Me sumerjo en la filmografía de Vittorio De Sica por medio de Umberto D. (1952), un viaje por el neorrealismo italiano que, sin duda alguna, logra conmover al espectador, eso sí, con dos de los elementos más emocionales del cine: un anciano y su mascota.
El italiano nos presenta a Umberto, un anciano con escasez de recursos al que el mundo ignora, lo que hace que la única relación emocional pura y duradera sea con su perro. Esto hace que…