Todavía lo estoy procesando pero cielo santo...
Formalmente es la hostia: actuaciones, entornos, cámara, sonido, todo es absurdamente bueno.
La historia ha tardado un poquito más de lo que me gustaría en engancharme, pero una vez lo ha hecho me ha acogido en su caos interno, y desde dentro la he podido disfrutar al máximo.
Finalmente sólo quiero decir que la vida de toda esta peña sigue siendo más feliz que la del coreano medio