Película suicida e indescifrable. Con un valor de reconstrucción pero a veces medio moralista.
Tranquilamente, en 10 años la podemos ver como la peor secuela del siglo XXI, de promedio una estrella. O una película de una disrupción artística y conceptual donde 5 estrellas esta corto.
Así de indescifrable para la mirada actual.
Alejado del Michael Mann nocturno o del mundo criminal de Heat, Public Enemies o Collateral, con Ferrari nos trae un relato entre lo clásico dramático.
La película se hace fuerte en dos ejes: los diálogos y el choque entre los personajes, por un lado; y la lenta construcción hacia un climax que se dará en una carrera clave para la marca, por el otro.
Y si bien la película nunca se aparta de esos dos objetivos claros, siento que de…
