Me temo que David Lynch va a ser uno de esos directores que, por mucho que respetes y admires, no voy a ser capaz de disfrutar del todo, no tiene pinta de ser mi estilo.
Visualmente es bestial y la música me encantó —ejemplo perfecto es el concierto de Isabella Rossellini en el Slow Club—, pero tiene otras cosas que...meh. La historia de amor, que no me pega nada, por ejemplo. Muy buena atmósfera, la narrativa ya es otra cosa.