La decadencia de la cordura y la obsesión tanto de Sara(la madre) como la de su hijo (Harry) más el conflicto de la pareja de este, el duelo no superado y un poco de la injusticia racial al final (este último sin tanta relevancia en mi opinión, pero a la vez sin querer borrar esa parte) son tan buenos, pero con el único personaje que no me hizo sentir solo un espectador fue Sara, su desenvolvimiento fue tan fantástico, que vería otra vez la película por sus escenas tan fascinantes y en lo que te hace sentir.