Un filme con excelentes interpretaciones, no pocas dosis de genial humor negro, crítica social y ecologista y, por lo general, un buen guion (aunque el tercer acto pierde tanto fuelle que diluye los méritos de lo anterior). Su desenfado y el no tomarse demasiado en serio le sientan bien.
Se diría distópico si no fuera por que estamos ya viviendo casi todos los males de la sociedad que retrata: gobernantes despóticos, imperialismos, avances científicos moralmente cuestionables, alienación del individuo, ultracapitalismo,…