László, este país está podrido.
El paisaje, la comida…
Todo está podrido.
Creo que esta película es la mejor disección que he visto nunca de lo oscuro que puede llegar a tornarse el “sueño americano” y el daño tan profundo que han causado su ideología y sus formas a las gentes de buen corazón que han llegado a sus costas en busca de una nueva vida.
Y creo que, además, es de vital importancia señalar en los tiempos que corren…