Es una película visual y sonoramente espectacular, pero con un estilo, una historia y un mensaje problemáticos, superficiales y anticuados. Narrativamente, sigue el molde de las biopics de hace 20 o 30 años sobre los estragos de la Segunda Guerra Mundial, mientras que visualmente emula el cine de las décadas de los 50 y 60. Pretende ser una crítica al sueño americano y a la sociedad estadounidense, pero esa reflexión ya se siente superada, innecesaria, caduca e infértil.
El protagonista…