Nunca he hablado de lo mucho que significa para mí esta película.
Una tarde tranquila de domingo se convierte en un viaje de instrospección. Dónde nuestros protagonistas exploran sus traumas internos para aceptarlos y volverlos parte de su identidad, es en esta aceptación que el nombre de la película toma sentido, puesto que;
Muchas veces los patos, sienten una gran necesidad de migrar. Y no es que el pato que migre sea un pato malo, sino que es su naturaleza…