Dejando a un lado todos los debates éticos y morales que da pie esta película, al igual que todas las de Lars Von Trier, sobre por qué y de qué manera quiere contar estas historias, es innegable que la película es objetivamente buena. El guión está trabajado con meticulosidad, todos los departamentos están impecables, y la interpretación de todos los actores también está muy bien. Aún y así, el final bastante decepcionante. Me esperaba algo más de Von Trier que…