
o ciudadanos, comparten el poder soberano. Se puede simplificar en que los derechos son
los principios que establecen relaciones justas, rectas y apropiadas entre los individuos de
una sociedad. Las relaciones justas son aquellas en donde ninguno daña al otro.
LOS DERECHOS INDIVIDUALES FRENTE A LA LEY

1. EL ARRESTO

1.1. Concepto: El arresto se puede conceptualizar como aquella medida judicial-


policial que restringe el derecho al tránsito y a la independencia personal. El
arresto pertenece al núcleo familiar de las medidas de coerción y el mismo va a
tener un carácter excepcional y proporcional.

1.2. Naturaleza Jurídica. Artículo 2.- Se modifica el artículo 224 de la


ley No.76-02, Código Procesal Penal, a fin de que se lea de la forma
siguiente:

Art. 224. Arresto. La Policía debe proceder al arresto de una persona


cuando una orden judicial así lo ordene. La Policía no necesita orden
judicial cuando el imputado:

1. Es sorprendido en el momento de cometer el hecho punible o


inmediatamente después, o mientras es perseguido, o cuando tiene
objeto o presenta rastro que hacen presumir razonablemente que
acaba de participar en una infracción;

2. Se ha evadido de un establecimiento penal o centro de detención;

3. Tiene en su poder objetos, armas, instrumentos, evidencias o


papeles que hacen presumir, razonablemente, que es autor o cómplice
de una infracción y que puede ocultarse, fugarse o ausentarse del
lugar;

En el caso del numeral 1 de este artículo, si la búsqueda o persecución


ha sido interrumpida se requiere orden judicial.

En ningún caso se puede practicar el arresto cuando se trate de


infracciones de acción privada o en aquellas donde no está prevista
pena privativa de libertad.
Si se trata de una infracción que requiere la instancia privada, es
informado inmediatamente quien pueda presentarla y si éste no
presenta la denuncia en el término de 48 horas, el arrestado es puesto
en libertad.

La autoridad judicial que practica el arresto de una persona debe


ponerla, sin demora innecesaria, a la orden del Ministerio Público, para
que éste, si lo estima pertinente, disponga directamente su puesta en
libertad o solicite al juez una medida de coerción. La solicitud del
Ministerio Público debe formularse luego de realizar las diligencias
indispensables y, en todo caso, dentro de las 48 horas contadas a
partir del arresto.

En el caso del numeral 1 de este artículo, cualquier persona puede


practicar el arresto, con la obligación de entregar inmediatamente a la
persona a la autoridad más cercana.

En todos los casos el Ministerio Público debe examinar todas las


condiciones en que se realiza el arresto. Si el arresto no resulta
conforme con las disposiciones de la ley, dispone la libertad inmediata
de la persona y en su caso vela por la aplicación de las sanciones
disciplinarias que correspondan

2. DETENCIÓN

2.1. Concepto:
La detención es una medida cautelar del objeto procesal penal, por lo que, a
diferencia de las que puedan asegurar la pretensión civil, es de carácter personal,
en tanto ha de recaer sobre el derecho a la libertad de movimientos del imputado,
ordenada por la autoridad competente.

2.2. Naturaleza Jurídica:


Artículo 237. Habla de la Detención provisional. El Juez de Garantías podrá
ordenar la detención provisional de una persona cuando se proceda por delito que
tenga señalada pena mínima de cuatro años de prisión, y exista evidencia que
acredite el delito y la vinculación del imputado, así como posibilidad de fuga,
desatención al proceso, peligro de destrucción de pruebas o de que pueda atentar
contra la vida o salud de otra persona o contra sí mismo.

Excepcionalmente, cuando se trate de una persona cuya residencia fija no esté


en el territorio nacional o en los casos en que a juicio de la autoridad competente
se encuentre razonablemente amenazada la vida o la integridad personal de una
tercera persona, el Juez podrá decretar la detención provisional aun cuando la
pena mínima del delito imputado sea menor de cuatro años de prisión. También se
decretará la detención preventiva del acusado que no se presente a la audiencia
del juicio oral, la que se dictará por el Tribunal de Juicio a solicitud del Fiscal. La
detención provisional no será mayor de un año, salvo el supuesto previsto en el
artículo 504 de este Código.

