Ningún gato puede mirar su reflejo en el mismo charco dos veces porque ni el gato ni el agua son los mismos.
Una película que explora la impermanencia de la vida, el cambio como constante, el balance, la necesidad de adaptarse a pesar del miedo y la compañía como bálsamo para curar el dolor de existir. A través de animales no-antropomórficos, Flow explora una plétora de temas filosóficos densos y complejos, quizás un único vistazo de la película no sea…