La vi, la sentí y me destrozó. Aftersun no es solo una película, es un recuerdo borroso que te entristece y reconforta al mismo tiempo. El director mete la nostalgia de una forma tan sutil que parece que te está escarbando en la cabeza, como si sacara a la luz momentos que ni sabías que habías perdido.
La relación entre Sophie y su papá se siente tan real que duele. Y el soundtrack… Qué puñalada al corazón. Cada canción me…