3. Orden de Prisión Preventiva,

Artículo 235. Orden de aprehensión y conducción por el Ministerio Público. El


Ministerio Público podrá ordenar que una persona sea aprehendida cuando
existan elementos de convicción suficientes para sostener razonablemente que es
autora o partícipe de un delito y cuando la investigación así lo amerite. En este
caso, el Ministerio Público deberá poner a disposición del Juez de Garantías a la
persona aprehendida dentro de las veinticuatro horas siguientes a su recibo, quien
controlará si concurren los motivos que la justifiquen y el cumplimiento de este
plazo. De igual forma, se podrá conducir de manera excepcional a cualquier
persona cuando la investigación requiera de su presencia en el Ministerio Público.

3.1., Condiciones necesarias para su validez.

1. Cuando haya sido sorprendida en flagrante delito o cuando sea perseguida


inmediatamente después de su comisión. 2. Cuando se haya fugado de algún
establecimiento penal o de cualquier otro lugar de detención. En caso de
flagrancia, cualquiera persona podrá practicar la aprehensión e impedir que el
delito produzca consecuencias. La persona será entregada inmediatamente a la
autoridad más cercana.

4. El Habeas Corpus,

El hábeas corpus es una institución jurídica que persigue «evitar los arrestos y
detenciones arbitrarias» asegurando los derechos básicos de la víctima, algunos
de ellos tan elementales como son estar vivo y consciente, ser escuchado por la
justicia y poder saber de qué se le acusa. Para ello existe la obligación de
presentar a todo detenido en un plazo preventivo determinado ante el juez de
instrucción, quien podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no
encontrara motivo suficiente de arresto.

El Habeas Corpus tiene en nuestro país rango constitucional. Esto significa que
esta institución procesal, su estatuto, está por encima de la ley adjetiva al
encontrarse expresamente consagrada en nuestra carta magna. El Habeas
Corpus tuvo su origen en Inglaterra y en la República Dominicana fue adoptado en
el 1914. Con el Habeas Corpus se busca proteger a las personas de una prisión
arbitraria. La expresión significa literalmente «presentar el cuerpo».

4. 1. En la acción de Habeas Corpus hay que distinguir varios momentos:


1) La solicitud. Se trata del apoderamiento del juez para que decida sobre la
legalidad o no de la privación de la libertad, o de las otras situaciones referidas. La
solicitud no está sujeta a formalidad alguna. Se puede hacer por escrito firmado o
por declaración en secretaría. Está exenta del pago de todo impuesto, tasa,
valores o tributos. La solicitud puede presentarse cualquier día.
2) El Mandamiento. El juez evalúa si la solicitud procede, y en caso positivo emite
un mandamiento de habeas corpus, es decir, una orden para que le presenten al
impetrante ante él o el tribunal. Este mandamiento debe ser cumplido y ejecutado,
sin que pueda ser desconocido por defectos formales. El funcionario que se
resista a presentar a la persona, sin alegar causa de fuerza mayor, comete
desacato y puede ser conducido en virtud de una orden general de captura emitida
por el juez o tribunal.
3) La audiencia. El juez o tribunal, puede decidir el habeas corpus luego de oír al
impetrante, el día de su presentación. O puede fijar una audiencia sin demora
innecesaria y siempre dentro de las 48 horas siguientes, pudiendo disponer que el
funcionario que tiene bajo su control al impetrante, se presente y exponga sus
motivaciones. La audiencia no puede suspenderse por ningún motivo y el juez o
tribunal ordena la libertad o rechaza la solicitud.
4) La ejecución. La negativa, el retardo, o ejecución negligente de la libertad
dispuesta por el juez, por parte del funcionario responsable, lo hace reo de
encierro ilegal, procede su destitución y la acción civil por daños y perjuicios
causados.
Esta solicitud puede ser presentada cualquier día.
Presentada la solicitud de habeas corpus, si procede, el juez o tribunal ordena la
presentación inmediata del impetrante. Una vez oído el impetrante, resuelve
inmediatamente sobre la acción o fija una audiencia sin demora innecesaria,
siempre dentro de las cuarentiocho horas siguientes, para lo cual dispondrá que el
funcionario demandado comparezca a los fines de que exponga los
motivos legales que justifiquen su actuación.

