Una meta narrativa que conecta mundos posibles, explorados en diversas tonalidades y paletas. Un deslumbrante derroche estético, característico de Wes Anderson, que se desarrolla en un perfecto, multifacético y extra artificioso caos visual y narrativo, donde el espectador no puede quedar indiferente: formas parte de la película o te produce un gran rechazo.
“I still don't understand the play”.
Quizá se trata de una búsqueda de sentido que se despliega a distintos niveles, llevándola a sus extremos: tan crucial como…