Desde que en la escena en la que Remo golpea las barandas del techo y los golpes hacen sonar el Dies Irae se veía venir el pedazo de peliculón.
Una producción meticulosa y muy cuidada no solamente en su montaje y sus escenas muy bien construidas y filmadas (dicho sea de paso que es el mismo director de fotografía de "Fallen Leaves" de Kaurismäki), sino en aspectos tan técnicos y especiales como el sonido, que ni bien empieza la película…