4.2. Naturaleza jurídica,

Su procedimiento se rige por las disposiciones del Código Procesal Penal, y los
recursos contra el mismo son los previstos para el proceso penal ordinario, claro
que, tomando siempre en cuenta los principios de los procesos constitucionales.
Igualmente, como cualquier decisión jurisdiccional, esta podrá ser objeto de
revisión constitucional ante el Tribunal Constitucional, conforme los términos
establecidos en la Ley 137-11,

4.3. Condiciones generales para su ejercicio, ¿quién puede ejercer dicho


recurso?,

El Código Procesal Penal dispone que se puede ejercer una acción de


Habeas Corpus en las siguientes hipótesis:

1) que la persona esté ilegalmente privada de su libertad. La clave a determinar es


cuándo una persona está ilegalmente privada de su libertad. Digamos que en
sentido general esto se produce cuando la persona es detenida por una autoridad
que no tiene competencia para ello, cuando una persona es detenida sin la orden
de un juez o cuando la persona es detenida fuera de los casos de crímenes
flagrantes, o cuando transcurren más de 48 horas de la detención sin que la
persona sea presentada ante el juez. En todos estos casos, la persona está
siendo víctima de una prisión ilegal y por tanto puede apoderar al juez del Habeas
Corpus para procurar su inmediata puesta en libertad. .
2) El Código Procesal Penal contempla una segunda y tercera hipótesis: que la
persona se viere inminentemente amenazada de ser privada ilegalmente de su
libertad o
3) que existan motivos suficientes para suponer que la persona puede ser
trasladada ilegalmente fuera de la República. En estos dos casos se trata de una
acción preventiva de habeas corpus, mediante la cual la persona se adelanta y se
pone en manos de un juez para que este examine dichas amenazas y evite se
materialice la detención o la deportación.

Toda persona privada o cohibida en su libertad sin las debidas formalidades de ley
o que se viere inminentemente amenazada de serlo, tiene derecho, a petición
suya o de cualquier persona en su nombre, a un mandamiento de habeas corpus
con el fin de que el juez o tribunal decida, sin demora, sobre la legalidad de la
medida de privación de libertad o de tal amenaza. No procede el habeas corpus
cuando existan recursos ordinarios o pueda solicitarse la revisión de las medidas
de coerción.

5. Estudio crítico de la Ley # 5353 sobre Habeas Corpus.

El Habeas Corpus es un procedimiento jurídico mediante el cual cualquier


ciudadano puede comparecer inmediatamente ante el juez para que este
determine sobre la legalidad del arresto.

El nuevo Código Procesal Penal toma la parte esencial de la Ley 5353, sobre
Habeas Corpus, y en el libro dedicado a los procedimientos especiales, organizar
esta acción, cuyo objeto es la protección de la libertad individual frente a la
privación ilegal de ella por parte de cualquier autoridad. Como es sabido, el
Habeas Corpus, de origen anglosajón, se introdujo en nuestra legislación en el
1914, teniendo hoy día rango constitucional.

El procedimiento de Habeas Corpus se hace más accesible y expedito en el nuevo


Código Procesal Penal, al no sujetarlo a formalidad alguna, y ampliarse las causas
por las que se puede solicitar. Se puede interponer un mandamiento de Habeas
Corpus, no sólo en caso de detención ilegal, sino además, si de modo inminente
se estuviere amenazado de serlo. La solicitud, que está exenta de cualquier tipo
de carga impositiva, puede hacerse cualquier día, tanto por la propia persona
como por otra en su nombre, siendo válida tanto por escrito como por declaración
en secretaría.

