Morir. Volver. Ser una copia de mí mismo.
Y entonces lo pienso. ¿No es eso lo que ya hacemos todos los días?
Te duermes. Y el "tú" que existía hasta ese momento deja de estar consciente. Se va. Cuando despiertas, el "tú" de hoy retoma el control, con los recuerdos del que estuvo antes. Pero ese otro… ya no está. Solo quedan sus pensamientos, sus hábitos, su historia, como un registro de datos en un sistema que sigue operando sin…