Si me preguntás qué es una pesadilla, te digo Oldboy.
Esta obra maestra es macabra, violenta e impecable tanto desde el punto de vista técnico como narrativo. Aunque la violencia física está presente en ciertos momentos, es más bien una bomba que se toma su tiempo para explotar y un martillazo psicológico en el último acto. Es un juego constante de dar y quitar.
La venganza en este film se argumenta a favor plenamente desde el principio.
El último tercio…