Me ha gustado, Lánthimos.
Hay que valorar la originalidad, que en estos tiempos se echa en falta, eso sí, algo bien hecho, como es esta película. El planteamiento que hace de las relaciones desde dos mundos completamente surrealistas, está bien cohesionado y pese a la rareza del método, el mensaje se entiende. Además es entretenida.
Destaco también el uso de esos violines que parecen desafinar y chirriar como puede hacerlo la historia. Todo tiene su por qué. Todo está conectado.
Recomendable para aquellos que quieren empezar a ver cine que esté fuera de la norma.