A ésta debe comparecer el funcionario demandado. Si el juez tiene conocimiento


de que hay motivos para suponer que el impetrante pueda ser trasladado
ilegalmente al extranjero, tiene el deber de expedir órdenes y resoluciones para
impedirlo. Si el juez decreta la libertad o el cese de la medida que la amenaza,
ningún funcionario puede negarse, sin exponerse a ser reo de desacato, encierro
ilegal, ocultamiento o secuestro, según el caso. También podrá ser condenado al
pago de indemnizaciones por daños y perjuicios, siendo el Estado solidariamente
responsable.

Al juez que conoce del Habeas Corpus le fueron suprimidas dos facultades que le
otorgaba la Ley 5353: Este no puede expedir de oficio un mandamiento de Habeas
Corpus para auxiliar una persona de la que tenga pruebas que se encuentra
ilegalmente privada de su libertad dentro de su jurisdicción; siempre se requerirá
de una solicitud con ese fin. Tampoco puede el juez del Habeas Corpus, luego de
comprobar la irregularidad de la prisión, por ningún motivo, ordenar el
encarcelamiento del impetrante.

De las dos modificaciones que ha recibido el Código Procesal Penal, luego de su


entrada en vigencia, una de ellas es la que dispone que son recurribles en
apelación las decisiones que rechacen una solicitud de Habeas Corpus o que
denieguen la puesta en libertad.

5.1. Naturaleza Jurídica Del Habeas Corpus.

Aún se discute, en la doctrina, sobre la naturaleza jurídica del Habeas Corpus;


algunos autores lo ven como un recurso de carácter administrativo, otros como un
recurso judicial y otros como una garantía constitucional (garantía jurisdiccional).
En nuestro país, la Constitución, El Habeas Corpus no solo protege la libertad;
también protege derechos como la integridad física y psicológica y la propia vida.
Por eso es clara al enmarcar la Acción de Habeas Corpus dentro de las garantías
jurisdiccionales. Al ejercer ésta garantía, se activa una verdadera acción
constitucional, con supremacía sobre cualquier norma inferior (leyes, reglamentos,
decretos, ordenanzas, etc.) o formalidad administrativa existente dentro del
ordenamiento jurídico del país.

5.2. Requisito de formas y de fondo para su solicitud.

La solicitud de mandamiento de habeas corpus no está sujeta a formalidad alguna


y puede ser presentada por escrito firmado o por declaración en secretaría, por la
persona de cuya libertad se trate o por su representante, en lo posible con
indicación de:
1) El nombre de la persona en cuyo favor se solicita; 2) El lugar en donde se
encuentre;
3) El nombre o designación del funcionario o la persona que haya adoptado la
medida de privar, cohibir o amenazar en su libertad física a otra o el encargado del
recinto en el cual se encuentre;
4) Una breve exposición de las razones por las que se invoca que la medida que
le priva, cohíbe o amenaza en su libertad es ilegal;
5) La mención de que no existen recursos ordinarios ni es posible la revisión de la
medida conforme a las reglas de este código.

5.3. Jurisdicción competente, Instrucción y visita de la causa.


El tribunal de Primera Instancia es el competente para conocer de modo
unipersonal del Habeas Corpus. El juez apoderado puede ordenar la presentación
inmediata del impetrante (que es el término con el que técnicamente se designa al
solicitante del Habeas Corpus, y luego de oírlo, resuelve inmediatamente o fija una
audiencia, todo dentro de las 48 horas de la solicitud. El mandamiento de Habeas
Corpus podrá ser requerido, expedido y entregado cualquier día; pero el caso no
será visto sino en día hábil o habilitado especialmente al efecto.
CONCLUSIÓN

Los derechos individuales detenciones ilegales arbitrarias e ilegitimas,


generalmente en centros penitenciarios, o en distintas cárceles. Como fuera de
ellas.
Como se contemplan derechos tanto constitucionales o fundamentales como
individuales, también sabemos que si infringimos las leyes existen sanciones para
cada acaso. Sustentando en nuestra normativa distinguimos cuando sean legales,
ilegales o ilegítimos. También podemos saber los procedimientos para un debido
proceso a favor del afectado en caso que esté actuando legalmente conforme a la
ley.

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