A la espera de ver su nuevo estreno en verano, hoy por hoy puedo decir que por fin he visto toda la filmografía del mejor director vivo.
Vale, sí, de forma pirata, pero porque lo que no voy a hacer es, pagando 17 plataformas, apoquinar 3,99€ más porque está en “alquiler”. Me niego.
Aunque ahora, pensándomelo un poco mejor, me siento mal. Mal porque en el cine de Paul Thomas Anderson siempre he encontrado un refugio maravilloso en el que…
Así es la cosa:
Mi hermana y su pareja tenían entradas para esta peli. Yo no, pero quería venir a Sitges así que, mientras ellos la veían, tenía planeado darme una vuelta por aquí, quizá darme un baño en la playa, etc.
Al llegar a la puerta de la sala, mientras ellos buscan en el teléfono las entradas para entrar, yo me espero. En esa espera, aparece alguien random de dentro y dice:
-¿Tienes entrada?
+No
-¿Quieres entrar? Tengo una…
Sí, he ido al cine de nuevo. Me sigue pareciendo la jodida misma obra maestra.
Si durase 8 horas, las vería. Si tuviese que hipotecarme para comprar una entrada y volver a verla, lo haría.
Damien, eres un grandísimo hijo de perra. Ojalá mover la cámara como tú. Ojalá algún día hacer cine como tú.
